La explotación infantil y el abuso contra la niñez en el Perú y la necesidad de la Reforma del Estado Peruano
12 de Junio – Día mundial contra el Trabajo Infantil El Día Mundial contra el Trabajo Infantil es un día en el que se pretende concienciar a la población mundial sobre uno de los mayores y graves problemas que sufren millones de niños cada día. El 12 de junio del año 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT)instituyó el Día Mundial contra el Trabajo Infantil con el propósito de que se hagan reales y efectivos los derechos de los niños en todo el mundo. El tema del año 2017 se centrará en el impacto de los conflictos y catástrofes en el trabajo infantil. Los conflictos y catástrofes tienen un impacto devastador en la vida de las personas; matan, mutilan y lesionan a las personas y los obligan a huir de sus hogares, destruyen sus medios de subsistencia, los hacen caer en la pobreza y el hambre, y los atrapan en situaciones en las que sus derechos humanos fundamentales son violados. Los niños suelen ser las primeras víctimas de estas situaciones, cuando las escuelas son destruidas y los servicios básicos son interrumpidos. Muchos niños son desplazados o refugiados en otros países, y son particularmente vulnerables a la trata y al trabajo infantil. Millones de niños se encuentran en situación de trabajo infantil como resultado de las situaciones de conflictos y catástrofes. Mientras que el mundo se esfuerza por lograr la eliminación del trabajo infantil para 2025, unamos nuestras fuerzas en este Día mundial para acabar con el trabajo infantil en las zonas afectadas por conflictos y catástrofes.
La explotación infantil en el Perú es un hecho que azota aproximadamente a 2 millones de niños y niñas en el Perú, y se presenta cada vez más alarmante. Estos niños y niñas entre las edades de 4 a 16 años de edad trabajan en micro empresas, talleres informales, tiendas familiares, fábricas de textiles en Gamarra, servicio domestico, venta de periódicos, venta de dulces, cuidado de carros, cargando bultos, niños payasos, niños cantores, cobradores de microbuses, lustrabotas, prostitución infantil, "trabajo" domestico infantil, lavadores de oro en las minas, chancadoras de piedras, recolectores en basureros públicos, recolectores de hoja de coca, pozas de maceración de coca, y otras labores agrícolas, fábrica de ladrillos y en la modalidad de la mendicidad, son parte de un modelo de economía de subsistencia en donde se dé dedican al comercio ambulante y la venta en las calles en las grandes ciudades. En el Perú una creciente población infantil trabaja desde muy temprana edad en una situación de alto riesgo, físico y moral. Es una realidad social que afecta a menores y adolescentes, y que en el Perú va creciendo ante la indiferencia del poder judicial, poder legislativo, el estado peruano, el congreso de la republica, el gobierno aprista, partidos políticos, organizaciones no-gubernamentales y la resignación de la sociedad. La explotación infantil se define al trabajo de niños y niñas en cualquier sistema de producción económica de un país, una región y en el mantenimiento económico de un grupo o clan familiar. Podemos hablar de explotación infantil en los siguientes casos: Los niños y niñas menores de 16 años que desempeñan cualquier actividad económica de producción que afecta su desarrollo personal o el disfrute de sus derechos. Los niños y niñas obligados a mantener un constante trabajo para después le quiten los ingresos recaudados por un clan familiar. Los niños y niñas en edades comprendidas entre los 12 y 14 años que realizan cualquier trabajo que implique un riesgo y sea evidentemente peligroso. Todos aquellos menores de edad y jóvenes que son víctimas de las peores formas de explotación infantil como las siguientes: victimas de trafico cualquier forma de esclavitud obligados a la pornografía infantil obligados o inducidos a realizar actividades ilegales prostitución infantil. obligados a la mendigar obligados a trabajar en las minas obligados a trabajar en las pozas de hojas de coca. Padres y Familias responsables de la explotación y abuso infantil Un clásico argumento que diversos investigadores, organizaciones sociales, explotadores, abusadores de menores y jóvenes que suelen decir "que en el Perú las familias pobres tienen una mayor necesidad de que sus hijos trabajen a fin de obtener ingresos que contribuyen a la supervivencia o ingresos complementarios ya que los padres de los mismos se encuentran a menudo a desempleados o subempleados." La supervivencia, en el Perú tiene una mayor prioridad que el desarrollo, y los intereses de los niños y niñas trabajadores y se miden por la contribución que aportan a la familia y por tanto a su propia supervivencia, que en el Perú es definido por los defensores de la explotación infantil como "trabajo infantil" en un mercado laboral infantil. El hecho de
