MEDITACIÓN:
Activación del Linaje del Dragón Dorado de la Tradición Maya Solar Vamos a comenzar observando el Glifo de Kinich Ahau, respirando muy profundo a traveé s de la boca, vamos a sentir como la presencia de la Luz Dorada del Sol emite poderosos rayos, cada uno cargado de partíéculas lumíénicas: FOTONES SOLARES. Respiramos sonriendo al Glifo de Kinich Ahau, cerramos los ojos y mantenemos estaé imagen en nuestra pantalla mental. Respiramos muy profundo con la respiracioé n de suspiro.
Ahora metemos en circuito, abriendo y cerrando las piernas, y bajamos la imagen. Vamos a sentir como el Sol que representa el Glifo empieza a elevarse, colocaé ndose por encima de nuestras cabezas, iluminaé ndonos con una energíéa dorada que formando un prisma de luz dentro del cual estamos inmersos. Esa luz poderosa estaé irradiaé ndonos, revitalizaé ndonos, generando en nosotros una nueva estructura llena de luz. Vamos a respirar el Glifo y al exhalar envíéa esa energíéa a cada ceé lula; respiramos luz, la traemos hacíéa nosotros, inundando cada ceé lula, solarizaé ndola, llenaé ndola de irradiacioé n dorada; respiramos desde el cielo energíéa del Espíéritu Solar y traemos esa irradiacioé n para que nuestro cuerpo empiece a pulsar en una frecuencia armoé nica similar al Sol, con profundo poder, iluminaé ndonos. Somos Seres Dorados, somos Seres Solares, somos los hijos e hijas de Dios, que aceptamos portar su divino poder manifestando nuestro Ser de extrema pureza: el Arquetipo Divino; este es el tiempo dorado para llevarlo a la manifestacioé n. Y en este punto de luz, vamos a invocar a la presencia del Dragón Dorado, el arquetipo del poder solar, para que venga, venga, venga a nosotros, como una poderosa fuerza luz que se expande en nuestro pecho, fortalece nuestra columna vertebral, nos hace seres erguidos, poderosos, dignos. El Dragón Dorado es la fortaleza lumíénica de nuestro Ser que vibra en la luz dorada del Sol, para manifestarla aquíé y ahora. Le damos la bienvenida al Dragón Dorado como la conciencia luminosa que nos guíéa y nos acompanñ a, que comparte con nosotros su poderosa fuerza creadora. Vamos a tomar nuestro dragoé n dorado en nuestras manos y le vamos a decir: “Amadísimo Dragón Dorado, te acepto en mi vida para que traigas el regalo de la abundancia y me facilites la manifestación pura de mi Ser verdadero. Transmíteme tu fortaleza y determinación, tu valentía y tu poder, para manifestar en este tiempo la gloria de tu Ser. Te acepto como un arquetipo de poder, como un arquetipo de amor, como una fuerza transfiguradora que me permite manifestar mi Ser Crístico-Dorado, como un auténtico hijo e hija del Sol. Eres bienvenido en mi vida”. Respiramos y verdaderamente abrimos un espacio glorioso para que el Dragón Dorado venga a nosotros como un espíéritu vivo. Los Dragones son seres eteé ricos que alcanzaron la victoria en el plano fíésico-humano y ahora estaé n en los planos ascendidos, y vienen a la humanidad como aliados para que cumplamos el propoé sito de manifestar las cualidades que portan. El Dragón Dorado es el dragoé n de pureza, de grandeza, de luz; es el dragoé n divinizado, que ha aceptado honrar la luz en su Ser, y ese es el regalo grandioso que el dragoé n trae a nuestra existencia: nos permite la victoria, majestuosa, soberana, de la luz en nosotros. Respiren, sonreíémos, el Dragoé n Dorado es un ser noble, de corazoé n generoso, amable, gentil, dispuesto a cooperar contigo desde esa grandeza del alma; y nosotros, con amor y
aceptacioé n, lo recibimo como parte de este trabajo de manifestar en nuestra presente vida todos los coé digos de luz trascendentales; para que reine en nosotros la luz eterna; para que seamos la manifestacioé n impecable de nuestro Arquetipo Divino; y para que desde este poder y gloria se extienda la luz hacíéa toda la humanidad. Decimos: “Que así sea, así es, hecho está”. Respiramos profundamente a traveé s de la respiracioé n de suspiro, y ahora el Dragoé n Dorado ya forma parte de nuestra estructura energeé tica. Estaé expandiendo nuestros pulmones, porque desde ahíé extiende sus alas para que tengamos maé s capacidad pulmonar; siente como ahora puedes respirar mejor, suspirar mejor; somos seres grandiosos, divinos, preciosos; siente como el cuerpo serpentino del dragoé n es tu meé dula espinal por donde ahora fluye la shakti divina, el kundalini, la energíéa universal que ilumina tus chacras, iluminando a su vez todo tu Ser. La cola del Dragón Dorado se ancla perfectamente en tu sacro; el cuerpo serpenteante se eleva erguido y recto; la cabeza del dragoé n sale por tu seé ptimo chacra para que tengas