T - Enrique P. Mesa García - Los Orígenes Del Psoe - Mercancía, Positivismo Y Socialdemocracia.pdf

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2—

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MADRID

5405142010

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID Facultad de Filosofía Departamento de FILOSOFÍA

n1i82

LOS ORÍGENES DEL PSOE: MERCANCÍA, POSITIVISMO Y SOCLDEMOCC 1879-1891

Tesis

para obtener el grado de. doctor presentada por: ENRIQUE

Director: Dr. PEDRO RIBAS

MADRID 1997

P. MESA GARCÍA

AGRADECIMIENTQ

su

Cuando en el curso de los acontecimientos uno se enf renta a primera y tal vez, por el bien de la humanidad, última tarea

filósofica, la ayuda de todos es bien acogida. Pero especialmente resulta útil para la obra la de aquellos que con su comociluiento pueden servir de guía y apoyo. Por ello, en primer lugar deseamos citar aquí al Profesor Pedro Ribas, Director de esta Tesis, y auténtico ejemplo de ayuda encaminada no a la imposición de las propias ideas, sino al enriquecimiento intelectual a través del debate. Sin él, el presente trabajo sería de otro modo, mucho más pobre y mucho más subjetivo. Es él el que ha obligado, entre otras cosas de valor, al doctorando a pulir su lenguaje, convertido a veces en jerga particular, para resultar mínimainente comprensible. Igualmente fue él la persona que encaminó nuestro pasos hacia la filosofía española en general y el movimiento obrero en particular1 por intereses concretos que a ambos nos unen. Pero

sería injusto olvidar al departamento de pensamiento

Español de la universidad Autónoma de Madrid, los profesores Diego Nuñez y José Luis Mora, que igualmente contribuyeron, Y contribuyen, a ese interés por el pensamiento de nuestro país. Tampoco queremos dejar al Profesor Manuel Benavides, ya fallecido y con quien tanto discutimos, ni a esa enorme figura pedagógica que es el Profesor Julio Bayón, ejemplo de maestro capaz de dar vida a una clase creando un interés intelectual entre sus alumnos. Están presentes aquí también mis padres, personas en quienes sólo he encontrado aliento y apoyo para continuar con mi tarea elegida y a quienes va dedicada rio sólo ya esta investigación sino también, y de antemano, cualquier otra que realice. Lo mismo para mi familia, cuya promesa de lectura no hace sino engrandecer su ya famosa temeridad.

3

Otro

tanto ocurre con la script de mi cortometraje, que no

sólo me aguanta, sino que encima discute conmigo de filosofía ayudando, inconmensurablemente, a la formación de aquellas ideas que

aparecen en el presente trabajo. Y

por último, una lista que no por aparecer en este lugar

resulta menos importante: Fernando Páramo, crítico y por ello rara avis en el panorama intelectual lleno de autocoinplaciencia y pose; Ricardo Royo—Villanova, que me despertó, como ya es célebre, del sueño dogmático; José Francisco Gil y Javier García Alonso, resentidos como uno mismo; Ama Bofaruli, que ayudó en la infraestructura y la superestructura; el tcírcu1o de Quintana”, Emilio, Moisés, Mayte, José César y el doctor Hernanz, con quien tantas horas de discusión hemos disfrutado; y todos aquellos otros que sin aparecer con nombres y apellidos han contribuido a la

presente investigación.

4

ÍNDICE INTRODUCCIÓN

.

PRIMERA PARTE: SALARIO Y CAPITALISMO53 Uno: capita1isitto-yTrabaJ0 Dos: La Ley Férrea de los Salarios85 Tres: Salario y Justicia Cuatro: La Devolución del producto Íntegro del Trabajo. 123 SEGUNDA PARTE: ANTAGONISMO DE CLASE137 Uno: La sociedadde Clases141 Dos: Sólo dos clases: Burguesía y proletariado155 Tres: Clase BUrgUe5a173 Cuatro: ElPrOletariado195 TERCERA PARTE: REFORNA O REVOLUCIÓN. LA POLÍTICA DEL PARTIDO OBRERO229 Uno: La idea de política235 Dos: La política del proletariado271 Tres: La palabra y la acción299 CUARTA PARTE: REVOLUCIÓN Y MERCADO313 Uno: La idea de Necesidad317 Dos:

El Trascendente: el proceso de crisis en el Capitalismo351

CONCLUSIONES BIBLIOGRAFIA417

NOTA Los presente

textos

empleados

como

bibliografía

primaria

en

la

Tesis Doctoral responden a la siguiente nomenclatura:

i.Informes y discursos ante la Comisión de Reformas Sociales. Todas ellos citados según CASTILLO, Santiago, Reformas Sociales. Información oral y escrita publicada de 1889 a 1893. 5 vois. Madrid, Ministerio de Trabajo y seguridad Social, 1985. Para citanos se señala, si es un informe oral el día de la sesión, el autor y el número de página en que aparece. Si es el informe Vera, aparece su nombre, Vera, y el número de página. Si es el de Iglesias para la Asociación del Arte de Imprimir, aparece Iglesias, Informe de la Asociación... y el número de página. 2.- ArtículoS de Pablo Iglesias sobre el programa socialis ta. Aparecen citados según la versión recogida por Enrique Moral Sandoval en su recopilación Escritos y discursos. Antología crítica, Santiago de Compostela, Ediciones Sálvora, 1984. Reciben su nombre, número de artículo y página según la-edición citada. 3.- Manifiestos y Programas políticOS. Bases de El Socialis ta. Aparecen recogidos según CASTILLO, Santiago, Historia del socialismo español (1870—1909). vol. 1, BarcelOna, Conjunto Editorial SA, 1989. Se hace refencia al programa concreto y su fecha. Página según la edición citada. 4.- La introducción realizada por José Mesa a su propia traducción de 1891 de la obra de Marx La Miseria de la Filosofía, Madrid, Gráfica Socialista, 1928. Aparece con el nombre Mesa y el número de página. Para

más

Introducción

información sobre los textos, ver la presente

en las páginas 19—27.

7

INTRODUCCIÓN

“Sería por tanto imposible y erróneo presentar las categorías en

que ellas desempeñaron el papel dominante en la

historia. na y

económicas sucesiVa11eflte, conforine al orden

Al contrario, su orden o sucesión lo determi

su relación mutua en la sociedad burguesa moderna, esta relación es directamente contraria a lo que

parece en

ser natural o corresponde al orden de sucesión

el curso del desarrollo histórico. No se trata de la

posición

que las relaciones económicas ocupan históri

camente

en la sucesión de las diferentes formas de

sociedad. sociedad

Existe genera

burguesa moderna.”1

una debatida cuestión sobre si la SocialdelfloCraCia

su reformismo último desde una coherencia interna a su

pensamiento derivado

fundacional o si bien es un proceso a posteriori

de

corrientes mente

Se trata de su posición en el marco de la

circunstancias

históricas

concretas

e

ideas

y

ideológicas por completo ajenas a su origen. Precisa

es esta cuestión la que la presente Tesis Doctoral busca

dilucidar.

1

Karl

Política,

Marx,

Contribución a la Crítica de

la economía

Introducción, Moscú, Ed. Progreso, 1988, pág. 204. 11

La de

las apreciaciones: existe efectivamente una coherencia interna

entre el

el origen y lo que ha llegado a ser. Y precisamente es en

nacimiento donde la investigación busca indagar las huellas

de, de

hipótesis principal de trabajo se inclina por la primera

a través del aná1ists del discurso fundador, el surgimiento la actual Socialdemocracia y su pensamiento reformista. La

actualidad

real del estudio radica, pues,

en que,

lejos de

complacerse

en buscar meramente semejanzas y simetrías entre los

militantes

socialistas primeros y los sectores más avanzados del

reformismo

burgués del siglo XIX o bien la semejanza en la frase

o

en la actuación política concreta, que pudiera deberse a

circunstancias radical

históricas muy particulares, busca

la crítica

de la semejanza: la crítica de la semejanza desde su

raíz.

EL

MÉTODO

Parece trabajo que

escrito filosófico explicando cuáles han sido los motivos

primero propusieron y luego han llevado a la realización de

dicha

investigación. Igualmente, parece ya obligado, y hay que

hacerlo, desde español Y

cuando menos de obligado cumplimiento comenzar todo

plantear al comenzar una obra cuáles son los puntos

los que el objeto de estudio, en este caso el socialismo en sus orígenes como partido político, ha sido analizado.

esto sobre todo, como creemos es aquí el caso, cuando el tema

resulta original,

investigado desde una perspectiva que, si bien no es sí resulta novedosa, al menos que nosotros conozcamos, 12

para fía

el tratamiento de este

tema dentro de la jstoriOgra

española publicada.

El ción

hecho de que España haya sido un país donde la investiga

jgoriográfiCa

excepto todos

sobre

el movimiento

obrero haya

sido,

singularidadesi de fecha muy reciente, por motivos de conocidos y que no se limitaron sólo a impedir la labor

intelectual realizado mismo

en esta tarea, da constancia de que aquélla se ha

ya desde la perspectiva de lo que ha llegado a ser este

movimiento. Creemos que es imposible olvidar esto: el

fracaso del

mismO

del movimiento obrero revolucionario delilnita la tarea

que piensa sobre él.

Entendemos enunciado Español

como programa máximo del partido socialista Obrero -y de ningún otro grupo, partido políticoi movimiento

sindical

o asociación de cualquier

movimiento incluso,

por fracaso el hecho de que ningún punto del

socialista

tipo relacionada con

revolucionario—

se

haya

realizado

se siga manteniendo:

ttconsiderando que la necesidad, la razón y la justicia exigen

que. el antagonismo entre

desaparezca, que su muy

una y otra

clase

reformando o destruyendo un estado social

tiene sumidos en la miseria a los que emplean toda vida en producir la riqueza

que poseen

los que en

poco o en nada son útiles a la sociedad;

13

el O,

Que

esto no se puede conseguir más que de un solo modo:

aboliendo

las clases y con ellas los privilegios y las

injusticias lugar

que actualmente reinan y creando en su

colectividades obreras unidas entre sí por la

reciprocidad

Que

y el interés común;

las transformaciones de la propiedad indivi

dual

en propiedad social o de la sociedad entera es la

base

firme y segura en que ha de descansar la emancipa

ción

de los trabajadores.

Que remover

la poderosa palanca con que éstos han de y destruir los obstáculos que a dicha transfor

mación

de la propiedad se opongan ha de ser el poder

político, la

del cual se vale la clase media para impedir

reivindicación de nuestros derechos.

Por Obrero

todas estas razones, el Partido Socialista

español declara que su aspiración es:

Abolición de

de clases, o sea, emancipación coxnpleta

los trabajadores. Transformación de la propiedad

individual en propiedad social o de la sociedad entera. Posesión ra

2

del poder político por la clase trabajado



Programa

del Partido Socialista Obrero Español. 20 de

julio de 1879. Pág. 319 y 320. La idea de “reformando o destruyendo” será estudiada con posterioridad y profusamente a lo largo de la presente investiga— 14

Es

ingenuo, y por

Es así, pues, y al menos

comienza

y análisis.

Con

ello nos encontramos que los estudios dedicados a tratar

tema, el movimiento socialista originario, amparan, la gran

mayoría

al menos, sus ideas en un proceso de reforlfliSluO que

describe mismos

dado

en un primer momento, como

el presente a figurar en la imagen del pasado y en su

estudio

los

conoce el resultado de la acción llevada a cabo por

movimiento y sus, conscientes o inconscientes, consecuen

cias.

este

falso,

estudia el partido Socialista del siglo diecinueve. Su

conciencia dicho

ha llegado a ser

partir de una supuesta tabula rasa del filósofo que

pretender ahora

lo tanto

una línea recta desde los modelos calificados por ellos

como intransigentes, revolucionarios, finiseculares hasta

de la actual socialdeTftOCracia caracterizada por eso que se ha en llamar socialismo democrático.

“Por lucha

descontado, este abandono [de las formas de

revolucionarias] debe verse como una muestra de

lucidez

ante el proceso paralelo de fortalecimiento y

racionalización ramas

del aparato de Estado, tanto en sus

asistenciales como en sus aspectos meramente

represivos. (..)

ción, anima rio.

pero consideramos aquí que el ideal socialista, lo que les como punto fundamental de su lucha, es de tipo revoluciona 15

Tenemos nista

así esbozado un esquema bastante revisio

para la interpretación de la lucha de clases en

los últimos ciento cincuenta años. Según este esquema, el

reformismo es la forma superior de conciencia del

movimiento

obrero

Igualmente, textualmente, o

(••)hT3

esta visión se halla implícita, sin citarla

en gran número de obras sobre el movimiento obrero

que lo tratan en alguno de sus desarrollos. Por ejemplo, en la

solapa

de la obra de BENJANIN, Martin, Los problemas de la

modernización. Madrid, ver tos

España.

Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1992, se puede

una auténtica loa al proceso de integración de los movimien obreros en la sociedad actual.

borrador 2000

Movimiento obrero e industrialización en

Igualmente, en el mismo

para debate de enero de 1990 del Manifiesto del Programa

se puede leer lo siguiente:



El

emancipación

socialismo de

las

nació clases

como

un

movimiento

trabajadoras

ante

de la

PARANIO, Ludolfo: «Por una interpretación revisionis ta de la historia del movimiento obrero », Pág. 144. En Teoría, flQ 8-9, octubre 1981-marzo 1982. Esta misma visión es defendida, por ejemplo, explícitamente por Pérez Ledesma en su obra El obrero consciente. Madrid, Alianza Editorial, 1987.

16

destrucción imposición de

por la industria capitalista de condiciones

trabajo intolerables. De esta realidad brotaron

proyectos y

de sus formas tradicionales de vida y la

revolucionarios sobre la extinción del estado

sobre la abolición de la propiedad privada de los

medios

de producción, pero tanbién nacieron formas

organizativaS

que defendían los intereses concretos de

los trabajadores y apuntaban a la transformación de esa realidad

injusta”4

Sin

embargo, no es este modelo el único utilizado en el

estudio.

Existe otro, menos extendido y fundamentalmente centrado

en

la diferencias entre

pretende, del

el

PSOE

clásico

y el

actual,

que

por el contrario, mostrar un proceso de degeneración

socialismo, basado muchas veces en teorías de corte conspira—

tono

con personajes ejerciendo de maquiavelos carpetovetónicOS,

cuya

prístino origen ha sido prostituido por la mala fe. Este

modelo

anhela regresar a ese socialismo y volver así al suave

regazo

de lo originario.

debate

Manifiesto del Programa 2000, pág. de enero de 1990. 17

19, borrador para

Ambos

modelos5, sin embargo, parten de un supuesto erróneo.

En

ellos, el sujeto parece llevar por cuenta aquello que la cosa

ha

resultado ser y busca, tal vez sin pretenderlo conscientemente

en

su investigación, que el pasado se adecúe a su juicio previo:

o

bien, presentándolo como una realidad superada por el presente;

o

bien, analizándolo como el ideal que se perdió, pero que se

debe

recuperar y mantener siempre vivo. Así, el pensamiento

socialista muerto,

en

realidad,

como

algo

se mantiene en el presente y el peso de los muertos se

sobre los vivos.

Nuestra

y

analizado,

presente. Sin embargo, la coherencia con ese pasado de

fundación

mos

es

que nada tiene que ver con el socialismo actual ni con el

tiempo

carga

originario

investigación recoge esta última premisa. Considera

que lo que el movimiento obrero ha llegado a ser, y como tal

sin entrar en más consideraciones lo situamos como un movimien

to sus

reformista de tintes socialdemócratas, estaba ya implícito en mismos orígenes.

investigación, Partido un

Con

es aquello que

a lo

largo de

la

presente

pretendemos probar, que

el

Socialista Obrero Español coherentemente ha llegado a ser

movimiento reformista porque eso era algo ya presente en su

discurso sí

y

Mantenemos

originario, aún cuando explícitamente se considerara a

mismo como revolucionario y contrario al sistema capitalista. ello, evidentemente, no queremos hacer ningún juicio de valor

Existiría, asimismo, un tercer modelo que correspondería a estudios historiográficos donde el tema se circunscribe, lo ----cualno es desde luego una crítica, a la búsqueda de información nueva o de muestra de una serie de datos básicos y fundamentales para investigaciones sobre el tema. 18

en

sí mismo, pero sí mostrar cómo la presencia de una serie de

elementos y

en el discurso de Pablo Iglesias, Jaime Vera, José Mesa

García Quejido6, principalmente, pero también de otros socia

listas, una

y en general de todo el PSOE, llevarán a dar la idea de

coherencia entre

esgrimidos la

el pensamiento

fundador y

los ideales

con posterioridad. Y como dicha coherencia radicará en

aceptación, en el primer caso implícita e inconsciente, si se

permite

el término, en el segundo racional y apologética, de la

estructura

EL

del sistema capitalista.

VALOR DEL CONTEXTO

Toda

investigación histórica sobre un pensamiento político

determinado

que

se precie debe tener

en cuenta el contexto

histórico

en el cual ese mismo pensamiento se gestó. Esto parece

evidente.

El problema surge cuando, superado el contexto de sus

mismos un

orígenes, hay que definir cuál es el contexto histórico de

pensamiento y si ese mismo contexto va más allá del mismo

instante

de su génesis; Para nosotros esa respuesta es positiva.

Consideramos

que no podemos tener en cuenta sólo el pasado

contemporáneo

de su pensamiento en el estudio de los movimientos

políticos

6

del siglo XIX que tanta repercusión han tenido, y aún

También es cierto que no necesariamente defenderán siempre

estas posturas aquí expuestas. Así, por ejemplo, el mismo García Quejido mantendrá posturas divergentes a partir de comienzos del presente siglo en la revista La Nueva Era y criticará en ella elementos aquí citados. Sin embargo, esas revisiones escapan a nuestro estudio aunque queden aquí expuestas. 19

siguen mente

teniendo, en nuestros días. Esto, creemos, es especial básico en lo que se refiere al movimiento obrero.

El

presente es fruto, al menos en cierta medida, de ese

tiempo sabe

pretérito y el estudioso no puede pasar por alto lo que ya de la producción social que ese movimiento

consigo. gía,

ha llevado

Estar ajeno a ello sería hacer una suerte de arqueolo

pero no de filosofía: aquella busca dar sentido a los restos

inconexos

del pasado; ésta, sin embargo, busca explicar el tiempo

presente.

Con ello, por supuesto, no se quiere decir que el autor

ponga

su interpretación libre ante el texto como si sólo este

mismo

texto fuera su contexto. No, el contexto del texto es la

misma

realidad, pero entendiendo ésta no sólo como aquello que

fue,

sino

llegado

también, y

fundamentalmente, como

aquello que ha

a ser el objeto de estudio del que trata el pensamiento

analizado.

Pretender obrero

del

movimiento visión

S. XIX sin contar con

la realidad en que dicho

ha concluido es tarea falsa. El objeto de estudio, la

socialista del capitalismo, atesora con él su propia

tradición, inseparable un

hacer una investigación filosófica del movimiento

entendida como aquello que ha llegado a ser, y es de ella. Pretender ceñirse para estudiar al objeto a

contexto enmarcado de forma exclusiva a la realidad del siglo

pasado aquello verdad

llevaría a la falacia de que el estudioso renunciaría a que de buena cuenta conoce y que ya forma parte de la de ese mismo objeto.

20

Pero,

se podría argüir, que también resulta falso juzgar un

pensamiento que

llegaría a ser. Quien esto crea parte de un criterio de

verdad

que se representa en lo prístino y puro: la verdad se

ceñiría do.

por aquello que él mismo no pudo conocer y que es lo

a la relación entre un sujeto puro y un objeto determina

Pero, la verdad de un pensamiento no radica sólo en lo que

dicen

los textos ni su contexto se limita a su tiempo. Así, su

contexto

no debe ser entendido en el estrecho margen de su

contemporaneidad, aquello este

sino que su contexto es también conocer si

de lo que hablaba el texto ha sido ya superado: si, en

caso concreto, la esperanza en la superación de la escisión

que

él mismo representó ha sido realizada. Si no fuera así, si lo

que

representa como verdad no se ha cumplido, el texto, y con él

el pensamiento presente, sigue vivo porque aquello que representa sigue

sin llegar a cumplirse.

Es

por esto mismo por lo que la esperanza, y en eso ha

quedado

convertido todo su contenido de verdad, depositada en los

escritos

de los socialistas españoles se mantiene porque todo

aquello idea

que ellos plantearon como la crítica a la realidad y la

de un mundo que podría ser mejor sigue sin ser realizado,

aunque

su contenido no fuera verdaderamente, y aun ellos mismos

desconociéndolo,

sino la apoteosis de aquello que pretendían

destronar.

Es

por este motivo, por lo que la investigación no se

aventura

en demasía hacia

los terrenos

concreto

de la España del siglo XIX. Creemos que es ésta una 21

del contexto

social

tarea

filosófica y no un estudio histórico donde sí cobraría

sentido,

y sería necesario, la estrecha contextualización. El

segundo

beberá sus aguas del pasado, aunque el presente esté

escrito

en el mismo estudioso; el primero, de las aguas del

presente,

aunque deba bucear en el pasado para recuperar sus

esperanzas.. Para nosotros el tiempo de esta investigación es el presente

en relación a la coherencia con el pasado: si lo que el

movimiento

obrero ha llegado a ser, y como movimiento obrero

siempre

entenderemos en la tesis el Partido Socialista Obrero

Español

y el movimiento obrero de connotaciones socialistas y

“marxistas”7, guarda relación con el discurso definido durante sus

orígenes. Es a esa pregunta, a saber: ¿cuál es la relación

entre

el Partido Socialista Obrero Español de los orígenes y su

actualidad

como partido reformista?, a la que la investigación

pretenderá

contestar.

IMPLÍCITO

Para Partido

Y EXPLÍCITO

ello, investigaremos los textos de los orígenes del

Socialista en el espacio histórico comprendido entre 1879

Esta será la única vez que aparezca en la Investigación la palabra ttmarxistat referida a los seguidores de Marx. Desde ahora, y salvo aclaración explícita en caso contrario, el término “marxista” definirá exclusivamente el pensamiento del propio Karl Marx. Esto es así por la dificultad inherente a la definición del mismo término y, a través de él, el hecho de poder calificar con verdad pensamientos “marxistas”, es decir: relacionados con el pensamiento de Marx al tiempo que diferen— ciándolos de otros que aunque así autocalificados nada tuvieran que ver con aquél. 22

y

1891, es decir: los doce primeros años de existencia del

partido

como

únicamente menos

Pero

el estudio

de

esos

textos no

será

en referencia a aquello que se dice de un modo más o

textual, sino también a lo que se quiere decir cuando se

dice es

tal.

algo e, incluso, a aquello que no se dice o investiga y cuál el motivo de ello. Y es ése un terreno resbaladizo.

Efectivamente, una objeción que surgirá inmediatamente es la de

si no se forzarán demasiado los textos para que éstos acaben

queriendo Frente

decir lo que previamente queremos que ellos nos digan.

a esta objeción la única respuesta posible es la misma

investigación de

forma filosófica deben ser leídos no sólo en relación a lo que

ellos a

en su conjunto. Creemos que los textos estudiados

mismos hablan sobre sí, sino también, y fundamentalmente,

través de la relación que pretenden entablar con lo que la

realidad

es y a la relación que realmente entablan. E igualmente,

consideramos ción,

es decir: tanto lo que el texto dice en sí mismo y en el

desarrollo realiza

de su historia, como el momento actual en que se

la investigación.

Pero es

que la realidad de un texto filosófico es su tradi

la dificultad ante el estudio de los textos socialistas

grande. Éstos no se presentan, ni tuvieron nunca esa preten—

sión,

como textos filosóficos donde prime el análisis pormenori

zado

de los elementos. Frente a ello, debemos de vérnoslas con

textos nes

de

que muchas veces buscarán más la descripción de situacio— injusticia

injusticia:

latente que

la explicación de

esa misma

textos más preocupados por convencer o por divulgar 23

que

en investigar un fenómeno. Además, son textos que para ser

estudiados

hay que fijarse no sólo en aquello que dicen explíci

tainente, sino también, y a veces de forma particular, en aquello que en

no dicen, unas veces dándolo por supuesto y otras no entrando el tema.

Pero él:

no entrar en el tema es también una forma de entrar en

no hablar de un tema o no fijarse excesivamente en él suele

ser

síntoma de que dicho tema no interesa. Así,

socialistas clásico: cía,

cuando los

españoles no analicen ciertos temas de corte marxista

el capitalismo como un sistema totalitario, la mercan

la ideología, el trabajo alienado..., ello nos permitirá

preguntarnos

cuál será la causa de esta ausencia y hacer, o

pretender

comenzar

filosofía

de ello. Si los temas que trata un autor permiten

determinar

sería

más

correcto

decir,

con esos mismos temas, no son tratados permiten

ver el pensamiento del autor.

Nuestra general

investigación, pues, pretende analizar la visión

de la sociedad capitalista que tienen los socialistas

españoles sino

como

los intereses de ese autor, los asuntos que, estando

relacionados también

a hacer

no sólo hablando desde lo que ellos mismos cuentan,

también explicando el motivo por el cual no se hablará de

otros interna unidad

temas. Por ello fijamos mucha atención en la coherencia de un discurso. Y la coherencia no sólo entendida como la formal de relación de los elementos de un discurso, sino

también contenido

en dos acepciones más: primera, como una coherencia de que busca explicar tanto la existencia en el discurso 24

de

determinados elementos ideológicos

relacionándola coherencia obrero

figura;

y,

segunda,

como

la

puede parecer, sin embargo, que esta pretensión es

menos injusta con el socialismo hispano. Efectivamente, el

partido

socialista español no estaba formado evidentemente sobre

base de una clase intelectual, excluyendo tal vez al mismo

Jaime

Vera, que como todo el mundo sabe era médico, y bastante

tenían,

y

con

dirigentes

sinceridad

1886, publicar

nuestra

partido

elogio

lo

decimos,

los

y defender

la

existencia

del

periódico.

en ese aspecto la presente Tesis es injusta. Pero

miembros dirigentes del partido socialista y ni tan

es pretender dar un juicio de valor sobre el mismo socialista en sus orígenes.

Sabemos aquellas

cierto

pretensión no es el juicio subjetivo a realizar sobre

determinados siquiera

y

socialistas con mantener vivo al partido y, a partir

Ciertamente

de

misma

y su momento actual.

cuando

de

esa

la ausencia de otros

que pretende mantenerse entre el pasado del movimiento

Pero

la

con

CONO

que si había políticos honrados en este país por

fechas, y los había, desde luego no estaban en la filas

los partidarios de la restauración, ni en el primero ni en el

último de ellos, sino que se hallaban, con todas sus equivocaCiO nes

a cuestas, en las filas del movimiento obrero ya socialista

ya

anarquista8. Frente a una clase política e intelectual que

Hasta este juicio peca de injusto, pues indudablemente había figuras aisladas o agrupadas en movimientos de carácter reformista, como podrían ser los herederos más o menos directos del krausismo, de una honradez cristalina. Incluso los mismos 8

25

vivía ria

en un mundo fabricado en las nubes de su propia satisfacto vida, y cuyo derrumbe a tierra provocó su desengaño9, los

socialistas la

realidad para cambiarla y convertir el inundo en un lugar

justo. su

españoles tuvieron el mérito de intentar fijarse en

Precisamente, fijarse a la realidad fue, al mismo tiempo,

gran error.

No

juzgamos, por consiguiente,

formaron ria,

aquí

a los hombres que

parte de aquel intento de formación obrera revoluciona

sino que investigamos sus ideas y las consecuencias que

estas

tuvieron para el posterior desarrollo de los movimientos

socialistas. cono

Igualmente se podría advertir que la dificultad,

indicábamos más arriba, es aquí triple. Por un lado, los

escritos para

socialistas no son estudios teóricos escritos o pensados

el desarrollo de una filosofía o con algún interés intelec

tual,

salvo tal vez el Informe Vera. Por otro, los temas a tratar

son

generalmente muy reducidos y son estudiados más de acuerdo a

una

serie de consignas previamente admitidas que buscando en

ellos

nuevos descubrimientos. Por último, aunque no lo menos

importante,

está reconocido por todos

que indudablemente el

socialistas no dudaban en dar encendidos elogios a la honradez de Pi y Margall.

Creemos que no hay mejor retrato de ese tipo de intelec tuales bienintencionados y reformistas, herederos directos o indirectos de la jerga krausista, que hoy en día pretende ser glorificada, que la obra de Galdós El amigo Manso. Efectivamente, en ella se puede ver magistralmente representado ese mundo fantasioso en el cual se habitaba, producto de la propia grandeur de los arrebatos organicistas, hasta que el dolor les hizo hombres. 26

pensamiento que

socialista español no es en absoluto original, sino

procede de los socialistas franceses, especialmente, y de los

alemanes,

en bastante menor medida. Por ello, la dificultad ante

la pretensión de un estudio ideológico de estas mismas teorías no sólo

parece difícil, sino asimismo inútil. Lo que los socialistas

españoles para

dijeron o pensaron no parece de suficiente importancia

garantizar de eso mismo un estudio medianamente, y filosóf i

camente,

productivo.

LOS ESCRITOS SOCIALISTAS

Sin

embargo, consideramos

apreciaciones. objeción es

del todo

acertadas

estas

Evidentemente, y en lo que refiere a la primera

que habla de los escritos de los integrantes del PSOE,

cierto

que éstos

filosófica, escritos

no

no

parecen escritos

con una

finalidad

pero eso no les libra de la crítica filosófica. Los

muestran lo que despertaba el interés de los socialistas

españoles

e igualmente, por su ausencia, aquello que no les

interesaba

en su análisis. Asimismo, y sin caer en ciertas

exageraciones habidas en la historiografía del movimiento obrero, sobre

todo

‘°

en lo referente

al escrito de Jaime Vera’°, los

Hay que aceptar que existe, o sería más correcto decir que

existió, en la historiografía española un “mito Vera”. En él se le suele presentar como un autor conocedor profundo del marxismo y cuyo informe refleja, frente a la intransigencia y esquematismo de Iglesias, una hondura intelectual difícil de igualar: “La obra de Jaime Vera tiene, sin disputa, un nivel y un alcance muy superior a todo lo expuesto. Vera significa la aportación niarxianadirecta, la otra 27

escritos como

socialistas son, cuando menos, de tanta altura teórica

aquellos elaborados por las otras fuerzas sociales, tanto

vertiente de la aportación vulgarizadora, que llega a través de Mesa y los guesdistas.t’ TUÑON DE LARA, Manuel, Medio siglo de cultura española. Madrid, Tecnos, 1973, p. 88. Igualmente, Gómez Llorente compara su informe con, nada más y nada menos, El manifiesto comunista, en las páginas 91-93 de su libro Aproximación a la historia del socialismo español (hasta 1921). Madrid, Editorial Cuadernos para el Diálogo—Edicusa, 1972.

Por último, y tal vez como fundador de este mito, aparece la figura de Morato, que en su libro sobre la historia del PSOE, al hablar del Informe dice: ticuando el Informe de este hombre bueno y sabio se haya publicado en todos los idiomas cultos, se verá que a este documento se le ha de colocar nada menos que al lado del Manifiesto Comunista y de El Capital. Es el único trabajo trascendental del Socialismo español en que no predominan las vagas generalidades internacionales y del que aparece desterrado el árido y nada flexibe guesdismo. “ MORATO, Juan José, El partido socialista obrero, p. 97. Madrid, Ed. Ayuso, 1976. Por cierto, en este mismo libro aparece un amplio resumen del texto de Vera en el cual, extrañamente, ni tan siquiera aparece una sóla vez la Ley Férrea de los Salarios, básica en todo el análisis efectuado por Vera del sistema capitalista. Sólo a partir del artículo de Jiménez Araya, « La introduc ción del marxismo en España: el informe a la Comisión de Reformas Sociales de Jaime Vera », Anales de Economía, n2 15, julio— septiembre 1972, las cosas parece que se situaron en las coordenadas correctas. 28

socialistas veces

europeas como del pensamiento burguéS’,

y muchas

de mayor valor intelectual. Ello no quita, lógicamente, que

la

ausencia de una formación mayor no haya limitado el esfuerzo

de

los socialistas, pero así y todo podemos hablar de textos que

cuando que

menos despiertaflTelinterés. Incluso comparándolos con lo

hoy en día se puede ver como artículos de opinión política o

social

o lo que se puede leer en los programas electorales de los

diferentes bastante

partidos o en sus manifiestos, mantienen una reflexión mayor.

Pero

la objeción aquí es válida en cuanto a la calidad

filosófica ha

pretendido

socialista que

de los textos. Por ello, la presente investigación no un

estudio

exhaustivo

de

toda

a

producción

comprendida entre los años de estudio, 1879—1891, sino

ha hecho una selección previa escogiendo aquellos escritos

que,

creemos, pueden resultar más interesantes para el análisis

que

pretendemos realizar. La selección ha sido realizada teniendo

en

cuenta la categoría teórica de los escritos y su importancia

en

la constitución del propio referente ideológico del partido

socialista.

La



lista de los textos analizados es la siguiente:

Como

tal

entenderemos

únicamente

el

pensamiento que

defendía al sistema capitalista, sin, por motivos xnetodológiCoS, introducirnos en mayores disquisiciones o juicios de valor. 29

1.— que

Ante la Comisión de Reformas Sociales12: consideramos

para su presencia en la Comisión de Reformas Sociales el

Partido

Socialista Obrero Español prepara concienzudamente sus

intervenciones presencia

y

tienen

éstas

la

virtud,

al

considerar

su

allí por ellos mismos como labor fundamentalmente de

propaganda,

de exponer con claridad los fundamentos básicos de su

programa

político. Incluso, los mismos socialistas no dudan en

calificar

lo allí expuesto como el referente para quien quiera

conocer

sus opiniones, al afirmar:

“Las Partido

doctrinas Socialista

extensión

contenidas Obrero,

en

el Programa

desarrolladas

con

del más

en la respuesta dada por éste al Cuestionario

de

la Comisión de Reformas Sociales”3

Si

bien esta referencia creemos que hace mención expresa al

Informe Vera, no por ello consideramos menos importante el resto de

las intervenciones de los socialistas por lo que trabajamos

sobre

todas ellas:

a) de

Se han escogido tanto los Informes orales de los miembros

la Asociación del Arte de Imprimir, considerando que es ésta

12

Todas estas intervenciones e informes aparecen recogidos,

y de ahí han sido sacados, en Reformas Sociales. Información oral y escrita publicada de 1889 a 1893. 5 vols. Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1985. Los informes orales aparecen en el primer volumen mientras que los escritos en el segundo.



pág.

Bases 342.

a que debe ajustarse la redacción de ElSocialista, 30

una

plataforma de destacados socialistas de la época, como los

propiamente presentados por los socialistas como integrantes del Partido. los

Se presta especial atención, por creer que se trata de

más importantes, a los discursos de García Quejido y de Pablo

Iglesias.

A

continuación

intervenciones números

exponemos la reseña de

orales

analizadas

en

los discursos

la presente

tesis.

e

Los

entre paréntesis corresponde a las páginas en que están

registradas:

1)

García Quejido: sesiones del 26—X—l884 y del 25—1—1885.

(Pp.

23—29 y 253—260).

2)

Emilio Cortés: sesión del 26—X—1884. (Pp. 29—31).

3)

Francisco Alarcón:sesión del 26—X-1884. (Pp. 31—36).

4)

Matías Gómez: sesiones del 26—X—1884 y del 25—1—1885.

(Pp.

36—48 y 260—267).

5)

José Sedano: sesión del 2—XI—1884. (Pp.49—54)

6)

Hipólito Pauly: sesión del 2—XI—l884. (Pp. 54—58)

7)

Juan Gómez: sesión del 2-XI—1884. (Pp. 58—68)

8)

Nafarrate: sesión del 7—XII—1884. (Pp. 69—78).

9)

Diego Abascal: sesión del 7—XII—l884. (Pp. 78—84).

10)

Juan Serna: sesión del 6—1—1885. (Pp. 159—164).

11)

Perezagua: sesión del 6—1—1885. (Pp. 178—185).

12)

Pablo Iglesias: sesión del 11—1—1885. (Pp. 199—217).

31

b)

Igualmente, se trabajará

enviados Obrero por

sobre los textos escritos’4

a la Comisión tanto por el propio Partido Socialista

Español, escrito por Jaime Vera, como el informe escrito

Pablo Iglesias en nombre de

la Asociación

del Arte

de

Imprimir’5.

2.—

Los artículos publicados por Pablo Iglesias bajo el

epígrafe

de El programa socialista. Comentarios.’6. Si bien es



Los informes escritos, transcritos en el Volumen II, son:

1) Informe de la Asociación del Arte de Imprimir. Pp. 459-480. (fechado el 6 de marzo de 1884). Está escrito por Pablo Iglesias. 2) El Partido socialista obrero ante la Comisión de informe sobre el estado y necesidades de la clase trabajadora y las relaciones entre el capital y el trabajo. Es el llamado Informe Vera. Aparece en un apéndice del volumen II porque la Comisión, no se sabe bien por qué, no lo incluyó en la publicación original.

Sabemos su origen, aunque, como es habitual, aparece sin nombre, porque a él se refiere García Morato: ‘

su

tiLa Asociación General del Arte de Imprimir acudió con un Informe escrito que Iglesias redactó en la Cárcel Modelo, donde extinguía condena por la huelga del 82. Nos es grato hacer constar que , para nuestro gusto, es éste el mejor trabajo salido de la pluma del que ya era hombre preeminente del Partido Socialista” Morato, Juan José, El Partido Socialista Obrero, pág. 101. Madrid, Editorial Ayuso, 1976.

16

Fueron publicados por primera en el periódico El Socialis

ta, entre el 12 de marzo y el 30 de abril de 1886. Nosotros los recogemos de MORAL SANDOVAL, Enrique, Pablo Iglesias. Escritos y Discursos. Antología Crítica. Santiago de Compostela, Ediciones Sálvora, 1984. 32

conocido

por todos que dichos artículos son herederos directos de

escritos

de Guesde’7, ello no les resta ninguna importancia pues

esas

doctrinas desgranadas en los diferentes artículos de la

serie,

ocho en total, van a ser parte del ideario socialista

originario las

del partido y por lo tanto, por su aceptación plena,

podemos

catalogar como

teorías

íntegramente socialistas

españolas.

3.—

Los Programas y manifiestos elaborados por el Partido

Socialista Obrero Español desde su fundación, el programa fechado el

20 de

julio de 1879, hasta el elaborado para el Primer

Congreso

de

Estatutos

de la UGT’8.

17

historia

Barcelona,

Incluso

así

en

agosto

de

1888,

incluyendo

lo señala el mismo Morato al contar

los

la

del partido:

“De tal modo el Partido Socialista español es como una prolongación del guesdismo -y hablamos ahora de esto porque en los días a que nos referimos ya leían en España los organizadores del Partido L’Egalité más folletos de los hombres citados-, que al publicarse El Socialista la Redacción escribe una serie de artículos —fueron obra de Iglesias y hoy están publicados en folleto—, razonando el programa del partido, y estos artículos no son sino una especie de paráfrasis del libro de Guesde titulado Le progamme du Parti Ouvrier.” MORATO,

Juan José, Ídem, p. 78.

Todos ellos han sido tomados del libro: CASTILLO, Santiago, Historia del socialismo español (1870—1909). vol. 1, Barcelona, Conjunto Editorial SA, 1989. Las páginas son de la 319 a la 357. 18

33

En

esta selección se incluye el fljfieStO—PrOgrama

Partido unión no

Democrático Socialista Obrero Español, 1881, antes de su

con el mismo PSOE, un año después, si bien a nivel de citas

aparece por considerar que sus ideas, o la gran mayoría de

ellas,

no se ajustan exactamente al ideario característico del

partido aquí

socialista de Pablo Iglesias. Igualmente, se incluyen

las llamadas Bases a que debe ajustarse la redacción de j

Socialista, y

del

de 1886, por considerarlas como un documento teórico,

fundamental, del partido obrero.

Los

Programa

-

por de

manifiestos y programas son:

del Partido Socialista Obrero Español. Aprobado

el Grupo Socialista Madrileño en la reunión del 20 de julio 1879. aflifiesto-PrOgrama

-

Aprobado octubre

por el Grupo Socialista Madrileño en la reunión del 5 de de 1879.

Manifiesto-Programa

-

Obrero

del Partido Socialista Obrero Español.

del partido Democrático Socialista

Español. Propuesto por el Grupo Socialista de Barcelona en

1881. -

Programa

Elaborado

conjuntamente

socialistas —

Bases

Aprobadas

del Partido Democrático Socialista Español. 1882. por

representantes

de

los

grupos

de Madrid y Barcelona. a que debe ajustarse la redacción de ElSocialista.

en la reunión de “accionistas” del 27 de enero de 1886.

34

Manifiesto



de los delegados

del Primer Congreso del

Partido Socialista Obrero Español. Aprobado en el primer Congreso del

PSOE, en Barcelona en agosto de 1888. Estatutos

-

Aprobados

de la Unión General de Trabajadores de España.

en el Congreso fundacional de Barcelona, en agosto de

1888.

4.-

La introducción realizada por José Mesa a su propia

traducción Dicha y

de 1891 de la obra de Marx Miseria de la Filosofja’9.

introducción, titulada Apuntes sobre las teorías, carácter

obras de Carlos Marx, resulta de gran interés por tratarse del

estudio

monográfico más importante que

persona

y la obra de Marx en el periodo original del partido

socialista

Por escritos encuentra

se

realiza sobre

la

español.

supuesto, la selección de todos

estos artículos y

podría ser cuestionada, pero creemos que en ellos se lo teóricamente fundamental de la primera etapa del

partido

socialista. Además, ellos mismos son vistos por los

propios

integrantes del partido como los textos básicos donde

están

contenidas las teorías que se trata de defender y los

análisis

más acertados del capitalismo.

Miseria de la filosofía, Madrid, Gráfica Socialista, 1928. La primera edición se publicó en 1891, y se anuncia en el periódico El Socialista el 4 de diciembre de 1891. La introduc ción aparece fechada el 14 de mayo de ese mismo año 91, y va de la página VII a la XLII. 35

TEMAS

Y

Como

ya hemos dicho, los textos socialistas20 no delatan de

CONSIGNAS

ningún

modo una profundidad filosófica de tratamiento de los

temas.

Generalmente, y estos textos aunque seleccionados por su

interés se una

tampoco son una excepción, son escritos donde los temas

limitan a ser tratados de forma general, reduciéndose a dar serie más o menos amplias de diagnósticos sobre la sociedad

capitalista.

Además,

afirmaciones

no demasiado

dichas lo

estas

recetas

aparecen

desarrolladas,

enfundadas

en

sino exclusivamente

y admitidas sin crítica por los autores. Es por eso, por

que muchas veces resulta más interesante para el estudio

investigar

no tanto lo que se dice sobre la cuestión como qué

consecuencias defiende

plantea aquello que se dice. Es decir: por qué se

lo que se defiende y qué consecuencias se sacan de dicho

discurso.

De que de

esta manera, y esa es una de las dificultades de la Tesis

presentamos, las citas no pueden ser sacadas para la defensa una teoría que las esté explicando, pues ellas mismas, en

realidad, no

no suelen tener un contenido muy alto de información si

es relacionándolas con el resto del discurso. Además, y por

eso

hacíamos tanto hincapié más arriba de la presente introduc

ción,

muchas veces lo más interesante de los propios textos no es

aquello

20

que están diciendo de forma explícita, sino aquello que

Desde ahora, y salvo especificación en sentido contrario,

cuando nos refiramos a textos socialistas estaremos hablando de los más arriba indicados. 36

implícitamente que

están asumiendo como ya conocido, aquello de lo

no se habla o aquellas consecuencias que, en un análisis

donde

se considere

la coherencia

como

primordial, se deben

asumir.

En

numerosas ocasiones, pues, las citas que pongamos de

referencia y

no parecerán apoyar directamente aquello que decimos

el subrayado por parte del investigador de las mismas será una

opción

obligada para resaltar aquel elemento que haya hecho

necesaria

esa presencia. Pero esto tiene que ser así porque en

definitiva, dentro una su

como norma general, no se habla de una idea aislada

de un marco determinado, susceptible de ser señalada en

cita, sino de un espíritu que recorre todo el texto tanto en presencia material como en su forma implícita.

Estamos

convencidos de que en realidad esto ocurre en toda

investigación propias

miento

frases que resumen su pensamiento después de un razona o las ideas dadas hasta ese preciso momento. Igualmente,

los textos filosóficos los pasos intermedios aparecen, o al

menos

deben aparecer, de forma explícita, existe un orden en el

desarrollo

Sin y

en un texto característicamente filosófico el

se suele esmerar en poner en claro sus ideas y suele

colocar

en

se agrava debido a las

características del discurso que estamos analizando.

Efectivamente, autor

filosófica, pero aquí

de las ideas, y son la base del juicio del lector.

embargo, en este tipo de textos de contenido político,

no lo olvidemos centrados, éstos en concreto, en la propaganda 37

a

sectores de la población que generalmente carecían de criterios

culturales de que

elevados, lo que interesa sobre todo es dar una serie

ideas muy claras y esquemáticas, que buscan más la adhesión el desarrollo de un pensamiento. Es por ello por lo que los

elementos

intermedios de razonamiento de esas mismas conclusiones

desaparecen,

con lo cual se dificulta sobremanera la tarea del

investigador

a la hora de seleccionar citas que digan exactamente

de

lo que se habla en esos razonamientos intermedios e igualmente

surge lo

la necesidad de plantearse no sólo lo dicho, sino también

no dicho.

SOCIALISMO

Y SOCIALISMO EUROPEO

Hemos o

dejado como última cuestión el tema de la originalidad

no del pensamiento socialista español y su relación con el

resto

de los socialismos europeos. Parece evidente, y así lo

reconocen

todos

fundamentalmente, francés,

unido

derivación

del

pensamiento

socialista

Mesa

conoció en París



y

bien pronto estuvo

a él por amistad fraterna- a Julio Guesde, que,

pretenderlo ni sospecharlo, habría de influir como

nadie

en el criterio y hasta en la organización y la

conducta le

una

especialmente el de Guesde.



sin

los estudios, que el socialismo español es,

del Partido Socialista español, trasmitiéndo

su carácter rígido y dogmático.

38

Guesde,

Deville y Lafargue son leídos aquí en

francés

y luego traducidos. Aquí se lee L’Egalité, de

Guesde,

en que trabajan sus otros dos compañeros, y

luego

Le Socialiste, y tan grande es el influjo de esta

noble

pléyade de socialistas franceses que cuando en

España

va a publicarse un periódico se escoge por

título

El Socialista precisamente, y hasta se busca en

las

fundiciones tipográficas titulares iguales a los

del

homónimo de París. Para los socialistas españoles

la

ortodoxia está en el partido dirigido por Guesde y

Lafargue

Por del

y en la democracia socialista alemana.”21

ello, y siendo consecuentes, parecería que un estudio

socialismo español debería derivar necesariamente en el

estudio

del pensamiento de Guesde y del

Francés

o, al menos, darle una prioridad a ese mismo estudio

dentro este es

Partido Socialista

de la investigación a realizar. Sin embargo, creemos que

método no sería del todo correcto. En primer lugar, si bien cierto que el esquema que siguen los socialistas españoles

tiene

una enorme influencia del guesdisinO,también lo es que, al

menos

en la misma medida, guarda relación con las ideas desarro

lladas

por la Primera Internacional en España.

“Los

socialistas afrontarán sus primeros años de

actuación

desde la interpretación traducida de las

teorías

21

socialistas francesas —guesdismo— y desde las

MORATO, Juan José, ibidem. 39

propias

reminiscencias que en su pensamiento ha ido

forjando la

su trayectoria propia anterior, sobre todo en

AlT. Influencias ideológicas que, en su conjunto,

les

llevarán a una peculiar visión del sindicalismo,

del

estado,

dicotómica la

etc, que

desemboca

en

una

percepción

de la sociedad -burguesía-proletariado

creencia en la inminencia de la revolución.”

Pero

y

22

eso no es todo. Admitamos, puesto que hay que hay que

hacerlo,

que la influencia del pensamiento socialista francés es

trascendental habría

-

dentro del partido socialista español.

Lo que

que explicar ahora es por qué los socialistas españoles

admitieron

los esquemas guesdistas, frente a otras ideas también

accesibles

para ellos, como podría ser Proudhon, por ejemplo, y

qué de

conclusiones sacaron de ellas. No se trata pues de eliminar un plumazo el pensamiento originario sino ver qué causa hizo

que te

la aceptación de Guesde no sólo fuera realizada exclusivamen por un problema de desconocimiento de Marx, sino que también

fuera dad,

un asunto que se impusiera ideológicamente por la facili no en sentido peyorativo, sino entendiéndolo como sencillez

explicatoria

de la teoría, con que esta teoría explicaba el

capitalismo.

No admitimos como válida, pues, que la aceptación

del

guesdisnio venga dada primordialmente por ser una teoría

simplista objeto,

22

y carente de profundidad conceptual en su análisis del

sino que mantenemos la opinión de que será su esquematis— Santiago Castillo, «Organización

y acción política del

PSOE hasta 1900» en El socialismo en España. Madrid, Pablo Iglesias, 1986, pp. 14—15. 40

mo

de tintes positivistas el que la haga favorita del socialismo

español.

Aunque la

presente

admitido por

lo analizaremos con mayor profundidad a lo largo de investigac±ón, consideramos que el guesdisino es

por los socialistas españoles, y llegan a hacerlo suyo,

las siguientes causas23.

1.clara

Resulta ser, como ya hemos señalado, la explicación más

del capitalismo, en cuanto a que la sencillez de sus

elementos

permite,

sistema.

Además,

fundamentalmente injusticia clase en

sin

embargo,

una

explicación

como

veremos,

dicha

global del

explicación

se

basa

en el problema del salario, lo que sitúa la

del capitalismo en unos términos tangibles para la

obrera, la escasez de la paga, con lo cual está de acuerdo,

esta forma de ser tangible de los hechos, con el espíritu

positivo-científico

23

Todas

estudiadas

24

de la época24.

estas causas aquí señaladas serán ampliamente

en la presente Investigación.

Sobre ese espíritu de la época, dice bien Diego Nuñez:

tMás que de influencias concretas, mejor sería hablar de un difuso clima de tipo cientista, que afectaba, a modo de supuesto compartido, a casi todos los pensadores coetáneos.”

en

NUÑEZ RUIZ, Diego, Antología de textos sobre “El darwiniSlflO España”, Introducción, pág. 54. Madrid, Castalia, 1977.

41

2.—

Además,

investigación, los

también

analizaremos

en

la

presente

el discurso clasista de Guesde permitía situar a

protagonistas principales de la acción del capitalismo en un

esquema y

como

denotativo, es decir: podían ser señalados concretamente

de manera socialmente existente, muy acorde con ese mismo

espíritu

positivista.

3.-

Dentro

de

este

esquema

clasista

se

hace

especial

hincapié

en la importancia de la organización obrera, de un

partido

político de clase que rija la preparación de todo el

proletariado ta.

Así, obreros que se han curtido en las luchas contra la

patronal la

para el momento decisivo de la revolución socialis

desde organizaciones militantes, siendo la fundamental

Asociación del Arte de Imprimir de dónde salen la mayoría de

los

dirigentes socialistas, ven en esta idea un punto básico de

aceptación.

4.propio

Por último, permite mantener la esperanza en que el

desarrollo del capitalismo, basándose en la anarquía de la

producción elementos ción

y un esquema fatalista de la historia, no exento de darwinistas, conducirá fatalmente a su propia destruc

y a la llegada del socialismo.

De ciega, todos

este modo, la aceptación del guesdismo no es una actitud sino la consecuencia lógica frente a una teoría que cubre las expectativas del movimiento obrero y, lo cual también

es

de importancia capital, del espíritu positivo que caracteriza

la

época. Se trata, dentro del socialismo no solamente de España 42

sino

también del resto del continente europeo, de juntar el

positivismo, social,

él el darwinismo

reconvertido en teoría

con las ideas revolucionarias. Ya no se pretende desde el

movimiento sino

y con

obrero una mera crítica moralizante del capitalismo,

una

interpretación

científica tanto

de

él como

de

la

revolución.

EL

ESPÍRITU POSITIVO25

“Tampoco y

marxismo, es unfenómeno

particular de España, sino

algo

que ocurre, aproximadamente a igual escala, en

todos

los países vecinos. Es más, pienso que la recep

ción

de Marx en España tiene como uno de sus ingredien

tes

o como una de sus mediaciones el marco positivista

en sólo que

el que se recibe. En otras palabras, no se trata de que Marx sea positivizado en España, sino de viene positivizado de fuera.”26

Cuando sus

este hecho, la simbiosis de positivismo

se comienza a investigar el socialismo español en

orígenes, uno debe ser consciente de que está, igualmente,

Todo este tema será tratado con mayor profundidad en el epílogo de la Investigación al presentar las conclusiones sobre el estudio realizado. 26

Pedro Ribas, «El

carácter de la recepción del marxismo

por el socialismo español hasta 1918», en El socialismo en España. Madrid, Pablo Iglesias, 1986, pág. 38. 43

investigando de

los partidos socialdemócratas europeos. Efectivamente, los

elementos español que

con él, lo quiera o no, a toda la teoría fundadora

ideológicos que

definen

al

movimiento

socialista

son muy semejantes, por no decir idénticos, a aquellos

defienden los partidos socialistas del resto del continente

dentro

del marco inmediatamente anterior y coetáneo de la Segunda

Internacional.

Así Eusebio

define las características del socialismo de la época Fernández:

“Cuá1es marxista

1.

son las características del socialismo

de la Segunda Internacional?

Ideología cientificista, influencia de modelos

positivistas científico,

y darwinistas, concepto de socialismo y

la

idea de

socialismo

como

ciencia

social. (...)

2. DeterminiSmo histórico, mecanicismo, fatalismo, economiciSmO. (...)

3. marxista,

Olvido total del papel que, según la teoría corresponde a la dialéctica. (...)

4.

27

socialismo

Socialismo evolucionista.tt27

FERNÁNDEZ,

Eusebio,

Marxismo

y

Positivismo

en

el

español. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 44

Efectivamente, todas estas características están igualmente, como

veremos en esta investigación, presentes en el socialismo

español.

La historia del pensamiento socialista, en torno



al

Partido Socialista Obrero Español y durante el

último

cuarto del siglo XIX y primeros del siglo XX,

puede

resumirse en tres características principales:

conocimiento

exiguo, parcial y minoritario de la obra

de Marx y Engels; preponderante influencia del guesdis mo

(aunque no deben ser olvidadas otras influencias:

socialdeinocracia alemana, socialismo italiano, Jaurés, etc.);

e ideología cientificista. A estos tres rasgos

podemos

añadir los de una concepción evolucionista y

determinista socialismo cos,

casi

historia

(inevitabilidad

del

y el olvido total del análisis dialéctico

que debemos, indudablemente, relacionar con la inexistente influencia de filosofía hegeliana en

nuestro

Que

la

por evolución natural de los hechos históri

etc.)

(dato

de

país).”

28

estas características resulten por influencia del modelo

francés

o que sean conclusiones propias de los españoles, no

creemos

que resulte importante para nuestra pretensión final:

1981,

28

pp. 29—35.

tdem, pp. 104—105. 45

observar primera

si existe o no una coherencia entre dicha realidad y aquello que ha llegado a ser.

Pero tas

es que además, la aceptación por parte de los socialis

españoles del Positivismo y del DarwinismO “Social”2° es

perfectamente objetivos. que

Por ello, uno de los puntos claves de la investigación

aquí presentamos es buscar esa relación y huir de situar

todas un

consecuente tanto con sus análisis como con sus

la teorías positivistas y darwinistas españolas dentro de

esquema que las explica por la ignorancia de los escritos y

las

ideas de Marx.

Y como

es que generalmente, la obra de los socialistas es vista

un modelo al cual le faltaría el conocimiento de la obra de

Marx,

y

explicados

los análisis

políticos

y sociales

de aquellos

son

de acuerdo a esa ignorancia. Sin embargo, esta teoría

de

explicación falla al no ser capaz ella misma de explicar cómo

es

posible que una teoría que se construye desde la ignorancia y

cuya

causa, y ese es el quid de la cuestión, es esa misma

ignorancia

pueda ser, a su vez, tan consistente. No se duda,

evidentemente, Marx

de que existiera la ignorancia de los escritos de

y sobre sus mismas ideas, sino de lo que se duda es de que

fuera

esa la causa de que la teoría socialista fuera así y no de

Con este término no nos queremos referir, evidentemente, a la teoría sociológica entendida como tal, sino a la interpreta ción generalizada de los hechos sociales en claves evolutivas, de selección natural y de adaptación al medio. 29

46

otra

manera. Y de hecho, creemos que incluso el conocimiento más

profundo

de la obra de Marx no hubiera cambiado un ápice las

conclusiones parte, de

positivismo y darwinismo, no hubieran asumido las teorías

Marx

sino que

ocurrió. aquí

las hubieran

adaptado, como de hecho

así

Como muestra del error de esta teoría explicatoria que

no mantenemos, se verifica que la socialdeinocraciaalemana,

tenida

por

maestra, su

teóricas, pues el esquema interpretativo del que se

todos

los movimientos

socialistas como

la gran

sí conocía las obras de-Marx y sus ideas y, no obstante,

pensamiento en nada o casi nada se diferencia del pensamiento

defendido

por el propio PSOE.

Así, creemos

la cita más arriba indicada de Eusebio Fernández, que yerra al considerar que la ausencia de dialéctica en

el

pensamiento socialista español es debida al escaso influjo de

la

filosofía hegeliana, pues de hecho ningún socialismo, en

cuanto

partido organizado, al menos, como él mismo así reconoce,

tiene

un pensamiento construido sobre un modelo dialéctico. La

dialéctica remos

no es empleada por motivos ideológicos, como analiza

especialmente en nuestro epílogo, y no sólo por causá de

desconocimiento. una

teoría compatible con el positivismo, o que ella misma sea

positivismo, no

Lo que los socialistas de toda Europa desean es

y que, al igual que las ciencias físicas, sea capaz

sólo de describir, sino también de predecir acontecimientos30.

°

De

hecho, este sentimiento es tan poderoso que el mismo

Engels buscará en sus famosas leyes de la dialéctica una suerte de explicación física que dé sentido a todo lo real dando pie posteriormente al Materialismo Dialéctico que tanto gustará a la escolástica soviética. 47

Por

ello, buscan situar al objeto de estudio, en este caso el

Capitalismo, físico

se tratara para que su comportamiento quede regido, en la

predicción, estipulada

En A

dentro de esa descripción como si de un objeto

por la necesidad, fácilmente transformable una vez teóricamente -en fatalidad revolucionaria.

esta fatalidad es donde hará falta el darwinismo social.

pesar de que esta teoría era muy difícil de transformar en algo

asimilable

por parte del pensamiento socialista31, los partidos

31

“Conviene poner en claro los equívocos sobre los que el darwinismo social descansa. Se trata fundamen talmente de dos: una falacia ontológica y una impostura ideológica. En primer lugar, estamos ante un patente fraude metafísico de tipo reduccionista que asimila el desarrollo humano al natural. Tras esta primera y sustancial simplificación, ya no habrá dificultad para poner en marcha la consiguiente extrapolación nietodoló— gica extendiendo indebidamente las leyes naturales al campo humano—histórico. El resultado final de todo este montaje sociológico será convertir a la biología en el aval científico de la ideología social dominante. (...)

Se parte en definitiva de una ideología social para buscar ideológicamente su confirmación científica. es, pues, la ideología la que se proyecta afanosamente sobre la teoría científica, en solicitud de buenos agarraderos gnoseológicos (...) Se va de la economía política a lo natural para retornar de nuevo al sancionamiento de ese orden económico inicial. En este aspecto conviene constatar que la denuncia más nítida y decidida de esta trampa ontológica e ideológica que encierra el darwinismo social procederá en la época del pensamiento marxista.” NUÑEZ

RUIZ, Diego, Édem, Introducción, p. 48-49. 48

socialistas las

se empeñan en utilizarla, en aras de ese aprecio por

ciencias positivas, en favor propio. Efectivamente, para ello

no

dudarán en retocar, al igual que harán los ideólogos de la

burguesía,

ciertos aspectos de la teoría darwiniSta. Si para la

burguesía cia

lo importante de esta inisiua teoría será la superviven

del más apto dentro de la lucha que los individuos que

componen la

la especie mantienen para sobrevivir, y que derivará en

existencia de clases sociales y la pertenencia a una de ellas,

para

los socialistas lo más importante es la continua transforma

ción

que a través del tiempo garantiza la teoría: el capitalismo

no

es eterno. Así, la razón, es decir: el movimiento natural

asegurado sistema

por el evolucionismo, garantizará el derrumbe del

vigente y su sustitución por otro acorde con los nuevos

tiempos.

De

esta

manera,

diferenciadores, legitimador utilizan

la

de

elementos

resultará que tanto la burguesía con un discurso

exactamente los mismos modelos de pensamiento sólo por leves matices. Va a ser ésta una de las causas

que el socialismo, a pesar de su discurso explícito encendida

mente

revolucionario, mantenga en el fondo una estructura de

pensamiento

que con

suma facilidad vaya

posiciones

reformistas. Por un

resultarán

centradas en

sistema salarios; mo,

ausencia real

como los socialistas con un discurso revolucionario

diferenciados de

y ante

de

producción,

desplazándose hacia

lado, por sus peticiones que

aspectos meramente especialmente

la

coyunturales

ley

férrea de

del los

por otro, por su explicación y análisis del capitalis

marcado primordialmente en el sueldo, el antagonismo de 49

clases

y en la anarquía de la producción, hechos superados con el

desarrollo mercado, siglo

del

capitalismo

decimonónico

al

capitalismo

de

el estado del bienestar, durante la segunda mitad del

veinte.

MARX

Por

eso mismo resulta de gran interés la comparación del

modelo

socialista

con

el

pensamiento

de

Marx.

Pero

dicha

comparación

no se debe basar en la idea de ver qué le falta al

socialismo

para

enfrentar estudian mación la

como

el

pensamiento

de

Marx,

sino

en

dos modelos de pensamiento con el objeto que ambos y con la pretensión que ambos manifiestan: la transfor

radical del sistema productivo capitalista como medio para

liberación de la humanidad.

Además, herederos al

ser

los mismos socialistas se declaran

a sí mismos

del pensamiento de Marx, con lo que, en cierta medida

menos, parecen estar pidiendo que se realice dicha compara

ción. ella

E incluso, y resulta lo más interesante de la misma, en podremos intentar ver como ambos modelos de pensamiento son

incompatibles entre sí y van creando unas diferencias específicas que

delimitarán sus posteriores derivaciones32.

32

Se establecería aquí el problema sobre de dónde surge el

pensamiento comunista, el leninismo: si de la tradición marxista o de la socialdemocracia. Como no es éste objeto de ésta tesis, no podemos entrar en dicha cuestión, pero sí que queremos resaltar que es un problema muy interesante. 50

Así

pues, cuando aquí se haga referencia a Marx no debe ser

entendido

esto como que se critica a los socialistas españoles

por

no ser ortodoxos, crítica que resulta siempre ridícula, sino

que

lo que se plantea es que por la propia constitución de sus

orígenes

el

socialismo

socialdemocracia, quiere en

español,

y

siempre con

él

toda

la

estaba abocado a resultar reformista. Esto no

decir, por supuesto, que fuera en términos fatales, sino

concepto de coherencia.