existir pobreza y necesidades económicas no cubiertas por la familia, no de llevar a los padres de familias a explotar a sus hijos, la violencia domestica contra los niños, niñas y jóvenes en el Perú se ha convertido en un síndrome de abuso que pone en riesgo la vida de los menores, en lesiones físicas, psicológicas, emocionales, enfermedades crónicas y la muertes de muchos niños, niñas, y jóvenes a manos de los explotadores y abusadores. El poner la vida en peligro de una menor de edad, constituye un delito más aun la explotación de niños constituye un delito grave que el poder judicial debe tomar carta en el asunto y en forzar la ley contra aquellos padres, madres y familiares y/ o personas responsables. La responsabilidad de los padres (madres solteras o padres solteros) frente a los menores de edad es el deber moral y la responsabilidad de protegerlos y proveer un bienestar para su desarrollo emocional y social; pero el Perú existen padres y familiares que exponen a sus hijos e hijas y jóvenes a la explotación infantil ante la indiferencia de la sociedad.
La mendicidad forzada por los padres y familiares La mendicidad es otra de las formas como se presenta la trata de menores que involucra niños y niñas entre los 0 y 12 anos. Un reciente reporte revelo que los consejos de Lima detectaron 27 focos de explotación infantil de niños y niñas mendigos en Miraflores, el cercado de Lima, San Isidro, Surco, San Miguel y San Borja. Los padres inescrupulosos alquilan los niños por 10 soles por día a mafias que controlan la mendicidad en 27 focos donde niños y niñas ejercen la mendicidad forzada en cinco distritos de mayor poder adquisitivo: Miraflores, San Borja, Surco, San Miguel y San Isidro. El Ministerio de la Mujer y el Desarrollo revelo en un reporte anual que en el 2008 se detecto 133 menores mendigando en Miraflores y el cercado de Lima, para adultos que reclamaron ser sus padres. Los menores eran llevados en brazos y expuestos al sol, tráfico vehicular y a los peligros de la noche. Este fenómeno de mendicidad forzada se ha convertido en un mercado negro que apela a la lastima y usa a los niños como objetos. El reporte de la Gerencia Metropolitana de Bienestar Social nos permite visualizar la explotación contra los menores: "A las diez de mañana, vísperas de Navidad. Una mujer desciende de un taxi en la primera cuadra del jirón Miro Quesada y entrega a dos niños de 4 y 6 anos a una señora de polleras que aguarda sentada en la vereda. Hay otro niño dentro del taxi, pero la persona, al percatarse de que ha sido identificada por el personal de la Municipalidad de Lima, escapa en el vehículo." (Reporte consta en la Gerencia Metropolitana de Bienestar Social) Este episodio se encuentra en cada cruce de las calles de Lima, y está siendo utilizado para forzar a mendigar en beneficio de mafias que los alquila por 10 soles por día. En el Perú su pueden identificar tres tipos de mendicidad: La mendicidad organizada por banda de explotadores. La mendicidad promovida por la familia La mendicidad ejercida por ancianos y discapacitados La mendicidad infantil y la trata de menores La mendicidad organizada a través de mafias de trata de menores según diversas investigaciones tiene sus indicios de captación de niños y niñas, sobre todo en Puno, Huancavelica, Cusco, Lambayeque y Piura, con el fin de hacerlos mendigar en Lima. Según el diagnostico de trata de personas realizado por la ONG Flora Tristán y estudios de Acción por lo Niños señala "que la falta de controles en el tránsito de identificación de los menores permite que los traficantes actúen impunemente, en los terminales de Fiori, Yerbateros," y más aun en las provincias, no