Partidos Políticos Modernos
Introducción
Los Partidos Políticos son una asociación de individuos unidos por ideas comunes y que persiguen como meta alcanzar el control del gobierno para llevar a la práctica esas ideas. Pueden crearse y actuar libremente dentro de las normas constitucionales. Es común, especialmente en los países latinos, que los partidos políticos cumplan un “ciclo”. Nacen, crecen, algunos llegan al poder y luego declinan en un lapso de algunas décadas. En la democracia, toda la vida política gira en torno de los Partidos Políticos. Los funcionarios del gobierno son elegidos exclusivamente de las listas presentadas por los partidos, y no se puede votar por nadie que no figure en ellas. Llegado al gobierno, la acción del partido debe responder a lo prometido en la campaña electoral, debe hacer en beneficio de todo el pueblo, buscando el Bien Común de todos los habitantes. Los partidos opositores tienen la importante función de ser leales controles del partido gobernante, de modo que su oposición se base en la búsqueda del bien del país. El tipo de organización y de prácticas internas de un partido político es un límite muy claro para cualquier intento de abandonar los principios fundadores de la institución. El vínculo que existe entre la sociedad y los partidos políticos también es un elemento que refuerza la tradición partidaria. Los partidos políticos constituyen sus bases sociales por medio de la exposición de sus ideas y de sus programas. El presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer los orígenes de dos grandes partidos políticos que surgieron a fines del siglo XIX y principios del XX, como lo son el partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista, se hará una recopilación acerca de su surgimiento y formación también todos sus aspectos, medidas, contexto político, social y económico y como influyeron cada una de estas medidas.
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Según la opinión de diversos pensadores, el siglo argentino se inicia en 1880 debido a la gran cantidad de transformaciones que vivió nuestro país. Entre ellas se nombran las siguientes:
Se consolida la inserción del país en el mercado mundial de carnes y grano bajo el modelo agroexportador.
La población urbana empieza a ser varias veces mayor que las del campo.
Se construyen miles de kilómetros de vías férreas que comunican el puerto de Bs As con el resto del país.
Llegan a nuestro país ciento de miles de inmigrantes provenientes de Europa.
Bs As se transforma en el centro cultural más importante de todo el continente americano.
En 1889 se produjo una crisis financiera. Como ya dijimos anteriormente se aumentaron las exportaciones y como consecuencia se habían incrementado desmesuradamente los gastos a tal punto que era imposible afrontarlos. La emisión moneda ocasiono la devaluación del peso frente al oro. Esta crisis fue uno de los causantes de la revolución de 1890. Los oligarcas de turno consideraron prudente evolucionar en el aspecto económico. Por esta razón impulsaron la llegada del capital extranjero al país a pesar de los riesgos que esto podía acarrear. En cuanto a la política, se renovó el sistema jurídico para adaptarlo a la nueva sociedad que se estaba formando en Argentina; además pretendían eliminar la influencia de la Iglesia sobre el Estado a fin de que el poder de éste quedara solamente en manos de la oligarquía. Sin embargo, el diseño político del estado no estaba preparado para semejante cambios. Las elecciones no eran limpias y estaban frecuentemente rodeadas de denuncia de fraudes y disputas violentas en los centro de votación. El acceso al poder, las libertades políticas, estaban reducidas a un pequeño núcleo de familias, en su mayoría terratenientes, que conformaban “la oligarquía”. El naciente movimiento obrero conformado por inmigrantes de múltiples nacionalidades, recibió como respuesta a sus demandas Ley de Residencia, mediante la cual se los podía expulsar del país si participaban en mítines políticos-sindicales.
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La política oligárquica estaba hegemonizada por las familias tradicionales y el partido autonomista tradicional (PAN). La clase dirigente llevaba al pie de la letra la enseñanza del liberalismo argentino: “el pueblo no estaba preparado para gobernar”. Para que hubiera alguna libertad civil era necesario que las libertades políticas restringidas las ejerzan quienes estaban capacitadas para las mismas. La exclusión del goce de las libertades políticas de gran parte de la población dio origen a tres nuevos partidos:
La Unión Cívica Radical, fundada en 1891 por Leandro Alem e Hipólito Irigoyen.
El Partido Socialista, fundado en 1896, liderado por Juan B. Justo.
El Partido Demócrata Progresista, fundado 1914 y liderado por Lisandro de la Torre.
