Tania Guiérrez Ruiz Grupo 1152 Análisis y redacción de textos I La litografía: acercamiento la técnica y su historia En el presente texto se busca señalar los aspectos básicos sobre la técnica de la litografía; se hará un acercamiento hacia los procesos técnicos que hacen posible la estampación química1. Así mismo, se presenta un breve y general recorrido por el proceso litográfico. Para finalizar, es importante explorar la evolución que ha tenido el grabado en piedra en los últimos años y cuáles son las técnicas alternativas que existen actualmente. Con lo anterior se busca exponer las cualidades y los elementos de la litografía para presentarla como una técnica viable para la expresión artística. Primeramente, es necesario ubicar a la litografía en el campo de las artes gráficas. Se conoce como gráfica al conjunto de técnicas derivadas de la estampa: se imprimen generalmente en papel y dada su fácil reproducción han sido utilizadas para fines publicitarios y decorativos, no obstante, las artes gráficas han batallado por posicionarse en el ámbito artístico ya que usualmente es considerado como un arte de menor estatus: “En la actualidad y dentro de la actividad de las artes plásticas, hay que reconocer que en ocasiones existe por parte del público un menosprecio hacia el arte gráfico, por su errónea consideración de la estampa como un objeto menor, casi me atrevería a decir que de segunda categoría. Tal situación se debe a que de forma casi mecánica e inmediata se ha tendido a comparar la estampa con la pintura, olvidando los aspectos peculiares de que goza cada una de estas artes.”2
Pese a las concepciones de depreciación con respecto al valor de la estampa, en la actualidad se ha logrado reivindicar como uno de los principales medios de expresión artística. Las escuelas de artes han ortorgado la importancia pertintente y gracias a eso es que técnicas como la litografía han perdurado e incluso han evolucionado con el tiempo.
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Seneffelder la llamó así según D’Arcy Hughes y Vernon-Morris, 2010, p 252. Carrete y Vega, 1993.
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Ahora que se ha tratado un poco el tema de la estampa en general, es importante conocer el origen de la modalidad planográfica de la estampa, que es la que nos atañe. Las bases de la litografía fueron descubiertas alrededor de los años 1792 y 1974 en Alemania: el autor de tal descubrimiento fue Alejo Senefelder, quien buscaba una manera alternativa al cobre para reproducir sus partituras ya que éste era muy caro. Un día, el joven dramaturgo escribió por urgencia en una de las piedras calizas con las que había estado experimentando, la limpió con agua y luego entintó la placa pero para su sorpresa, la tinta sólo se adhería a la superficie que había escrito: éste fue el principio dio origen a la litografía. Senefelder, al percatarse de su descubrimiento, dedicó algunos años a perfeccionar la técnica y en 17983 quiso compartir su conocimiento con el mundo. Ya que sabemos que el fenómeno del rechazo del agua con la grasa es el fundamento de la técnica, es más facil comprender el proceso que en principio parece mágico. Para realizar una impresión litográfica lo primero que hay que considerar es la piedra. Las primeras piedras que se utilizaban fueron las de Baviera en territorio alemán, sin embargo, recientemente se han hallado yacimientos de mármol mexicano, el cual es idóneo para la técnica y es mucho más accesible. Existen diferentes tipos de piedra, algunas más porosas, otras más lisas pero todas deben someterse al mismo proceso de alistamiento. Las placas deben tener una superficie totalmente plana sin imperfecciones, por lo que deben ser graneadas. El graneado es un proceso en el que las piedras se tallan uniformemente con agua y polvo de sílex con ayuda de un borriquete, el grosor del polvo que se use determinará la textura de la piedra, que también se verá reflejada en el producto final. Una vez que la piedra está lista se procede a dibujar sobre la placa. Puede que el artista opte por transferir una imagen o bien, se haga directamente sobre la placa. En ambos casos es indispensable que el medio sea graso. Existen barras y lápices especiales para hacerlo, así como también se puede diluir el material para trabajar con un medio acuoso. A continuación, se prepara la piedra para poder entintarse e imprimirse, a este proceso se le llama acidulación. La finalidad de la preparación es que la superficie no trabajada quede intacta y repela la tinta, para ello se utiliza un mordente suave compuesto por goma arábiga y ácido nítrico, además, la solución permitirá que se absorba el agua de mejor manera. La acidulación debe hacerse
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Según Vicary en Manual de litografía.