se supervisa el abordaje de niños. Otro reporte nos permite visualizar la situación de la trata de niños en el Perú y la ineficacia de la protección de los menores frente a las mafias de traficantes de menores: "Los niños rescatados de las manos de las mafias fueron seis niños de Puno hallados mendigando en el cercado de Lima, de los cuales sus padres no han sido identificados, y los sujetos que fungían ser ellos huyeron cuando se les exigía que demostraran su paternidad en el proceso de investigación tutelar." "hasta hoy no se ha podido denunciar a nadie porque el delito es difícil de probar, pues no se realiza un trabajo de inteligencia previo para recabar evidencias", refiere el fiscal superior de Familia, Walter Rojas. "Los padres viene, presentan la partida de nacimiento y se los llevan porque no podemos comprobar que los alquilaron; y si fueron captados en provincias no hay quien los reclames." Como muchas otras leyes en el Perú, la Ley 28190 de Protección del Menor de la mendicidad es aun letra muerta. Estas redes de tratas de menores operan impunemente, porque para la fiscalía, las intervenciones que se realizan solo son disuasivas y apuntan rescatar temporalmente al menor de esa forma de explotación, pero no ha identificar, aprender y sancionar a los explotadores. Estas bandas están integradas por un mínimo de tres personas. Una capta a los niños en los barrios de San Juan de Lurigancho, Comas Villa el Salvador, San Juan de Miraflores, cuyos padres trabajan y viven en
extrema pobreza. Les ofrecen de 10 a 20 soles por tener el niño la niña unas horas. Los padres acceden por dinero y por no tener donde dejarlos mientras labora. Otro miembro de la mafia reparte a los niños a mendigos que aguardan por ellos en las afueras de centros comerciales, restaurantes o zonas de alto tráfico. Ellos saben cómo vestirlos y que guion ensenarles. Los fines de semana o días festivos logran superar el promedio diario de ganancias que varían de los 40 y 60 soles. El MIMDES ha rescatado a 70 menores en cinco intervenciones realizadas en el 2007. Explotación Infantil en el "trabajo" doméstico infantil El 70 por ciento de los niños que trabajan en el Perú, es aproximadamente un millón 750 mil, y realizan labores agrícolas y sufren algún grado de explotación laboral y económica que les impide estudiar y desarrollar actividades propias de su edad, indico un reporte del Ministerio de Trabajo. (Agencia Andina, Junio 10, 2007). Frente la indiferencia de la sociedad peruana esta otra de las formas de abuso infantil y explotación en el Perú que involucra niños y niñas entre las edades de 7 a 14 anos. Otra de la formas de explotación y abusos infantil es el trabajo domestico en viviendas familiares y supuestos "padrinos "o "madrinas", siendo explotados y en muchas veces e impedidos de estudiar y desarrollarse integralmente. Muchos de estas niñas y niños son arrancados de sus madres de diversas partes del Perú (Cuzco, Puno, Ayacucho, Huancavelica, Lambayeque, Piura entre otros) y traídos a las ciudades para el trabajo domestico que es una forma de esclavitud moderna donde son forzados a trabajar largas jornadas que afecta el desarrollo integral y en muchos casos víctimas de abuso sexual. No existen estadísticas o cifras oficiales del numero de víctimas de abusos sexual y violación de menores en el trabajo domestico, porque en muchos de los casos no son reportados por las victimas por temor a las represalias, además el sistema de protección contra los menores es inaccesibles a las víctimas, además no existen programas nacionales de educación y prevención contra el abusos infantil y la explotación de menores. Las Niñas y Niños Mineros en el Perú: Explotación y Abusos infantil Todas las actividades con la minería de pequeña escala están caracterizadas por el peligro, particularmente hacia aquellos menores que están alrededor de las zonas de excavación, como los niños y niñas, que día a día están expuestas a largas horas de trabajo y accidentes. Este es otra forma de explotación infantil en las zonas mineras del Perú, donde se usa mano de obra infantil ara trabajar largas jornadas chancando piedras en los socavones, mafias inescrupulosas reclutan niños y niñas entre las edades de 6 a 17 años. No existen estadísticas sobre el número de niños