Historia del Partido Socialista Según el autor Felipe Pigna analiza y describe que la corriente socialista estuvo en un primer momento representado por el periódico El Obrero, dirigido Germán Ave Lallemant. Paralelamente existían otros centros socialistas de inmigrantes, el más importante llego a ser el Club Vorwärts de expatriados alemanes que introdujeron el pensamiento marxista en Argentina. En abril de 1894 el doctor Juan Bautista Justo fundó el periódico socialista La Vanguardia., junto a un grupo de compañeros de ideas entre los que se contaban Augusto Kühn, Esteban Jiménez e Isidro Salomó. Para afrontar los gastos, Justo vendió el coche que utilizaba en sus visitas de médico y empeñó la medalla de oro que le había otorgado la Facultad de Medicina. En su primer editorial escribía: “hay que construir una alternativa política al pillaje y la plutocracia. Los Pereyra, los Unzué, los Udaondo, tan ricos que no tendrían por qué robar, son hoy los preferidos para los altos puestos públicos por los otros ricos, cuya única aspiración política es que sus vacas y ovejas se multipliquen sin tropiezos.” Dos años después Justo fundaba el Partido Socialista, que así se presentaba en sociedad su manifiesto. 8 de marzo de 1896 se ha convocado a elecciones, el Comité resuelva la primera concurrencia electoral “con candidatos propios, no aceptando coaliciones con los partidos burgueses”. Obtiene 138 votos. La lista ha estado integrada por Juan B. Justo, médico; Adrián Patroni, pintor; Juan Scheafer, zapatero; Germán Ave Lalleman, ingeniero; Gabriel Abad, foguista. 3
Inmediatamente después de las elecciones es convocado el primer Congreso que aprobó los Estatutos, la Declaración de Principios y el Programa Mínimo. Se realizó en el local del Worwaerts. Así desde el movimiento obrero, impulsado por éste, nacía el Partido Socialista. Por entonces, los anarquistas, que negaban la legitimidad a toda acción política, competían con el Partido Socialista por la adhesión de los trabajadores. Constituido el partido, incrementado el número de organizaciones gremiales de trabajadores, planteada “la cuestión social”, como se la llamaba, la reacción no se hizo esperar. En noviembre de 1896, la Unión Industrial Argentina, que agrupaba a los poderosos industriales del país -casi totalmente extranjeros- se dirigió al Poder Ejecutivo Nacional proponiendo una ley de expulsión de extranjeros a efecto de que “se destierre a los perturbadores del orden social” y “no se acepten las exigencias pedidas colectivamente por los obreros de uno o más talleres”. En junio de 1899 la proposición de la UIA fue retomada por el Senador Miguel Cané, y su proyecto se concretó, en 1902, como Ley 4.1444 años más tarde, en junio de 1910, esa “ley de residencia” -ley anti argentina, la bautizó Carlos Sánchez Viamonte- fue completada por la 7.029 denominada “ley de defensa social”. Por aquellos años Justo, en conferencias critica la postura de Marx y trajo a la discusión a pensadores clásicos como Kant y Hegel, los cuales, más allá del rigor con que fueron comentados, resultaron escasamente vistos en el medio. Por añadidura, el mismo Justo se permite cuestionar, en cuyo caso cumplió una labor de revisionismo similar a la que llevaron a cabo Bernstein o Kautsky, en forma previa o simultánea a ellos. El socialismo argentino adhería a la corriente iniciada por Eduardo Bernstein, conocida como “revisionista” ya que se proponía revisar las ideas de Marx y Engels a la luz a los acontecimientos posteriores a la publicación de los libros básicos de los padres del socialismo científico. Estas ideas de Justo se asemejaban a las de una de las figuras más notables de la izquierda de la época, Jean Jaurès –con quien tomó contacto en Copenhague en 1910, durante un congreso socialista y lo invitó a viajar a Buenos Aires–. Jaurès se oponía a la acción violenta y proponía la organización metódica y legal de sus propias fuerzas bajo la ley de la democracia parlamentaria y el sufragio universal. Decía textualmente: “No es por el hundimiento de la burguesía capitalista sino por el crecimiento del proletariado por lo que el orden socialista se implementará gradualmente en nuestra sociedad.” Si bien el Partido se definía como obrero, la mayoría de sus cuadros provenían de los sectores medios urbanos. Eran médicos, abogados, trabajadores especializados. 4
