BREBAJES PARA EL HIPO Hipo: Se define como espasmo súbito del diafragma y la glotis, con sacudida de las paredes torácica y abdominal y sonido agudo inspiratorio. Causas: Neurosis, irritación del nervio frénico, trastornos cardiorrespiratorios y gastrointestinales. - Jengibre: cocimiento de rizoma o el extracto. BREBAJES PARA LA DIARREA Diarrea: Evacuación intestinal frecuente líquida y abundante, con pérdida excesiva de líquidos y electrólitos a través de las heces. 39 Causas: Alimentaria: alergias, excesos, intolerancia y determinados alimentos. Infecciones: virus, bacterias, hongos, parásitos. Absorción defectuosa: esprué celíaco, desnutrición - Canela: infusión de la corteza. Canela: Nombre científico: Cinnamomun Zeylanicum Parte utilizable: corteza. Propiedades curativas: Acción antiséptica, estomacal, digestiva, tónica, estimulante y diurética. BREBAJES PARA VÓMITOS Y NAUSEAS Vómito: Es la expulsión de materiales semidigeridos en el estómago, a través de la boca. Canela: infusión de la corteza. BREBAJES PARA LA FLATULENCIA La flatulencia: Es la distención del estómago o los intestinos por aire o gases que escapan hacia el exterior. Causa: El aire ingerido con los alimentos se acumula en el estómago o en el intestino.
Los gases estomacales o intestinales provienen de la fermentación o putrefacción de los alimentos, o de la acción de algunas bacterias sobre ciertos alimentos. Jengibre: infusión de los riñones. Canela: infusión de toda la corteza.
paladear También paladeada (Son), (1), paladeo (Pue) (2), paladeado (3). Sinónimo (s): tallar (Pue) (4). Procedimiento mecánico preventivo, diagnóstico y curativo, empleado para levantar el paladar y la molleramediante masajes en el interior de la boca, y en particular sobre la zona del paladar blando. Se emplea para curar la caída de mollera, el susto y la pérdida del alma, enfermedades ocasionadas por una fuerte impresión, una caída o por cargar objetos pesados sobre la cabeza. El diagnóstico se realiza mediante la palpación de la fontanela, la percepción visual y táctil del latido de la campanilla, la respiración y los sonidos vocales (2) (5). Las parteras morelenses realizan el paladeo como medida preventiva en los niños recién nacidos, en el momento en que quitan las flemas que se encuentran en la cavidad bucal (6). También acostumbran sobar la cabeza de la criatura con movimientos ascendentes desde el cuello hasta la parte superior del cráneo, para evitar en el futuro un posible desplazamiento de la fontanela (7). Por su parte, la curandera yaqui soba con una mano desde la mandíbula hasta la sien, mientras con la otra mano aprieta la nuca; enseguida introduce su dedo en la boca del niño, para presionar hacia arriba el paladar (6). El especialista tarahumara coloca sus dedos en el paladar y determina el grado de hundimiento de la fontanela, y la palpitación y los sonidos que el paciente emite al respirar, y en ese momento oprime firmemente para elevar la depresión. Enseguida coloca un parche con Vick VapoRub y repite el tratamiento durante tres días. Después de la curación, comienzan las palpitaciones y el niño recupera su salud (7). En San Pablito, Puebla, el curandero introduce en la boca del enfermo su dedo índice envuelto en una planta y con él talla con fuerza las anginas (amígdalas) (4). En Michoacán, la curandera presiona con un algodón los brazos de la niña "como si empujara algo hacia el cuerpo". Enseguida, le oprime el centro de la palma de la mano con el dedo pulgar y después las articulaciones de la mano y el antebrazo por la parte interna, operación que repite varias veces en ambos brazos. A continuación, le aprieta la parte media de las cejas, le levanta la cabeza e introduce un algodón en su boca, oprimiendo con fuerza la parte posterior del paladar, acción que repite tres veces. Toma luego un poco de alcohol y lo fricciona en las articulaciones de las rodillas, brazos y cabeza, para que por ahí "salga el calor del cuerpo". Dispone, finalmente, un algodón impregnado de alcohol sobre la fontanela, y le envuelve de inmediato la cabeza (8). Los nahuas de Puebla diagnostican la pérdida del tonalli, manipulando la úvula del enfermo. Si la garganta permanece fría, quiere decir que el susto fue originado por el agua; si la sensación es caliente, entonces pudo ser causado por la tierra. Este procedimiento tiene como finalidad enderezar la úvula y acomodar nuevamente la mollera en su sitio, pues la fontanela anterior es el lugar por el que escapa el tonalli en el momento del susto (2) (5).