y niñas que trabajan en minería fuera del ámbito familiar. En la actualidad en el Perú habría aproximadamente 50,000 niños trabajando en actividades de alto riesgo mineras. Estas es otra de las formas de explotación infantil en las zonas minería. La participación de los niños y niñas mineras en las localidades de Nazca-Ocoña (52%), de Pataz (62%), Puno (67%) y Madre de Dios (72%). En Madre de Dios, si bien se ha mecanizado la fase de extracción del mineral, los niños trabajan en dos situaciones: en actividades de procesamiento que no se delegan a los obreros para evitar que éstos puedan apropiarse de parte del mineral y en diferentes tareas en el caso de las familias más pobres. Las lesiones físicas sufridas como consecuencia de las actividades dentro de las minas pueden ser extremas ya que al laborar alrededor de las zonas de excavación, particularmente las niñas y los niños, tiene riesgo de sufrir lesiones o torceduras por caídas o accidentes. Así mismo, las tareas dirigidas a aplastar las piedras y trasladar los escombros de las minas ponen en riesgo a la las niñas de sufrir severas heridas, moretones, sordera, ceguera e incluso infecciones respiratorias y daños permanentes en su sistema respiratorias y daños permanentes en sus sistema nervioso, causado por el polvo de las piedras de las minas. Sin embargo, el más alarmante de los peligros con la actividad minera es la exposición de las niñas y niños que trabajan en la fusión de oro con el mercurio, sustancias que puede quemar la piel y causar daño a los órganos internos, por inhalación. En el caso del Perú las niñas con edades menores a los 18 años son comúnmente empleadas en los proceso de fusión, sin embargo no reciben una capacitación que las oriente sobre los riesgos del mercurio y la necesidad de evitar el contacto con la piel y la inhalación de la sustancia. Los adolescentes de 15 a 17 años que migran estacionalmente a los centros de mayor auge de la actividad de extracción de oro: La Rinconada y Huaypetuhe, en los cuales trabajan para contratistas en pésimas condiciones laborales. Dentro las zonas mineras, las niñas que laboran ahí se enfrentan no solo a los riegos físicos, sino a las largas jornadas laborales. Las niñas en las comunidades donde hay minas casi siempre es forzado a combinarse con la escuela y con el trabajo domestico lo que origina que haya días laboran más de catorce horas. La explotación infantil priva a los niños y niñas de su infancia, de su dignidad y su potencial, y es dañina para su desarrollo físico e intelectual. La Reforma del Estado que garantice la protección infantil contra la explotación y el abuso Lo cierto es que en el mundo todavía hay más de 218 millones de niños y niñas que trabajan y, de ellos, 126 millones lo hacen en empleos considerados peligrosos o dañinos. En el Perú se estima apropiadamente 2 millones de menores entre las edades de 0 a 17 años son "trabajadores infantiles" en condiciones de explotación y/o abusos infantil. Además de 50 mil niños y niñas que trabajan en minas y canteras en condiciones de explotación y un sin
número de menores sin cuantificar son sometidos a condiciones de explotación en el servicio domestico y miles de niños y niñas víctimas de la mendicidad infantil y pornografía infantil. Es necesaria una reforma integral del estado en política de protección a la niñez y la juventud en el Perú que garanticé el desarrollo integral y el bienestar de los niños y niñas del Perú, y la lucha contra la erradicación de la explotación y abuso de niños dentro el respecto a la diversidad étnica, lingüística y cultural. El Congreso de la Republica, el Gobierno, el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo el Ministerio de la Mujer y Niñez, el Ministerio de Educación, las organizaciones que trabajan con niños y jóvenes, las municipalidades, los gobiernos regionales, la policía nacional del Perú, las organizaciones no-gubernamentales, las escuelas y universidades, tienen la responsabilidad de establecer política locales, regionales y nacionales. El abuso infantil o el maltrato de menores es toda forma de maltrato físico y/o emocional, abuso sexual, abandono o trato negligente, explotación comercial o de otro tipo del que resulte un daño físico, psicológico o emocional o potencial para la salud, el