EL ESTUDIO DE LA TOTALIDAD

Pero Ésta

dificultad

es la imposibilidad

propio se

una nueva

se

de tratar

presenta

en la

Investigación.

el tema

intentando

parcelar

el

objeto de estudio. Es decir: aunque nuestra investigación

presente dividida en partes y éstas a su vez en subpartes es

este

sólo un recurso, en cierta medida tramposo, por la imposibi—

lidad,

indudablemente debida a la poca habilidad del autor, de

presentarla presente

como un todo. Ciertamente, el objeto de estudio de la

tesis

capitalismo, incorrecto,

-

que

sino debe

no es sólo el análisis socialista del

que, ser

para

juzgar si

también ese mismo

éste

es

correcto

objeto al cual

o

los

socialistas pretendían analizar: el capitalismo— es una totalidad y

como tal debe ser estudiado.

Esta

es la causa de que muchas veces

la lectura haga

referencias

a partes ya analizadas con anterioridad, cite partes

posteriores

que completan esas mismas conclusiones o tenga que 51

adelantar estudio se

ideas aún no estudiadas.

Los métodos clásicos

de

no son válidos en este tema: toda división rígida, que no

correspondiera con motivos inetodológicos sino que hiciera

relación

a propiedades reales del mismo objeto, no haría sino

potenciar

la misma falsedad de éste. La investigación es así, en

múltiples

ocasiones,

un

ejercicio

recordatorio.

Si

lo

que

buscamos

es la coherencia de un pensamiento en el cual se puedan

imbricar

todas y cada una de sus partes, nuestra propia exposi

ción

de ese mismo pensamiento no puede dejar de mostrar esa

relación

Y

entre dichas partes.

eso también tiene que ver a nivel de citas. El lector se

extrañará, apartados

distintos, pero debe tener en cuenta que la relación

establecida posible

tal vez, de ver que una misma cita es empleada en dos

entre los elementos de la ideología del PSOE hace

dicha relación.

52

PRIMERAPARTE

SALARIOYCAPITALISMO

“Considerando justicia clase

que la necesidad, la razón y la

exigen que el antagonismo entre una y otra

desaparezca, reformando o destruyendo un estado

social

que tiene sumidos en la miseria

a los que

emplean toda su vida en producir la riqueza que poseen los

que en muy poco, o en nada,

sociedad.”

El

a sí mismo como revolucionario frente al orden consti—

por la burguesía. Enfrentado al sistema social vigente, el

Capitalismo pretenden

análisis, ción.

una

teoría

al propio sistema

explicatoria

y buscando,

del

mismo,

a través de

este

las posibilidades reales, y necesarias, de su supera

Por ello, una parte importante de toda la teoría elaborada

los socialistas españoles, y con ellos por los demás partidos

obreros de

como sistema de producción, los socialistas españoles desarrollar

analizando

por

1

Partido Socialista Obrero Español es un partido que se

presenta túido

son útiles a la

socialistas de Europa, será la dedicada a la explicación

qué sea eso del capitalismo y cuales son sus características

fundamentales.

Programa julio

del Partido Socialista Obrero Español. 20 de

de 1879. Pág. 319. 55

En

esta explicación vamos a poder encontrar dos frentes de

actuación. dinámica

Por un lado, atenderemos a la explicación de la propia del sistema capitalista según el análisis socialista;

por

otro, y buscando ser coherentes con el primero, examinaremos

por

qué motivo los socialistas calificarán al sistema capitalista

de

injusto.

Así, ver de

analizaremos la visión socialista del Capitalismo para

qué significado preciso tiene que este sistema vaya en contra la propia Razón y, por ello, nos veremos obligados a analizar

toda propio

la idea de salario que gira en torno, definiéndole, al sistema.

56

UNO:

CAPITALISMO Y TRABAJO

Lo

primero que observamos en el estudio general del propio

capitalismo burguesa

como sistema productivo característico de la época

es el hecho de que aparezca siempre como una relación

individualizada, proletarios

reducida, entre dos sectores de la producción,

y capitalistas, dentro del modo de producción vigen

te.

ttCada proletario es expropiado diariamente de una parte

del producto de su trabajo por el capitalista. La

propiedad del producto es exclusivamente del

poseedor

de los medios de producción, del capitalista.

(...)

El

obrero pierde toda parte de propiedad en el producto

del

trabajo, recibiendo en cambio el salario que se

reputa

2

el valor de su trabajo.”

2

Jaime Vera, pág. VI y VII.

A lo largo del presente capítulo nos fijaremos sobre todo en el análisis del Informe Vera presentado a la Comisión por ser el lugar donde más se detalla el análisis del sistema capitalista. Para ver un excelente análisis de dicho informe y su relación o no con el análisis original de Marx del Capitalismo ver la introducción de Jiménez Araya en Notas a una edición crítica del Informe de Jaime Vera , en Elorza, Antonio e Iglesias, M Carmen, Burgueses y proletarios. Clase obrera y reforma social en la Restauración , pp. 45— 71. Barcelona, Laja, 1973. 59

Ya

sea en la relación estrictamente individual entre un

empresario, comercial efectúa

o burgués, y un obrero; ya sea en la transacción de compra—venta de trabajo que como generalidad se

entre la clase burguesa, dueña de los medios de produc

ción,

y la clase proletaria, que sin poseer ningún otro bien para

vivir

debe vender su fuerza de trabajo, el Capitalismo es una

realidad algo

que aparece siempre dentro de la esfera del trabajo como

particular

individuos,

e

individualizado:

un

negocio

personal

o conformaciones de clase, concretos.

“Este es el negocio del capitalista; perfectamente conforme fuerza

con las leyes generales del cambio, compra la de trabajo en su valor, en lo que cuesta su

producción consumir, ha

(sustento del obrero, salario); pero al al emplear el capitalista esta mercancía que

comprado, y cuyo uso le pertenece, no sólo encuentra

reproducido

el valor de ella, sino que recoge más valor

(plusvalía).

La por

suma de estos valores gratuitamente obtenidos

el capitalista constituye el capital, que puede

definirse,

por tanto: trabajo no pagado.”

Ibídem.

60

de

De

esta forma, se destaca como especialmente importante la

relación

que

comprador

de la fuerza de trabajo, encarnado socialmente por la

burguesía, bajo,

establece

en

términos

laborales

entre

el

y aquel que la vende a un precio necesariamente muy

para

producir

representado no

se

plusvalía,

el

beneficio

capitalista,

por el proletariado industrial. Pero esta relación

se va a presentar tanto como una abstracción mental que la

determine

a ella misma como la consecuencia del capitalismo, es

decir:

no será tomada como algo más que los meros casos indivi

duales

que la forman, sino como la base individual, a saber: ella

será

la causa del propio sistema capitalista al cual se debe.

Así,

el estudio del sistema capitalista se centrará sobre todo en

la

compra-venta de trabajo como, en su generalización, la causa

de

su existencia, pero nunca situando a esta misma compra—venta

concreta encima

Lo

como consecuencia de algo ajeno y que se sitúe por

de la mera acción individual.

que importa aquí, pues, es esa pluralidad de casos de

compra—venta empresario

de trabajo donde uno o más obreros trabajan para un

y que acabará dando la razón al planteamiento inicial

en

cuanto a ser eso en definitiva el sistema capitalista tanto en

su

origen como en su fin. Así, la generalización de los casos de

compra—venta la

dan sentido a la afirmación de que es ésa y no otra

esencia misma

aritmética produce

del capitalismo, es

decir: la acumulación

de una explotación tras otra al proletariado que

beneficio económico para la burguesía.

61

Pero

debe quedar claro que dicha esencia se prescribe como

un

a posteriori. No se trata de que el capitalismo como estructu

ra

social previa se realice a través de la compra—venta, sino que

a

través de la compra—venta se realiza el capitalismo, pero sin

viceversa.

Y esto, viene a significar que es éste, el sistema

productivo, del de y

la consecuencia material de aquélla, la compra—venta

trabajo: el capitalismo viene determinado por la compra—venta trabajo entre la burguesía y el proletariado y él mismo es eso

únicamente eso.

Para cuanto intento

Marx, sin embargo, el Capitalismo es una totalidad, en

a que su contradicción nace de sí frente a su condición de de dominación, real y efectivo, de todos los órdenes de

la

vida humana, o, más exactamente, una pretensión de totalidad

y,

si se quiere y siendo también exactos, de totalitarismo. Es

decir,

se observa en Marx ya una visión muy alejada de lo que

podríamos

denominar afán economicista. Lo importante no es la

explotación campo

inmisericorde de tipo exclusivamente económico en el

limitado de la compra-venta del trabajo humano, sino la

explotación la

real, total, de todos y cada uno de los aspectos de

vida humana.

“Es donde

sólo en la elaboración del mundo objetivo en

el hombre

se

afirma

realmente

como

un

ser

genérico.

Esta producción es su vida genérica activa.

Mediante

ella aparece la naturaleza como su obra y su

realidad. zación

El objeto de trabajo es por eso la objetivi

de la vida genérica del hombre, 62

pues

éste se

desdobla cia,

no sólo intelectualmente, como en la concien

sino activa y realmente, y se conteiripla a sí mismo

en un mundo creado por él. Por esto el trabajo enajena do,

al arrancar al hombre el objeto de su producción,

le

arranca

genérica,

objetividad

y transforma su ventaja respecto del animal

En

el capitalismo nos encontramos, para los fundadores del con una explotación cierta y evidente del obrero por

del

económica aparece

capitalista

cuya

misma

realidad

de

explotación

define al sistema. Es importante señalar como apenas la idea de producción de capital en un sentido general,

reproducción del sistema y acrecentamiento del mismo, sino que

siempre

se trata de una relación de explotación particularizada,

decir: los dos protagonistas de la historia son el obrero, que

vende la

su real

desventaja.’”

parte

es

genérica,

en

P.S.O.E.,

de

su vida

su fuerza de trabajo en el mercado, y el empresario, que se

compra al mínimo precio posible.

Karl Marx, Manuscritos, Editorial, 1985. ‘

pp.

112—113. Madrid, Alianza

Conviene recordar esto para mantener las diferencias con el análisis de los fundadores y primeros miembros del Partido Socialista Obrero Español. Y conviene tenerlo en cuenta, como ya advertíamos en la Introducción, no para observar si son o no son “marxistas” (denominación que es de muy difícil, si no imposible, definición) o para poner a prueba su ortodoxia, sino para ver cuáles son los límites de su proyecto teórico frente al objeto que se les presenta.

63

Las

dos clases sociales que por antonomasia pertenecen al

capitalismo, clases en

aparecen, de forma aparentemente lógica, como las

que a través de su actividad de compra—venta del trabajo

el mercado forman el mismo

diferencia como

sistema5 (y creemos que esta

no es yana). El capitalismo es la suma de burguesía,

explotadora, y proletariado como explotado.

“Para miseria

librarse, pues,

los trabajadores

social, el envilecimiento

dependencia

de

la

intelectual y la

política, precisan de todo punto destruir

lacausaqueengendraestosmales,yqueessencilla menteladominacióneconómicaquelaclaseburguesa elercesobreellos. rezca,

y la esclavitud humana termine por completo, es

necesario

arrebatar

instrumentos

Conviene, ninguna es

Mas para que este dominio desapa

de

manos

de

la burguesía

los

de producción que hoy monopoliza.”

así, pararse a pensar qué significa eso de que en

ocasión, al menos tal y como Marx, que no olvidemos que

el ejemplo que ellos mismos se ponen como paradigma,

trataría, sería

lo

se anteceda la existencia de un sistema previo, que

reforzado por la explotación y, al tiempo, reforzaría a

Aunque este punto lo analizaremos con más detalle en la segunda parte, conviene recordar como el elemento que definirá al socialismo español será el antagonismo de clase.

6

III,

Pablo Iglesias, Comentarios. El programa socialista. Art. pág. 138. El subrayado es nuestro. 64

ésta,

a la explotación, individualizada en un empresario, del

obrero.

Se idea

puede considerar, como primera causa, que es debido a la

que

subyace bajoel

manifiestos, de

de los

el del 5 de octubre de 1879, que aparecen a lo largo

los orígenes del socialismo español. En él se afirma el

trabajo y

epígrafe que encabeza uno

como la fuente de la riqueza de las naciones. Con ello,

analizando ideológicamente dicha idea, se pueden sacar a luz

algunos

puntos básicos de la propia ideología del movimiento

obrero.

“El El

trabajo es la fuente de vida de las naciones.

capital es el fruto del trabajo. La propiedad del

fruto

del trabajo es, en general, el móvil de todas las

acciones humanas. De la forma que revista la propiedad, del

modo como se verifique la producción y el reparto

de

la misma dependen la paz y la felicidad de las

sociedades.

Por no presidir la razón y la justicia en

la constitución de la propiedad, las sociedades pasadas y

presentes se han dividido en clases enemigas, que han

convertido se

5

la Tierra en campo de batalla, atormentándo—

sin descanso ni piedad.”7

Manifiesto Programa del Partido Socialista Obrero Español, de octubre de 1879. Pág. 322.

Aunque explícitamente esta idea no vuelva a citarse, creemos que es algo que no deja de acompañar al movimiento socialista. Efectivamente, siempre que se quiera señalar la diferencia esencial entre la burguesía y el proletariado se hará hablando 65

Por fuente que

un lado, se observa como al situar el trabajo como

de toda riqueza, lo socialistas españoles están asumiendo

es únicamente

propiedad crea

aquél

en

su actualidad

el que

crea

una

tangible. Es decir, admitirían que el trabajo actual

riqueza en cuanto a su elaboración concreta y presente pero

no

como forjador de algo que permanezca después del propio acto

de

trabajar y haga de este acto no algo que libere (cree riqueza)

sino el

algo que esclavice al trabajador. A partir de ahí, comenzará problema, pues del mismo modo- que se admite que es sólo el

trabajo que

concreto el forjador de la riqueza, no se puede admitir

haya una realidad ajena a él, aunque estuviera formada de

alguna

manera

condiciones del

por

él mismo,

y

que

siendo previa

cree

las

de explotación en las cuales se desarrolla la vida

proletariado.

Esta fue,

descripción del trabajo como única fuente de riqueza

como es bien sabido, criticada por Marx en el programa de

Gotha.

En dicha crítica decía:

El Esta

trabajo no es la fuente de toda riqueza

frase sólo es cierta si se sobrentiende que el

trabajo

se efectúa con los correspondientes objetos e

instrumentos. permitir

Los

Pero un

programa

socialista

no debe

que tales tópicos burgueses silencien aquellas

condiciones (...)

(...)

sin las cuales no tienen ningún sentido. burgueses tienen razones muy fundadas para

del segundo como la clase que crea la riqueza y de la primera como la clase parásita. 66

atribuir pues

al trabajo una fuerza creadora sobrenatural;

precisamente del hecho de que el trabajo está

condicionado que

no dispone de más propiedad que

trabajo, social

Sin

y de civilización, esclavo de otros hombres”

embargo, por esa misma

dificultad

se

su fuerza de

tiene que ser, necesariamente, en todo estado

socialistas

vaya

por la naturaleza se deduce que el hombre

8

aceptación por parte de los

del trabajo como fuente de

la riqueza surge

la

a la hora de enjuiciar el capitalismo como algo que

más allá del propio resultado laboral y de la relación que establece en el mismo. El hecho de que se pueda afirmar que

existe

una realidad que es previa a esa riqueza producida por el

trabajo

actual, es decir una riqueza acumulada anterior, que no

importa

si ha surgido exactamente del trabajo, y que además de

ser

anterior a él y su causa es, al tiempo, su consecuencia, no

cuadra

dentro del esquema socialista. O mejor dicho, y siendo más

precisos

en

estructura

dominio auténtica

para

ellos

es

posible que dicha

se forme a través del trabajo desarrollado por los

proletarios, determinada

los términos,

y que una vez formada se perpetúe en una forma de relación social, pero siempre subyugada bajo el

de lo previo: la relación forjadora

y

esencia

laboral constituida como

del capitalismo

como

sistema

social.

Karl Marx, Crítica del Programa de Gotha. Moscú, Ed. Progreso, 1977, pág. 10. 67

Así, frente

se tiene siempre claro qué es lo primero y fundamental

a aquello que carece de importancia tanto a nivel del

análisis

teórico como para tenerlo en cuenta a la hora de la

anhelada

revolución. La relación social de un comprador y un

vendedor

es previa y necesaria al producto final de su compra,

que

no resulta ser otro sino el propio capitalismo. Esta idea

mantiene venta

pues cierta reciprocidad entre las partes, la compra

y el capitalismo, pues de manera más o menos indudable

existe

una relación en la que, como factores o como sumandos,

aparecen

ambas realidades y tanto una como otra guardan cierta

relación

entre sí conforme a ser o forjador o forjado.

Así, también dicha la

resulta evidente esa reciprocidad pero, a su vez, resulta de ahí la ausencia de una dialéctica pues en

relación, tanto la establecida por las clases sociales como

de la compra-venta con el capitalismo, ninguna de las partes

actúa

como negatividad ante el

componentes el

resultado final, sino como meros

sumatorios de una realidad que viene

conformada por

número de sus elementos.

Además burguesas

de esto, conviven con este pensamiento ciertas ideas

acerca del trabajo que calificarían a éste como aquella

actividad

que

produciría

una

riqueza

económica

eminente

e

inmediata,

dejando de lado cualquier otro punto de vista que

sobre

la realidad del trabajo se pudiera hacer. La identificación

entre

trabajo y trabajo asalariado viene así dada en cuanto a la

cuestión

de la creación de riqueza, pero

solamente

es admitida en cuanto ésta es tomada como referencia de 68

la propia riqueza

producción neutral. produce algo

material de algo y ese algo es tomado como un aspecto Y, además, como hecho capitalista de una realidad que

un beneficio económico al transformar algo sin valor en

que ahora adquiere valor y, como consecuencia de ello,

adquiere

riqueza.

“Considerando, trabajo que

en efecto, en todo producto del

un substratum material y un elemento dinámico,

es el trabajo humano condensado en el producto,

sólo

el

elemento

capitalista, mercancía

dinámico

es

productivo

para

el

porque la fuerza de trabajo es la única

que cuesta menos que los valores que crea.

(...)

La acción

productividad del trabajo, engrandecida por la colectiva y por la perfección de los elementos

auxiliares, la

es infinitamente mayor que la necesaria a

reproducción de la fuerza de trabajo gastada, esto

es,

que la necesaria para el sustento de los trabajado

res.

O, lo que es lo mismo; los valores creados por la

fuerza valor

El fuente

de trabajo son infinitamente mayores que el y coste de esa fuerza.”9

problema, por consiguiente, aquí no radica en que sea la de trabajo humana la que cree el valor, sino que ésta es

también

aquella

que

identificación

como

producido

la

Jaime

con

crea

la riqueza.

símbolo

de

riqueza que

Vera, pág. VI-VII. 69

Y,

igualdad,

de

él

a través igualar

remite en

la

de el

esta valor

sociedad

capitalista

como beneficio del burgués. Lo falso no es pues

únicamente

el error, que podríamos calificar de técnico, de no

comprender

que el valor en cuanto tal no es un atributo abstracto

y

autosuficiente, sino que necesita de una realidad previa para

realizarse ideológica

sobre

objeto,

sino

un

error

de

profundidad

mucho mayor.

Efectivamente, riqueza

el

la unión efectuada entre

la creación de

y el valor humano es de tintes similares a la que se

podría

realizar desde la conciencia burguesa entre el trabajo

pagado

con un salario y la praxis. Los socialistas españoles unen

así do

aquello que es propio del capitalismo y del sistema asalaria a él vinculado, como sería en este caso la riqueza, con lo que

sería de

propio de los seres humanos, su capacidad de crear valor,

praxis. La riqueza no es ya pues el resultado económico del

sistema de

de explotación vigente, de aplicar el valor a condiciones

explotación capitalista, sino que resulta de la mera,

abstracta, ciones vidad

y

aplicación del valor, dejando a un lado las condi

misma de dicha aplicación. La riqueza, la mayor producti y el mismo trabajo asalariado, comenzarán a tomar un valor

positivo

10

A

por crear riqueza.’0

ello se unirá, como veremos en la parte dedicada al

análisis de la revolución, que dicha riqueza creada generará una cada vez mayor cantidad de productos que, a su vez y de forma proporcional, aumentarán las mercancías sin salida, debido a la baja retribución de los obreros, en el mercado. Con ello sobrevendrá la crisis que, según el esquema socialista, permitirá la revolución.

70

Todo decir,

esto, en su versión socialdemócrata alemana, le hará

con razón, a Walter Benjamin, en su tesis undécima:

“Ya este

el Programa de Gotha lleva consigo huellas de

embrollo. Define el trabajo como “La fuente de

toda

riqueza

objetaba que

cultura”.

Barruntando

algo

malo,

Marx que el hombre que no posee otra propiedad

su fuerza de trabajo “tiene que ser esclavo de

otros No

y

hombres que se han convertido en propietarios”.

obstante sigue extendiéndose la confusión

concepto

(...)

Este

marxista vulgarizado de lo que es el trabajo

no

se pregunta con la calma necesaria por el efecto que

su

propio producto hace a los trabajadores en tanto no

puedan sos

disponer de él. Reconoce únicamente los progre

del dominio

reconocer rasgos

de la naturaleza, pero no quiere

los retrocesos de la sociedad. Ostenta ya los

tecnocráticos que encontraremos en el fascis

mo.

La

riqueza como resultado social de una forma concreta de

sistema

productivo, es decir, la forma productiva capitalista,

produce

con sus beneficios capital que para los socialistas

españoles valor,

puede ser considerado como riqueza y por ello como

sin hacer ningún tipo de distingo entre lo que verdadera

mente

es riqueza social y aquello otro que no sólo no lo es,

tesis

Walter Benjamin, Tesis de Filosofía de la Historia, 11. En Discursos Interrumpidos 1, Madrid, Ed. Taurus, 1989. 71

quedando

reducido

social,

a beneficio

burgués,

sino

que incluso

es

y humanamente, improductivo.

“Y Rcuál ha sido el factor positivo aportado al progreso factor

histórico-por positivo,

producción trabajo,

el

innegable

e

indestructible

es la

colectiva, la organización colectiva del la

perfección

el sistema capitalista? Este

concentración,

el

desenvolvimiento

y

de los medios productivos, merced a lo cual

poder del hombre sobre la Naturaleza se multiplica

hasta

el infinito y se hacen fáciles las gigantescas

empresas término

que caracterizan nuestra edad; en tanto que el antinómico, inconciliable, el término negati

vo,como resulta de los sumarios razonamientos preceden tes,

es la apropiación individual por lo capitalistas

de

los frutos de la producción colectiva.”

La

idea de que la aceptación social del término riqueza

puede

12

ser equiparada a valor proviene de la imposibilidad de

precisar entre

un pensamiento dialéctico. La reciprocidad establecida

el propio valor, en cuanto mero productor de riqueza, y

esta

misma queda, para los socialistas, en que aquél precede a

12

Jaime Vera, pág. XXVIII.

Esta cita, así en abstracto, podría resultar cercana a los planteamientos marxistas, en concreto a los esgrimidos en el Manifiesto Comunista, pero existe la diferencia del contexto filosófico en que se aplican. Para Vera, lo negativo del Capitalismo es el bajo precio del salario, para Marx la conver sión de la praxis en trabajo asalariado. 72

ésta así

en su realización: la suma de valores hace la riqueza -y es en circunstancias universales de abstracción, sin tener en

cuenta

ninguna característica social concreta: pero esa es su

falsedad esta

ideológica-. La negatividad que pudiera encarnarSe en

misma relación entre el valor y el beneficio económico

capitalista,

en cuanto a que el segundo no es sino la violación

constante

de la praxis humana que debería tener como finalidad

auténtica

convertir el reino de la necesidad en el reino de la

libertad,

no aparece en esa reciprocidad que los socialistas

establecen de

por la que una, la riqueza, es meramente el resultado

la otra, el valor.

Precisamente, en

para los socialistas la praxis se transforma

trabajo productivo cuando ayuda a la creación de esa misma

riqueza’3. La tasa de plusvalía, clave en la idea de salario de los

propios socialistas españoles, queda así reducida a cuánto

faltaría del

en la nómina del asalariado para igualarla con esa parte

valor, y con ello de la riqueza social, que el propio

proletario serle

ha depositado en el objeto durante su trabajo y que de

dada implicaría una retribución justa’4.

Como veremos con más detalle en la segunda parte de esta tesis, una de las causas del interés de mantener el término “obrero” dentro del partido y la desconfianza hacia los elementos intelectuales se relaciona con esto. ‘

Este entramado ideológico de unir valor y riqueza produci rá, como veremos, la necesidad de relacionar la Ley Férrea de los Salarios con la devolución del Producto tn.tegro del Trabajo en aras de superar la injusticia del Capitalismo. ‘

73

En

esta idea de trabajo cohabita, pues, un aspecto de la

utilidad cuanto

del trabajo como abstracción, la praxis es útil en

convertida en objeto que crea riqueza social, con otro que

convierte menos de

una forma de representación, de la praxis y no en traición

la misma.

El neutral, da

al propio trabajo asalariado en representante, o al

trabajo producido en el capitalismo es pues un trabajo una representación de la praxis sin ideología determina

en cuanto a su realización y que únicamente se ve roto en su

reciprocidad Lo

a través de la paga injusta que por él se realiza.

que el capitalismo devuelve al obrero como retribución por ese

esfuerzo

es lo que marca la justicia o la injusticia de la

relación,

ya que ésta ha sido tomada como una reciprocidad y como

tal

debe mantener cierta redistribución entre lo que uno, el

proletario la

con su fuerza de trabajo, da y el otro, el burgués con

paga de su salario, ofrece a cambio de esa donación. No hay ni

negatividad

ni potencialidad no desarrollada en el proceso, ahora

inexistente, desarrollo que

de humanización

del mundo,

a pesar

de que

su

fuera a la vez posible y necesario, ni nada que tenga

ver, por activa o por pasiva, explícita o implícitamente, con

cualquier discurso

hecho que haga una mínima mención a algo ajeno al positivamente economicista.

Resulta

ejemplificante, y creemos que muy sintomático, que

la relación mercantil de compra, por una de las partes contratan tes,

de la fuerza de trabajo del otro, quien se ve obligado a

venderse

por su necesidad, sea el rasgo básico que determine al 74

sistema

capitalista sin ningún otro elemento añadido.De esta

manera,

la presentación del capitalismo como un mero desarrollo

injusto

de compra—venta de la fuerza de trabajo, la presencia de

un

obrero (o de toda la clase obrera, en cuanto a su generalidad

social) de

que tiene que venderse en beneficio de un empresario (o

toda la clase burguesa o capitalista, también en cuanto a su

categoría nable, toda

social) para poder sobrevivir, con tener un incuestio

y evidente, bien es cierto, contenido de verdad, no es

la verdad sobre el objeto. Este, el mismo Capitalismo, queda

presentado humana, ción

como una parcialidad de la totalidad de

la vida

como una realidad que aparece sólo vinculada a la produc

económica

concreta

y

cuyo

máximo

representante

es el

salario’5. Queda así reducido lo injusto del salario, o lo que será

con el transcurrir del tiempo la paga justa del mismo, a lo

injusto

del capitalismo.

A propósito de esta misma conclusión en la economía Política burguesa decía Marx: Se comprende fácilmente que en la economía Política el proletario, es decir, aquel que, desprovis to de capital y de rentas de la tierra, vive sólo de su trabajo, de un trabajo unilateral y abstracto, es considerado únicamente como obrero. Por esto puede la Economía asentar la tesis de que aquel, como un caballo cualquiera, debe ganar lo suficiente para poder trabajar. No lo considéra en sus momentos de descanso como hombre, sino que deja este cuidado a la justicia, a los médicos, a la religión, a los cuadros estadísti cos, a la policía y al alguacil de los pobres.” Karl pág. 59.

Marx, Manuscritos. Madrid, Alianza Editorial, 1985, 75

Así,

el proceso de trabajo queda plasmado en la importancia

concedida

al

precisamente procura

proceso

el

olvido

procurado

a

aquello

que

es la consecuencia de ese mismo trabajo que no

felicidad

comprobar

del

salario y

sino desgracia’6. Es efectivamente

curioso

como precisamente el objeto concreto resultante del de trabajo en el capitalismo, la mercancía, desaparece

análisis efectuado por los socialistas españoles. De esta

manera, como

la forma mercancía no se investiga nunca en cuanto tal,

el resultado social, sino que el objeto producto del trabajo

aparece

siempre relacionado con la individualidad que

llevado

a cabo, con el trabajador concreto y su sueldo como

paradigma

lo ha

de dicho objeto, y no con la realidad social que lo

conf orma.

E

igualmente ocurre con la idea del Capitalismo como un

sistema ción

que integre la vida total de los individuos. La concre

que exige

capitalista cualquier la

el método científico al estudiar el sistema

se consigue así a base de eliminar del análisis

hecho que pudiera alcanzar mayor repercusión social de

inera relación laboral. Y esto se produce debido al afán

positivista volcado

los socialistas. La realidad del salario aparece en

relación

con la del objeto producido en la esfera de trabajo y

desaparece pudiera

que en el propio método científico previamente han

así cualquier otra relación que el Sistema económico

mantener con algo que no sea ya esa misma relación. La

positivización

16

1986.

del

análisis

“científico” del

Capitalismo

se

Karl Marx, El Capital. México, Fondo de Cultura Económica, V.I

,Pág. 426. 76

elabora

a partir de fijarse en el beneficio económico que se

procura

el capitalista y en su diferencia con lo pagado al

obrero.

El capitalista (categoría no natural, no lógica, sino un

puramente histórica) se presenta por lo tanto, en tiempo del desarrollo de la humanidad interpuesto

entre

la fuerza de trabajo y los medios de producción. (...)

Si fuera

el valor producido por la fuerza de trabajo igual

función,

por

substratum quedaría medios

aplicación

al

su

consumo,

elemento

por

pasivo

su o

que transforma, el capitalista

reducido a proporcionar gratuitamente sus

su propósito, que es aumentar los valores

posee, conservar su riqueza y aumentarla, consu

base el

incesantemente de ella. Quedaría destruida la

del sistema capitalista. No sólo no sería posible incremento y concentración de los medios producti

vos,

que representan la coagulación de la fuerza de

trabajo, dose,

Las

el trabajo acumulado, sino que irían reducién

aminorándose por el consumo de la clase capita

lista.

17

su

por

de producción a los hombres de trabajo; no

miendo

ninguna

producido

material

conseguiría que

al

I17

relaciones

sociales de producción

no parecen tener

capacidad transformadora, para bien o para mal, de ese Jaime Vera, pág. XIV. 77

mismo a

capitalismo fosilizado. Lo previo del sistema económico, su

priori que consiste en que las relaciones sociales tengan que

ser,

necesariamente y sin cambiar un ápice, como están siendo, es

lo

único que reproduce el entramado social y con él a sí mismas.

Y

lo es porque, precisamente,

relaciones

el capitalismo

es sólo

eso:

sociales determinadas en un modo productivo concreto.

Pero,

a su vez y como consecuencia de lo anteriormente expuesto,

dicho

modo productivo no es más que el resultado de la adición

realizada mente

tomando como sumandos las relaciones sociales previa

establecidas.

Queda sociales, final

y

claro

que

lo

primigenio

son

las

relaciones

pero ellas mismas son también, a la vez, el producto

y último, puesto que lo constituyen realmente, del capita

lismo. el

así

Se puede, consecuentemente, hacer la identificación entre

capitalismo con las relaciones sociales que en él se forman: con nada más. Y lo que verdaderamente interesa, y lo verdadera

mente

importante,

producción, relación

es

cómo

sean

esa

relaciones

sociales

de

cómo se produzca la explotación en concreto de la

laboral.

Lo

que el socialismo español asume, y con él se podría

incluir

a toda la socialdemocracia, es un capitalismo de talante

meramente humana,

economicista y no, como en Marx, la propia existencia su limitación absoluta en la estructura totalitaria

característica

del

Capitalismo.

Por

ningún

lado aparece

el

Capitalismo

como algo diferente del mero beneficio económico del

capitalista

logrado en el proceso de producción de trabajo. Es 78

decir,

el Capitalismo, lejos de tener una realidad propia que se

impone,

incluso, sobre

producto

costreñido a las forma social de relación que él mismo

se

la clase

burguesa’8, aparece como un

ha puesto. Juega sobre sus propias reglas para garantizar la

corrección

del análisis previamente realizado.

“Lo es

que es aumento de explotación para el obrero

aumento de apropiación para el burgués. (...)

Pero res

si estudiadas la relaciones entre trabajado

y burgueses en un momento dado de la producción es

innegable

el antagonismo de burgueses,¿cabeesperar,

comoloseconomistaspagadossuponen.queelmismo desenvolvimientodelsistemacapitalistahadeponeren juegolosmecanismoscompensadoresque de a

lleven a punto

concordia a los dueños de los medios productivos y los que sólo poseen su fuerza de trabajo?

Nada producción,

más

absurdo.

yalo

Unos

y

otros

viven

de

la

hemos dicho. Verdad también que

Hay que hacer notar aquí que los socialistas sí que admitirán en cierta medida un capitalismo que se impone sobre la burguesía a través de la idea de crisis económica debida a la anarquía de la producción. El fatalismo revolucionario, la necesidad histórica ineludible que garantiza el fracaso capita lista y el triunfo socialista, es algo que se impondría sobre la voluntad de los burgueses. Sin embargo, el sistema en cuanto tal, en su funcionamiento económico corriente, no aparece como totalitario sobre la conciencia humana ni sobre su vida. Únicamente es la necesidad de producir, lo que llevará a la crisis, donde el capitalista se ve abocado a la fatalidad. ‘

79

permaneciendo cias,

a mayor producción, mayores ventajas para ambos;

pero

esto no impide que una clase se desarrolle a

expensas

de la otra ni que persista el antagonismo de

intereses jornada,

se

inalterables todas las demás circunstan

respecto al salario, a la duración de la a la productividad e intensidad del trabajo,

como

en los períodos de contracción productiVa.”

Pero

en esta misma positivización de la realidad capitalista

19

comete el error comentado por nosotros de considerarlo como

visión general y concreta del mismo. Efectivamente, el capitalis mo

para los socialistas españoles, una vez descubierta que su

célula

fundamental es la relación social de la compra—venta

injusta

de trabajo, pasará a ser un organismo multicelular a

costa

de generalizar dicho proceso. ¿Qué queremos decir con esto?

Pues,

que el capitalismo no pasará de ser sino un número más o

menos

considerable de burgueses que en la compra de trabajo roban

una bajo

parte, producen capital, del sueldo de los obreros que tienen su mando.



La historia de la Humanidad es la historia de la

lucha de clases, y que esta lucha, mantenida constante mente, la

ha dejado algunas de aquéllas, dejando en pie a

fecha dos clases nada más.

De

las distintas clases sociales que en épocas

anteriores

19

existieron, sólo quedan la burguesa y la

Jaime Vera, pp. XIX—XX.El subrayado es nuestro. 80

obrera: duos

constituyen propiamente la primera los indivi

que, disponiendo de los medios de producción, se

apropian

una

desposeídos obreros

tos

de ellos; pertenecen

de

los que

están

a la segunda

los

los proletarios que carecen de dichos instrunlen y para poder vivir o, mejor aún, vegetar, vense

sus

obligados a vender su fuerza de trabajo,

brazos, por una cantidad muy inferior

valores

que

a los

que producen.

Desde

el momento que hay una clase —la burguesa—

vive a expensas de otra clase -la proletaria—

diferencia, tienen

El

,

la

el antagonismo, el odio entre una y otra

forzosamente que existir.”2°

Capitalismo como modo de producción

aparece limitado al

campo de la compra—venta del trabajo, en el terreno del

contrato su

trabajo

los ponen ellos mismos en función e igualmente

forzosamente

propio

del

que siendo propietarios de los instrumentos de

trabajo, todos

parte

y del salario, que el empresario, o la clase burguesa en

totalidad, por medio de la fuerza basada en su privilegiada

situación

social, impone a la clase trabajadora. Trata así a los

trabajadores

como

si únicamente

fueran mercancías,

lo cual

resulta

ser, por cierto, una queja constante del socialismo

español

en sus orígenes finiseculares. Pero dicha crítica es

referida

exclusivamente a los obreros en cuanto tales obreros, es

20

1,

Pablo Iglesias, Comentarios. El Programa Socialista. Art.

pp. 129—130. 81

decir,

en la parcelación de sus vidas que haría referencia a la

necesidad de

de venderse para poder sobrevivir y no a la totalidad

sus vidas.

Todo mente,

el análisis de los socialistas se refiere exclusiva

en su dimensión económica, al salario como forma injusta

de retribución. Sitúan el capitalismo como una cuestión meramente económica, lista,

pero económica tal y como la propia economía capita

a la cual pretenden combatir, al menos esa es su voluntad

de

intención, presenta la economía. Se transforma así la economía

en

un cálculo de beneficios y deudas, de salarios justos y de

retribuciones realidad,

injustas.

Se

entra

en

la

parcelación

de

la

en el juego que el propio sistema tiende desde su

realidad.

Así,

al quedar todo supeditado a la relaciónestablecida

compra—venta a

de

de trabajo, la clave del capitalismo queda reducido

la relación entre el que compra y el que vende. Y por tanto, y

como

veremos a continuación, la medida de la justicia para dicha

relación tal

queda supeditada a esa idea de comprar y vender de forma

que la relación comercial sea equitativa por su proporciona—

lidad.

“Estas relaciones pueden expresarse en una fórmula sencilla:

cadaproletarioesexpropiadodiariamentede

unapartedelproductodesutrabaloporelcapitalis ta:queconlasumadeestosdespolosolatrocinios

82

parcialesaumentaelcapitalyconélelinstrumentode expoliacióndelproletariado.

La

propiedad del producto es exclusivamente del

poseedor

Pues

de los medios de producción, del capitalista.

bien: sólodemostraréisqueelobreronoes

expoliadoorelcapitalistacuandodemostréisqueel salarioquerecibeesigual.comocantidad.alaparte quelecorrespondeenelproductodesutrabaio.”2’

Ciertamente, casi y

parece que la importancia es puesta de manera

exclusiva y absoluta en la actualidad del trabajo no pagado,

con ella, de lo que se podría llamar el trabajo concreto, es

decir:

el trabajo producido por un trabajador o el resultado

aritmético cia

de la suma de todos los trabajadores. Es una importan

concedida al trabajo que cada día resulta del esfuerzo del

obrero,

pero que no tiene en cuenta nada más, y ahí precisamente

comienza

a caer en la trampa ideológica ya que se hace referencia

al

trabajo realizado en cuanto a trabajo remunerado, y no como

traición

Los desde

socialistas españoles hablan del trabajo del obrero

el punto de vista del mismo capitalismo, y por eso deben

acabar que

de algo que es la Praxis.

concluyendo que lo más importante de todo esto es el pago

se da a dicho trabajo obrero. Sin pretender la noción de la

praxis 21

traicionada, es decir, sin entrar en esa noción clave de Jaime

Vera, pág. VI. El subrayado es nuestro. 83

la

dialéctica marxista que es la existencia de una contradicción

que

niega lo actual, eliminada por los propios socialistas de un

plumazo,

la única fuente para juzgar el trabajo realizado se

convierte

en el salario. Pero, y esto es lo paradójico, el

salario

es al tiempo lo *njusto en sí mismo y aquello que decide

cuándo y

hay justicia en la relación establecida entre un vendedor

un comprador.

Así, de

el juicio de valor relacionado con el dinero se compone

forma especial. Lo que importa es, ahora, ver cómo puede ser

recompensada única

recompensa posible sería devolver aquello que se ha dado,

aunque que

sería más justo decir que se ha tomado. Si se consiguiera

eso fuera así, resultaría que la relación de compra—venta

sería

justa cuando se diera una remuneración también justa por el

trabajo de

la entrega de la fuerza de trabajo y ver que la

recibido. Cuando el capitalismo fuera de algún modo capaz

realizar dicha función de compra justa entonces el sistema se

volvería

justo.

De

esta

forma,

y

de

acuerdo

al

análisis

previamente

apuntado,

el salario cobra una importancia capital a la hora de

analizar

el propio sistema capitalista. Y la cobra, no tanto, y

como

sería de esperar, por la producción de plusvalía y la

conversión fenómenos sus

de la praxis en trabajo asalariado, sino por dos característicos del socialismo español, y, también en

orígenes de los demás partidos socialistas europeos: la Ley

Férrea íntegro

de los Salarios y la Devolución al trabajador del Producto de su trabajo. 84

DOS:

LA LEY FÉRREA DE LOS SALARIOS

“El

proletariado, por el contrario, va siempre en

aumento.

El proletario no tiene más propiedad que su

fuerza

vital, que tiene que vender por un miserable

salario. por

Este salario está sujeto a una ley económica,

la cual no puede subir más de lo estrictamente

necesario

la

para malvivir.”

22

Ley Férrea de los Salarios va ser motivo de capital

importancia dentro del análisis del capitalismo por parte de los socialistas la

españoles. La defensa de la afirmación contenida en

teoría de la Ley Férrea de los Salarios, a saber: que el

salario

otorgado a los trabajadores sólo puede mantenerse dentro

de

un estricto marco de supervivencia para el obrero y su prole

y

que nunca

podrá

significativo,

elevarse

sobre

dicho

margen

de

un modo

es una idea básica en el pensamiento socialista

español.

“El fuerza en

del

5

humana no está solamente asegurado, sino roto,

perjuicio del obrero, por los progresos del capita

lismo;

22

equilibrio entre la of erta y la demanda de

el salario será, necesariamente, la expresión

valor de la fuerza de trabajo o inferior a él; la

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español.

de octubre de 1879. Pág. 323. 87

ley

de los salarios (que es un caso particular de la

ley

de los precios), en cuya virtud la retribución del

obrero

se limita al valor de las subsistencias estric

tamente

necesarias

para él y para

su prole, será

cuiiiplidacon inexorable exactitud, aunque se convierta en

sentencia de muerte para la masa obrera que queda

inactiva

Y

en la crisis de producción.

no se repita neciamente que esta ley de los

salarios

es invención anticientífica de

ignorantes,

una afirmación sin pruebas de Lassalle. La

observación

directa la demuestra. La autoridad de los

maestros

de la economía clásica la consagra.”23

Tradicionalmente, se vez como no

agitadores

en la gran mayoría de las investigaciones

ejercita la idea de que la defensa de la Ley Férrea, y a su la entrega al proletario del producto íntegro del trabajo, veremos posteriormente, tiene una estrecha relación, cuando resulta

ignorancia cierto,

ser

esta

su

causa

principal

y directa,

con

la

que había de los escritos de Marx. Efectivamente, es

y es de todos conocidos, que la obra de Marx no era

conocida

en toda su extensión por ningún socialista español.

Incluso,

y de esto también hay pruebas irrefutables, los pocos

que

conocían alguna de sus obras, entre quienes sí estaban Vera,

Iglesias,

Mesa y, seguramente en esta primera etapa también,

García

Quejido, usaban más

propias

obras del filósofo alemán.

23

Jaime

los resúmenes

Vera, pág. XIV. 88

franceses que

las

Pero

ello no implica necesariamente que la aceptación de

determinadas

teorías

planteamientos alejamiento, obras

de

ajenas,

Marx,

e

incluso

sabiendo

ellos

contrarias, mismos

o

no

a

los

dicho

se deba a motivos de ignorancia de determinadas

o pasajes, sino -que consideramos que es debido, fundamen

talmente,

a un componente ideológico en el interior del discurso

socialista que, implícitamente al menos, permite incorporar estas teorías

al ideario revolucionario sin ningún tipo de problemas de

incongruencia. de

Marx

se

fundamenta

No la

Y aún es más, estas teorías ajenas al pensamiento defenderán

como

parte

fundamental

y

parte

que

el ideario del PSOE.

es aquí, consideramos, importante ver qué relación guarda

ignorancia de la obra de Marx con la defensa tanto de la Ley

Férrea del

de los Salarios como de la Devolución íntegra del Producto

Trabajo. Y no lo es porque el objetivo de estudio de la

presente los

investigación no es comparar la obra de Marx con la de

autores que dieron comienzo a la historia del PSOE, sino que

consiste

en confrontar las ideas de ese mismo partido socialista

con

sus propias teorías. El hecho de desconocer, al menos dando

por

válida la tesis de la ignorancia más o menos completa de la

obra

de Marx, que parece fiable y demostrada, por otra parte, la

mayoría mo

de la obra del filósofo alemán, no exime que el socialis

español muestre una coherencia en su discurso. De lo que se

trata

es, por consiguiente, de ver y analizar dicha coherencia,

dejando sido

a un lado, al menos en este sentido, lo que podría haber

si hubieran conocido la obra del propio Marx.

89

Por ella

otra parte, es evidente que la izquierda alemana, y con

por supuesto el SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), sí

conocía

la teoría de Karl Marx, y mantenía contacto con el mismo

Engels,

y, sin embargo, sus elaboraciones programáticas y las

conclusiones de

la coherencia del socialismo español, son muy similares,

aunque dad,

mejor sería decirlo al revés por aquello de la originali

a las del partido socialista de los españoles. Incluso es de

todos

sabidos que ya en propia vida -

aceptación del ya

a las que llegarán, continuando en la reivindicación

de Marx se producirá la

de ciertas teorías que provocará la reacción airada

mismo pensador alemán que no dudará en establecer la crítica al mismo Congreso fundacional del nuevo partido obrero social

demócrata

Lo en

cierto es que la Ley Férrea de los Salarios se convierte

una necesidad dentro del esquema socialista, ya que es el

elemento juicio mo.

en Gotha24.

necesario para marcar la justicia (en este caso en un

desfavorable que reinarcasu ausencia) sobre el capitalis

Si el origen de su aceptación viene

conocimiento aquí

dado por su escaso

de Marx o bien por alguna otra causa es algo que

no resulta importante. Lo que, al contrario, sí resulta

importante,

y de una importancia radical a la hora de explicar la

24

“Sabido es que el mero hecho de la unificación satisface de por sí a los obreros, pero se equivoca quien piense que este éxito efíinero no ha costado demasiado caro.” Karl Marx, Carta a W. Bracke. Cfr. Crítica al Programa de Gotha, pág. 8. 90

ideología

fundadora

aceptación

de la Ley Férrea d.e los salarios es una necesidad de

la

de

la

socialdemocracia,

es

ver

si

la

coherencia en el discurso o bien es, como vulgarmente se suele

decir,

un pegote producto del desconocimiento.

A

este respecto, la presencia de estas dos ideas extrainar—

xistas,

la Ley Férrea de los Salarios y

Producto

íntegro del Trabajo, en el famoso informe de Jaime Vera,

el

la Devolución del

más preparado de los socialistas españoles junto a José Mesa,

ponen

sobre aviso acerca de que no se trata de un mero problema

de

ignorancia. Efectivamente, y como él mismo aseguró, Vera fue

un

lector de El Capital

y, por lo tanto, es improbable que no

conociera,

cuando menos, que la Ley de los Salarios era una

elaboración

extramarxista. Incluso, bien podría conocer que el

mismo

Marx había polemizado, y de forma bastante rotunda como era

habitual

en él, ya con Lassalle al respecto25.

Incluso

en su mismo informe, presentado como un documento

teórico,

el más importante con toda certeza del primer socialismo

español,

Vera colocaa

25

Lassalle como fundador de dicha teoría26.

Por poner sólo un ejemplo, nada más comenzar El Capital,

en el mismo Prólogo, Marx ya critica en una nota a pie de página a Lassalle. Igualmente, en todo el libro no aparece que Marx defienda, ni por asomo, la teoría de la Ley de Bronce (o Férrea, como la llaman los socialistas españoles). Por último, aparecen numerosos párrafos en la obra que garantizan que al obrero se le puede subir el sueldo mucho más allá del mero límite de la subsistencia.

26

dicha

Ver

la cita en la página 86. En realidad, el fundador de

teoría es Rodbertus. Sin embargo, se suele presentar a 91

Es

decir, no existe un interés de presentar, de escudarse en él

sería

más apropiado decir, a Marx como fundador de todo el

pensamiento socialista, sino que se acogen las teorías de acuerdo a

la coherencia con el esquema previo que sobre el Capitalismo

tienen

los socialistas. Y también es muy curioso que sea Vera, el

intelectual reconocido del partido, quien con más ahínco defienda dicha

ley, sin querer esto decir, por supuesto, que el propio

partido modo

no la reconociera como una realidad científica dentro del

de producción capitalista, como se demuestra en que aparece

citada

explícitamente en su programa27.

Lassalle círculos

como autor por haberla popularizado del movimiento obrero internacional.

dentro de

los

Por cierto, es curioso comprobar como hasta el mismo Lassalle, en relación a esta idea de la coherencia, es criticado por José Mesa en su introducción a la obra de Marx la Miseria de la Filosofía. “Sin la poderosa influencia y la resuelta actitud de Marx y Engels, la fracción lassalliana hubiera triunfado, imprimiendo al nuevo partido su carácter burgués y nacionalista.” José

27

Se

Mesa, pág. XXXVIII. cita a través de una explicación de sus característi

cas, sin llamarla a través de su nombre conocido, en el programa del PSOE fechado el 5 de octubre de 1879 (ver cita al comienzo del presente apartado). Igualmente, durante la década de los ochenta es citado repetidas veces tanto en los discursos y escritos socialistas a la Comisión de Reformas Sociales, en el informe Vera y también el de la Asociación del Arte de Imprimir, escrito por Iglesias, como por el mismo Iglesias en sus artículos donde comenta el programa socialista. 92

La

Ley Férrea de los Salarios se presenta como la realidad

social

imprescindible del proceso económico del capitalismo. La

riqueza

creada por el obrero, a través de la venta diaria del

trabajo,

no puede regresar a él más que en forma de salario de

subsistencia en

su familia, ya que si la retribución subiera por encima de ese

mínimo es

resultaría una destrucción del capitalismo (que a la larga

sólo beneficio empresarial). La realidad social y económica

determina cos el

así una clase obrera con escasísimos recursos económi

que ve cómo lo que pone en el trabajo no le es devuelto por capitalismo. La Ley Férrea se inserta dentro del sistema de

producción de y

para que su fuerza se mantenga viva y la reproduzca

como una parte más, y muy importante e imprescindible,

la propia relación capitalista: está integrada en ella misma su desaparición es imposible por su implicación directa con el

beneficio

capitalista.

“La aumento del

Además,

de existencia”

28

la Ley Férrea de los Salarios no sólo se presenta

la descripción de una realidad social, un hecho que se está

produciendo de

de su poder y su riqueza está en razón directa

aumento del proletariado y de la disminución de sus

medios

como

disminución personal de la burguesía y el

de forma más o menos generalizada, sino como una ley

inexorable valor científico que, como tal, es necesario que se

cumpla

dentro del organismo capitalista, pues es una de las

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español. de octubre de 1879. Pág. 323. 28

5

93

características

que le definen. Evidentemente, parece claro para

los socialistas españoles, y para cualquier observador imparcial, que

el sueldo de los obreros de la época no sube por encima del

mínimo sólo la

de subsistencia. Pero la Ley Férrea de los Salarios no

explica que no se den en la actualidad sueldos por encima de

inera subsistencia del obrero y su prole, sino también que es

imposible ley

que esto se produzca. Viene a cumplir el papel de una

de valor

describir,

científico, capaz

de

predecir,

y no

sólo

la imposibilidad de que ocurra un fenómeno determina

do.

ttAsí como hay medidas para apreciar la presión atmosférica, multitud salud

la temperatura

que

nos

rodea

y otra

de fenómenos físicos que afectan a nuestra

y a nuestro bienestar, hay también manera de

apreciar

con exactitud la situación material de la

clase

que trabaja. Este descubrimiento

tiempo

la ciencia económica, y lleva por nombre ley de

los

de

lo hizo ha

salarios.

Con

arreglo a esta

ley, la fuerza de trabajo

(única propiedad del asalariado) vale en el mercado en periodos

normales

trabajo cubrir

(es decir,

cuando

la

oferta de

es igual a la demanda) el salario preciso para las más apremiantes necesidades. (...)

Mas

volviendo al punto a que contestamos, haremos

observar

a la Comisión que la ley de los salarios está 94

sujeta a algunas oscilaciones: cuando hay mucho trabajo y

menos obreros de los que éste necesita, el salario

rebasa

su nivel ordinario, y cuando hay poco trabajo y

muchos

obreros que lo solicitan, el salario desciende

de

aquel nivel.”29

La

interpretación es pues la de un capitalismo sujeto a una

realidad ser.

previamente definida y que no puede cambiar de forma de

Al unísono con la Ciencia positiva, que busca leyes de

explicación su

necesarias que expliquen los fenómenos con la idea de

predicción (y, con ella, de su dominación), el positivismo

arraigado

en el pensamiento socialista presenta a los organismos

sociales

al modo de los objetos físicos de la naturaleza, que

pueden sacar

ser reducidos a una serie de variantes cuantificables y con ello unas leyes de obligado cumplimiento para esa misma

realidad

Es

a la que a su vez definen.

una suerte de fijisinoevolucionista. Es un fijismo porque

los

seres vivos, en este caso el capitalismo, nacen prefijados

como

especies inalterables y sujetos a una serie de característi

cas

que no pueden transformar y que les afectan. Pero, al tiempo,

es

un

evolucionismo

concreto,

pues

esos

mismos

seres,

en

este

caso

el capitalismo, están llamados en su enfrentamiento con

la realidad hostil a dar paso a una nueva especie, el socialismo, en

su derivación. Lo que destaca es precisamente ese punto de

imposibilidad

29

de

de que se produzca un fenómeno que haga renovarse

Pablo Iglesias, Informe escrito de la Asociación del Arte

Imprimir, pág. 466. 95

o

transformarse al ser en cuestión sin que eso iniplique su

desaparición,

pues entonces estaría en jaque la propia selección

natural30.

Como

deducción de este

precisamente formación la

la crítica se debe referir

a aquellos puntos que se consideran esenciales en la

de capitalismo y cuya existencia definan a éste. Y aquí

palabra esencia revela un contenido filosófico y a la vez

científico. es

esquema,

Por un lado, y esa sería su significación filosófica,

aquello que hace que las cosas sean como son, lo invariable

Este esquema del fijismo evolucionismo es también aplicable a la ideología burguesa, pero al revés. Para ella lo fijo e inmutable sería la propia naturaleza en la cual se desarrollan los seres, el sistema capitalista, marco donde ocurre la vida e inalterable ya, mientras que los individuos de la especia cambiarían adaptándose a esa situación o no, y por consiguiente llegando a ser o proletarios, inadaptados, o bien pertenecientes a la clase burguesa, en la selección de los más aptos. °

“Las producciones teóricas socialistas durante la II Internacional aparecerán teñidas de los mismos tonos de mecanicismo y determinismo imperantes en la esfera científico—natural (...). La aberración gnoseológica es, en definitiva, la misma que en el caso liberal. Lo que aquí varía es sólo el tipo de lectura social que se suele hacer de la teoría darwinista: frente a la interpretación individualista y competitiva del darwinismo social, se practica otra de carácter solidarista, convergiendo en este punto con la lectura cooperativista y reformista antes aludida.”

en

NUÑEZ RUIZ, Diego, Antología de textos sobre “El darwinismo España”. Madrid, Castalia, 1977. Introducción p. 54.

Trataremos siones.

más este esquema darwinista en nuestras conclu 96

del

objeto que puede cambiar en todos

precisamente

sus accidentes menos

en aquello que lo define so pena de dejar de ser ese

mismo

objeto. Por otro, y ahí se inscribe su marco cientificista,

debe

ser

algo

realmente

existente,

es

decir:

positivamente

perceptible

por los sentidos, tangible, y que se dé en grado de

actualidad,

sin tapujos. Así, la esencia del capitalismo debe ser

positiva,

algo que pueda aprehenderse por su validez material,

entendiendo validez, ha

ésta del modo más elemental. Una vez fijada dicha

se puede presentar como esencia aquello que previamente

sido definido como inmutable.

Ya un cual

hemos analizado que la Ley de los Salarios aparece como

punto obligado de la propia estructura capitalista, sin la esta no sería como es. Como algo que, cuando menos, es de

obligado

cumplimiento para toda la realidad del sistema. Pero,

incluso,

algo

viéramos

las consecuencias nefastas que, según Vera, tiene la

inexorable dor,

se nos

olvidaría,

y algo

fundamental,

si no

ley. Consecuencias nefastas no sólo para el trabaja

que la sufre en sus propias carnes, sino que también, y

primordialmente, mente,

para el propio sistema que la produce. Precisa

la clave, al menos la principal, de la defensa por parte

socialista

de la.Ley Férrea de los salarios vendrá dada por la

sencillez

con que ella misma asegura la quiebra, tanto a nivel

teórico,

como criterio de injusticia, como práctico, en cuanto a

la

condición para la revolución, del capitalismo. La Ley Férrea

de

los salarios asegura la evolución del capitalismo al socialis

mo

de

forma

fatal. Estas

consecuencias

continuación. 97

serán

estudiadas

a

TRES:

SALARIO Y JUSTICIA

La

Ley Férrea de los Salarios asegura la imposibilidad del

alza

del precio de venta del trabajo por encima de lo necesario

para

la subsistencia del proletario y su familia. Sin embargo,

más

arriba hemos insinuado que la aceptación por parte de los

socialistas

españoles de dicha ley, e igualmente de la petición

de

la devolución íntegra del producto del trabajo, guarda no sólo

el

interés descriptivo de la mente científica sobre el objeto de

estudio,

sino también el juicio moral del revolucionario. Los

socialistas del

buscan algo que no sólo explique el modo de proceder

sistema, sino que también le haga vulnerable tanto en el

juicio cia,

moral, presentando de forma clara y palpable su injusti como en el hecho práctico, asegurando el desmoronamiento

fatal

del objeto.

Se dentro

trata de que la formulación de una idea cobra sentido de un marco determinado como, creemos, es aquí el caso. La

presencia porque mente

de la Ley Férrea de los Salarios tiene importancia

pone el acento de la injusticia dentro de lo que previa se ha identificado como capitalismo, la compra-venta del

trabajo, injusticia primordial derivada

y,

por

consiguiente,

manifiesta

en

la

se

argumentará

relación

que

que

forma

habiendo de

manera

el hecho, debe también de haberla, como consecuencia de la primera, en el propio hecho. 101

La

injusticia no parte, pues, del principio —no es que en sí

mismo

el capitalismo, el sistema asalariado para los socialistas,

fuera

injusto— sino que, la injusticia final que resulta del

mismo

es el resultado de algo injusto en una parte del proceso,

la

escasa retribución del trabajo, mas no del mismo proceso como

un

todo.

Esta relación crítica pero su

injusticia existente en el capitalismo no es la propia de compra—venta de trabajo sin más, es decir: no es la

al trabajo asalariado como tal, sino que es esta relación

añadiéndole una característica, necesaria de cumplimiento a vez, como es

para

a imposibilidad de pagar más allá del salario

la subsistencia de la propia mano de obra encarnada por el

proletariado.

“Pero no

si el salario tiene un límite superior que

puede exceder, ni aun alcanzar sin quebrantar los

fundamentos

del

estado

económico

presente,

tiene

también

un límite inferior. La producción exige que la

fuerza

de trabajo se conserve. Este límite inferior

está

determinado, de consiguiente, por el mínimo de

subsistencias necesarias para que el obrero conserve su fuerza

La mismo de

de trabajo y la reproduzca en sus hijos.”’

Ley Férrea de los Salarios, la imposibilidad del alza del

por encima del salario de subsistencia, implica un criterio

injusticia restringido, una crítica muy estricta y limitada a

31

Jaime

Vera, pág. XIII. 102

la

relación que guarda el capitalismo con los seres humanos y, en

concreto,

con

injusticia

en la propia relación mercantil una vez ésta ya ha

sido

la producción

y

los productores.

Aparece

la

establecida entre un comprador y un vendedor, y no sobre la

misma

relación en sí. Es decir, la crítica se realiza en ese

lugar

en el que se establece la abstracción, tan querida por la

economía libre

política liberal, de dos personas iguales que acuden al

mercado para cada uno vender sus mercancías. Aquí, sin

embargo, a

la abstracción pasa a pretender ser concreta, ateñirse

los hechos que ocurren, en cuanto se sitúa el mercado laboral

como

realidad última del capitalismo y su constituyente, dándole

una

relación con el mismo

sociales

sistema que crea

las diferencias

a través de las clases.

“El

obrero, por el contrario, por su condición de

individuo

desprovisto de todo género de medios, se ve

obligado

a vender para comprar, es decir, la operación

inversa.

Esto es lo que divide a los individuos de las

dos únicas clases que tienen asiento en la sociedad; es decir,

que mientras el obrero tiene que prestarse a

vender

su fuerza de trabajo

individuo

por una

cantidad, el

que compra vuelve a venderla con un sobrepre

cio,

que es lo que se guarda, porque no está atento más

que

a

realizar

esa

operación

para

acrecentar

su

capital, y únicamente puede conseguirlo aprovechando el trabajo

personal

de

una

103

infinidad

de

proletarios

expoliados, la

por encontrarse en una condición inversa de

en que aquel individuo se encontraba.”32

Por

supuesto, no es exactamente igual que en la fantasía

liberal

en la que ambos protagonistas intervienen en el mercado

bajo

una igualdad falsa, ya que para los socialistas españoles

está

claro que entre el burgués y el proletario no hay una

relación

simétrica entre dos entidades sociales con un poder de

decisión

idéntico, pues mientras que al obrero le acucia el

hambre,

el industrial puede escoger entre ese mismo trabajador o

cualquier algún

otro que forme parte, todos ellos en cierta manera y en

momento, del ejército industrial de reserva (con lo que

ciertamente

no es tanta la abstracción).

“No

llamamos parias a los trabajadores, pero sin

metáfora

alguna afirmamos que el obrero está supeditado

económica

y políticamente a la clase poseedora; que la

libertad

no se ha conquistado para él; que aún existe

la

estratificación de las clases, y que la trabajadora

está

debajo sufriendo la tiránica pesadumbre de la

clase

poseyente; que si ha cambiado la forma de las

relaciones viene

entre la clase poseedora y la clase que

desnuda de todas las armas a la lucha por la

existencia,

subsisten el fondo y la esencia de esas

relaciones,

por cuya virtud, o, mejor, por cuyo vicio,

una

parte de la humanidad se alza con el dominio del

trabajo 32

García

ajeno. Quejido, sesión del 25 de enero de 1885. Pág. 255. 104

Supeditado económica y políticamente se hallaba el siervo; el

supeditado económica y políticainentese halla

trabajador. Los obreros de hoy —y ellos lo saben, y

los

que no lo saben lo sienten— son esclavos, son

siervos, ilusión

Si

a quienes se envuelve hipócritamente en una de libertad.

el esclavo era una propiedad, si el siervo era

un usufructo, el obrero actual no tiene más representa ción

social que la de una mercancía que sólo puede

subsistir

Sin la

embargo, es cierto que sí consideran esa relación como

primordial del sistema económico y la cantidad del salario,su

cantidad cual de y

más o menos holgada, como el contenido básico desde el

juzgar la justicia sobre el capitalismo y dar su veredicto

culpabilidad. Y es ahí donde precisamente surge la abstracción con ella la falsedad. Al pretender concretar tanto dentro de la

realidad situar

del mismo sistema capitalista, caen en el error de la verdad en un momento del mismo, la retribución del

trabajo, y

vendiéndose a diario hasta la muerte.”

cosificando al propio sistema en una realidad concreta

abstrayendo dicho momento de la realidad hasta convertirlo en

absoluto.

