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Breve historia del éxito educativo en Japón Publicado en 7 agosto, 2014 por

ConocimientosWeb.net

El sistema educacional en Japón, sus debilidades y fuerza, es prácticamente lo opuesto al sistema vigente en algunos de los países latinoamericanos. En una época en la que los países se muestran cada vez más preocupados por la eficacia de sus escuelas públicas, los japoneses pueden jactarse de un sistema escolar organizado en escala nacional que se caracteriza por disciplina rigurosa, enfoque sobre materias académicas y profesores bien pagados que disfrutan de un alto nivel social. Mientras los estudiantes cuestionan cada vez más la competencia de los graduados de sus escuelas secundaria, cinco de diez adolescentes nipones salen de la secundaria con un diploma que garantiza a sus futuros patrones que poseen los conocimientos necesarios en cuanto a la lectura y matemáticas. Estos logros, sin embargo sólo se conquistan a cambio de un precio. La violencia entre los estudiantes que no pueden satisfacer los altos estándares de la educación es un problema creciente. La calidad de las universidades es inferior en comparación con otros países tales como Estados Unidos. Y las escuelas japonesas hacen énfasis en el aprendizaje de memoria y en los exámenes en los que las respuestas se eligen entre varias, sacrificando los aspectos del pensamiento crítico y creativo. Los logros del sistema educacional japonés han provocado considerable interés en algunos países desarrollados en esta época en la que la calidad de las instituciones de enseñanza se han convertido en el centro de atención de un intenso debate. Es alarmante que la formación de los países latinoamericanos, al mencionar el analfabetismo y la falta de conocimientos en la juventud de sus países, se lamenta considerándose ” la creciente marea de mediocridad que amenaza el futuro de las naciones y sus pueblos”. En el curso de este debate, varios críticos han señalado el sistema educacional japonés como modelo de eficiencia. Con el fin de examinar la naturaleza y triunfos de la educación nipona y determinar qué aspectos del sistema de ese país pueden ser aplicables a los países latinoamericanos, un reportero pasó cuatro semanas en Japón, donde visitó escuelas y universidades y entrevistó a estudiantes, profesores, rectores y otras personas involucradas.

UN “MILAGRO EDUCACIONAL” No hay la menor duda de que los japoneses, que gasta una proporción mayor que Estados Unidos de su ingreso nacional en la educación, han creado un sistema educacional que puede compararse al tan aclamado “milagro económico” que llevó a la duplicación del ingreso nacional en los años sesenta e impulsó a esta nación a la primeras filas de las más industrializadas del planeta.

Desde la época inmediatamente posterior a la II Guerra Mundial, el porcentaje de estudiantes nipones que asisten alas escuelas secundarias, que era de menos de 50 por ciento del total ideal, se ha elevado hasta llegar a un 95 por ciento, Más de un 90 por ciento de los jóvenes de 18 años se gradúan de esta educación secundaria y preparatoria ( seis años), en comparación con los porcentajes de otros países.

MAYOR APROVECHAMIENTO: Los japoneses tienen 33% más de días de estudio anual que los alumnos regulares de otros países, lo que incluye medio día de clases los sábados. Es costumbre que tengan calificaciones más elevadas que otros estudiantes en competencias internacionales. Y una serie de exámenes patrocinados por la Organización Educacional, Científica y Cultural de las Naciones Unidas (UNESCO), en los últimos años de los sesenta, revelaron que los estudiantes nipones superaban a los de todos los países industrializados en conocimientos científicos y de matemáticas. El ritmo de aprendizaje en las escuelas elemental y secundaria de Japón es mucho más acelerado, desde los primeros grados escolares, pese a que los alumnos nipones tienen que dedicar una cantidad expresiva de tiempo en el aprendizaje de millares de ideogramas que son necesarios inclusive para leer un periódico. Los estudiantes Nipones e enfrentan a las divisiones largas y los porcentajes hasta un año antes de sus contrapartidas estadounidenses y latinoamericanos, y esta diferencia se acentúa una vez que los estudiantes ingresan a secundaria se concentran fundamentalmente en una revisión de la aritmética, mientras que en Japón se enfocan hacia el álgebra básico y la geometría. Este mismo patrón se mantiene en el nivel de secundaria. En otros países sólo los estudiantes más avanzados estudian cálculo integral, por la regla general en el último año. En Japón, en cambio, el cálculo se estudia en el primer año, inclusive a estudiantes que no tienen la menor intención de pasar a la universidad. En la mayoría de las universidades de los países latinoamericanos, los alumnos que se preparan para ingresar al magisterio son, como grupo, menos capaces en aptitud escolástica que sus compañeros en otras carreras universitarias. En Japón, en cambio, lo opuesto es la norma. La competencia para obtener posiciones de enseñanza es muy fuerte, y sólo los estudiantes que tienen excelentes historiales académicos pueden calificar. En un País en el que el trabajador promedio gana menos que su equivalente en Estados Unidos. Los profesores ganan más. Pese a los logros indiscutibles del sistema educativo Japonés, es innegable también que las escuelas niponas están plagadas de problemas, muchos de los cuales son consecuencia directa de los medios utilizados para alcanzar un nivel tan alto de éxito. La educación japonesa está organizada en torno de un rígido sistema de exámenes para entrar al “High School” ( secundaria y preparatoria), a la Universidad y al mercado laboral. Si bien esto garantiza un alto nivel de competencia general entre aquellos que logran salvar pruebas, el llamado “infierno de los exámenes” cobra un alto precio sicológico, particularmente entre los que fracasan. Además, los exámenes, y en consecuencia la enseñanza dentro de las escuelas, está orientada hacia los conocimientos de hechos, como las fechas de batallas históricas y las fórmulas científicas, lo que estimula y premia la memorización, más que la creatividad y la comprensión de lo que se aprende. La fuerza actual del sistema educativo japonés surgió a raíz de varios sucesos cruciales en la historia de este país.

