¿Qué es cooperativismo? El cooperativismo es un movimiento que surgió a fines del siglo XIX en Europa y que se define como la asociación de personas que se unen en forma voluntaria para satisfacer en común sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales, mediante una empresa que es de propiedad colectiva y de gestión democrática.
Características: Todas las cooperativas tienen unas normas básicas, y unos valores o características que son los siguientes:
Libre adhesión. Cualquier persona puede adherirse a una cooperativa cumpliendo las condiciones legalmente previstas. Ayuda mutua. Una cooperativa se crea para solucionar problemas comunes de sus miembros. Sistema democrático. La toma de decisiones relativas a la gestión de la cooperativa incluye a todos los asociados. Cada persona tiene un voto. Esfuerzo propio. Cada asociado se esforzará para alcanzar el bien común aportando su trabajo y su esfuerzo. Equidad en el reparto de beneficios. Los beneficios que genere la cooperativa se reparten de forma equitativa entre los asociados. Igualdad. Todos los asociados tienen los mismos derechos y obligaciones en el seno de la cooperativa. Responsabilidad. El cooperativismo supone un compromiso con los objetivos comunes, una asunción de responsabilidades frente a uno mismo y frente al grupo. Solidaridad. Las cooperativas no solo se forman para solucionar problemas de sus socios; también, los de las familias y las comunidades en las que trabajan. Promoción de valores. Una cooperativa promueve valores éticos como la honestidad, la transparencia o el compromiso.
¿Como nacen los emprendimientos y las cooperativas? Un emprendimiento es la iniciativa de un individuo que asume un riesgo económico o que invierte recursos con el objetivo de aprovechar una oportunidad que brinda el mercado. Los expertos sostienen que los emprendedores deben contar con ciertas capacidades para tener éxito: flexibilidad, dinamismo, creatividad, empuje, etc. Se trata de valores necesarios ya que los emprendimientos se enfrentan a todo tipo de dificultades y quien los impulsa debe estar en condiciones de adaptarse a una realidad cambiante. Cabe mencionar que el trabajo en equipo suele ser el mejor
camino a la hora de impulsar un proyecto, ya que potencia las virtudes de cada integrante. Uno de los errores más comunes por parte de los emprendedores primerizos es pretender obtener ganancias durante los primeros dos o tres meses. Dependiendo del rubro, los resultados positivos comienzan a verse pasados los seis meses, aunque muchas veces es necesario un año de actividad ininterrumpida. Es por esto que un buen emprendimiento sólo existe si lo encaran personas decididas a enfrentar la adversidad y a seguir luchando, tanto contra los reveses de la economía como contra la competencia. Los emprendimientos más destacados suelen tener en común un alto grado de creatividad, de innovación, muestran ideas que no habían sido explotadas antes o las usan en un campo diferente al que se acostumbra. Por lo general, vale más la originalidad que el dinero, el ingenio que los estudios de marketing, así como también ser oportuno y precavido. Una buena idea que llega al mercado demasiado tarde puede pasar desapercibida; por otro lado, un producto mediocre en el momento justo puede convertirse en un éxito rotundo. Un proyecto cooperativo, para nacer, además de recorrer el proceso de constitución, visto anteriormente, tiene que diseñarse, definirse, concretarse, trabajarse. Desde una idea de la actividad que tengan un grupo de socios/as promotores/as, hasta que la actividad está en marcha, hay que recorrer un proceso que pasa por la definición de esta idea, la concreción del modelo de negocio o modelo de actividad, el estudio de la previabilidad económica y social, y el desarrollo de un plan de empresa. El emprendimiento cooperativo no es más complicado que cualquier otro emprendimiento empresarial, sí que es más completo (dimensión empresarial, social y cooperativa) y requiere de la existencia de un proyecto colectivo. Poner en marcha un proyecto cooperativo es muy ilusionante y gratificante, pero implica un gran compromiso, trabajo y profesionalización. Poner en marcha un proyecto cooperativo es muy ilusionante y gratificante, pero implica un gran compromiso, trabajo y profesionalización. Hay que aprender a manejar el consenso, la participación, la toma de decisiones, la negociación, la conciliación de intereses colectivos con intereses individuales, el conocimiento de la gestión empresarial, estrategia… En cualquier caso, nunca se emprende solo cuando de una cooperativa, ánimo y esperamos conocer y poder apoyar vuestros emprendimientos.
¿Qué estatutos rigen las cooperativas? Ya sean los estatutos de una cooperativa agraria, de viviendas o de servicios, según la legislación cooperativa, los estatutos de una cooperativa deben especificar los siguientes puntos: Nombre y domicilio de la Cooperativa Requisitos para ser socios Derechos y obligaciones de los socios Los objetivos de la cooperativas Las actividades que desarrollará dentro de ella La forma en que será dirigida, administrada y organizada.
¿Cuál es su organización? Las cooperativas son organizaciones creadas y administradas por sus asociados. Por ello, la estructura organizativa se basa en estamentos de participación y control que le son propios. La principal autoridad de una cooperativa es la asamblea de asociados. En ella se toman las principales decisiones de manera dialogada y participativa. Internamente, todas tienen dividida la organización en tres áreas principales: la administrativa que es el Consejo de administración, la de control, que es desempeñada por la Junta de vigilancia, y la de las cuestiones electorales, la Junta electoral.Consejo de administración Los asociados electos en la asamblea para ejecutar las decisiones tomadas en la misma y emprender las acciones que tienen que ver con la marcha de la cooperativa componen este consejo. Generalmente, lo integran un presidente, un secretario, un tesorero y los demás miembros a los que se denominan vocales. Según el tamaño de la organización puede haber otros cargos. Se reúne periódicamente para conocer la marcha de la cooperativa y poder tomar las decisiones que favorezcan el desarrollo de la misma. Junta de vigilancia También es electa en la asamblea por los asociados.
Se ocupa de controlar toda la actividad de la cooperativa, del consejo y comités, verificando que se ajusten a las leyes y los reglamentos propios de la cooperativa. Controla la contabilidad y los aspectos de tesorería. Le corresponde también la atención de los reclamos que presenten los socios con respecto a alguna situación que les pudiere afectar. La Junta tiene la potestad de acceder a toda la documentación de las operaciones. Sus miembros pueden asistir a la sesiones del Consejo de administración Su organización es similar a la del Consejo de administración, pero sin la figura del tesorero. Junta o comité electoral La función de este órgano es organizar, fiscalizar y juzgar las elecciones de los miembros que conformarán la administración de la cooperativa. Inclusive la elección de sus propios miembros. Es electa en la asamblea de socios y sus miembros deben tener una actuación independiente e imparcial de cualquier movimiento electoral en el periodo de elecciones. Le corresponde también capacitar e instruir a los asociados sobre los temas electivos. Los puestos de estos estamentos son denominados cargos electivos y para acceder a ellos es necesario pasar por un proceso de elecciones en la asamblea de socios. La ley de cooperativas otorga potestad a cada cooperativa para establecer en sus estatutos los requisitos para ser electo.