Así,

lo que no sería sino una parte mediatizada por el todo

queda

convertido en algo real por sí mismo, abstraído de ese

mismo

todo sin el cual carece en absoluto de sentido, y se le Jaime

Vera, pág. II. 105

acabará mismo te

pudiendo dar sentido en cuanto se le convertirá a él

en el máximo donador de sentido: el capitalismo se convier

en esa acción social de la retribución.

La mismo

justicia o la injusticia quedan reducidas al valor de ese

complemento material que es el salario, cuya mayor o menor

holgura

le convierten en el Procusto cruel, pero en el fondo

cómplice,

del propio capitalismo. Así, lo que el pensamiento

socialista admitir analizar

acaba teniendo de abstracto es precisamente negarse a

el todo como realidad real y, con ello, descubrir y poder el capitalismo como una realidad que se forma como

abstracción

concreta34.

La

justicia, o, en este caso concreto, la injusticia, se

produce

en un momento concreto del proceso productivo sin tener

en

cuenta dicha realidad de producción como un todo. La dif eren—

El capitalismo debe entenderse como una abstracción concreta porque él mismo no existe en cuanto realidad material sino como el conjunto de las relaciones sociales establecidas en un momento determinado. Pero al tiempo, resulta ser él quien señala las condiciones no sólo bajo las cuales dichas relaciones se desarrollan sino incluso de aquellas que marcan la vida de los seres humanos. Igualmente, y como célula básica de ese mismo sistema, lo es ya que en él aquel elemento que resulta como consecuencia de la realización final del propio sistema de producción, la mercancía, es a un tiempo lo abstracto del mismo, pues no tiene valor en cuanto propio objeto sino exclusivamente por algo que se ha depositado en él, y, sin embargo, es al mismo tiempo lo más concreto, pues ella misma resulta ser lo cotidiano del sistema y lo que se presenta como valorado por una realidad que parece surgir de sí misma (y de ahí su fetichización y, por ende, su falsedad). 106

cia

con la tasa de plusvalía marxista, cuya importancia reside en

el

problema de una racionalidad, creatividad, traicionada en

cuanto

únicamente sirve para reproducir el sistema de dominación

vigente del

que, a su vez, es elmismo

responsable de dicha negación

libre desarrollo humano, es pues fundamental. La idea de un

sistema

económico que carece, por un lado, de capacidad para

aumentar

el precio de compra de la fuerza de trabajo, de aumentar

la

paga salarial por encima del límite de subsistencia, y, por

otro,

de generar un bienestar economicista, es pues ajena a Marx.

Pero

no lo es ni a Vera ni, por supuesto y junto a él, al primer

socialismo

español y sus dirigentes.

Efectivamente tiene

para Marx el proceso de trabajo asalariado no

que ver con una relación injusta de reintegración de lo

donado

sino con algo más profundo y que, por mucho que fuera lo

devuelto bajo

al obrero, imposibilita al Sistema capitalista a lograr

ninguna circunstancia una relación justa. El trabajo del

obrero,

defiende Marx,

producción

no sirve en la actual estructura de

para humanizar el mundo (es decir, no es una praxis

que pueda realizarse verdaderamente), sino que únicamente produce más

beneficio y, con ello, más capital. Resulta pues ajena a su

tesis

la idea de que una mayor retribución económica de los

trabajadores

fuera a resultar garante de la eliminación de la

explotación.

“Así

como

el

hecho

de

que

algunos

esclavos

anduviesen

mejor vestidos y mejor alimentados, de que

disfrutasen

de un trato mejor y un peculio más abundan— 107

te,

no destruía el régimen de esclavitud ni hacía

desaparecer obreros,

individualmente,

tampoco de

la explotación del esclavo, el que algunos

acumulación volumen

del

tenerle

sólo

quiere

decir

que

el

se ha forjado ya para sí mismo, pueden

que por muy favorables que sean para el obrero

condiciones llevan consigo la necesidad de volver

venderla constantemente y la reproducción constante

Y

de la riqueza como capital.

forzosamente tiene que ser así, a un régimen de

producción

en que el obrero existe para las necesidades

los valores ya creados, en vez de existir la riqueza

material obrero.

para

las

necesidades

del

desarrollo

del

Así como en las religiones vemos al hombre

esclavizado la

capital

de precio por efecto de la

sujeto sin mantenerse tan tirantes.(...) Es

ampliada

de

suprime

condiciones en que vende su fuerza de trabajo,

estas a

no

y el peso de las cadenas de oro que el obrero

asalariado

las

mejor,

la explotación del obrero asalariado. El hecho

que el trabajosuba

decir,

vivan

por las criaturas de su propio cerebro, en

producción capitalista le vemos esclavizado por los

productos

de su propio brazo.t3S

Karl Marx, El Capital, y. 1, pp. 521—522 y 524. Esta

misma idea ya aparece en los Manuscritos:

“Un alza forzada de los salarios, prescindiendo de todas las demás dificultades,( prescindiendo de que por tratarse de una anomalía, sólo mediante la fuerza 108

Pero, Marx,

al contrario de lo que ocurre en el pensamiento de

para los socialistas el capitalismo queda perfectamente

definido

bajo la forma de la retribución del salario. Esto debe

hacerse

así para huir

de

“metafísicas” y seguir el esquema

positivo:

un criterio que adecúa su pensamiento al objeto ya

presente,

como debe hacerlo un pensamiento positivo, al situar

dicho

objeto como

pensamiento, él. su

algo ya

concluido y

que

lleva a que el

si quiere conocer su verdad, tenga que adecuarse a

Pero este criterio de verdad utilizado por los socialistas en crítica muestra su falacia, y por ello mismo su inadecuación,

frente a la realidad capitalista al situarse dentro del ámbito de la

realidad falsamente verdadera que el propio objeto se ha

formado

por y para sí mismo.

En objeto

que se le presenta como algo aparentemente ajeno en su

proceso dicho

realidad, el sujeto que cree ser capaz de definir un

de investigación, se muestra incapaz de comprender que

objeto viene a ser conformado por él mismo y que su propia

subjetividad independencia

forma parte del objeto, eliminando de esta manera la entre

los dos

factores. Así,

el criterio que

podría ser mantenida), no sería, por tanto, más que una mejor remuneración de los esclavos, y no conquistaría, ni para el trabajador, ni para el trabajo su vocación y su dignidad humanas. Incluso la igualdad de salarios, como pide Prouhdon, no hace más que transformar la relación del trabajador actual con su trabajo en la relación de todos los hombres con el trabajo. La sociedad es comprendida entonces como capitalista abstracto.” Manuscritos,

pág. 117. 109

pretende

presentarse como científico amparándose para ello en la

propia lejos

independencia del método frente al objeto de estudio, de poseer la verdad no sería sino la máxima expresión de la

ideologización través

de

resultar domina

producida por el mecanismo del propio objeto a

su propia

fetichización,

al tiempo

que

lejos

de

el objeto dominado por el propio pensamiento del sujeto,

aquél sobre todos y cada uno de los sujetos e igualmente

sobre

las representaciones de la propia realidad que el investi

gador

socialista cree descubrir.

Así,

lo falso de la visión socialista del capitalismo es el

esquema

conceptual desde el cual arranca su investigación y, por

lógica

en el seguimiento de dicho esquema, el resultado último:

son

falsos porque son coherentes. Piensan los socialistas de

acuerdo ser

a su esquema positivo que si lo presente, lo actual, debe

injusto, como resulta de rigor para poder ejercer la crítica

sobre

ello, dicha injusticia debe ser cuantificable matemática

mente

y relacionada en el máximo grado posible con

previamente

se

capitalismo. corresponderse en cual

do:

identificado

como

la

esencia

del

mismo

La cuantificación, que por otro lado sólo puede con las matemáticas, que han demostrado su éxito

el mundo físico, y ser el resultado de una operación en la funcionan la adición y la sustracción (ésta en un doble

sentido), en

ha

lo que

lleva a la conclusión de fijar la justicia del sistema

aquello susceptible de ser numerado y propiamente cuantifica el salario, la parte económica más positiva en cuanto a su

facilidad

propia de reducción a números, cuentas, haberes y

saldos. 110

“Efectivamente, de

la fuerza de trabajo, por crecido que sea, por mucho

que

se eleve, ordinariamente no llega a pasar ni a

igualar obrero

siquiera en valor a los productos que crea el que lo percibe.

Así, del

con

va

al

bolsillo

del

capitalista,

a que éste sea cada vez más poderoso, cuente

fuerza

a los obreros que de él dependan. Y lo que

ocurre

a un gran patrono o capitalista acontece a los

demás,

sin que los claros que la competencia causa en

al

filas perjudiquen lo más mínimo a su poder; antes contrario, con la concentración del capital, la

fuerza

y la acción de aquél hácense superiores a las

que

antes tenía.”36

Sin

embargo, también se podría argüir en demérito de esta

misma

teoría que presentamos, que en ningún documento socialista

señala que la retribución alta pudiera solventar el problema la explotación. Y

explícitamente

efectivamente,

si bien

es cierto que

no se articula esa hipótesis ocurre, sin embargo,

el eje del discurso enunciado gira sobre la base de dos

teorías

36

II,

que

más medios de dominio e imponga su voluntad con más

sus

que

pues, si el salario no es más que una parte

parte,

contribuye

de

(...)

valor que produce el obrero al cabo del día, la

otra

se

el salario que es la retribución

que demuestran que el sistema capitalista descansa sobre

Pablo Iglesias, Comentarios. El programa socialista. Art.

pág. 133—134. 111

la

base de la imposibilidad real de conceder al trabajador el

producto

íntegro del trabajo, que como luego veremos se reconoce



como la retribución justa, por la existencia de la Ley Férrea

de

los Salarios.

Con

esto,

efectivamente dotar

el sistema capitalista se modificara y pudiera

nivel de vida por encima de la subsistencia, el proceso de de trabajo pasaría a convertirse en justo y con él,

inmediatamente, sólo

el

se considera, recordemoslo, imposible para los socialistas, mundo sería mejor.

mente,

hasta aquí visto será, como ya hemos señalado anterior una de las claves de la imposición de una paulatina

política

reformista. Efectivamente, al fijarse exclusivamente en

relaciones comerciales de compra—venta, lo que quedará como

criterio o

el propio sistema, pues, como ya hemos visto,

consiste en eso. Con una leve mejora reformista del sistema,

Lo

las

si

bastante al producto de su trabajo y con ello elevara

compra—venta

que

de que

a los trabajadores de un salario alto, igual o que se

aproximara su

se podría llegar .a la conclusión

de justicia o injusticia del sistema será la elevación

no del salario sobre lo que se considera un nivel mínimo de

subsistencia.

Al considerar dicha subida imposible,se

revolución.

Pero

consecuencia

de la imposibilidad de realizar dicha elevación por

encima

debe

quedar

claro

que

es

impone la

únicamente

como

del nivel de subsistencia, debido a la Ley Férrea de los

Salarios,

y la vida miserable que ello acarrea por lo que se debe

realizar

el cambio de sistema. Es así una protesta sobre unas 112

determinadas ésta

condiciones de vida y no sobre la vida tal y como

se manifiesta y

sistema propio

se produce. Sobre una parcialidad

del

por más que se quiera presentar a ella misma como el sistema.

De

esta manera, todo el entramado ideológico acerca de la

injusticia

del sistema queda costreñido a la justa o injusta

retribución

de la energía que el obrero despliega en el propio

proceso una

productivo en el que, y de manera directa, participa. En

palabra, la mayor o menor, y será siempre la segunda como

estamos

viendo, holgura del salario recibido como paga por el

trabajo

realizado es el criterio de justicia. No resulta, de este

modo,

vano que cuando Jaime Vera explique en su Informe las

consecuencias,

a su juicio nefastas, de la Ley Férrea de los

Salarios

ponga especial hincapié de forma explícita a la imposi

bilidad

de una suerte de emancipación reformista que consistiría

en

que, de forma improbable dentro

obreros

del propio capitalismo, los

consiguieran adueñarse, ya de manera individual ya siendo

de

manera colectiva, de uno o más medios de producción a través

de

cooperativas.

“Y

¿cuáles son las consecuencias de esta ley,

corolario

obligado del.capitalismo? Helas aquí: ellas

demuestran

que la ley de los salarios es la ley de la

eterna

dependencia y de

la eterna miseria

hombres

de trabajo dentro del sistema capitalista:

113

de

los

l

El grado de la apropiación obrera es indepen

diente

del grado de la riqueza llamada social.

(...)

pero

los hombres de trabajo sólo pueden aspirar, dentro

del

capitalismo, a vivir para trabajar y a trabajar

para

vivir, entendiéndose siempre por vida del obrero

no

la libre expresión de sus facultades y la satisfac

ción

plena de sus necesidades legítimas de todo orden,

sino

su sostenimiento y el de su prole en los términos

más

estrechos.

2

El divorcio entre los medios productivos y los

hombres

productivos es permanente. Limitado el obrero,

dentro

del capitalismo, a los medios de subsistencia

más

económica, tiene que renunciar a la adquisición de

los

medios

productivos

para

trabajar

en

provecho

propio. La emancipación individual de los trabajadores, como

hecho general, es imposible.

32

deriva también de la ley de los salarios la

imposibilidad disminución suicida

para

general del ahorro, que, suponiendo una en el

la

subsistencia

trabajador, y

diaria, resulta

resultaría también

la

ineficacia de la cooperación en cuanto, al reunirse los obreros, su res

sólo pueden aportar cada uno el contingente de

miseria. La emancipación colectiva de los trabajado no puede ser sino es revolucionaria.

114

De mera tas

esta suerte reduce la ley de los salarios a

palabrería todas las peroraciones de los economis burgueses

desvergonzada discreta

y

posible

Seguramente, de una económica

de

los

administración

salarios,

del

ahorro

y de la cooperación posible pueden resultar

beneficios, obreros; dual

¡ Oh, ilusión lastimosa o burla

(...).

la emancipación del proletariado, ni indivi

ni

tolerable obrero.

aunque limitados, para reducido número de

colectiva,

jamás;

ni

aun

siquiera

hacer

la existencia o garantizar la vida media del Ahí está la ley de los salarios para impedir

lo.”37

Pero,

¿por qué tanta atención en negar esa posibilidad?

Claramente, burguesía los

acerca de las cooperativas obreras como la panacea de

males del proletariado. Pero, al negar dicha posibilidad no

como

algo que dejaría intacto el capitalismo y por lo tanto el

problema, se

por un lado es para derrotar los argumentos de la

sino argumentando su imposibilidad actual, y por ello,

concluye, su falsedad, se deja abierta la puerta a que si

fuera

posible su existencia se admitiría como la solución: el

reformismo

La

está servido.

posibilidad de emancipación de

capitalismo

obrera del

quedaría admitida, pues, sin necesidad de transformar

radicalmente libremente

la clase

el sistema, a poco que el sueldo permitiera acceder

a la cooperación como forma de posesión de los medios

Jaime Vera, pp. XV-XVI. 115

de

producción. Por ello, Vera, en los puntos segundo y tercero,

discute

dicha solución no porque no solucionara nada (el sistema

seguiría seres

gobérnando sobre la producción y esclavizando a los

humanos, tal y como vimos en la cita de Marx) sino por su

imposibilidad

de realizarse debido a la existencia de la Ley

Férrea.

Pero,

no es únicamente Vera el que desdeña este horizonte

reformista

por la imposibilidad de su implantación y no cómo algo

que

no solucionaría nada. El mismo Iglesias, cuando acude a la

Comisión

como

representante del Partido Socialista, dice

siguiente:

Y con esto contesto al número del Cuestionario que

pregunta si los obreros llegan a ser patronos.

¿Cómo más

lo han de ser, si cada vez las fábricas son de

valor? Si antes se podía instalar una fábrica con

100.000 duros, hoy hacen falta 200.000. ¿Con qué medios podrá lo

hacerse fabricante e obrero que no cuenta ni con

necesario para su sustento?

En cuanto a las sociedades cooperativas, sucede lo mismo,

porque ninguna de vuestras soluciones puede dar

resultado. nada;

las de producción no pueden luchar, porque se

encuentran que mucho

Las sociedades cooperativas no resuelven

en este caso: tienen que limitarse a obreros

ganan buenos jornales. El Sr. Moret, que se cuida de la propaganda de estas doctrinas, que reco— 116

lo

inienda la cooperación a las clases trabajadoras, ¿por qué

no

se dirige

jornales peones no

que gann

ínfimos

de seis u ocho reales, como, por ejemplo, los

de albañil? ¿Cómo había de decirles a esos que

ganan para comer, que dejen todas las semanas dos o

cuatro a

reales para la sociedad? No; hay que dirigirse

aquellos

obreros que

concurrencia nivelará cuando

Esta

tienen un oficio donde

la

no ha llegado a nivelarlos (que ya los

también), y por esta circunstancia cobran, trabajan, un jornal mediano, del cual puede

separar

propia

a esas masas

dos, o tres, o cuatro reales semanales.”38

esperanza en que la libertad obrera pudiera venir de su

asociación en cooperativas aparece así como un horizonte

reformista

de

conocemos,

real

que,

únicamente,

como

ya

es roto por la imposibilidad del ahorro ante las

condiciones obreros

emancipación

que impone la Ley Férrea de los Salarios. Si los

que construyeron el Canal de Suez (es un ejemplo que el

propio

Vera se aventura a usar) hubieran podido comprar las

acciones

del mismo, se hubieran emancipado. No pudieron, sin

embargo,

por la escasez, necesaria y debida, de su miserable

salario.

“Creyérase, ahorro

y la cooperación como una mina de oro para los

proletarios, son 38

escuchando a los que consideran el

que si las acciones del canal de Suez no

propiedad de los obreros que lo construyeron es

Pablo

Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pág. 211. 117

sólo o

por razón de su desidia... ¡Oh, ilusión lastimosa

burla desvergonzada! Seguramente, de una administra

ción

discreta y económica de los salarios, del ahorro

posible

y de la cooperación posible pueden resultar

beneficios, obreros; dual

la emancipación del proletariado, ni indivi

ni

tolerable obrero.

los

aun

siquiera

hacer

la existencia o garantizar la vida media del

se explica que vosotros lo neguéis con tanto y la consideréis como afirmación arbitraria de

maestros

de la economía tradicional la formularon. Pero

nosotros

sabemos que esa ley es incontrastable, que la

avaricia

burguesa vela cuidadosamente porque no se

infrinja,

y que sólo podremos quebrantarla haciendo

es

posible

es así, que la emancipación de los obreros no resulta porque no poseen, no pueden poseer, sus propios medios de

producción. través

en pedazos el molde económico capitalista, que

el potro de la Humanidad que trabaja.”39

Tal

Esta idea, la posesión de los medios de producción a

de las cooperativas, que se situaba como panacea por parte

los representantes de

Sociológico bien

jamás; ni

socialistas, cuando no ellos, sino los grandes

saltar

de

colectiva,

Ahí está la ley de los salarios para impedirlo.

Así empeño

aunque limitados, para reducido número de

la burguesía tanto

en el Congreso

de Valencia como en la propia Comisión, demuestra

a las claras hasta que punto el problema del capitalismo Jaime

Vera, pág. XVI. 118

para

el partido socialista español es económico y estrechamente

económico.

La a

un criterio economicista de la realidad del sistema capitalis

ta, a

emancipación de la clase obrera, estructurada de acuerdo

convierte al propio sistema en una especie de patrón limitado un

estrecho campo

sólamente

aparece

económica mente,

tanto

en

social. El

cuanto

existe

Capitalismo

una

relación

y de forma excesiva, limitado a una realidad únicamente

contenido

La emancipación obrera aquí planteada es algo de un puramente económico, algo que sólo hace referencia a

condiciones sociales parciales en cuanto a su aceptación del

sistema ción

la realidad

de por medio, es un mero sistema productivo exclusiva

económica.

unas

en

de

económico vigente. La clase obrera logrará su emancipa

cuando tenga dinero, se viene a asegurar.

“Dentro

de una particular y reiterada oscuridad

[de los socialistas], la plusvalía vendría a consistir no

en trabajo no pagado, sino en fuerza de trabajo

despreciada control ría

de los industriales. Su extracción se produci

en el momento de su compra, antes y no durante su

puesta

en valor en la producción. Por lo cual, y

volviendo que

coactivamente en un mercado situado bajo el

la oración por pasiva, cabría incluso deducir

el aumento de salario pondría fin a la plusvalía y

119

al

antagonismo social asentado en una injusta distribu

ción.

La los

pauperación es la conclusión lógica, y afortunada para

socialistas pues ene11a

propio el

estado social del capitalismo. La pobreza a la que condena

sistema capitalista no es una consecuencia motivada por una

situación de

transitoria y que vaya a ser solucionada por algún tipo

medida reformista dentro de la política, sino una necesidad

del

propio capitalismo para su supervivencia. El pago de una

mínima tiene en

es el fundamento de su crítica, del

parte del producto realizado en la jornada de trabajo como última finalidad la obtención de un beneficio que es,

última instancia y como ya conocemos, el capital.

La

pobreza de una parte de la población, y de la parte más

extensa,

es pues una necesidad a medida que avanza el propio

sistema

capitalista y, con él, el mayor beneficio económico

sacado,

precisamente, de la producción de los obreros en relación

al

pago efectuado a ellos mismos. Por eso, precisamente, surge la

idea

de que la restitución de la injusticia generada en el propio

capitalismo devolución

sólo puede llevarse a cabo a partir de la plena del

esfuerzo realizado

en

la fabricación de

los

objetos.

Y que la imposibilidad de que dicha devolución sea

realizada

dentro de una compra—venta de trabajo con las caracte—

40

informes Estudios

ARRANZ, Luis: « El guesdismo de Pablo Iglesias en los a la Comisión de Reformas Sociales », p. 214, de Historia Social, n2 8-9, enero-julio 1979. 120

rísticas

de la capitalista, demuestra bien a las claras

injusticia

de la realidad de este.

“La

baratura en el mercado es la condición de la

victoria; es

luego la depreciación de la fuerza de trabajo

la condición de la fuerza de trabajo es la condición

de existencia de cada capitalista en particular. El que afloja la

en esta tiranía sucumbe sin remedio. El apego a

vida ha de vencer toda consideración humanitaria. Los

(...)

capitalistas, que no rigen el mercado, sino

que

son dominados por él, a despique de toda caridad,

han

de ver mayor desgracia en el deterioro de una

máquina violenta

o la mutilación de una bestia que en la muerte o en

proletarios

41

Jaime

el

desfallecimiento

que los enriquecen.”4

Vera, pág. XXV. 121

gradual de

los

la

CUATRO:

LA DEVOLUCIÓN DEL PRODUCTO ÍNTEGRO DEL TRABAJO.

Como

consecuencia de todo lo hasta aquí analizado,

socialistas

los

españoles manifiestan como necesaria la exigencia de

la

Devolución del Producto Íntegro del Trabajo para restablecer

la

justicia que la situación social de necesidad del vendedor y

el

egoísmo del comprador han escatimado en la compra—venta del

trabajo.

“Pues expoliado salario de

bien: sólo demostraréis que el obrero no es por el capitalista cuando demostréis que el

que recibe es igual, como cantidad, a la parte

propiedad que le corresponde en el producto de su

trabajo”42

Éste, ría

la distribución equitativa dentro de la propia relación

social da. de

el producto íntegro, según los socialistas garantiza

de compra—venta: se retribuiría de forma exacta lo que se

Vendría a paliar, de manera definitiva, esa realidad injusta dos individuos relacionados de forma no proporcional en un

sistema

productivo concreto.

Como Íntegra 42

es bien sabido, el error económico de la Devolución

del Producto del Trabajo consiste en la imposibilidad de Jaime

Vera, pág. VI. 125

mantener, íntegro la

teórica y prácticamente, que se debe devolver el valor del trabajo y al tiempo conservar la infraestructura de

propia fábrica y, por ende, de la sociedad, que de algún modo

habría

de

mantenerse

integrantes. Marx,

con

el trabajo

de

sus

Sumado a este argumento, que también trata, señala

en su Crítica al programa de Gotha43, la idea de que de

llevarse

a cabo

mantener

una

sacarían de

económicamente

esta

serie

acción sería

de

servicios

de

todo

básicos

punto

que,

imposible

precisamente,

su existencia del producto producido por la propia parte

valor no pagado al obrero. Una vez más hay aquí, aparte de lo

meramente

técnico en la imposibilidad económica de la misma

propuesta,

una diferencia esencial en cuanto a la idea de lo que

significa

la propia justicia en un sistema de superación del

capitalismo.

Mientras índole

personal

apropiación del ción

que

los socialistas defienden que

supera

al

capitalismo

una justicia de a

través

de

la

justa de un salario sin necesidad de la superación

propio concepto de trabajo (entendido como la mera realiza de una actividad cuya finalidad última sería satisfacer las

necesidades

individuales y de ahí la importancia capital de la

devolución

íntegra del salario), Marx plantea la necesidad de una

superación

de ese mismo concepto a través de un trabajo cuyo

beneficio

no

es

económico

ni

individual,

sino

social,

de

Crítica al programa de Gotha, pp. 13-19. Marx no sólo ataca a los socialistas alemanes por estos dos temas, sino que también les hace la crítica de pensar a través de categorías burguesas. 126

humanización españoles

capacidad

los socialistas

con ello cierta idea de la praxis en cuanto a

de la humanidad, del ser humano.

vez más, pues, con la idea de que la devolución del

producto

aseguraría

individualización conexión

de

la justicia de las

relaciones

la relación sociales,

aparece esa esa

aparente

que, en realidad y como ya hemos visto, no es más que

abstracción de las propias relaciones vinculadas al capita

lismo.

De esta manera, la caída en el absurdo de estos dos

criterios, otro,

por un lado, la Ley Férrea de los Salarios, y, por

la Devolución del Producto tntegro del Trabajo, como bien

demuestra

Marx en su Crítica al programa de Gotha, no es nada

comparable cierta

con el elemento ideológico que aquí se esconde. En

medida, cabría decir que la crítica de Marx a estos puntos

el programa de Gotha, si bien no está carente de valor en

cuanto un

cierto sentido,

económica que no forma parte de la propia esencia de la

Una

en

En

a través de un incremento económico del salario,

atestiguando

una

mundo.

mantendrían que la praxis puede ser pagada, justamente

retribuida,

vida,

del

que muestra la relación necesaria que debería haber entre

pensamiento que pretende cambiar la realidad y esa misma

realidad, crítica

La

no llega a las últimas consecuencias en cuanto a la a realizar.

necesidad de la medida concreta y particular de la

restitución

del producto íntegro del trabajo, como medida de

justicia evidente ante lo anteriormente expuesto, no es únicamen te

un tema, pues, que caiga en el error económico y por eso haya 127

que

despreciarlo sino que detrás suyo esconde una determinada

ideología. lo

Los socialistas españoles se ven obligados a defender

por ese análisis previo del cual parten como criterio real de

justicia

frente a la realidad injusta del capitalismo.

Ciertamente, venta

del trabajo, si es injusto porque en él no se paga el

salario

por su valor

producto) no

si el capitalismo es la relación de compra

(que sería

igual al valor

del

propio

y el capitalismo es incapaz de poder llegar a ofrecer,

ya sólo a realizar, dicha posibilidad debido al necesario

cumplimiento desarrollo auténtico

de la ley ferrea de los salarios, entonces el

de la justicia sería llegar a pagar por el trabajo su valor: devolver íntegro su producto. Incluso, cuando

comprendan mantienen

el error

económico

al

cual

se

ven

abocados

si

su pretensión, hecho que señalaran de forma explícita

en

al menos uno de sus manifiestos44, en el siguiente programa

lo

volverán a olvidar.

44

garantice

(...)

total

de su trabajo deducidoslosgastosgenerales”

Programa

Pág.

a cada trabajador el producto

del Partido

Democrático

Socialista

Español.

1882.

339. El subrayado es nuestro. Sin

embargo, en el programa de 1888, se puede leer:

total

“garantizando a todos sus miembros el producto de su trabajo”.

Pág.

346.

128

Aquí, sistema

de nuevo, vemos como el capitalismo es únicamente un

económico, y nada más que

necesario ante

eso. De ahí que resulte

que la justicia sea economicista ella misma y ponga

los ojos claramente, a través de su ausencia y su imposibi

lidad,

la explotación, sólo económica a su vez, en cuanto a las

relaciones

entre las dos clases antagónicas. La Ley Férrea de los

Salarios,

y con ella su acompañante privilegiado en aras de la

justicia

futura como sería la posibilidad de recibir el producto

íntegro

del trabajo, es imposible de cumplir en el sistema

Capitalista Como en

y por esa imposibilidad el sistema deriva en injusto.

contrapartida, esa misma devolución es la medida prometida

el futuro socialismo y por ello este sistema resulta justo: da

tangiblemente

lo que quita.

“El

estado obrero no puede ser otra cosa que una

Delegación

para la administración de los intereses

sociales, debe

sin facultades arbitrarias

El trabajo

organizarse de modo que, siendo los instrumentos

propiedad

común de la sociedad entera, sean usufructa—

dos

las colectividades

por

directamente contrato de

íntegro

producir;

obreras que

y esto,

los hagan

mediante un

triple

que garantice a la sociedad el uso científico

dichos

monopolio

5

(...)

instrumentos y

su

renovación

impida el

y garantice a cada trabajador el producto de su trabajo”45

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español. de octubre de 1879. Pág. 328. 129

Estos idea

planteamientos teóricos socialistas representan la

de un sistema cerrado en sus propios y estrechos líniitesde

juego

económico. Y por ello, de una injusticia que se liniita,

puramente, Férrea al

a lo explícito dentro de dichos márgenes. Así, la Ley

de los Salarios no es algo que se añada de forma gratuita

esquema que sobre el capitalismo han diseñado los socialistas

españoles, esquema a

sino una necesidad

imperiosa dentro de ese mismo

y que marca bien a las claras tanto los límites en cuanto

las posibilidades en la retribución económica del capitalismo

como

los propios límites de la realidad que imposibilitan la

entrega

de la justa retribución representada en el producto

íntegro

del trabajo.

La del

moral de la relación, la maldad que existe en la compra

trabajo por un precio mínimo al proletariado, se calibra de

acuerdo a

a un criterio que la misma ideología de larelación crea,

úna idea acerca del nivel de vida. En cierto sentido, esta

ética

forma parte precisamente del análisis previo que se ha

enmarcado

como

objetivo

el

socialismo.

Imposibilitado

de

encontrar

cualquier sentido moral a la relación, sólo el criterio

económico

de que no existe un fiel y aritmético intercambio sirve

para

establecer la idea de la injusticia: es decir, el referente

moral

es la propia idea capitalista del intercambio justo de

mercancías. injusto

Y unido a ella se tiene que añadir la idea de que lo

radica, a su vez, en la imposibilidad que tiene

proletariado burguesía nivel

el

de llevar adelante una vida como la que realiza la

en cuanto a su nivel de vida, debido a que su escaso

económico se lo impide. Así, se concluye, la causa de que 130

la

relación de compra—venta del trabajo sea injusta es porque no

cumple

estrictamente las leyes del comercio propias del capita

lisino, convirtiéndose en una estafa mercantil perpetrada sobre la clase

proletaria por la clase burguesa.

El

pensamiento

únicamente criterio

socialista,

puede presentar

con

lo que ya

su

esquema

positivo,

está constituido como

real de explotación, es decir: el ideal del nivel de

vida

está representado por la forma de vida de la propia burgue

sía.

El salario debe pagar lo suficiente para alcanzar ese nivel

que

es el que conceden al mundo los objetos fabricados por los

propios

obreros: por ello la justicia sería la devolución del

producto por

del trabajo. Así, si el mundo burgués es aquel producido

los proletarios a través de su trabajo sería justo que siendo

ellos

mismos los productores pudieran disfrutarlo, por lo que la

justicia

es, obviamente, la devolución del producto íntegro del

trabajo.

O diciéndolo en pasiva: en el mundo de la explotación

del

hombre por el hombre, y así definen al mundo capitalista los

propios de

integrantes del partido obrero, existiría la posibilidad

que un mero cambio en el interior de la contabilidad económica

permitiera acaban vender. del Pero,

el disfrute de la vida y la dignidad, pues éstas

perteneciendo al intercambio de lo que se puede comprar y No se está en contra del sistema asalariado, ni tampoco

capitalismo, sino de una consecuencia nefasta del mismo. el ideal sigue siendo la misma sociedad que se trata de

criticar.

131

Podría

situarse esto, alguien así podría hacerlo, en una

formulación marxista de que la justicia viene dada por el propio desarrollo

de los medios productivos, es decir, que a mayor

desarrollo, por

las condiciones para la justicia son más abiertas y

tanto su no cumplimiento acarrearía la injusticia máxima. Los

socialistas, inmanente

según este esquema, en su búsqueda de un análisis

no harían sino fijar la justicia en ese desarrollo

productivo disfrutan:

representado

en

el nivel

de vida

de

quienes

lo

la burguesía. Frente a palabras remitiendo a ideales

que

pudieran ser tachados de tlmetafísicostl, de forma peyorativa

por

su lejanía con respecto a la realidad material, se buscaría,

a

través de esta formulación, concretar qué se quiere decir

cuando

se habla de

justicia y, al tiempo, presentarla como

posible.

Sin

embargo, convendría destacar aquí que no es una idea

semejante su

la manejada por los socialistas españoles, al menos en

formulación inicial de la relación entre desarrollo de los

medios

de producción y la justicia, ni tampoco por la socialdemo—

cracia,

pues la medida de la justicia no viene dada por la

potencialidad estos

de los medios productivos sino por la actualidad de

mismos y, por ello, poniendo como ideal su empleo aquí y

ahora,

es decir, identificando ideal de vida con modo de vida

burguesa.

Si la clase que representa el nivel de vida justo lo

alcanza

por llevarse la parte más sustancial del producto del

trabajo

de la clase obrera, para que ésta pueda vivir de forma

digna

es lógico pedir que lo producido en su trabajo deba ser

devuelto

al productor. 132

El

criterio

injusticia, Necesidad, ajeno qué

por

el

cual

se

califica

la

situación

de

analizada desde las declamaciones relativas a la la Justicia y la Razón46, se quiere presentar como

al capitalismo cuando, sin embargo, es éste el que decide

es lo justo o lo injusto de acuerdo a su propia constitución

de

la vida: la burguesía con su alto nivel de vida en el disfrute

de

los objetos no realizados por ella. El capitalismo hace que al

no

ser él mismo otra cosa que una compra—venta de trabajo, la

injusticia

o justicia de la misma quede reducida al salario, pero

no

al sistema asalariado en sí mismo, pues un producto de éste es

el

ideal.

“Es

evidente que una sociedad donde los elementos

productores, vida

los que crean cuanto es necesario a la

y al desarrollo de la especie humana, carecen de

todo,

sufren

mil

tormentos

y

están

completamente

subyugados, mientras los holgazanes, los parásitos, los que

no aportan al acervo común casi ningún esfuerzo

útil,

nadan en la abundancia, gozan de todo y tienen

reducidos producen, esto

a horrible cautiverio a los que todo

es evidente, decimos, que una sociedad donde

pasa está condenada por la justicia.

Protesta que,

46

lo

además la razón contra un medio social

según se desarrolla y llega a sus últimos límites,

Los programas del Partido Socialista siempre sitúan este

llamamiento a la Razón, la Justicia y considerandos. 133

la Necesidad

en sus

hace

del ser inteligente, útil y moral, un esclavo, y

convierte visto

de aquellas

solamente

Así,

en señor, casi en dios, al que está despro cualidades

y

se halla

por el afán de enriquecerse

dominado

(•••)t47

el salario y todo aquello que lo rodea cobra de hecho

doble

importancia para

lugar,

a través de él se define el capitalismo como sistema cuyo

rasgo que

los socialistas españoles.

En primer

fundamental es la compra—venta de trabajo entre una clase posee los medios de producción y otra que únicamente tiene

para

vender su fuerza de trabajo,

concedida salario



con

ello irá la importancia

al antagonismo de clase—. En esta primera etapa, el es lo que caracteriza al capitalismo y lo que define su

esencia.

Pero, y esto es lo segundo, también el salario es

aquello

con lo cual se puede medir la justicia del propio sistema

productivo.

Al ser aquello que se recibe en la relación de

compra-venta que define al mismo capitalismo, su proporcionalidad mayor

o menor con respecto a lo ofrecido a través del valor del

objeto

marcará la misma justicia del sistema.

Conociendo Salarios

y,

ya

la existencia

de una

Ley

Férrea de

los

que sitúa a el pago del mismo dentro de una retribución

Pablo Iglesias, Comentarios.E1 programa socialista. Art. pág. 141.

Obsérvese que se pretende que al protestar sobre las condiciones de vida miserable se protesta contra el sistema. Pero el problema surge cuando al protestar contra ciertos síntomas, además no necesarios, y no contra la causa, el cambio en aquellos hará bueno a ésta. 134

de

mera subsistencia para la mano de obra, es lógica suponer la

imposibilidad como

de que el capitalismo llegue, ni ahora ni nunca

corresponde a una ley científica, a dar

la devolución

íntegra del producto de trabajo pues en eso se basa su beneficio. El

capitalismo es injusto porque el salario lo es: o, dicho de

otro

modo, la injusticia del capitalismo se halla en su bajo

nivel

de vida, que debe seguir necesariamente, para toda la clase

del

proletariado.

Lo

que

también

importa,

aparece

realmente

ideológicamente

la mercancía

como

hablando,

un

es

fetiche que

que

aquí

si

bien

representa el trabajo personal del obrero, superará su

propio

explotación a través de la devolución de la misma. Es

decir,

lo que para los socialistas españoles explota al obrerono

es

el proceso en el cual convierte su praxis en mero trabajo

asalariado,

sino que la pertenencia de la propia mercancía ya

constituida

dentro del sistema no sea pertenencia suya. Se acepta

en

definitiva el sistema de las mercancías, pues se discute no

tanto

por su proceso de elaboración y el para qué de dicho

proceso el

como por su pertenencia y propiedad una vez constituido

trabajo en mercancía.

Ésta únicamente del

el producto del trabajo. Así, la presunta concreción

capitalismo, que tendría su máximo exponente en la idea de la

devolución superación al

no se duda que se mantiene como real y neutral, como

íntegra

del

producto

del

trabajo

como

forma

de

del propio capitalismo, deviene en falsa en cuanto que

tomar únicamente como referencia el trabajo individualizado 135

acata

la ideologización del propio sistema al presentar a la

mercancía que

como sólo un trabajo realizado por un sujeto concreto,

vería recompensado su esfuerzo si se le devolviera el objeto

realizado. clave

El objeto, tal y como existe, se convierte pues en la

de la propia realización del sujeto. Cesa de

encarnación únicamente si

ser

la

de una realidad esencialmente explotada para ser una accidentalmente explotada y que podría superarse

el obrero recibiera un salario justo por el objeto en el que

depositó

su fuerza. Este salario justo es, consecuentemente, el

producto

íntegro del trabajo.

“El

partido socialista declara que tiene como

aspiración: (...)

La organización de la sociedad sobre la base de

32

la

federación económica, el usufructo de los instrumen

tos de trabajo por las colectividades obreras, garanti zando

a todos sus miembros el producto total de su

trabajo. (...)

En la

suma, el ideal del Partido Socialista Obrero es

completa emancipación de la clase trabajadora; es

decir,

la abolición de todas las clases sociales y su

conversión fruto

en una sola de trabajadores, dueños del

de su

inteligentes.

Partido

trabajo,

libres,

iguales, honrados

e

I48

Manifiesto de los delegados del Primer Congreso Socialista de Barcelona. 1888, pág. 347. 136

del

SEGUNDA PARTE

ANTAGONISMO DE CLASE

Acabamos cómo

de analizar la visión socialista del Capitalismo y

su estudio nos ha obligado a centrarnos especialmente en su

factor

fundamental como era el salario. Recordemos que, según

nuestra

investigación, el sistema de producción vigente, el

Capitalismo,

consistía esencialmente en una relación injusta de

compra—venta

del trabajo obrero por parte de la burguesía a un

precio de

necesariamente inferior, por la Ley Férrea del Salario, al

su valor auténtico y sólo válido para la mera subsistencia.

Igualmente, riado

a una situación de pauperación creciente que no hacía sino

aumentar ba

analizábamos como este proceso condenaba al proleta

la enconada lucha y los odios que ya de por sí desperta

la férrea aplicación de la ley de la of erta y la demanda en el

mercado

de trabajo.

Así, estas

los socialistas españoles, siguiendo coherentemente

premisas, van a dar prioridad en su análisis del sistema

capitalista

a la existencia de esas dos clases que son las

protagonistas ción. de

principales de las relaciones sociales de produc

La mirada fija en la clase burguesa, que posee los medios

producción y por ello compra la fuerza de trabajo, y la clase

proletaria,

que vende su trabajo a la clase poseedora para poder

subsistir,

va a resultar ser la característica básica de todo el

139

esquema el

social dentro del pensamiento socialista. Ellas van a ser

epicentro del propio sistema.

Por mismas cómo

este motivo, nos corresponde ahora analizar a estas

clases sociales, cuál es su papel dentro del capitalismo, se relaciona una con

consecuencias

la otra

de dicha relación.

140

y cuáles van

a ser

las

UNO:

LA SOCIEDAD DE CLASES

A a

la esquematizaCión que supone reducir el sistema económico

su relación social en la productividad, prestando especial

atención la

al pago de dicha relación, sigue, consecuentemente, que

mayor relevancia social la van a disfrutar las dos clases que

protagonizan dicha

relación se correspondía, exactamente, con dos agentes

principales, proletariado, lucha

la lucha en el mismo mercado de trabajo. Así si

e incluso, como veremos en este mismo punto, únicos: o clase obrera, y capitalista, o clase burguesa; la

por la emancipación social, por un lado, y por evitar dicha

emancipación, corresponder

por

parte

de

los

otros

protagonistas,

va

en su protagonismo igualmente a esas dos clases

sociales.

“Ante fe

todo, desharemos un error que unos de buena

y otros interesadamente sostienen todavía: el que

existe

clase aristocrática y clase teocrática

(...)

[estas clases] se confunden hoy con la burguesía, a la cual

prestan sus servicios.

De

las distintas clases sociales que en épocas

anteriores obrera: duos

a

existieron, sólo quedan la burguesa y la

constituyen propiamente la primera los indivi

que, disponiendo de los medios de producción, se 143

apropian

una

desposeídos obreros

tos

trabajo

de

de ellos; pertenecen

los

que

están

a la segunda los

los ponen ellos mismos en función e igualmente

los proletarios que carecen de dichos instrumen y para poder vivir o, mejor aún, vegetar, vense

forzosamente sus

del

que siendo propietarios de los instrumentos de

trabajo, todos

parte

obligados a vender su fuerza de trabajo,

brazos, por una cantidad muy

valores

inferior

a los

que producen.

(...)

Desde que

el momento que hay una clase -la burguesa-

vive a expensas de otra clase —la proletaria—, la

diferencia, tienen

el antagonismo, el odio entre una y otra

forzosamente que existir. Mientras el desarrollo

industrial,

agrícola y comercial ha estado mantenido

dentro de ciertos límites, esas diferencias, antagonis mos

y odios han permanecidos encubiertos algún tanto

por

las relaciones aparentemente armónicas y amigables

que

existían entre obrero y maestro o patrono. En esa

época,

los choques y conflictos entre uno y otro apenas

existían. tria,

al cultivo en pequeño y al comercio en reducida

escala, del

Pero inmediatamente que a la pequeña indus

sucedieron los grandes talleres, la división

trabajo y los inventos mecánicos, las costumbres

semipatriarcales en

se borraron por completo, apareciendo

su lugar un antagonismo abierto, abierto, franco,

144

declarado,

que de día en día adquiere mayores propor

ciones.”’

Efectivamente, prioritaria

la base sobre la que se sostenía de forma

todo el edificio capitalista era la cuestión de la

compra-venta salario,

Si

de trabajo,

con

la idea

de

la injusticia

del

es lógico pensar que una parte fundamental del análisis

socialista realidad

se refiera a aquellas clases que actúan en dicha de compra—venta. Una, la burguesía, como la compradora

del

trabajo ajeno; y, otra, la clase obrera o proletariado, como

la

clase que debe vender su fuerza de trabajo para garantizar su

propia

subsistencia.

Asimismo, compra,

y no

poseedora,

del

como

la

relación

establecida en

dicha

no era igualitaria. Las condiciones sociales del propio

sistema,

de

vimos

sólo

la avaricia

característica

de

la clase

aunque jugará también un papel, impedían un pago justo

la fuerza de trabajo. El salario no podía elevarse por encima miserable límite de subsistencia. Así las cosas, que las dos

clases

que guardan relación directa con este proceso se vean

impelidas claro

a perpetuar una lucha sin cuartel y a muerte, parece

e incuestionable.

Por que

ello, y según el esquema socialista, desde el momento en

lo social dominado por el capitalismo se ejercita exclusiva

mente

en el campo de las relaciones socioeconóiflicaS de la compra—

Pablo Iglesias, El Art.I. Pp. 129—130. ‘

Programa

145

Socialista. Comentarios.

venta que

de trabajo, debe surgir un discurso de contenido clasista ejemplifique bien a las claras, y sin dejar lugar a ninguna

duda

que acaso pudiera surgir, a saber: primero, que el capita

lismo

es un conflicto entre clases (burgueses y proletarios);

segundo, la y

que tiene su origen en las clases sociales (por ser una

poseedora y otra totalmente desposeída); tercero, desarrollo auge única y exclusivamente en las clases ( en

merced

al proceso de pauperación creciente, va menguado en sus

efectivos por

y otra aumenta, al tiempo que aumenta el conflicto); y,

último, finalización, necesaria y fatalista por el propio

desarrollo por

cuanto una,

al cual está condenado el sistema, ya veremos cómo y

qué, en la lucha final entre las dos clases sociales con el

triunfo definitivo, garantizado previamente, de la clase proleta ria

y su revolución.

El el

antagonismo de clases cobra así una gran trascendencia en

esquema de los socialistas españoles. La existencia de un

sistema

económico limitado y personificado en cada una de las dos

clases

sociales

evidente priori, el

en

conflagración

lleva

a

la

consecuencia,

si se sigue de forma fiel el esquema presentado a de que el desarrollo del Capitalismo, e incluso es más,

Capitalismo

española,

ya

existente

en

la misma

realidad

nacional

reduce lo social a sólo dos clases enfrentadas e,

incluso, a la existencia real exclusivamente de dichas dos clases sociales

en permanente antagonismo.



Ya veremos cómo deriva de la ley de la evolución

capitalista

esta

división 146

de

la humanidad

en dos

clases, de

una de las cuales es la continuación histórica

los opresores de todos los tiempos, en tanto que la

otra

representa los explotados y oprimidos; ya veremos

también estas

cómo se acentúa progresivamente la división en dos clases por la rápida desaparición de los

elementos

Cuando fundadores la y

sociales intermedios.

en su análisis previo del Capitalismo los miembros del PSOE han definido a éste como algo concretado en

compra-venta injusta de la fuerza de trabajo, en una palabra, vimos que eso era lo implícito al discurso, en lo injusto del

salario pagado y no en la injusticia del propio sistema asalaria do

contemplado por el capitalismo, han llevado la reflexión a un

punto en

en el cual el problema capitalista ha sido aparentemente,

cuanto que es únicamente una apariencia, concretizado. El

siguiente

punto de dicha concretización será, y de forma y manera

necesaria, tes,

al menos en alguno o algunos de ellos, de esos elementos

concretos, proceso

propio

y tan sólo aparentemente concretos, que por su propio

deberá crear el Capitalismo.

Este

de

la personificación en los elementos sociales existen

proceso de concretizar los elementos formadores del

sistema corresponde precisamente con el afán positivista

los primeros socialistas, pero, y al tiempo y como, paradóji

camente,

consecuencia de dicho esmero positivista falsean la

cuestión.

Si ya hemos analizado lo falso que deparaba la idea del

salario 2

injusto como epicentro del Sistema capitalista, analiza— Jaime Vera, p. VI. 147

remos

ahora como de dicha falsedad se deriva la necesidad de dar

forma tangible, al menos positivamente tangible, a dicha relación de

compra—venta para que no se pueda ser acusado de abstracto, de

metafísico.

Toda esquema mente tal

sutileza que no pueda ser representada de acuerdo al denotativo de que estos son unos y participan efectiva

de esta manera y que estos son los otros y participan de forma que resultan un perjuicio para los primeros debe ser

eliminada

del

burguesa, a

discurso.

La compra viene

dada

por

la clase

cuyo interés, evidentemente, será efectuar dicha compra

través de un salario lo más bajo posible; y, la venta de

trabajo

se representa por el proletariado, cuyo interés, al

contrario

lógicamente que el anterior, será comerciar con su

mercancía

al alza. Cada uno de los miembros en litigio forman un

bloque

cerrado y enemistado frente al otro. Y cada uno posee sus

razones o

para defender o el privilegio social que le caracteriza

para intentar acabar con el sistema económico que le mantiene

prisionero.

Así,

el mundo

peculiaridad pretenden liberal

objetivo del capitalismo se reduce a la

de los sujetos que lo forman. Sus características se

que, al igual que en el pensamiento de la utopía donde el conglomerado de las particularidades de los

individuos

libremente asociados forma la sociedad, acaben siendo

las

características del propio capitalismo, que no conoce otra

cosa

sino ser el mero suinatoriode estos dos elementos sociales

que

lo forman cono realidad social determinada. 148

Así

es como presenta el propio socialismo a sus dramatis

persOflae.

“La

razón

comprador valor

sencilla:

el

burgués,

el

inferior al que luego, puesta en acción, ha de esa misma fuerza.

capitalista para

No

(...)

tiene dinero el

para cambiarla solamente, y menos todavía

darle una cosa que no valga lo que él ha dado”3

“Por

su parte, el obrero, en lo que permite su

situación

inferior

conocimiento puede

respecto

al

patrono,

el

corto

de su estado y los escasos medios de que

disponer,

conseguir

se cuida

y preocupa únicamente de

que su trabajo disminUYa, que su retribución

mejor que la que viene percibiendo y de gozar

dentro

del

conquista de

bien

de la fuerza de trabajo, adquiere ésta por un

producir

sea

es

taller

la

mayor

consideración.

Si

la

de estos beneficios pone en apuros al burgués

quien los reclama, por no poder competir éste con

sus

rivales en

producción,

al trabajador

nada

le

importa.”4

Es que

1.

así como lo importante se personifica en las dos clases

se relacionan en esa esencia capitalista que forma el propio

Pablo P. 133.

tdem,

Iglesias, El programa Socialista. Comentarios

p. 131. 149

,

Art.

sistema tiene

y se positiviza a éste a través de un hecho concreto que que existir en la sociedad tal y como ésta se halla ya

constituida. que

Y en dicha positivación se reduce el discurso a lo

ya hay y se subjetiviza de forma falsa en un enfrentamiento

entre sin

dos sujetos, realizados socialinente como clases sociales, ningún componente objetivo ajeno a ellos mismos. De ahí

también la

que se tenga que echar mano de un trascendental tanto a

hora de explicar la futura caída del sistema capitalista como

para

expresar el juicio político y moral que merece el propio

sistema5.

La sólo

reducción del sistema económico a dos clases sociales no

reduce a éste a una relación social más bien pobre, sino que

además, que

lo forman, no puede, y de hecho no lo logrará hacer nunca, so

pena ta

al situar la verdad del capitalismo en las propias clases

de caer en un voluntarismo revolucionario de corte anarquis

que le alelaría de su propia visión cientificista, mantener la

tesis

de que algo falla en dicha relación. Es decir, a un nivel

estrictamente gustaría

científico, tal y como

a los socialistas

les

hablar en sus coqueteos positivistas, dicha relación es

absolutamente

neutral, pues

los términos

justo e injusto no

Veremos como dicho trascendental toma, asimismo, dos contenidos diferentes: primero, será tenido como una conciencia orgánico—darwinista en cuanto a considerar a la razón y la justicia como contrarias al sistema; segundo, tendrá un tinte “científico” económico, al pretender situar en un mercado ajeno al capitalismo, una naturaleza darwiniana, la caída necesaria del sistema social imperante. 150

pueden en

ser aplicados a dos miembros de una relación que concluye

sí misma y cuyo referente acaba siendo ella misma6.

Así,

la lucha de clases será presentada como una cuestión de

intereses, pero únicamente como un interés limitado a dos clases, no

de algo superior a ellas: cada una defiende lo que es suyo:

aquello que con posterioridad, y en las ideologías legitimadoras, se

llamará sus legítimos intereses.

“El

interés capitalista es la conservación del

salariado, del

trabajo ajeno supone otra clase aportadora del

trabajo

El del

y expropiada de sus beneficios.

interés obrero es, al contrario, la abolición

salariado, régimen incompatible con la apropiación

integral únicamente

6

porque la existencia de una clase a expensas

de los productos del trabajo por la clase productora.

Ello no quiere decir, por supuesto, que la crítica no deba

ser inmanente, sino que dicha inmanencia no puede ser entendida en el sentido de una realidad positiva que se cancela en sí misma, sino en una inmanencia de potencialidad que es capaz de ver la realidad como algo más de lo está siendo. Para decirlo con palabras de Adorno: “La mirada que seculariZa la metafísica es la que al interpretar el fenómeno descubre lo que es, gracias a que percibe en él más de lo que meramente es” Dialéctica negativa, p. 36. Madrid, Ed. Taurus, 1990. 151

Dentro

ya del régimen de salariado, el interés

capitalista

es aumentar los rendimientos de la fuerza

de

trabajo

El

interés

consiste se

(...)

obrero,

diametralmente

opuesto,

en aproximar cuanto sea posible el valor que

apropia al valor del producto del trabajo, ya que no

pueda



lograrlo totalmente.

Por

eso el capitalista se esfuerza en:

Depreciar del

la fuerza de trabajo (disminución

salario).

Prolongar Hacer

más intenso el trabajo.

Aumentar

-

Por

la jornada.

su productividad.

el interés opuesto, procura el traba

jador: Encarecer

la fuerza de trabajo (aumento de

salario). Disminuir

la jornada.

Contrarrestar intensificación

los efectos de la inevitable del trabajo en cuanto le

perjudican. Contrarrestar, con igual sentido, los incrementos, también

inevitables, de la productividad del traba

jo. Jaime

Vera, pp. XI-XII. 152

Una a

vez más, podemos analizar como el capitalismo en cuanto

estructura objetiva ajena al interés de una clase concreta,

desaparece lugar

de la idea del primer socialismo español. Y en su

toma carácter de fuerza la realidad de un interés de clase

capitalista es

que se empeña en defender un sistema que es suyo, que

su realización y su forma de ver la vida. Así, la clase

burguesa régimen

se presenta obcecada en la defensa “inmoral”8 de su de

producción

ello

Ellos,

defiende

ese

su

interés

interés

y

partidista

del cual deviene el privilegio social, son la parte

ya

privilegios.

con

económico

negativa

sus

porque

económico

y mala del capitalismo, ellos son los que lo hacen malo

que ellos mismos son, para los socialistas españoles, el

capitalismo clase

(cuando en realidad el Capitalismo se impone a la

dominante como producción de su propia realidad).

De

aquí se generará un nuevo conflicto para los socialis

tas y que es la definición de lo inmoral y, sobre todo, de la Justicia y la Razón, términos tan profusamente utilizados en sus manifiestos. Ya hemos visto como al final estos términos se deberán definir de acuerdo a la propia estructura de la concien cia burguesa: el pago del trabajo. 153

DOS:

SÓLO DOS CLASES: BURGUESÍAY PROLETARIADO

La tes, de

reducción de la sociedad a dos clases realmente existen

burguesía y proletariado, procede precisamente de ese afán positiViZaciófl

amparen

de

factualiZación,

de

buscar

hechos que

las ideas acerca de la esencia ya enunciada del Capita—

lismo. La necesidad de encontrar un principio que se dé realmente en

la sociedad ha llevado a los socialistas españoles a fijarse

en

el salario como parte fundamental y fundante del capitalismo

y

de éste se deriva a su vez el hecho que obliga a tomar la idea

de de

las clases sociales como decisiva derrocamiento

del

flO

capitalismo,

tanto de las condiciones de

sus

contradicciones

internas,

de su negatividad, sino como factor positivo de la

fundación

del mismo

sistema: ellas, en cuanto a partes que

representan denotatiValflente el salario y su injusticia, conforman el

capitalismo9.

9

“Iglesias

descarta todo planteamiento histórico

para analizar las formas de propiedad y su evolución. Insiste en la imagen de una estructura social dicotómi ca cuyos rasgos son conocidos.(...) Por encima del proceso económico capitalista, para él sigue siendo el antagonismo de clase lo que determina la miseria obrera.” ARRANZ, Luis: « El guesdismO de Pablo Iglesias en los informes a la Comisión de Reformas Sociales »en Estudios de Historia Social, n2 8-9, enero—julio 1979, pág. 214. 157

Lo

que

estructura

buscando

es explicar

esa

interna del sistema capitalista, dar una explicación

sociológica sistema

los socialistas están

del mismo. Y al no comprender precisamente dicho

deben buscar actores de carne y hueso, y no es ninguna

metáfora,

para poder explicar al sistema. Es decir, sin poder

explicar

el propio sistema desde la totalidad, o al menos la

apariencia

de totalidad y su tendencia clara de totalitarismo,

los socialistas españoles necesitan recurrir a agentes concretos, en

realidad abstractos en cuanto a como son presentados, que

realicen

la función previamente enmarcada por el análisis para el

capitalismo. análisis dicho

Es, pues,la presencia de las clases sociales en el

capitalista una demostración de las propias carencias de

análisis.

tAfirma cia

obrera que la clase

económica

buena

fe puede negar, ni aun aquellos que de ella se

dependen todos sus males colectivos y la mayor

de sus males individuales; de este estado nacen,

ya las esperanzas y amenazas de conflicto, sino el

insalvable de

de la condición social de la clase trabaja

durante esta etapa de opresión que se llama

salario, parte

(...)

bien, de esa doble supeditación, que nadie de

benefician; dora,

trabajadora está dominada

y políticamente por la clase poseyente.

Pues

no

,pues, en primer término nuestra ignoran

ese

antagonismo entre trabajadores y burgueses;

estado

dependen,

por

158

tanto,

los

temerosos

peligros

del

vuestra

¿

situar

conjunto

‘°

como el resultado del capital expropiado por la en la compra del trabajo al proletario, necesitan ese

de personajes que intervienen en esa relación, como si

dijéramos

que

producto,

necesitan

los factores

para

poder

llegar al

para poder demostrar de forma eficaz y positiva que el

Capitalismo

es eso. Y dicho sumatorio, de un lado los capitalis

dueños de

proletarios

los medios

de

producción, y,

del

otro,

los

desposeídos de toda la riqueza que no sea su fuerza

trabajo, da como resultado final las relaciones de compra

venta

de trabajo, o lo que es lo mismo: el capitalismo.

La

positivización resulta, a su vez, congruente con el

planteamiento definición verdad

previo. La búsqueda de los factores deriva en la

del producto, y la realidad de dicho producto marca la

de los propios valores que previamente lo han conformado.

la circularidad del argumento se alimenta la idea, sin embargo de forma harto paradójica, de que esa relación sería la única

forma si

con

del sistema capitalista. Al mantener la tesis del

burguesía,

y

conjurar

en su análisis agentes que realicen las condiciones de

capitalismo

En

pretendéis

dos clases ? Los socialistas españoles necesitan

existencia

de

intención”

que

A qué se debe esta división estricta de la sociedad en

únicamente

tas

capital

posible de derrotar la propia circularidad. Es decir: sólo

la relación de compra—venta de trabajo con sus dos factores

presentes

‘°

(burguesía y proletariado) resulta como suma final y

Jaime

Vera, p. IV. 159

factor

básico del capitalismo, entonces se podrá derrotar a este

resultado

último a través de la derrota de una parte de esa misma

adición.

Se

cree que la ausencia de uno de estos dos factores, o su

transformación, final más

significarían la propia ausencia del resultado

que de los dos factores resulta. Así, amparados por una fe

liberal que propiamente socialista, la defensa de la sociedad

como

el resultado de los propios individuos que la forman, los

socialistas

necesitan buscar algo que vaya a transformar a uno de

los

miembros de la igualdad para, de este modo y como resultado

de

la

adición,

eminentemente fijar

transformar

la misma

igualdad.

El discurso

clasista, que se verá reflejado en la disputa al

las bases del periódico El Socialista, se engarza con este

proceso

ideológico.

Volvemos

a ver aquí una vieja visión más cercana a la

economía

política liberal que al propio Marx. Resulta que la

sociedad

tal y como está constituida no es el fruto de la

existencia mismos

de un proceso productivo que se impone sobre los

hombres, que produce su vida, sino que es el resultado de

las

relaciones que los hombres ya formados establecen entre sí:

como

un comprador y un vendedor en un mercado. De este modo, la

creencia,

implícita por el papel asumido de los medios aunque

nunca

expuesta explícitamente, e incluso si se hubiera expuesto

nunca

hubiera sido asumida como tal, es que al ser el capitalismo

el está

resultado de la compra—venta del trabajo, de los capitales, formado por la clase burguesa y la clase proletaria, los que 160

participan, las La

y por nada más. Es decir, de forma única y exclusiva

clases que conforman el sistema asalariado del capitalismo. suma de dichas partes, pues, forma la compra—venta, y ésta el

propio

capitalismo, pero no existe una relación a la inversa. El

capitalismo las

como objetividad no existe como algo por encima de

relaciones

conformado es

sociales

entre

los

grupos,

sino

que

viene

exclusivamente por dichas relaciones. El Capitalismo

el resultado de la suma de las relaciones sociales entre la

clase

burguesa y la clase proletaria.

ttconsiderafldo que la sociedad actual tiene tan sólo

por fundamento el antagonismo de clases.

Que grado vez

éste ha alcanzado en nuestros días su mayor

de desarrollo, como bien claro lo revela el cada más reducido número de los inmensamente ricos y el

siempre

creciente de los inmensamente pobres;

Que éstos

la explotación que ejercen aquéllos sobre

es

primeros trabajo

De parte,



únicamente

a

la posesión •de los

de la tierra, máquinas y demás instrumentos de ““

ahí proviene la importancia, enorme importancia por otra que cobra la existencia de la lucha de clases en el

socialismo

julio

debida

hispano: pertenece a la propia esencia del capitalis

Programa del Partido Socialista Obrero Español: 20 de de 1879. P. 319. 161

mo,

su realidad se produce merced a la compra venta de trabajo,

pero de

al tiempo, y luego veremos en el capítulo dedicado al tema

la reforma y la revolución, es una realidad que paradójicanten—

te,

aunque de forma absolutamente coherente por otra parte, va a

ser

incapaz de poder llevar adelante cualquier tipo de acción

revolucionaria.

Así, trabajo, lógico

si el capitalismo es un sistema de compra—venta de y sólo eso, y encima domina sobre la realidad social, es

pensar que sólo existen esas dos clases que realizan dicha

realidad. dicha vir

Todas las demás clases no es que no intervengan en

relación, sino que ni tan siquiera son capaces de sobrevi

al propio desarrollo de la realidad capitalista, es decir: de

poseedores

y

desposeídos, que

conforman

la realidad

social

vigente.

“Una más

de las preguntas a que puedo contestar, por

que sea inmodestia, de una manera competente, es la

referente

a las relaciones entre las diversas clases:

diversas

clases que no existen, a pesar de que la

Comisión

lo haya dado por supuesto en el Cuestionario

repartido.

