El papel de las evaporitas en la formación de gemas durante el metamorfismo de las plataformas de carbonato: una revisión. Las inclusiones minerales y fluidas atrapadas por las piedras preciosas durante el metamorfismo de las sucesiones de la plataforma de carbonato son marcadores preciosos para la comprensión de la génesis de las gemas. La naturaleza y la composición química de las inclusiones resaltan la contribución principal de las evaporitas a través de la disolución o fusión, dependiendo de la temperatura de formación de esquisto verde a facies de granulita. Los fluidos son salmueras de NaCl altamente salinas que circulan en un sistema abierto en las facies de esquisto verde (esmeraldas colombianas y afganas) y con interacciones metasomáticas fluido-roca grandes, o fluidos sulfurosos (rubí, tsavorita granate, tanzanita zoisita y lapislázuli) o sales fundidas formadas en un sistema cerrado con baja movilidad de fluidos (rubí en mármol) en las condiciones de facies de anfibolita a granulita. Estos fluidos ricos en fluoruro de cloruros de fluidos ricos en carbonato eliminaron los metales esenciales para la formación de gemas. A alta temperatura, los aniones SO42-, NO3-, BO3- y F- son potentes fundentes que reducen la temperatura de los líquidos iónicos ricos en cloruros y flúor. Proporcionaron transporte a una distancia muy corta de aluminios y / o metales silícicos y de transición que son necesarios para el crecimiento de las gemas. En resumen, los modelos genéticos propuestos para estas gemas ornamentales y de alto valor subrayan la importancia del metabolismo de evaporadores para las plataformas de carbonato continentales y enfatizan la potencia química que acompaña al metamorfismo a temperaturas moderadas a altas de protolitos ricos en materia evaporítica y ricos en materia orgánica para formar minerales gema. INTRODUCCIÓN Los criterios clásicos de clasificación de la calidad para las gemas se basan en la claridad, el color, la cara y el corte. Estos cuatro criterios "C" dependen de las condiciones geológicas, físicas y químicas durante el crecimiento de las piedras preciosas. La formación de gemas de colores requiere la existencia de cuatro condiciones: (1) un fluido parental emitido por el ambiente huésped-roca-ambiente o por las corrientes de fluido exótico, (2) una superficie de semilla y suficiente espacio para el crecimiento del cristal, (3) la incorporación de rastros elementos del fluido parental en la célula de la unidad de la mina y (4) la ausencia de deformación cristalina interna durante y después del crecimiento. El color y la transparencia marcarán la diferencia entre un espécimen mineralógico y una gema. Los cromóforos son principalmente metales de transición tales como Ti, V, Cr, Mn, Fe y Cu que tienen aproximadamente el mismo radio atómico que los elementos principales sustituidos del mineral. Por otro lado, la calidad óptica excepcional de las piedras preciosas hace que el objetivo principal sea elegir el estudio de las inclusiones solidarias y fiduciarias (FI) durante su crecimiento, y en ocasiones estas son excelentes huellas geológicas y geográficas (Giuliani et al., 2014a). Este trabajo se centra en gemas metamórficas y gemas ornamentales como las margas colombianas y afganas, mármoles rubí en el centro y sudeste asiático, granate rico en vanadio bruto, es decir, tsavorita y zoisita rica en vanadio, llamada tanzanita, de Tanzania, Kenia y Madagascar, y lapislázuli en mármol y / o rocas de silicato de calcio de Afganistán (Fig. 1). Estudios previos destacaron características comunes especiales: (i) la presencia de halita, sulfatos y minerales ricos en Cl, Na, Mg, B y F; y (ii) el atrapamiento de FI de alta salinidad (± carbónico) o de FI de CO2-H2SS8 (Roedder 1963, Giuliani y otros 1993a, 2003, 2015a, Garnier y otros 2008, Feneyrol y otros
