Usaquén

Usaquén: una localidad para todos los gustos Por Otty Patiño Observatorio de Culturas Si usted sale de Bogotá hacia Tunja por la Avenida Paseo de los Libertadores — más conocida como Autopista Norte—, a partir de la calle o avenida 100 lo que usted divisa a la derecha hasta que sale de Bogotá en los lindes con Chía y Sopó es la localidad de Usaquén, que limita en los cerros tutelares de Bogotá con el municipio de La Calera, por el lado sur con la localidad de Chapinero y por el occidente con la localidad de Suba. Fotos : Marc el a Osorio Lys

Tomó el nombre del antiguo municipio de Usaquén, y éste del vocablo chibcha Usaquyn, cuyo significado es lodazal o cenegal; lo cual nos informa que —al igual que la mayor parte del suelo urbanizado de Bogotá— Usaquén era un humedal, pese a su vecindad con los cerros orientales. El antiguo poblado de Usaquén fue fundado el 28 de octubre de 1539; razón por la cual en esta fecha se conmemora una de las dos celebraciones tradicionales de la localidad; la otra son las famosas fiestas decembrinas de Usaquén. Otro evento ya esperado por sus habitantes es el festival de las artes «Nos encontramos en Usaquén», que se realiza a mediados de mayo. Este festival, a pesar de no cumplir 8 años, ya tiene una gran vocación de permanencia. Casi todas estas celebraciones tienen como epicentro el casco urbano de lo que fue hasta el 7 de diciembre de 1954 el antiguo municipio de Usaquén, convertido ahora en el corazón cultural y administrativo de la localidad. Las viejas edificaciones de estilo colonial han sido conservadas, restauradas y adaptadas para dar albergue a la Alcaldía local y a muchos negocios y empresas artesanales de alta calidad, lo mismo que a restaurantes de exquisita gastronomía. La cercanía con el centro empresarial internacional ha sido aprovechada por estos negocios artesanales y gastronómicos para cautivar a una clientela exigente, que paga muy bien la calidad de sus productos. En el marco de la plaza, sobre la carrera sexta, todos los domingos en la mañana se realiza un «mercado de las pulgas», con vocación de convertirse en patrimonio cultural de

la ciudad. En el parque central, habitualmente, ese mismo día divertidos cuenteros montan su espectáculo para disfrute de las familias que hacen programa dominguero en este sector de Bogotá. Del vocablo chibcha Usaquyn, cuyo significado es lodazal o cenegal, se tomó el nombre de Usaquén, antiguo humedal vecino de los cerros orientales.

Es tan fuerte la centralidad cultural de la antigua Usaquén que 35 de los 54 bienes de interés cultural que existen en la localidad están ubicados en la UPZ Usaquén, en razón de que allí se localiza el núcleo fundacional de Usaquén. Entre ellos podemos destacar el teatro Patria y la estación del ferrocarril. Pero la vida cultural y artística de Usaquén va más allá de su centro. Es una vida variada y pujante. La Corporación de Artistas de Usaquén, conformada por los grupos La Esfinge, Danzas Folclóricas Usaca, Real Bacatá, Fundación Cultural Balu, Ludi Mimo Clown, Títeres Patriada y Mestizajes, ha gestado una casa de la cultura que funciona en el salón comunal del barrio Babilonia. Con mucho esfuerzo editan una revista cultural titulada Creadores, cuyo segundo número ya está en circulación, y tienen la obsesión de lograr que su casa de la cultura tenga residencia propia. Ellos, junto con otros artistas y gestores del Consejo Local de Cultura, se tomaron en serio la incorporación de la cultura en el Plan de Desarrollo, haciendo que esta localidad fuera la primera en elaborar un Plan Cultural para el cuatrienio, lo cual les garantiza recursos y apoyo del Estado local y distrital. Iglesia de Usaquén Fotos : Marc el a Osorio Lys

En cuanto a equipamientos culturales, están muy articulados con las instalaciones educativas; tal como ocurre con el auditorio Leonardus del colegio Leonardo da Vinci y con la sala William Shakespeare en el Anglo. En el complejo de servicios distritales Servitá funciona el teatro Simón Bolívar, de gran capacidad y buenas instalaciones. Además de estos prestigiosos colegios, la Universidad del Bosque, que es la universidad de la localidad, tiene facultades de Música, Artes Plásticas y Teatro. En Usaquén cohabitan los distintos estratos socioeconómicos de la ciudad. Y en todos ellos lo cultural es de primera importancia. Baste citar como ejemplo el barrio Santa Cecilia, nacido como proceso de asentamiento informal en los cerros, y como tal sometido a los conflictos propios de las dificultades y precariedades de la pobreza

extrema. Por el deseo y gestión de sus habitantes se creó una pequeña biblioteca, administrada por un grupo de 17 jóvenes metaleros del barrio, que conformaron una banda de rock. En esta prodigiosa relación de cultura, educación y arte, un barrio joven y pobre como Santa Cecilia se incorpora a la creación de riqueza de la orgullosa y tradicional Usaquén. Allí está el espíritu de esta localidad. [Agradezco la cooperación, para este artículo, de la pedagoga musical y gestora cultural de Usaquén, Eliana Zumaqué Gómez].