He

dicho anteriormente que no existen más que dos

clases:

las otras son clases auxiliares en general de

la

i2

que posee los medios de producción”2

García

Quejido, sesión del 25—1—1885. P. 256. 162

Desde como

el momento en el cual el capitalismo es reconocido

una relación recíproca, se analiza de acuerdo a un edificio

cuyos

cimientos sociales descansan, a su vez, en las propias

clases

que cumplen de manera positiva dicha relación. El discurso

socialista cia

se reduce así a la necesidad imperiosa de la existen

real de

representan

estas

dos

únicas

clases,

que,

por

otro

lado,

la esencia del propio sistema de producción capita

lista: burgueses y proletarios. Si acaso esta dos clases dejaran de

existir, o cambiaran de forma sustancial su manera de ser y la

relación

de

igualmente posterior del

la

una

con

la

otra,

el

capitalismo

cambiaría

con ellas (y no es este un motivo baladí para el reformismo y la aún más tardíamente posterior apoteosis

propio capitalismo).

Las

clases sociales tienden

precisamente,

a reducirse

a dos porque,

esa es la esencia, previa y a priori, del capita—

lisino. Todas las clases sociales que no cumplan el requisito de pertenecer

de

comercial, temprano

dose,

forma

clara

y

precisa

a

dicha

relación

están condenadas a llegar a hacerlo más tarde o más a costa, incluso y realmente como única manera de

realizarse, arriba

una

de su propia desaparición. Es decir, a nivelarse por

o por abajo, ya sea aburguesándose o ya sea proletarizán— convirtiéndose en las clases sociales características del

capitalismo.

“Por

no presidir la razón y la justicia en la

constitución presentes

de la propiedad, las sociedades pasadas y

se han dividido en clases enemigas, que han 163

convertido se

la Tierra en campo de batalla, atormentándO

sin descanso ni piedad.

La

historia de todas las sociedades pasadas fue

siempre

una

clases. yos,

serie

de

luchas entre

sus

diferentes

Hombres libres y esclavos, patricios y plebe

nobles y siervos, gremiales y compañeros; en una

palabra,

opresores y oprimidos estuvieron siempre en

constante

oposición. La lucha, ora sorda, ora declara

da,

continua.

fue

contrarios, clases ria

incesante

de

intereses

no terminaba sino por la destrucción de las

hostiles, o por una transformación revoluciona

de la sociedad.

Lo

que distingue a la época presente de todas las

anteriores a

Batalla

es que la lucha de clases se va reduciendo

su más simple forma.(...)

La

burguesía se compone de un número cada vez más

reducido

de individuos, dueños, de los instrumentos de

trabajo,

dueños del poder político

riado, La

(...).

El proleta

por el contrario, va siempre en aumento.

(...)

disminución personal de la burguesía y el aumento de

su poder y su riqueza está en razón directa del aumento del

proletariado y de la disminución de sus medios de

ii”13

5

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español. de octubre de 1879. P. 322-323. 164

Se

consigue

representa

primordial

para

que

el

al Capitalismo sea

Efectivamente,

relación

así

sistema

social

el sumatorio

concreto

que

de la sociedad.

conseguir un resultado positivo es básico, es lo

del análisis. Si el capitalismo no es nada más que la establecida de la compra-venta de trabajo, entonces,

que

elementos

exista

el

propio

Capitalismo,

deben

existir

los

que le conforman. Es esa visión estática del capitalis

mo

la que da como uno de sus resultados, después veremos otros,

la

idea de la necesidad de la exclusiva existencia de dos clases

sociales clases

que lo formen: capitalista y obrera. Todas las demás lo único que harían sería negar la propia existencia del

capitalismo, obrero punto

español, y por lo tanto o bien no existen o bien están a de extinguirse.

Pero

incluso aquí, se puede hacer notar cómo el análisis

positivista esquema los

asimilado por los españoles, de acuerdo a su mismo

positivo, es falso: la definición marcha por delante de

hechos, necesariamente, para que el análisis no resulte

incorrecto, analizar. tienden manera

y marca las características del propio objeto a Las clases sociales media y campesina, por ejemplo,

a caer al grado de proletarización, pero únicamente de teórica, necesario para poder formar parte de esa misma

relación

comercial que

Capitalismo. sólo

tal y como lo plantean los integrantes del partido

constituye

la propia

definición

del

Si el análisis necesita dos clases, deberán existir

dos clases.

165

Pero,

cabría preguntarse aquí, ¿cómo es posible que los

socialistas contenido, una

Lo

cuando menos incorrecta?

primero que cabría decir es que, realmente, lo socialis

españoles reconocen el atraso español con respecto a otros

países les

como es bien sabido, eminentemente agrario, mantengan

tesis que de forma clara, en algo que salta a primera vista,

resulta

tas

españoles ante una realidad como la española, de

ya desarrollados’4. Por ello, tampoco sería justo acusar—

de que olvidan absolutamente la realidad nacional de la que

verdaderamente únicamente

parten. Pero, es evidente que también ellos tienen

presente

capitalismo,

el mundo

industrial

como

paradigma

del

aún cuando dicho paradigma está muy lejos de ser

alcanzado

por la España de aquella época. La repuesta debe

centrase,

creemos, en la propia concepción del capitalismo arriba

examinada.

La historia de la Humanidad es la historia de la lucha

de clases, y que esta lucha, mantenida constante—

Respecto a este punto hay que aclarar que tanto García Quejido como Pablo Iglesias, en el informe remitido en nombre de la Asociación del Arte de Imprimir, reconocen este atraso español y sitúan una realidad auténticamente capitalista sólo en Cataluña. Puede, por tanto, creerse que esta fatalidad económica persigue solamente a la insignificante España, a esta nación donde todavía el desarrollo industrial no ha llegado a adquirir importancia, exceptuando, si acaso, el Principado de Cataluña?” “.

García

Quejido, sesión del 26 de octubre de 1884, pág. 27. 166

mente, la

ha dejado algunas de aquéllas, dejando en pie a

fecha dos clases nada más. Sólo nos concretaremos a

poner

de relieve la existencia de éstas y los intereses

distintos otra.”

El un

15

análisis del capitalismo corresponde, como ya sabemos, a

presunto

adecuarse a

y opuestos que tiene cada una respecto de la

razonamiento

inductivo

que,

sin

embargo,

busca

a la verdad a través de la deducción: obligando a ésta

cumplir con los principios generales previamente enunciados’6.

La

existencia de otras

clases distintas a aquellas dos que

reafirman

la esencia previa es, por consiguiente, una anomalía

que

ser subsanada de

debe

concebible

alguna forma. Y la única manera

de hacerlo, la única posibilidad que correspondería

con

el análisis previsto, es la de su desaparición, ya realizada,

por

el desarrollo natural del Capitalismo.

Y Al

haber negado cualquier tipo de cambio en el Capitalismo, de

acuerdo

15

1.

ya realizado es aquí una faceta que no conviene olvidar.

a esa estructura previa y definitoria de la relación

Pablo Iglesias. El Partido Socialista. Comentarios. Art.

Pág. 129. 16

La mescolanza entre un principio que se adecúa con lo

empírico y una idea prefijada que se impone sobre la realidad, no es en absoluto contradictoria y un mero problema episteinológicO de los socialistas, sino el propio reflejo ideológico de una estructura social dominante que, por un lado, pretende mantenerse en la idea de una individualidad total en la acciones que la conforman, y, por otro, mantiene una estructura dominante que es previa a las acciones que a sí misma la hacen. 167

social de compraventa, y aquel deber extenderse universalmente de acuerdo

a su propia lógica, las clases sociales que no formen

parte

participando de dicha relación comercial deben desaparecer,

pues,

si acaso no llegara a ser de semejante manera, se daría la

paradoja ría

de que la propta definición del Capitalismo se produci

efectivamente en una parte de la población, la formada por

burgueses

y proletarios y, en cambio, en otra parte, y además

mayoritaria,

De en

no.

ser esto así, la teoría acabaría teniendo que aceptar que

una misma sociedad podrían convivir uno o varios sistemas

económicos, mo,

pudiendo ser incluso dichos sistemas antagónicos entre sí. La

existencia a

tal y como los socialistas han definido el Capitalis

de clases sociales ajenas al desarrollo capitalista y

la propia estructura del capitalismo, compra—venta del trabajo

y

nada

más,

existentes el que de

implicaría

otros

sistemas

sociales

realmente

que convivirían con el propio capitalismo. Incluso, en

caso concreto de España, sería aceptar, por pasiva, al menos, el capitalismo sería el sistema económico minoritario dentro la realidad social española decimonónica, pues sus componentes

forman

una clara, y reconocida por

los propios socialistas,

minoría.

Por sociales relación

eso, como se ha aceptado una relación entre agentes muy

concretos

como

esencia

del

capitalismo,

dicha

debe acabar ocupando, ya sea en un papel o en otro, a

los

propios miembros de la sociedad en su totalidad. Sin embargo,

si

existen

clases

sociales

distintas 168

a

las

eminentemente

capitalistas,

es decir, mayor o menor número de individuos que

gozando

de

absoluto

de la conocida relación comercial genuinamente capita

lista,

unas

características

concretas

no

participan

en

se establecería el problema de que existen condiciones

sociales,

y muy amplias en el caso de la España de la cual

hablamos,

no lo olvidemos, que no están sometidas por la economía

capitalista.

Y rápidamente surgiría la idea de que los proleta

rios

se hallan dominados por dicha realidad debido a su incapaci

dad,

pues en verdad existen lugares dentro del desarrollo social

donde

podrían

explotación

funciones que

no

implicaran

la

capitalista.

Incluso coherencia

ejercer otras

se daría otro problema, y este dentro de la propia socialista. Y es que ellos al defender la idea del

Capitalismo producción

como un sistema que

se ha adueñado de toda

la

social, que ha acabado con los restos del feudalismo,

defienden

el hecho de una expansión capitalista. Si es posible

que

sigan existiendo clases sociales que en nada tienen que ver

con

la compra—venta del trabajo, el capitalismo se expande de

forma a de

tal que garantiza la existencia de otras realidades ajenas

él mismo. Pero, y debido a su propia expansión dentro del campo lo social, todo

produzca ción,

sería Capitalismo. Para

que esto no se

de tan singular manera, para no caer en esta contradic

para que no sea así: se expanda, pero no llegue a ser

dominante, previsto, cierto, incumplen

y

el

Capitalismo,

tal

y

como

está

previamente

se desenvuelva dentro de los límites, estrechos bien es que le han

sido indicados, las clases sociales que

dicha relación deben desaparecer. Y dicha desaparición 169

debe que

además obedecer, por consiguiente, a los propios principioS dan forma al modelo capitalista: por un lado, que dichos

grupos

entren dentro de

trabajo; clase o

la realidad de

la compra—venta del

y, por otro, que lo hagan ya sea perteneciendo a la

dominante, evidentemente, la burguesía o clase capitalista,

bien a la clase subyugada, la clase obrera o el proletariado.



La historia de la humanidad, hasta el presente,

no

es más que la historia de la lucha de clase

de

intereses contra intereses; sólo que en vez de dos

clases,

,

lucha

como solamente hay hoy, ha habido antiguamente

varias. (...)

Yo la

no he de recordar aquí, y menos a la Comisión,

lucha de la teocracia, la lucha del feudalismo, la

lucha

de todos los elementos que anteriormente a la

revolución por

francesa y mucho más remotamente hañ luchado

sus intereses particulares. Pero a partir de esa

fecha

en Francia, y del constitucionalismo en España y

Portugal,

y de revoluciones idénticas en los demás

países,

la cuestión social se ha simplificado, y ha

quedado

reducida

y

la lucha de dos clases. Hay todavía,

la Comisión parece que lo entiende así al preguntar

qué

relaciones existen entre las clases trabajadoras

con

la demás, quién cree que hay más clases; pero no es

así:

lo que quedan son restos del clero

170

y de

la

aristocracia, clase



que no tienen importancia alguna ante la

inedia.”17

Pablo

Iglesias, sesión del 11—1—1885. P. 201—202. 171

TRES:

LA CLASE BURGUESA

Hasta en

cuanto a la relación establecida de

trabajo. por

Asimismo, hemos analizado las afirmaciones mantenidas

un organismo expansivo, que va dividiendo a las clases

sociales son

en sólo dos, antagónicas y enemigas en sí mismas, y que

el proletariado o clase obrera, desposeída y cada vez en

mayor

aumento, y la burguesía o la clase capitalista, poseedora

cada vez más reducida.

Analizaremos esta son

ahora cuáles son las características propias de

segunda clase, cómo se genera en el entramado social, cuáles sus intereses ideológicos y económicos, y cuál ha de ser su

futuro,

de obligado y fatal cumplimiento, en el enfrentamiento

encarnizado

que

pensamiento

La

mantiene

con

la clase

proletaria

según

el

del primer socialismo español.

burguesía se define dentro del campo de los socialistas

españoles

por poseer los medios productivos característicos del

capitalismo, su

la compra-venta del

los socialistas con respecto al capitalismo. Veíamos a éste

como

y

aquí hemos visto como el sistema capitalista se define

y por contratar para producir en ellos, y en aras de

propio beneficio,

conflicto.

a los integrantes de la otra clase en

Se dan así las dos características más sobresalientes

175

de

la clase social burguesa, y que significan que la burguesía es

la

clase dominante dentro de la estructura del capitalismo.

“La clase burguesa es clase dominante por hallarse en

posesión de los instrumentos de trabajo —tierra,

minas, ferrocarriles, buques, fábricas, capital—moneda, etc.

De



esta manera, y motivado por ese mismo deseo de sacar el beneficio, así como auspiciado por la propiedad de los

máximo

medios

de

operaciones sea

producción,

el

empresario

realiza

una

serie

de

con la intención de lograr una ganancia cuanto mayor

posible.

cualquier la

18

Y para

conseguirla, no duda en dejar

de lado

escrúpulo social o moral que pudiera llegar a tener a

hora de explotar despiadadamente a los obreros. Para los

socialistas españoles, la burguesía se caracteriza ideológicamen te,

aunque está claro que ellos no emplean dicho término, por no

ver

en sus trabajadores a seres humanos, sino simplemente a meras

fuentes

de riqueza que, a través del trabajo no pagado, van

enriqueciendo que

generan.

“Las completo,

1,

las arcas de la clase poseedora con la plusvalía

costumbres semipatriarcales se borraron por apareciendo

en

su

lugar

un

antagonismo

abierto,

abierto, franco, declarado, que de día en día

adquiere

mayores proporciones. ¿Qué vemos actualmente

Pablo Iglesias, El programa Socialista. Comentarios.-Art. p. 132. 176

dentro las

del taller? ¿Cuáles son en el terreno económicO

relaciones entre asalariado y patrono?. Para el

burgués, mira,

cualquiera que sea su categoría, no hay más

más objetivo ni más

obrero

la mayor cantidad de trabajo por el más corto

salario. del

interés que arrancar al

Que éste no alcance a cubrir las necesidades

que lo percibe; que la salud del asalariado se

resienta

por el excesivo trabajo que se le obliga a

realizar,

que por lo mismo su vida corra peligro de

extinguirse sea

en edad temprana, nada de esto, en tanto

sufrido y tolerado por el que lo padece, interesa

al

burgués. Este, atento sólo a su negocio, no piensa

más

que explotar cuanto puede a los que no considera

sino

como fuente de beneficios y riqueza.”’9

Pero

dicha visión capitalista de la clase trabajadora no se

corresponde

a nada más que a una inmoralidad particular de la

primera

clase, es decir, es un proceso subjetivo dentro de los

propios

empresarios. Se trata así de la maldad personal de los

individuos reducido diferencia

concretos, no de la objetividad de un sistema que ha a sus integrantes a meras mercancías laborales. La entre una y otra cosa es muy importante, y da una vez

más

idea de las limitaciones características del primer socialis

mo

español.

fundadores es del

Efectivamente,

la maldad

es

analizada

por

los

del PSOE desde un punto de vista estrechamente moral,

decir: situando la moralidad de la acción no en la objetividad sistema, sino en la mala fe del actor de la misma. Así, si se Ídem,

p. 130. 177

ha

caracterizado el capitalismo como una exclusiva relación de

compra—venta burguesía sistema

de trabajo, tomando como causas del mismo

y al proletariado, es lógico pensar que la maldad del

proviene de uno de esos dos actores. Descartado lógica

mente

el

proletario,

consiguiente, porque

que

el

burgués.

Y,

por

se puede decir así que el capitalismo es malo

son así en cierta medida, al menos, por la condición de los que participan en el hecho. Y no sería falso. Pero lo que

nos interesa es el esquema que sigue dicho pensamiento, lo subyace al mismo. Y lo que subyace es que el capitalismo

permanece máxima

por la clase capitalista concreta, por la explotación

y

sin

trabajador: qué

queda

podría argumentar que existe verdad en esa idea, que las

actores aquí

únicamente

el burgués explota ininisericordementeal obrero.

Se cosas

a la

remordimientos

que

el

empresario

realiza

del

ese es su espíritu y su esencia. Y, como ya sabemos,

dicha relación, unida a la irremediable ley férrea de los

salarios,

imposibilita al sistema capitalista a cambiar un ápice

sus

características. Todo lo que el burgués hace es seguir esa

ley

férrea, pero la sigue de mala fe. Es un discurso moral que

sitúa

a la inmoralidad del capitalismo, su explotación, en la

pobreza

del proletariado, como si el hecho de que dicha pobreza

pudiera

llegar a desaparecer significara que la explotación se

había bondad

ido con ella. Como si porque la burguesía estableciera una en su acción, el capitalismo dejara de ser un sistema de

explotación.

178

En este sentido no cree el partido socialista



que

represento

positivo

por

que

la

sí propia,

Comisión

podrá

hacer

pues aunque haya

nada

en ella

individuos que no crean representar los intereses de la clase

dominante, en el fondo es así, y de otro modo

dejarían son

ellos los directores de la clase dominante, sino

los

dirigidos. La clase dominante tiene unas ideas y

unos

intereses, y con arreglo a ellos hay que proceder;

pues

sabido es que si sus representantes intentasen

algo

en favor de la clase trabajadora, ese día sería el

último un

de su influencia y el último en que ejerciesen

cargo importante dentro de su clase.”

Así la

20

pues, la burguesía ha tenido como primera característica

visión del proletariado como un mero sujeto de explotación,

como

una máquina más dentro del

curioso,

engranaje industrial. Y es

que además de la primera característica sea la única

unánimemente de

de ser lo que son, porque, después de todo, no

compartida por todos los burgueses. Pues en el resto

los hechos que se pueden calificar como ideológicos, la más

absoluta

disparidad reina en las filas capitalistas. Existe una

inmensa multitud de llamadas “escuelas” (opciones económicas ante la mejor postura para el desarrollo capitalista) que en su mayor parte

mantienen posturas contradictorias.

“Así

como los intereses de la clase obrera son

perfectamente 20

armónicos, los de la clase contraria no

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. P. 200. 179

lo son, como lo prueba la lucha entre el proteccionismo y

el librecambismo, entre la propiedad urbana y la

territorial, que,

representando a la clase burguesa, defienden, sin

embargo, en

cada uno uninterés particular. Esto no existe

la clase obrera, y de aquellas disensiones tendrán

que

aprovecharse los trabajadores para su campaña.”2’

De

esta manera, la burguesía,

intereses

característica

común en cuanto a pensamiento. Lo único que parece

del estado actual de cosas, del status quo capitalis

que permite mantener su privilegio social. Su único interés

común, de

no se encuentra una burguesía que pueda tener una

claro es la idea del interés de clase en la necesidad de la

pervivencia ta

en contradicción con los

del proletariado, se encuentra políticamente dividida.

Ideológicamente

tener

y la existencia de los distintos partidos

y esto lo presentan los socialista como una demostración

su idea de la lucha de clases como una realidad social que va

siendo

cada vez más poderosa, es el beneficio económico más

rentable

Es hace

posible a través de la explotación.

precisamente su búsqueda del beneficio económico lo que

que distintas facciones de la burguesía apoyen diversas

escuelas

o partidos políticos.

supervivencia disputándose

del más

apto,

En una especie de

los burgueses

ley de la

luchan entre



la forma más ininisericordede explotar al proleta

riado. Es precisamente esa actuación abusiva sobre el proletaria do,

como agente que produce el beneficio capitalista, lo único 21

tdem,

p. 201 180

que

mantiene unida a la burguesía entre sí. Pero dicha unión no

se

realiza a través de un pensamiento determinado o de una teoría

peculiar, único que

sino de los meros hechos de explotación diaria. Lo

que precisa como forma común de explotación es poseer, o

el poder político le cree, unas condiciones favorable para su

propia

ganancia económica.

Por

ello,

la

burguesía

detenta

el

poder

político

en

beneficio

propio. Nada que se realice desde él, teniendo los

burgueses

en su mano el control definitivo, se sobrentiende,

puede

mejorar las condiciones de vida del proletariado y, por

consiguiente

y

pretensiones burguesía propia

Comisión,

acusan

de

lo

anterior,

las

los

socialistas

no

cansándose

de

en todas las intervenciones ante sus propios miembros, frente a las condiciones capitalistas para

su máximo beneficio22.

Señores parecer (que

es la del partido socialista obrero), que una

trabajadores propia,

De

de la Comisión; trabajadores: podría

extraño, dada la representación que yo tengo

colectividad

22

lógica

de reforma política no conducen a ningún lado. La

podrá hacer

lograr

deducción

mantiene el poder para el propio beneficio. Incluso la

recordarlo nada

como

que aspira a mejorar la condición de los y

a realizar

su

emancipación

por



viniera a informar aquí, creyendo que iba a

hecho, y viendo como fue el caso, la perspicacia

práctica de los obreros aquí sí que se vio recompensada, paradoja ésta, con el acierto. 181

obtener por

algo de una Comisión que por su significación,

los intereses que representa, pertenece a la clase

dominante”23.

Pero en

toda esta crítica no hace sino reflejar la idea de que,

el fondo, la burguesía sólo cumple el papel que de forma

previa

le ha tocado ejercer en suerte. Y que además lo cumple

ainparándose en el poder, pero no creando a su vez una estructura independiente

que con

una

connotación política

clara

pueda

permitirnos hablar de un pensamiento ideológico concreto. Todo el pensamiento lucro

burgués se originará en torno a ese mismo afán de

que ha caracterizado su relación social con el mismo

proletariado.

Por lo tanto, y como veremos a continuación, no

será

necesario realizar ningún análisis sobre la ideología, pues

ésta

no tendrá importancia alguna dentro del entramado social.

Así,

el

socialismo

español

carecerá

de

cualquier

tipo

de

reflexión

de tipo ideológico pues se considerará a ésta como algo

superfluo

en la estructura social.

Una visión

vez más nos encontramos con el problema clave de la limitada del capitalismo a un problema de compra—venta de

trabajo

y de salario injusto. Efectivamente, los socialistas

españoles

han limitado tanto la realidad del capitalismo que este

se

puede considerar como inalterable. Recordemos aquí que, como

ya

hemos analizado, la propia estructura económica capitalista

impediría condiciones 23

la creación de medidas reformistas que mejoraran las de vida del proletariado. La pauperación progresiva

Ídein, p. 199. 182

de

éste, necesaria y mantenida por la ya conocida Ley Férrea, no

lo

permitiría.

Y

del mismo modo a la existencia de la idea de que el

capitalismo la

mantiene una tendencia necesaria y fatal que impide

concesión y, mucho más todavía, la realización efectiva de

reformas

sustanciales en beneficio de la clase obrera, hay otro

pensamiento conclusión sola

igualmente defendido por los socialistas y es la de que la burguesía tiende a irse agrupando en una

clase, perdiéndose la diferencia entre pequeña burguesía,

clase

media y alta burguesía o clase capitalista propiamente

dicha.

En este proceso de reunificación, y bajo un esquema muy

similar,

por no decir idéntico, al ya analizado en cuanto a la

reducción clase

de la sociedad toda en sólo dos clase antagónicas, la

burguesa va convergiendo exclusivamente en gran burguesía,

proletarizándose situación pequeña

social. De esta forma, afirman los socialistas, la burguesía

desapareciendo el

tiende

a disiparse

de

la esfera

social,

con ella la pequeña industria, el taller que era

sustento de dicha clase inedia. Es este un desenvolvimiento

lógico

y necesario del desarrollo del capitalismo, que ya hemos

analizado a

aquellos elementos que no pueden llegar a dicha

aquí, y por el cual el antagonismo entre clases tiende

simplificarse, reduciéndose a dos enconadainenteenfrentadas, a

medida

que va desarrollándose el sistema económico.

tpero

la misma clase media manifiesta distintas

fases, empieza por el pequeño industrial, que tiene uno o

dos oficiales y varios aprendices, y concluye en el 183

verdadero o

una

fábrica

obreros. media y ta

capitalista o fabricante, que tiene una inina trabajan

quizás

millares

de

Hay que advertir que al desenvolverse la clase

desaparece lo que llantamosla pequeña burguesía

viene a quedar todo reducido a la clase capitalis •

Resumiendo mentalidad aparece

del

todo lo dicho anteriormente, vemos como en la socialismo

finisecular español,

la burguesía

como la clase dirigente, que hace todo lo posible, en su

enfrentamiento que

donde

como clase con la clase obrera y sin percatarse de

se trata de una misión imposible, por retardar la revolución

necesaria carácter

que se avecina. Sin embargo, y aun dejando claro su estrictamente negativo en la época actual del Capitalis

mo,

los socialistas españoles señalan como, en tiempos pasados,

la

burguesía ha cumplido un papel social positivo de primera

magnitud.

Esta

idea, seguramente recogida de la primera parte del

Manifiesto habían de

Comunista, que los miembros del partido obrero ya

leído, olvida sin embargo, y no creemos que se trate sólo

un olvido, una parte fundamental de dicha tarea positiva

llevada contra

a cabo por la clase burguesa en su lucha revolucionaria el Antiguo Régimen.

Efectivamente, escrito 24

en

el

Manifiesto

del

Partido

Comunista

por Marx y Engels en 1847, la burguesía no sólo ha fdem, p. 202. 184

realizado grandes ser

una revolución en el campo de la producción, y con ella

obras materiales, por llamarlas de algún modo, como pueda

la introducción de la maquinaria o la producción a gran

escala, cambio

sino que también, y con este cambio, ha efectuado un drástico en la—mentalidad,

Ciertamente,

en el pensamiento humano.

Marx y Engels destacan la idea de que la burguesía

ha

sentado las bases de una nueva sociedad, pero no exclusivamen

te

en el terreno económico, tal y como lo ven de forma limitada

los

socialistas españoles, en el sentido estrecho de una realidad

productiva,

sino

pensamiento Marx

en

un

sentido

también

de

desarrollo

del

que acompaña, y no olvidemos que en el análisis de

también moviliza, a la propia nueva realidad productiva.

tiLa

papel

burguesía ha desempeñado en la historia un

altamente revolucionario. (...)

Ha

sido ella la primera en demostrar lo que puede

realizar

la actividad humana. (...)

La

burguesía no puede existir sino a condición de

revolucionar por

incesantemente los medios de producción y,

consiguiente, las relaciones de producción, y con

ello

todas las relaciones sociales.

ción

continua en la producción, una incesante conmoción

de

Una

revolu

todas las condiciones sociales, una inquietud y un

movimiento todas y

(...)

constante distingue la época burguesa de

las anteriores. Todas las relaciones estancadas

enmohecidas, con su cortejo de creencias y de ideas 185

veneradas hacen

durante siglos, quedan rotas, las nuevas se

añejas antes de llegar a osificarse. Todo lo

estamental

y estancado se esfuma; todo lo sagrado es

profanado,

y los hombres, al fin, se ven forzados a

considerar

serenamente sus condiciones de existencia y

sus

relaciones recíprocas”25

Sin

embargo, ese punto está ausente de la reflexión de los

integrantes España.

Éstos, sólo cuestionan

entrada campo

del primer Partido Socialista Obrero constituido en el avance que representó

la

en la historia de la burguesía como clase dominante en el limitado de la producción económica, omitiendo cualquier

otra

realización burguesa. La

plantea

inmediatamente es

pregunta,

saber

cuál

es

la cuestión que la causa

se

de dicha

omisión.

“Nosotros todo

reconocemos que hay un lado bueno en

lo que ha hecho la clase media, y contra eso no

protestamos,

no lo queremos combatir; ese lado bueno es

el

haber concentrado el trabajo, el haberlo organizado

de

mejor modo que antes y el haber creado instrumentos

de

trabajo que valen mucho; pero no por haber sido

compatibles durante

esos

adelantos

que

se

han

verificado

el dominio de la clase media con los intereses

de

la clase proletaria, ha nacido otro lado malo, que

es

el polo negativo. El polo positivo está en los

25

Marx y Engels, Manifiesto del partido comunista. Moscú,

Editorial

Progreso, 1985. Pp. 39-40. 186

grandes

instrumentos

perfeccionado la

trabajo

que

ha

creado

y

esa clase; pero el polo negativo, que es

miseria de los obreros y su mayor explotación, hay

necesidad

de destruirlo, y esto es lo que nosotros nos

proponemos.

Para nuestra

de

t126

responder a dicha cuestión, una vez más debemos dirigir reflexión hacia la teorización que hemos visto realizan

los

socialistas del capitalismo, su explicación de dicho sistema

como

una realidad exclusivamente económica. El hecho de que en el

análisis

realizado la burguesía carezca de una serie de caracte

rísticas

comunes en cuanto a su ideología, se hace mucho esmero

en

declarar la división política que reina entre los miembros de

la burguesía, y que su contribución al desarrollo histórico de la humanidad de

quede reducido a su relación con la revolución técnica

los medios de producción y de las relaciones de producción

nuevas

que ha procurado,

burguesía propia. los

señalan la idea de entender a la

como una clase social que carece de una ideología Y lo que de cierto pueda tener esta tesis defendida por

socialistas españoles, no nos debe llevar a engaño. Efectiva

mente,

se puede argumentar, y creemos que con argumentos muy

poderosos,

que para Marx la clase burguesa también carecería de

ideología

propia y característica. Incluso, se puede analizar

históricamente

y observar como es verdad, lo cual es mucho más

importante

de lo que dijera Marx, que la burguesía carecía de un

pensamiento

organizado en cuanto a clase social. Si bien esto es

cierto, 26

no podemos olvidar que Marx señala al propio sistema de Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. P. 213. 187

producción

capitalista como ideológico, basándose en su estudio,

realizado

en El Capital, del fetichismo de la mercancía.

“El

carácter misterioso de la forma mercancía

estriba,

por

proyecta de

pura

y

simplemente,

en que

a los hombres el carácter social del trabajo

éstos como si fuese un carácter material de los

propios de

tanto,

productos de su trabajo, un don natural social

estos objetos y como si, por tanto, la relación

social

que media entre los productores y el trabajo

colectivo

de la sociedad fuese una relación social

establecida

entre los mismos objetos, al margen de sus

productores.

[En

cambio], la forma mercancía y la relación de

valor

de los productos del trabajo en que esa forma

cobra

cuerpo, no tiene absolutamente nada que ver con

su carácter físico ni con las relaciones materiales que de

este carácter se derivan. Lo que aquí reviste, a los

ojos

de los hombres, la forma fantasmagórica de una

relación

entre objetos materiales no es más que una

relación

social concreta establecida entre los mismos

hombres’t27.

27

Karl Marx, El Capital. Vol. 1

Económica,

.

México,

Fondo de Cultura

1987. Pp. 37-38.

Igualmente, hay que destacar que Marx presta gran atención a las ideologías en muchas de sus obras, cosa que no hacen los socialistas españoles. 188

Sin el

embargo, esto no es así en los socialistas, para quienes

Capitalismo es una relación económica de compra—venta sin

ninguna

interioridad ideológica en ella misma. Fuera del interés

económico, ningún

los socialistas piensan que la burguesía carece de

planteamiento en común, y no porque dicho planteamiento

ideológico

ya esté dado en las relaciones productivas, sino

porque únicamente se participa en la realidad capitalista como un conglomerado

de medios y actores. La clase burguesa no es más que

la

unión de los empresarios capitalistas, del mismo modo que en

su

esquema, el capitalismo es únicamente la suma de burgueses y

proletarios mercado

en su relación de compra—venta de trabajo en el

capitalista.

“El

individuo que posee un dinero, y no hemos de

examinar

la manera de cómo ha venido a su bolsillo,

pues

por lo general viene del mismo modo que después se

verifica

la evolución, sin embargo de que pudiera citar

muchas

fortunas

individuo una

manejos

ilícitos,

ese

transforma en capital su dinero por medio de

que sólo dispone de su fuerza; si ha de

acrecentarlo,

tiene necesidad de comprar para vender,

en esta operación hay un sobreprecio, que es lo que

guarda tal.

28

a

operación sencillísiina, inversa a la que hace el

trabajador

y

debidas

en su bolsillo, o sea el interés del capi

1128

García

Quejido, sesión del 25 de enero de 1885. Pp. 254—

255. 189

Así, acuerdo una

la clase burguesa pierde su capacidad de actuar de a unos criterios propios, carece de una personalidad, de

idiosincrasia característica, limitándose a cumplir estricta

mente

los términos fatales hacia los que la conduce el propio

desarrollo cuanto

del Capitalismo. Es una clase que lo único que hará en

a su relación con

desarrollando previsto

de

se está

es confirmar de forma exacta su propio acontecer,

carecía de cualquier capacidad de desarrollo frente

lo que ya estaba planteado como tal capitalismo, sujeto dentro los estrechos límites que le marcaba la compra—venta del

trabajo en

económico que

ya por los socialistas españoles. Del mismo modo que el

capitalismo a

el proceso

ajeno, la burguesía se debe limitar a cumplir, al menos

el análisis propuesto aquí estudiado, su exclusivo papel de

compradora

del trabajo ajeno, una de las dos relaciones del

propio

capitalismo: la otra sería la venta, y, por ese mismo

motivo

que la enmarca dentro de todas las limitaciones que el

sistema propio

pueda tener, aceptar las fatales consecuencias que el Capitalismo lleva implícito.

“La

clase capitalista desposeída de sus medios de

producción,

que inonopoliza, nada es, nada vale, nada

representa,

para nada sirve, no encarna ninguna idea,

ni lema

religiosa, ni filosófica, ni científica. Su único es vivir de la explotación del prójimo. (...)

Revolucionaria antiguo, en

mientras

luchó contra el privilegio

se convierte hoy en conservadora del suyo, cayendo

el doctrinarismo y la reacción. Su defensa es la de los 190

organismos cia.

Su único argumento, la fuerza. Irá cediendo el terreno

palmo

a palmo; nunca abandonará su baluarte

presión

Se

de un poder mayor.”

entra

español.

condenados por el progreso social, la resisten

aquí

dentro de

SflO

bajo

la

29

otra

paradoja

del

socialismo

Los individuos que forman parte de la clase burguesa

pueden

ser condenados moralmente por dicha pertenencia ya que son

ellos

los causantes de la pobreza en que vive la mayor parte de

la

población, a través de su afán desmesurado e inmoral de lucro,

pero,

al tiempo, la clase burguesa participa del desarrollo fatal

del

propio capitalismo, y como tal clase es inocente ya que

cumple,

como si dijéramos, su destino inexorable.

La más

solución a la paradoja arriba expuesta proviene una vez

del empeño positivo de la forma de análisis socialista. El

deseo

de desterrar la moral del análisis social lleva a los

socialistas a incluirla en el estudio personal de cada uno de los miembros se

de la clase, pero, igualmente, a pasarla por alto cuando

habla de la clase enmarcada dentro del desarrollo capitalista.

Efectivamente, y

como tal es una clase dominada por el egoísmo y la codicia,

pero

al tiempo este egoísmo y esta codicia tendrán el punto

positivo a

la burguesía es el conglomerado de sus miembros,

de crear unas condiciones irresolubles para el sistema

través de la anarquía de la producción.

29

Jaime Vera, p. XXXIII. 191

Más

que ante una cuestión dialéctica de contradicciones, nos

hallamos

ante lo que los propios socialistas califican como error

de

cálculo30.Y la calificación no es yana. Si fuera una cuestión

de

contradicciones propias del sistema, al estilo de Marx donde

la

contradicción se daentre

actual, tema

el cálculo no entraría en la cuestión, sino que sería un

alejado de

individual los

la potencialidad y la realidad

la esfera economicista

(de la niera riqueza

de cada uno de los individuos). Sin embargo, al situar

socialistas todo el problema ahí, hacen a la clase burguesa

como

responsable de su propia caída al concederle un grado de

estupidez,

de inconsciencia ante el problema, que coloca a la

burguesía

como una clase cuya evolución no sólo es incierta, sino

imposible

en cuanto a esa especie de selección natural darwiniana

que

rige el capitalismo y su mercado de mercancías. Así, de

manera

similar a como Darwin ha enseñado que los organismos

incapaces víctima

de adaptarse a las condiciones nuevas van a desaparecer

de las leyes evolutivas que rigen en el mundo natural, la

burguesía, en

llevada por su propio afán usurero, camina convertida

un organismo imposible de adaptarse a la futura hecatombe

revolucionaria

Cfr. 209—210. 30

que acabará con el capitalismo.

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. PP.

Es una idea referida a la producción desmesurada de mercancías con el fin de la ganancia, sin antes haber estudiado su salida al mercado. Debido a lo reducido de éste, los obreros no participan por la Ley Férrea, surge la crisis y con ella la revolución. Es, pues, una contradicción como consecuencia de un error de cálculo. 192

“Pero, misión

capitalista? Terminada

su

histórica, que era llevar hasta cierto grado la

acumulación está

¿y la clase

y concentración de los medios productivos,

decretada

privilegio,

su aparición. La permanencia de su

en pugna con el derecho común, es imposi

ble”3

Idem,

p. XXXI. 193

CUATRO:

EL PROLETARIADO

Una

vez analizada una parte de la sociedad, aquella que

constituye de

la sección que compra la fuerza de trabajo, correspon

ahora analizar

corresponde

parte

de la división,

a la que

la gran mayoría social y a la que en un porvenir

relativamente

muy

pertenecerán sean

la otra

cercano,

según

la

predicción

socialista,

todos aquellos individuos excepto aquellos pocos que

propietarios

de

los

grandes medios

de

producción:

el

proletariado.

La es

clase obrera o proletariado, al contrario de la burguesa,

la clase constituida por los individuos que careciendo de

cualquier estando

medio para poder producir ellos mismos su riqueza, desposeídos de cualquier medio productivo, deben vender

lo único que poseen : su trabajo o, más exactamente, su fuerza de trabajo.

Es la clase desposeída que no tiene más remedio que

acudir

a la relación establecida dentro del capitalismo, compra

venta

de trabajo, para vender su producto y con ello poder

subsistir.



Desde

el momento en que los obreros carecen de

las materias y de los útiles necesarios para crear por sí

mismo valores o productos con cuya venta puedan

adquirir

recursos con que atender a sus necesidades, ¿a 197

qué

se ven obligados? A una de dos cosas: a morirse de

hambre de

o a alquilar diariamente sus brazos, su fuerza

trabajo a los monopolizadores de

los medios de

producción.”32

Así, clase

social es su propia fuerza de trabajo. Pero, al tiempo y

como

hemos visto, es ésta

social, de

la única riqueza que caracteriza al proletariado como

ya que la capacidad productiva, el trabajo, es la fuente

el valor, enfrentado de este modo al capitalista que no

hace

sino constituir una traba al libre desarrollo de la propia

riqueza

económica. El proletariado no se define, pues, desde la

negatividad

puede haber en ella, sino precisamente la clase positiva

excelencia. Así, lejos de la visión de Marx de una serie de

hombres

constituidos en clase

producción clase

deshumanizada

en

favor de

la

irracional del Capitalismo33, nos encontramos con la

que en sí misma ya atesora, y en forma presente, todo lo de positivo hay dentro del mismo capitalismo.

32

1.

de la potencialidad traicionada, sino desde la fuerza

lo positivo. Es la clase obrera no la negación de lo que de

humano

que

riqueza

la clase que atesora en sí misma la riqueza de la produc

ción,

por

la máxima

riqueza. Se sitúa así, desde el principio, al proletariado

como

de

verdaderamente

Pablo Iglesias, El programa Socialista. Comentarios. Art.

P. 133.

Para una magnífica explicación de la idea de proletariado en Marx, y de Marx en general, ver: Marcuse, Herbert, Razón y Revoluciófl. Madrid, Alianza Editorial, 1986. Pp. 268—314 (las explicaciones sobre la idea de proletariado en Marx, en las páginas 285—286). 198

“Parecería económica por

natural, señores, que a una situación

tan miserable como la que pueda traslucirse

lo anteriormente dicho, debiera corresponder un

estado

sumamente inmoral. Sin embargo, no se da ese

caso.

La clase obrera, no obstante sus privaciones, a

pesar

de su falta de educación, es más moral, más

honrada sus

que la clase que la explota. Sus costumbres,

actos están ahí para demostrarlo. En su desnudez,

en

su pobreza, más ricos mil veces que los ricos en

generosidad con

sus compañeros sin trabajo el jornal que ellos

necesitan

para

aflicciones empeño

consuelanlos

en

sus

y buscan con solícito afán y denodado Cuántas

de su hija van a la casa de empeño solamente

librar de una angustiosa situación a un compañero

suyol

¡Cuántas veces familias obreras, llenas de hijos

faltas de recursos, acogen en su hogar, para darles

calor

y vida, a esas tiernas criaturas que, no mujeres

viciosas una ha

y corrompidas, sino una sociedad hipócrita y

moral falsa arrojan en medio del arroyo! Jamás se dado el caso de que un obrero, empujado por la

estrechez

de su miseria a demandar el auxilio de sus

compañeros, A

sustento,

la capa del obrero, el pañuelo de su mujer, el

vestido por

su

el modo de librarlos de un grave apuro.

veces

y

y desprendimiento, los obreros comparten

haya vuelto a su casa con las manos vacías.

montones, señores, se cuentan los rasgos de desinte

rés,

de generosidad, de abnegación que a todas horas

realiza

esa tan maltratada clase obrera. 199

(...)

Mírese superior, clase una

por donde se mire,

la clase obrera es

muy superior, en condiciones morales a la

que subyuga. Y es, señores de la Comisión, que clase que vive a expensas de

derrocha

otra, que gasta y

lo que no es fruto suyo, podrá tener más

fuerza, más inteligencia, más astucia; lo que no tendrá nunca

Si Si

será más moralidad que la clase oprimida.”34

el burgués es ocioso, la clase trabajadora es laboriosa.

la clase capitalista es un freno a la producción de

riqueza,

la

la clase obrera es la misma realidad que la produce. Si

el

industrial es ladrón que vive a costa de sustraer aquello que

no

es suyo, el obrero es la víctima de dicha sustracción35. Si,

Pablo Iglesias, Informe de la Asociación del Arte de Imprimir. PP. 467-468. Lo interesante de esta idea no es tanto la defensa de la moralidad de la clase proletaria, que seguramente podría ser cierta, sino el empeño con que se defiende y el interés puesto, extremado, en definirla de acuerdo a esa misma moralidad.

35

“Igual concordancia existe entre capitalistas y obreros que entre el salteador y el viandante, sin más diferencia que el viandante encuentra a su expoliador por acaso y sin pensarlo, mientras que el asalariado va a sabiendas a la faena donde creará un valor incompara blemente mayor que el que recibe, con el sentimiento, ya que no con la conciencia clara, de que es explotado; sabiendo, más o menos razonadamente, que sólo a condición de ser robado asegura su subsistencia.” Jaime

Vera, p. XI. 200

en

definitiva, el dueño de los medios de producción es una

especie del

condenada en el propio desarrollo histórico, el futuro

progreso corresponde al trabajador.

“De

igual suerte que la burguesía, nacida de las

necesidades

mismas de la sociedad feudal, obró como

elemento destructor de ella, unas veces con apariencias tranquilas, rio, ta

otras impulsadas por el furor revoluciona

así las necesidades del capitalismo, que represen el estado triunfante de la burguesía, engendran la

fuerza

social que

colectivista. obrera, de sus

ha

de operar

la transformación

Esta fuerza revolucionaria es la clase

la clase que sufre ‘lasdolorosas consecuencias

la contradicción que el sistema capitalista lleva en entrañas. Ha nacido en el seno de la sociedad

burguesa,

ha crecido a sus expensas, y por el juego y

evolución

de esa misma sociedad ha aprendido de ella la

virtud la

del principio colectivo, que si es fecundo para

explotación capitalista, no lo será menos para la

emancipación

obrera; el mismo desarrollo de la sociedad

burguesa

la

intereses

contrarios al interés privilegiado,; se ha

disciplinado fábrica que

constituye

clase

aparte,

con

sus

bajo la ferrea presión del régimen de

y de maquinismo; y, en fin, la misma sociedad

ha de caer bajo

elemento

en

sus golpes le proporciona el

inteligente que ha de darle conciencia cada

201

vez

más clara de sus intereses, noción cada vez más

exacta

La con

de lo que representa la evolución humana.”36

definición que se da de la clase obrera se corresponde no

la negación de las potencialidades actuales, sino con la

afirmación

de unos valores que aparecen hipostasiados en el

futuro

porque se dan ya en el presente. Esta visión, que sitúa la

verdad

última en la propia clase obrera, demuestra una vez más

hasta el

que punto la idea de adecuación se encuentra introducida en

proceso mental de los socialistas españoles y como existe la

imposibilidad de plantear una dialéctica desde la cual se pudiera sostener lismo la

que el proletariado no es la verdad oculta del capita

sino su auténtica falta de verdad siendo así, y por esto,

demostración de que el capitalismo podrá ser real pero no es

verdadero.

Pero

la admisión de esto último, el carácter verdaderamente

dialéctico a

por parte del movimiento obrero, implicaría renunciar

la idea de un enfrentamiento dual37 entre unos y otros y, con

ello,

o mejor dicho, anterior a ello, verse en la obligación de

renovar

su idea del capitalismo como algo más que una mera

relación comercial entre dos términos que acaban produciendo, por su

adición, un tercero que al resultar ser su producto los

engloba. ser

Efectivamente, para que se produzca dicha suma deben de

términos positivos los que se añadan. Y la verdad o falsedad

36

Jaime

Vera, p. XXXIV.

Dual es entendido aquí como contrario a lo dialéctico. 202

de

los mismos debe estar en consonancia con aquellos que realizan

un

papel de bueno o de malo (de creador de la riqueza social o de

usurpador

de la misma)

capitalismo. debe

dentro de la relación descrita como

Y por ello, la clase que cumple el papel de buena

ya de tener lo bueno realizado en sí misma pues si acaso no

fuera

así, esto debería salir de algo extraño y ajeno a ella que

no

estaría en ninguna forma representado previamente y al cual no

se

le podría señalar de forma positiva.

La idea

potencia aristotélica parece admitida, pero no así la

propia de la dialéctica de una contradicción que no sea ella

misma

ya la verdad, es decir: que en su negatividad no sea ella

misma

una futura verdad. Por eso, surge la idealización del

proletariado en

como forma de superar esa negatividad y convertirla

una relación de acto—potencia.

Este

hecho, por ejemplo, se ve representado perfectamente en

la propaganda, que tanta importancia adquirirá para el movimiento obrero.

Los

idealizados, presente

carteles de

siempre

acuerdo

al

presentan

canon

obreros

clásico,

que

ideales muestran

e un

ya real de realización humana plena. Incluso, movimien

tos

como el comunismo soviético a través de su cine presentarán

una

estética de apoteosis, de reconciliación, pero nunca de

negatividad38. Anclados en la adecuación, el proletariado ya es

38

De

hecho,

es curioso observar

como

la estética del

Fascismo guarda estrecha relación con la estética del movimiento obrero. Y como estas dos son asimiladas, e incluso superadas en su barbarie, por los propios anuncios emitidos a diario por la televisión en la actualidad. 203

lo

que el futuro debe ser: no hacen sino situar lo que ya son en

el

futuro de la propia humanidad. Se convierten en un ideal a

seguir, su que

algo que ya está dado ahí y únicamente precisa aumentar

poder, darse cuenta de lo que son y librarse de las cadenas le atenazan para desplegarSe.



ha

Pero si afirmamos que la evolución histórica no

destruido hasta aquí lo que en el fondo de las

relaciones

sociales hay de injusto y de opresor, y que

supedita

la inmensa mayoría de la familia humana a los

egoísmos

individuales de una minoría privilegiada, no

se

crea por esto que renegamos del progreso. La forma

económica las

presente tiene para nosotros, obreros, sobre

pasadas la ventaja inmensa de presentar a la clase

dominante función

reducida cada vez más estrictamente a su explotadora, pasandoaserpatrimoniodelos

hombresdetrabajo.delosasalariados,lasfunciones socialesqueenelmundoantiguoyenlasociedad feudalaparecíancomorazóndelosprivilegios.Se se

palpa, la inutilidad de la función capitalista; se

palpa el

ve,

el antagonismo entre capitalistas y trabajadores;

progreso ha planteado en sus últimos términos el

problema

social,

problema

planteado

es

problema

•139

¿Pero, la

quienes forman parte de la clase proletaria dentro de

sociedad burguesa? Se suele admitir como idea general dentro Jaime

Vera, p. IX. El subrayado es nuestro. 204

de

los estudiosos del tema, que existe cierta tendencia entre los

dirigentes aquellos

del PSOE a admitir como proletarios únicamente a

elementos que provenían del trabajo industrial y de los

sectores

más

sociedad.

Sin embargo, los discursos pronunciados y los escritos

originales te sea

económicamente

hablando,

de

la

señalan otra cosa bien distinta. Aparece explícitamen

como proletario todo aquel que vende algo de su trabajo, ya su fuerza de trabajo manual ya su capacidad intelectual, a la

clase

poseedora de los medios de producción. Los socialistas

españoles la

desfavorecidos,

no se cansan de repetir que los que trabajan dentro de

esfera intelectual son también, al igual que los otros,

obreros.



La clase productora [es], lo mismo al obrero de

la Universidad que al de taller, al que se emplea en el trabajo más

más fino y delicado que al que desempeña las

rudas faenas.”

“Hombre forma

obrero

y,

de trabajo: el que despliega cualquier

de trabajo; corresponde exactamente al término

obrero,

°

40

comprendiendo tanto al obrero manual como al intelectual.”

41

Pablo Iglesias, Comentarios. El programa Socialista. Art.

p. 144.

Jaime

Vera, nota a pie de página en la p. VI. 205

Sin cuanto

embargo, se produce un distingo entre unos y otros en

a la producción de su trabajo. Así, mientras que todo el

proletariado

industrial tiene cabida dentro del partido socialis

ta,

produzca lo que produzca y sean cuales fueran sus condiciones

de

trabajo,

proceder

siempre

científica, desarrollo su

los “obreros intelectuales” deben, sin embargo, en

su

producción

de

acuerdo

a

la verdad

que garantiza el triunfo socialista al descubrir el necesario de la realidad, sin prostituirse ni ellos ni

conocimiento en beneficio de la clase dominante dispuesta a

comprársela.

Sí; entendemos por obrero al individuo que en la



esfera

intelectual o en el trabajo material venden su

persona

como otros venden el producto de su trabajo. La

definición, entendamos cualquier de

que es clarísima, no significa que nosotros por obreros

los individuos que, cultivando

ramo de la ciencia, entregan ésta, cómo moza

partido, a merced del señor que paga. No queremos la

ciencia

prostituida; no podemos calificar de obreros a

los

individuos que ocultan la verdad científica, a los

que

no tienen honradez científica, y que, por lo tanto,

sabén

agradar a la clase que paga, velándole la verdad

para

poder continuar la dominación en que nos hallamos.

Esos

son galeotes que se interponen entre los que saben

y

los que no sabemos, porque nuestro cerebro, atrofiado

por

el

incesante

movimiento

206

muscular,

no

nos

ha

permitido

alcanzar de una manera perfecta el conoci

miento

de lo que debemos ser.”42

Cabría

preguntarse aquí el porqué de este distingo. Y la

respuesta

no se puede hallar en que los socialistas den gran

importancia a la producción intelectual de la burguesía, cosa que hemos

visto en este mismo capítulo que ni tocan. Tampoco han

hablado como

los socialistas, al menos explícitamente, de ideología

forma de dominación social. El hecho de que los proletarios

industriales puedan trabajar en cualquier actividad, frente a los intelectuales, según

tiene que ver con esa idea de fatalismo económico

la cual el Capitalismo necesariamente va a dejar paso a la

propiedad

común

de

los medios

desarrollo.

Con

capitalismo

se desenvuelva cuanto antes,

riqueza

prejuicio,

lo que

por

importa se cree

su propio es

que

el

la máxima

posible. Aquí es lo mismo el medio como se desarrolle el

capitalismo, número

este

de producción

qué industria va itásadelantada o cuál utiliza mayor

de mano de obra, sino que lo importante es la creación de

la máxima riqueza posible. Y por eso mismo no se tiene en cuenta en

qué trabaja el proletario industrial, pues trabaje en lo que

trabaje

lleva adelante el incremento del Sistema y, con su máxima

prosperidad, españoles,

su

idea

básica

de

los

socialistas

del sistema económico en sí mismo.

Vistas

42

La

y con la cual trabajan todo el tiempo, es la de la

neutralidad

problema

caída.

así las cosas, nada que refiera a ese lado del

debe de seguirse con una actitud vigilante en cuanto a

García

Quejido, sesión del 25 de enero de 1885. P. 254. 207

problemas máxima

sobre la ideología que encierre. La producción de la

riqueza posible, es decir, la labor ejercida por los

proletarios industriales, no produce nada ideológico, ni siquiera la

mercancía. Así, y por este motivo, el trabajo industrial,

separado mismo

conduce al sistema a su propia quiebra43.

Sin de

de su realidad capitalista, es positivo porque en sí

embargo, el obrero intelectual no puede trabajar en pos

crear esas condiciones materiales que apenas conocen signo

político

sino que son neutrales de por sí. Además, y ahí está el

problema,

el trabajo intelectual sí tiene un contenido ideológi

co,

aunque ellos no usen esta expresión, concreto en cuanto a las

ideas

dadas a la sociedad. Y, por lo tanto, es susceptible de

investigar este

planteamiento no se encuentra en lo que se dice sobre la

labor

ideológica de los intelectuales dentro de la sociedad

burguesa, la

cuál es dicho contenido concreto. Lo falso, pues, de

sino en querer presentar dicha realidad ideológica como

única existente dentro del propio capitalismo.

Una vez más nos encontramos aquí con una nueva diferencia con respecto a Marx. Éste ya había analizado la realidad productiva como el máximo exponente ideológico del capitalismo, aquello que iba integrando el sistema totalitario en su presunta abstracción de precisamente cualquier proceso productiva concreto, lo que atomizaba la realidad de forma ideal, cuando en realidad dicha realidad era de un estilo totalitario. Ello no quiere decir, por supuesto, que Marx no diera importancia a la propia producción, sino que para él, esta misma producción capitalista llevaba en sí una contradicción no sencilla de resolver. 208

Es

por este motivo, a nuestro juicio, por el que a los

intelectuales

se les exige, como condición previa al ingreso a

las filas obreras, la renuncia a defender los intereses burgueses usando de

como medio para ello la propia ciencia. Como consecuencia

esto deben precisamente esforzarse por buscar la Verdad, es

decir:

los argumentos que descubren como la situación favorece

totalmente

a los revolucionarios.

“Bien imperio

que los poseedores del capital, cuyo es el

del mundo, mirando las cosas a través de sus

intereses, saber

sustenten aquel error, incompatible con el

actual; pero vosotros, hombres de ciencia que no

seáis

capitalistas, no sólo vais

científica;

vais

fundamentales.”

De

bajo es

también contra vuestros

intereses

44

esta manera,

pervive,

contra la verdad

ese componente intelectual del partido

explícitamente y en una realidad que va a durar décadas,

la eterna sospecha de la traición de clase. Y el pensamiento visto desde un punto de vista

propia

ideólogico mientras que la

producción capitalista de mercancías es vista como la

garantía

que permite afirmar el propio triunfo final.

“El indica, actual Jaime

Partido Socialista Obrero, como su nombre es un partido de clase; dividida la sociedad en explotadores y explotados, el interés de Vera, p. y. 209

éstos

se halla

existente das

en

hacer

resaltar

el

antagonismo

entre unos y otros para que, una vez despeja

las sombras con que aquellos pretenden ocultar a la

vista

del proletariado este deslinde del campo social,

los trabajadores todos acudan con su esfuerzo decidido a

pelear en su terreno propio.

No

significa esto, no puede significar en modo

alguno

que el Partido Socialista se cimente en el

exclusivismo.

Aquellos

elementos

que

ejerciendo

funciones científicas o intelectuales prestan servicios verdaderamente no

hallarse comprendidos en la aceptación general y

gráfica dores

del término obrero, son, sin embargo, trabaja más o menos asalariados que desean prestar su

concurso los ción en

a la obra de una mejor organización social;

que procediendo del campo burgués sean una excep honrosa por su ejemplar conducta con los obreros; fin, cuantos acepten con lealtad nuestro Programa,

tienen

un puesto en las filas del partido, sin más

limitaciones

que las que fatalmente les crea su propia

procedencia,

fáciles de borrar con hechos que acrisolen

la

Se

sinceridad de sus opiniones.’”5

da

capitalista

27

útiles a la sociedad, y que no obstante

así

la paradoja

de que mientras

la producción

es implícitamente aceptada como aquello que necesa—

Bases a que debe ajustarse la redacción de El Socialista, de enero de 1886. P. 341 210

riamente

va a traer algo positivo a la revolución, sin embargo el

pensamiento hacer

no tiene más misión que la de la propaganda, la de

conocido por todo el mundo el mensaje del partido socialis—

ta.

No nos hallamos ante una crítica de la ideología sino ante

una

sospecha frente al pensamiento, al menos implícita, que se

coiaplementa con una apuesta total y efectiva hacia el desarrollo de

los medios productivos como elemento fundamental de la revolu

ción.

La mecanización del esquema revolucionario cobra así gran

importancia. ideas

Todo el proceso histórico se mueve no ya a golpes de

más o menos elevadas, sino de hechos por encima de los

mismos

individuos que en su fatalismo colocan necesariamente la

revolución

como culmen de un proceso temporal.



El

elemento inteligente que ha de contribuir

poderosamente

a la difusión de la doctrina redentora

del

Socialismo entre la clase obrera está representado

en

gran parte por los hombres que se consagran al

trabajo

intelectual. La ilusión mentida de que los

hombres

científicos tienen intereses ariaónicoscon los

del

capital no puede durar. En la gran lucha de clases,

su

puesto está en las filas de los trabajadores.

La

burguesía ha tolerado la investigación libre de las

(...).

ciencias

físico—químicas porque el progreso de estas

ciencias

era la condición del perfeccionamiento de los

medios

técnicos, o, lo que es lo mismo, del auge de su

dominación; menos

pero respecto a aquellas otras ciencias no

positivas

ciencias

que

las

llamadas

naturales,

las

sociológicas, la economía, el derecho, la 211

fisiología

mental o psicología, la clase capitalista

tiene

sus dogmas, tiene su ciencia oficial, ni más ni

menos

que los signos de dogmatismo, y la investigación

de

la verdad de que puede salir la crítica y condena

ción

del poder burgués, es tan poco libre como ella

puede

conseguirSe que sea.

(...)

Mas

lo que

espíritu

de

fatalidad

de

producción marcha vez

no

pueda

para

independencia aquellas

científica

lo

la generalidad

conseguirá

resoluciones

la misma

económicas.

sigue, aunque de

el

la

lejos, una

paralela a las demás formas de producción; cada

excede en mayor grado a las necesidades de la clase

capitalista; aumenta cada

sin cesar; la posibilidad de trabajo se hace

vez más infrecuente; la incontrastable ley de la

necesidad hombres en

el número de los obreros intelectuales

ha de arrojar, por lo tanto, la masa de

de trabajo intelectual al campo revolucionario

busca de una producción

segura

científica más

amplia,

y siempre creciente en el régimen colectivis

ta.

La tomar de

idea de que las ideas o las teorías políticas pueden parte fundamental en la revolución es un error que a ojos

los

socialistas españoles

prepotencia de

esconde,

cuando menos,

cierta

del lado de los intelectuales. Si tomamos como punto

referencia la distinción entre clase en sí y para sí que Marx 46

Jaime

Vera, p. XXXV. 212

introduce

en Miseria de la Filosofía (y que en cierta medida es

la misma que introduce en La Ideología alemana al situar las dos condiciones

básicas de una revolución en las económicas y las

ideológicas47), análisis Dicho

observamos

como

nada

de eso hay

en todo

el

que sobre la clase obrera realiza el partido Socialista.

estudio responde más a un criterio economicista que social

47

“En principio, las condiciones económicas habían transformado la masa del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado en esta masa una situación común, intereses comunes. Así, esta masa viene a ser ya una clase frente al capital, pero no todavía para sí misma.”

Pp.

Karl Marx, Miseria de la filosofía. Madrid, Ed. Sarpe, 1984. 173—174. Y si no se dan estos elementos materiales de una conmoción total, o sea, de una parte, las fuerzas productivas existentes y, de otra, la formación de una masa revolucionaria que se levante, no sólo en contra de ciertas condiciones de la sociedad anterior, sino en contra de la misma “producción de la vida” vigente hasta ahora, contra la “actividad de conjunto” vigente hasta ahora.” “

Marx y Engels, la Ideología Alemana. Barcelona, Editorial, 1988. P. 38.

L’Eina

Decimos que es un esquema muy similar, si acaso no idéntico, porque en las dos se hace mención explícita al hecho de que la revolución proletaria precisa tanto unas condiciones económicas de desarrollo como una condición de pensamiento que se rebela no sólo ante ciertas condiciones de la vida (reformismo) sino ante la misma vida. Así, en Marx parece claro que se juega con un concepto de revolución no sólo movido por consideraciones economicistas, sino también referidas al propio pensamiento filosófico. Igualmente, se ve en Contribución a la crítica de la filosofía del Derecho de Hegel. Introducción y en las Tesis.sobre Feuerbach la relación entre filosofía y revolución. 213

de

esa misma clase. En él se da importancia al proletariado en

cuanto

a ser la clase que imprime una de las dos funciones

básicas a

del capitalismo (produce la riqueza de toda la sociedad

través de la venta de su fuerza de trabajo) pero en realidad

por

nada más. Ni, también cabría aquí añadir, por nada menos. La

clase

en sí agota en su seno a la para sí que queda reducida

exclusivamente el a

poder. La conciencia de clase se transforma en una obediencia las directrices de un puñado de dirigentes, y en esta época

todavía unido que

no cabría hablar en términos despectivos, que consideran

por sí mismo el ser con el deber ser: el proletariado es lo tiene que

revolución vo.

a una estrategia para, llegado el momento, asaltar

ser pues

su función es el desarrollo

de

la

a costa del desarrollo del mismo capitalismo producti

En toda su faceta revolucionaria su papel se agota en la

propia

tarea que en la sociedad actual ya le es encomendada.

