ACTIVIDAD ACTOS DE HABLA. ESCRITO CORTO SOBRE PABLO FREIRE (2da entrega)
Trabajo realizado por: JANES JAHIR GARCÍA MONTOYA
Seminario de escritura académica
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA FACULTAD DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN AVANZADA MEDELLÍN 2018
LA EDUCACIÓN COMO FUENTE DE LIBERTAD HACIA UNA ESCUELA POPULAR INTRODUCCIÓN: El siguiente escrito pretende reconocer la importancia que tiene la libertad en la educación como fuente del reconocimiento del otro. Esto a su vez, es una plataforma que sirve para reflexionar sobre las situaciones de violencia mediática de los opresores, además, lo importante de ver la educación como espacio de práctica de libertad con una apuesta a una escuela popular. Estas consideraciones fundamentan la pertinencia de poner en mesa de debate la lectura del capítulo I de “La Pedagogía del Oprimido” de Pablo Freire, quien subraya la importancia de reconocer la educación como el medio para preparar la libertad y llegar a ella, ya que gran parte de la formación personal y académica se da por medio del paso por el aula. Por lo tanto, definir que la libertad está sujeta a normas que no son llevadas a consensos y son impuestas por los demás, son la causa de que los imaginarios de la opresión se hagan parte de lo cotidiano. Pablo Freire nos indica que la educación popular, inicia cuando identificamos tanto aquello que nos oprime como al opresor; entre tanto, podemos pensar que cuando desconfiamos de los demás y de la propia capacidad para actuar y expresar lo que sentimos, es justo cuando caemos en la retórica de no objetar a las normas que bloquean nuestra libertad de operar y de opinar. DESARROLLO: Debemos comprender al desvelar la opresión y la necesidad de humanizarnos, que la escuela toma protagonismo, transciende a un espacio de lucha popular basada en la libertad, no se ve como un lugar de entrenamiento para sujetos habitantes del confort con única capacidad de aceptar y obedecer órdenes, sino un lugar para propiciar duda desde miradas subjetivas, generando debates en busca de objetivos, dando a entender, que esa escuela popular que prepara para la libertad no ve la competencia entre el uno y el otro, al contrario, reconoce al otro como par, como
semejante, respetando diferencias y convirtiéndolas en aliadas a la hora de enriquecer la diversidad cultural y social. Es por esto, que los hombres oprimidos al identificar la conciencia de lo que son, tratan de buscar una enseñanza liberadora la cual ayude al cambio de pensamiento, generando estrategias que fortalezcan del significado de la escuela popular. Ahora bien, los imaginarios establecidos por la escuela tradicional, que no permiten el movimiento de avanzada y promoción de libertad, propician espacios para seguir cultivando el miedo a liberarse, por ende, podemos afirmar que, como educadores, no debemos pedir permiso para liberarnos de las cadenas del sistema, de la rigidez de educar para pruebas, al contrario, los maestros deben proponer la educación en valores para aceptar al otro con diferencias, entender que la libertad no es de unos pocos si no que es un derecho de cada uno, y que como tal debe ser interiorizada cómo practica y concepto, debe proponer espacios para que la pedagogía dialogante permita la fuerza de la superación de lo que sustenta Pablo Freire (1998) sobre el miedo intrínseco y extrínseco. Al respecto conviene decir, que las emociones nos hacen más humanos y a su vez libres. Por último, sentimos que la libertad toma reconocimiento dentro de la sociedad. Es fácil comprender lo anterior, porque cuando la educación está fundamentada en la libertad reconoce el mundo heterogéneo y es una columna vertebral para trasformar las escuelas tradicionales a escuelas populares, donde la opinión e ideas de los demás, sean motores para el desarrollo de pensamientos críticos y reconocida por los demás. Esto permite identificar al opresor y actuar sobre sus acciones, utilizando las pedagogías alternas de la escuela popular, tales como el debate público, la participación activa y la promoción de valores, donde se puede reflexionar sobre las debilidades de los oprimidos y luego fortalecerlas, con el fin de eliminar el miedo a través del diseño de planes de estudio y proyectos educativos, que fortalezcan lo humano, por lo tanto, es importante incluir las reflexiones de Paulo Freire como elemento filosófico para defender y argumentar la escuela popular enfocada en la libertad.