2013). Tres preguntas surgen sobre estas gemas metamórficas debido principalmente al cambio en las condiciones de calor y presión, y las interacciones fluido-roca por difusión o percolación (metasomatismo): (1) el origen y el papel de estos fluidos, (2) la naturaleza y la importancia del protolito y (3) las características de la paleogeografía del ambiente sedimentario deposicional. Durante esta revisión, mostraremos la eficiencia de diferentes técnicas analíticas que permiten la adquisición de datos relevantes para responder estas preguntas. El marco geológico de las gemas metamórficas Los datos petrográficos y geoquímicos recientes obtenidos en la formación de depósitos metamórficos como colombianos y Afghanemeralds, Asianruby, tsavorita y Tanzanite en África Oriental (fabricar 2014) y lapislázuli de SAR-e-Sang en Afganistán ( Faryad 2002) permitió la caracterización de la protoliths de estas rocas metamórficos que llevan gemas. Se trata de unidades calcáreas alternadas con pizarras negras (BS), inicialmente ricas en materia inorgánica (OM), con intercalación de niveles de rocas evaporíticos. Estos últimos no son reconocibles después del metamorfismo como tal, pero la mineralogía y los paleo fluidos contenidos en las inclusiones de fluidos primarios atestiguan su presencia pasada (Giuliani et al. 2003). Yacimientos de esmeraldas colombianas Ubicados en la cuenca oriental de la cordillera, los yacimientos de esmeraldas de Colombia definen dos cinturones: el cinturón oriental que abarca los distritos mineros de Gachalá, Chivor y Macanal, y el cinturón occidental incluyendo los distritos mineros de Yacopi, Muzo, Coscuez, la pita y Peñas Blancas (Fig. 2A). La mineralización Esmeralda está alojada en la serie sedimentaria del Cretácico inferior, caracterizada por una sucesión de arenisca, caliza, BS y evaporitas (Fig. 3). El Mapeo estructural detallado y el análisis geométrico proporcionaron evidencia de que la mineralización Esmeralda está asociada con eventos estructurales drásticamente differentbetweenthewesternandeasternbelts (Branquetetal. 1999a). Los depósitos de Muzo y Coscuez están vinculados a fallas de desgarro y empujes asociados durante un evento tectónico compresiva mientras que los depósitos de la esmeralda oriental, como el de Chivor, presentan estructuras extensibles que se extienden desde un nivel de evaporíticos brechificada que actuó como un destacamento local, impulsado por la gravedad. Estas estructuras tectónicas son tanto sincrónicas con la circulación de fluidos hidrotermales como de formación Esmeralda. Los procesos de interacción fluido-roca llevaron a na y CA metasomatismo de las BS carbono-ricas carbonatadas que encierran. Lixiviación del comandante (K, al, si, ti, magnesio, P), traza (be, CR, V, RB, SC, U, C) y REE de la BS se acompaña de su redistribución parcial a los minerales en el sistema de venas de relleno, especialmente CR y v que se incorporan en Esmeralda (Giuliani et al. 1993b). La esmeralda formada en una temperatura (T) ~ 300-330 ° c y una presión (P) ~ 0.5-1.2 kbar que corresponden a una profundidad de cerca de 4 a 5 kilómetros (Cheilletz et al. 1994; Ottaway et al. 1994).
El cinturón Esmeralda oriental: las minas de Chivor. Las minas se encuentran esparcidas a lo largo de una unidad regional blanca y brechificada evaporíticos que contiene vetas de color esmeralda (Fig. 2B). La unidad de la roca de brechificada en el área de Chivor, que es superior a 10 km de largo y 10 m de espesor (figs. 4A, b), es estratiformes, es decir, paralela a los estratos sedimentarios, y dominantemente compuesto por un Breccia (Fig. 4C) compuesto de fragmentos de la pared colgante (carbonatada BS de carbono, caliza y albitite blanquecino, es decir, una albitised BS) cementada por carbonatos y pirita (Fig. 4D). Su formación está relacionada con la disolución de un horizonte evaporíticos (Branquet et al. 2015). Todas las estructuras mineralizadas se extienden verticalmente desde el nivel de brechificada. En las minas de Chivor, la esmeralda se localiza en centímetros-a decímetrogrueso carbonato-Pirita-cojinete (Fig. 1A) averías listric, fracturas extensibles del metroancho inyectadas con Breccia hidrotermal, y sistemas extensibles de fracturas en el albitite (Fig. 4E) y BS carbono-ricas calcáreas de la formación Macanal. El nivel de brechificada, la circulación de fluidos hidrotermales y la formación de Esmeraldas ocurrieron a 65 ± 3 mA (Cheilletz et al. 1997).