“Si

nos dirigiésemos a un público exclusivamente

burgués,

poco nos importarían estos inconvenientes,

puesto tal,

que estamos persuadidos de que el burgués, como sabio o ignorante, es incapaz de comprender el

Socialismo clase de

no podrá comprender jamás una teoría que, como la

Marx, es la negación de su existencia. Pero escribi

mos

para el Proletariado, el cual, según ha dicho con

mucha

razón Engels,

socialista tiempo y

científico, por la sencilla razón que una

moderno

“,



y

es

el corazón del movimiento

el proletariado carece hoy de

material para entregarse a profundas lecturas,

de medios pecuniarios para adquirir libros costosos. 214

El obrero se sabe únicamente algunos fragmentos de las obras

de Marx ; loquenoimpidequeviva,pordecirlo

así,pararealizarladoctrinaqueMarxhaestablecido, yqueamedidaqueadelantaenlaevolucióneconómica, reconozcaysientalosfenómenosqueMarxhabía previsto

Una cosa, ya

con la lucidez del genio.”

48

vez más, la teoría de la verdad como adecuación a la

al objeto, conlieva la necesaria aceptación de aquello que

es

como

condiciones

lo verdadero. que

de

El

positivo

proletariado pudiera

tener

reúne el

todas

las

capitalismo,

mientras

que el industrial, el burgués, como ya sabemos es lo

negativo.

Así, si la parte negativa ya es burguesa, la positiva

ya

es

proletaria con

consideración

lo cual sobra

absolutamente

cualquier

sobre la necesidad o no de que el proletariado

adquiera

conciencia. Incluso es más, la única conciencia que

adquirir

debe el proletariado es la de la idea de su fuerza y su

necesaria

unión

adecuarse

de forma positiva al tiempo que llega, pero que en

absoluto

el sujeto será capaz de construir como una condición

dentro

para

estar

preparado,

es decir, para saber

de su relación con el objeto.

“(...)

nosotros

no

hablamos

del

derecho

de

insurrección; antes al contrario, nosotros, al dirigir nos

48

a la clase trabajadora, al dirigirnos a nuestros

José Mesa, p. XXI. El subrayado es nuestro.

En la cita, se ve la creencia de que, aún sin conciencia, el proletariado cumple su función histórica. 215

hermanos, viertan

una sola gota mientras no estén todos unidos y

compactos, que

les decimos que su sangre vale mucho, que no

con plena conciencia de sus derechos, a fin

cuando llegue la ocasión de derramarla sea con

provechoso los

fruto; pero que no la estén derramando todos

días para que algunos vampiros vivan con ella.

Por influencia

eso entre nosotros, aquellos que tienen más recomiendan la calina, y dicen: “hay mucho

que

hacer todavía, hay mucho que organizarse antes de

ir

a esa lucha: luchafatal.inevitable;perocuyo

momentonolodeterminaremosnosotros.sinoquelo determinaránloshechoseconómicosopolíticos.el desequilibrioentrelasociedadqueexplotayla sociedadqueesexplotada;poresoloquehacefaltaes prepararnosparaquecuandolleguelaocasión, cual

El

esté dispuesto a cumplir con su deber.”

objeto al cual adaptarse está ahí, ya dispuesto para ser

dominado

por un sujeto que pasivamente le domina a través,

precisamente, cual, tal no

cada

del derrumbe del propio objeto por sí mismo. Con lo

el sujeto que triunfa es el que mejor se adapta al medio,

y como realizan las especies en la evolución darwiniana, pero el que lo transforma. Nada pues más lejos de la praxis que se

debería

enraizar en la conciencia de clase marxista. Aparece

además,

la apariencia de que

El

lo importante es

la práctica,

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. P. 209. subrayado es nuestro. 216

entendida aquello

ésta

como

reivindicación

diaria, dejando

de

lado

que debiera guiar a la propia práctica.

Desde este antagonismo, los trabajadores, y aquí



contesto a

a un punto concreto del interrogatorio, acuden

la resistencia, no como medio de emanciparse por

completo pueden

ni de impedir la explotación, que esto no lo conseguir,

efectos.

sino

Y no es que

conciencia

de

esto,

como

medio

de

atajar

los obreros tengan

porque cuanto más

sus

perfecta

tiranizados

están, más reducida es su inteligencia: es que el mismo desarrollo

La para

industrial lo ha traído consigo”

desvinculación se da así definitiva entre la teoría, que

los socialistas es negativa pues

producir

no parece

y la práctica, que por el mero hecho de producir

resulta

ideológico porque

ella misma

nada y niega así la esencia de la revolución frente al

capitalismo, algo

50

positiva.

La

supresión

de

cualquier

elemento

dentro de la práctica no sirve por ella misma, sino

ayuda en la creación del fatalismo necesario que es

previo,

curiosamente,

confirmarlo. estrategia

a

esa

práctica

que

únicamente

puede

Así, la práctica podrá variar dependiendo de la que se fije para alcanzar un fin, pero la ideología

carecerá

de importancia ante la ininediatez de los hechos. La

urgencia

histórica es la inmediata creación de riqueza material

para la

ahogar al capitalismo por la propia pobreza de las masas que

hará lanzarse a ésta a una revolución acuciada por el hambre. tdeni, p. 206. 217

“Pudiera

daros a conocer también, refiriéndOme

exclusivamente huelga que

a los tipógrafos

,

lo que significó la

sostenida en el 82; pero prefiero demostraroS

estas luchas no son locales, ni nacionales, sino

que

revisten

un

carácter

nacional

y

van

en

pos,

digáinoslO así, de una fatalidad económica que persigue a

los obreros, dependientes de la clase capitalista. En

las

diversas

en

que

el mundo

está

dividido,

la cuestión va tomando un carácter de mayor

gravedad,

conforme el desarrollo de la industria es

mayor, fuerte, más

De surgé

conforme la defensa de los obreros va siendo más conforme se va circunscribiendo a un círculo

estrecho, y va haciéndose, por tanto, su vida más

pesada

y más difícil de soportar.”

51

ahí, y producido por el propio desarrollo del sistema, ese otro punto fundamental dentro de la existencia del

proletariado proceso a

nacionalidades

en el seno de la sociedad capitalista como es el

de pobreza creciente, el efecto de la pauperación, que,

juicio de los socialistas, va generándose entre las capas

obreras

a medida que el capitalismo va extendiéndose.

El

antagonismo de intereses entre obreros y

capitalistas distintos



se agrava por la concurrencia entre los

capitales.

García Quejido, sesión del 26 de octubre de 1884. Pág. 26. 218

En

primer término, el

capitalista dad

estado de guerra entre

y capitalista los coloca en la imposibili

de transigir en lo más mínimo con el

obrero.

Todo

productivo fuerza

el obrero que no sea

para el capitalista es encarecimiento de la

de trabajo y, por tanto, encarecimiento de la

producción. de

beneficio para

interés

La baratura en el mercado es la condición

la victoria; luego la depreciación de la fuerza de

trabajo

es la condición de la fuerza de trabajo es la

condición lar. El

de existencia de cada capitalista en particu

El que af loja en esta tiranía sucumbe sin remedio. apego a la vida ha de vencer toda consideración

humanitaria. mercado, toda

(...)

Los

capitalistas, que no rigen el

sino que son dominados por él, a despique de

caridad, han de ver mayor desgracia en el deterio

ro

de una máquina o la mutilación de una bestia que en

la

muerte violenta o en el desfallecimiento gradual de

los

proletarios que los enriquecen.

Acentúase, además, ese antagonismo, porque aumenta la

cantidad de fuerza de trabajo disponible: en primer

lugar, de

por el hecho de la acumulación y concentración

los medios productivos y por su perfeccionamiento

técnico,

que multiplican la productividad del trabajo;

en

segundo lugar, porque los productores por su cuenta

y

los capitalistas débiles, derrotados en la guerra

civil

de los capitales, vienen a engrosar las filas del

ejército proletario. Además, la destrucción continua de 219

centros

de producción parcial ocasiOfla un estado de

crisis lugar do

a frecuentes paros y a un trasiego no interrumpi

de obreros, restableciéndose el equilibrio más o

menos

tarde pero siempre de una manera incompleta”52

Este el

permanente, funesto para la clase obrera, dando

proceso comienza con el desmantelamiento producido por

capitalismo de las pequeñas industrias y talleres, que eran

los

lugares donde no se podía llevar a cabo hasta sus últimas

consecuencias salarios.

los efectos de la ya conocida ley férrea de los

Inexorablemente, con el trascurso del tiempo y el

desarrollo capitalista, estas pequeñas empresas van desaparecien do

y con ellas se van disipando las últimas garantías que podían

tener

los

proletarios de adquirir una buena posición económica

personal.

“Pues verifica

bien: el obrero, desde el momento en que se

esa transformación, pierde en categoría y pierde en

todos

sentidos; porque mientras en la pequeña industria no

puede

existir la ley del salario, en la grande industria, en

el gran desarrollo industrial, basado en el perfeccionamien to

de las máquinas, en la división del trabajo, etc., el

obrero la

52

es cada vez más despreciado, hasta quedar reducido a

condición de un esclavo.”53

Jaime

Vera, p. XXV.

Pablo Iglesias, op. cit., p. 202. 220

La

desaparición

importante y

de

los

talleres

marca

así

otro

punto

de inflexión para los socialistas. De acuerdo a ello,

como ya hemos analizado en la Primera Parte, el obrero que

hubiera

podido ahorrar un dinero con su esfuerzo podría haber

montado

un pequeño tal1er y con eso dejar de ser explotado por el

capital

personificado en el burgués, aunque él mismo se convir

tiera

en explotador, como no se cansan de recordar a la Comisión

los

miembros,

Incluso, de

la Asociación

de

Tipógrafos.

se presume de que con esta acción (que vendría a ser la

pasar de empleado a patrón) salvaría su capacidad y dejaría de

ser

objeto del robo de su fuerza de trabajo. La salida económica

implica, lo

inera condición económica, una situación social y laboral

concreta es

que se complica sólo por el hecho de que el capitalismo

incapaz de

condición sentido larga se

pues, la superación de la condición de explotación con

cual se debe sobrentender que la explotación es en sí misma

una

solucionarla.

social y

Pero

aparece

claro

que

si

la

laboral del proletariado cainbiara en un

favorable para ellos en su nivel de vida, su miseria y jornada de trabajo desaparecieran, entonces la explotación

consumiría con ello mismo.

Es español, concibe ca:

una vez

más

la unión

ineludible que

el

socialismo

y con él podríamos unir a toda la socialdemocracia, entre las condiciones económicas y la propuesta ideológi

es la primera la que guía a la segunda y marca su trayecto

ria. a

socialistas, de

Ella decide de forma exclusiva cuando una estrategia (pues

eso ha quedado reducida la ideología y la propia política) es

apta

para el momento o cuando no lo es. La clase en sí domina, de 221

esta

forma, sobre la para sí, controla su movimiento ideológico.

Son

las

condiciones

proletariado revolución. viene

económicas,

y el desarrollo

es

decir:

productivo,

la

pobreza

las que marcan

del la

La conciencia de clase es acuciada, incluso más aún,

formada a través de la pobreza material que aguza el

intelecto.

La

injusticia que obliga al proletariado a levantarse se

concreta la

en la carencia de alimentos y bienes materiales (y aquí

idea de ese materialismo se puede describir como el de una

grosería

absoluta: lo material responde exclusivamente a aquello

perceptible gusto).

por los sentidos, en especial, parece ser, el del

Es precisamente esto la falsa idea de la pauperación: la

reducción acción

de la materialidad del hombre a un mero ejercicio de

gastronómica y resto de funciones vitales y necesidades

primarias.

Lo falso no es sólo que la pobreza no sea lo que hace

la

conciencia de clase, sino el pensamiento que subyace a la idea

de

que la materialidad se reduce a funciones fisiológicas y que

el

resto de las funciones de un organismo humano no guardan

relación dejadas que

con dicha materialidad y, por consiguiente, deben ser de lado. Y todo esto deviene en falso porque se tendrá

acabar admitiendo una separación, entre lo estrictamente

material lo la

y aquello que aparece cómo libre frente a la esfera de

dominado por la materialidad. Así, si el trabajo pertenece a materialidad

satisfacción entra

más

evidente,

pues

es

la

formación

de

la

ante las necesidades, la cultura, sin embargo, no

a formar parte de esa materialidad. Esa es, como ya hemos

analizado

anteriormente, una de las razones que hacen que la 222

clase

intelectual sea vista como algo ajeno a la propia clase

obrera idea

y es, igualmente, la razón que se esconde detrás de la que señala la supremacía del en sí sobre el para sí.

Efectivamente, solamente

el

sistema

al

cual

material y afecta únicamente

producción, con

si

hay

que

derrotar

es

a la relación de la

lo prioritario será, asimismo, esa materialidad. Y

lo prioritario vendrá lo verdadero. La pobreza del próleta—

nado,

garantizada por la pauperación que es lo positivamente

evidente,

es lo que marca la diferencia entre ser o no ser

revolucionario.

De ria

esta manera, la pauperación como característica definito

de la sociedad burguesa adquiere una gran importancia en el

análisis

de

Efectivamente, la

clase

que

realizan

los

socialistas

españoles.

una de las causas que más va a azuzar el fuego de

lucha de clases va a ser precisamente la pobreza de una de las

pártes

contendientes. De la pobreza va a depender que la lucha de

clases

sea intensa o no. La pobreza intensa que existe dentro del

proletariado,

provoca el odio entre las dos clases que, recordé—

inoslo, únicamente forman la sociedad. Y dicho aborrecimiento se ve

reflejado en el desinterés que tanto una como otra sienten

hacia

su antagonista.



y

así como al patrono no le afectan las cuitas

dolores de los obreros, éstos permanecen impasibles

ante a

Y

las contrariedades o desdichas que puedan ocurrir

los burgueses. De la fuerza se valen los patronos

para

imponer sus condiciones a los obreros; de la 223

fuerza

de su unión se valen éstos para arrancar a sus

explotadores

una retribución mayor o una jornada más

corta.

Y

como en esta lucha de intereses y en esta

desigualdad de condiciones, el obrero desempeña siempre el

papel de víctima y el burgués el de verdugo, la

indiferencia

con que éste ve la muerte de un obrero, es

pagada

por los asalariados con la alegría que experi

mentan

al saber la muerte de un burgués, su enemi

go.





En

Paso

a examinar ahora la división del trabajo.

esto hay un interés de clase, y he de anticipar una

idea general. Así como los industriales no se cuidan de si

el obrero se muere, porque lo reemplazan por otro a

quien

dan el mismo jornal, bien corto por cierto, a

nosotros

nos

industrial, los

bledo

que

se

arruine

un

porque nuestros intereses son contrarios a

suyos y antagónicos; así es que cuando el indus

trial

en cualquier ramo introduce una división en el

trabajo productos

1,

importa un

que le da al cabo del día mayor

suma de

a precios más bajos, no tiene en cuenta para

Pablo Iglesias, Comentarios. El programa Socialista. -Art. p. 131. 224

nada su

el beneficio que pudiera reportar al obrero, sino ganancia.t’55

Pero

hemos de ver que dicho desinterés, dicho odio, adquiere

matices

individuales, es un odio subjetivo. No se trata exciusi—

vamente

de que las dos clases entren en conflicto debido a la

forma

definida de la estructura capitalista, sino que hay un

componente

subjetivo en todo esto: el odio de una clase frente a

la

otra. Y para los socialistas, el propio antagonismo de clases

es

debido a la miseria en la que una condena a la otra. De esta

manera,

una vez más, lo que de cierto pudiera tener la idea es

rápidamente de que

desvirtuado ya que parece como que si dicha condición

miseria progresiva desapareciera, la lucha de clases tuviera disiparse junto a ella.

“La miseria del proletariado, el pauperismo, no ha sido

ocasionado por los malos hábitos y costumbres de

los

trabajadores; antes al contrario, unos y otras

deben

su existencia y su desarrollo a la esclavitud

económica

que han padecido y padecen.

(...)

Las a

víctimas del régimen burgués son arrastradas

ella [la miseria], no por sus defectos o sus vicios,

sino

por la forma en que se distribuye la riqueza,

yendo

a parar la parte principal a la minoría parásita,

y

una parte, cada vez más exigua, a la inmensa masa

laboriosa.

En ese sencillo hecho económico está la

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. P. 205. 225

causa

de

la desigualdad

inevitable,

Y su

da.

la miseria de los que trabajan.

no solamente no depende la pobreza del obrero de

falta de moralidad y honradez, sino que cuanto más

honrado su

sea, cuanto mayor grado alcance su nivel moral,

situación económica será más aflictiva y desespera La demostración es sencilla. Un obrero que se halle

adornado lacayo

de las cualidades antedichas no puede ser

de los explotadores ni sufrir resignado las mil

humillaciones bastante

brazos.

que se cometen en el taller, siendo esto

para dificultar, y más

corremos,

De

social, y su consecuencia

en el tiempo que

el que encuentre sitio donde

ocupar sus

1t56

nuevo debemos acudir a la idea socialista sobre qué sea

el

Capitalismo para explicar de manera correcta cuál es el fondo

de

esa idea relativa al odio subjetivo que azuza la lucha de

clases.

Si el sistema capitalista ha sido caracterizado exclusi

vamente

como la compra—venta de trabajo que la clase burguesa

realiza

de

la clase

protagonistas que

ha sido ya garantizado en el propio proceso y lo

precisamente la objetividad de algo ajeno a estos dos

protagonistas. la

56

III,

los dos

ya ha desaparecido, previamente a cualquier otro análisis, ha

sido

de

proletaria, el subjetivismo de

clase

Así las cosas, si desaparece por un lado, el lado burguesa,

la

explotación

inmisericorde

de

los

Pablo Iglesias, Comentarios. El Programa Socialista. Art. pp. 136—137. 226

proletarios motivado

en la compra diaria de su trabajo, y, por otro y

precisamente por el primero, el sentimiento de explota

ción

y con él el de odio de la clase obrera hacia los capitalis

tas

¿Qué quedaría de negativo en el propio capitalismo? Todavía

más,

¿qué

queda del Capitalismo analizado por los socialistas

españoles?

227

TERCERA PARTE

REFORMA O REVOLUCIÓN: LA POLÍTICA DEL PARTIDOOBRERO

Las mente

consecuencias resultantes de los dos análisis anterior—

expuestos, sobre los teniasde la idea del salario (capita—

lismo)

y del antagonismO de clases, nos permiten adentramos

continuación por

a

en el comienzo del estudio de las ideas defendidas

los socialistas españoles en torno al tema de la política

revolucionaria.

Para

ello, en primer lugar analizaremos el modo en que el

proletariado adelante añorada

su lucha, calificada como de masas, para conseguir la revolución. Creemos que este tema puede resultar de vital

importancia entre

pues si por algo socialistas y anarquistas disputan

sí, al menos en España y creemos que también en el resto de

Europa, to

agrupado en torno al partido obrero debe llevar

es precisamente por el grado de implicación del movimien

obrero dentro de las estructuras políticas de la llamada, por

ellos

mismos, sociedad burguesa. Incluso, se sitúa en este punto

toda

la cuestión establecida, o la más importante, cuando se

produce

la escisión entre los socialistas del núcleo madrileño y

la propia Federación Madrileña en junio de 1872. Nos encontramos, por

consiguiente, ante un punto que debería considerarse como

básico miembros

por los propios socialistas para diferenciarse de los partidarios de los grupos anarquistas.

231

Sin

embargo, conviene destacar desde el principio que la

idea

de un partido obrero diferente a los ya instituidos, que

para

los socialistas españoles persiguen el interés de la clase

dominante,

no es de por sí una razón para adelantar que la lucha

política sino

cobre gran relevancia dentro del esquema socialista,

que, como ya veremos, la importancia concedida al elemento

político

es utilizada por los socialistas más como un hecho

propagandístico divulgar el

y de aprovechamiento de la tribuna pública para

sus ideas que relacionado con una auténtica creencia en

papel que las formaciones políticas puedan llevar a cabo en la

propia

realización de las convulsiones necesarias para hacer la

revolución

obrera.

Asimismo, análisis

consideramos en la presente investigación que el

efectuado por los socialistas españoles en torno a las

distinciones

políticas y sociales de los partidos burgueses y el

eminentemente efectuar,

obrero es una buena piedra de apoyo para intentar

a través de él, cuál es el sentido que los dirigentes

del

PSOE dan a la ideología como forma falsa de expresión social,

de

acuerdo al. esquema marxista que dicen mantener.

posible, socialista sobre

ción.

creemos, porque en el análisis que el mismo Partido presenta de la actuación burguesa en la política prima

todo el hecho de presentar a aquélla como una forma de

privilegio las

Esto es

burgués, como un utensilio que la burguesía emplea en

instituciones creadas para su provecho propio y su domina Podemos analizar así, y amparándonos en este mismo estudio

socialista

del papel de la política en la sociedad burguesa, la

232

crítica de

que el PSOE realiza de la función de la ideología dentro

la sociedad capitalista.

233

UNO:

LA IDEA DE POLÍTICA

Lo

primero que nos llama la atención en el estudio del

problema todo

de la política es, precisamente, el desprecio que hacia

aquello que sea político se encuentra inmerso en el discurso

socialista. cualquier pudiera

Lo más

llamativo es la absoluta falta de fe en

tipo de causa—efecto, o al menos en cierta conexión que haber entre la propia actuación política, sea del signo

que

sea, aunque con posterioridad veremos que precisamente uno de

los

rasgos definitorios de la actuación política es su carácter

de

burguesa, y la realización de reformas o mejoras en las

condiciones

de vida del proletariado.

Efectivamente, burgués, menos

la política es vista como un modelo de juego

un privilegio de la clase dominante, un adorno más o

florido con el que el sistema de explotación capitalista

pretender

amansar a los obreros que son menos conscientes de su

miserable

condición. La actuación política que se da dentro del

círculo de

burgués tiene como objetivo más claro ofrecer una serie

promesas, luego siempre incumplidas, a los obreros para que

éstos

no mantengan una actitud beligerante ante la explotación

burguesa.

“Vamos políticos

a

ver

si

efectivamente

los

partidos

todos, y con esto contesto a la pregunta 63, 237

se

conducen de ese modo. Hasta hace algún tiempo, los

trabajadores burgueses; libertad, ellos,

han han

a

creído

remolque

sus

de

palabras

los de

partidos

bienestar,

igualdad, fraternidad; se han batido por

y han

vinieran

ido

sidocarne

de cañón

para

que

otros

a ocupar elevados puestos; pero han ido pasado

todos

esos partidos por el poder

hecho

todos ellos? El que no los ha pegado, ha tenido

el

palo levantado para hacerlo.

(...)

(...)

Y,

¿qué han

En estos tiempos,

los mismos Señores de la Comisión están haciendo a cada instante cuartos de conversión, pero la masa del pueblo ya

no se va con ellos, porque comprende que nada

importan

a sus intereses.

Hay ciertos

en esos partidos avanzados programas que en puntos parece que coinciden con el que tiene el

partido

obrero que represento yo aquí.

¿debemos

(...)

Pero,

nosotros dar fe a esas reformas que estampan

en

su bandera? De ningún modo; si las estampan es por

su

propia conveniencia, por triunfar en la lucha que

tienen con otros elementos tan burgueses como ellos, no porque clase

se propongan hacer nunca nada en favor de la trabajadora.

Ahora

bien, ¿dónde milita el grueso de las fuerzas

de

ésta? En dos campos: en el de la política demoledora

y

en el partido socialista obrero. Además, hay una

fracción

que está todavía como dolorida y atolondrada 238

de

los golpes que ha recibido de la clase burguesa;

pero

esta misma fracción llegará día en que coiuprenda

que

no sirve la resignación y el abatimiento, sino que

es

preciso tener energía y buscar cada uno su puesto

para

el momento del combate; y cuando llegue ese día no

irá

seguramente a forinaren las listas burguesas, sino

en

las nuestras.”

De

esta manera, mantienen

sentido

que tiene la política burguesa es la defensa de los

privilegios

sociales, pero carece de todo sentido si desde el

proletariado función

se trata, ya que aquí tendría que cumplir una

que por sí misma le es imposible: la realización de la

revolución política que

los socialistas que el único

tan esperada. En el frente proletario, la organización

es únicamente un medio para arrancar reformas, las pocas

se pueden, a la burguesía.

“Si

nosotros queremos que vayan a aquellos sitios

diputados merced

O concejales socialistas, es porque allí,

a sus proposiciones o a sus proyectos de ley,

además

de

poder

arrancar

alguna

mejora

para

los

trabajadores, harán que se manifieste el antagonismo de clase”

Pablo 2

Pablo

2

Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pág. 208. Iglesias,

comentarioS.El programa Socialista. Art.

VII,

p. 148. ObsérVese como aquí se juntan, por un lado, la idea de un reformismo social y, por otro, la utilización de las institUCiO 239

Ciertamente, origen

esta corriente de opinión bien puede tener su

más directo en

socialista escisión estudiarla

la vena

anarquista que el movimiento

lleva en sí desde su orígenes, que se remontan a la del

semanario

La Emancipación3. Igualmente, cabría

desde la perspectiva de que la política española, ya,

al

menos en lo referente al movimiento obrero organizado, desde

la

discusión en las Cortes sobre el tema de la Internacional y su

posterior vías

nes

prohibición, no parece especialmente atraída por buscar

de aproximación hacia los socialistas4. O incluso, en el

políticas como propaganda.

La escisión producida entre los socialistas y los anar quistas no es óbice para que, en lo referente a la línea de actuación política concreta a seguir, ambos rivales estén más unidos que separados. Esto se observa muy bien, como ejemplo sintomático, ante la proclamación de la Primera República en España y el escaso apoyo que encontrará en las páginas del semanario que se suponía defendía las ideas socialistas como era La Emancipación.

mi en

Cfr. Antonio Elorza y Michell Ralle, op. cit. Asimismo, en Memoria de Licenciatura José Mesa y Leompart: una monografía, las páginas 79—95.

Se podría objetar a esto que sí existe interés por parte de la clase intelectual española en un acercamiento a los círculos obreros y, especialmente, por parte de los krausistas y sus posteriores herederos. Sin embargo, también es cierto que esta apertura se realizará bajo el signo de una tutoría que los intelectuales de la clase burguesa se invisten sobre los hijos descarriados que deben volver al redil del organismo social (ni que decir tiene que imperante): “La Información oral y escrita organizada por la Comisión de Reformas Sociales representa una manifestación más de la autoproclamación de la burguesía progresista como tutora de la clase obrera, a la que negaba autosuficiencia 240

extraño

suceso de que la Comisión de Reformas Sociales

contrario puede

los en

que

al

que otras instituciones sociales de la época en España

considerarse como un intento de acercamiento tolerante,

tolerancia entre



desde la dominación, para abrir una vía de diálogo

los sectores obreros, en los que se incluirían expresamente

socialistas, y la burguesía— olvida, digámoslo así, publicar su obra el informe escrito que le manda el socialismo español

emancipadora, no tanto por la incapacidad de la propia clase obrera para acceder al poder político y social, sino por las terribles consecuencias para la burguesía que de este hecho se podían desprender.” Juan Antonio Crespo Cabornero. Tesis Doctoral: Teoría Económica, estructura legal y educación popular para la reforma social en Adolfo A. Buylla. Madrid, 1994. Inédita.

“La invocacion [del Congreso de Valencia] a las reformas sociales era más bien un artificio empleado como cebo para atraer al movimiento obrero a terrenos en que sus reivindicaciones acabasen por esterilizarse. Actitud que no se hallaba muy distante de la que estará en la base de la Comisión que, esta vez desde el gobierno, pondrá en marcha Segismundo Moret.” Santiago Castillo. Introducción a Reformas Sociales. Información oral y escrita publicada de 1889 a 1893. Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1985. Pág. LXIX, vol 1. tLos miembros de la Comisión de Reformas Sociales se acercaron a los probLemas obreros con una actitud paternal, que de igual forma que representaba el fondo humano de las actitudes reformistas, lo era también de una mentalidad más antigua, aristocrática e ilustrada” MONTOYA TAMAYO, María Ángeles (ed.), La condición obrera hace un siglo: los trabajadores madrileños y la Comisión de Reformas Sociales. Madrid, ed. de la UAN, 1991. Pág. 11. 241

y

que procede de la pluma del doctor Jaime Vera5. Asimismo, y

como el

última razón de este desinterés, se podía ver reforzada por

hecho de que las leyes, mínimas en número, de defensa de los

trabajadores

que existían no se cumplían.

“Nosotros labor

consideramos

totalmente

ilusoria

la

de esta Comisión; y como en buena lid no debe

afirinarse una cosa que no pueda ser probada, voy a exponer que La

algunas de las razones que tenemos para creer

esta Comisión no adelantará un paso en su trabajo. comisión sabe perfectamente que en la información

escrita

que la Asociación del Arte de Imprimir le ha

dirigido,

se dice, aludiendo a los intereses que ahora

estamos

discutiendo, que en el pleito social que se

ventila

está imposibilitada de aconsejar a su cliente

reformas

que

trabajadora. rio podía

favorezcan los intereses de la clase Y esto es tan cierto, que en el cuestiona

se consigna que la ley de 1873, que en algún modo favorecer los intereses de la clase trabajadora,

Por supuesto, no es este un juicio de intenciones de matiz casi psicoanalítico sobre las causas del lapsus memorístico, o el acto fallido, de la no inclusión del textos en las actas recogidas. Evidentemente no se trató en absoluto de un acto de censura pues de ser así tampoco habrían aparecido los discursos del resto de los socialistas presentes, pero sí que resulta extraño que el único momento en el que los socialistas españoles son invitados a participar de igual a igual en una institución política, su documento base, considerado además por ellos mismos como el compendio de sus teorías, sea olvidado en la publicación de las actas de las reuniones cuando se publican todos los demás informes escritos enviados. 242

ha

quedado sin cumplir por los gobiernos que se han

sucedido

Existen

en el poder.”6

pues motivos suficientes concretos, y podríamos

seguir

enumerando muchísimos más, para que se diera esa descon

fianza

natural hacia la política y hacia las instituciones que se

proyecta

desde los círculos obreros más radicalizados. Pero dicha

desconfianza mente

cuentan, sino que se produce a su vez, y es el núcleo

principal propio

de ella y creemos que lo primordial, por un pensamiento

y

previo,

analizando. dirigente de

siempre

con

los

puntos

que

va

Así, si estos fenómenos de desprecio de la clase

a la clase trabajadora, basados en hechos concretos y

ejemplo de la corrupción política dominante en España, no se

tratan

sin embargo de la base teórica sobre la cual se construye

desprecio a la teoría política.

Efectivamente hechos hacia el

coherente

sobra conocidos, son una coartada, y muchas veces se usarán

como

el

no es sólo por estos hecho concretos, que indudable

se puede afirmar que se da a partir de estos

una coartada ideológica para el desprecio que se siente la política burguesa. Pero dicha coartada funciona más como

experimento que

hipótesis

6

demuestra

mismamente.

La

la hipótesis

idea

clave

que

previa

gira

en

que

como

torno

al

García Quejido, sesión del 26 de noviembre de 1884. P. 25.

Se refiere a la llamada Ley Benot (1873) regulando el trabajo de las mujeres y los niños, cuyo cumplimiento era a todo punto inexistente. 243

desprecio

inmediato hacia

pensamiento sociedad

acción

política

va

a

ser

el

que cataloga a todo el proceso político vigente en la

capitalista como una forma más o menos solapada de

administración socialista intentar da

la

de los negocios de la burguesía. Y toda la crítica

girará precisamente sobre este punto y se basará en

demostrar como las formas de gobierno, en este aspecto

lo mismo cuál sea, aunque no sea así en cuanto a las posibili

dades

para

el

desarrollo

del

movimiento

obrero

que

puedan

encerrar7, son sólo medios de los que se vale la burguesía para conseguir

sus propósitos de una mayor explotación de la clase

trabajadora,

Y cado

a este punto, hasta aquí elemental y realmente ejemplifi en las acciones de dichos gobiernos, generalmente contra

rias, se

aumentando con ello el beneficio burgués.

por no decir siempre, a los intereses de la clase obrera,

le añade un elemento nuevo que, creemos, tiene gran importan

cia.

Se trata de la tesis defendida por Jaime Vera en su informe,

pero

coherente con el resto de la literatura socialista de la

época, una ser,

según la cual el gobierno es el interés dominante no de

facción de la burguesía, por amplia que dicha facción pudiera sino de toda la clase burguesa en cuanto tal.

Es este un cambio entre las ideas del núcleo originario de La Emancipación y el PSOE. Mientras que el primero desprecia el nombramiento de la Primera República diciendo que nada tiene que ver con el proletariado (La Emancipación, n2 89, 18—111—1873), el partido socialista reconocerá preferirla en sus bases redactadas para el diario El Socialista. 244

“Y

en cuanto al gobierno, señores, ¿qué es lo que

representa? velar

Legalmente el gobierno es el encargado de

por los intereses de todos y de facilitar su

desarrollo; ción

de hecho no es otra cosa que la representa

de los intereses de la clase poseedora: a ella

atiende, están

de ella se cuida, y todo su celo y actividad

consagrados a la misma.

(...)

Y los

es forzoso que así ocurra. ¿Componen el Gobierno

trabajadores?

siquiera Luego

la

identificado con nuestros

intereses, trate de

y vigorizarlos.’t8

burguesía en cuanto clase social y, por ello mismo, el interés del capitalismo en la explotación máxima posible del

proletariado. reforma

propia

Desde este punto de vista, cualquier propuesta de

que se pueda llevar ante él, o las reformas que él mismo

realice,

es

quien no sale de nuestras filas, quien no

gobierno es visto como la representación del interés de

general

así

¿Eligen

es una quimera pensar que quien no nos representa

protegerlos

El

acaso?

a los que le eligen a él? En manera alguna.

genuinamente, está

¿Lo eligen ellos

será sólo atendida si de una forma u otra interesa a la burguesía en su búsqueda de beneficio. Las reformas son

entendidas como medios ideológicos cuya máxima pretensión no la mejora de las condiciones de vida de la clase obrera de una

forma

filantrópica, sino como el resultado de buscar solución a

Pablo Iglesias, Informe de la Asociación del Arte de Imprimir.

Pp. 460-461. 245

un

doble problema. Por un lado, acallar a la clase obrera y sus

reivindicaciones evitando disturbios del orden social concediendo una

mísera porción de sus reivindicaciones.; y, por otro, evitar

la

crisis que se produciría de no mediar entre los intereses

individuales y egoístas de los burgueses, enfrentados unos contra otros

en los términos marcados por la competencia del mercado, el

interés clase

general de la propia clase burguesa, encarnada por la política y sus instituciones, para preservar el sistema

capitalista egoísmos

de una destrucción llevada a cabo por los propios

particulares.

“Todos

los gobiernos cuyo dogma económico sea el

status

quo del sistema actual son, pues, gobiernos de

clase,

representación de los intereses fraccionarios y

contradictorios Cualesquiera

de las distintas banderías burguesas.

que sean, por lo tanto, sus diferentes

tendencias

filosóficas y políticas y sus pareceres en

cuestiones

económicas subalternas, todos, desde el más

avanzado lazo

hasta el más retrógrado, están unidos por un

común;

mantener

todos

tienen

por

función

fundamental

el privilegio capitalista, que es el nervio de

la sociedad presente, la sumisión de los proletarios y, en

general, de los hombres de trabajo a los poseedores

de

los medios de producción.

La

clase trabajadora debe ver, pues, en todos los

gobiernos

dentro del régimen capitalista, los Coinites

Centrales de la burguesía, las Agencias administrativas 246

de

sus intereses colectivos, y en todo el mecanismo

gubernamental, perfectP bases la

un

sistema

complejo

y más

o

menos

de defensa del privilegio capitalista. Las

del edificio social, los intereses permanentes de sociedad,

representado Cortes

el

sagrado

principio

de

autoridad,

por el jefe de Estado, el Ministerio, las

(hechura del Ministerio) y el Poder Judicial

(hechura del Ministerio, también), todo esto no es otra cosa

que el interés capitalista. Tal es el fondo de las

cosas;

lo demás es accesorio o apariencia pura, puras

ficciones

políticas o jurídicas.”

Igualmente,

aparece el parlamento, y con él los organismos

oficiales

de la política, como una institución al servicio de los

intereses

de la burguesía, compuesta exclusivamente por indivi

duos

pertenecientes a dicha clase y, por eso mismo entre otros

factores, esa

dirigida a preservar y mantener el interés dominante de

misma clase.

“Y

no sólo ya que los legisladores sean en su

mayoría

burgueses y los principales ejecutores de ellas

también, sostén

sino que las distintas fuerzas que sirven de

a los privilegios patronales tienen a su frente

burgueses

o hijos de burgueses.

Jaime Vera, p. XXXIII. 247

Véase estado a

el ejército, y salvo algunas excepciones, el

Mayor, los directores de esa fuerza, pertenecen

la clase dominante. Obsérvese

la magistratura, y se comprobará

lo

mismo. Échese patronal, esa

una mirada a los demás soportes del régimen y a la cabeza de todos veremos elementos de

clase.

Así leyes,

es, que el mismo Parlamento, que hace las que su representante el Gobierno, que da las

disposiciones, por

para que se cumplan; que los encargados

éste de ponerlas en práctica,todoS, absolutamente

todos,

son burgueses.

El mueve en

poder político, pues, de que estos disponen se

siempre en pro de los privilegios de su clase, y

contra, por consiguiente, de los intereses de la

clase

trabajadora.

Por rios

eso es condición precisa para que los proleta

puedan llegar a la realización de sus deseos, a su

emancipación económica, que se apoderen de dicho Poder, arrebatándoselo

10

IV,

Pablo

a

las clases

que le tiene

en sus

Iglesias, Comentarios. El programa Socialista. Art.

p. 141. 248

Se podría objetar ante esto, y de hecho es una objeción ante la

que los mismos socialistas responden, que la existencia de un

sufragio

universal eliminaría de raíz dicho problema, al permitir

el

a la clase

voto

obrera. Pero, precisamente,

el sufragio

universal,

por un 1adopor

conciencia

el proletariado, y, por otro, por la propia dinámica

anteriormente

no tener adquirida absolutamente su

descrita, del carácter burgués tanto del gobierno

como

del parlamento, es inútil. La presencia en las urnas del

voto

obrero no serviría

llevada

legitimar

la explotación

a cabo por la clase dominante. Un partido obrero aún no

preparado plena

sino para

y una clase proletaria dividida y sin haber alcanzado

madurez

burguesía, derecho

en su conciencia

de

antagonismo

frente a

la

no debe tener mayor anhelo en que se le conceda el

al voto. A ojos de los primeros socialistas españoles, el

sufragio

universal sólo tiene valor como un medio de propaganda

eficaz

que el propio PSOE está dispuesto a utilizar, pero en

ningún

caso se trata, ni debe ser utilizado, como un medio real

para

alcanzar metas revolucionarias.

“Y

quienes eligen el Parlamento? ¿Quienes le

forman?

La elección, ya sea por medio de un sistema

restrictivo, universal,

ya por otro más amplio o por el sufragio la verifican siempre los privilegiados.

(...)

Nosotros un

defendemos el sufragio universal por ser

excelente medio de agitación y propaganda para

249

nuestras si

ideas, pero le negamos la virtud de poder por

mismo emancipar a la clase proletaria.”11

El

mismo

universal

sufragio

de que

burguesía

universal,

hipócritamente

ese

sufragio

piensa valerse

la

para dar un barniz de legitimidad a su poder,

será

en nuestras manos un arma revolucionaria el día

que

se

establezca.

malévola

Con

él

o equivocadamente

no

intentaremos,

cual

suponen algunos, llevar

mayoría

obrera al

llegando

así a la posesión del poder político; pero si

podremos

hacer que el antagonismo de clases se ahonde

y

parlamento

y

a los

extienda, que el divorcio entre los partidos burgue

ses

y la clase asalariada sea completo, y que

propaganda lo.

socialista tome asombroso y rápido vue

a vislumbrar aquí la importancia social que va

adquiriendo

la

ideología como

sociológico

de

los socialistas españoles.

del

la

t112

Comenzamos

tiempo,

Municipios,

realidad

dentro del

análisis

Pero, y al mismo

observamos sus limitaciones en cuanto al propio análisis

sistema capitalista y su relación con el mismo. Hasta aquí

hemos

ido observando como los socialistas españoles van mante

niendo una relación estrecha entre el propio interés económico de una

clase y sus actuaciones políticas. Pero no se trata de una

11

Idem, p. 139.

12

Idem, art. VIII, p. 151. 250

unión

entre las condiciones productivas concretas, el sistema

productivo, y una conciencia determinada. Efectivamente, al igual que

el capitalismo se ha personalizado en las propias figuras

sociales, lejos

burguesía y proletariado y su relación de compra—venta,

de plantearse su existencia como algo superior a dichas

personalidades, personalizada o

la ideología va a ser reducida a una razón

y meramente ideal, a una serie de pensamientos que,

bien por mala fe o bien por ignorancia no exenta de cierta

culpabilidad, siempre matizada, Pero

sostienen los burgueses. Es justo reconocer que no

se reconoce explícitamente dicha maldad, más o menos entre los burgueses dentro de la cuestión ideológica.

también es reconocible que cuando los socialistas españoles

se

refieren a los pensamientos defendidos por la clase burguesa

se

les califica con gran número de palabras que adjetivan de

forma

subjetiva a los propios discursos y pensamientos objeto de

análisis: y

“mala fe”, “hipocresía”, “falsedad”, “ignorancia”13...,

que nos permiten identificar dicho lenguaje con un pensamiento

determinado mantienen los

acerca de las ideas que los propios socialistas sobre la causa de la defensa de dichas teorías entre

burgueses.

Para comprobar dicha afirmación remitimos al capítulo segundo de la presente investigación cuando tratábamos el tema de los intelectuales dentro del partido obrero. Allí, hacíamos especial hincapié en como los textos hacían distinción entre una ciencia tratada con el sano deseo de conocer la Verdad, que llevaba a confirmar las tesis socialistas, y la llevada a cabo por los “lacayos de la Burguesía”, ciencia prostituida, que no era sino una falsedad evidente. 251

Así,

el análisis básico que sobre la ideología se pudiera

realizar

por parte de los socialistas implica sobre todo la

existencia por

de ésta como un conjunto de ideas, más o menos unidas

una trabazón entre sí, que para

mantienen

los políticos, y con ellos la clase burguesa a la que

pertenecen.

La ideología no se enraiza en el sistema como parte

integrante que clase para

sostenerse en el poder

del mismo, sino que consiste en un aditamento externo

se introduce en aquél de modo consciente por parte de la burguesa, y en especial los hombres de ciencia vendidos, lograr preservarlo.

Señores



parecer (que

de la Comisión; trabajadores: podría

extraño, dada la representación que yo tengo

es la del partido socialista obrero), que una

colectividad trabajadores

que aspira a mejorar la condición de los y a

realizar

su

emancipación

por



propia,

viniera a informar aquí, creyendo que iba a

obtener

algo de una Comisión que por su significación,

por

los intereses que representa, pertenece a la clase

dominante. en

Como esto exige que explique el encontrarme

este sitio, voy a hacerlo en breves palabras.

Si atenta tenido

el partido socialista obrero ha aceptado la invitación de la Comisión, ha sido porque ha en cuenta que

exponerse tanto

ideas

deben

difundirse,

en todas partes y darse a conocer para que,

los amigos como

presente;

sus

los adversarios, las tengan

pero no porque espere de ningún modo que de 252

los

datos que exponga habrá de resultar ventaja real y

positiva más,

para la clase trabajadora. Y he de explicarme

para

entiendan

que

la Comisión

y

cuantos

me

escuchan

lo que esto quiere decir. No es que nosotros

reneguemos

que los individuos de la Comisión, ya como

Diputados,

que los son algunos, ya como Ministros, que

pueden

llegar a serlo, tengan un día que hacer reformas

beneficiosas que

para la clase obrera; no es que dudemos

las hagan; lo que sostenemos es que, así como yo,

trabajador

asalariado, voy a trabajar, no por mi gusto,

sino

obligado por las circunstancias, porque no tengo

otro

medio de vivir, así también la Comisión, si hace

algunas

reformas, será porque la clase trabajadora,

porque

los que sufren, le obliguen a hacerlas, no

porque

salga de ella espontáneamente. En este sentido

no

cree el partido socialista que represento que la

Comisión

podrá hacer nada positivo por sí propia, pues

aunque haya en ella individuos que no crean representar los y

interese de la clase dominante, en el fondo es así, de otro modo dejarían de ser lo que son, porque,

después

de todo, no son ellos los directores de la

clase

dominante, sino los dirigidos. La clase dominante

tiene

unas ideas y unos intereses, y con arreglo a

ellos

hay que proceder; pues sabido es que si sus

representantes trabajadora,

intentasen algo en favor de la clase

ese día sería el último de su influencia

253

y

el último en que ejerciesen un cargo importante

dentro

Nos desde los

de su clase.”

14

encontramos pues ante una idea que explica la ideología

unos planteamientos más cercanos a los maquiavélicos que a

marxistas’5. La idea clave estaría en la tesis de la “Astucia

y

la Fuerza”16 como las formas de poder que tiene el príncipe,

y

en este caso el gobierno burgués, para mantenerse en el poder.

Existen

elementos coercitivos violentos que en ningún caso se va

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pp. 199—

14

200.



No se trata aquí de oponer de modo frontal a Maquiavelo

y a Marx, pues los dos partirían de la idea común de que hay un interés en el poder político, pero sí es importante precisar que mientras que para el primero este interés es una acción volunta ria y consciente de un sujeto, el príncipe, para el segundo no ocurre así.

16

“Desde que un príncipe se ve en la precisión de obrar completamente conforme a la índole de los brutos, los que ha de imitar son el león y la zorra, según los casos en que se encuentre. El ejemplo del león no basta, porque este animal no se preserva de los lazos, y la zorra sola no es suficiente, porque no puede librarse de los lobos. Es necesario, por consiguiente, ser zorra, para conocer los lazos, y león, para espantar a los lobos.” Maquiavelo, El Príncipe. Barcelona, Ed. Teorema, 1983.Cap. XVIII, pp. 134—135 254

a

dudar en utilizar contra el proletariado’7, y los propios

socialistas que

lo sentirán en sus carnes más de una vez, pero los

más interés van a tener para el análisis socialista son

aquellos

que guardan relación con la astucia.

“Allí

donde los trabajadores aparecen dormidos

para

el movimiento político, los Gobiernos, representa

ción

de la clase burguesa, ni prestan atención a sus

males,

ni

remedio;

por

letárgico extender los

menos el

se

preocupan

contrario,

de

buscarles

aprovechando el

algún estado

de los proletarios, muévense con afán de el campo de la explotación obrera, barriendo

obstáculos que se oponen al desarrollo de la clase

expoliadora.

Si en vez de estar adormecidas las masas

proletarias,

pelean en el campo político por disminuir

su

explotación y aliviar su malestar, entonces los

gobiernos,

atentos siempre al interés de la clase que

representan, nieganse a satisfacer las reclamaciones de aquellos,

persiguiéndolos

con

rabia

por

haberlas

‘7

“Los poderes vigentes ahorrando palabras, les harán comprender por medio de la fuerza pública que el obrero vive mientras es mercancía necesaria, y que cuando sobra, el papel que le corresponde en la escena del mundo es perecer” Jaime

Vera, p. III.

Asimismo, y para no negar verosimilitud a esta teoría socialista, es preciso recordar que Pablo Iglesias acababa de salir de la cárcel donde cumplía condena por la huelga de tipógrafos. 255

formulado, lucha

y sólo ceden cuando los obreros, como en la

económica, les hacen sentir su fuerza.”8

Lo

que destaca en esta interpretación de la ideología como

astucia

y fuerza, que también se podría unir a la idea del

llamado “fraude sacerdotal” presente en el pensamiento ilustrado, es

la, por un lado, presencia de la falsedad consciente en dicha

defensa por

de la sociedad capitalista por parte de los burgueses, y,

otro, la ausencia total, excepto en cuanto a ser el objeto a

defender,

del sistema económico vigente como productor, o al

menos

coproductor, del pensamiento ideológico de la sociedad

dada.

Lo que se mantiene como ideología es una coraza protectora

del

sistema capitalista a través de una serie de ideas más o

menos

elaboradas

cuya finalidad última es el interés de la

pervivencia del beneficio capitalista, pero que en ningún momento guarda que

otro tipo de correspondencia con esa realidad económica

se quiere preservar.

“Quizá decimos

no falte quien objete a los que nosotros

que los ingenieros, médicos, escritores y otros

individuos que ejercen profesiones intelectuales no son burgueses, superior real.

18

1,

sino

trabajadores,

y

trabajadores

de

calidad. Pero esta objeción carece de valor

En efecto; el médico, el ingeniero, el escritor,

Pablo

Iglesias, Comentarios. El programa Socialista. Art.

p. 131—132.

Aquí se darían los dos elementos que permiten el poder del “Príncipe”. 256

etcétera, a

quienes veríamos con gusto a nuestro lado defendiendo

su

propia causa; mas cuando esos obreros se consagran

a

defender la clase explotadora, a ser su mejor escudo

y

los mantenedores de sus monopolios, no sólo merecen

el

calificativo de burgueses, sino que para nosotros lo

son

más que los propiamente tales. En este caso se

encuentran componen

Así,

realidad

la mayoría de los hombres de carrera que hoy los Parlamentos.”19

la falsedad encerrada en los pensamientos políticos y

filosóficos

con

etc., son obreros, y obreros muy apreciables,

de la burguesía no guarda relación con la propia

de la cual se habla y es motivo de que no tenga que ver

ellos más que como una interpretación del mundo que busca su

preservación. capitalismo

No

Esto desvela una vez más la idea que sobre el

domina en la socialdeinocraciaespañol.

es así, sin embargo, para Marx. En este pensador la

ideología no es meramente, de manera exclusiva, una opinión falsa sobre

la realidad, sino también la demostración de las contradic

ciones

existentes

pensamiento ver,

dicha

realidad

que

se

trasfieren

al

de los hombres. Es muy interesante, a este respecto,

por ejemplo, como Marx analiza la religión no sólo como una

quimera, misma

en

sino también como el resultado de la no verdad de la

realidad en la que y por la que dicho pensamiento se

produce. ocultación

Es importante, por tanto, el empleo ideológico como de la realidad del mundo, pero, en su desenmascara—

-9tdein, art. IV, p. 139. 257

miento, mismo

también es importante mostrar su contradicción con ese

mundo al que consuela.

“La la

miseria religiosa es a un tiempo expresión de

miseria real y protesta contra la miseria real. La

religión

es

sentimiento estado

la queja

de

la criatura

en pena,

el

de un mundo sin corazón y el espíritu de un

de cosas embrutecido. Es el opio del pueblo. (...)

Es puesto dad.

No mala

la realización fantástica

del

ser humano,

que el ser humano carece de verdadera reali

2O

se trata, por consiguiente, de una inera búsqueda de la

fe del autor para conservar su poder, sino de demostrar que

la verdad de la ideología es la falsedad de la misma realidad que oculta. propio tanto

Igualmente, se puede encontrar en Marx la idea de la ideología que el mismo sistema económico lleva en sí,

en los términos de la alienación coo en el fetichismo de la

mercancía.

20

K.

Marx Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel.

Introducción.En Lacuestiónludíayotrosescritos. Planeta-De Agostini, 1992. Pág. 68.

la en

nos del

Barcelona,

Igualmente, esto se puede ver en su crítica al análisis de religión que realiza Feuerbach y de la crítica a la filosofía sus Tesis sobre Feuerbach. Para un ejemplo actual de crítica ideológica como a la que referimos, ver la crítica de Adorno a Heidegger en la obra primero Dialéctica negativa. 258

Sin embargo, el sistema, de carácter estrictamente ideológi co

para Marx, carece para los socialistas españoles de cualquier

realidad y

que no pertenezca a dicha esfera económica de producción

compra venta de trabajo. El capitalismo es única y exclusiva

mente

un hecho producido entre un vendedor y un comprador, puros

ambos

en cuanto a dicho ejercicio, y que nunca aparecen como

elementos

De

esta forma, que la ideología vaya por un lado y la

realidad el

sociales completos.

económica y productiva por otro tiene como consecuencia

hecho de que los fundadores del partido socialista no sean

capaces serie

de situar correctamente el análisis social, colocando una de compartimientos estanco que muy a su pesar niegan las

características como

reales de dicho sistema productivo. Surge así,

explicación a la ideas defendidas por la clase burguesa, una

especie

de teoría conspiratoria en la cual el pensamiento de una

clase

responde a un interés conocido por dicha clase, que lo que

hace

es mentir, ya sea de manera consciente o inconscientemente

en

sus individuos, para mantener su privilegio. Para ello, puede

contar

perfectamente con

amantes

de la verdad, es decir, de la misma ciencia, con aquellos

dispuestos caso

los hombres de ciencia que no son

a venderse, por su maldad, al mejor postor que en este

es claro que es la burguesía.

“Y se

esto es lo que no acertamos a comprender como

oculta a vuestro talento y a vuestra cultura [se

refiere

a

los hombres

prescindierais

de ciencia]; pues

a sabiendas 259

de

esta

si acaso

verdad,

si

la

tendencia a

natural del desarrollo económico apareciera

vuestra vista con la claridad y evidencia que a la

nuestra,

no habría crimen tan abominable como el de

esforzaros poniendo que

en

una

evolución

salvadora,

vuestro empeño en prolongar un estado social

la ciencia y la justicia condenan al mismo tiempo. Bien

imperio

que los poseedores del capital, cuyo es el del Inundo, mirando las cosas a través de sus

intereses, saber

sustenten aquel error, incompatible con el

actual; pero vosotros, hombres de ciencia que no

seáis

capitalistas, no sólo vais

científica;

vais también

fundamentales; dominio

contra la verdad

contra vuestros

intereses

por una paga siempre mezquina, por un

ilusorio

sagrados

y

efímero,

del trabaja.

(...)

¡

vendéis

los

derechos

Y qué ilusión si os

juzgáis

los directores del mundo, y no los servidores

pagados

de la burguesía.”21

La

burguesía

posibles dicha

coloca

una protección

teórica

contra

los

embates que pueda sufrir el sistema aun sabiendo que

protección teórica es falsa: conspira para mantenerse en el

poder. la

retardar

Precisamente, y a través de dicha teoría conspiratoria en

cual se presta más atención al elemento subjetivo que al

elemento proceso

objetivo presente en el sistema, el capitalismo como productivo se convierte en un elemento negativo para el

desarrollo

de los seres humanos, en cuanto que lleva en sí la

explotación 21

Jaime

del hombre, pero, y no es una paradoja, ideológica— Vera, pág. V 260

mente

neutral. El capitalismo carece de presencia ideológica, de

cualquier

relación

con

lo

social que

no

esté

directamente

engarzado dentro del proceso productivo concreto. ,La ideología de la

sociedad no se constituye por el Capitalismo, ni tan siquiera

tiene si

éste una importancia radical en la propia estructura social

exceptuamos la división en clases, sino que es el influjo del

mayor

deseo de riqueza por parte de un grupo determinado, algo

que

no es exacta ni necesariamente el capitalismo, y el defender

el

privilegio burgués

burguesía reducido guarda

Se de

lleva a

la ideologización. La

se sitúa por delante del capitalismo, quedando éste a una niera realidad económica, y solamente a eso, que

con el pensamiento social una relación, si acaso, de

elementos hechos

lo que

próximos y correlacionados pero en ningún caso como

inseparables.

produce así la subjetivizaciófl22de un problema como el

la ideología que en principio debía de ser tratado objetiva

mente.

Para los socialistas españoles, es la clase burguesa, en

cuanto

a conjunto de individuos, la forjadora del pensamiento

ideológico

22

y no el capitalismo como sistema. La ideología es un

Lo llamamos así por hacer referencia a un estado indivi

dual y psicológico, aunque sea de la clase burguesa en su conjunto, más que a un estado social, pues no guarda relación con el sistema productivo. Se trata, sin embargo, de una falsa subjetiViZaCiófl. En realidad el sujeto no aparece en cuanto tal sino más bien el individuo burgués. Aquel queda disminuido en sus funciones de relación con la realidad en favor de éste que lo que realiza es una interpretación de la misma, errónea, bajo un interés económico determinado. 261

proceso

guiado por la

desarrollado

“astucia y

la fuerza”, pero

no algo

desde dentro del sistema sino incorporado a él desde

fuera.

Y además, se increinentael resultado de este análisis al

situar

dicha realidad, en un caso, en el interés de clase que la

burguesía social

en la búsqueda de ideas y creencias que le permitan

mantener el

guarda, es decir, por la misma maldad de dicha clase

el orden vigente; y, por otro, en cuanto que al colocar

problema en las personas concretas y además en una falsa

convicción, título

una mala fe, de las mismas, se le da a la realidad el

de ya verdadera, de ser, a pesar de las críticas que

podrían

hacérsele, lo que verdaderamente tiene que ser.

Efectivamente, realidad su

sólo

una

realidad

ya

constituida

como

total, como lugar donde el ser de las cosas coincide con

deber ser aceptaría la libre interpretación de los individuos

que

forman parte de ella. Así, el hecho de mantener que la

ideología

emanada del capitalismo es exclusivamente una adición

realizada

desde una posición posible ante el propio sistema, la

posición

de la clase dominante, implica tener que mantener, al

tiempo,

que también es posible una posición verdadera ante el

mismo.

Y que dicha posición verdadera no se basa en la potencia

lidad

de lo real, en la negatividad que ese mismo sistema lleva

en

sí, sino sólo en su mera descripción. Carece así de valor

hablar

de verdad o falsedad del sistema en cuanto tal, sino que

lo único que puede ser verdadero o falso es la interpretación del mismo por como

en cuanto que éste, como objeto de adecuación, se coloca encima de la propia verdad o mentira, entendidas ambas sólo criterios

de relación del pensamiento con la cosa. El 262

sistema

queda así evitado de poder ser juzgado: ante él sólo

cabrá

el criterio de eficacia pero no el de falsedad23. No en

vano,

los científicos, y

verdaderamente, están los

con ellos

aquellos

que saben

ver

merced al método positivo, en las cosas que ya

ahí, que ya son, no deben caer en ese falso pensamiento, y que caen,

como ya

sabemos,

es

por

ser

comprados,

por

convertirse individualmente, y traicionando esa fe científica, en lacayos

voluntarios de la burguesía.

Y

una vez más se ve esa reciprocidad del pensamiento en

cuanto

que lo que pretende el sujeto es una adecuación a una

realidad

que ya está ahí o que ella misma ha de venir, un

pensamiento

que está, indudablemente, influido por el objeto,

pero

que no influye en el mismo más que desde la posición de

verlo

de otro modo. La verdad la marca el objeto y lo que debe

hacer

el sujeto es relacionarse correctamente con él. Al ser esto

así,

la realidad no puede ser en sí misma ideológica, es algo que

ni

se

plantean, pues

exclusivamente la

el criterio

de verdad

entonces sería

el de la propia falsedad de la realidad, es decir:

adecuación con la realidad debería ser la mentira, por ser la

propia 23

realidad falsa24. De esta manera, la realidad es como Como veremos en el capítulo final dedicado a las conclu

siones, será este punto una de las claves para que, conforme transcurra el tiempo, los criterios socialistas se vayan conduciendo hacia posiciones reformistas, y su posterior conversión en tecnocracia, dentro del mismo capitalismo.

24

Ocurre al contrario que con una dialéctica negativa. Ésta

parte de la falsedad de la realidad para deseninascarla,pero al tiempo no se reconoce a sí misma como verdadera sino como Ontología de esa misma falsedad: única capaz de desenmascararla. 263

1

aparece

en su sentido de neutral, ni verdadera ni falsa, y el

desprecio este

hacia la acción humana es una consecuencia lógica de

criterio de verdad25.

Los de

socialistas españoles traen así a colación un criterio

verdad que es absolutamente ajeno a Marx. El mero reflejo de

las

condiciones sociales como criterio de verdad sitúa a ésta en

un

terreno aparentemente científico, neutral en cuanto a su

contenido

moral (y este es otro punto clave de los socialistas

españoles:

lo científico, lo verdadero, es moralmente neutral26).

Y

es precisamente éste un problema que arrastrará el socialismo

a

la hora de situar los elementos que hacen posible y necesaria

una

revolución. Efectivamente, y como ya veremos, ésta sólo puede

realizarse fuera

y por encima del propio capitalismo, pues la realidad del

sistema qué

echando mano de un trascendente, de algo que se sitúe

capitalista, ajena a la moralidad impuesta por un sujeto

no guarda relación con ella misma, no indica ninguna causa,

25

La

praxis de Marx, el conocimiento de la realidad, se

funda, al contrario, en que las cosas no son aún verdaderas y se trataría de realizar dicha verdad. “pero esos millones de proletarios o comunistas razonan de manera muy distinta y lo probarán cuando llegue la hora, cuando de modo práctico, mediante la revolución, pongan su “ser” en correspondencia con su tteseflciat Marx

26

y Engels, La ideología

Aunque

alemana.

Pág. 42.

todo su discurso se caracterice curiosamente por

un alto contenido moral tanto en la críticas como en las soluciones presentadas, como se puede ver en los distintos Considerandos de los programas socialistas. 264

ninguna su

contradicción en ella que lleve a la necesidad humana de

derrocamiento.

La deber la

vieja disputa filosófica entre la relación del ser y el

ser se resuelve entre los socialistas españoles a través de

aceptación del ser como única realidad, como lo positivo y

verdadero, para

siendo tachado todo lo demás de quimérico y utópico:

ser exactos, de no científico.

“Mas

si esta discusión abstracta del derecho de

propiedad

individual

demostraría tir,

no

demostrar clase lo

los

medios

de

producción

fácilmente que tal derecho no debe subsis

nos

conduciría

a

nuestro

objeto,

que

es

que no puede subsistir. En las discusiones de

y clase, nada tan estéril como la persecución de

que debe ser.”2’

Pero final,

de

al unir, precisamente, el Ser, lo que hay, a la verdad

se encuentran

argumento

con

la

imposibilidad de

favorable para cambiar lo quehay,

hallar

algún

como no sea tomado

por

tal precisamente lo que de forma positiva ya hay. Es decir,

al

no mostrar ninguna diferencia entre lo que existe positivainen—

te

y

la

negatividad,

socialistas introducir

eliminada

de

cualquier

sentido,

los

españoles se sienten en la necesidad de tener que en la realidad una especie de distinción entre la que

es

verdaderamente real y la que es falsa. Y así, el capitalismo

es

verdaderamente real, como no podía ser de otra forma, pero 27

Jaime

Vera, p. IX. 265

únicamente clase.

en cuanto a su carácter disgregador, de antagonismo de

Mientras,

esa

otra

realidad

que

poco

a poco

se va

imponiendo

con su carácter integrador, entre otros la propia

ideología,

se presenta o bien como no existente, o bien como

existente del

pero distinta del capitalismo y además, como en el caso

mercado, garantía externa de su fracaso, o bien, y en una

tercera

opción,

como

distinta

y

a

efectos

revolucionarios

insignificante.

El atento

análisis se pretende realizar como científico, sólo a los hechos que se están dando y nada más que a ellos,

pero

precisamente al estar atentos a los hechos que se dan

positivamente, que y

el propio capitalismo hace de sí mismo a través de su propia, por esto mismo ideológica, representación social. Sin darse

cuenta de

y a nada más, no pasa de ser una descripción falsa

de ello, los socialista acabarán aceptando el presupuesto

que el capitalismo es exclusivamente aquello que se aparece

socialinente, negando, de forma implícita, pues en ningún momento se

cita, la posibilidad de un fetichismo que oculte una realidad

sobre todo

el mismo capital. Es captar, como consecuencia lógica de el proceso seguido, el fetichismo como realidad positiva, es

decir: un

lado, y el económico, productivo, por otro, de forma tan clara

que, y

verdadera, y deslindar así los dos campos, el social, por

al final, el social apenas tiene que ver con el económico,

éste acaba siendo solamente la relación establecida en el

propio

proceso de trabajo asalariado.