Para las elecciones del 13 de marzo de 1904 se aplicó el sistema electoral uninominal por circunscripciones. El candidato del partido por la circunscripción cuarta, La Boca, fue Alfredo Lorenzo Palacios, afiliado desde el 1 de septiembre de 1901. Obtuvo 830 votos y fue elegido Diputado Nacional, el primer diputado socialista de América. El ingreso de Alfredo L. Palacios al Congreso Nacional significó una verdadera revolución de las costumbres parlamentarias, empezando por la modificación de la fórmula del juramento. Sólo lo hizo por la Patria. Llegó en carro y lo acompañaron los obreros, que ingresaron a la barra y cantaron canciones proletarias. El 9 de mayo de 1904 habló por primera vez: “Traigo los agravios de la clase proletaria…”. Así inició la legislación del trabajo y la legislación protectora de mujeres y menores que constituirá parte importante de la gran obra parlamentaria del Partido Socialista. La segunda escisión fue la de los “sindicatos revolucionarios”, inspirados en George Soler y Antonio Labriola y que tuvo como introductores en nuestro país a Gabriela L. de Conti y Julio A. Arraga. El sindicalismo revolucionario hizo rápidamente pie en el seno del partido, especialmente entre los dirigentes gremiales y llegó adelante una acción de oposición al parlamentarismo, que desarrolló durante los años 1903, 1904, 1905 y de apoyo a la lucha estrictamente sindical. En el séptimo Congreso, reunido en Junín del 12 a 15 de abril de 1906, se los invitó, por 882 votos contra 222, a que se constituyeran en “un partido autónomo a fin de realizar la comprobación experimental de su doctrina y táctica”, lo que así hicieron. Palacios había sido elegido diputado por cuatro años, esto es hasta 1908. En las elecciones de 1906 el partido obtuvo 2136 votos, en las de 1908 los votos fueron 7462 y 5505 y llegaron a 7945 en las elecciones de 1912, las primeras bajo el sistema de Luis Sáenz Peña, el partido obtuvo dos bancas parlamentarias que ocuparon en la Cámara de Diputados, Juan Bautista Justo y Alfredo Lorenzo Palacios. Un año más tarde, en 1913, 46.376 votos incorporaron a Mario Bravo y a Nicolás Repetto a la Cámara de Diputados y a Enrique del Valle Iberlucea al Senado de la Nación; éste fue así el primer senado socialista de América. Palacios no se había caracterizado nunca por la disciplina partidaria. Apenas ingresado había polemizado con Justo en torno a la formación de Centros Obreros Liberales- que Palacios propugnaba- para oponerse a los Centros Obreros Católicos. Más tarde fue el problema de los duelos y su concepto del honor. 5
El Congreso Constituyente del partido había tratado el tema y establecido la prohibición a los afiliados para batirse a duelo, bajo pena de expulsión. En 1914, el XII Congreso realizado en Rosario consideró la propuesta de tener por separados de hecho a quienes se batieran, pero fue rechazada por 2.050 votos contra 1.770 e inmediatamente suprimida toda referencia al tema en los estatutos. Luego, un voto general restableció el artículo. Cuando Alfredo L. Palacios se alejó del Partido Socialista, en 1915, después de que le fuera negada la apelación que presentó ante la agrupación, decidió también renunciar a su banca de diputado nacional.