Susto o espanto De todas las enfermedades reconocidas y tratadas por la medicina de los pueblos nahuas, el susto es, sin lugar a dudas, la más importante: constituye el primer motivo de demanda de atención y representa una importante causa de muerte entre los habitantes de las comunidades. Si bien el nombre "susto" (neomoutil, en Tlatlauqui, Puebla) es una de sus denominaciones más comunes, se le designa además con otros términos que aluden a diferentes aspectos de la enfermedad. Así, entre los nahuas del estado de Puebla, se le conoce como "quedado", "quedada" o "quedados", lo que alude al efecto más inmediato desencadenado por la causa primordial de esta patología: la circunstancia de que el alma o el espíritu del asustado se "quede" en el lugar en donde ocurrió el "susto", enfermando así a la víctima. Prácticamente toda la población reconoce lo anterior como el mecanismo esencial que desencadena la enfermedad. En Veracruz se le denomina "espanto" —un sinónimo de susto que enfatiza la intensidad— y "levantada de espanto", expresión referida a la finalidad principal del tratamiento del padecimiento, como se verá más adelante. En Guerrero, en cambio, el nombre consignado con mayor frecuencia es el de "levantada de sombra", "que no tiene sombra" (xauipia itonal) y "levantar la sombra", expresiones referidas nuevamente al procedimiento más común empleado por los terapeutas tradicionales para tratar este padecimiento; también se le reconoce con el nombre de "espanto". La enfermedad es provocada por una impresión fuerte, un "susto", que puede ser causado por una gran variedad de acontecimientos. Un primer grupo comprende sucesos de orden natural, tales como ver, de improviso, una sombra, una bestia, o un animal en el camino —víbora, serpiente o perro—, ser atemorizado por un rayo o presenciar un pleito (causa común de susto en los niños, cuando asisten a peleas de sus padres en el hogar). Puede también ocurrir a consecuencia de un accidente, como caerse a un barranco o a un río, sufrir un percance cerca de alguna fuente de agua o de un brasero, ser víctima de un accidente sorpresivo —por ejemplo, sufrir el ataque de un animal peligroso (como una víbora)—, o ser asaltado, sobre todo de noche. Algunos informantes afirman que cuando una persona se asusta, "lo agarra la tierrita, la sombra se queda", concepto que revela la consecuencia inmediata del susto recibido. Los acontecimientos propios del segundo grupo guardan relación con la existencia de "aires pesados", aires de propiedades malignas presentes especialmente en la cercanías de los panteones, en los lugares solitarios o en los "lugares malos" (que son aquellos "donde fallece alguien, donde se aparece algo y que sólo el que tiene sombra ve y oye"); esta causalidad está más vinculada al padecimiento visto como "espanto" (V. aire). Todas las causas antes referidas se tornan especialmente insidiosas si ocurren durante la noche, ya que ocasionan un "susto" mayor, más impresionante y, por lo tanto, un padecimiento más grave. Por otra parte, ciertas personas son particularmente más propensas que otras a contraer un susto más grave, en las mismas circunstancias, ya que "son más débiles y el susto las agarra más fácil y más fuerte". Es una enfermedad que surge en el sujeto que sufre directamente el suceso traumático, excepto en los lactantes, los cuales pueden contraerla si la madre se asusta y después los amamanta, según informaron las parteras de Huauchinango, Puebla.