266

Se hecho les

podría pensar que a esta tesis se le puede objetar el

de que al indicar la imposibilidad de reformas fundamenta dentro del capitalismo, en cierta medida al menos, se está

realizando la

realidad política y social con la económica. Sin embargo, y

siempre que

un tipo de análisis socioeconóxnicoen el que se mezcla

dentro de la dinámica socialista, esto es al revés. Lo

ellos destacan no es tanto la relación que de forma plausible

pudiera

haber

elemento

entre

ideológico

la pretensión para

de

apaciguar

reforma

ánimos

social, como

exaltados,

y

la

realidad

económica del capitalismo, sino que, precisamente, dicha

relación

entre la realidad económica y el intento ideológico—

reformista

es imposible de ser cumplida: cualquier reforma está

condenada fuerza

a, aunque se proclame, no darse o sólo darse por la

del proletariado, pero nunca como surgida propiamente del

sistema.

tiHe

ni

demostrado que no hay en nosotros vocinglería

propósitos de declamar en balde; al contrario, lo

que

estamos haciendo es prepararnos, organizarnos y

asociarnos

Las otras la

para realizar nuestra campaña.

reformas que yo he puesto aquí, y algunas

que se me hayan podido pasar, no las propondrá

Comisión, ni habrá gobierno alguno que las acepte

hoy;

pero, y esto lo digo dirigiéndome a mis compañe

ros,

esas reformas, todas las demás que las circunstan

cias

exijan y la emancipación, que es nuestro deseo

principal

y

que constituye 267

una

aspiración

de

los

trabajadores

que piensan y discurren,

todo

eso lo

alcanzaremos apercibiéndofloSpara las dos luchas que se preparan, política”

Y un

la lucha

28

esto es debido, e implícitamente está presente, a que por

otro, a que la producción nada tiene que ver con el componen ideológico característico de la sociedad. Los hombres tienen

indudablemente carece

aquí se saca, precisamente, la escasa importancia que los

socialistas de

conceden en su pensamiento a la política como forma

lucha. Para

sistemas para su

ideología, pero el sistema económico en cuanto tal

de ella.

De

ellos

la verdadera

cuestión

se

labra

entre

económicos: uno, el Socialismo, cargado de esperanzas

toda la humanidad; y, el otro, el Capitalismo, llevado por propia fatalidad a perecer. Teniendo

política, como

esto en cuenta,

la

entendida exclusivamente y de forma a priori limitada

la forma de gobierno, tiene un nulo o escaso interés, sólo

relativo que

la lucha económica y para

lado existe una primacía de lo económico sobre lo social y,

por te

para

a la propaganda. En realidad, se trata de la creencia de

el sujeto no interfiere en nada ante el objeto, y así dicha

creencia lucha

28

les lleva a ese desprecio efectivo por la política, como

social, y por cualquier otra forma de intento propio, no

Pablo

Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. P. 217.

En cuanto a la idea de lucha política, se trata, como ya hemos analizado, de una referencia a la propaganda de las ideas socialistas. 268

guiado

por la fuerza de los hechos, de cambiar la estructura

capitalista.

Y

va ser este afán de oponerse a las reformas, o siendo más

exactos

en

demostrar interior los

de

las

intenciones, de

intentar

que las reformas fundamentales no pueden darse en el de la estructura capitalista, porque así lo demuestran

hechos (que no se ha dado ninguna relevante y las consegui

das, al

la descripción

siempre poco importantes, apenas se han cumplido)29, lo que

final, y con una coherencia admirable, haga al PSOE convertir—

29

Es

importante hacer aquí hincapié en la escasa implanta

ción de las reformas y medidas a favor de la clase obrera en España. De hecho, esta situación era algo reconocido tanto por el movimiento obrero español como por las propias facciones burguesas. Y aquellas pocas que hablan sido promulgadas, no se cumplían en ninguno de sus contenidos. “Entre los elementos que necesitamos hoy para nuestro desenvolvimiento figuran las libertades políticas, que las reclama nuestro partido.(...) Están escritas en el nuestro porque el trabajador no pude desenvolverse ni puede acudir a la asociación si le faltan esos derechos. Sobre este punto hará el partido socialista una enérgica campaña en el momento en que tenga fuerza para ello; hoy las reclama sin cesar. Si algún gobierno los concede, no será motu propio, sino porque alguna de las fracciones de la clase media, a quien le interesa tener esos derechos para luchar por las otras, se los haya arrancado; y de todas maneras si se nos concede será porque hayamos tenido bastante fuerza para imponernos.” Pablo

Iglesias, Ibidem.

269

se

en un movimiento reformista, aunque algo de eso hay ya en sus

orígenes, demuestran realizando era

al advertir que, frente a su pensamiento, los hechos las

reformas

que

el

propio

capitalismo

ha

ido

y al creer ellos en una realidad cuyo único defecto

su falta de eficacia para abastecer a la población, y no una

falsedad

de ella

misma,

el

criterio

sentido.

270

revolucionario

perderá

DOS:

LA POLÍTICA DEL PROLETARIADO

Como la

ya hemos estado analizando aquí, la desconfianza hacia

política como elemento emancipador por parte del socialismo

español

es una constante en su discurso. Para el primer PSOE, la

política, un

trabajo característico de la clase dirigente que es usada como

coartada sus

y con ella la actividad que le es propia, no es más que

para perpetuarse en el poder y obtener, a través de él,

beneficios. Ahora bien, si esto resulta así, se establece una

situación

que

efectivamente, perpetuarSe hemos

cuando

menos

puede

resultar

intrigante:

si,

el único interés real de la política es el de

en el poder, ese sentido maquiavélico del cual ya

hablado, ¿cóTmo, por qué y para qué se funda un partido

obrero?

¿Cuál es el sentido de la lucha política que entonces

mantiene

Al

el PSOE?

unificarse el grupo socialista de Madrid, el Partido

Socialista

Obrero Español, con el de Barcelona, de carácter

reformista, comienzan

Partido Democrático Socialista Español, en 1882,

así su manifiesto:

“Varios localidades política todos

grupos

de

trabajadores

de

diferentes

de España, conformes todos en la acción

del proletariado como partido distinto de

los partidos burgueses; estando conformes con los 273

principios

fundamentales

diferenciándose atacar

la acción política del

acordado

deponer sus

con

obrero que,

y sin

proletariado,

diferencias

formulando

han sus

comunes •

aquí que el partido obrero va a tener al menos

frentes de actuación. Uno de ellos, y al que podríamos

denominar

ción

en ligeros detalles

embargo,

Observamos

do

socialismo

la pureza de dichos principios retrasan, sin

aspiraciones

dos

sólo

del

negativo, sirve para disgregar y separar al proletaria

de cualquier otro elemento que no sea él mismo, su organiza política como clase proletaria, y evitar el engaño de servir sus fuerzas los intereses de alguna de las facciones que

componen

la burguesía.

“Por dondequiera, pues, que tendamos la vista, el antagonismo

entre la clase obrera y la clase burguesa

inanifiéstase abiertamente. Podría decirse que se halla en

el aire que respiramos.

El

antagonismo social existente, como los antago

nismos anteriores, no le han inventado los socialistas, como no

dicen muchos de sus enemigos, ni tampoco los que tienen sus ideas: dicho antagonismo es una conse

cuencia burguesa.

natural, precisa, de la forma de producción Lo que los socialistas han hecho ha sido

Programa del Partido Democrático Socialista Español. 1882. 338. 30

P.

274

descubrirle, trabajadora en

conocer su origen, señalarle a la clase para que abandone engañosos ideales y entre

el terreno de la lucha de clases.

Y

en

efecto,

descubierto, ideas

desde

que

ese

antagonismo

fue

los proletarios, desechando las falsas

que acerca de las relaciones sociales tenían, han

comprendido

que para mejorar su estado y para lograr su

emancipación,

el primer paso que deben dar es organi—

zarse

como clase, separándose de los partidos burgue

ses.”

31

Otro,

al que calificaremos como positivo en cuanto que busca

una

acción determinada, es utilizado como elemento de cohesión

del

propio proletariado consigo mismo, como aglutinador de la

clase

revolucionaria en torno a su conciencia.

“Conseguirá dando

-

lo primero32 el Partido Socialista

conciencia a los proletarios de las causas de su

mal

y de la manera que han de reinediarlo arrancando de

las

filas de los partidos burgueses a los trabajadores

que

en

ellos

asalariados patronos

31

Pablo

en

militan; cuantas

poniéndose luchas

al

lado

mantengan

de

los

con

los

o con los representantes políticos de éstos, Iglesias, Comentarios. El programa Socialista. Pág.

132.

32

con

Se

refiere a algo dicho en el punto anterior: “Organizar

solidez las fuerzas proletarias”. 275

y

llevando a su ánimo la convicción de que los obreros

todos,

por sufrir iguales vejámenes y tener intereses

comunes,

no deben inirarse jamás como enemigos y sí como

compañeros,

como hermanos, como soldados de una misma

causa”33

“Pero de

a estos movimientos de la clase proletaria

todos los países se agrega otro de capital importan

cia de

y de altísima significación. Perfectamente, no sólo la situación actual, sino de la tendencia y del fin

histórico que

de la evolución económica, es un argumento

llegará a ser contundente contra los sueños de los

ilusos

y

contra

pensadores resistir se a

las

ficciones

hipócritas

de

los

pagados. Los obreros no se limitan ya a ala

avidez ansiosa del capitalista; no sólo

desligan del movimiento político burgués, negándose ser sostén de sus propios enemigos y de los intereses

contrarios:

seasociancomoclasecontralaclaseque

losdominaycontralosGobiernosquesonlosinstru mentosactivosdesuopresión. antagonismo ya

esta suerte el

que late en el sistema social presente toma

en realidad la forma de lucha política de clase

contra

Partido

De

clase.”

Manifiesto de los delegados del Primer Congreso del Socialista Obrero Español. 1888. Pág. 348.

Jaime Vera, p. XXXVII. El subrayado es del propio autor. 276

El del

punto negativo, que consiste en la idea de la separación

partido obrero de cualquier otro partido que no sea de clase

proletaria, socialista dentro dos

clases sociales,

dentro

del

discurso

ya analizada

aquí,

a todos

los demás

como representantes de la burguesía y sus intereses.

ello, los socialistas se apoyan tanto en la historia de las políticas de dichos partidos, entre ellos mismos como

la misma

prácticamente en

importancia

español. Se trata de una teoría que busca presentar,

relaciones con

especial

de la lógica de la división antagónica de la sociedad en

partidos Para

toma

clase

obrera,

como

en estigma camita,

en

el

origen,

convertido

de los miembros que se integran

sus filas.

“Respecto obrero

con

aprobado,

los partidos burgueses,

el Congreso ha

como no podía por menos estando compuesto de

representantes de

a la actitud del partido socialista

que defienden el principio de la lucha

clases, que no caben conciliaciones ni benevolencias

entre

el partido que se propone realizar la emancipa

ción

económica de los trabajadores y los partidos que,

por

mantener

burguesía,

privilegios

y

monopolios

de

la

se oponen abiertamente a ella; debiendo, por

consiguiente, contra

los

el

Partido

socialista

Obrero

luchar

dichos partidos cuanto sus fuerzas le permi

tan.

Partido

Manifiesto de los delegados del Primer Congreso Socialista Obrero Español. 1888. Pág. 345. 277

del

A

este respecto, tiene especial interés la continua crítica

que

se realiza al partido Republicano—Federal, visto siempre como

el

gran enemigo a batir ya que su discurso podría llevar a

confundir sus

a los obreros todavías no formados y llevarles hasta

filas.

ItEn la controversia de las doctrinas, claro es que ha

de ser más acentuada con los llamados avanzados por

una

razón sencillísima: los partidos monárquicos no

pretenden

ya, y si alguno lo pretende lo hace sin

resultado,

nutrir sus filas con elementos trabajadores;

sus

doctrinas están ya juzgadas por éstos y no hay

peligro

de que les presten como clase concurso de sus

garantías; los

no sucede así con los partidos republicanos,

cuales tienen gran interés en hacer su recluta

entre

los obreros

para

disponer

de

masa

con

que

lanzarse a la conquista del poder, y reteniéndolos bajo sus

banderas

realizar manera osa

promesas,

imposibles

de

sin atacar en su raíz el origen del mal, la

de ser de la propiedad, arca santa a que ninguno

tocar.

derechos al

con mentidas

Sin

embargo,

el

planteamiento

de

los

individuales ha de obtener mayores garantías

desarrollo de la propaganda socialista, y en este

sentido, quía,

establecido el dilema de República o Monar

el Partido Obrero optará sin vacilar por la

primera.

En

su consecuencia, he aquí la 278

Base y

46:

constar que entre

republicana siempre

De

y

las formas de gobierno

monárquica,

El

Socialista

prefiere

la primera’t36

hecho, la lucha contra esta organización política viene

lejos. Ya en el semanario madrileño La Emancipación aparecen

continuos que

ataques a este partido político y el mismo José Mesa37,

tan importante papel tendrá tanto en la formación del PSOE

como

en su influencia francesa, y que procedía de las filas del

movimiento actitud

semanario un

republicanofederal,

como el origen primigenio del partido socialista, el madrileño internacionalista La Emancipación, José Mesa

artículo

Internacional Efectivamente,

36

1886.

no escatiina reproches ante la

de este partido. Recordemos que ya en lo que se puede

considerar

en

a todos los partidos burgueses

especialmente las doctrinas de los avanzados, si bien

haciendo

de

Combatir

Bases

famoso pretendía

separar

la política

de

la

Obrera de la de los seguidores de Pi y Margall. en el artículo titulado

A los representantes del

a que debe ajustarse la redacción de El Socialista.

Pág. 343.

Precisamente, sería esta base la que acarrearía la disputa entre Iglesias y Vera y el posterior apartamiento voluntario de la labores del partido del segundo.

Para una monografía sobre este destacado forjador del PSOE ver mi Memoria de Licenciatura: José Mesa y Leompart. Una monografía. Presentada en la Universidad Autónoma de Madrid, 1990. 279

Partido

Republicano

partido

republicano—federal una vez hubiera conseguido el poder

y

38

se

analizan las medidas que adoptaría el

las grandes diferencias que éstas tendrían con las posibles del

movimiento, retador

por entonces, internacionalista. Incluso un artículo

sobre

republicanos

cuánto

estarían

dispuestos

a

acercarse

los

en su petición de responsabilidades al gobierno

conservador39 provocó la crisis, o fue puesto como excusa de la misma

como sería mucho más correcto decir, y posterior división

entre

los anarquistas y los socialistas. Sin embargo, y como

hecho

curioso merece ser mencionado en este punto, el mismo Mesa

no

duda en rendir sincero elogio a Pi y Margall al calificarlo

como

“el único político honrado” que existe.4°

Los la

socialistas españoles consideran, pues, muy importante

idea de la creación de un partido obrero que sea de clase,

alejado creen

de los intereses de los partidos burgueses y, por ello,

los socialistas, defienda sinceramente los intereses de esa

38

La Emancipación, n9 38, 3—111—1872.

Nos referimos a Información revolucionaria, que pedía que los hombres políticos al comenzar su cargo hicieran público su patrimonio para, una vez dejada la vida política, volvieran a realizarlo pudiendo coniprobarse la diferencia. 40

ttFrancisco Pi y Margall, uno de los pocos hombres políticos básicamente honestos y sinceros que posee España” Cartas de España, para L’Egalité, fechada el 12 de marzo de --l88O. ( Cf r. S. y J.J. Castillo. « José Mesa y leompart (1831— 1904) y el socialismo español », Revista de Estudios Sociales, n9 14, mayo-diciembre de 1975, p. 98.) 280

misma

clase. Y en esta tarea no sólo está metido el PSOE, sino

que

es ya una vieja aspiración del propio movimiento obrero

español.

Así, frente a la idea de estos partidos que unicamente

defienden

la

ocultándoles que

durmiendo

a

los

obreros y

su posibilidad revolucionaria, se hallaría el PSOE,

busca definir su espacio político como el legítimo represen

tante

de

referente ningún zar

sociedad burguesa,

la clase

obrera. Queda éste

así convertido

en un

para el proletariado, pero referente por exclusión:

otro partido reúne la legitimidad necesaria para garanti

la representación proletaria41. Y como, de acuerdo a un

trasfondo

de ideología liberal encubierta recuperado a través del

positivismo, todo debe ser cuantificable en unidades, lógicamente el

partido obrero se cuantifica no en cuanto, o al menos no

exclusivamente, del

sus ideas, su posición de clase, sino a través

origen de cada uno de sus integrantes: los burgueses son

incapaces origen,

de comprender los principios de Marx por su mismo mientras

que

los

proletarios,

por

su

situación de

postergación dentro de la propia sociedad capitalista, viven esos mismos

principios.

41

“Las consecuencias más evidentes de tal postura [temor a la contaminación burguesa] llevan a concebir la organización de clase más como un refugio que no como un medio, a oponerse a cualquier tipo de alianza con las fuerzas políticas no obreras y, en particular, con las más avanzadas.” Michell Ralle «La cultura política del primer socialismo español», en El socialismo en España. Madrid, Pablo Iglesias, 1986, p. 64. 281

“Si

nos dirigiésemos a un público exclusivamente

burgués,

poco nos importarían estos inconvenientes,

puesto tal,

que estamos persuadidos de que el burgués, como sabio o ignorante, es incapaz de comprender el

Socialismo clase de

no podrá comprender jamás una teoría que, como la

Marx, es la negación de su existencia. Pero escribi

mos

para el Proletariado, el cual, según ha dicho con

mucha

razón Engels,

socialista tiempo y El

moderno

y

el proletariado carece hoy de

de medios pecuniarios para adquirir libros costosos. obrero se sabe únicamente algunos fragmentos de las

así,

de Marx ; lo que no impide que viva, por decirlo para realizar la doctrina que Marx ha establecido,

que a medida que adelanta en la evolución económica,

reconozca

y

previsto

personal,

sienta

los

fenómenos

con la lucidez del genio.”

Precisamente,

que

“,

es el corazón del movimiento

material para entregarse a profundas lecturas,

obras

y

científico, por la sencilla razón que una

que

Marx

había

42

al situarse la ideología como un producto

tal y como ya hemos analizado, cabría pensar o presumir

cada uno libremente puede pensar de un modo u otro, y que lo

importante sociales.

es precisamente dicho pensamiento y no las raíces Sin

consecuente, clase

embargo, y

frente a esa

lógica aparentemente

esto no es así, sino que la adscripción social a una

u otra marca, en ese sentido de estigma ya señalado, a los

integrantes 42

José

de la misma. Se podría recurrir aquí, como de hecho Mesa, p. XXI. 282

se

hace en más ocasiones

de las debidas, a explicaciones de

carácter

psicologista,

cristiana

y a la figura del pecado original como origen mental de

esta al

refiriéndOSe

a

la

tradición

judeo

realidad: los burgueses estarían marcados por su origen, o

menos esa sería la mentalidad socialista, por una proyección

del

concepto cristiano de pecado original. Sin embargo, creemos

que

la explicación a este principio radica algo mejor en la

propia

explicación que sobre

Capitalismo

la misma

ideología y sobre el

tiene el socialismo español y en la cual nos estamos

moviendo.

Ya

hemos visto que el Capitalismo era, para los socialistas,

la globalización de una relación personalizada de cada uno de los compradores

de la fuerza de trabajo en relación con cada uno de

los vendedores que acudían al mercado. Igualmente, anotábamos más arriba, una

realidad también individual, asociada al maquiavelismo de la

fuerza mala

la ideología asumía más que un elemento social y objetivo

y la astucia para mantenerse en el poder ligada con la fe en el engaño. Se va conformando así la idea de que el

capitalismo, conjunto su son

de beneficios empresariales es el capitalismo) como en

aspecto social (la sociedad y su pensamiento característico no sino

realidad de

la suma de

individuos Y

sus ideas falsas) es una

forjada por la suma de individualidades y que una parte

éstas, precisamente

dominante, sus

tanto en su aspecto económico (ya sabemos que el

aquellas

que

pertenecen

a

la clase

actúan, aprovechando las circunstancias favorables a

intereses, de mala fe. De aquí se saca la idea, lógica y

coherente

con este esquema, de que los sujetos pertenecientes a 283

la

clase social dominante, es decir, a la clase burguesa, son

culpables, no

a al menos sospechosos y presuntos culpables, mientras

se demuestre,

contrario.

alguno,

lo

resultado

porque los señores que forman la Comisión no los intereses de la clase trabajador, sino

intereses de la clase explotadora, y ésta procurará

siempre

que

cuestiones, perjuicio ningún

los partidos dejen

sin resolver

porque su

ha

solución

de

estas

redundar

en

suyo, y la clase acomodada no consiente que

Gobierno toque a lo que ella cree sus derechos

son en realidad sus privilegios.”43

No

se trata, por consiguiente,

religiosidad justo

su propio comportamiento,

información no puede producir

representan

y

través de

Es decir, deben demostrar su inocencia.

“Esta

los

a

de una demostración

de

oculta en el ancestro del socialismo, aunque es

décir

que

posteriormente

tomaría

formulaciones

casi

religiosas44, sino de una consecuencia más de la incorporación del

propio método positivista que, al concluir que la sociedad es

la

suma de voluntades, impone el concepto de ideología como una

perspectiva mente

individual. Y así, si, y como se ha venido repetida

comprobando en su relación histórica con el proletariado,

García Quejido, sesión del 26 de octubre de 1884. P. 25 “ Sin embargo, no conviene confundir, al menos en este caso concreto, la formulación que toma un pensamiento, sobre todo en vistas a su propaganda, con lo que se quiere decir en ese mismo pensamiento.

284

la burguesía actúa con mala voluntad entonces los miembros de esa misma

clase, cuya mala voluntad general no es sino la suma de las

malas

voluntades individuales, deben demostrar su inocencia a

través

de los actos políticos. Y no ocurre lo mismo con el

proletariado, porque,

no es necesaria la demostración de su inocencia,

como ya sabemos, se trata de la clase explotada y por

consiguiente individuos el

su anhelo, aun inconsciente en cada uno de los

no formados, es la superación de dicha explotación y

triunfo definitivo de la revolución emancipadora que supere

para

siempre y en todos los órdenes su condición de miserables

esclavos.

ttúnicamente parece que, como los antiguos cristia nos,

vemos un destello de emancipación, unas ideas que

nos

han de salvar, tarde o pronto, y a las cuales

prestamos clase te,

un religioso culto. Hacer desaparecer la

que domina, es hoy, consciente o inconscientemen

el ideal de la inmensa mayoría de la clase trabaja

dora:

lo que hay es que no se ha sabido definirlo y

hacerlo

comprensible al resto de los individuos que

trabajan;

pero

es

indudable que

se ha de conse

guir.

Es

así como se da la distinción entre ideología y sociedad,

calificando como

a la primera como mala fe y engaño y a la segunda

verdadera en y por su neutralidad. En verdad, para el

pensamiento

socialista lo único falso de la realidad, si es que

García Quejido, sesión del 25 de enero de 1885. Pág. 258. 285

cabe

hablar así, es la estructura social dividida en dos clases,

sin

tener en cuenta que dicha realidad no sería sino el producto

de

la misma estructura

igualmente, desliga y

económica al tiempo que ésta seria,

producto de la primera. La teoría socialista se

así de la realidad como totalidad, se distancia de ella

al hacerlo así se escamotea la verdad que no sea sólo positi

va46. La teorización sobre los hechos positivos, y consiguiente mente a

la práctica política derivada de ella, ocupa así el lugar,

costa de reducir los problemas a sus manifestaciones sociales,

que

debería tener el pensamiento en su enfrentamiento con el

capitalismo realidad

Al el

en cuanto totalitario (y no sólo como si fuera una

meramente económica).

dar escasa importancia al elemento político entramos en

segundo aspecto de la política del partido obrero: su aspecto

positivo

o activo, pues es evidente que la lucha política le

interesa

al PSOE ya que, por ejemplo, se presenta a las eleccio—

46

De

hecho, la clave del reformismo al que irá girando

gradualmente todo el movimiento obrero, o la mayoría no marginal, guarda estrecha relación con este proceso de atomización social que se irá realizando en el estudio del capitalismo. Efectivamen te, al ser este analizado no como una totalidad, tal y como lo era para Marx, sino como un conjunto de factores cuya suma dan paso a esa totalidad conocida como capitalismo, es posible que la reforma en uno u otro de dichos factores permita la superación de las condiciones de injusticia y el sistema pueda seguir funcio nando sin necesidad de una revolución, es decir, de un cambio cualitativo de ese mismo sistema. Es lo que con posterioridad triunfará en los congresos de los partidos obreros y que se llamará “huir de posiciones maximalistas”. 286

nes,

al contrario que el movimiento anarquista47. Cabría pregun

tar,

por consiguiente, para qué dicha presencia, para qué existe,

incluso,

un partido obrero, una vez que ha quedado claro su

conciencia aquello

de que lo social, fuera de lo meramente económico o de

que de forma directa le atañe, no tiene gran importancia

política.

Si más

bien parece claro que podría ser su aspecto negativo el

importante, los socialistas españoles no descuidan,

embargo,

su rasgo positivo, la existencia definitiva de una

organización riado.

obrera que sirva de cohesión para todo el proleta

Dicha cohesión, dicha existencia de un partido de clase

revolucionario, cohesión

da

fuerza funciona en su

de propaganda para las ideas socialistas y, merced a

poder dar así sentido a una conciencia proletaria enfrenta

a la burguesa que viene representada por todos los demás

partidos; estar poder, forma do

tiene dos motivos fundamentales: por un lado, la

del proletariado en un sola

aspecto ello,

sin

por otro lado, existe la idea de la conspiración, del

ya preparado para asumir el poder, que no de conquistar el cuando el hecho fatal, por necesario, se produzca, de irremediable y definitiva, y el Capitalismo caiga derrumba

por su última crisis que dé paso al poder socialista y a la

revolución

liberadora.

La importancia que este hecho tiene se ve, como ya hemos dicho, claramente reflejada en la escisión producida entre autoritarios y antiautoritariOS dentro del semanario La Emancipa ción. Aunque es cierto que los socialistas no ven como real un movimiento político revolucionario, la importancia que le conceden excede con mucho la que los anarquistas estarían dispuestos a admitir. 287

La en

primera de las realidades, la cohesión del proletariado

una sola fuerza correspondiente a un partido de clase, aparece

claramente

expuesta en las ideas descritas por los invitados

socialistas Pablo

a la Comisión e igualmente en los comentarios de

Iglesias al programa socialista. El partido socialista se

presenta aunque

como un medio de propagación de ideas y un aparato, todavía

concienciación resultado los

sin

usar

esa

denominación,

de

educación

y

de la clase proletaria. Se trata, como último

de todo el proceso propagandístico, de juntar a todos

miembros de la clase trabajadora en una sola finalidad y en

un

único esfuerzo revolucionarios, y no meramente en la búsqueda

de

reformas que palien la situación, frente al poder de la clase

dominante.

“El Partido Obrero debe prestar todo su apoyo a la lucha

de resistencia de los trabajadores contra los

capitalistas menos

precaria la existencia del asalariado al recabar

alguna el

no ya sólo por la consideración de hacer

mejora, sino también porque en estas contiendas

obrero se dispone a abarcar en su conjunto todo el

campo

de combate en que debe conquistar su completa

emancipación,

fortalecido ya con la práctica de la

solidaridad.”

La

información

conciencia

se

canaliza

para

la

formación

de

esa

obrera de forma tal que establezca bien a las claras

Bases a que debe ajustarse la redacción de El Socialista. 1886.

Pág. 342. 288

los

objetivos de la lucha del partido, que son los de la misma

clase. ya

Toda la presencia de los integrantes del partido obrero,

sea en el Parlamento, los ayuntamientos, actos públicos o

incluso

en la misma Comisión de Reformas Sociales, tiene como

objetivo

final usar dichos espacios como foros para la propaganda

de

las ideas socialistas. Nada de lo que desde allí se haga puede

servir

en caso alguno para acelerar el proceso de la inevitable

caída

del capitalismo ni tampoco, por

frenarlo.

parte burguesa,

para

El único sentido que tiene la presencia de candidatos

del

partido socialista a las elecciones, tomando este punto como

el

paradigma de una participación en política, es ese deseo de

propagar

y difundir

conciencia

socialistas y

formar así

la

obrera.

“No vuestra ni

las ideas

es menos fácil entender que si acudimos a cita ante la Comisión, no es con el propósito

con la esperanza de cambiar el invariable curso de

vuestras

ideas, ni de influir en vuestras ulteriores

determinaciones, hombres

sino para mostraros que no todos los

que se pliegan dócilmente a vuestras miras

personales,

de partido o de clase, y para aprovechar

esta

fugaz ocasión de propaganda; que hoy como siempre,

nos

es favorable vuestra torpeza, ya que no vuestra

intención”49

Jaime

Vera, Pág. II.

Igualmente aparece esa apreciación, como algunas ya hemos visto, en casi todas las presencias socialistas a esa, misma Comisión. 289

Las discurso de

instituciones

políticas

no

ocupan

así

dentro

del

socialista más que un lugar adecuado para la información

los obreros y la propagación del socialismo. En absoluto es

tomada

la institución como una realidad desde la cual sería

posible tan

no ya sólo el anhelado momento revolucionario, sino ni

siquiera meros avances reformistas en beneficio de la clase

obrera.

Como acaba el propio informe Vera, esa educada y cortés

invitación problema clara, parte

a la forma bajo la cual debe darse la resolución del social, y sólo a su forma pues su solución ya esta

es como debe entenderse el interés, evidente por otra del socialismo español, en ser representado en los órganos

políticos:

como un lugar para debatir con tranquilidad de lo

inevitable,

más

académicamente

preciso sería: como el su

proceso,

el

lugar para

futuro necesario

del

explicar devenir

social.

“La existe.

lucha de clases es inevitable, puesto que De vosotros depende que sea regida por

razón,

una

hombres

del siglo XIX, o que sea envenenada por el odio

y

lucha

civilizada,

una

contienda

la

entre

por instintos destructores.”5°

La

segunda idea, más importante que la primera y de mayor

importancia a la hora de enjuiciar el reformismo posterior en el cual

caerá el partido socialista, es la de la relación que se

establece

entre

movimiento

socialista, la idea de que la revolución socialista es

Jaime

el

fatalismo

revolucionario

Vera, Pág. L. 290

que

alienta

el

una

necesidad histórica que se dará debido al desarrollo de la

propia la

estructura capitalista con el transcurrir de los años, y

propia constitución de un partido obrero. El partido nunca

aparece

como sujeto activo de dicha revolución, sino como un

elemento

conspirador que aprovecha los hechos necesariamente

acaecidos

en torno a la crisis del sistema vigente para tomar el

poder

e instaurar el socialismo.

“Resulta, servir

sin embargo, un hecho notable que puede

para tranquilizar a los burgueses, y que a

nosotros

nos es conveniente por ahora; es, a saber: que

nosotros no hablamos del derecho de insurrecciófl antes al

contrario,

trabajadora, decimos sola con

nosotros,

al dirigirnos

a

la clase

al dirigirnos a nuestros hermanos, les

que su sangre vale mucho, que no viertan una

gota mientras no estén todos unidos y compactos, plena conciencia de sus derechos, a fin que cuando

llegue

la ocasión de derrainarla sea con provechoso

fruto;

pero que no la estén derramando todos los días

para

que algunos vampiros vivan con ella.

Por

eso entre nosotros, aquellos que tienen más

influencia

recomiendan la calma, y dicen: “hay mucho

que

hacer todavía, hay mucho que organizarse antes de

ir

a esa lucha: lucha fatal, inevitable; pero cuyo

momento

no lo determinaremos nosotros, sino que lo

determinarán desequilibrio

los hechos económicos o políticos, entre

la

sociedad 291

que

explota y

el la

sociedad

que es explotada; por eso lo que hace falta es

prepararnos cual

para que cuando llegue la ocasión, cada

esté dispuesto a cumplir con su deber.”

“Queremos clase

51

la posesión del poder político por la

trabajadora, para realizar desde allí la trans

formación

económica

trastornos

posibles. La clase trabajadora tiene derecho

a

la

sociedad

con

los menos

la posesión del poder político, porque representa la

razón

y la fuerza y ante estos

resistencia tiempo,

plazo

De

argumentos no hay

posible. Esta posesión es sólo cuestión de

y el Partido socialista sabrá aprovechar las

circunstancias

como

de

posible.”

para que sea un hecho en el más breve 52

nuevo, nos encontramos con el tema de la conspiración

elemento clave del movimiento político. Se trata de un

derivado

de la teoría maquiavélica de la ideología, que no de la

marxista, acerca



e, igualmente, de

del

la idea mantenida

sistema capitalista

como

un

hecho

perpetuamente estrictamente

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pág. 209.

Precisamente, en esa idea de “la ocasión” consideramos que se debe enmarcar la educación política del proletariado llevada a cabo por el socialismo. Se le educa, como ahora veremos, para estar preparados ante el momento concreto en el cual se pueda hacer la revolución. Pero es un momento que no se construye, sino que adviene.

52

5

Manifiesto-Programa

del Partido Socialista Obrero Español.

de octubre de 1879. Pág. 327. 292

económiCO. economía

Efectivamente, si hay que estar preparado es porque la

capitalista va a entrar de forma necesaria, y arrastrada

por

su propio proceso, en crisis y no porque la propia presión

del

proletariado vaya a realizar esa misma crisis. No se trata de

un

movimiento político revolucionario en su sentido de masas

activas

que llevan a cabo una transformación social, sino de un

movimiento

político

estructura el

conspirador

que

pretende

mantener

una

de masas para aprovechar el momento del caos y tomar

poder53. “Lo sía,

tercero, o sea, la decapitación de la burgue

el acabamiento de la explotación del hombre por el

hombre,

la obtendrá el Partido Socialista obrero en el

momento

que, ayudado de uno de tantos conflictos como

el

régimen

bastantes Dueño él, como

capitalista

provoca,

sus

fuerzas

sean

para arrojar del poder a la clase dominante.

el proletariado del poder político, valdrase de

no para tiranizar a una parte de la familia obrera, equivocadamente y sin fijarse bien en lo que dicen

Aunque no sea aquí el momento para analizar este tema, el esquema, aunque no necesariamente su desarrollo ni su contenido, que presentan los socialistas en este aspecto es similar al que posteriormente presentarán los movimientos leninistas en Rusia y fascistas en Italia. En los tres casos, socialistas, leninistas y fascistas, se trata de partidos férreamente estructurados cuya finalidad última es, a partir de un movimiento de masas, conquistar el poder a través dé saber aprovechar el momento decisivo de la crisis. Y dichos momentos de crisis no son creados por ninguno de los tres movimientos políticos, sino que se conspira una vez iniciados debido a la preparación previa y el aprendizaje adquirido.

293

sostienen

ciertos elementos revolucionarios, sino para

arrancar

a

monopolios simples

Se y

la

burguesía

todos

sus

privilegios

y

y reducir a sus individuos a la categoría de

productores.”54

niega así esa dialéctica de lo real presente en Marx55

se ve un conocimiento que va a remolque de la realidad, una vez

Manifiesto de los delegados del Primer Congreso del Partido Socialista Obrero Español. 1888. Pág.349.

55

“En cada una de sus fases se encuentra un resulta do material, una actitud creada por los hombres hacia la naturaleza y de los unos hacia los otros, que cada generación transfiere a la que le sigue, una masa de fuerzas productivas, capitales y circunstancias, que, aunque de una parte sean modificados por la nueva generación, dictan a ésta, de otra parte, sus propias condiciones de vida y le imprimen un determinado desarrollo, un carácter especial; de que, por tanto, las circunstancias hacen al hombre en la misma medida en que éste hace a las circunstancias” Marx

y Engels, La ideología alemana. Pág. 38.

Para

decirlo con palabras de Marcuse:

tj las relaciones sociales determinan la concien cia, también determinarán la conciencia del proletaria do; y si las relaciones sociales son relaciones de clase, también introducirán una discrepancia entre la forma en que la realidad se muestra a los hombres y la “esencia” de la realidad. La discrepancia entre esencia y fenómeno constituyen una piedra angular del método marxista.” H. Marcuse, El marxismo soviético. Madrid, Alianza Edito rial, 1984. Pág. 29. 294

ésta,

merced a su propia constitución, ya se ha establecido como

fetichizada la

y por eso mismo falsa. Es decir, que no se pretende

construcción de la realidad, y con ella de la verdad, sino que

existe que

la conformidad con la mera descripción científica de lo

hay, como luego hará la sociología, y con convertirse, consi—

guienteniente, en un punto de vista sobre el objeto a tratar como si

ese mismo objeto permitiera realmente el punto de vista.

Los el

socialistas consideran ser ellos los que mejor entienden

objeto y dicho entendimiento no consiste sino en la idea de

permitir

su

destrucción.

desarrollo

pues

con

él

va

implícita

su misma

La capacidad del objeto, el Capitalismo, de saltar

esa

misma relación causa—efecto en que se basará la esperanza de

la

revolución

posteriormente lismo

se elaborará

de forma pseudofiiosófiCa en el propio materia

dialéctico a partir de leyes que garantizan el necesario

triunfo la

futura, esperanza científica que

de la revolución, no es tenida en cuenta al participar de

idea de

autonomía

objeto como

elementos

que carecen

de cualquier

y siguen fielmente aquello que deben seguir, esto es:

las condiciones de necesidad expresadas en los propios objetos de estudio

de la física. La experiencia empobrecida a través de esta

idea

que la marca ya como falsa hace que el conocimiento sea,

para

ser verdadero, reflejo fiel de esa condición de cómo se

presentan La tan

los propios objetos y no de lo que verdaderamente son.

simplificación del proceso social hasta reducirlo a un número bajo de variables que haga a este proceso perfectamente

predecible

no hace sino faisif icario y, a su vez, dar sentido al

295

pensamiento mantener

que lleva adelante dicha falsificación al permitirle

viva la esperanza en la pronta crisis.

“Desde

el momento en que el desarrollo industrial

toma

las exageradas proporciones que he indicada, un

gran

número de industriales pasan a nuestras filas, no

con

las categorías de industriales, sino con la de

obreros de

asalariados. Lo único que traen es el recuerdo

haber paladeado los manjares con que se regalan esas

clases

privilegiadas; pero, por otra parte, como ellos

suelen

tener una instrucción y una inteligencia que no

poseen

los

elementos han a

trabajadores,

traen

a

nuestras

filas

intelectuales que escaseaban antes, y que se

de convertir en fuerzas auxiliares para arremeter la clase contraria. (...)

Ese hay

es otro de los resultados de la crisis, y no

manera de evitarlo, porque después de una crisis

viene

otra

(...)

Agregad

a esto que la clase media es

la única que puede contar con esos grandes elementos de trabajo,

y que no produce de una manera científica y

proporcionada, de

56

sino con toda la anarquía que es propia

las doctrinas individualistas.”

56

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pp. 209—

210. Del tema concreto del derrumbe del capitalismo por una crisis hablaremos ampliamente en la siguiente parte. 296

Frente adueñarSe es

a una realidad que se impone surge la conspiración de

del poder como auténtica tarea obrera, pero para ello

previo, y necesariamente anterior, la propia debacle del

sistema. aquí

Si este acontecimiento no se realiza por sí solo, y es

de extraordinaria i—mportaflCia la idea de la exclusividad, el

movimiento,

por más que pretenda, no puede llevar a cabo dicha

circunstancia.

Es por ello por lo que se puede decir que las

circunstancias

de la realidad crean al movimiento obrero, pero

éste

es incapaz de crear las condiciones de su liberación en el

terreno

político y social.

El

positivismo se ve así reflejado en la creencia de que el

capitalismo ideología trata

en cuanto tal, como mero hecho positivo, carece de en sí mismo. Su caída es inexorable y de lo que se

es de que para cuando se produzca, y no tardará mucho, el

grupo

más

preparado

evolucionista catástrofes mente

basado en

hay

aquí

la adaptación del más

un

resabio

fuerte a las

naturales, esté en condiciones de tomar definitiva

partido queda limitado a una labor, más o menos bien

desarrollada,

de propaganda y formación de sus integrantes para

gran momento, cercana a esa consigna de los primeros cristia

nos como

sobre el estar preparados tanto para reconocer al anticristo para

estribaría

cuando venga

de

nuevo

el mesías.

La

diferencia

precisamente en la aceptación explícita por parte del

cristianismo de

la lucha, y

el Poder y llevar a cabo la revolución proletaria.

El

el

para

de un trascendente que es el que marcaría el momento

la Parusía, mientras que en el caso de los socialistas se 297

trata,

al menos en cuanto a lo explícito, de un positivismo

rabioso, así,

una negación de todo aquello que de hecho no se da. Y

del

mismo

pacientemente empírico el

modo

que

el

científico

positivista

espera

en su laboratorio la confirmación a través de lo

de su teoría sin-pretender intervenir en ella para nada,

socialista aguarda, pacientemente, que los hechos sociales se

desencadenen

por sí solos. La política no tiene

importancia,

ya que el curso natural de los acontecimientos no

admite

variación a través de la intervención humana.

298

pues mayor

TRES: LA PALABRA Y LA ACCIÓN

Es

dentro

capitalismo

de

todo

este

contexto

ideológico

sobre

el

y la actividad revolucionaria del partido obrero

donde

cobra sentido la disociación que existe en el socialismo

entre

el discurso, incendiariamente revolucionario, y la acción,

siempre

más proclive a la realización de reformas dentro de la

sociedad última

capitalista y admitida posteriormente como finalidad

del movimiento político.

Efectivamente,

la teoría socialista está llena de consignas

revolucionarias,

pero al tiempo también se halla en ella una

tendencia

la

hacia

capitalista, sistema,

idea

de

una

suave

reforma

paradójicamente

mejore a

el

nivel

través

de

de la

vida

de

el alza de

mercancías,

en el interior del Capitalismo.

El

los salarios para

máxima

poder proveerse

ideal debe ser fijo e invariable. Debe ser el

que guíe nuestros pasos en la lucha por

emancipación, este

los trabajadores

objetivización

representa

norte

sistema

entendida al final como la humanización de este

que



del

la

y por nada ni por nadie puede oscurecerse

ideal, sin que el partido Socialista deje de ser

inmediatamente la verdadera representación del proleta riado.

La transformación de la propiedad individual o 301

que de

corporativa

de los instrumentos del trabajo en propie

dad

común de la sociedad entera, cuya consecuencia será

la

abolición de las clases sociales y su conversión en

una

sola clase trabajadora, será siempre la aspiración

fija

e invariable del Partido Socialista Obrero.

El para

segundo punto, correspondiente a los medios

realizar la aspiración del partido, tampoco puede

sufrir

alteraciones esenciales sin menoscabo de la

pureza

de los principios socialistas. Sin embargo, hay

que

distinguir

lo

esencial

de

lo

accidental,

lo

permanente

de lo pasajero; aquello que constituye los

principios

de lo que forma la línea de conducta de toda

agrupación,

y en este concepto, el Partido Socialista

sabrá

adaptar su conducta a las circunstancias, sin que

sufra

en lo más mínimo la pureza de sus principios.

Estos

medios se reducen a

derechos co,

la proclamación de

los

individuales, base de todo partido democráti

y a la petición de una serie de reformas adminis

trativas

y económicas que amparen los intereses del

proletariado

hasta que llegue la hora ansiada de su

ii.”57

Igualmente, cómo

5

tdos estos elementos se ven a la perfección en

empiezan la mayoría de los Programas socialistas:

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español. de octubre de 1879. Pág. 327. 302

“Considerando justicia clase

exigen que el antagonismo entre una y otra

desaparezca, reformandoodestruyendo

social los

que la necesidad, la razón y la

un estado

que tiene suntidosen la más espantosa miseria a

que emplean toda su vida en producir la riqueza que

poseen

los que en muy poco, o nada, son útiles a la

sociedad”58

Lo entre

primero que cabe observar es como la correspondencia el discurso y la acción tiene cierta relación, a nivel

teórico lo

y de coherencia interna, con lo que hemos ido viendo en

referente a la ideología. Si allí ya hacíamos ver como la

ideología social idea

y que únicamente guardaba relación con ésta en cuanto a la de que

contexto interesado la

eran

las mismas personas

las que dominaban

el

económico y las que pretendían imponer su pensamiento sobre la realidad, ahora nos vamos a centrar en cómo

relación entre la teoría y la práctica política y social cobra

especial especial,

58

julio

-—

era tomada como algo ajeno a la propia estructura

importancia en la organización del PSOE y, de manera en la relación que guarda el propio partido con su

Programa del Partido Socialista Obrero Español. 20 de de 1879. Pág. 319. El subrayado es nuestro.

Exactamente la misma aseveración, o muy similar, aparece en el Programa de octubre de 1879; en el del Partido Democrático Socialista Obrero Español barcelonés (1881)- que habla de “móvil reformador”-; en el del Partido Democrático Socialista Español, fusión del núcleo barcelonés y el PSOE madrileño, de 1882; e igualmente, en el del Primer Congreso del PSOE, de agosto de 1888. 303

recién

constituido, en 1888, sindicato: la Unión

General de

Trabajadores.

Efectivamente, escasamente él

observamos como el partido apenas si tarda

siete años en formar un sindicato asociado aparte de

para ocuparse de las labores que afectan directamente a las

condiciones dichas como

de trabajo y las posibles enmiendas y reformas que a

condiciones se podrían proponer tanto en el terreno social en el

discursos

económico.

Prácticamente,

al tiempo

que en

los

y documentos del partido se está negando implícita e

incluso

explícitamente la posibilidad de reformas importantes

dentro

del

auspiciada

capitalismo, por

realización

de

se

el mismo tales

organiza

PSOE

una

que tiene

reformas

asociación como

analizadas

único

obrera fin

previamente

la

como

imposibles59.

Así, agosto

en el Congreso del PSOE celebrado en Barcelona en

de 1888 (mismo congreso en que se aprobarán las bases

59

“La estrategia sindical insistiría a partir de ahora en tres condiciones básicas para alcanzar el éxito en las luchas obreras: el fortalecimiento de la organización y de la unión de la clase trabajadora, la combinación de la lucha económica y la actividad política, y el abndono de toda “aventura revoluciona ria” como las defendidas por los anarquistas del momento”. Pérez Ledesma, Manuel, El Editorial, 1987, p. 208.

obrero

304

consciente.

Madrid, Alianza

fundacionales rias

de la UGT), tras enumerar las medidas revoluciona

que tomará el PSOE en el poder, se dice:

“Son, pues, las soluciones que defiende el Partido Socialista males

Obrero las únicas que pueden aliviar hoy los

que aquejan a la clase trabajadora y curarlos

radicalmente asalariados esperanza

¿Se

mañana. Fuera de ellas no hay para los ni probabilidad de mejorar su suerte ni

alguna de salvación”60

trataría aquí de una marcada incongruencia entre el

partido

socialista, que ya defendía esa imposibilidad ante la

propia

Comisión de Reformas Sociales, y su propio sindicato

recién

constituido?

En

nuestra opinión este hecho no sólo no marca una incon

gruencia

con

dirigentes el

no

ideario

expresado

repetidas veces

por

los

socialistas, sino que cabe señalar la coherencia entre

mismo y la actuación que implica dicha división entre un

partido aquí

el

y un sindicato. Si volvemos a repasar los conceptos hasta

estudiados referidos al capitalismo y a la imposibilidad o de reformas,. analizábamos como el sistema era una realidad

exclusivamente

60

Partido

económica, referida al tema del salario, y uno de

Manifiesto

de los delegados

del Primer Congreso del

Socialista Obrero Español. 1888. Pág. 349.

No es sólo, pues, que no haya partidos revolucionarios que no sean el socialista, sino que incluso las reformas sociales “probabilidad de mejorar su suerte” no parecen admitirse fuera del mismo. 305

cuyos

puntos fundamentales, y básico, como veremos con posterio

ridad,

para derribar al propio sistema, era la Ley Ferrea de los

Salarios.

Sin del

embargo, también analizábamos como las sucesivas crisis

Capitalismo deberían ir minando a éste hasta conducir a su

definitivo sería

la de

debilidad los

estar

alerta para

aprovechar

esos

momentos

de

y, amparándose en ellos, lograr mejoras para la vida de

obreros.

Se fin

hundimiento. Precisamente, la función del sindicato

trata, pues, de admitir las reformas, pero nunca como un

en sí mismas, o al menos así pensaban entonces, sino como un

medio

para

especie

lograr una

mayor

cohesión del

proletariado, una

de preparación previa, con contenido casi militar, que

permitirá

un proletariado entrenado para la lucha y con ello la

consecución

de los objetivos revolucionarios cuando la crisis

capitalista

sea una realidad sin salida.

“Mucha del

mayor convergencia se da en el tratamiento

poder político, sobre el que ejercen plenamente sus

efctos

el

excluye

todo planteamiento activo en este orden apoyado

en

determinismo

y

el

econonhiciSmO, lo que

una estrategia capaz de tener en cuenta el contexto

histórico

concreto. Tanto en Guesde—LafargUe como en

Iglesias,

esta degradación del poder político conduce

a

una concepción militar del acto revolucionario. Los

socialistas

franceses hablan del partido como “sargento 306

instructor” describe

de

Iglesias

formación

de un ejército a la espera de una crisis

económica

o diplomática, que sirva de pretexto al

Esta

última

del estado burgués.”6’

preparación de carácter casi militar se ve muy bien

representada

en la idea del para qué de las huelgas. La finalidad

de éstas no es la mejora de determinadas condiciones de

trabajo

o

la mejora

consecuencias, práctica

del

sueldo, aunque sin

desdeñar

estas

sino, fundamentalmente, la preparación por la

de la clase obrera para el momento definitivo. Funcionan

una especie de ensayo general de la gran revolución que se

originará

una vez, y esta situación temporal de la revolución

proletaria en

obrera, mientras

la preparación del acto revolucionario como la

“asalto”

como

la clase

como posterior es básica, el capitalismo haya entrado

crisis.

Recomendando a todos los obreros que se fijen en



los

hechos

resistencia

por

que

atraviesan

las

Sociedades

de

y se preparen ordenadamente para la lucha,

sin

hacer mal uso de la resistencia, porque las huelgas

son

una espada de dos filos, que hiere a los dos lados

si

no se inanejabien, y que antes de lanzarse al campo

cuenten con

61

la simpatía de todos los de su ramo, por lo menos

Arranz,

informes Estudios

con el dinero y con los hombres necesarios y

a

Luis: «

la Comisión

de Historia

El guesdismo de Pablo Iglesias en los de Reformas Sociales », p. n2 8—9, enero-julio 1979.

Social,

307

214,

de

la localidad, y a ser posible de la patria entera.

El

sistema de resistencia será el que convenga; pero es

preciso

prepararse, prescindiendo del entusiasmo de

momento

en los talleres, para buscar el fin es decir,

para

resolver todos los asuntos que conciernen a la

clase

trabajadora en todos los sentidos, por medio de

la

fuerza.”62

La res],

huelga es la única arma que poseen [los trabajado

por el momento, no sólo para defender su pan y su

independencia sino

para estrechar más cada día, merced a estas luchas

económicas,

los lazos que los unen, y que, ensanchando y

fortaleciendo hacen nos

batalla

futura



de

que

enérgicamente la libertad de coaligarse, y los se han visto obligados a ceder, o van cediendo, a

presión del hecho económico,

pueblos

lo



habla Marx. Por eso la clase obrera de todos los países

Gobiernos

El

las Asociaciones y federándolas entre sí,

cada día más inminente la

reivindica

la

de la rapacidad y la tiranía de los patronos,

que en casi todos

los

es ya, a estas horas, un hecho legal.”63

sindicato es algo así como un centro de reclutamiento que

que busca, dentro de su intento de cumplimiento del programa

mínimo

marcado por el propio partido, es separar las tendencia

económica,

en su sentido socialista, como lo propio del capita

62

Diego Abascal, sesión del 7 de diciembre de 1884. Pág. 82.

63

José

Mesa, p. XXVI. 308

lismo

e impregnada de política y análisis teóricos sobre su

contenido social, ver

y futuro derrumbe

-

su,

digamos, esencia

-

de

la

que es la que representa el sindicato. Es así paradójico

como el sindicato de la UGT carece prácticamente de ideolo

gía,

siendo tan sólo un núcleo de reformas y soluciones tempora

les.

Es

esta una muestra más de cómo los socialistas españoles

mantienen cerca

su influencia social directa, aquello que estaría más

de los trabajadores, lejos de los ámbitos ideológicos y

teóricos

propios del partido. Así, siguiendo con el esquema

anteriormente

expuesto, lo social no tiene ocupación real dentro

de

lo ideológico y tampoco necesita, ya sea en clave de reforma

o

en clave

ideológica

revolucionaria,

de

análisis

alguno

o

reflexión

concreta.

“El

partido Obrero comprende que hay necesidad de

adquirir

la posesión del poder político para lograr

eso; no

y sabe también la clase obrera que para destruir, los medios de producción sino la antigua forma en

que

se producía, a fin de conseguir que los intereses

contrarios poder les al que

se sometan, es necesario también que el

vaya a manos de los trabajadores; que ese poder sirva para destruir los obstáculos que se opongan

establecimiento de una nueva sociedad más perfecta la ya existente.

309

Pero

mientras

llegamos res,

se

consigue,

mientras

no

a la completa emancipación de los trabajado

como, es preciso vivir al día, el partido socia

lista

obrero se ocupa actualmente de mejorar en lo

posible de

esto

la condiciórrdel trabajador.

(...)

y

respecto

este particular voy a indicar lo que puede hacer la

Comisión

y

obligada

siempre por las fuerzas obreras, cuando se

presentan

crisis de trabajo como las que nos aque

ja. La

lo que

puede

hacer

la clase

burguesa,

1164

acción social, la acción directa del proletariado, no

tiene

así ninguna importancia política ni ideológica, no se le

concede

ninguna trascendencia política al hecho de intervenir

dentro

del entramado social. La actividad sindical, entendida

dentro

de la relación de compra—venta de trabajo para la mejora

de

las condiciones en que se realiza la misma, es así vista como

una

acción política, es decir, reformista y, por consiguiente,

sin

resultados dentro de las posibilidades revolucionarias. Pero

al

tiempo, y en esa línea que progresivamente va a ir caracteri

zando

al movimiento obrero, se va a ir convirtiendo en lo más

importante

del mismo, al ir conquistando mejoras tanto en las

condiciones

de trabajo de la clase obrera como en sus propia

condiciones

de vida. Y el hecho de que esa mejora vaya siendo

cada

vez más

explicación,

64

importante y que carezca de cualquier tipo de análisis o crítica ideológica producirá que

se

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pág. 214. 310

aplique

por sí misma y, siendo eso así, que ella misma

constituya

Es

se

como su propia ideología ausente.

decir, en el marco aparente de la no ideologización de la

reforma

de las condiciones

paradoja

de que dicha reforma acabará ocupando todo el espacio

ideológico

de trabajo

se acabará

dando

la

de los socialistas, y no sólo de los españoles, hasta

llegar

a constituir la ideología básica de la propia socialdemo—

cracia

actual.

“Apostamos ella,

por una nueva sociedad española. En

el poder estará más repartido, y el Estado más

abierto

a los nuevos valores y demandas sociales. La

iniciativa

pública y la privada no serán mutuamente

excluyentes, sino que se complementarán para materiali zar la

el enorme potencial de prosperidad que-hoy late en economía. En la nueva sociedad las instituciones

públicas,

apoyadas por

representativas, hacia de

65

debate.

encauzarán el desarrollo

sociales económico

el empleo para todos, organizarán la integración

todos los grupos y colectivos que corren peligro de

marginación en

las organizaciones

y harán posible un avance sin precedentes

la calidad de vida para todos.”65

ManifiestO

del Programa 2000, pág. 49-50. Borrador para

madrid, El Socialista, 1990. 311

CUARTAPARTE:

REVOLUCIÓN YMERCADO

“La concurrencia es el disolvente más activo de la sociedad ción

social. La sociedad burguesa está en crisis. La

cuestión y

burguesa y el arma más poderosa de la revolu

social se presenta cada vez más amenazadora,

es inútil andar con paliativos. Es necesario abordar

la

cuestión y resolverla, radical y francamente.”1

Una

vez analizadas las causas por las cuales el partido

obrero muestra su característico desprecio hacia la política, que como

bien vimos se fundamentaba en la idea que mantenía sobre el

capitalismo, posible

vendría de forma inmediata la cuestión de cómo es

entonces, y después de esta negativa a dar importancia a

la actividad política como transformadora de la realidad, que los socialistas en

su propaganda y en su mismo programa de partido, una opción

que

indudablemente se inclina por la acción revolucionaria. Si

ésta, que

como parece probado, no puede surgir de una acción de masas actúe de modo

popular, habla

5

españoles intenten ejercitar, y mantengan igualmente

consciente, con

una

revolución de

tinte

¿cómo aparece y qué es lo que se defiende cuando se

de revolución?

Manifiesto-Programa del Partido-Socialista Obrero Español, de octubre de 1879. Pág. 324. 315

Si nos

en el capítulo dedicado a la política del partido obrero

hemos vistos obligados, para una correcta interpretación del

caso,

a analizar la teoría, implícita, sobre la ideología que

subyace de

al discurso socialista, un detenido estudio sobre la idea

la revolución nos va a obligar a: por un lado, tener que

estudiar cubrir parte

la idea de la necesidad, ya que la imposibilidad de las necesidades denominadas básicas, fisiológicas, por

del sistema será la impulsora de los grandes cambios

sociales;- y, necesaria

estricto, mismo

la

introducción, con vistas a garantizar el triunfo final

pero que esté en contacto con él y gracias al cual el

capitalismo llegue a una crisis que permita el superarlo.

este álgo, como ya veremos, deberá ser necesariamente ajeno, y

por

encima, de la mera voluntad humana y su posible acción,

eliminada

ya en el discurso político.

Igualmente, fatalismo lismo de

plantearnos el tema de

la revolución, de algo que no sea capitalismo, en un sentido

de

Y

por otro, nos hará

y

por

último,

deberemos

hablar

sobre

el

revolucionario que garantiza que la caída del capita

es una necesidad histórica involucrada en el propio sistema

producción.

316

UNO:

LA IDEA DE NECESIDAD

Lo

primero que llama la atención al tratar el tema de la

revolución

es el carácter fatalista que la misma adquiere dentro

del

esquema socialista español (con justicia habría que añadir

que

igualmente ocurre en los otros socialismos coetáneos2) y cómo

son

las mismas condiciones económicas, sustanciales al sistema de

producción, ser

y esto es de importancia extraordinaria y nunca debe

olvidado, las que marcan dicha fatalidad.

Lógicamente,

frente al desprecio más o menos explícito que

sobre

la política han dispuesto los miembros del partido obrero,

yendo

con él inmerso la imposibilidad revolucionaria de una

acción

de masas consciente, y al verse en la tesitura de situar

en

algún punto tangible la necesidad de la clase obrera en hacer

la

revolución y, a la vez, garantizar el triunfo de la misma,

deben

recurrir en su análisis, precisamente, a un elemento de

matiz

económico, es decir: cuantificable.

2

Como ya hemos dicho en la introducción, la mayoría de las

ideas defendidas por los socialistas españoles en sus discursos y manifiestos lo son igualmente, de hecho es de ahí de donde las recogen los españoles, por el resto de los partidos socialistas del continente europeo. Esto es especialmente significativo en lo referente a la fatalidad de la crisis del captalismo y el triunfo necesario de la revolución. 319

Este países ataña

motivo que obligará a los proletarios de todos los

a lanzarse a la revolución, debe ser algo que a todos por igual y de forma directa. Surge así la formulación

ideológica

de

necesidades

como palanca futura de una sublevación, solventada

con

la

importancia

de

la

insatisfacción

de

las

éxito, del proletariado. Las necesidades fundamentales, y

como

tal entendemos, de acuerdo con los socialistas, aquellas que

deben

ser

cubiertas

para poder

seguir manteniendo

la vida

biológica,

resultan, generalmente, satisfechas por la propia

estructura

económica capitalista y su Ley Férrea de los Salarios:

a

través de dicha ley se garantiza la subsistencia del proleta

riado

y de su familia. Sin embargo, en los momentos de crisis del

capitalismo

esta satisfacción de las necesidades relativas a la

supervivencia forma,

no puede resultar cumplida y se convierte, de esta

en el elemento clave y fundamental de la insurrección

obrera,

ya que los proletarios, una vez organizados, se levantan

contra

el sistema que los mata de hambre cuando existe, en

realidad, que

producción suficiente, realizada por ellos mismos, para

esto no tuviera que ser así.

“Toda para por

dominar a otro o a otras clases, garantizarlas, lo menos, susubsistenciamaterial

cuando esta sía.

y,

clase social necesita, en primer término,

en cierto grado:

esto no es posible, su caída es inevitable. Y en situación se encuentra actualmente la burgue



Pablo Iglesias, Comentarios. El programa Socialista. Art. Pág. 142. El subrayado es nuestro. 320

Es que

así la necesidad insatisfecha la que parece garantizar

la presencia

realizará queda

del proletariado

en el proceso

social se

como un elemento revolucionario. Ahora bien, ¿cómo

insatisfecha esta necesidad?

imposibilidad

¿Cuál es la causa de

la

del sistema capitalista para ser capaz de satisf a

cena?

La las su

respuesta a estas preguntas se halla en la teoría sobre

crisis. El capitalismo está abocado, de forma necesaria y por propia estructura económica, a una serie de crisis cada una de

las

cuales tiene

peores consecuencias para él mismo

que la

ocurrida

anteriormente. El esquema que presentan los dirigentes

obreros

de la crisis capitalista es el siguiente. Para los

socialistas mente

en

españoles el capitalismo va a desembocar necesaria una

económica:

serie

de crisis

efectivamente,

consecuencia,

debido a

su propia

la cada vez mayor

dinámica

producción como

por un lado, de los constantes progresos técnicos

que

repercuten en la mecanización de las fábricas, y, por otro,

del

cada día mayor contingente de mano de obra que, consiguiente

mente,

realiza un mayor número de productos manufacturados y, con

ellos,

de mercancías es una constante y una necesidad del propio

sistema

de producción. Dicho número de productos, cada día más

numeroso, a

no encuentran salida, sin embargo, en el mercado debido

que el trabajador

con su miserable

sueldo, el

jornal de

subsistencia

que garantiza la Ley Férrea de los Salarios, es

incapaz

comprar

de

necesidad, incluso

mercancías

que

no

sean

de

primerísima

las estrictamente necesarias para sobrevivir. Es más,

éstas encuentran cada día mayor dificultad de salida en 321

el

mercado debido al alza constante de los precios de dichos

productos

que en ningún caso va acompañado de un aumento similar

en

el precio que el burgués paga por la fuerza de trabajo y que

el

proletario reinvierte en cubrir sus necesidades mínimas. Así

las

cosas, esas mercanctas producidas no tienen salida en el

mercado,

sino

producir,

por tanto, beneficio capitalista al burgués. A su vez,

el

acumulando

como

un

“stock”

sin

beneficio económico que se produce en la diferencia de cuánto el capitalista o burgués por la fuerza de trabajo del obrero

por cuánto consigue vender los productos de dicha fuerza en el

lugar

de concurrencia de las mercancías, a la bancarrota. Como el

cumplimiento inevitable el

van

lleva al propio capitalismo, que recordemos que no es más que

paga y

se

aumento de estos mismos “stocks” produce una crisis inevitable

que el

que

estricto

de la

Ley Férrea

de

lbs Salarios

es

para el capitalismo, como ya analizamos, al no poder

salario de subsistencia mantener el consumo de forma propor

cional

a la inmensa creación

económico

capitalistas lejos de dominar el movimiento

productivo, capitales

de

son arrastrados por

su fatalidad.