Bajo la ocupación estadounidense, después de la derrota de en la Segunda Guerra Mundial, la edad de educación obligatoria de elevada, se introdujo la coeducación y Japón adoptó el sistema estadounidense de seis años de ” Junior High School”, (secundaria) Y tres años de “Senior High School” (preparatoria), además de cuatro años de universidad.

NADA ES MAS IMPORTANTE QUE EL SISTEMA EDUCATIVO: Los más prestigiosos ministerios y las más importantes corporaciones niponas reclutan sus empleados y funcionarios únicamente entre un puñado de las más famosas universidades públicas y privadas. Una gran parte de los trabajadores laboran toda su vida en una sola empresa, de manera que la aceptación de una de las grandes universidades prácticamente garantizada un buen empleo y seguridad económica. La admisión a una de las grandes universidades se determina únicamente sobre la base de las calificaciones obtenidas por los solicitantes en el examen de ingreso. Si el hijo de un campesino obtienen una calificación más alta que el hijo del presidente de un conglomerado industrial, en el examen de Todai por ejemplo, será el hijo del campesino el que ingrese a la institución.

RIGIDEZ EN LOS EXÁMENES DE ADMISIÓN: En consecuencia, el sistema de admisiones a las universidades se caracteriza por la intensidad y rigidez que difiere marcadamente del que existe en otros países. Una buena puntuación en aptitud escolástica por general es esencial para ser admitido a las universidades más famosas de Estados Unidos. Pero las calificaciones obtenidas en High Scholl son también muy importantes, y los comités de admisión habitualmente toman en cuenta otros aspectos de solicitante, como sus aptitudes artísticas, sus vínculos familiares relacionados con la universidad y su habilidad en los deportes. En Japón el Ministerio de Educación, Científica y Cultura, conocida como Mombusho, determina cada año el currículum de cada una de las 25 mil escuelas elementales, 11 mil secundarias y 5 mil preparatorias y da a cada consejo local de Educación la lista aprobada de libros de texto, de la cual el consejo puede seleccionar los títulos que adquirirán.

71 MIL MILLONES EN EDUCACIÓN: Lo que es quizá más importante es que el Mombusho desempeña un papel central en el financiamiento de la educación. En 1980 lo nipones gastaron 71 millones de dólares en la educación pública, desde el nivel elemental hasta el universitario. 65 mil millones de dólares de esa suma provinieron del erario. El Mombusho también aportó más de una cuarta parte de los gastos de operación de las escuelas privadas secundarias.

