UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL FACULTAD DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES DESARROLLO ECONÓMICO DE AMÉRICA LATINA JANNIS LISETH RUBIANO VELANDIA CÓD: 2010260061 RESEÑA CRÍTICA: EL PROBLEMA DE LA TIERRA
FICHA TÉCNICA: Mariátegi. José Carlos, “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”. El problema de la tierra. Editorial Amauta, Lima, 1971
BIOGRAFÍA DEL AUTOR: La Chira; Moquegua, 1894 - Lima, 1930. Ensayista peruano, uno de los pensadores más influyentes en el ámbito de la reflexión sobre la cultura y sociedad de su país. Autor prolífico a pesar de su temprana muerte, El Amauta (del quechua: hamawt'a; 'maestro', nombre con el que también es conocido en su país) es uno de los principales estudiosos del marxismo en Latinoamérica, destacando entre todas sus obras: 7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, obra de referencia para la intelectualidad del continente. Fue el fundador del Partido Socialista Peruano (que Eudocio Ravines aprovechando la muerte de Mariategui transformaría en Partido Comunista Peruano en 1930, a instancias de la III Internacional), en 1928, y de la Confederación General de Trabajadores del Perú en 19291
DESCRIPCIÓN DE LA OBRA Y ANÁLISIS CRÍTICO La tierra y su posesión es uno de los mayores factores de conflicto y desigualdad en Latinoamérica, no sólo por constituir la base de subsistencia de sus pueblos, sino también por ser un elemento clave para el ejercicio del poder político y económico de un EstadoNación. El autor realiza un análisis de esta problemática por la tenencia de la tierra en el Perú, utilizando los elementos característicos de la teoría marxista y el materialismo histórico, plantea el problema de la tierra como un problema de la comunidad indígena y la sociedad en general de su país, el cual ha sido determinante en el desarrollo económico y social del mismo. Su apuesta inicia con la idea de abordar la problemática desde una perspectiva económica y social; mas no una filantrópica y demagógica, como la que muchas veces se hace referencia a los pueblos indígenas.
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Biografía completa, véase: http://www.mariategui.eu/
Su tesis central se ubica en la lenta liquidación de la feudalidad en el Perú como un aspecto retardatario del proceso capitalista y el desarrollo económico de la nación peruana, el cual ha afectado los procesos sociales de las comunidades indígenas y general de toda la sociedad en la actualidad, pues esa feudalidad impuesta por la conquista española es parte de la herencia colonial de Latinoamérica y de la cual nuestros pueblos no se han podido liberar. El análisis aborda una mirada hacia las distintas porciones de la problemática de la tierra y del indio en el Perú, señalando primeramente los procesos generados por los latifundios durante la colonia española, extendidos y reforzados aún más por la Independencia y la fundación de la República peruana. Puesto que, según el autor, estos procesos contribuyeron a la destrucción de la propiedad comunal indígena y sus formas de socialización, gracias al proyecto modernizador que pretendía convertirlos en ciudadanos propietarios de una pequeña (o a veces inexistente) propiedad privada; sin embargo no se produjo este proceso, pues al desaparecer la propiedad comunal, los indígenas y sus tierras fueron entregados a los gamonales propietarios de latifundios. El proceso de latifundio está ligado al proceso de servidumbre y el gamonalismo, lo cual según el autor no permite el desarrollo económico capitalista de la región, así como tampoco el funcionamiento del régimen político republicano; ya que al mantenerse las relaciones feudales de paternalismo y servidumbre obedientes al señor feudal, el Estado, sus instituciones y acciones legales no penetran ni se obedecen en aquellos latifundios, pues el poder sigue siendo ejercido por el gamonal. A esto se le suma la ausencia de una burguesía comercial organizada, que liderase los procesos de industrialización e inserción al capitalismo. Desde esta perspectiva el autor presenta esta hipótesis “el régimen de propiedad de la tierra determina el régimen político y administrativo de toda la nación”2. La tierra y su propiedad son factores que otorgan el poder político y económico, y está al concentrarse en manos de unos pocos, genera que las relaciones políticas sean determinadas por esos pocos que las adecuarán a sus intereses. Gracias a las relaciones semifeudales y feudales en el Perú el ejercicio político está altamente permeado por los intereses de dichos gamonales y terratenientes, los cuales no se han insertado en la dinámica capitalista. Como parte integral de su análisis, el autor desarrolla los procesos de despoblación y esclavitud presentes en la colonia española, puesto que la mano de obra tanto como la tierra son los ejes fundamentales de la producción capitalista y feudal, gracias a los procesos de despoblación ejercidos por los conquistadores españoles, la mano de obra indígena escaseo y se vieron obligados a la compra de esclavos negros y chinos. Estos trabajaban la tierra pero el autor señala que no existe un apego hacia ella como sucedía con la población indígena, factor que conservaban desde tiempos del Imperio Inca. Por 2
