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Época colonial (1580-1810)[editar]

Monumento al conquistador español Juan de Garay en Buenos Aires.

En la segunda mitad del siglo XVI, el Alto Perú, Tucumán, y Paraguay, donde se había concentrado la colonización ya que los indígenas eran numerosos y sedentarios, exigían la creación de un puerto en el Atlántico Surpara establecer lazos comerciales más cercanos con España, disminuir el aislamiento y frenar la amenaza de incursiones extranjeras en el Río de la Plata. La Corona española autoriza la segunda fundación de Buenos Aires. En 1573, el gobernador Juan de Garay fundó una ciudad intermedia: Santa Fe y en 1580 fundó la ciudad de Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre ―conocida actualmente como Ciudad de Buenos Aires― como parte del Virreinato del Perú. Durante el último tercio del siglo XVI, gracias a la introducción de la técnica de la amalgama con mercurio, la producción de plata se había duplicado, como así también la mortalidad de los indígenas.32 La ciudad de Potosí llegó a tener una población de 160 000 habitantes y se convirtió en el principal mercado de consumo de Hispanoamérica.32 En este contexto, Buenos Aires se convirtió en la entrada y salida natural de los productos altoperuanos y del Paraguay. Por un lado entraban insumos y miles de esclavos negros para reemplazar a la menguante población indígena y por otro lado salía la plata extraída del cerro Potosí. Debido a la salida no autorizada de metales preciosos por el Puerto de Buenos Aires, en 1594 el rey prohibió el comercio con este puerto y estableció que toda la producción de plata producida en el Alto Perú debía salir a España a través del puerto de Lima, con algunas excepciones para evitar el desabastecimiento de la población: la autorización de fletar dos embarcaciones anuales con productos de la zona (cueros, principalmente). Esta situación llevó como única solución al contrabando, que pasó a ser la actividad económica más rentable de la Buenos Aires colonial. Durante la era colonial, la economía de Tucumán y Cuyo estaba dedicada a la producción de insumos y bienes de consumo para los mercados del Alto y Bajo Perú, Buenos Aires y Paraguay. Se producían, vinos y aguardiente de Cuyo, mulas de Córdoba, tejidos en Salta y Tucumán, carretas de Córdoba y Tucumán, etc. Desde el punto de vista económico Córdoba estaba ligada comercialmente al Alto Perú; mientras que la región de Cuyo estaba vinculada a Santiago de Chile. En la región pampeana, la principal actividad económica era la ganadería. El origen de la explotación ganadera en las pampas, se remonta a 1536 ―cuando Pedro de Mendoza introdujo los primeros equinos― y a 1580 ―cuando Juan de Garay introdujo entre 300 y 500 vacunos―.33 Para el año 1608, existía en Buenos Aires un numeroso plantel de ganado cimarrón que se fue multiplicando en libertad en los campos cercanos. En 1609, el Cabildo de Buenos Aires acordó la matriculación de las personas interesadas en participar en la caza y matanza del ganado vacuno cimarrón, denominadas «vaquerías». Tenían por objeto la explotación del ganado vacuno para obtener su cuero, desechándose la carne. Esta etapa duró aproximadamente hasta mediados del siglo XVIII.33

La «Ley de Tierras» de 1754, tuvo un papel fundamental en el nacimiento de la estancia, en la medida que la acción de vaquear, sirvió como antecedente para aspirar a la propiedad, contribuyendo a la distribución latifundista de la tierra.33 Cuando el ganado cimarrón comenzó a disminuir su número, fue necesario internarse cada vez más en territorio bonaerense. Comienza así el momento de las estancias, del ganado marcado y de una mayor utilización del animal: nacieron las fábricas de cebo y los saladeros. La fundación de la Colonia del Sacramento por los portugueses enfrente de Buenos Aires en 1680, vino a reafirmar el crecimiento del contrabando. La pelea entre España y Portugal por el Río de la Plata continuó en 1724, cuando el gobernador español Bruno Mauricio de Zavala funda la ciudad de Montevideo para evitar la toma de esa bahía por un contingente proveniente de Brasil. En el año 1776 España crea el Virreinato del Río de la Plata, para echar a los portugueses del Río de la Plata, abarcaba lo que hoy es Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y partes del sur de Brasil, del norte de Chile, del sureste de Perú, y las islas Malvinas. Con la sanción del Reglamento de Comercio Libre (de 1778, bajo la dinastía de los Borbones) se buscó proteger los intereses comerciales de los productores peninsulares en los mercados cautivos coloniales. El comercio libre tuvo consecuencias desastrosas para el interior del virreinato, [cita requerida] solo algunos sectores, como el aguardiente, las carretas, artículos de montura y transporte, y los tejidos de lana, pudieron sobrevivir. En Buenos Aires, la sanción del Auto de libre internación (de 1778) y del Reglamento de Comercio Libre (de 1788) provocaron un verdadero «boom» exportador, pasándose de 150 000 cueros al año (en 1778) a 800 000 (en 1801).33 Desde el punto de vista político, la instalación de la aduana en 1779, del Consulado de Comercio en 1794 y el establecimiento del Sistema de Intendencias en 1782, consolidaron el papel hegemónico de Buenos Aires y el debilitamiento del poder de Lima.

Establecimiento del Estado nacional (1810-1852)[editar]

Juan Manuel de Rosas (1793-1877).