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con sumo cuidado y con un conocimiento completo de las proporciones del compuesto, ya que de lo contrario puede ser fatal. Enseguida, se limpia la goma y la grasa con trementina para que la placa quede lista para entintar. La tinta que se utiliza para la litografía es fabricada a base de un pigmento fuerte e insoluble en agua, debe tener una consistencia espesa para que los resultados sean satisfactorios, esto lo menciona Loche en su libro Litografía. Durante el entintado, la piedra debe mantenerse hidratada, por lo que es conveniente que haya otra persona auxiliando al impresor con una esponja lista para humedecer la placa cuando lo necesite. La tinta se esparce con un rodillo especial para tinta negra o con uno de caucho si es el caso de tinta de otro color, en ambos casos el ritmo que se emplee influirá para que la tinta se limpie de ciertas zonas y se deposite en las que se requiera. Ya que está lista la tinta, es el momento de desplazarse a la llamada prensa de aspas4. La prensa cuenta con una serie de elementos especiales que permiten que la placa se deslice sin romperse, que haya una presión uniforme y que el estampado sea idoneo. A continuación un esquema que permite visualizar mejor la complejidad de una de estas prensas: Anteriormente, los artistas acudían a un taller para que los maestros impresores llevaran a cabo todo el proceso que hemos descrito, y por tal motivo hubo disputas sobre el protagonismo que cada uno debía tener, pues si bien el artista concibió la imagen y el concepto, éste no hubiese visto la luz de no haber sido por el arduo trabajo del impresor. Ilustración 1 Imprenta de aspas*
Según ’Arcy Hughes, Ann, y Hebe Vernon-
Morris: “Algunos estudios como Curwen, en Reino Unido, y Universal Limited Art Editions en Estados Unidos, así como algunos maestros litográficos como Andrew Purches, de Cowfold Printmarking, continúan colaborando con el 4
Renée, 1975, p. 42. * Idem, p. 45.
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artista, utilizando su experiencia y sus progresos técnicos para conseguir plasmar su visión.”
La litografía en la actualidad A pesar de las altas y bajas, el desuso y el redescubrimiento de la técnica en los siglos XIX y XX, la litografía fue una técnica acogida por artistas muy reconocidos a nivel mundial, quienes experimentaron con ella y la difundieron, dándole así nueva vida. Por citar algunos ejemplos: Goya, Delacroix, Mucha, Degas, Gauguin, Lautrec, Picasso fueron artistas interesdos en el arte de la litografía. Hacia el siglo XX fueron inventadas las rotativas de alta velocidad, las cuales pueden hacer tirajes más grandes y con una rapidez que no se puede comparar con la impresión tradicional. El offset parte de las mismas bases químicas de la litografía pero a diferencia de ella, la matriz es una lámina de aluminio o zinc que ofrece las mismas propiedades de adsorción que la piedra calcárea. Otra técnica derivada es la litografía en planchas de poliester, la cual es más barata y las placas pueden aceptar impresión digital directamente, aunado a que no es necesario utilizar mordentes ni otros químicos que contaminan el ambiente, además “su vida útil es casi infinita”5. Por otro lado, es una técnica que requiere un ejecutante familiarizado con la litografía y sus “mañas” para conseguir una impresión de buena calidad. Conclusión En el libro Agua sucia se lee lo siguiente: “Con la aparición de nuevos medios de producción gráfica, los procesos gráficos tradicionales parecen haber entrado en desuso o desaparición”6 En ese sentido, valdría la pena acercarse de manera minuciosa a la litografía en los talleres que, con gran mérito, han logrado conservar el conocimiento de este proceso, por ejemplo el taller Claudio Linati de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, el cual no sólo se enfoca en enseñar los principiois tradicionales de la estampa litográfica, sino también busca formar
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D’Arcy Hughes y Vernon-Morris, 2010, p. 258. Domínguez 2010, p. 19.
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a los alumnos en el campo de la estampa experimental, claro, sin dejar de lado el rigor técnico. La litografía, desde su invención ha sido revolucionaria tanto en su forma como en su contenido, a través del tiempo no se ha dejado razagar. Queda claro que es una técnica con infinitas posibilidades, así como también dificultades que una vez dominadas pueden dar lugar a propuestas artísticas diversas y ricas, de esta manera es que la litografía ha logrado salir del esterotipo de gráfica publicitaria o decorativa para ingresar de lleno al campo de las artes visuales.
Bibliografía: Aguilar, Arturo. “Los inicios de la litografía en México”. Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas XXIX, n.o 90 (2007), http://www.scielo.org.mx/pdf/aiie/v29n90/v29n90a3.pdf (Consultado el 13 de diciembre de 2018) Carrete, Juan, y Jesusa Vega. 1993. Grabado y creación gráfica. Madrid: Grupo 16. D’Arcy Hughes, Ann, y Hebe Vernon-Morris. 2010. La impresión como arte: técnicas tradicionales y contemporáneas : calcografía, relieve, litografía, serigrafía, monotipo. Barcelona: Blume. Domínguez Aguilar, Sergio. 2010. Agua sucia: memoria de producción litográfica sobre mármol mexicano. 1. ed. Colección Boca del cielo. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México: Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Loche, Renée. 1975. La litografía. España: R. Torres. Ríos, Víctor. “Taller de Litografía Claudio Linati FAD-UNAM”. Blogs Facultad de Artes y Diseño – UNAM (blog). Accedido 12 de diciembre de 2018. http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/victor_rios/?page_id=322&fbclid=IwAR0yhnpR9sK2 3FyET6STp9CUQvZMs1ILwtXzzBcIUaNuMZBbgn-JuHaxBkY. Vicary, Richard.1986. Manual de litografía. Madrid: Hermann Blume.
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