Los gastos totales en este renglón equivalen a 8.6 por ciento del producto nacional bruto (PNB) Japonés: Estados Unidos gasta 6.8 por ciento de su PNB en este renglón. Dado que el historial académico es crucial para su futuro, no es de extrañar que los jóvenes nipones dediquen más horas a sus estudios. Esto es particularmente cierto de los alumnos que están en noveno grado y se preparan para ingresar a la high scholl, y para aquellos que están para enfrentarse a los exámenes de admisión de las grandes universidades. En le año escolar japonés se divide en tres periodos, con un periodo de 40 días de vacaciones de verano en julio y agosto, y otro invernal de fines de diciembre. Se inicia el 1º, de abril y ternita en marzo. Este calendario, aunado a las clases de los sábados, significa que los alumnos no están en clases 240 días del año, en comparación con los 180 días promedio de otros países. Según las autoridades niponas, más de la mitad de todos los estudiantes de su país dedican más de dos horas diarias al estudio en casa, lo cual se compara con menos de una cuarta parte de los estudiantes en otros países. Lo cierto, es que los extraordinarios logros del sistema educativo nipón sólo se pueden explicar por el tiempo que dedican a estudiar los jóvenes nipones. Lo mas relevante en este aspecto es, en realidad, la forma en que emplean ese tiempo. El incidente es una muestra de la manera en que las escuelas niponas se encuentran íntimamente ligadas a los clásicos valores japoneses, como la primicia del grupo sobre el individuo. Un mes de observar aulas y conversar con los maestros, estudiantes y padres de familia japoneses reveló que tanto estos valores y otros, como la rituales y el estatus. En las escuelas primarias, la interacción entre alumnos y maestros es práctica común pero la instrucción en los niveles mas altos se lleva acabo por catedráticos.

SOLO EL MENTOR HABLA La mayoría de los educadores en el mundo argumentan que a los estudiantes se les facilitan las cosas cuando son colocados en una clase en la que tienen compañeros con capacidades similares. Donde pueden trabajar a su propio ritmo. En Japón, sin embargo, un salón de clases típico mostrará una gama muy amplia de estudiantes con diversa capacidad para el estudio. Los estudiantes, además, son promovidos al grado inmediato superior aunque hayan reprobado algunas materias, práctica muy criticada por los educadores de otros países que afirman afecta el nivel académico del grupo. Dentro del patrón japonés de identidad de grupo, los alumnos visten uniformes, y todos los alumnos de un salón tienen el mismo horario. Dado que pocas escuelas japonesas tienen cafetería, lo habitual es que el salón de clases sirva también como comedor.

ASEO A CARGO DE LOS MUCHACHOS:

La limpieza del aula queda garantizada por el hecho de que los alumnos realizan una limpieza general al terminar el día. Las escuelas primarias Japonesas tratan de proporcionar una amplia gama de conocimientos a los niños. Además de lectura, escritura y aritmética prácticamente todos los estudiantes aprenden a leer partituras musicales y a tocar un instrumento de viento. La educación física es parte importante de la vida escolar nipona, y hay diversas disciplinas que los estudiantes deben dominar en cada grado escolar. Por otra parte, la enseñanza intensiva de la caligrafía da a los alumnos un alto grado de técnica artística desde los primeros años. Al llegar a la secundaria, sin embargo, el contenido del currículum es altamente estructurado y se orienta casi exclusivamente hacia lo que en otros lugares se llama “lo básico”. Prácticamente todos los alumnos toman clases de japonés, matemáticas estudios sociales, ciencias e Inglés tres o cuatro veces a la semana durante la secundaria y la preparatoria. En Japón, las escuelas generalmente ofrecen un solo curso de literatura japonesa en cada nivel, y lo habitual es que los estudiantes sólo tienen opciones de otros cursos hasta que llegan a su último año. Y cuando esto sucede lo normal es que la elección consiste en sí deben estudiar física o química. Es extremadamente raro que una escuela ofrezca opciones como el estudio de otro idioma, como alemán o francés, y sólo ocurre en las instituciones privadas.Los estadounidenses piensan que si bien la transmisión de conocimientos es una parte importante de la educación, el verdadero fin es que el alumno aprenda a pensar y a resolver problemas. Para los japoneses, en cambio, la educación consiste básicamente en la transmisión de conocimientos factuales.

OBJETO DE CRITICAS: En 1982, los profesores japoneses de escuelas primarias y secundarias ganaron, en promedio, 18 mil 200 dólares anuales; mientras que los profesores de preparatoria tuvieron ingresos de 19 mil 200 dólares. Es un salario menor que el del empleado de las grandes corporaciones o ministerios más importantes, pero más elevado que el de otros empleados públicos, que tuvieron ingresos promedio de 16 mil 800 dólares. Esto no significa que en un país donde los salarios promedio son inferiores a lo que privan en Estados Unidos, los maestros reciben más dinero por su trabajo, en términos absolutos, Los maestros estadounidenses de escuelas primarias y secundarias tuvieron ingresos de 17 mil 600 dólares, lo cual fue ligeramente superior a los 16 mil 400 dólares que son el ingreso promedio de todos los trabajadores asalariados, pero casi el menor en cuento a las profesiones que exigen un grado universitario.