desarrollo o la dignidad del niño o la niña en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. En el Perú se pueden identificar estas y otras formas de abusos y explotación infantil que miles niños y niñas son víctimas por mafias inescrupulosas y por sus padres o familiares. Es necesario que el estado establezca responsabilidades penales frente a los padres y familiares responsables del abuso y explotación de menores, porque constituye un delito agravante contra la niñez. Por otro lado establecer una política eficiente y sanciones penales contra la explotación y abusos de niños por las mafias de trata estableciendo responsabilidades. La importancia vital está en la educación y en una política de prevención y la importancia del rol que establezca del Ministerio de la Mujer y la Niñez con la sociedad. Las políticas a establecer deben generar un apoyo de la sociedad peruana, además de establecer una política de especialización laboral en la lucha por la erradicación de la explotación infantil acorde a los acuerdos internacionales, así como establece el tratado de libre comercio entre Perú y los Estados Unidos la lucha contra la erradicaron de la explotación y trabajo infantil. Entre las políticas a implementar es el establecer a agentes especiales para la lucha contra la explotación y abuso de menores, la especialización de trabajadores sociales, sociólogos, enfermeras, médicos, profesionales de la salud y otros profesionales. El establecer centros de refugios para niños víctimas de la mendicidad y abuso domestico. Establecer campañas educativas locales, regionales y nacionales contra la mendicidad y la explotación laboral.
PARA ENTENDER EL TRABAJO INFANTIL Cuando usted escucha las palabras “trabajo infantil” probablemente se imagina un niño pequeño, tal vez no mayor de 5 o 6 años, cosiendo balones de fútbol en un pequeño cuarto mal ventilado o tal vez el mismo niño trabajando en las canteras de piedra y cargando demasiado peso para su tamaño, usando explosivos y otras herramientas peligrosas y trabajando de sol a sol para sobrevivir. Escuchamos cosas diferentes y horrendas sobre el trabajo infantil, pero sabemos muy poco sobre lo que realmente es. Echemos primero una mirada a las diferentes formas de trabajo infantil. Acaso contrariamente a la percepción generalizada, el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT sostiene que no todas las formas de trabajo infantil deben ser objeto de erradicación. Algunas de ellas pueden, de hecho, ser positivas, al contribuir al desarrollo de los niños, a sus destrezas y al bienestar familiar. Las formas de trabajo infantil que deberían preocuparnos seriamente incluyen aquellas actividades que exponen a los niños a tareas físicamente perjudiciales, a maquinaria o herramientas peligrosas, o a sustancias tóxicas; que impiden la estimulación positiva de los niños o los exponen a situaciones y experiencias como la droga, la violencia o la prostitución. Los niños involucrados en estas formas tan severas de trabajo a menudo son esclavizados, aislados de sus familias o abandonados a su suerte. Las peores formas de trabajo infantil, como está ampliamente reconocido, son difíciles de medir con herramientas como las encuestas de hogares pues la gente no las reporta fácilmente. Hay ideas equivocadas sobre el trabajo de los niños. Si bien la pobreza es el motor principal del trabajo infantil, no es el único factor. En efecto, en algunos casos se ha observado una paradoja respecto de la riqueza: en ciertas instancias los niños de familias más ricas y terratenientes trabajan más. También hay que buscar la explicación de por qué los niños trabajan en otros factores: las preferencias, las deficiencias en los mercados de aseguramiento, los mercados de tierras y de trabajo, y la especialización doméstica. Todos estos factores dependen de la especificidad del contexto local. La mayoría de los niños que trabajan lo hace en la agricultura, fuera de los sectores del comercio y de la economía monetaria. Y acaso lo más importante: el trabajo que realizan los niños no siempre los priva de la educación. La mayoría de niños trabajadores combina el trabajo con la escuela. En algunas circunstancias, es probable que los niños trabajadores asistan más a la escuela que aquellos que no lo son.