El 21 de octubre de 1930 el Partido Socialista lo invitó a reincorporarse nuevamente a sus filas. Apenas lo hizo, fue preso, pues acababa de instalarse la dictadura de José Félix Uriburu. Dos años más tarde, el voto popular lo proclamaría Senador de la Nación. Como se ha podido ver, las escisiones en el Partido Socialista han obedecido siempre a problemas ideológicos y de táctica. En esa denominación también encajan los denominados “socialistas obreros”, escisión producida después de XXII Congreso de Santa fe de los días 24-27 de mayo de 1934. Sin embargo esa escisión no se efectivizó hasta 1937. Los disidentes procuraban insuflar nueva vida a la tendencia obrera y combativa de un partido que juzgaban excesivamente anquilosado. El Partido Socialista Obrero tuvo poca vida y sus integrantes o volvieron al antiguo redil o ingresaron al Partido Comunista. La Segunda Guerra Mundial colocó al país en la ineludible situación de afrontar su industrialización, dedicados sus tradicionales proveedores a la fabricación bélica. La mano de obra no fue provista por la inmigración sino en ínfima medida y con posterioridad a la guerra. El gran aporte lo produjo la más grande migración interna, verdadero éxodo rural de la población trabajadora del interior de la República, que se volcó sobre la Capital Federal y su cordón industrial en busca de ocupación permanente, de salarios justos y de mejores condiciones de vida. Los partidos tradicionales no comprendieron las consecuencias políticas que este fenómeno implicaba, y creyeron que la sociedad política argentina podía dividirse entre democráticos y autoritarios, o entre partidarios locales de los “aliados” o del “Eje”. El peronismo, en cambio, descubrió lo que la situación tenía de nuevo y ofreció una alternativa política a los nuevos sectores trabajadores. De ese modo, muchos dirigentes gremialistas socialistas, e
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incluso militantes antiguos, emigraron hacia el peronismo, mientras el partido se enrolaba abiertamente en el anti peronismo. Mujeres Socialistas: Un puñado de mujeres que se lanzaron a producir revistas, entre principios del siglo XX y la ampliación de la ciudadanía política, y dar a conocer sus puntos de vista. Estas revistas fueron publicadas en la ciudad de La Plata y en la de Buenos Aires, y su característica común es que sus directoras fueron mujeres. Nos referimos a Nosotras (1902) y a La Nueva Mujer (1910), publicadas en la ciudad platense, y a Unión y Labor (1909), Nuestra Causa (1919), Vida femenina (1934) y Ciudadanas (1956), editadas en Buenos Aires. Todas ellas fueron gestadas en el seno del partido socialista o dentro de organizaciones de librepensadores. La intervención pública de estos grupos femeninos fue, generalmente, a través de la búsqueda de igualdad con los varones en términos políticos y sociales. Surgió en 1902, el Centro Socialista Femenino (CSF) destacándose en él las figuras de Fenia, Adela y Mariana Chertkoff, promoviendo los derechos de las mujeres y los niños, orientando también su labor al campo de la pedagogía. El CSF tuvo una gran actuación en la lucha por los derechos de las obreras, impulsando el divorcio y la educación laica con la creación de establecimientos de enseñanza paralelos a la educación formal. El Centro impulsó la primera ley de trabajo femenino e infantil. Una socialista de origen francés, Gabriela Lapetrière de Coni fue artífice del proyecto de protección de las mujeres trabajadoras y de los niños, cuya sanción se debió a la iniciativa de Alfredo Palacios en 1907. Se planteaba ya en esa época la necesidad de reforzar los ingresos de las familias proletarias con asignaciones que permitieran un digno sostenimiento (estas demandas fueron recepcionadas durante el Estado de Bienestar). El CSF fue uno de los propulsores del Primer Congreso Femenino de mujeres universitarias en 1910. Otro grupo de mujeres socialistas fue Unión y Labor, surgido hacia 1907 para dar vida a la Casa del Niño, a fin de auxiliar a la infancia con problemas. Una de las figuras regentes fue Sara Justo, la hermana de Juan B. Justo. En la ciudad de La Plata, Justa Burgos Meyer fue miembro titular del secretariado local del partido en 1904. En la misma línea, la Unión Gremial de Trabajadores (UGT) crea la Unión Gremial Femenina. En diversos lugares del interior, la adhesión de grupos femeninos fue muy atrayente debido a la labor pedagógica y la prédica por la igualación de 7
derechos que realizaba el PS. Así, surgían por doquier asociaciones femeninas identificadas con los principios socialistas, y debe decirse que no fueron pocas las veces en que feminismo fue sinónimo de socialismo. Hacia 1913, Fenia Chertkoff y otras adherentes socialistas dieron vida a la Asociación Biblioteca y Recreos Infantiles que perduró hasta poco después de 1930, destinada a completar la tarea educativa de la escuela pública. Las organizaciones impulsadas por Alicia Moreau tuvieron centralmente que ver con la lucha por el sufragio. Junto a Enrique del Valle Iberlucea, estuvo al frente de la Revista Humanidad Nueva, ligada a la acción del Ateneo Popular, cuyo objetivo era elevar intelectualmente a la clase obrera. Del Valle Iberlucea defendió la mejoría de la condición de las mujeres obreras, a quienes veía como las más explotadas junto con los niños. Para reglamentar esa forma de contrato presentó iniciativas desde su banca en el Senado en 1913 y 1915, que fueron la base de la ley sancionada en 1918. En ese mismo año presentó el proyecto de igualación jurídica que revocaba la norma del Código, y también otro proyecto sobre divorcio vincular que contenía aspectos muy amplios.