Los

son verdaderos organismos cuya condi

(...)

de existencia, como la de todo organismo, es el

movimiento. mos

todo el sistema

tiene sus días contados.

“Los

ción

de mercancías

(...)

Y como el movimiento de los organis

capitalistas es la producción, so pena de ruina han producir, y producir siempre, y producir cada vez

más.

La concurrencia espolea a los organismos producto

res

haciéndoles marchar siempre al galope. Pero la 322

ampliación

de los mercados no sigue esta ampliación

creciente lanzados manos

con igual velocidad, y cuando los valores por los centros de producción no retornan a

del capitalista aumentados

dinero

para continuar

incremento,

Una

es

en progresivo

entonces sobreviene la crisis.”4

a cundir entre

desfavorecidos

para

la producción

en

vez que esta crisis ha sobrevenido, la máxima pobreza

comienza

por

y convertidos

la población.

Lógicamente,

los más

son los integrantes de la clase que menos tiene de

sí, los proletarios, que nunca han tenido suficiente dinero ahorrar. Éstos, llevados por su “instinto de conservación”, decir: la necesidad de cubrir su subsistencia y la de sus

familias,

se levantarán contra el capitalismo, la revolución es

esntonces

un hecho.

“El

instinto de conservación de los condenados sin

recursos

por el capitalismo a la opresión y a la muerte

se

encarga de concluir la demostración de que los

necesarios del

sistema capitalista.”5

Así

pues, debemos observar como lo que cobra importancia

básica es

desarrollos de la realidad no caben dentro

en el esquema revolucionario de los socialistas españoles

la imposibilidad por parte del capitalismo de satisfacer las

Jaime

Vera, Pp. XXV-XXVI.

Jaime Vera, pág. XXVII. 323

necesidades

primarias de la población: la pobreza, y con ella la

consecuencia y

de la muerte por inanición, son la palanca que mueve

determina la revolución socialista. Este hecho, relacionado con

la

propia

acontece como

insatisfacción

las

necesidades

primarias

que

en el proletariado, nos lleva, sin embargo, a observar

en ningún momento se cuenta o analiza nada sobre las mal

llamadas

“necesidades

referencia palabras aquí

superiores”:

a la vida biológica,

aquellas

que

no

hacen

la subsistencia material en

socialistas. Por ello, se puede decir que resultan de

dos características, al menos, que son fundamentales para

nosotros

en el estudio que realizamos.

Por nuevo o

de

un lado, se acepta, implícitamente al menos pues de

nos encontramos ante la ausencia de un análisis filosófico,

si se prefiere más profundo de la cuestión, cierta división de

las

necesidades, ya que se admite la existencia de unas que por

su

importancia marcan los designios de la historia frente a otras

de

las que ni tan siquiera se habla; por otro, y es algo no menos

importante

que el punto anterior, se sitúa la clave de la futura

revolución

proletaria en

capitalista, de

el hecho de la absoluta incapacidad

y esencial al propio sistema, para superar el mínimo

subsistencia necesario.

Se

produce de esta manera, muy a pesar de ese espíritu

positivo

característico del socialismo, una ontologización del

sistema

económico concreto e histórico, ya que se sitúa en una

escala

similar, un esquema histórico que se repite de forma

incansable

a lo largo del desarrollo de la propia historia, al de 324

todos

los cambios

estructura

que ha demolido, lo que siempre ha deshecho y

sepultado

los organismos sociales caducos, facilitando

aparición y el desarrollo de otros organismos, ha

sido

la necesidad, esa poderosa fuerza que no conoce

dique

alguno capaz de contenerla.

Ella

fue la que redujo a la nada la esclavitud;

ella

la que puso término a la servidumbre; ella es la

que

hoy ordena, la que exige imperiosamente que el

asalariado, a

esa

primera de todas las relaciones a estudiar aquí es la de

idea de una necesidad aceptada en el análisis como primaria fundamental frente a otras necesidades de corte secundario, u

otras

necesidades, con un juego de palabras que en absoluto

frivoliza era

la cuestión, no tan necesarias. Precisamente, y como

fácil de prever, esta jerarquía de las necesidades pasa por

situar

en primer lugar aquellas que guardan relación con un

carácter

estrictamente relacionado con la supervivencia a nivel

fisiológico, abstraídas

6

y,

última forma de la sumisión de unos seres

otros, deje de existir, desaparezca.”6

La

y

fuera su

económica y sus condiciones sociales.

“Lo

la

y sistemas habidos, fuera cual

entendiendo

a

su

vez

que

dichas

necesidades,

de cualquier relación de tipo social, existen por sí

Pablo

Iglesias, Comentarios.

Pág. 142. 325

El programa

Socialista.

Art.

mismas, nes

son por sí mismas, y no como producto de dichas relacio

sociales previas.

La



guerra no puede desaparecer todavía y no

desaparecerá clase

burguesa, hasta el día en que no haya más que una

clase. nos

¿Es posible que esto ocurra? Los datos que se

presentan lo confirman, pues encontramos a la clase

dominante menos la

cada vez con una capacidad inferior y con

elementos para salvar los obstáculos que le crea

clase dominada. Los que dominan pueden existir en

tanto

satisfacen

dominados: mente

Así,

lasprimerasnecesidadesdelos

cuando no pueden hacer esto, tienen forzosa

que sucumbir”7

esa incapacidad de la clase burguesa de satisfacer las

necesidades para

hasta el momento en que desaparezca la

mínimas conducirá al estado social necesario y previo

lograr una conmoción social que derribe al régimen de

producción

capitalista. Creemos que no hace falta mucha perspica

cia,

consiguiente,

por

desprecio siente ver,

dicha

idea

con

el

entre las filas socialistas por todo aquello que tenga que ya sea directa o indirectamente, con la ideología y el

adquiere

El

relacionar

real, en el sentido de no tenerlo ni en cuenta, que se

pensamiento

como

para

necesario

para

ayudar a

dicha

revolución.

Ésta

así, pero por una necesidad de la teoría que la trae

consecuencia,

la característica de

un automatismo,

el

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pág. 213. subrayado es nuestro. 326

llamado

fatalismo

conciencia

no

que

hace

innecesaria

la

de clase.

Efectivamente, espíritu

revolucionario,

las ideas sociales, los pensamientos, el

o, diciéndolo de modo preciso, la conciencia de clase,

tienen prácticamente ninguna importancia enfrentadas ante el

proceso

“real” de absoluta depauperación al cual se ve sometido

necesariamente que

el proletariado. Las necesidades apremiantes de lo

presuntamente

es

estrictamente

material8,

aunque

aquí

analizaremos

que dicha realidad acabará produciendo su máxima

abstracción,

aparece eclipsando a cualquier realidad ajena a esta

pretendida

inmediatez. La jerarquización de las necesidades,

atendiendo

a su grado de proximidad con lo “vital” y situando por

ello

en primer término todas aquellas que tengan que ver con la

satisfacción

fisiológica, es en el fondo, y es ese su contenido

ideológico,

una teorización que tiene su origen en la relación

8

Por supuesto, no se trata aquí de negar la materialidad ni

de las denominadas necesidades primarias ni de las secundarias. De lo que se trata, y opinamos que es ahí donde se halla la cuestión de fondo, es de señalar cómo la negativa a socializar las propias necesidades primarias, es decir a sacarlas de la inera abstracción de la fisiología y llevarlas al terreno de lo concreto, va a producir una ontologización de esas mismas necesidades caracterizándolas como aquello que marcará, con el discurso socialdemócrata posterior, eso que se ha dado en llamar el Estado del Bienestar. Efectivamente, es en este tipo de sociedad administrada donde se observa claramente como el discurso socialista acabará defendiendo la idea de que la satisfacción de una serie de necesidades básicas, incluyendo ya aquí el dominio de la satisfacción de las necesidades superiores, por parte de un estado garantiza la legitimidad del mismo y de la sociedad que lo lleva a cabo: la respuesta ante la verdad o falsedad de la situación, la libertad de los hombres realizada o no, se acabará convirtiendo en un ejercicio de cuentas. 327

que

previamente

socialistas

se ha

establecido por

parte

de

los mismos

entre la propia estructura capitalista y los seres

humanos.

Efectivamente, y

recordemos, permitiéndonos fatigar al lector

si aún hace falta, que el sistema capitalista es asimilado como

la

relación que se establece en la compra—venta de trabajo, es

decir, de

la relación económica es la producción de la vida, o dicho

otro modo, la producción de la vida es de forma exclusiva la

relación

económica.

principio

fundamental de la satisfacción de la necesidad no sólo

de

claro,

por

consiguiente,

que

el

cada uno de los seres humanos individualizados sino también

del

sistema social de producción en el que se desarrollan es el

hecho

económico. Consiguientemente a esto, lo que los socialistas

acaban

así aceptando, aún a su pesar en esta época, es que la

División su

Está

Social del Trabajo implica al propio hombre en cuanto a

totalidad como ser humano, permitiendo diferenciar entre la

parte

productora para la satisfacción de las necesidades y la

ociosa,

aunque todavía sin usar ese lenguaje, en la que se

debería

disfrutar el beneficio que esa parte productora deja en

forma

de salario9. Todavía es más, implican esa parte productora

dentro elemento

del más puro esquema capitalista, al negarle cualquier que pudiera aparecer alejado de la mera reproducción de

las

condiciones materiales del mismo capitalismo y convirtiéndo—

lo,

como analizaremos inmediatamente, en gasto fijo constante y

De hecho, esta aceptación implícita de la división vital -----realizada por el capitalismo avanzado, trabajo y ocio, cuenta de forma primordial en la actualidad para todos los partidos políticos del espectro de la llamada izquierda. 328

su

plusvalía en mero ejercicio económico de beneficio empresa

rial.

Con

esto, los socialistas españoles se sitúan al nivel

ideológico

de la distinción falsa entre lo realmente importante

(las necesidades fisiológicas) y lo accesorio (todo lo demás)’°. Incluso

sitúan tanto las necesidades como la producción de sus

propias

satisfacciones dentro de un esquema ajeno a la sociedad

y

su pensamiento. Y es aquí donde se produce la abstracción

básica

de las necesidades sociales ya que se sitúa a éstas en un

plano

individual

concreta social

limitado

a

la

existencia

determinado.

auténticas situándolo

o

y

de un obrero en lugar de relacionarlo con un contexto

Todas

de

perteneciente

las

necesidades

en sí mismas”,

fisiológicas

son

tomadas

como

ontologizando el momento actual y

fuera de toda realidad histórica concreta. No se trata

que nosotros mantegamos que la necesidad fisiológica sea falsa tenga un menor rango que la llamada espiritual sino que, según

Este hecho sí será cambiado en el discurso posterior. Al estar garantizado por el propio sistema la subsistencia material, de nuevo lo empleamos aquí en términos socialistas, lo fundamen tal pasará a ser la parte del ocio, estableciendo distinciones con la “derecha” sobre las formas a adoptar por la barbarie: si Julio Iglesias o Ramoncín.

“ Este hecho, llevado a su máximo extremo, se encuentra desarrollado en la sociedad administrada. Efectivamente, en ella se encuentra la verdad de cualquier necesidad de acuerdo a un discurso tecnocrático que oculta que la demanda ha sido previa mente producida.

329

el

esquema que estamos criticando, la necesidad fisiológica

carece época

de historia, de elementos que la hagan distinta entre una y otra. De esta manera, al tiempo que se ontologiza la

propia

época histórica al ponerla en igualdad de condiciones con

cualquier

otra ya acaecida, se realiza una universalización de la

incapacidad necesidad

del sistema productivo concreto para satisfacer la propia: todos

revoluciones idéntico

a

sociales, y todas

las

que dieron al traste con ellos, se produjeron por un

motivo.

Con el

los sistemas

estos antecedentes, resulta fácil de entender que todo

esquema revolucionario quede, de forma no histórica, reducido un pueblo hambriento o a un segmento de la población que,

siendo

numeroso, es incapaz de alimentarse y cubrir sus necesida

des

básicas y que por ello se vea impelido a la realización de

una

acción revolucionaria: es un esquema histórico que se ha

repetido, volver

a repetirse de nuevo, también con éxito.

Pero La

no se crea que la teoría revolucionaria aparece ad hoc.

idea socialista de diferenciar las necesidades básicas de

aquellas hasta vo

y siempre con éxito, hasta ahora y parece condenado a

otras que no son fundamentales repite el esquema que

ahora hemos visto en su relación entre el sistema producti

y la propia sociedad: el primero, el sistema de producción, es

una

estructura puramente económica, carente de cualquier hecho

ajeno

a la propia economía; la otra, la sociedad en que dicho

sistema ajena

se desarrolla, es una realidad situada en segundo plano,

a toda relación directa con lo económico (excepto siempre 330

en

el papel de clases sociales), desde la cual resulta imposible

toda

influencia

económica.

ejercerse

hacia

la

estructura

lo

relacionadas con lo fisiológico, que es asimilado

auténticamente

trascendental, de

pudiera

Paralelamente a esto, y siendo fieles a sí mismos, las

necesidades como

que

económico,

cobran

una

especial,

y

importancia frente a aquellas otras que carecerían

dicho valor.

Para

presentarlo con un esquema concluyente, que creemos

reproduce

fielmente el pensamiento socialista, podríamos decir

que

el Capitalismo, hecho puramente económico, tiene su corres

pondencia hecho

social, como cualquier otro sistema económico, con el

de

la

necesidad

de

cubrir

carencias,

continúan analizando los socialistas, y es ahí donde

ser

humano.

Estas

equivocan, son abstractas en tanto en cuanto su necesidad es

siempre

la misma,

necesidad decirlo las

el

(ropa,

comida,

se

en

carencias

vivienda,

...)

implícitas

ciertas

sin tener

en cuenta que no

es la misma

la de una choza que la que se cubre con un piso (o para con Marx, no es el mismo hambre el que se satisface con

manos que con cuchillo y tenedor).

“El

objeto no es un objeto en general, sino un objeto

determinado, tal

como indica previamente la producción. El hambre es

hambre, y

pero el hambre que se satisface con la carne cocida

comida con cuchillo y tenedor es distinta a la que traga

carne la

que se debe consumir de un modo determinado,

cruda sirviéndose de manos, uñas y dientes. Así pues,

producción produce no sólo el objeto de consumo, sino 331

también

el modo de

objetiva

sino también subjetiva. De suerte que la producción

crea

al consumidor.

3)

la producción no

satisfacer necesidad su

una

consumir, y no sólo de una manera

sólo proporciona

necesidad,

sino

el material

también proporciona

para una

al material. Cuando el consumo se desembaraza de

grosería natural primitiva y pierde su carácter inmedia

to—

y el hecho de permanecer largamente en aquel estado

sería da

por sí solo el resultado de una producción inmoviliza

en la fase de la grosería natural

mediatizado dad

—,

él

mismo está

en tanto que instinto por el objeto. La necesi

que experimenta de un objeto ha sido creada por la

percepción

de este último. El objeto de arte —como cualquier

otro

producto— crea a un público apto para comprender el

arte

y admirar la belleza. La producción no produce, pues,

solamente para

el objeto.”2

Para

los socialistas, sin embargo, esto no es así. Las

necesidades hecho

un objeto para el sujeto, sino también un sujeto

se convierten en realidades ontológicas, ajenas al

histórico. La imposibilidad de cubrir estas necesidades

siempre algo

presentes, ya que ellas mismas y su no cumplimiento son

implícito en el capitalismo, garantiza la existencia de la

revolución

12

proletaria.

Karl

política.

Marx, Contribución

a la crítica de la economía

Introducción. Ed. Progreso, Moscú, 1989. Pág. 187-188. 332

¿Pero, de dónde surge esa imposibilidad del capitalismo para lograr superar los estrechos límites sociales y económicos en los que

habita el proletariado y ser imposible que desde él la clase

obrera

satisfaga

sus

necesidades?

Uno

de

ellos,

y

el

más

importante

a nivel de-cada uno de los individuos, es, como ya

conocemos,

la Ley Férrea de los Salarios. Efectivamente, el hecho

de

que el Capitalismo sólo pueda

llegar a pagar

el mínimo

imprescindible

para la supervivencia de la fuerza de trabajo y su

reproducción,

implica

únicamente el

el

proletariado

apenas

consigue

lo indispensable para vivir. Y todo esto únicamente en

caso poco probable de que mantenga su trabajo durante el

periodo no

que

de tiempo suficiente. Incluso aún siendo así, es decir:

pasando a engrosar la ya de por sí cargada lista del ejército

industrial

de reserva, el proletariado cada día tiene mayor

dificultad

en mantener su exiguo nivel de vida, es decir: en

mantenerse

dentro de los estrechos márgenes de la subsistencia.

La

pauperación cada vez más creciente entre la clase industrial

va

proyectando siempre, según el esquema socialista, su sombra

por

un cada día más numeroso contingente de obreros que se ven

desprovistos

El



aquí

de sustento.

salario falta con harta frecuencia, y de

que el proletario se encuentre siempre a las

puertas burguesía

de la miseria! La disminución personal de la y el aumento de su poder y su riqueza está en

333

razón

directa del aumento del proletariado y de la

disminución

La

de sus medios de existencia.”3

integrantes de la clase obrera pierden con la ausencia de

un

salario todo lo que tenían, incluso la ineray simple capacidad

de

subsistencia propia y de sus familias, y se encuentran, de

pronto ello, te

y sólo por este hecho, y sin tener una conciencia para con una capacidad revolucionaria, y con un deseo equivalen

a una conciencia de llevarla a cabo, amparada por la pobreza

hasta

entonces desconocida. Aparecen, bajo estas circunstancias

extremas,

por fin dispuestos

y concienciados a realizar una

revolución.

“Prefiero

demostraros que estas luchas no son

locales

ni nacionales, sino que revisten un carácter

general

y van en pos, digámoslo así, de una fatalidad

económica

que persigue a los obreros, dependientes de

las clases capitalistas. En las diversas nacionalidades en

que el mundo está dividido, la cuestión va tomando

un

carácter de mayor gravedad, conforme el desarrollo

de

la industria es mayor, conforme la defensa de los

obreros cribiendo

‘3

5

va siendo más fuerte, conforme se va circuns a un círculo más estrecho,yvanhaciéndose.

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español.

de octubre de 1879, pág. 323. 334

portanto,suvidamáspesadaymásdifícildesopor tar.

Se cia de

“‘4

da así, como enlazando con esa misma idea, la circunstan

de que incluso el en sí y el para sí de la clase proletaria, su conciencia obrera, se produce merced a un proceso absoluta

mente

limitado a la realidad económica y alejado, de acuerdo a la

dicotomía mente,

socialista, de los elementos ideológicos que, precisa

deberían estimular dicho proceso.

“Es

decir, que a más de que los medios que se

recomiendan mejorar

a los trabajadores no les sirven para

el estado social en que se hallan, resulta

perfectamente probado que la anarquía de la producción, en

la cual ellos no tienen parte, engendra un antago

nismo

cada vez mayor, una miseria más grande para los

trabajadores.

García Quejido, sesión del 20 de octubre de 1884. fág. 26. El subrayado es nuestro.

14



Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pág. 212.

Al hablar de anarquía de la producción se refiere a la creación de mercancías que no tienen salida al mercado debido a la escasez del consumo y generarán una crisis. Es también de señalar como en este texto se une la idea de un antagonismo de clase cada vez más acentuado, y por ello cada vez con más posibilidades de pasar a la conciencia, con la idea de la pauperación obrera. 335

Se

limita de esta forma el esquema hacia lo estricta y

falsamente hecho se

económico. La revolución proletaria se da porque de

en la ontologización de la realidad entra que efectivamente

dé de forma fatal, siguiendo el esquema de todas las revolu

ciones

precedentes. Un esquema histórico, mejor

ontológico, propia

de la revolución que paradójicamente es previo a la

historia y a las características concretas de un tiempo

determinado largo

y que se repite infatigable y siempre igual a lo

del tiempo.

Surge, ción

sería decir

de esta manera y por todo lo anterior, la ontologiza—

del proceso revolucionario, que se perfila de acuerdo a un

esquema

que, aparentemente, se ha ido repitiendo a lo largo de la

historia.

Del mismo

ontologizaba

modo

que,

como

ya hemos

analizado,

se

la figura del proletariado industrial al situarlo en

una

línea de continuidad no sólo moral, sino histórica con todas

las

clases explotadas con anterioridad, se sitúa ahora el modelo

revolucionario lo

que debe ocurrir. Es una ontología de la historia la que se

produce de

como falsilla sobre la cual escribir el esquema de

que en realidad esconde la creencia cierta en una especie

historia ya escrita y cíclica, un destino manifiesto, que se

repite

incansable a lo largo del tiempo.

“La como

despreocupación por el materialismo histórico

medio

española validez

de conocimiento de la formación social

se ve compensada por una confianza en la de las leyes históricas que aquel proclama

{sic], reducidas en último término a la inexorabilidad 336

de

la victoria del proletariado revolucionario y la

supresión

consiguiente de la sociedad burguesa. Es una

legalidad

de tipo ideal que determina el desarrollo de

las

sociedades y que en último término costriñe el

papel

de la lucha

de clases a una manifestación,

inevitable pero externa, de su despliegue en el tiempo. Incluso

puede decirse que la toma de conciencia y las

posiciones tes

concretas de las clases resultan irrelevan

de cara a su destino prefijado. De ahí que, de

acuerdo curso

con la alternativa adecuación/inadecuación al de la historia, las situaciones respectivas de

burguesía

y proletariado respondan a unos criterios

filosóficos, no históricos, de error y verdad respecti vamente.

En

la misma

revolucionaria sólidamente lucha,

medida

—incorporada

que

por

el

la clase

obrera

partido

obrero

organizado— acierta en su estrategia de

incluso en sus aspectos formalmente más conser

vadores,

todo acto de la burguesía conduce a su propia

pérdida.

La posición de la clase dominante se halla

predeterminada

y la imposibilidad de comprender el

antagonismo

de intereses en que se apoya su poder y su

inevitable

fin la hacen adoptar continuamente posturas

incoherentes, represivas; en una palabra, erróneas. la buena

conciencia obrera posee ya un sólido fundamento:

éxitos

y reveses no son sino manifestaciones de sus

avance

hacia la emancipación conciencia de justicia y

conciencia “ceguera”

de

verdad

obreras

que

se oponen

a

la

que aún en sus momentos de aparente afirma— 337

ción

caracteriza a una burguesía incapaz de asumir su

irremediable

Toda

la teoría socialista en cuanto a la particularidad

capitalista histórica, que

de la lucha de clases se desmorona así como realidad como el análisis concreto de una situación, pues lo

acaba siendo verdaderamente importante es que la sociedad se

adapte cias

al modelo de progreso establecido como tal desde instan

superiores a dicha realidad.

“Los

capitalistas lejos de dominar el movimiento

productivo

El recursos se

por el capitalismo a la opresión y a la muerte

encarga de concluir la demostración de que

del

los

desarrollos de la realidad no caben dentro

sistema capitalista, que no es un estado natural de

relaciones que

Pero

sociales, sino una utopía triunfante, pero

pasará como pasaron otras concepciones sociales,

religiosas

y políticas que se creyeron perdurables.”7

es que, y está aquí precisamente lo más grave de todo

problema, dicho esquema no hace sino reproducir fielmente el 16

Pág.

son arrastrados por su fatalidad.

instinto de conservación de los condenados sin

necesarios

este

desaparición” •16

ELORZA, Antonio; RALLE, Michel, La formación del P.S.O.E.. 324.

Jaime

Vera, pág. XXVII-XXVIII. 338

esquema sión,

práctico del propio Capitalismo que, esa es su preten

pretender destronar.

Efectivamente, realiza

la

reducción

que

el

sistema

productivo

de los proletarios convirtiéndolos en meros instrumentos

de

trabajo y apéndices de las máquinas, tiene su correspondencia

en

la idea socialista de unos obreros sólo sujetos al gasto de lo

que

podríamos denominar como Capital Constante.

teEl hombre se servía del útil; hoy sirve a la máquina.

Los hombres productivos formaban otros tantos

miembros

de un mecanismo viviente; en la fábrica son

agregados

de

independencia domina la

un

mecanismo

muerto

que

existe

con

de ellos. El trabajo muerto reemplaza,

y absorbe el trabajo vivo. La función social de

producción, de función casi orgánica del hombre,

tiende

a convertirse cada vez más en función puramente

automática. (...)

De

aquí la agravación notable de la lucha entre

capitalistas

y obreros desde la revolución industrial

por

el maquinismo; de aquí la guerra eterna y tremenda

del

trabajador contra la máquina

en

que le reemplaza

la obra de la producción, desvalorando su fuerza de

trabajo

y convirtiéndola en un elemento social inú

til.

18

(...)

Jaime

Vera, pág. XXI-XXII.

339

Ciertamente, las

ideas relativas a la necesidad como motivo de revolución, se

aplican

a la categoría humana del proletariado como realidad fija

económica, de

la permanencia en la ideología socialista de

vinculada al hecho del cumplimiento estricto y fatal

la Ley Férrea de los Salarios, que viene marcada por la propia

carestía esquema

media de la supervivencia. Manteniendo estrictamente el revolucionario de los propios socialistas, el proletaria—

A este respecto es también interesante observar como este sentimiento de odio hacia la mecanización de la industria, patente también en el aprecio hacia el taller en detrimento de la fábrica, no se halla, sin embargo, presente en Marx. Escribe éste: Es un hecho indudable de que la maquinaria en sí no es responsable de que a los obreros se les ttseparell de sus medios de vida.(...) Los antagonismos y las contradicciones inseparables del empleo capitalista no brotan de la maquinaria misma, sino de su empleo capitalista. Y puesto que la maquinaria, de por sí, acorta el tiempo de trabajo, mientras que empleada por el capitalista la alarga; puesto que de suyo facilita el trabajo, mientras que aplicada al servicio del capitalista refuerza más todavía su intensidad; puesto que de por sí representa un triunfo del hombre sobre las fuerzas de la naturaleza, pero, al ser empleada por el capitalista hace que el hombre sea sojuzgado por las fuerzas naturales; puesto que por sí incrementa la riqueza del productor, pero dado su empleo capitalista, lo empobrece, etc, etc.” Karl

Marx, El Capital

.

Pp.

366-367.

En Marx, la maquinaria es un medio de ayuda en la produc ción, pero no es hoinologableal trabajo humano. Sin embargo, y en esto son otra vez muy similares a los movimientos obreros del resto de Europa, los socialistas españoles protestan por la pérdida de la condiciones de trabajo preindustriales, a dif eren --cia de Marx, lo cual les lleva a criticar la mecanización en abstracto y añorar la época en que el trabajo manual, identifica do con un abstracto trabajo humano, era el fundamental. 340

do

seguirá siendo una fuerza no revolucionaria si se le puede

garantizar lista

de gastos para al final llegar al beneficio’9.

Si

el proletariado para el esquema marxista es capital

variable que

un fijo con el que debe contar ya el empresario en su

porque produce valor, y de esa capacidad de generar más

la mera reproducción de sus fuerza de trabajo partirá la

praxis

revolucionaria, para los socialistas puede degenerar en un

gasto

constante, en el sentido no de que deje de producir valor,

sino

que carezca de praxis revolucionaria, si es posible pagar

una

parte fija que les permita acudir al mercado como comprado

res.

Para Marx la praxis no tiene precio, y por eso resulta la

injusticia del sistema asalariado; para los socialistas españoles no

puede pagarse su precio justo por problemas estructurales del

Capitalismo. debido

Para el PSOE

aparecerá entonces como evidente,

a la imposibilidad de realizar este proceso de convertir

el

gasto del proletariado en fijo y garantizar, a través de él,

un

poder adquisitivo alto, que las sucesivas crisis que van

arremetiendo imposibilidad capital mano

al capitalismo acabarán de satisfacer por parte

en una de consumo, de empresarial ese mismo

necesario para garantizar tanto la supervivencia de la

de obra necesaria a nivel productivo como la propia paz

social.

En realidad, y como ya sabemos, la revolución se producirá precisamente, porque el beneficio capitalista debe salir de pagar exclusivamente a los obreros un salario de subsistencia, cada día más menguado, y de la imposibilidad de aumentarlo. Con ello, el capitalismo castiga su propio beneficio al no permitir la salida de nuevas mercancías al mercado. 341

La misma

Ley Férrea de los Salarios y la imposibilidad que ella implica de llevar a cabo una reforma o su misma supresión

podrían su

ser presentados como los elementos capitalistas que, en

contradicción con el propio sistema que precisa de salida para

las mercancías, marcaría el elemento dialéctico del capitalismo: pero

en realidad no pasa de ser una contradicción meramente

teórica. la

Se podría argumentar que las nefastas condiciones para

economía

personal

son

condición

indispensable

para

la

revolución20, pero la reducción de toda acción humana a la misma no

hace sino presentar dicha realidad revolucionaria como una

tarea

si acaso del destino,

actividad mente

pero nunca

de los hombres. La

transformadora de los seres humanos, reducida teórica

ya a capital no sólo en la fábrica sino también en el

20

En cierto sentido, no creemos que esté excesivamente clara

la relación que existe en Marx entre condiciones de vida y actividad revolucionaria. En unas ocasiones parece que se asimila que si no existieran pésimas condiciones de vida, la conciencia revolucionaria no se llevaría a cabo. En otras, al contrario, parece que esto no tiene que ver con la propia conciencia.Sin embargo, y esto consideramos que sí queda claro, nos parece evidente que Marx no mantiene que el Capitalismo sea injusto porque cree malas condiciones de vida o pague bajos sueldos, sino porque sitúa la actividad humana en un orden irracional. “El propio obrero produce constantemente la riqueza objetiva como capital, como una potencia extraña a él, que le domina y le explota, y el capita lista produce, no menos constantemente, la fuerza de trabajo como fuente subjetiva de riqueza, separada de sus mismos medios de realización y materialización, como fuente abstracta que radica en la mera corporeidad del obrero, para decirlo brevemente, el obrero como obrero asalariado”. Karl

Marx, El Capital. Volumen 1 .Pág. 480. 342

propio

pensamiento socialista, queda

así aniquilada a nivel

revolucionario.

La en

pretensión capitalista de anular la praxis y convertirla

mero beneficio económico a través del trabajo asalariado,

cobra para

sentido teórico al situar los socialistas un precio justo la misma que al no darse desencadenará todo el proceso de

revolución ser

social. Aquello que, en la teoría marxista, no puede

pagado por el hecho mismo de que produce valor se transforma

en

aquello que debería ser mejor pagado: la objetivización del

trabajo

humano. Los obreros pasan así a formar parte de la

infraestructura cuanto a

de la fábrica, no ya sólo a nivel fáctico, en

a que eso son en la estructura capitalista, sino incluso

nivel teórico que, además, pretende ser revolucionario21. La

plusvalía de sea

y la injusticia de la misma viene dada por el pago que

ella se realiza y no por el hecho en sí de que su finalidad no la de humanizar un mundo inhumano. Si un capital constante se

identifica

por ser asuinible en el coste, y

reproduce,

el trabajo proletario acabará siéndolo en el propio

reformismo

que el Partido Socialista defenderá con el trascurrir

del

justo pues sólo

tiempo y la mejora de las condiciones de vida en el sistema

capitalista. 21

De

hecho, esa y no otra es la lectura que debe hacerse de

la separación efectuada por la sociedad industrial avanzada entre la vida laboral y la del ocio, situando en esta última ideológi camente la verdad de la existencia y su sentido. No hace sino demostrar el triunfo teórico implícito de la conversión del trabajo humano en una especie de capital constante y por tanto reducible a ser justamente reintegrado el importe efectuado en su gasto, dejando el resto de las actividades humanas como lo auténtico de la personalidad. 343

Toda

pretensión de que la acción revolucionaria alcance

categoría

objetiva, es decir: que pueda ser capaz de transformar

el

objeto, hacer Praxis, es abandonada en aras de la propia

objetividad presentes

constituida

definitivamente

por

los

objetos

ya

y exclusivamente por ellos. De ahí, como consecuencia,

que

sea el objeto, en cuanto a su ausencia, eso sí, el que marque

la

revolución. Lo importante aquí es cómo los objetos se sitúan

por

encima de lo humano, gobernando su destino. Incluso, se puede

percibir ser

calificadas como necesidades Itobjetivasfl, por ser necesidades

cuya

satisfacción se basa en objetos concretos, se da el curioso

elemento propio

miento

de la asimilación de los caracteres más totalitarios del

sistema: la conversión de los seres humanos en máquinas al

convertir

El

cómo en aquellas realidades que puedan tener que ver o

en necesidad básica aquella que garantiza el abasteci

del productor, el combustible para continuar produciendo.

positivismo que corresponde con esta teoría, enlazado con la

idea

del ser y no del deber ser, como muy bien dice incansable

Vera,

viene dado

dialéctica: escisión esto,

la idea de que la realidad del mundo es la propia

del mismo, su contradicción y su falsa verdad. Frente a

de la realidad en cuanto a que la realidad es sólo, y

más y nada menos que eso, ya ser.

Las de

la

que los objetos son sólo lo que son no implica sino una

apoteosis nada

precisamente por la negativa a admitir

necesidades personales son así asimilables, en su nivel

gastos, aunque no en su nivel

constante

productivo, a un capital

en el sentido de que se convierten en necesidades

determinadas

con gastos perfectamente deducibles y, por todo 344

ello,

absolutamente predecibles por el sistema. Lo revolucionario

queda

supeditado a lo descontable por el sistema de su propio

beneficio comprar con

capitalista:

si la suma del gasto

necesario

para

el trabajo, como se puede hacer con las máquinas pero no

los seres humanos según Marx22, es asimilable en una ejerci—

22

El concepto de plusvalía en Marx haría referencia no tanto

al dinero que no se paga al trabajador como al hecho de que su mismo trabajo no refiere a la humanización del mundo sino a la reproducción dada del objeto que precisamente impide que la praxis se libere: el propio capitalismo. “La producción capitalista no es ya producción de mercancías, sino que es, sustancialmente, producción de plusvalía. El obrero no produce para sí mismo, sino para el capital. Por eso, ahora, no basta con que produzca en términos generales, sino que ha de producir concretamente plusvalía. Dentro del capitalismo, sólo es productivo el obrero que produce plusvalía para el capitalista o que trabaja por hacer rentable el capital. Si se nos permite poner un ejemplo ajeno a la órbita de la producción mate rial, diremos que un maestro de escuela es óbrero productivo si, además de moldear las cabezas de los niños, moldea su propio trabajo para enriquecer al patrono. El hecho de que éste invierta su capital en una fábrica de enseñanza en vez de invertirlo en una fábrica de salchichas, no altera en lo más mínimo los términos del problema. Por tanto, el concepto de trabajo productivo no entraña simplemente una relación entre la actividad y el efecto útil de ésta, entre el obrero y el producto de su trabajo, sino que lleva además implícita una relación específicamente social e históricamente dada de producción, que convierte al obrero en instrumento directo de valorización del capital. Por eso el ser obrero producti vo no es precisamente una dicha, sino una desgracia.” Karl

Marx, El Capital. [Para

Volumen 1, págs. 425—426.

Marx) la cualidad de preservar valor a

través de la creación de un nuevo valor es, por decirlo así “un don natural” de la fuerza de trabajo, “que no cuesta nada al trabajador pero que resulta muy ventajo so para el capitalista” Esta propiedad que posee el 345

cio

de cuentas, la revolución carece absolutamente de sentido y

necesidad.

La

cantidad reseñable, es decir la necesaria para cumplir,

incluso

con creces tal y como ocurrirá con el capitalismo de

mercado

posterior, con las necesidades “primarias”, no pasa pues

de

algo a descontar a principio del ejercicio económico, pero que

en

ningún caso consigue llegar a más. No es distinto a este mismo

ejercicio,

Sin

sino sólo un gasto del mismo.

embargo, los socialistas españoles creen ver en este

punto,

y de ahí su importancia, una pretensión revolucionaria, a

saber:

que la necesaria incapacidad del sistema en proveer de

víveres

a las muchedumbres garantizará la indignación popular y

con

ello el levantamiento de la clase obrera. Pero esta preten

Sión

no procede de una contradicción al sistema sino que viene

dada

por el propio mecanicismo qúe se aplica en el pensamiento

positivista. que, las

Es un esquema tan simple, tan sumamente inflexible

si acaso fuera cierto, el fatal desenlace revolucionario, en acepciones posibles del término, estaría plenamente garanti

zado.

trabajo abstracto universal y que se oculta tras sus formas concretas, pese a constituir la única fuente de valor nuevo, no tiene en sí misma un valor propio. Por consiguiente, el contrato de trabajo implica necesaria mente una explotación.” Herbert

Narcuse, Razón y Revolución. Pág. 301. 346

La prever

esquematización de la estructura capitalista permite sin margen de error que la situación económica del sistema

garantizará como

un

la pauperación creciente del proletariado y con ella,

producto

añadido,

fatal

y desencadenante

del

gran

cataclismo, surgirá la imposibilidad de llevar adelante por parte del

sector

más

satisfacción cambio de

débil

de

la

sociedad,

el

proletariado,

de las necesidades más elementales obligando al

de ese mismo sistema inútil por otro más eficaz a través

la revolución.

Algo toda

he indicado ya de esto. El industrial y

la clase media productora no responden a un fin

social:

no vienen a producir con arreglo y con sujeción

a

necesidades

las

industrial interés.

se

de

la

sociedad,

preocupa únicamente

sino

de

su

que

al mercado, no de producir

científica

y razonada

(...)

¿

cada

exclusivo

De lo que cada uno trata es de llegar

primero

el

de una manera

qué resulta? Que no

habiendo

cálculo en la producción ni en la oferta, el

mercado

se obstruye, la producción no tiene salida,

porque

hay un exceso de producción relativo. Digo

relativo,

porque este exceso de producción no resulta

comparado con las necesidades naturales de los obreros, sino la

la

con las que únicamente les permite hoy satisfacer

sociedad burguesa, que tiene en su poder el capital

social.

Ese exceso de producción llena el mercado, y

estando

el mercado lleno de productos, se mueren los

obreros

por falta de trabajo y por falta de recursos. 347

Pero

aquí no sufren solamente los trabajadores, sino la

misma

clase dominante. (...)

Esta

es la consecuencia de la crisis respecto de

los

trabajadores y respecto de la clase que domina; y

aquí

tenéis otro hecho que prueba que los intereses de

ambas

clases no son armónicos, sino contrarios

Ese hay

es otro de los resultados de la crisis, y no

manera de evitarlo, porque después de una crisis

viene

otra

(...)

Agregad

a esto que la clase media es

la única que puede contar con esos grandes elementos de trabajo,

y que no produce de una manera científica y

proporcionada, de

las doctrinas individualistas.”23

Sin el

embargo, esto solo, estas masas encrespadas, no son sino

acompañamiento de los positivo y real, de lo verdaderamente

objetivo: su

sino con toda la anarquía que es propia

el derrumbe económico del propio objeto capitalista por

misma constitución. Éste firma su condena en realidad por sí

mismo

y no a través de la acción de las masas, ya que éstas

actúan del

de un modo inmediato y automático ante la crisis última

propio sistema. Así, en su proceso todopoderoso, el capita—

lismo

ha logrado la misma cosificación del proletariado convir—

tiéndole

en un objeto que responde, como en la mecánica clásica,

ciegamente

a la relación de causa— efecto que le obliga su

Pablo Iglesias, sesión del 11 de enero de 1885. Pp. 209— 210. 348

entorno

y las leyes del mismo. Ante la situación de caos que

presumniblemente se desencadenará en el capitalismo, el proleta— nado,

ya organizado y disciplinado en el partido, atacará.

349

DOS:

EL TRASCENDENTE: EL PROCESO DE CRISIS EN EL CAPITALISMO

Hasta

ahora siempre hemos estado tratando el tema de los

socialistas

españoles y su análisis de la realidad como una

inmanencia,

falsa, que buscaba explícitamente la negación de

cualquier

deber

especial

hincapié en el espíritu positivista que impregna todo el

pensamiento Esta

ser de la realidad. Igualmente, hemos hecho

originario del Partido Sosialista Obrero Español.

adscripción a dicha escuela, ellos mismos no se cansan de

repetir

su espíritu positivo, les impedía, como hemos señalado

repetidas

veces, señalar un punto de vista moral desde el cual

condenar

el capitalismo: lo que más importaba no era si la

sociedad

capitalista debía ser así o no, sino si podía ser del

modo

en que estaba siendo y permanecer así durante un periodo de

tiempo

largo o necesariamente entraría en conflicto por su propia

constitución. como

Efectivamente, la aceptación de la sociedad, tal y

ésta pretende ser o presentarse, como norma de criterio para

criticar

esa misma sociedad impide a los socialistas señalar una

injusticia meramente

radical del capitalismo que vaya más

allá de lo

accidental representado en el valor de cambio por el

trabajo.

La base la

presunta objetividad de la crítica efectuada desde la

económica no tiene además pretensión moral alguna, sino que

desprecia situándose, o pretendiendo situarse falsamente, por 353

encima

de ella. Si se admite que es lo social establecido, desde

una

postura de positivismo, la vara desde la cual se debe medir

la

justicia de la situación dada, los elementos presentes acaban

tomando

el

cualquier

título

de

verdaderos

al

menos

por

ausencia

de

otra realidad que les juzgue. Es importante señalar

aquí

de nuevo que lo falso del análisis del capitalismo efectuado

por

los socialistas españoles

abstracto, análisis

la

inmanencia, así en

sino la idea que ellos manejan en cuanto a qué sea un inmanente.

Recordemos es

no es

que ya hemos visto como la inmanencia socialista

en realidad una reducción a lo que hay como lo verdadero y,

además,

presentando este ya hay, lo único real, como lo que

socialmente realidad cosas

se presenta como tal. Es, pues, una inmanencia que en

tiene poco de inmanencia, pues en vez de estudiar las

mismas analiza a estas cosas tal y como las presenta el

proceso como

social, pero sin tener en cuenta dicho proceso, es decir:

si lo mediato social fuera lo inmediato positivo. Nada

aparece algo

bajo aquello que ya existe que pueda ser comparado con

distinto a ello mismo.

Es

ésta la causa de que los socialistas españoles, para

condenar

moralmente al capitalismo, necesiten un trascendente

moral24, que ellos si fueran consciente de tal cosa inmediatamen—

24

Les ocurre un fenómeno parecido al de la Ilustración. Al

igual que ésta, aunque por causas diferentes, tienen una imposibilidad filosófica en buscar un marco inmanente desde el cual criticar la sociedad establecida. Y por tanto, deberán recurrir a abstracciones como la Razón o la Justicia para poder 354

te

articularían con la religión y rechazarían de modo cierto, que

les

permita comparar lo existente con el ideal. Así, y por el

motivo

anteriormente citado de lo cerca que se hallaría dicho

trascendente cierto en

de la teoría, e-l-juicio de moralidad no parece interesar

gran manera a los primeros miembros del socialismo español que

creen se

de una causa cuasirreligiosa, y esto es lo más

que la idea de justicia e injusticia, aunque existentes, no

corresponden

análisis

con

los términos

a emplear

al realizar un

con un método de investigación estrictamente científ i

co25.

Es,

por consiguiente, la consideración por parte de los

socialistas

españoles hacia la moral y las ideas morales lo que

iinposibilita, en parte, la unión entre el juicio político y el ético,

ya que, mantendrían, sería la vuelta a etapas de desarro

llo precientífico que no favorecerían en absoluto la emancipación

criticar la realidad. Esta idea se escenifica claramente en el postulado de Dios de la razón práctica kantiana: Kant debe sacar fuera de la realidad la necesaria unión entre el bien moral y la felicidad.

25

Esto no será óbice para que Razón y Justicia aparezcan

permanentemente en los manifiestos socialistas, pero reconociendo su insuficiencia en la lucha: “La justicia y la razón exigen, pues, que un estado tal de cosas desaparezca; pero ni la una ni la otra, ni ambas juntas, bastan para hacerle desaparecer

pág.

Pablo 142.

Iglesias, Comentarios. El Programa Socialista. Art. V.

355

obrera. le

Todo juicio moral queda así eliminado de la teoría26, se

juzga como un elemento subjetivo, tal y como este tipo de

juicios

son entendidos por los propios fundadores del Partido

socialista, desarrollo

es decir: el juicio interesado de un sujeto sobre un de la realidad que se organiza de forma absolutamente

independiente Además, labor ro,

al

susodicho

que

debe

ser

desechado.

se considera que dicho juicio no haría sino entorpecer la

de análisis objetivo, aquí tomando al objeto como verdade

que corresponde a los análisis puramente económicos.

Se

trata, una vez más, de una característica del discurso,

pretendidaniente, objetivo objetual: verdad

(en realidad cabría llamarlo mejor

es decir, se trata de un discurso donde la garantía de

se centra de forma exclusiva en la adecuación exacta del

pensamiento como

sujeto,

con el objeto presente, considerando a éste mismo

garantía de verdad), una idea de conocimiento en la que la

realidad

ya constituida se establece a sí misma como criterio y

garantía

de

acarreará

el problema para los socialistas de tener que encontrar

algo de

conocimiento

la

verdad.

Precisamente,

esto

en la estructura capitalista que garantice el cumplimiento las

expectativas

necesariamente, debido

a

previamente mo,

de

revolucionarias,

que

deben

cumplirse

depositadas en el mismo proceso económico. Pero,

la reciprocidad de

la compra—venta de trabajo que

han marcado como estructura dominante del capitalis

se encuentran con el problema de que realmente nada hay en lo

26

pudiera

Y con él, evidentemente, toda reflexión filosófica que se hacer sobre esa misma realidad. 356

propiamente con

económico que parezca permitir esperar una crisis y

ella, y por ella, la tan ansiada revolución.

Efectivamente, miembros

de acuerdo al análisis efectuado por los

del partido socialista, la relación establecida entre el

comprador

de la fuerza de trabajo y el vendedor de esa misma

fuerza

es un círculo cerrado que no parece romperse por ningún

lado,

que en su forma de correspondencia biunívoca no sólo no

permite una

abrigar esperanzas subjetivas sobre lo que pudiera ser

revolución, sino que, incluso, da pie para suponer que la

relación periodo

de compra—venta puede mantenerse incólume durante un de tiempo indefinido.

Igualmente, político

se ha liquidado absolutamente cualquier elemento

revolucionario en el proletariado, se le ha hecho falto

de

voluntad para dirigir una situación y se le ha sustituido por

un

partido pendiente de la toma del poder dentro de las institu

ciones

y que debe estar preparado para aprovechar el momento

oportuno la

en el cual estalle la crisis. Se limita, de esta manera,

acción revolucionaria y con ello se priva de una capacidad

crítica mero

al proletariado que, como ya sabemos, es llevado como un

sujeto pasivo de los aconteceres históricos que en su propia

dinámica

se producen de manera fatal.

Parece

pues, que ningún elemento propio de lo que los

socialistas

han definido como capitalismo es capaz de derrocar a

éste: sistema

ni lo que propiamente es la estructura económica del (la compra—venta del trabajo), ni tampoco el antagonismo 357

de

clase que se expresa como consecuencia de lo anterior en la

misma

sociedad. Y es esto muy natural y encierra la coherencia

del

propio discurso del partido obrero socialista. Si el análisis

de

la sociedad capitalista se ha definido precisamente por su

afán de

positivista, sería ilógico que ahora saliera una negatividad ese mismo capitalismo que tendiera a destruirlo o, cuando

menos, referir dades,

a contradecirlo. La positividad de los hechos sólo puede a elementos socialmente ya existentes y no a potenciali y mucho menos a negatividades expresas, aún cuando dichas

potencialidades

El

sean igualmente existentes en verdad.

sistema

exclusivamente

capitalista,

analiza

el

PSOE,

es

única

y

un ordenamiento económico de la realidad, sólo una

especie

de estructura económica y productiva que liinitael cauce

normal

de expansión del propio desarrollo económico. Lo que

importa que

señalar aquí es esa misma idea de desarrollo económico

se sitúa en cuanto tal como mayor producción de mercancías.

Efectivamente, más

ese carácter de neutralidad que permite situar la mayor

producción en

en el esquema socialista lo económico toma una vez

como algo positivo sin más. Ciertamente, el adelanto

los medios de producción y de la misma producción en general

permitirían

producir más, y conviene subrayar aquí ese “más” pues

es

la clave de un criterio meramente cuantitativo, y lo único que

lo

impide es el pago miserable que recibe el obrero y, como

consecuencia, productos que

la

imposibilidad

de

la

compra

de

todos

los

que se fabrican o que se podrían fabricar. Esto impide

esa producción se acreciente como debiera, pues de ser así la

crisis

estaría dada: un número excesivo de mercancías para una 358

exigua está

cantidad de consumidores, pues el grueso de la población

fuera del círculo del consumo.

“Pero que

entiéndase que este exceso de producción a

periódicamente

aboca

el

capitalismo

es

sólo

relativo.

Es exceso en cuanto que supera a la masa de

productos

que pueden circular mediante el cambio; mas

no

alcanza, ni con mucho, los límites naturales de la

producción.

Las

limitaciones de la producción no son, pues,

limitaciones artificioso que y

naturales:

es

que

el

mismo

sistema

de producción y de cambio forja las trabas

impiden su expansión hasta donde naturalmente puede

debe alcanzar. El molde de la producción capitalista

es,

pues, pequeño; no responde al objeto social que se

propone

realizar, puesto que él mismo constituye una

barrera

artificial para la producción y, por tanto,

para

la plenitud de la vida social.

(...)

Sin embargo,

elmismocapitalismo,querecordemosencuantotalno essinolaformaconcretadelacompraventade trabalo.noagotaloselementoseconómicosqueconf

or—

manlasociedadsinoquehaymásquelomeramente capitalista.

27

Jaime

t127

Vera, pág. XXVI-XXVII. El subrayado es nuestro.

359

De

nuevo encontramos aquí una idea muy interesante sobre el

desarrollo

del Capitalismo en el pensamiento socialista. La

necesidad

de recurrir a un elemento económico, que

mercado,

que

capitalismo, propia

la

sociedad

no

es,

sin

embargo,

se trataría de un trascendente28, para comenzar la

condena del sistema nos lleva a la idea de la incapacidad

dialéctica

del

efectivamente, del

conformando

será el

pensamiento

del

PSOE.

En

la

cita

anterior,

es interesante observar como para defender la idea

mercado como campo de batalla donde el capitalismo va a

perder

su fuerza y donde surgirán las crisis intermedias y la

definitiva, recordemos compra

Vera debe exponer que “elmismocapitalismo,

que

en cuanto tal no es sino la forma concreta de la

venta de trabajo, noagotaloselementoseconómicosque

conformanlasociedadsinoquehaymásquelomeramentecapita lista”.

Es decir, incapacitado de situar una negatividad al

capitalismo ser es

que le niegue en su desarrollo, este elemento debe

situado fuera del mismo. Una vez más, observamos que esto no dialéctica sino meras relaciones recíprocas entre elementos

positivamente una

formados y que, por su influjo mutuo, dan paso a

crisis que crea algo nuevo.

Ciertamente, encuadrada

28

Lo

si el capitalismo sólo es una relación laboral

en el estrecho margen que la Ley Férrea de

los

situamos teóricamente como trascendente porque de

seguir estrictamente el esquema socialista es algo ajeno al mismo capitalismo, en sentido estricto, que nada tiene que ver con él, aunque se relaciona con el mismo, y cuyo poder radica en ser -capaz de superar el límite capitalista. Además, como inmediata mente veremos, el capitalismo debe ir a él, pues se halla por encima del propio sistema. 360

Salarios no

le permite no parece que de ahí se pueda sacar nada y,

obstante, los socialistas aseguran que no puede evolucionar

hacia

nada que no sea su propia destrucción. Pero, al mismo

tiempo,

no puede generar él mismo su destrucción sino que ésta

debe

venir de algo ajeno y extraño a él. Cobra así gran importan

cia

una diferencia establecida entre la realidad del capitalismo

y

la realidad ajena al mismo. Esa tierra extraña, la idea de que

la producción capitalista no cubre los “necesarios desarrollos de la

realidad”29 y la distinción entre los límites naturales de la

producción halla,

y el molde social, que no se sabe muy bien donde se

pero que en algún momento y gracias a la ayuda de un

sistema

cerrado, sin salida, van a finiquitar al capital. Luego,

veremos

que esta tierra de nadie, este espacio ajeno al capita

lismo,

no

mercancías

resulta sino

ser el propio

mercado,

saturado de

por el bajo nivel de consumo de la mayoría de la

población.

Funciona el

así el esquema natural del darwinismo. Se traslada

esquema darwinista

consiste

porque hay una

selección natural que

en la imposibilidad capitalista de adaptarse al medio

natural

propio, presentando la ley del más fuerte y la selección

natural

como motor de la historia. Pero, a la vez son organicis—

29

Ver

la cita de la página 336 en el presente capítulo:

“Los necesarios desarrollos de la realidad no caben dentro del sistema capitalista, que no es un estado natural de relaciones sociales, sino una utopía triunfante, pero que pasará como pasaron otras concep ciones sociales, religiosas y políticas que se creyeron perdurables.” 361

tas, lo

y en cierta medida lainarquistas,porque la selección natural que

garantiza

organismo medio

el triunfo

final

de

la

sociedad

como

completo que, a través del socialismo, se adapta al

por su propia necesidad, asegurando una evolución con final

feliz. en

es

El Capitalismo desaparece como totalitario, nunca lo fue

realidad para los socialistas, y aparece como dominador, pero

únicamente reducido

en un parcelaniiento del propio sistema económico al campo de la producción en el que el Mercado se le

escapa.

tiLa causa de este fenómeno es tan sencilla como fatal. vida

Tiene su origen en la competencia. Produce la de la burguesía, y, al propio tiempo, crea las

condiciones cias que

que ella produce no hay ley, por sabia que sea, pueda evitarlas.

El sus

mercado es el campo de batalla donde esgrimen

armas los capitalistas. La ley de mercado es la

competencia, política

La

fundamental de

la economía

burguesa.”3°

capitalismo

como proceso

productivo

es decir, solamente como proceso productivo es, pues,

elemento clave. Tanto el capitalista como el proletario se

encuentran

30

5

principio

parcelación del

limitado, el

necesarias para su muerte. Las consecuen

en un marco social tan restringido que parece evidente

Manifiesto-Programa del Partido Socialista Obrero Español,

de octubre de 1879. Pág. 323. 362

que

no puede seguir existiendo por mucho tiempo si se puede

encontrar carga

algo que se le enfrente. Todo el peso del análisis se

sobre

aparezcan esquema

las

relaciones

sociales

dadas,

sin

que

éstas

como reproductoras de nada más que de sí mismas. Es un de

recíprocas

pensamiento

perfectamente

lineal,

de

relaciones

entre los elementos. La sociedad constituida sobre sí

misma

no es capaz de generar nada ajeno a sí misma, nada que se

sitúe

como algo diferente a la mera reproducción de lo que ya

hay.

Las la

relaciones establecidas entre las clases aparecen como

clave de todo el movimiento que se da en el interior del

Capitalismo. realmente es

socialistas

saben

bien

a

las

claras

que

el sistema vigente es un sistema capaz de reproducirSe,

activo y atribuyen dicha actividad a las relaciones entre

clases.

Pero,

ningún acaso

paradójicamente, esa actividad no generará

en

momento un cambio cualitativo en el orden social, sino si malestar y disturbios políticos relacionados con el orden

público. y

Los

La necesidad de recurrir al mercado como el necesario,

fatal, disolvente de la sociedad burguesa lleva precisamente la

contradicción, capitalismo venta

aparente, de que

por un

lado se presenta al

como un sistema de relaciones sociales de compra

de trabajo, de forma exclusiva, y por otro se coloca el

proceso relación

revolucionario social

que

en

algo

radicalmente

anteriormente

se

ha

ajeno

a

desarrollado

dicha como

fundamental y en algo, además, que no es propiamente capitalismo: el

mercado.

363

Entre

una clase y su relación con otra se concluye lo que

económicamente

se denomina capitalismo y nada más se saca de ahí.

Esto no es dialéctica, sino relaciones recíprocas: dos principios ajenos

uno a otro se enfrentan. La linealidad progresiva del

desarrollo bajo dé

capitalista basada en duras condiciones de trabajo,

sueldo y nada más implica necesariamente que su fracaso se en un enfrentamiento, tal vez cabría hablar mejor aquí de

encontronazo, obligado

con un trascendente ajeno a sí mismo y al que se ve

a acudir.

En

la búsqueda de ese trascendente, de ese elemento que

siendo positivo pueda enfrentarse al capitalismo y destruirlo, el Mercado

aparece dentro de la construcción teórica del primer

socialismo es

de una forma significativamente importante. El Mercado

el lugar donde el Capitalismo se juega su futuro, su propia

posibilidad de

real de existencia. El lugar de la libre concurrencia

mercancías donde el desarrollo y expansión capitalista se

enf renta a un muro infranqueable ante el que solamente caben dos opciones: el a

saltar o sucumbir ante él. El Mercado es un lugar que

Capitalismo no controla, es un producto que aparece como ajeno él y al que, sin embargo, el modo de producción capitalista no

tiene

más

remedio

que

acudir

para

conseguir

su

beneficio

económico.

No no

se trata, por supuesto, de que los socialistas españoles

relacionen el Mercado con el Capitalismo, no es que uno sea

absolutamente sino,

independiente con respecto al otro y viceversa,

precisamente, de la forma de relación económica que se 364

establece

entre

ambos. Y de esa forma de relación surgirá,

irremediablemente,

un

antagonismo

inmenso,

desmesurado

que

destruirá

en sucesivas crisis, y en especial con una última de

terribles

consecuencias, al propio sistema de producción vigente

hasta

ese momento.

“.Cómo ampliación humana

el

lista,

seguir

la

creciente

está reducida forzosamente por el mismo sistema a un limitadísimo consumo?”31

manera evidente surge el esquema: la producción capita asimilada exclusivamente a la relación productiva entre

burgueses ingente de

podrá

que exige el capitalismo, si la inmensa masa

capitalista

De

mercado

y proletarios que conileva la fabricación de un número

de mercancías, debe llevar adelante un proceso de salida

dichas mercancías. Se trata, por supuesto, de venderlas en

busca

del beneficio económico que asegure la permanencia de la

burguesía lismo.

como clase dominante y, al tiempo, del propio capita—

Unido a esto está el ya conocido aumento constante de la

producción

y,

simultáneamente, un

aumento

proporcionalmente

inmenso de las mercancías producidas. Si el Capitalismo no quiere agotar

sus días en una crisis de innumerables consecuencias, y

con

una principal que pronto habría de venir y que significaría

su

propia destrucción, la salida de las mercancías a través de su

canalización posible.

en el mercado produciendo un beneficio debe ser

Es decir, el consumo debe crecer también de forma

proporcionalmente

31

Jaime

inmensa al igual que lo hace la producción.

Vera, pág. XXVI. 365

Luego

el capitalismo, si quiere sobrevivir a su propia dinámica,

debe

poder poner

realice.

las condiciones para

que dicho

consumo se

Pero, ¿esto ocurre?

Ciertamente,

y al menos de forma implícita, conocemos ya la

respuesta

a dicha pregunta. El consumo de las mercancías está

condenado

a ser algo más bien escaso, reservado a las clases

privilegiadas gastarlo

en la adquisición de mercancías que no se limiten a lo

estrictamente Salarios encima

que tienen el suficiente capital como para poder

necesario para sobrevivir. La Ley Férrea de los

impide a la clase trabajadora comprar productos por

del límite de subsistencia, con Lo cual su presencia en el

mercado,

aún cuando potencialmente se podría admitir que sería

importante

como

importante.

compradores por

su número,

es poco

o

nada

De esta forma, continúa el análisis, el exceso de

producción

tiene

producción

capitalsita no puede detenerse, aún cuando ya sea

conocido

La

necesariamente que

ir en aumento,

pues

la

que no tiene ningún tipo de salida.

consecuencia de todo esto es que, necesariamente, la

crisis potencial, provocada por dicho proceso, debe cumplirse más tarde

o más temprano y cada vez con una violencia mayor. El

capitalismo

cava

su propia

fosa. El esquema presentado,

la

respuesta

a esa pregunta que Vera se realizaba y contestaba al

principio

de su informe, es, por consiguiente, de una simpleza

avasalladora.

366

“Conviene, pues, demostrar que el sistema económi co

presente, caracterizado por la producción colectiva

y

la apropiación individual, no es sostenible como

realidad

social; que sudesapariciónvaenvueltaenla

mismaleyevolutivadelsistemacapitalista;quelleva ensímismosuiropianegación;querealizadasu funciónhistórica, colectiva

que no es otra que hacer social o

la producción, mediante el acumulo y concen

tración de los instrumentos de trabajo, será reemplaza do

por otro modo económico que dé fin con las antino

mias que

que no pueden resolverse dentro del mismo sistema las engendra.”32

Unicainente, como ya hemos visto, lo que se denomina una “produccióncientífica”33,

Jaime

aquella que produzca de acuerdo a las

Vera, pág. IX. El subrayado es nuestro.

La producción científica sería aquella proporcional a las necesidades. Algo he indicado ya de esto. El industrial y toda la clase media productora no responden a un fin social: no vienen a producir con arreglo y con sujeción a las necesidades de la sociedad, sino que cada industrial se preocupa únicamente de su exclusivo interés. De lo que cada uno trata es de llegar el primero al mercado, no de producir de una manera científica y razonada (...) ¿ qué resulta? Que no habiendo cálculo en la producción ni en la oferta, el mercado se obstruye, la producción no tiene salida, porque hay un exceso de producción relativo, digo relativo, porque este exceso de producción no resulta comparado con las necesidades naturales de los obreros, sino con las que únicamente les permite hoy satisfacer 367

necesidades

sociales

capitalista,

podría evitar ese estrangulamiento que el Mercado

impone

y

no

para

lograr

un

mayor

beneficio

a la producción.

“Pero germen

no es el antagonismo de clase el único

de disolución que lleva en su esencia el régimen

capitalista;

lo es también la anarquía en la produc

ción,

influyendo mutuamente, combinándose y mnultipli

cando

sus esfuerzos fusnetos, ambos resultados de la

posesión

La capital de

condición

necesaria

para

este retorno

del

aumentado a poder del capitalista es la venta

sus mercancías. El mercado es el campo de batalla

donde para

individual de los medios productivos.

los distintos capitales contienden sin tregua vender. En el impera en absoluto el principio

darwiniano

de la lucha por la existencia. (...)

la sociedad burguesa, que tiene en su poder el capital social. Ese exceso de producción llena el mercado, y estando el mercado lleno de productos, se mueren los obreros por falta de trabajo y por falta de recursos. Pero aquí no sufren solamente los trabajadores, sino la misma clase dominante. Esta es la consecuencia de la crisis respecto de los trabajadores y respecto de la clase que domina; y aquí tenéis otro hecho que prueba que los intereses de ambas clases no son armónicos, sino contrarios •It Pablo Iglesias, pág. 209 (esta misma cita ya aparece en la página 346 del presente capítulo). 368

Así

como en la naturaleza la lucha por la existen

cia

determina el progreso orgánico, esa misma lucha en

el

terreno económico, donde toma el suave nombre de

concurrencia, la

da por resultado el progreso técnico en

producción, la acumulación y concentración capita

lista,

en una palabra, el desarrollo del capitalismo.