La Revolución de Mayo de 1810 desató una ola de cambios, al separarse el Alto Perú del Virreinato, se privó al Río de la Plata de su principal mercado consumidor[cita requerida] y de la región productora de metales preciosos. Las economías del interior quedaron aisladas y dejaron de cumplir el rol vinculante entre Buenos Aires y el Alto Perú, iniciándose un

proceso de migración interna y despoblamiento del noroeste. La revolución abolió la servidumbre indígena y estableció la libertad de los hijos de esclavos (libertad de vientres). Una vez declarada la Independencia en 1816, el país comenzó a depender de su principal comprador y vendedor: el Reino Unido. En 1827 fue el primer episodio de crisis de deuda de la historia. Argentina entró en cesación de pagos en 1827 y su recuperación demandó tres décadas. La siguiente crisis fue el episodio conocido como Pánico de 1890.34 En 1828, la oligarquía terrateniente bonaerense que dominaba la Legislatura consiguió modificar la Ley de Enfiteusis. Juan José Viamonte combatió la cláusula de la ley que prohibía a los enfiteutas adquirir nuevas tierras. El Estado de Buenos Aires por su parte «empeñaba todos sus efectos, bienes, rentas y tierras, hipotecándolas al pago exacto y fiel de la dicha suma de 1 000 000 de libras esterlinas y su interés».35 En consecuencia, en 1828 se liquidó la escuadra naval y se dieron en pago dos fragatas que se estaban construyendo en Inglaterra. De este modo, cuando se produjo la ocupación de las Malvinas por los ingleses, cinco años más tarde, no hubo fuerza naval para contrarrestarla. Ferdinand White, espía británico enviado por Baring Brothers al Río de la Plata, condenó los aspectos delictivos de este acuerdo. De la suma recibida, solo llegaron al Río de la Plata en oro, como estaba convenido, el 4 % de lo pactado: 20 678 libras.3637 La clase terrateniente bonaerense presionó para expandir la frontera, para ello en 1820 se realizó una expedición que llevó las fronteras a las Sierras Pampeanas y en 1833 la Campaña al Desierto liderada por Juan Manuel de Rosas expandió la superficie hasta el río Salado. Así, el latifundio se consolidó como la unidad económica principal de la provincia de Buenos Aires, gracias a la producción ganadera que garantizaba una excelente rentabilidad sin realizar demasiadas inversiones, ni contar con abundante mano de obra.33 Durante las décadas de 1830 y 1840 se acentuó la expansión económica de la Confederación Argentina, alentada por el comercio exterior. Las exportaciones de origen pecuario (cueros, carne salada, sebo y lana) y el número de embarcaciones extranjeras que llegaban anualmente al Río de la Plata con sus productos lograron duplicarse entre 1837 y 1852. La expansión del comercio estimuló la producción ganadera y saladeril y el enriquecimiento de los sectores vinculados a ella.38 A partir de 1850 comenzó el auge del lanar: ese año la exportación total de lanas alcanzó la cifra de 7681 toneladas; en 1855 llegó a 12 454 toneladas, y un año más tarde, a 14 972 toneladas. Al promediar la década de 1860, las estancias dedicadas al ganado lanar en la provincia de Buenos Aires comprendían una superficie de 16 millones de hectáreas; estando una cuarta parte de ellas en manos de inmigrantes irlandeses y escoceses, y una gran proporción bajo control de inmigrantes vascos. El total de ovinos en la provincia llegó a la cifra de 40 millones.39 Gracias a ello, Buenos Aires vivía una notable expansión económica sustentada por el ciclo lanar y las rentas de la aduana. En tanto la red ferroviaria, la primera de Latinoamérica, pasó de 573 kilómetros en 1868, a 1331 km en 1874.40 Durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento se construyeron grandes puertos, como los de Zárate y San Pedro. Se proyectó un puerto moderno en la Ciudad de Buenos Aires,41 y se tendieron unos 5000 km de líneas telegráficas.42 En 1891 se creó el Banco de la Nación Argentina. En 1876 se realizó el primer embarque de carne congelada hacia Europa, y al año siguiente las primeras exportaciones de cereales.43 La extensión de la red ferroviaria tuvo un gran impulso durante el Gobierno de Nicolás Avellaneda, llegándose a los 2516 kilómetros al final de su mandato: un aumento del 89 % en seis años.44 Mediante la Conquista del Desierto, la agricultura pampeana pasó de cultivar unos 2 millones de hectáreas a más de 25 millones, ocurriendo una evolución similar con la producción de carne.45 Con Bartolomé Mitre, en 1862, la deuda dio otro salto. Primero transfirió los compromisos de la provincia de Buenos Aires a la Nación, y después acordó otro empréstito con la banca inglesa por 2.5 millones de libras adicionales, para lanzarse a la

guerra con Paraguay. Pero, nuevamente, de los 2.5 millones de libras asumidos como deuda, el país recibió solo 1.9 millones debido a los descuentos por el "riesgo país y las comisiones". Sarmiento, que sucedió a Mitre, también se endeudó para continuar la guerra y con el fin de "armar fuerzas militares para reprimir el levantamiento de Entre Ríos". Al final del gobierno de Sarmiento, la deuda ya alcanzaba los 14.5 millones de libras.46

Modelo agroexportador (1880-1930)

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