RECOMPENSAN A CAPACES: Desde hace muchos años, Japón puso en práctica el sistema de “Shunin” según el cual los maestros que han demostrado ser especialmente capaces reciben como recompensa responsabilidades adicionales, como ser designado director de currículum o principal maestro de determinado grado escolar. Un shunin” reciben un incremento nominal en su salario -aproximadamente 20 dólares al mes- pero los principales beneficios se derivan del prestigio que le da el puesto y del hecho que puede llevarse a promociones adicionales

Japón también tiene maestros deficientes pero, al igual que en el caso de los estudiantes y de los trabajadores en otras actividades, la presión para mejorar el desempeño proviene no de las recompensas financieras o de otro tipo, sino de los colegas. Los estudiantes en otros lugares, en términos generales, se someten a exámenes para poder salir de la escuela. Los japoneses, en cambio, deben pasar un examen para ingresar a ella.El resultado de lo anterior es que, una vez que un joven japonés ingresar a la Universidad, su vida tiene muy poco parecido con el régimen de conferencias, seminarios, exámenes y ensayos que son el patrón para los universitarios en otros países. En Japón, lo más importante no es lo que un estudiante aprende en la Universidad, sino a cuál Universidad asistió, y esto se determina exclusivamente por una serie de exámenes de ingreso, que duran un día, a los que se someten todos los estudiantes. Este hecho básico de la vida – el hecho de que todo joven japonés sabe que si desea asistir a la universidad debe someterse a exámenes detallados, cruciales e imparciales acerca de sus conocimientos básicos- define lo que se enseña en las escuelas japonesas, moldea las actividades extracurriculares y determina cómo pasan su tiempo libre los niños. Los estudiantes nipones deben pasar exámenes no sólo ingresar a una universidad, sino también para entrar a la preparatoria, La educación primaria y secundaria ( 9 años) se imparte en una gran variedad de instituciones, pero después de esto todos se dirigen hacia preparatorias de diversa calidad, Las calificaciones obtenidas y las recomendaciones de los maestros son importantes en cuanto a determinar quién estará orientado a las instituciones de mayor prestigio. Pero el factor más importante es la puntuación obtenida por el estudio en los exámenes que cada escuela exige antes de aprobar el ingreso. Importante es la puntuación obtenida por el estudio en los exámenes que cada escuela exige antes de aprobar el ingreso. Luego, en el último año de preparatoria, los alumnos compiten una vez más para determinar quien ingresa a las mejores universidades. La puntuación en los exámenes es el único criterio para decidir quien es aceptado y quien es rechazado. Los mejores patrones, grandes corporaciones y los más prestigiados ministerios gubernamentales, reclutan a sus empleados exclusivamente de entre los graduados de un pequeño grupo de universidades públicas y privadas.La prueba de aptitud escolástica casi en todo el mundo está diseñada para medir la capacidad de razonamiento verbal y matemático, en términos generales. En Japón, en cambio, los exámenes están diseñados dentro de la tradición confuciana, que establece que la educación es básicamente la transmisión de conocimientos acerca de hechos.

AÑOS DE INTENSA PREPARACIÓN: Los exámenes se caracterizan por preguntas en las que se debe elegir, entre varias, la respuesta correcta, o preguntas para las que sólo hay una respuesta específica. Es frecuente en las escuelas públicas, que se pidan a estudiantes de noveno y duodécimo grado que descarten actividades atléticas y ocupaciones extracurriculares, para concentrarse en la preparación para los exámenes. Y los maestros, en forma inevitable, consideran que el éxito o fracaso de sus estudiantes reflejan su capacidad profesional.