Alfredo Palacios representó con mucha convicción la lucha por el mejoramiento de la condición de las mujeres. Fue el autor de la primera ley de protección de trabajo femenino y se le deben iniciativas de reforma del Código Civil para igualar la condición de las mujeres presentadas en 1907, 1913 y 1915. Alicia Moreau nació en Londres en 1885 como la menor de tres hermanos. En 1890 Alicia y su familia emigraron a la Argentina, en 1902, tomo contacto con las hermanas CHertoff, fundadora del Centro Socialista Femenino. Y las acompaño en la Asociación Pro-Educación Laica que se organizó en Morón en 1903 y en la tarea de abrir biblioteca popular y jardines maternales. En 1906, cuando contaba con 21 años, Alicia Moreau fundó el Movimiento Feminista. Durante la celebración del Congreso Internacional del Libre Pensamiento, que se realizó en Buenos Aires, y en donde entrego un informe titulado Educación y Revolución. Desde su juventud luchó por superar los prejuicios, la explotación y la opresión del capitalismo sobre las mujeres trabajadoras. Según sus propias palabras, “el Partido Socialista fue el único que desde el principio abrió sus puerta a la mujer otorgándole igualdad de derechos.”
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Sus destacadas amigas fueron las hermanas Chertkoff (mujeres socialistas rusas, docentes y artistas) entre otras, Belén de Zárraga (inmigrante, en tiempos del Frente Republicano y Antifranquisista). Otras de las pioneras fue Julieta Lanteri quien tras un juicio logro su carta de ciudadanía y que se inscribiera n el padrón municipal en 1911. Se convirtió en la primera mujer de toda Sudamérica en ejercer el derecho al voto en las elecciones municipales celebradas el 26 de noviembre de aquel año. Otro grupo de mujeres socialistas fue l Unión y Labor, surgido hacia 1907 para dar vida a la Casa del Niño, a fin de auxiliar a la infancia con problema. Una de las figuras regentes fue Sara Justo, la hermana Juan B. Justo. En la ciudad de La Plata, Justa Burgos Mayer fue miembro titular del secretariado local del partido en 1904, la Unión Gremial de Trabajadores (UGT) crea la Unión Gremial Femenina. En diversos lugares del interior la adhesión de los grupos femeninos fue muy atrayente debido a la labor pedagógica y la predica por la igualación de derechos que realizaba el PS. Así, surgían asociaciones femeninas identificadas con los principios socialistas, y debe decirse que no fueron pocas las veces en que el feminismo fue sinónimo de socialista. Estos partidos empezaron a luchar por la ampliación de las libertades políticas, la transparencia electoral y por el sufragio universal secreto y obligatorio. Partido Demócrata Progresista
Fundación Lisandro de la Torre a su vuelta al país luego de un viaje por Europa y Norteamérica trajo nuevas ideas respecto a la práctica política, al llegar las elecciones tuvo oportunidad de plasmar su ideario y formó un conglomerado político denominado “Liga del Sur”, en 1908, en 1914 diversos representantes se reunió para formar el PDP. El 14 de diciembre se realizó la reunión constitutiva en el Hotel Savoy de Buenos Aires. Lisandro de la Torre fue elegido presidente del nuevo partido, acompañado por Joaquín V. González, Indalecio Gómez, Carlos Ibarguren, José M. Rosa, Alejandro Carbó, Carlos Rodríguez Larreta, Mariano Demaría y otros.