una nueva visioé n del mundo, maé s clara, luminosa, una nueva visioé n que perfecciona tus creencias, que genera pensamientos plenos, lucidos, claros; respira profundo y siente que tienes un cuerpo de Dragón Dorado. Ahora vamos hacer algo maravilloso, vamos a respirar muy profundo y vamos hacer que el cuerpo del dragoé n se extienda para que vaya maé s y maé s alto, saliendo a metros de distancia. Respiramos y extendemos nuestro Dragón Dorado. Respira con fuerza, extiende, respira, ¡vamos! Siente como sale el dragoé n majestuoso a metros y metros sobre ti. Ahora sus alas se abren, magnificas, en un dragoé n enorme que siempre conecta la punta de su cola en tu sacro; siempre estaé conectado a la base de tu ser, pero ahora ha crecido alto, alto, a muchos metros. Ahora aé brete, expaé ndete, siente que las alas del Dragón Dorado se abren, y con ello tambieé n se abre la magnificencia de tu capacidad lumíénica. Extiendes tu poder y sientes que puedes tomar todavíéa maé s fotones de luz. ¡Ahora tienes un cuerpo extendido! Y cuando exhalas, exhalas el fuego solar. Respira fotones de luz, exhala fuego solar, respira luz, exhala el fuego del dragoé n, ese aliento dracoé nico que va emitiendo luz para que todos los seres vayan iluminando su conciencia, emitiendo luz dorada para toda la humanidad. Respira, expande, respira, exhala, respira y siente como las alas del Dragón Dorado te impulsan maé s alto, maé s fuerte, maé s luminoso. ¡Vamos maé s alto! Cuando te elevas el dragoé n crece, crece y crece a la medida que tu vas maé s y maé s alto; su aliento dracoé nico dorado solar tiene maé s y maé s capacidad de irradiacioé n, iluminando el continente, llevando luz dorada a los oceé anos, llevando la conciencia dorada de luz e iluminacioé n a todo ser viviente, a todas partes del Planeta Tierra.
Ahora nos centramos en el poder del dragoé n, en la maé xima asistencia que su Ser puede dar a esta humanidad. Es un cuerpo poderoso, victorioso, donde la luz reina y persevera, intensa y siempre sostenida. Siente su gran columna vertebral como sale, es extensa, esa columna es todo el cuerpo serpentino del dragoé n, es el Dragón Dorado que vuela ahora libre. Todas las conciencias de todos los dragones dorados en este momento son convocadas, y todos empezamos a formar un cíérculo de luz en torno al Planeta Tierra. Somos el Linaje del Dragón Dorado, que hemos despertado para asistir a la humanidad en este momento trascendental; siente como estaé s volando con otros dragones que se unen a este cíérculo dorado; y todos vamos a respirar juntos, respiramos luz divina, y emitimos el aliento dracoé nico dorado, que es nuestra forma de bendecir al planeta; respiramos y exhalamos aliento dracoé nico. Podemos ir viendo como todo el planeta Gaia estaé siendo solarizado con la luz dorada de los dragones, para que todas las conciencias de todos los seres evolucionando en el planeta recuerden la memoria luz de su Ser Eternal, de su presencia divina. Ahora los dragones empiezan a moverse en cíérculos: es la Danza del Dragón. Se mueven en cíérculo emitiendo el aliento dracoé nico; y continuan con maé s movimiento batiendo sus alas, todos movieé ndonos a un ritmo armoé nico. Empezamos a generar un poderoso anillo de luz dorada mientras giramos en torno al Planeta Tierra; somos los Seres Eternos, los seres sin tiempo, los dragones sin edad, los dragones atemporales danzando en el universo, en puro amor para nuestra tierra. El cíérculo comienza a moverse maé s y maé s raé pido, lo cual requiere maé s y maé s concentracioé n. Empezamos a girar vertiginosamente, creando toda una esfera que cubre completamente al Planeta Tierra; es una esfera dorada, impecable, perfectamente sellada, donde ninguna energíéa negativa puede entrar jamaé s; el poder del Dragón Dorado ha quedado instaurado como el campo protector de todo el Planeta Tierra, para que dentro de ella germine la luz del Nuevo Tiempo Planetario y el poder de nuestro Ser Críéstico Solar-Dorado en plena manifestacioé n; para poder vivir en plena armoníéa, en paz y libertad, con creatividad, respeto, cooperacioé n y unicidad. Que todo este poder quede instaurado para nuestro propio bien y el bien de todos los seres del planeta, para que el Planeta Tierra retorne a su capacidad original de ser un planeta paraíso, un planeta luz, un planeta de dioses vivientes; donde reine el libre albedrio, en alineacioé n armoé nica y perfecta con la luz eterna del Creador. Respiramos y decimos todos juntos: “Que así sea, así es, hecho está”. Respiren. “Que así sea, así es, hecho está”. Respiren. “Que así sea, así es, hecho está”.
¡¡HUN HUNÁB KÚ!!