Los estudiantes que fracasan en los exámenes de ingreso o que, por otras razones, no asisten a la universidad, frecuentemente se inscriben en escuelas técnicas privadas o públicas que se especializan en campos tan variados como la cosmetología, la pesca y otras mas. En algunas de ellas también es necesario pasar un examen de admisión. La competencia inherente en un sistema en el que el futuro total de un niño puede quedar decidido por la forma en que se desempeña en un solo día de exámenes, inevitablemente produce ansiedad a toda la familia. La más obvia expresión de esta ansiedad es el fenómeno llamado popularmente “Kyoiku mama”, o “madre de educación”, que se refiere a las mujeres que se caracterizan por su agresividad en cuanto a presionar a sus hijos, principalmente varones, para que alcancen niveles educacionales más elevados. La ansiedad de los exámenes que siempre están en el futuro de los jóvenes japoneses aplica presiones extremas sobre padres e hijos, En casos extremos, el “infierno de los exámenes”, como lo llaman, ha provocado suicidios entre los jóvenes que fracasaron. Las escuelas japonesas están tan estrechamente ligadas a la cultura y a la economía que sirven, que en realidad es extremadamente difícil precisar qué es lo que pueden imitar de ellas los educadores de otros países, y particularmente los de Estados Unidos. Los japoneses gastan en educación una proporción mayor de su producto nacional bruto, le asignan una partida mayor de su presupuesto nacional, pagan salarios más elevados y otorgan un nivel social más alto a sus maestros. Se considera en Japón, que los maestros están desempeñando un servicio extremadamente valioso para el país. Hay, además ciertos aspectos subjetivos de las escuelas niponas que podrían ser imitados por los educadores en Latinoamérica.

SIENTEN QUE SON PARTE DE LA ESCUELA: El éxito de las escuelas japonesas pueden explicarse, al menos parcialmente, por su sentido de la disciplina, la disposición de los alumnos en cuanto a aceptar la autoridad de las profesores y la capacidad incluso en los niños de menor edad para concentrarse en tareas detalladas durante largos periodos. Estas cualidades están profundamente arraigadas en la cultura y en los valores sociales de los japoneses, como consecuencia de la estructura familiar y quizá inclusive de su dieta, y no se prestan fácilmente a ser exportadas. “Tanto la dependencia, como la independencia son esenciales para la vida humana, dice. Los japoneses se inclinan por una de ellas. En Japón, la satisfacción sicológica proviene del hecho de que el grupo depende de uno. Piensa que la dependencia es una virtud, un valor positivo.

NO ALIENTAN A INDIVIDUOS:

La Educación nipona produce un alto nivel de logros académicos, “pero no alimenta a individuos, a personas que sean capaces de realizar trabajos originales”. Como los maestros no pueden perder el tiempo en ayudar a los niños que se retrasan esos alumnos quedan cada vez más postergados. En el proceso, se les crean heridas que nunca cicatrizan. Buena parte del problema de la creatividad está arraigado en el sistema de exámenes de admisión, que en buena parte proporciona no una prueba de la capacidad intrínseca del individuo, sino de su capacidad para memorizar y adaptarse al grupo. Cuando una empresa contrata a alguien que ha estudiado en buena universidad, tiene la certeza de que el nuevo empleado estará dispuesto a trabajar largas horas, recordar grandes volúmenes de información y, sobre todo, que aceptará las metas de la organización para la que trabaja ahora.

ALIENTAN LAS CUALIDADES: Este sistema fue muy útil para Japón cuando conquistó su crecimiento económico, fundamentalmente, mediante la adopción de ideas generadas en Estados Unidos y otros países industrializados, para mejorarlas y producir artículos más prácticos y baratos. Pero un número creciente de líderes corporativos, educadores y otros se preguntan ahora si estas cualidades en la época moderna son válidas; ahora es cuando Japón tendrá que empezar a ganarse ideas propias. El desarrollo de la creatividad en los niveles más altos se complica aún más por el escaso trabajo que realizan los estudiantes universitarios en la mayoría de las instituciones de enseñanza superior de Japón.

LOS EDUCAN A SU ESTILO: Dado que los estudiantes son contratados por las empresas no sobre la base de sus calificaciones, sino más que nada por la reputación de la Universidad a la que fueron admitidos cuatro años antes, los jóvenes tienen muy pocos incentivos para estudiar con verdadera intensidad, Y las empresas privadas y ministerios gubernamentales, a su vez, dan por supuesto que ellas darán a los estudiantes el adiestramiento que necesitan para funcionar dentro de su organización. Como consecuencia de este sistema, hay quienes afirman que las ventajas que tienen los egresados japoneses de la preparatoria sobre sus contrapartes en el mundo que dan eliminadas en el caso de los alumnos que terminan la universidad. Esto se ha venido manifestado desde el año de 1983, y parece ser que en las naciones latinoamericanas no han podido hacer un esfuerzo en general para elevar el nivel educativo de sus naciones y por consecuencia lógica una mayor proyección como país, pues bien se te invita a que reflexiones ¿Dónde se encuentra la situación educativa de mi país?.

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