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Biografía: El historiador Felipe Pigna nos cuenta la biografía de Lisandro de la Torre de la siguiente manera: Nacido en Rosario el 6 de diciembre de 1868. Su padre, Don Lisandro, había comenzado a amasar una fortuna como comerciante y la consolidó como estanciero. Su madre, doña Virginia Paganini, culta y enérgica, hablaba a la perfección el francés e intentaba que en la casa de los De la Torre se hablaran las dos lenguas con soltura. La conflictiva vida de Lisandro registra su primer incidente muy precozmente: en la pila bautismal. El cura Pantaleón Galloso, un conservador que se había negado a casar a una pareja porque habían contraído matrimonio civil, se negó a bautizar al pequeño porque su nombre no figuraba en el santoral. Los padres insistieron y finalmente acordaron llamarlo Nicolás Lisandro. Cursó sus estudios primarios y secundarios en Rosario y al egresar del Colegio Nacional, se trasladó a Buenos Aires para estudiar derecho. Hay que destacar como lo menciona la historiadora Zaida Lobato, sus inicios se dieron en ese lugar intelectual que inicia en sus estudios universitarios, unido en un primer momento al radicalismo. Graduado a los veinte años con su tesis “Gobierno Municipal”. Regresa a Rosario y toma contacto con los políticos opositores al gobierno Juárez Célman, que pronto confluyeron en la formación de la Unión Cívica en 1889. En julio de 1890, se trasladó a Buenos Aires y participó activamente junto al sector de Leandro N. Alem en la Revolución del Parque. La escritora Lobato, explica que va estar en contra de las revoluciones armadas, pero que si participa activamente en los movimientos que iban estallar en Rosario. Tras la derrota de la Revolución, De la Torre apoyó a Alem, participó en 1891 en la conformación de la Unión Cívica Radical y fue el puntal del nuevo partido en la provincia de Santa Fe. Durante la revolución radical de 1893, el alzamiento de los hombres de Alem contra el fraude y la corrupción del régimen, Lisandro fue el jefe de operaciones en su provincia natal. Junto a un grupo de correligionarios se apoderó de la jefatura de policía de Rosario y avanzó con sus fuerzas, incrementadas por el apoyo popular hacia la Capital de la provincia, donde llegó a proclamarse a don Leandro como presidente del nuevo gobierno revolucionario. Pero en el resto de las provincias sublevadas, los revolucionarios fueron derrotados. Al quedar aislados, los radicales de Santa Fe debieron deponer su actitud.
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El espíritu siempre inquieto y cuestionador de la Torre, lo llevó a preguntarse si habían empleado el método correcto. Necesitaba tiempo para escribir y pensar y se retiró a administrar un campo que le había regalado su padre. Pero el retiro voluntario duró poco. A fines de 1895, Aristóbulo del Valle, el otro referente de los cívicos, lo convocó a Buenos Aires para dirigir un nuevo periódico, El Argentino, destinado a levantar un movimiento electoral contra la candidatura de Roca. De la Torre encaró la tarea con entusiasmo. Pero en enero de 1896, Del Valle murió inesperadamente y en julio del mismo año Alem se suicidó. El radicalismo quedó mutilado. De la Torre propuso una alianza con los Mitristas para derrotar a Roca pero se encontró con la firme barrera del nuevo líder radical, Hipólito Irigoyen, y decidió apartarse de las filas radicales en estos términos: "El Partido Radical ha tenido en su seno una actitud hostil y perturbadora, la del señor Yrigoyen, influencia oculta y perseverante que ha operado por lo mismo antes y después de la muerte del Doctor Alem, que destruye en estos instantes la gran política de la coalición, anteponiendo a los intereses del país y los intereses del partido, sentimientos pequeños e inconfesables" . Se declara inti-yrigoyenista, de competencia. Su indignación con la política de Yrigoyen lo llevó a retar a duelo al sobrino de Alem. Yrigoyen no sabía duelo y contrató a un profesor para la ocasión. De la Torre, en cambio, era un experto. El encuentro se concretó el 6 de septiembre de 1897 y duró más de media hora al cabo de la cual, paradójicamente, De la Torre presentaba heridas en la cabeza, en las mejillas, en la nariz y en el antebrazo, mientras que Yrigoyen resultó ileso. A partir de entonces, De la Torre comenzará a usar su barba larga para disimular las marcas de aquella disputa con Don Hipólito. Eduardo Rinesi, lo define que se puede entender el momento como metafóricamente como el estilo político de Leandro de Alem y el estilo político de Aristóbulo del Valle. Leandro de Alem seria Yrigoyen, Aristóbulo del Valle, señorito aristócrata, liberal y progresista, fuertemente des comprometido de los fenómenos de masa seria Lisandro de la Torre. Tras el duelo y la ruptura con la nueva conducción radical, De la Torre volvió a Rosario y fundó un nuevo diario: La República, desde donde expondrá sus ideas, cada vez más distanciadas de las de Yrigoyen. De la Torre irá abriendo un nuevo espacio político a la derecha del socialismo y a la izquierda de los conservadores, que se plasmará en 1908 en la conformación de un nuevo partido político: la Liga del Sur. El movimiento surgía para defender los intereses de los departamentos sureños de la provincia de Santa Fe olvidados 11