Mariátegi. José Carlos, “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”. El problema de la tierra. Editorial Amauta, Lima, 1971. Pág. 53
ello se vio en la necesidad de explicar el comunismo incaico, como dinámica social y económica del antiguo imperio, resaltando sus niveles de organización, el aspecto cultural y subjetivo del arraigo del indígena con su tierra, así como el sentimiento de comunidad. Para realizar su análisis el autor presenta la realidad de dos espacios geográficos del Perú, resaltando que los procesos de propiedad y uso de la tierra en dichos espacios difieren precisamente por las dinámicas de producción, estos dos espacios son la costa y la sierra peruana. En la costa peruana el autor dimensiona un capitalismo incipiente, con latifundios agroindustriales dedicados a la siembra del algodón y la caña, existen allí relaciones capitalistas y salariales, pero con una burguesía ineficiente, heredada de los antiguos aristócratas de la colonia, quienes entregaron sus cultivos y propiedades bajo el poder de la inversión extranjera, especialmente británica y norteamericana. Se gesta allí una agricultura de exportación que no fortalece el mercado nacional y que por el contrario agudiza la subsistencia para la población, ante una falta de producción de alimentos. El autor define estas relaciones como colonialismo, pues solo se cultiva lo que Londres y Nueva York requieren, siendo para ellos el Perú (y toda Latinoamérica) un depósito de materias primas baratas y un mercado para sus bienes manufacturados. La situación de colonia es igual, solo cambiamos de metrópoli. Por otra parte está la sierra, correspondiente a la parte andina del Perú. En esta zona los latifundios coloniales se han aumentado junto con las relaciones feudales. Allí se desarrolla el yaconazgo en el cual los terratenientes y gamonales les otorgan a los indígenas campesinos porciones de tierras muy pequeñas y poco productivas, condicionados a trabajar en sus grandes extensiones de tierra y evitando así cualquier relación directa con la agricultura, viviendo de las rentas y los productos trabajados por los indígenas. Viviendo estos últimos, solo de lo que aquellas pequeñas parcelas poco productivas pueden ofrecerles. Este proceso según el autor es retardatario en el camino hacia el progreso y desarrollo económico del país, pues indica que estas relaciones no solo empobrecen también al gamonal, sino que también interviene con el ejercicio del poder político republicano. Por último el autor insta en la necesidad del Perú de nacionalizar la industria y la agricultura en un mercado nacional fuerte, que contribuya a la eliminación de las relaciones feudales que han sido heredadas desde tiempos coloniales y a los cuales el capitalismo en cierta forma transformado, ha ayudado a acentuar, desde la perspectiva del latifundio y las relaciones serviles. La lectura de este trabajo resulta bastante provechosa a la hora de analizar el problema de la tierra desde una perspectiva económica, siendo el Perú un país vecino al nuestro y con el cual alguna vez fuimos uno solo; compartimos ciertos rasgos que caracterizan la actualidad social de ambas naciones. La desigual distribución de la tierra es una problemática que afrontamos colombianos y peruanos, y que a su vez la mayoría de los pueblos latinoamericanos; es resultado del
proceso de colonización española y a la pérdida de la cultura indígena, que ha sido más marcada en Colombia. Proceso que fue acentuado por el proceso de Independencia del que no fuimos autores, sino que fue un proyecto de un país vecino; la ausencia de una clase burguesa definida que configura la actual presencia de gobiernos clientelistas y desinteresados por la problemática social de sus poblaciones, además de la venta despiadada de sus recursos naturales a las potencias extrajeras y su amplia intervención sobre su política y su territorio como expresiones aún más marcadas del colonialismo actual y pasado, puesto que tanto Colombia como el Perú sufrieron (y aún sufren) los métodos de colonización extractivos basados en la minería así como otras materias primas. Nuestras realidades son similares y muchos de los procesos económicos y sociales también lo son, es por ello que la lectura de esta obra no solo nos ayuda a conocer la realidad peruana en dicha época y sus consecuencias en la actualidad; sino que también nos permite hacer una propia revisión de la nuestra, encontrar similitudes y diferencias que nos proporcionan material para afrontar la realidad actual colombiana. Es importante resaltar el papel que el autor les otorga a los indígenas en el desarrollo del cambio social, diferente a los postulados marxistas tradicionales que le atribuyen al obrero el papel protagónico en ese cambio. Así como también la reivindicación de la cultura del Imperio Inca, la subjetividad y apego del indígena hacia la tierra y sus formas de socialización y comunidad. Sin embargo, y dado el origen y el contexto histórico y político del autor, es posible destacar el papel que el “progreso” juega en sus interpretaciones, pues él sigue inmerso en la idea de la modernidad instigada en el progreso, cuestión que para la contemporaneidad ya está bastante cuestionada y que debe ser tenida en cuenta en la lectura de este pensador latinoamericano.