La sintomatología del padecimiento puede manifestarse ya sea a los pocos días o después de un periodo mayor de tiempo. Se presenta con dolor y punzadas en la cabeza, decaimiento general, dificultad para dormir o deseos constantes de hacerlo, sobresaltos durante el sueño, falta de apetito, temblor y "latido en las venas del cuello"; al sujeto "le agarra borrachera" (mareos), "no tiene ganas de hablar", su cara se torna amarillenta, y siente dolor en todo el cuerpo, especialmente en las coyunturas, lo que lo hace sentirse "envarado"; además, se siente "sofocado" y triste, no tiene "ganas de ir al baño", tiene el pulso débil y las extremidades frías, suda abundantemente, sobre todo de noche, adelgaza visiblemente y se "hincha". En los niños, la enfermedad casi siempre cursa con diarrea de color verde, calentura y a veces vómito. Ciertos terapeutas del estado de Guerrero relacionan determinados síntomas de la enfermedad con la hora en que ocurrió el accidente: "cuando se espantan de día les da calentura; los que se espantan de noche se ponen fríos". Es necesario consignar aquí un dato que aparece con cierta regularidad en los relatos acerca de esta dolencia, el cual puede ayudar a explicar un procedimiento terapéutico frecuente en el tratamiento del padecimiento: algunos terapeutas (por ejemplo, los del estado de Puebla) reconocen a la "mollera caída" como uno de los signos de la enfermedad en los niños (V. caída de mollera y tonalli) . Si bien para la gran mayoría de los médicos tradicionales la causa primordial de la enfermedad es "la pérdida del alma, del espíritu, de la sombra", que cae y se queda en el lugar del accidente, los informantes nahuas de la costa de Michoacán refieren que "al momento de asustarse entra aire, viento, al cerebro (cabeza); este aire que entra por las narices y los oídos, que son las portillas, enfría el cerebro". El susto se diagnostica por observación del aspecto general del paciente, por un interrogatorio que trata de poner en evidencia la existencia de algún acontecimiento traumático, reciente o lejano, en la vida del enfermo —suceso muchas veces olvidado—, así como por procedimientos locales propios de determinados especialistas o terapeutas de un área limitada. Los "espirituales" de Puebla observan el semblante del paciente prestando particular atención al "blanco del ojo", que en estos casos muestra una extrema palidez, al mismo tiempo que determinan un aumento de calor en el centro de la palma de la mano; todos estos indicios confirman la presencia de la enfermedad. Los terapeutas que reconocen a la mollera sumida como un signo importante del padecimiento, palpan "la campanilla" (la úvula palatina) del enfermo, la cual, de estar caída, confirma el diagnóstico. Los terapeutas nahuas de Michoacán diagnostican tomando el pulso radial del enfermo, el cual se presenta muy rápido y "brinca" en los casos de susto (V. pulsar). Sin embargo, el procedimiento más utilizado para diagnosticar la enfermedad —especialmente entre los terapeutas nahuas del estado de Puebla— es la limpia, práctica que en muchos casos forma parte del tratamiento mismo. Una informante partera-curandera-sobadora del municipio de Tlatlauqui, narra la manera en que realiza la "limpia": "utilizo un huevo y hierbas del mal aire, como son el albahacar, el sauco del bueno (de hoja pequeña) y el romero; hago un ramo con estas hierbas, luego hago la limpia, como si estuviese barriendo, primero con el huevo y después con el ramo; después quiebro el huevo en medio vaso de agua y lo tapo con el mismo ramo; me espero seis minutos y después destapo para ver si tiene susto o no. Si tiene susto, la yema del huevo se ve envuelta en una sábana blanca".
Siete Espiritus Indicaciones: Se le atribuyen propiedades como diurético (que aumenta o facilita la producción de orina), vermífugo (elimina y expulsa lombrices), antiespasmódico (contra cólicos-espasmos) en pequeñas dosis, carminativo (que expulsa gases del estómago) y antiflatulento (contra los gases del estomago). Modo de Empleo: En personas y niños mayores de 12 años 4 ml dos veces al día disueltos en medio vaso de agua. Fórmula: Licor de Hoffman 10 ml. Esencia de azahares 2 g. Tintura de balsamito 10 ml. Esencia de canela 2 g. Vehículo c.s.p. 100 ml.
PULMOSINA
Altea,extracto Eucalipto Miel de Abejas Palta,extracto Saúco Tilo,extracto Tolú,bálsamo Tusílago,extracto Aparato Respiratorio : Antitusivos Expectorantes Mucolíticos
Composición: Cada 100 ml contiene: Extracto Fluido de Eucalipto 1 g; Extracto Fluido de Palto 1 g; Extracto Fluido de Flores Pectorales (Tilo, Altea, Saúco, Tusílago, Eucaliptus) 2 g; Extracto de Bálsamo de Tolú 0.5 g; Miel 5 g. Acción Terapéutica: Antitusivo. Expectorante. Indicaciones: Tos irritativa, tos seca, tos con secreción debido a bronquitis, gripe, resfrío y otras afecciones de las vías respiratorias que cursan con tos y producción anormal de moco. Posología: Adultos y niños mayores de 12 años: 1 cucharada (10 ml) 3 veces al día. Niños: mayores de 2 años: 1 cucharadita (5 ml) 3 veces al día. Presentaciones: Envase conteniendo 200 ml.