Pero debe

con este adelanto evolutivo del capitalismo

coincidir, según lo expuesto, una acentuación

mayor

de su carácter antinómico, y así ocurre, en

efecto:

1 ción la

Porque ocasionando la concurrencia la expropia de los más débiles por los más fuertes, niega en

práctica el derecho de propiedad individual, que es

indiscutiblemente

2

Porque

obreros entre

Es de como un

su fundamento doctrinal.

el

antagonismo

de

intereses

entre

y capitalistas se agrava por la concurrencia los distintos capitales.”34

interesante observar aquí como el darwinisinOtoma visos

ser más propiamente la teoría de Lainarck. Efectivamente, y hemos indicado más arriba, este darwinisinosocialista tiene matiz organicista del

Jaime

que carecerá el darwinismO

Vera, pág. XXIV y XXV.

369

social

burgués. Darwin, la

Para garantizar dicho matiz, ciertas teorías del mismo que éste se cuidó mucho, por cierto, de no extrapolar a

sociedad, deben ser suavizadas pasándolas por el tamiz del

espíritu la

evolucionista, pero organicista al tiempo de Lamarck: en

naturaleza la lucha por la existencia determina el progreso

orgánico que de de

es una idea más cercana “a la necesidad crea el órgano”

a la selección natural darwinista, donde la naturaleza actúa forma ciega y sin finalidad, sin una teleología cierta, dentro cada

especie.

paradójica, incapaz de

Siguiendo

este

esquema,

y

de

forma

casi

el Capital, por su misma evolución, se presenta como

de satisfacer las necesidades básicas de la gran mayoría

la población. Precisamente, por esos grados de pobreza a los

cuales

la

realizada

población

está

condenada,

la

revolución

social,

y acuciada por el hambre, está servida. Lá necesidad,

que

dirige en el esquema el desarrollo evolutivo, que no puede

ser

satisfecha, crea, como en Lamarck, el socialismo, el órgano,

que

garantiza la satisfacción por encima de la anterior criatura

generando

una nueva.

Ahora elemento responder que

bien, ¿por qué motivo el Mercado aparece como un clave

de la revolución

social? Tenemos para

poder

a esta pregunta, que volver a repasar aquellas ideas

hemos dado sobre la visión del capitalismo como sistema

económico.

Habíamos que

señalado ya, y con profusión en el presente texto,

la idea del Capitalismo para los socialistas españoles se

relacionaba,

en una forma de reduccionisino economicista, -a un 370

mero

proceso económico de compra-venta del trabajo que revestía,

particularmente,

unas

características

injustas. La auténtica

realidad

capitalista, su presencia absoluta en cuanto tal, se

producía

en la propia y exclusiva realización de objetos. Esos

objetos

eran

produciéndose vez

mercancías

cuando

se

presentaban

al

mercado,

así un curioso fetichismo mercantil negativo. En

de analizar la mercancía como el producto de un proceso

social determinado por las relaciones de producción capitalistas, en

el cual se incluiría dicho proceso de fetichización y la

propia mercancía, los socialistas españoles pretenden diferenciar entre a

la producción del objeto y su conversión en dicha mercancía

través de su salida al mercado. La fetichización también existe

pero

en sentido contrario, aunque no por ello diferente, a la

capitalista. primer

momento, por sí misma y ajena a todo proceso social de

producción, mercancía

mercancía

para los dirigentes obreros la mercancía es sólo por su presencia en el mercado35. Pero, y en eso son

similares,

proceso

Si para ésta, la mercancía es mercancía desde un

los dos son legitimadores de lo que hay: para ambos la es algo neutral, un punto sin aparente conexión con el

productivo del cual resulta.

La creciente separación elaborada por la propia sociedad administrada moderna entre la vida de trabajo y la de ocio, situando en esta última la vida auténtica, marca bien a las claras hasta qué punto la idea socialista ha impregnado la ideología dominante. El fetichismo negativo, el distinguir entre la producción del objeto y tildar a ésta de malvada y la salida al mercado de ese mismo objeto vista como positiva, no es sino la idea que emana de la diferenciación entre el capitalismo y el mercado y que en la vida particular de los individuos refiere al trabajo y el ocio. 371

Incluso, socialista. sin el a

observa

cierto

idealismo

en

la concepción

Empeñados en negar las teorías ideológicas, aunque

llamarlas así, de sus enemigos burgueses, no comprenden que componente ideológico del capitalismo no es sólo ideal, sino su vez, real y que guarda relación con la misma estructura

económica del

y productiva. Lejos de mantener que lo más sorprendente

Capitalismo es su capacidad de realizarse como un sistema

económico se

se

ideológico, es decir, donde el componente ideológico no

encarna exclusivamente en las teorías al uso, sino en el

propio

proceso

negativo

productivo,

sitúan

dicho

proceso

como

algo

porque precisamente no permite la proliferación de

mercancías

como objetos de compra en el mercado por la ausencia

de

compradores. Es decir, encuentran el error del capitalismo en

su

incapacidad transitoria de llegar a ser un totalitarismo.

Achacan

al capitalismo no poder pagar aquello que precisamente de

ningún

modo podría ser pagado: la praxis. Le acusan, aun sin

saberlo, tanto,

de no ser, todavía, suficientemente capitalista y, por

ser imperfecto en su dominación.

Pero

esta ideologización de la realidad no es sólo algo

ideal,

irterafantasmagoría, sino algo real, encardinado en el

propio

proceso productivo. Los socialistas españoles, al igual

que

los economistas clásicos de los cuales hablaba Marx, ven

neutral forma proceso

todo el proceso económico del capitalismo, y con él la mercancía,

totalizador,

establecida venta

porque no conciben sino

como

la

al capitalismo como un mera

relación

biunívoca

entre la burguesía y el proletariado en la compra

de tabajo ya presentada 372

y exclusivamente

limitada al

proceso a

de producción. Su reducción del mismo capitalismo sitúa

éste como posible de ser reformado ya que su característica

definitoria bajo no

es sólo estar situado en el proceso de producción

un sueldo injusto. Así, el mercado, el proceso económico que es estrictamente de

producción, no aparece como

sistema

capitalista.

Pero,

claro está, esto no les lleva a negar la relación del

mercado

con el capitalismo, sino que éste aparece como inmerso en

aquél.

Se debe

mercado,

observar

que

el Capitalismo

aparece con

el

pero no es el Mercado ni el Mercado puede ser confundido

con

el Capitalismo. El Mercado es el lugar de libre concurrencia

de

las mercancías, es la zona donde la competencia disuelve

precisamente en y

al Capitalismo. La limitación del Capitalismo está

su enfrentamiento con una estructura que escapa a su control dominio.

Una

de las características del conflicto al cual están

abocados

los propios socialistas por su misma teoría es tener que

recurrir

a algo ajeno a dicha relación definitoria de capitalismo

(compra—venta de trabajo a precio injusto) para garantizar cierta posibilidad,

en realidad la posibilidad enmascarada de fatalismo,

revolucionaria. dentro

de la producción, que

del capitalismo se ven como una realidad de gigantesca

capacidad, límites

Los límites naturales

tienen

su propia y definitiva

limitación en los

a los que el mercado les impone, en los límites relati

vos.

373

La

limitación

previamente

que

el

propio

capitalismo

ha

impuesto

a toda aquella parte de la población que conforma el

proletariado,

señala, y manifiesta de forma infranqueable, el

límite

del propio mercado del consumo de mercancías. Y este

límite,

denominado por Vera como relativo pues no coincide con lo

que

se podría producir, es en cuanto tal límite absoluto como

salida para las mercancías. Existe así una desproporción entre la producción ma.

La crisis va en aumento.

Es de

y la salida posible para dicha producción, reducidísi

una, otra, ley inexorable que anuncia, sin ningún género

dudas, la necesaria caída del sistema de producción capitalis

ta.

La reducción del capitalismo juega, pues, aquí un papel

fundamental injusto mismo al

a la hora de estudiar el Mercado. El capitalismo es

en su relación de compra—venta de trabajo. A su vez, él

es esa relación de compra—venta personificada, de acuerdo

esquema general que se pretende corresponder fielmente con la

propia

realidad del modelo de la producción capitalista. El

capitalismo

sólo

limitación

es

capitalismo totalidad. que

en

incapaz de

el

mercado

constituirlo,

pero

en

de darle

su

propia

forma.

El

no presenta, ni tan siquiera, una pretensión de Exclusivamente busca un beneficio económico inmediato

se encuentra personificado en la propia clase burguesa.

Precisamente capitalismo. sobre

su egoísmo

de clase

es

el egoísmo

propio del

El capitalismo, por ello, carece de cualquier poder

la estructura del mercado al cual no tiene más remedio que

acudir que

aparece

para conseguir, paradójicamente, la savia del beneficio

le hace seguir viviendo. Sin embargo, va a morir necesaria— 374

mente

arrastrado por su exceso productivo en comparación a la

limitación impuesto

que él mismo, necesariamente por la Ley Férrea, ha al mercado.

Esto [la necesidad

de

una

cada

vez

mayor

depauperación

por la Ley Férrea de los Salarios:1no se

correspondía,

al menos en el texto principal que recoge

el

pensamiento de Marx, en el primer volumen de El

Capital de

con el análisis que Marx hacía de la evolución

los salarios. El análisis de Marx se basa no en ese

techo

natural porque,COTflO bien dice en el capítulo que

trata

el salario, el trabajo

ordinaria, regula

SflO

no es una mercancía

que es una mercancía sui géneriS. No se

como las otras por el juego de la oferta y la

demanda,

dado que una de las partes de ese juego, la

of erta, es decir, la fuerza de trabajo, no es autónoma, sino

que depende del propio proceso de acumulación

capitalista industrial nivel

a través de

la creación

del

ejército

de reserva. En ese sentido, lo que regula el

de los salarios no es ese costo de producción de

la fuerza de trabajo, como señalan los guesdistas y los lassallistas, sino el proceso de acumulación capitalis ta.

(...).

LojportanteesqueesadesviacióndeVera

respectoalpensamientodirectodeMarxlellevaaotra desviaciónposteriorenelanálisisquehacedela crisiscapitalista.Veraseñala.yenestoesperfecta mentecoherenteconsuteoríadelossalarios, crisis

que la

capitalista se produce fundamentalmente por un 375

proceso techo a

de subconsumo relativo, determinado por ese

a la subida de los salarios. Aquí otra vez vuelve

estar en contradicción con Marx, en la medida en que

el

criterio de Marx en el libro primero de El Capital

no

hace descansar el origen de la crisis en la realiza

ción de

de la plusvalía, es decir, en la falta de salida la producción, sino al revés, en el proceso de

acumulación

capitalista y en la evolución de la tasa de

beneficio.

Es la evolución de la tasa de beneficios lo

que

marca, de alguna manera, el proceso de la evolución

capitalista. salario

De de

esta manera, se concluye, la zona de libre concurrencia

se halle dominado por el Capitalismo y porque ella misma

Capitalismo. Esa necesidad de un lugar que se presente por

encima mo,

la que marcaría el proceso de producción.”36

mercancías no es libre por la pobreza de la población, y no

porque sea

Y la relación relativa entre plusvalía y

del capitalismo, pero a la vez limitado por el capitalis

es una constante de las teorías socialistas. El trascendental

económico

del mercado, que pronto pasa a ser el referente de

cualquier

esperanza revolucionaria, lugar de libre concurrencia

de

las mercancías ajeno a la estructura totalitaria del proceso

de

producción vigente, cobra importancia de primera magnitud.

36

JIMÉNEZ

ARAYA, Tomás, Jaime Vera y su contribución al

marxismo, en “ El marxismo en España”, Madrid,. Fundación de Investigaciones Marxistas, 1984. Pág. 194. 376

El

mercado, aún sin pretenderlo, acabará siendo la clave del

esquema

einancipatoriOsocialista. Y es un esquema revolucionario

que

se gesta desde fuera, en ningún momento desde el núcleo de la

propia

entidad capitalista del trabajo. La distinción

formas

de trabajo capitalistas, donde el proceso productivo de

explotación ción

parece surgir con gran fuerza, y formas de distribu

y comercialización de las mercancías, que aparentemente es

libre los

entre

de cualquier condición de sumisión al sistema, será uno de puntos primordiales para entender el reformismo defendido

posteriormente. paradoja

Dicha distinción

llevará necesariamente a la

de tener que defender el mercado como fórmula revolucio

naria,

pero

por

la propia

limitación del

capitalismo como

realidad

no totalitaria. El capitalismo va a morir, necesa

riamente

y arrastrado por su exceso productivo en comparación a

la

limitación que él mismo,

consumo

necesariamente,

ha impuesto al

y al mercado, en la zona de libre concurrencia de las

mercancías.

Un

capitalismo, se podría deducir, que lograra calibrar

proporcionalmente temer. des a

ambos elementos económicos, no tendría nada que

Si los proletarios fueran capaces de cubrir sus necesida

y el mercado permitiera la libre expansión industrial porque

su vez él mismo se expandiera a zonas de la población que antes

estaban llama modelo

De

limitadas a no consumir, aumentando con ello eso que se nivel de vida, el capitalismo podría perpetuarse como económico y social de desarrollo justo y duradero.

hecho, se perpetúa. 377

CONCLUSIONES

“La

tierra será un paraíso” La

¿Por

Internacional

qué fracasó el movimiento obrero? ¿Cuál fue la causa

que

hizo que aquella organización que una vez pretendió transfor

mar

el mundo de forma radical no hiciera sino transigir con él y

acabar

integrándose en su realidad?

Consideramos

que hasta este punto hemos intentado explicar

cómo

las tesis mantenidas por el partido socialista obrero no

eran

en sí mismo revolucionarias, e igualmente que fueron la

causa

de su progresiva transformación, y de forma coherente, en

el

movimiento reformista que acabaría siendo con el triunfo

definitivo Pero

de la socialdemocracia en todo el continente europeo.

algo nos faltaría por analizar si no fuéramos capaces de

intentar,

a su vez, dar cuenta de cómo todos estos elementos se

fundieron

para terminar siendo las características dominantes del

discurso

político y social de los movimientos socialistas y sus

herederos

en el presente siglo.

381

Primero,

hemos el

analizado

crisol

los

elementos

alquimista

de

la

que

se

fueron

vertiendo

en

indiferenciación

socialista

frente a cualquier otra teoría legitimadora del status

quo.

Ahora, toca, siquiera brevemente, analizar al propio crisol

como

el recipiente que sirvió para encontrar la piedra filosofal

de

la mágica transformación del amor al plomo revolucionario en

la

apología del oro becerril.

ORÍGENES

Nada siglo

DEL PROBLEMA

nuevo diremos si analizamos el siglo diecinueve como el

de la ciencia, o mejor aún: del cientificisino,tanto por su

estricto

papel

natural,

como, y esto es para nosotros lo más importante, su

influencia de

ese

en el terreno de

la investigación del mundo

en todo el proceso intelectual de la sociedad burguesa

tiempo. Durante su transcurso,

adquiere

aquélla,

la ciencia,

una enorme relevancia pasando a ser el pensamiento

social

dominante. A partir del nacimiento del Positivismo como

teoría,

además, toma tintes de filosofía total: una explicación

global

no ya sólo de la realidad abarcada meramente por el mundo

físico-natural, resultaba

sino también de

toda

la realidad en cuanto

por fin posible la conversión de ésta en un conjunto de

hechos.

Esta para

conversión en hechos garantizaba al menos dos cosas

los positivistas: por un lado, la realidad así tratada

resultaba

simplificada

en

su

conflictividad

382

de

estudio,

el

criterio metodológico de la simplicidad de las teorías explicato rias se

de la ciencia, pues sólo sería tomado en cuenta aquello que manifestara como fáctico



y

de ahí procedería el criterio

tecnocrático posterior característico de las ideologías políticas del

siglo XX

punto,

la realidad,

ahora ya

también la social, tomaba sentido en su comparación con

paradigma de las ciencias: al igual que éstas dominaban el

mundo la

natural a través de la tecnología aplicada en la industria,

nueva ciencia, la Sociología, presentada como la heredera

lista a

otro, y en estrecha relación con ese primer

el anhelo de dominio de toda

incluida el

por

—;

de la filosofía, dominaría la sociedad dejando a un lado,

través de la integración en el todo de cada una de las partes,

los

conflictos hasta ahora existentes.

“He

ahí, por tanto, los dos pilares básicos que

alumbrarán

la génesis del moderno saber Sociológico; la

consolidación del método positivo gracias a los grandes avances

e indudable prestigio de la Ciencia de la

naturaleza Modernidad, tras

De

los tres

primeros siglos de

la

y el surgimiento de un nuevo Orden Social

la revolución burguesa en Francia.”’

esta manera, la apoteosis positivista guarda estrecha

relación, afán

durante

tan estrecha que sin él carecería de sentido, con ese

de la burguesía de dominar el proceso social que lleno de NUÑEZ

RUIZ, Diego, La mentalidad positiva en España.

Desarrollo y crisis. Madrid, Autónoma, 1987. Pág. 137. 383

Ediciones

de

la

Universidad

complicaciones revolución

se aparece ante ellos a partir, por un lado, de la

política, y, por otro, de la Revolución Industrial que

implanta definitivamente el capitalismo. Ciertamente, aquello que la

burguesía

individuos del

no

tanto

en

cuanto

conjunto

de

sino, especialmente, como representación ideológica

régimen

aquello

decimonónica,

de

producción

capitalista,

nunca

pudo

aceptar,

que aterraba su propia visión del mundo era el desorden:

la

impresión de que el mundo no parecía cumplir las expectativas

de

un cosmos armónico, basado en la regularidad de los aconteci

mientos,

su predicción y su propia autorregulación, que ellos

mismos

se habían creado. Pero, el caos temido no era exclusiva

mente

el desorden callejero de las turbas que amenazaba

propiedad

que

ellos

fundamentalmente, Orden

consideraban

legítima,

sino

también,

la y

aquel desorden que se hallaba dentro del propio

que consideraban como suyo: aquello surgido del mismo orden

constituido

-la sociedad burguesa y el proceso de producción

capitalista—

y que parecía que se enfrentaba a esto mismo como

una

negación del ideal de vida que la propia clase dominante se

había

planteado como objetivo.

Ya sobre como

Auguste Comte, fundador del Positivismo, había advertido esto con suma perspicacia y colocado a su propia teoría

la única capaz de solucionar el problema que comenzaba a

surgir

con cada vez mayor fuerza:

“Para concepciones no

que

esta

sistematización

final

de

las

humanas quede hoy bastante caracterizada,

basta definir, como acabamos de hacerlo, su destino 384

teórico;

hay que considerar también aquí, de una manera

distinta

aunque suinaria, su necesaria aptitud para

constituir realmente operado

la única solución intelectual que puede tener la inmensa crisis social que se ha

desde hace medio siglo en el occidente euro

peo.

Comenzaba ción

de

la naturaleza, que era

industrial mismo

a comprenderse que el método de dominio y explota

tiempo

la

negación

de

la

pretendidainente necesaria

de una sociedad cuya base económica industrial estaba

asentada

sobre la repetición incansable del ciclo de destruc

ción/transformación

de la realidad. El mundo devenía de cerrado

-

creación de Dios y los designios de su Providencia— en abierto

-el

proceso

anterior lejos

de

la

transformación

industrial—.

La

sociedad

había sido derruida durante el siglo y recreada de nuevo

de la visión consoladora de la Ciudad de Dios, cuyos

designios estaba

España,

habían sido escritos de antemano. El cambio que se

dando, paulatino

reconocible

a

de la civilización

del capitalismo del siglo diecinueve, resultaba al

eternidad

la

la base

pero

constante,

y

ya

perfectamente

en el continente europeo, y por lo tanto también en

concluía en que el mundo ya no era, o al menos comenzaba

no ser, el espejo delicioso en el cual pudiera encontrar la

burguesía

2

el ideal de su vida reflejado.

COMTE,

Barcelona,

Auguste, Discurso

sobre

Ed. Orbis, 1984, pág. 143. 385

el Espíritu Positivo.

La

Historia,

Providencia con

y

qué

historia,

venía

a

sustituir

a

la

y a la Tradición. Frente a todo esto que amenazaba

acabar con el todavía ingenuo orden burgués había llegado el

momento

de adquirir la promesa hecha en el pacto de Fausto: “el

instante más bello”: sólo se trataba de acabar con un Mefistófe les

que ya comenzaba a resultar cómplice ¿Cómo? Integrando y

asumiendo apuesta

su propio ser —“el espíritu que siempre niega”— en una con un final feliz que garantizara la pervivencia del

inundo tal y como estaba constituido.

Es va

pues interesante observar como la ideología positivista

a surgir directamente de los intereses de una clase en la

dominación,

pero aún más interesante, y ahora nos embarcamos en

ello,

es analizar, siquiera brevemente y con el fin de comprender

mejor

el socialismo finisecular, de qué manera el positivismo no

es

más que una formulación concreta de aquello, el fetichismo de

la

mercancía, que el propio sistema lleva en sí como elemento de

ideologización:

la conversión de aquellos elementos mediados por

la totalidad, que sin embargo, y ese será su elemento básicamente falso, por

son presentados ante el sujeto como hechos constituidos

sí mismos y en sí mismos, en fragmentos de realidad cuya

unión

forma a la misma totalidad. El positivismo, como escuela

filosófica, y

lo

caracteriza

estricto, siglo

recoge precisamente este fetichismo de la mercancía ideológicamente

cada

vez

de

un

modo

más

sobre todo a partir de las filosofías analíticas del

presente.

386

Lo

que aquí nos interesa, pues, es ver que ese pathos del

espíritu

de dominación burgués, esa cosificación del mundo, está

también

presente en otro múltiple número de pensamientos que, sin

necesidad no

de pertenecer estrictamente a la escuela positivista,

hacen, grosso modo al menos, sino meditar a partir de estas

mismas

premisas. Por eso, cuando analicemos a partir de ahora el

socialismo o

como teoría positiva no tendremos por qué hacer caso

referencia explícita a la teoría iniciada por Cointe,sino a ese

espíritu resulta

de cosificación ya citado y que tan característico del pensamiento para la dominación.

COSIFICACIÓN

En

un sentido general se puede afirmar que la época de las

convulsiones gobernante

sociales

las

que

la

burguesía

como

clase

como ideología para la dominación.

“Se

trata esencialmente de racionalizar y organi

el nuevo Orden social surgido de la revolución

Francesa,

de ahí que la principal tarea que su fundador

enconmiende

a

científicamente con

en

ve peligrar su dominio ya instituido es la época del

Positivismo

zar

Y POSITIVISMO COMO IDEOLOGÍA

la

Sociología

sea

la

de

controlar

tanto la conservación como la dinámica,

sus inevitables tensiones y fisuras, del Orden

social

recién instaurado.

387

El una

nuevo saber sociológico se inserta, pues, en

etapa históricamente afirmativa del pensamiento

burgués.

Así, y

fl3

atendemos a una primera característica del positivismo

es su carácter, nunca excesivamente oculto ni por ellos mismos

ni

por sus detractores, de clase: es un pensamiento surgido, y

esto

no es por ahora una crítica, desde el propio espíritu de

utilidad

e

interés

de

la

clase

positivismo

burguesa

mostrarán

así

decimonónica. cierta

Los

contenidos

del

relación

tautológica

con la realidad que se pretende explicar científica

mente

desde él mismo. Como modelo de pensamiento estará estructu

rado

para la dominación de la realidad social, a través del

surgimiento entendida, decir, que

y busca ser controlada, por la propia burguesía. Es

la explicación teórica de la realidad es posterior a lo

podríamos denominar como su propia “explicación, o realiza

ción,

práctica”:

presentando aquello

explica

como

objeto

de

conocimiento,

como un descubrimiento de algo ajeno al sujeto,

de acuerdo a la propia conciencia burguesa y que, a su

y no menos importante, ha conformado a ésta.

Una de

se

que como realidad ya ha sido conformado, pues es la misma

sociedad, vez

de la Sociología, de acuerdo a tal y como ésta es

segunda característica del modelo positivista, y con él

la propia cosificación de la realidad, es la idea de la

acomodación modelo

subjetiva al mundo. Efectivamente, al igual que su

en las ciencias Diego

físicas cuyo triunfo radicará en la

Núñez, op. cit. pág. 12. 388

tecnología, radicales

el

pensamiento

positivista

no

hace

cuestiones

sobre la realidad, no busca preguntar el por qué de los

hechos

acaecidos, sino que únicamente busca adaptarse a ella a

través

de la explicación de su funcionamiento. Así, la idea que

aparenta de

ser objetiva en el pensar positivista, buscar la verdad

los hechos tal y como estos son sin pretender añadir nada del

mismo

sujeto, se convierte en buscar su veracidad tal y como

aparece

ante sujetos conformados por ella misma. Y es precisa

mente

ahí, en su “aparecer”, donde comienza el problema metodoló—

gico.

El sujeto mediado toma como lo absolutamente real no la

propia

relación con lo otro, ya sea para juzgar a ésta como

verdadera sino

únicamente aquello que se le aparece tal y como se le

aparece:

su propia ideología, conformada por el objeto, como

reflejo más

de un modelo de construcción racional. Sin pretender ir

allá de ello, en el fondo el burgués busca con el positivismo

observar a

ya sea para emitir sobre ella su veredicto de falsedad,

y legitimar racionalxnenteaquello que ya ha puesto allí

través de su propio modelo social y que resulta previo a su

propio

método. De nuevo está la idea del círculo vicioso como

realidad

ideológica de un presunto pensamiento objetivo. Y se da

por

supuesto, como el marco nunca estudiado pues está formado por

la

suma de los hechos, el modelo histórico bajo el cual se da la

misma

falsa cosificación.

Lo dos clase

que logra el positivismo, por tanto, a través de estas

características enumeradas —su carácter eminentemente de y su búsqueda de una acomodación subjetiva del mundo— es,

mediante

un progresivo derrotismo de la razón, eliminar del 389

análisis

la propia totalidad, reduciendo el estudio de ésta a sus

propios

elementos, a los que se presenta como forjadores cuando

en

realidad aparecen forjados por esa misma totalidad. Su afán

falsamente

descriptivo

apologética

de lo que hay.

Pero

pena

de

esta

manera

en

ni de la cosificación. Existe una tercera que merece

estudiar

aceptación la

concluir

estas dos características no concluyen el análisis del

positivismo la

resulta

para

poder

entender

los problemas

que

la

de su esquema derivará en el planteamiento socialista:

estrecha relación de aquél con el propio proceso productivo

capitalista. ideológico positivo,

Efectivamente,

del

mismo

modo

que

el

elemento

de la teoría analizada sitúa la verdad en el hecho atomizado de la relación con el todo, el modelo de

producción mercantil,

capitalista

un

fetichismo

entre otros elementos ideológicos del mismo proceso

productivo, elementos

comienza a desarrollar

que comienza a ocultar la relación propia entre los que lo conforman, presentando a las mercancías como

objetos

que se relacionan entre sí por un valor inherente a sí

mismas.

La cosificación no remitirá únicamente pues a un estado

subjetivo

de la conciencia, sino a un estado del mismo proceso

productivo repetir

y de la realidad. El esquema mental no hace así sino

lo que el propio sistema, aún de forma incipiente, está

consiguiendo Efectivamente, presentar vez, del

en su unión

de lo ideológico y

lo productivo.

el fetichismo de la figura mercancía no hace sino

el mundo como un lugar compuesto de objetos que, a su

y en su unión y suma de parcialidades, forman la realidad sistema. Precisamente, lo ideológico se realiza en el olvido 390

que

se advierte sobre

previa,

las condiciones reales, la totalidad

en las cuales se forinan y aparecen socialmente esos

objetos:

siendo el todo lo falso, sin embargo el fetichismo lo

presenta

como inexistente o, si acaso, como el mero agregado de

las y

partes. El asunto se traslada a los objetos, substantivados, con él cobra importancia la propia visión que sobre ellos se

tenga.

Si ya Hegel había concluido, de una forma sin embargo

valiosa,

que todo lo racional es lo real, el movimiento positi

vista

llevará todavía más

actual

es lo real y es lo racional. ¿Qué es lo positivo? Aquello

que

lejos la identificación: el hecho

existe, que es reducible al simple enunciado de un hecho. ¿Y

lo negativo? Lo negativo no existe, no puede tener ningún sentido real

e inteligible. El positivismo, como síntoma de una época,

simbolizará productiva

El te

la cosificación llevada a cabo por la misma realidad del capitalismo.

hecho, presentado las más de las veces como exclusivamen

un recurso metodológico, acaba así tomando características

ontológicas,

precisamente aquello que el positivismo pretendió

eliminar,

por ausencia: únicamente, una vez superada la etapa

metafísica

de las esencias, el hecho será lo existente, pero a su

vez

este mismo existente se presentará como incontestable. Se

acaba

convirtiendo así en el fetiche que integra todo aquello que

puede

negar el estado actual de cosas a costa o bien de su

supresión esa

como no existente o de su conversión en una parte de

misma realidad falsa.

391

El

hecho se constituye, de esta manera, en autosuficiente y

asimilador,

a su vez, de la realidad: ésta se circunscribe a ser

exclusivamente presenta y

como

de

hechos

positivos.

Cada

hecho

su valor como propiamente ese hecho, y sólo de él mismo,

halla su

entender

un conjunto

justificación, y,

siendo esto

lo esencial

para

la postura reformista posterior, su disputa, en sí mismo

realidad sin hacer mención a la totalidad. Efectivamente,

eliminada toda

cualquier posible referencia a la totalidad como tal,

intención analítica quedará reducida al estudio de una serie

determinada hacer

de elementos estructurados en sí mismos y sin poder

relación alguna con la realidad como totalidad.

Además,

al ser presentada la realidad como el sumatorio del

conjunto

de hechos, se niega por pasiva la existencia de una

totalidad

social previa que pudiera implicar una contradicción

con

los propios sujetos tomados como individuos aislados. Se

présenta

el mundo

conformado con

a imagen de

los individuos y

por ellos, dando, de esta manera, a priori su acuerdo

esa misma realidad y eliminando cualquier contradicción que

pudiera Es

como hecho

repercutir en una escisión insuperable para el sistema.

realmente un acomodo subjetivo al mundo que, de manera harto

paradójica,

acabará siendo la supresión del mismo sujeto.

“El concepto presenta

nominalismo

empedernido,

a mera apariencia

o a

que

relega

el

abreviatura y que

los hechos como algo conceptual e indetermina—

392

do

en el entendimiento enfático, acaba siendo por ello

necesariamente

El

preconizado carácter científico del saber lleva a esa

definitiva máximas

reducción de la realidad a un conjunto de hechos a sus

consecuencias gracias a su carácter de investigación

aparentemente aquí

neutral y desinteresada. Lo neutral viene a ser

el lema de “Orden y Progreso”: nada debe haber y nada debe

existir

que niegue la sociedad tal y como ya está constituida. El

elemento asumido

extraño y negativo al propio proceso social debe ser como propio e integrado dentro del desarrollo del, ya

realizado,

proyecto de una sociedad perfectamente integrada y

superlativamente lo

abstracto”4

integradora. Lo neutral se acaba confirmado como

actual.

La naturaleza física, donde el estudio científico se realiza a

partir de que los objetos individuales pierden su contenido

Adorno, T. (editor): La disputa del positivismo en la sociología alemana. Barcelona, Grijalbo, 1972. Introducción, pág. 50. Añade a esto, en la página siguiente, otro dato que no queremos pasar por alto: “En el supuesto de que fuera lícito reprochar al método dialéctico un carácter demasiado abstracto frente a la descripción sociográfica de datos partici lares, por ejemplo, éste vendría impuesto por el objeto, por la constante igualdad de una sociedad que no tolera en verdad nada cualitativamente distinto y que de manera irremediable vuelve siempre al detalle.” 393

concreto

en favor de las relaciones que establecen entre sí5, se

plantea

como

científica paradigma

de

realidad

y

se

investiga

de

forma

para, a continuación, presentar ese estudio como de toda objetividad. Ésta es aquello reducible a una

formulación en

ejemplo

matemática: el dominio de la realidad se transforma

su conocimiento. De esta manera, se degenera la objetividad

del

conocimiento en el dominio: pero el dominio tramposo del

sujeto

burgués que previamente se ha adaptado a los hechos que

acaecen.

SOCIALISMO

Todo cual

Y POSITIVISMO: LA EXPLICACIÓN DEL CAPITALISMO.

lo presentado más arriba es, creemos, el marco en el

comienza a desarrollarse el socialismo que derivará con

posterioridad hemos

en socialdemocracia. Durante toda la investigación

estudiado porinenorizadamentecómo cada uno de los elementos

que

iban conformando el pensamiento socialista podían degenerar

de

forma

absolutamente

reformista diseccionado de

coherente

en

un

discurso

de

corte

y dejamos para el final ver, una vez que habíamos el discurso, qué relación guardaba todo ese conjunto

teorías con el marco

conceptual

en el cual se hallaban

Aunque parezca a primera vista una extrapolación exagera da, como se dice vulgarmente, no queremos dejar la ocasión de señalar, aunque sólo sea apuntándolo, la curiosa similitud que se establece entre ese mismo carácter relacional de las teorías explicatorias de la naturaleza y el carácter igualmente relacio— nal del sistema productivo capitalista, sin pretender con ello, obviamente y sin haber estudiado el caso con mayor profundidad, dar ninguna hipótesis acerca de este tema. 394

impresas.

Es, por lo tanto, ésta a la tarea a la que ahora nos

encomendamos.

Pero,

antes conviene recordar la precisión más arriba ya

indicada

acerca

hablamos

de positivismo no nos queremos ceñir a la escuela

filosófica

de

qué

entendemos

por

positivismo.

Cuando

que recibe ese nombre en exclusiva, sino, de manera

fundamental,

a ese pensamiento, lo que antaño se llamó cosinovi—

sión,

característico de la época

tiene

como características principales por un lado, la tesis de

la

burguesa. Este pensamiento

cosificación, de la eliminación de la temporalidad en el

concepto,

y con él en la realidad, y, por otro, la eliminación de

la

mediación: la realidad pasa a ser considerada como la unión de

un

conjunto de hechos que apenas guardan relación entre sí sino

es,

acaso, en su asociación6.

Con

estas

características

se

podría

definir

el

marco

conceptual

positivista dentro del cual comienza su andadura el

socialismo.

El positivismo, derivado sin embargo de la aceptación

implícita marco

de la realidad ideológica inmersa dentro del mismo

de producción capitalista, el hecho del fetichismo de la

mercancía

como el proceso que niega la totalidad a través de la

Se

podría argumentar aquí que hay teorías filosóficas no

6

dialécticas que, sin embargo, no parece que cumplan estas condiciones como podría ser, por ejemplo, la misma ontología fundamental. Sin embargo, es interesante destacar cómo estas teorías deben recurrir a elementos ajenos a los propios objetos del mundo para poder hablar de esa realidad y cómo, igualmente, esa realidad filosófica es asumida sin más con la verdad pues se trataría del “hecho” verdadero. 395

cosificación socialistas atacar

empleado

partes,

se

intentará

emplear

por

los

españoles, toda la socialdemocracia en realidad, para

en cuanto falsa interpretación de la realidad, será

para atacar a esa misma realidad por la cual ha sido

engendrado. intentar

El

esfuerzo

reconciliar esto

encarcelado

realizado

por

los

resultará vano.

socialistas Todo

para

su discurso,

dentro del corsé del positivismo, no podrá liberarse

ese mismo ropaje que le aprieta.

Para la

sus

a la propia realidad burguesa. Es decir: un producto

ideológico,

de

de

mejor comprender como este método positivista liinitaa

realidad y al discurso que sobre ella misma los socialistas

establecen,

creemos pertinente resumir brevemente lo dicho en la

tesis.

Iniciábamos mo

nos encontramos, para los fundadores del P.S.O.E., con una

explotación la

del obrero por parte del capitalista. Apenas aparece

idea de producción de capital en un sentido general, de

reproducción siempre es

nuestro estudio observando como en el capitalis

del sistema y acrecentamiento del mismo, sino que

se trata de una relación de explotación particularizada,

decir: los dos protagonistas son el obrero, que vende su

fuerza

de trabajo en el mercado, y el empresario, que se la

compra

al mínimo precio posible.

Por del lejos

ningún lado aparece el Capitalismo como algo diferente

mero beneficio económico del capitalista. El Capitalismo, de tener una realidad propia que se impone, incluso, sobre 396

la

clase burguesa, aparece como un producto costreñido a su forma

social. Efectivamente, el capitalismo, una vez descubierta que su célula

fundamental es la relación de la compra—venta injusta de

trabajo,

pasará a ser un organismo multicelular a costa de

generalizar o

dicho proceso. Así, el capitalismo será un número más

menos considerable de burgueses que en la compra de trabajo

producen

capital a través del sueldo de los obreros.

Es

una importancia concedida al proceso de trabajo en cuanto

trabajo

remunerado, y no como traición de algo que es la praxis.

Los

socialistas españoles hablan del trabajo del obrero desde el

punto

de vista del mismo capitalismo, y por eso deben acabar

concluyendo dé

que lo más importante de todo esto es el pago que se

a dicho

traicionada, convierte

trabajo.

Sin pretender

la noción

de

la praxis

la única fuente para juzgar el trabajo realizado se

en el salario. Sitúan así el capitalismo como una

cuestión

meramente económica, pero económica tal y como la propia

economía

capitalista, a la cual pretenden combatir, presenta lo

económico. y

Se transforma la economía en un cálculo de beneficios

deudas,

entrando

La la

de

salarios

justos y

de

retribuciones

en la parcelación de la realidad.

individualización de las relaciones sociales, y con ella,

reducción del capitalismo a un mero

laborales justicia

injustas,

injustas,

lleva

necesariamente

marco de relaciones a

admitir

que

la

o injusticia de la relación socio—comercial efectuada

entre

un comprador y un vendedor es la base de toda el conglome

rado

social y de la propia crítica a dicha sociedad. Parece así 397

como

que si realmente hubiera una justicia en la retribución del

precio

pagado por la fuerza de trabajo, el Capitalismo no sería

injusto.

Es más, el mismo Capitalismo queda presentado como una

parcialidad vinculada

de la misma vida, como una realidad que aparece sólo a

la producción

representante relación

cuyo máximo

es el salario. Al quedar todo supeditado a la

queda reducida a la relación entre el que compra y el

vende. Y por tanto, y como veremos a continuación, la medida

de

la justicia para dicha relación queda supeditada a esa idea de

comprar va

y vender de forma que la relación comercial sea equitati

a través de una recompensa justa.

De cia Y

concreta y

establecida de compra—venta de trabajo, la clave del

capitalismo que

económica

acuerdo con este análisis, el salario cobra una importan

capital a la hora de analizar el propio sistema capitalista. lo cobra por dos fenómenos característicos de los orígenes de

la ción

socialdeinocracia: la Ley Férrea de los Salarios y la Devolu al trabajador del Producto tntegro de su trabajo.

La realidad co.

Ley Férrea de los Salarios no sólo se presenta como una social, sino como una ley de inexorable valor científ i—

Evidentemente, parece claro para

sueldo

de los obreros no puede crecer por encima del mínimo de

subsistencia. que

Pero la Ley Férrea de los Salarios no sólo explica

no se den en la actualidad sueldos por encima de la mera

subsistencia que

los socialistas que el

del obrero y su prole, sino también que es imposible

esto se produzca. La Ley Férrea, el salario de subsistencia,

implica

pues un criterio de injusticia, una crítica muy estricta 398

y

limitada. Aparece la injusticia en la propia relación mercantil

establecida

La

entre un comprador y un vendedor.

relación que así se presenta no es, en ningún momento,

generadora

de contradicciones reales, no crea nada que haga

realmente

imposible

la existencia

humana,

como

tal,

en

el

interior del sistema capitalista, sino, si acaso, la necesidad de una

reforma en una parcela exclusiva de la producción social.

Será

esta una de las claves de la imposición de un paulatino

reformismo las

relaciones comerciales de compra—venta, lo que quedará como

criterio o

político. Efectivamente, al fijarse exclusivamente en

de justicia o injusticia del sistema será la elevación

no del salario sobre lo que se considera un nivel de subsisten

cia.

Al considerar dicha subida imposible, se impone la revolu

ción. de

Pero debe quedar claro que es únicamente como consecuencia

la imposibilidad de dicha elevación, debido a la Ley Férrea,

por

lo que se debe realizar el cambio de sistema. Es así una

protesta como

ésta se manifiesta y se produce.

De lar

por

esto surge la necesidad de la medida concreta y particu

de la restitución del producto íntegro del trabajo, como

forma es

sobre unas condiciones de vida y no sobre la vida tal y

de justicia evidente ante lo anteriormente expuesto, que no

únicamente un tema, pues, que caiga en el error económico y eso haya que despreciarlo, sino que detrás de él esconde una

determinada a

ideología. Los socialistas españoles se ven obligados

defenderlo

por

ese

análisis previo del

399

cual

parten como

criterio

real de

justicia frente a la realidad

injusta del

capitalismo.

De

esta manera, la teoría socialista de la clase obrera,

estructurada del

de acuerdo a un criterio economicista de la realidad

sistema capitalista, convierte al propio sistema en una

especie

de patrón limitado a un estrecho campo de la realidad

social.

El Capitalismo solamente aparece en tanto en cuanto

existe

una relación económica de por medio, es un mero sistema

productivo

exclusivamente, y de forma excesiva, limitado a una

realidad

únicamente

económica.

La

emancipación

obrera

así

planteada

será algo, consecuentemente, de un contenido puramente

económico.

Surge en

así el tema de la división antagónica de la sociedad

sólo dos clases. Efectivamente, si la base de todo el edificio

capitalista lógico se

pensar que una parte fundamental del análisis socialista

refiera a aquellas clases que actúan en dicha realidad de

compra—venta. como zar

era la cuestión de la compra—venta de trabajo, es

Una, como la compradora del trabajo ajeno; y, otra,

la clase que debe vender su fuerza de trabajo para garanti su propia subsistencia.

El

antagonismo de clases cobra así una trascendencia en el

esquema

de los socialistas. La reducción de la sociedad a dos

clases

realmente existentes procede precisamente de ese afán de

positivización, las

de factualización, de buscar hechos que amparen

ideas acerca de la esencia ya enunciada del Capitalismo. La 400

necesidad

de

entendiendo a

un

principio

que

se



realmente,

por real sólo lo positivo, en la sociedad ha llevado

los socialistas españoles a fijarse en el salario y éste, a su

vez,

obliga a

decisivo. situar

algo

tomar

el hecho

de

las clases

sociales

como

Y al no comprender verazmente el Capitalismo, al no

lo concreto del mismo en su abstracción más aparente, la

mercancía

en cuanto su trabajo apropiado sin racionalidad, por

ajeno a lo humano, los socialistas deben buscar actores de

carne

y hueso, y no es ninguna metáfora, para poder explicar el

sistema. a

encontrar

Los socialistas necesitan, pues, situar en su análisis

gentes, agentes, que realicen las condiciones de existencia del

sistema capitalista. Al mantener la tesis del capitalismo como el resultado del

del capital expropiado por la burguesía en la compra

trabajo al obrero, necesitan ese conjunto de personajes que

intervienen en esa relación, como si dijéramos que necesitan los factores forma

para poder llegar al producto, para poder demostrar de

eficaz y positiva que el Capitalismo es eso. Y dicho

sumatorio,

de un lado los capitalistas dueños de los medios de

producción,

y, del otro, los proletarios desposeídos de toda la

riqueza las el

que no sea su fuerza de trabajo, da como resultado final

relaciones de compra—venta de trabajo, o lo que es lo mismo: capitalismo.

Volvemos

a ver aquí una vieja visión más cercana a la

economía

política liberal que al propio Marx. Resulta que la

sociedad

tal y como está constituida no es el fruto de la

existencia mismos

de un proceso productivo que se impone sobre los

hombres, que produce su vida, sino que es el resultado de 401

las

relaciones que los hombres ya formados entablan entre sí:

como es

un comprador y un vendedor en un mercado. Así, la creencia

que al ser el capitalismo el resultado de la compra—venta del

trabajo, la

clase proletaria, los que participan, y por nada más. Es

decir, mo. el

de los capitales, está formado por la clase burguesa y

las clases que forman el sistema asalariado del capitalis

La suma de dichas partes, pues, forma la compra—venta, y ésta propio capitalismo, pero no existe la inversa. El capitalismo

como

objetividad no existe como algo por encima de las relaciones

sociales

entre los grupos, sino que viene conformado por dichas

relaciones. burguesía

relación

social

entre

la

social concreto que representa al Capitalismo. Efectiva

mente,

conseguir un resultado positivo es básico, es lo primor del análisis. Si el capitalismo no es nada más que la

relación para

establecida de la compra—venta de trabajo, entonces,

que

elementos uno

exista

el

propio

Capitalismo,

deben

existir

los

que le conforman. Es esa visión estática la que da como

de sus resultados la idea de la necesidad de la exclusiva

existencia

Las mente

de dos clases sociales: capitalista y obrera.

consecuencias resultantes de los dos análisis anterior

expuestos, sobre los temas de la idea del salario (capita

lismo)

las

la

consigue así que el sumatorio de la sociedad sea el

sistema

la

es

y el proletariado.

Se

dial,

El Capitalismo

y del antagonismo de clases, señalan bien a las claras que

intervención

política en forma de partido que participa en

instituciones va a unirse a los otros elementos analizados. 402

Lo

primero que nos llama la atención en el estudio del

problema todo

de la política es, precisamente, el desprecio que hacia

aquello que sea político se encuentra inmerso en el discurso

socialista. una

Observamos como los socialistas españoles mantienen

relación estrecha entre el propio interés económico de una

clase

y sus actuaciones políticas. Pero, no se trata de una unión

entre

las condiciones productivas concretas, el sistema producti

vo,

y una conciencia determinada. Efectivamente, al igual que el

capitalismo lejos

se ha personalizado en las propias figuras sociales,

de plantearse su existencia como algo superior a dichas

personalidades, personalizada sostienen como

y meramente ideal, a una serie de pensamientos que

los burgueses. La ideología no se enraiza en el sistema

parte

aditamento

integrante externo

preservarlo. planteamientos más

la ideología va a ser reducida a una razón

Esta

que

del se

idea de

mismo,

sino

introduce

en

la ideología,

que

consiste

aquel más

para

en

un

lograr

cercana a

los

maquiavélicos que a los marxistas, desvelauna vez

la idea que sobre el capitalismo domina en la socialde—

inocracia española.

El

sistema, de carácter estrictamente económico, carece de

cualquier única un

realidad que no pertenezca a dicha esfera, se trata

y exclusivamente de un hecho producido entre un vendedor y

comprador, puros ambos en cuanto a dicho ejercicio y que nunca

aparecen ideología

como elementos sociales completos. De esta forma, que la vaya por un lado y la realidad económica y productiva

por

otro, tiene como consecuencia el hecho de que los fundadores

del

partido socialista no sean capaces de situar correctamente el 403

análisis que

social, colocando una serie de compartimientos estanco

muy

a

totalidad, convierte

pesar

niegan

de

dicho

sistema

las

características ‘reales,

productivo.

El

capitalismo

su se

en un elemento negativo para el desarrollo de los seres

humanos, pero,

su

en cuanto que lleva en sí la explotación del hombre,

y no es una paradoja, el Capitalismo es ideológicamente

neutral.

Se

produce así la subjetivización de un problema como el de

la ideología que en principio debía ser tratado objetivamente. La ideología

es un proceso guiado por la “astucia y l,a fuerza”, en

concreto

de la clase burguesa, pero no algo desarrollado desde el

sistema,

sino desde fuera. Al colocar el problema ideológico en

la

distorsión de

concretas, pasiva, tiéne

la comprensión

del mundo

en

las personas

y además en su mala fe, se le da a la realidad, por

el título de verdadera, de ser lo que verdaderamente

que ser. Y una vez más se ve ese pensamiento en cuanto que

lo que pretende el sujeto es una adecuación a.una realidad que ya está

ahí o que ha de venir, un pensamiento que está, indudable

mente, más

influido por el -objeto, pero que no influye en el mismo

que desde la posición de verlo de otro modo. La verdad la

marca

el objeto, y lo que debe hacer el sujeto es relacionarse

correctamente en

con él. Al ser esto así, la realidad no puede ser

sí misma ideológica, es algo que ni se plantea, pues el

criterio

de verdad entonces sería exclusivamente el de la propia

falsedad

de la realidad, es decir: la adecuación con la realidad

debería,

pues no se aceptaría la dialéctica, sino una especie de

adaequatio,

ser la mentira si la propia realidad fuera falsa. 404

De

esta manera, la realidad es neutral, ni verdadera ni

falsa,

y el desprecio hacia la acción humana es una consecuencia

lógica

de este criterio de verdad.

condiciones terreno

la

reflejo de

las

sociales como criterio de verdad sitúa ésta en un

aparentemente científico, sin contenido moral.

La deber

El mero

vieja disputa filosófica entre la relación del ser y el

ser se resuelve entre los socialistas españoles a través de

aceptación del ser como única realidad, como lo positivo y

verdadero, unir,

siendo tachado todo lo demás de quimérico. Pero al

precisamente, el Ser, lo que hay, a la verdad final, se

encuentran favorable que

con

la

imposibilidad

de

hallar

algún

argumento

para cambiar lo que hay, como no sea precisamente lo

de forma positiva ya hay. El análisis se pretende realizar

como

científico, sólo atento a los hechos que se están dando y

nada

más que a ellos, pero precisamente al estar atentos a los

héchos

que se dan positivamente, y a nada más, no pasa de ser una

descripción través

falsa que el propio capitalismo hace de si mismo a

de su propia, y por esto mismo ideológica, representación

social.

Es captar, como consecuencia lógica de todo el proceso

seguido,

el

verdadera, y

fetichismo

como

realidad

positiva,

es

decir:

y deslindar así los dos campos, el social por un lado

el económico, el capital, por otro, de forma tan clara que al

final

el social apenas tiene que ver con el económico, y éste es

sólamente

la relación establecida en el propio proceso de trabajo

asalariado.

405

es

Y

precisamente

socialismo una

un

problema

que

arrastrará

el

a la hora de situar los elementos que hacen necesaria

revolución. Efectivamente, ésta sólo puede realizarse echando

mano

de un trascendente, pues la realidad no indica ninguna

causa,

ninguna

derrocamiento. lugar, el

éste

contradicción

que

lleve

a

la necesidad

del

Como este trascendente aparece el Mercado, el

darwiniano, de la libre concurrencia de mercancías donde

desarrollo y expansión capitalista se enfrenta a un muro

infranqueable. controla, sin

El Mercado es un lugar que el Capitalismo no

es un producto que aparece como ajeno a él y al que,

embargo, el modo de producción capitalista no tiene más

remedios está

que acudir para conseguir un beneficio. Unido a esto,

el ya conocido aumento constante de la producción y, como

consecuencia, mercancías

Si

un

aumento

proporcionalmente

inmenso

de

las

producidas.

el Capitalismo no quiere agotar sus días en una crisis de

innumerables

consecuencias el consumo debe crecer también de

forma proporcionalmente inmensa. Luego, el capitalismo, si quiere sobrevivir, consumo

debe poder poner las condiciones para que dicho

se realice. Pero, el consumo de las mercancías está

condenado

a ser algo más bien escaso, reservado a las clases

privilegiadas. trabajadora cia. tiene que

La Ley Férrea de los Salarios impide a la clase

comprar productos por encima del límite de subsisten

De esta forma, continúa el análisis, el exceso de producción necesariamente que ir en aumento aún cuando ya sea conocido no tiene ningún tipo de salida.

406

La

consecuencia de todo esto es que, necesariamente, la

crisis potencial, provocada por dicho proceso, debe cumplirse más tarde

o más temprano y cada vez con más violencia. El capitalismo

cava

su propia fosa. Con esto, y de forma casi paradójica, el

Capital

se presenta como incapaz de satisfacer las necesidades

básicas

de la gran mayoría de la población. Precisamente, por

esos la

grados de pobreza a los cuales la población está condenada, revolución social, realizada y acuciada por el hambre, está

servida.

Es de

una, otra, ley inexorable que anuncia, sin ningún género

dudas, la necesaria caída del sistema de producción capitalis

ta.

La reducción del capitalismo juega, pues, aquí un papel

fundamental injusto mismo al

a la hora de estudiar el Mercado. El Capitalismo es

en su relación de compra-venta de trabajo. A su vez, él

es esa relación de compra—venta personificada, de acuerdo

esquema general que se pretende corresponder fielmente con la

propia

realidad del modelo de la producción capitalista. Pero, el

Capitalismo sólo aparece en el mercado, es incapaz de constituir lo,

de darle forma. El Capitalismo no presenta, ni tan siquiera,

una

pretensión de totalidad. Exclusivamente busca un beneficio

económico clase exceso

inmediato que se encuentra personificado en la propia

burguesa. Va a morir necesariamente arrastrado por su productivo en comparación a la limitación que él mismo,

necesariamente, concurrencia población, necesidad

ha

impuesto

al

mercado.

La

zona

de

libre

de mercancías no es libre por la pobreza de la y no porque esté dominada por el Capitalismo. Esa

de un lugar que se presente por encima del capitalismo, 407

pero

a la vez limitado por el capitalismo es el trascendente de

las

teorías socialistas.

El

mercado, aún sin pretenderlo, cobra una importancia de

primera

magnitud dentro del esquema revolucionario socialista. Y

es

un esquema revolucionario que se gesta desde fuera, en ningún

momento

desde el núcleo de la propia entidad capitalista del

trabajo. donde

La distinción entre formas de trabajo capitalistas,

el proceso productivo de explotación parece surgir con gran

fuerza,

y

mercancías, sumisión les,

que aparentemente es libre de cualquier condición de

llevará necesariamente a la paradoja de tener que el mercado como fórmula revolucionaria, pero que lo es

la propia

totalitaria.

del

capitalismo

como

realidad

no

su exceso productivo en comparación a la limitación que él,

garantizar justo.

ha impuesto al mercado. Un estado social capaz de

el consumo y de producir científicamente sería así

El reformismo, como defensa del capitalismo de mercado,

servido.

POSITIVISMO

Así to

limitación

El capitalismo va a morir, fatalmente, arrastrado

necesariamente,

está

las

para entender el reformismo defendido posteriormente. Dicha

defender

por

y comercialización de

al sistema, será la clave, al menos una de las principa

distinción

por

formas de distribución

Y SOCIALDEMOCRACIA

es como se presenta dentro de los orígenes del movimien

socialista sus principales componentes ideológicos. A través 408

de

esto podemos ver que la idea principal que mantendrán los

partidos

socialistas no será, por tanto y exclusivamente, la

celebérrima fatal

de que el cumplimiento de la revolución sea algo

y absolutamente necesario, idea evidentemente primordial

también

en el ideario, sino otra de la cual esta primera acabará

siendo

subsidiaria, a saber: que la escisión producida en el

sujeto

se puede ver restituida por el objeto. Es decir, que la

redistribución O

ordenada de las mercancías superaría la escisión.

dicho-de otro modo, que el criterio de verdad predominante en

Marx, se

que lo que importa de la mercancía no es que ésta tal cual

restituya o no, sino que es trabajo humano explotado, es

sustituido cierta es

por un criterio objetivado, que contiene ya en sí

idea de la futura tecnocracia de gestión: lo que importa

el cómo del proceso de circulación, la repartición de las

mercancías.

El

sujeto queda así reducido a su presencia alienada en el

objeto,

pudiéndose de esta manera realizar el tránsito desde una

unión

indisoluble de teoría y praxis, en un criterio de verdad

fuerte, aparente que

a otro criterio

tecnocrático,

ese predominio de

la

praxis que acabará en el posibilisino socialdemócrata,

impregnará a partir de entonces todo el proceso futuro del

socialismo.

Es del

pues ésta la primera consecuencia que tendrá la presencia

positivismo en el esquema ideológico del socialismo español:

impregnarle

de un espíritu tecnocrático debido a la idea de la

posibilidad

de la devolución de lo escindido a través de un 409

recurso este

propio del mismo capitalismo como es el salario y su, en

caso, aumento. Así, y huyendo de entidades catalogadas como

metafísicas las el

y asumiendo esa querencia política por los hechos y

realidades, la repetidas veces alabada idea de la eficacia, socialismo irá poco a poco admitiendo un carácter gestor de la

realidad,

siempre

encerrado

la

mejor

intención,

que

le

acabará

en ella misma.

Otro del

con

aspecto que será importante en la posterior evolución

socialismo español será la importancia progresiva que se irá

otorgando Debido

a los hechos en detrimento de la propia totalidad.

al pensamiento establecido en torno a qué sea el capita

lismo, que hemos visto resuelven con la idea de compra—venta del trabajo de

y sin referencia a una totalidad que no sea mero producto

esa misma compra—venta, los miembros del socialismo español

comenzarán totalidad, condiciones

a aplicarse sobre

pero sin tocar ésta, en especial en la cuestión de las de vida.

PARCIALIDAD

Ciertamente, capital obrera

todos a los fragmentos de esa

Y REFORMISMO

las condiciones de vida son de una importancia

y no se trata ahora de pretender criticar la postura que tanta preocupación presentó sobre ella, pues aquí sí

que

hay que tener en cuenta la concreción histórica en la cual

nos

movemos, sino que lo que pretendemos destacar en esta crítica

ideológica

es la postura que se adopta en sus reivindicaciones. 410

El

movimiento

posibilidad sistema

que

comienza

negando

cualquier

de reformas favorables al proletariado dentro del

capitalista acabará admitiendo como su fin fundamental la

defensa

de esas mismas

parcial de

obrero

reformas. Costreñidos por

la visión

de la realidad que encierra el positivismo, la agregación

elementos forma lo constituido, creerán que, como ya hemos

indicado,

si se puede cambiar el contenido concreto de esos

elementos

con ello se cambiará a su vez el resultado. Pero esto

también

se verá reflejado en la propia metodología empleada para

explicar

la sociedad, que irá de

inductivo, praxis como

abajo a arriba, en un esquema

y que acabará en una doctrina en que predominará la

política por encima incluso de su verdad o no. La eficacia

forma de lucha y finalidad acabará resultando un fin en sí

mismo,

incluso por encima de esa misma verdad de lo eficaz.

Todo recursos

pensamiento que ya no se presente como una gestión de será analizado como una falsa política. La falsedad del

posibilismo sí,

las

reivindicaciones parciales

necesidades cierto

adecuará paulatinamente, de manera maravillosa, eso

condiciones deviniendo

con

las propias

socioeconómicas del sistema productivo. Lo que de

pudiera tener

necesidad

obreras

la lucha por reformas, la idea de una

social de mejoras

inmediatas y de la creación de

para cumplir el discurso de emancipación, acabará en la máxima ideología a través de la conversión del

medio

en el propio fin. El movimiento obrero pasará a ser, de

esta

manera, un movimiento reformista llevado por su propia

coherencia Cada

con el modelo de pensamiento elegido en su principio.

vez más alejado de sus primera ideas sobre la formación de 411

un

inundo justo, donde las personas pudieran llevar una vida

digna,

aquello que no se refleja en la nómina, los partidos

herederos

de

convirtiendo nado

ese estallido social del proletariado

en valedores de un status quo directamente relacio

con la sociedad totalitaria.

“Cuando perdió y

en el ensalzado binario

teoría—praxis

la teoría, la praxis se convirtió en irracional

en parte de esa teoría que quería superar; es decir,

quedó a

a merced del poder. La liquidación de la teoría

base de dogmatizar y prohibir el pensamiento contri

buyó en

a la mala praxis. La misma praxis está interesada

que la teoría recupere su independencia. La relación

entre

ambos factores no está decidida de una vez para

siempre,

sino que cambia históricamente. Hoy, que la

actividad

omnipotente paraliza y difama la teoría,

ésta,

con toda su impotencia, atestigua contra ella el

mero

hecho de existir. Por eso es tan legítima como

odiada; no una

sin ella la praxis, que quiere cambiarlo todo,

podría cambiar. Acusar a la teoría de anacronismo es forma de obedecer al lugar común que elimina como

anticuado

lo que sigue doliendo como fracaso.”7

Recapitulando, Positivismo da.

se irán

vemos

pues

que

lo

más

importante

del

y de la Socialdemocracia es su conciencia fetichiza—

Conciencia y proceso que no puede desligarse de la figura

mercancía.

Unir hecho y realidad es celebrar apriorísticamente el

Adorno,

Theodor, Dialéctica negativa, pág. 147. 412

estado

actual

asimilación hecho la

cosas.

Que

esta

unión

como

ocultación

y

de la realidad sea todavía imperfecta, no oculta el

de que se halle aquí la semilla de aquello que confiere a

época actual su carácter de mercado totalitario. Que el

capitalismo es

de

decimonónico no pueda ocultar su propia negación, no

debido tanto a la fuerza consciente de ésta (la esperanza de

Marx

en la constitución del proletariado en una clase para sí)

como

a la propia dinámica autodestructiva inherente a este primer

capitalismo razón de

por la anarquía de la producción, y en esto tienen

los socialistas, todavía sin reconducir. Pero, al contrario

la creencia inscrita en su teoría donde el mercado será el fin

del

modelo capitalista, la creación de una estructura que se

sitúe

como límite de esta autodestrucción será lo que conforme el

mercado: única,

lugar de expansión de la mercancía y al tiempo realidad proceso

máximo

de

fetichización,

donde

todo

es

ya

mercancía.

FINAL

El

resto de la historia es conocido. La totalidad se acabará

reproduciendo recursos, propia

en

sus

criaturas.

La

gestión

de

esos

mismos

creyendo en ello ver la posibilidad de un cambio en la

realidad totalitaria, sustituirá al discurso filosófico

calificado

ya, peyorativamente, de maximalista. La política se

transformará,

tal y como ya vaticinó con cínica verdad González

413

de

la Moras, en una cuestión de técnicos. La realidad, ideológi

camente,

acabará siendo el marco de la foto tomada con una cámara

cómplice

y aquel que se mueva, como ya es conocido, no saldrá en

ella

más.

—Voy

a explicaros el porqué no debéis tapizar

las paredes de un cuarto con dibujos de caballos...!J1a— béis los

visto alguna vez en la vida, en la realidad, que caballos se suban por las paredes de un cuarto? ¿Lo

habéis

visto?



¡SÍ,

señor!— gritó media clase.

-

¡No, señor!- gritó la otra mitad.

El mitad

caballero dirigió una mirada de enojo a la

equivocada, y dijo: ¡Claro



vida

que no! Pues bien: lo que se ve en la

real, no debéis verlo en ninguna parte; no debéis

consentir vida

en ninguna parte lo que no se os da en la

real. El buen gusto no es sino un nombre más de lo

real. (...) —



¡Lo real, lo real, lo real!— voceó el caballero. ¡Lo

real, lo real, lo real!— repitió Tomás

Gradgrind. —

por

8

Guíate en todas las circunstancias y gobiérnate

lo real. No está lejano el día en que tengamos un

FERNÁNDEZ

ideologías.

DE LA MORA,

Gonzalo,

Madrid, Ed. Rialp, 1965. 414

El crepúsculo

de las

cuerpo

de gobernantes imbuidos de realismo, y ese

gobierno

estará integrado por

realistas, acuerdo

que

jefes de

negociado,

obligarán a las gentes a vivir

de

con la realidad y descartando cuanto no sea

realidad.”

9

DICKENS, Charles, Tiempos difíciles. Madrid, Ed. Cátedra, 1992, pp. 91 y 92. 415

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