por los sucesivos gobiernos provinciales. De la Torre pronunció un enérgico discurso en el acto de proclamación de "la Liga", definiéndola como "un acto de protesta y de defensa propia contra la absorción irritante y expresión de fe en las propias actitudes para realizar los fines del gobierno libre. Así surge a la escena esta poderosa agrupación popular. La Liga del Sur no es la liga del sur contra el norte; la Liga del Sur es la concentración de voluntades de los habitantes del sur en defensa de su autonomía y en contra del localismo absorbente de la ciudad capital. Mañana podrá existir la Liga del Norte con la misma bandera". Tanto Roy Hora y Lobato, lo definen como liberal político reformista. La ley de Sáez Peña sancionada el 10 de febrero de 1912 de voto universal, secreto y obligatorio y aplicado por primera vez en las elecciones de gobernadores y diputados provinciales en la provincia de Santa Fe en abril de ese año. Lisandro es electo diputado nacional por la Liga del Sur y presenta numerosos proyectos de ley, proyectando su figura a nivel nacional. Propone crear una alternativa política de centro derecha y así nace el Partido Demócrata Progresista el 14 de diciembre de 1914. Lisandro de la Torre es electo candidato a Presidente. Intenta tener el apoyo de los conservadores pero estos desconfían de él por su paso por el radicalismo y su amistad con Alem y le niegan su adhesión. El triunfo es para su adversario Hipólito Yrigoyen. En 1922 las elecciones producen el recambio electoral, Marcelo Torcuato de Alvear, y Lisandro de la Torre es diputado nacional. Y desde su banca promueve proyectos de ley tanto como para fomentar las cooperativas como para la expropiación de los frigoríficos extranjeros. De la vida privada del poco se conoce, incluso dentro de sus amistades más cercanas, solo mantiene una amistad con su compueblana Elvira Aldao de Diaz. Se retira luego a su estancia en Córdoba, nuevamente es llamado en 1929, por su viejo amigo general Uriburu, para derrocar el gobierno de Yrigoyen, este rechaza su propuesta. Considerándolo más peligroso que este. Origen del nombre El nombre «demócrata progresista», tras un debate entre los dirigentes respondía a la composición del partido, por un lado estaban los que creían en la democracia y querían profundizarla y por otro los que pensaban, los primeros eran los demócratas y los segundos los progresistas.
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Proyecto político El Partido Demócrata Progresista intentó conformar un espacio político renovado para la acción del campo liberal, profundamente afectado por la sanción del voto secreto y el fin de la hegemonía del roquismo, integrando diez partidos provinciales; sin embargo, el importante Partido Conservador de Buenos Aires, dirigido por Marcelino Ugarte y el Partido Provincial de Santiago del Estero, de Victorino de la Plaza, no se integraron al PDP.
Programa En septiembre de 1915 se publicó la plataforma del PDP, redactada por Carlos Ibarguren, que políticamente quería consolidar el régimen electoral en lo constitucional, buscaba mayor autonomía para los estados federales y transformar en provincias los territorios nacionales. Su autor, analizando el programa, dijo que la tendencia descentralizadora era el mayor mérito y la cualidad característica e inconfundible del partido. En el programa se declaraba:
“(el PDP) Es pacifista en materia internacional; autonomista y democrático en política general; proteccionista en materia económica; mutualista, cooperativista y previsor para la asistencia de las masas trabajadoras en política social; innovador en la legislación jurídica. Al centralismo ejercido desde la metrópoli por el poder nacional, oponemos una marcada tendencia descentralizadora en la política, en el gobierno, en la administración, en las municipalidades, procurando desenvolver la capacidad de las provincias para el real ejercicio de su autonomía”.
Los puntos más destacados aluden al impulso a la salud pública y a la situación laboral, social y legal de los trabajadores, mujeres y niños, y a la mayor participación del Estado en el control y en la potenciación de la economía, así como a la necesidad de profundizar en el proceso abierto de sustitución de importaciones.
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Materia Social Desde el punto de vista social, se pretendía incrementar el papel del Estado en los temas de Salud Pública, así como en lo referente a la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores (construcción de casas baratas, promoción en todo el país de una legislación del trabajo ajustada a las peculiaridades de cada región, que amparara la salud y el descanso del trabajador: reglamentación del trabajo de las mujeres y los menores; prevención de accidentes y enfermedades del trabajo; reglamentación higiénica de fábricas y talleres y del trabajo a domicilio; creación de tribunales de conciliación mixtos de patrones y obreros y organización de la asistencia social.
Economía En lo económico, se insistía en el respeto de la situación actual de la industria y en el fomento de "la explotación y el aprovechamiento industrial de los productos naturales del país, para que puedan substituir con ventaja a los similares extranjeros". Se trataba de proteger por igual el capital invertido en la industria y el comercio y de fomentar la radicación de nuevos capitales extranjeros. Los tratados de comercio debían ser revisados para "mejorar las condiciones de penetración de nuestros productos en los mercados extranjeros", para lo cual se debería fomentar el desarrollo de una marina mercante argentina y de las exportaciones. El proteccionismo limitado no implicaba el cierre de las fronteras, ni la búsqueda de autarquía y, por el contrario, pretendía expandir las exportaciones. El fomento de nuevas industrias también serviría para impulsar el progreso económico del interior. Se abogaba por una legislación sobre el petróleo, que sirviera de base al sector y defendiera los intereses vinculados a ella. Otro punto pedía la revisión "científica" del régimen impositivo. El impuesto debía recaer "con preferencia sobre la riqueza adquirida y los beneficios de la producción, a fin de alivianar las cargas que pesan sobre los consumos y artículos de primera necesidad". Se gravaría el ausentismo. El régimen bancario debía regular la circulación y el cambio y difundir el crédito en beneficio del trabajo y la producción.
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Agricultura En lo referente a la agricultura, el PDP era partidario de la sanción de una ley que permitiera al Estado la compra a particulares de campos, ubicados en zonas fértiles y próximas a puertos y ferrocarriles, que deberían venderse fraccionados a los agricultores a largo plazo y a bajos tipos de interés. También se muestra favorable a la colonización agrícola en tierras fiscales, mediante la adquisición de las propiedades por los colonos, con largos plazos.
Administración En lo referente al gobierno y la administración, se propone la contención del gasto público y la potenciación del presupuesto como herramienta de los ingresos y gastos del Estado, así como la reorganización de la administración pública. La educación era un tema central y se proponía: el aumento del número de escuelas en proporción mayor al crecimiento de la población escolar; cursos nocturnos gratuitos para obreros y fomento de la enseñanza profesional para ambos sexos; reforma de la legislación escolar, reduciendo el centralismo y los poderes del Consejo Nacional de Educación y transfiriendo sus facultades en materia de educación primaria a las municipalidades; ley de magisterio que asegure la estabilidad de los maestros y transformación de los institutos de altos estudios provinciales en universidades nacionales.
Ejército En materia militar, el PDP tenía como principal objetivo la preservación de la paz, para lo cual proponía mantener un Ejército y una Marina de Guerra adecuada a los recursos del país y en función de su situación geográfica, cuya base sería el servicio militar obligatorio. La planta orgánica de las instituciones militares la establecería el Congreso y la doctrina militar un Consejo de Defensa Nacional. Se reformaría el Código de Justicia Militar en armonía con el sistema de reclutamiento.
Poder Judicial Sobre el Poder Judicial pedían la reforma de la legislación penal en base a la individualización de las penas, condenas condicionales, registro de reincidentes, libertad condicional, unificación de la legislación criminal y 15
correccional, organización de patronatos para penados que hayan cumplido la condena, leyes especiales para menores delincuentes y creación de tribunales especiales para ellos, ley de contravenciones. El partido se instaló con fuerza en el sur de la provincia de Santa Fe y en Rosario. En 1921 el PDP participó en la reforma de la Constitución de la provincia de Santa Fe influyendo en su contenido progresista, en el que se garantiza la estabilidad del empleo público, la jornada máxima, el salario mínimo, la vivienda obrera, el descanso dominical, la promoción de colonias agrarias y el desaliento del latifundio, etc. La constitución fue desconocida por el radicalismo. Desde 1912 en la provincia de Santa Fe se suceden gobiernos radicales, mientras tanto el PDP afirma sus rasgos de partido de oposición con una interesante participación parlamentaria, un fuerte peso en la zona sur de la provincia y un alto protagonismo en el debate político ideológico que caracteriza a la política santafesina en los primeros años de la década del veinte.
Conclusión:
Luego de la investigación pertinente, se ha llegado a la conclusión de la importancia de la formación de estos partidos políticos como lo son el Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista, su influencia en los ámbitos económicos, sociales y políticos han dejado una huella en la historia de la República Argentina que aún perduran, si bien no siempre se ha conseguido obtener los resultados esperados las ideologías de sus exponentes se han plasmado en actos, organizaciones y gremios en defensa de los obreros, las clases sociales más bajas, pero también favoreciendo y estimulando las instituciones democráticas que son un pilar muy importante en un país como lo es Argentina en la actualidad.
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