En lo que concierne específicamente a las crisis financieras, la teoría desafortunadamente no nos ofrece predicciones claras. Dado el trabajo que realizan, es probable que los niños se vean indirectamente afectados por los efectos de las crisis a través de los cambios en las oportunidades laborales que enfrentan los adultos de sus familias. Intuitivamente, el trabajo de los niños incidirá en su escolaridad. En tiempos de crisis, el deterioro en la calidad del sistema educativo podría reducir los rendimientos del tiempo que se dedica a la escuela e incrementar por ende el que se destina al trabajo. Pero (¡siempre hay un pero!), la restricción de las oportunidades laborales que supone una recesión puede alentar a los niños a quedarse por más tiempo en la escuela. Por ejemplo, un estudio revela que los niños permanecieron en la escuela más tiempo durante la crisis macroeconómica de 198892 en Perú. Para volver incluso más confusa la historia, Alice y yo encontramos estudios que demostraban que, en efecto, los niños trabajan más durante los auges económicos. En el Noreste de Brasil trabajaron más y fueron menos a la escuela cuando el valor de las exportaciones de café estuvo temporalmente alto, porque las familias se beneficiaron de los altos salarios en el mercado laboral local. Como todos los temas del desarrollo apremiantes, el trabajo infantil es complejo de analizar. Hay dos grandes preguntas en el centro del debate sobre las políticas de trabajo infantil: “¿Cuál es el interés superior del niño?” y “¿Cuáles son las consecuencias del trabajo infantil?”. Auque parezca poco satisfactoria, nuestra conclusión es que la respuesta a ambas interrogantes varía enormemente según el contexto. Kathleen Beegle es una economista sénior del Grupo de Investigación sobre Desarrollo del Banco Mundial. Sus intereses investigativos comprenden el estudio de las dinámicas de la pobreza, las dimensiones socioeconómicas de los “shocks” económicos, las causas y consecuencias del trabajo infantil y los estudios metodológicos sobre la recolección de información a través de encuestas de hogares, incluyendo la medición del empleo en escenarios
de bajos ingresos. Hoy es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil Fecha fue establecida para tomar conciencia y adoptar medidas a fin de erradicar este problema. 12 junio, 2017 Desde el 2002, cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, fecha declarada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el fin de dar a conocer el alcance del problema y promover iniciativas para resolverlo. Cabe indicar que, actualmente, todavía hay más de 215 millones de niños que trabajan en el mundo, muchos de ellos a tiempo completo y no se atienden sus necesidades de escolaridad ni esparcimiento, e incluso carecen de alimentación y cuidados adecuados en muchos casos. En nuestro país hay 1’974,400 niñas, niños y adolescentes que, pese a su corta edad, dedican parte de su tiempo a realizar trabajos que, en muchos casos, ponen en riesgo su integridad. Así lo demuestra la Segunda Encuesta Nacional Especializada en Trabajo Infantil 2015 (EIT) Puno ocupa el quinto lugar en índice nacional de trabajo infantil
De acuerdo a información proporcionada por el titular del sector trabajo, la región Puno, actualmente ocupa el quinto lugar en índices de trabajo de menores. Puno ocupa el quinto lugar en índice nacional de trabajo infantil Cada 12 de junio se recuerda el “Día mundial contra el trabajo infantil”, fue en el año 2002 cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó esta propuesta, con la finalidad de hacer un llamado a la conciencia de las personas, acerca de la magnitud de este problema. En relación a este tema, el titular de la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo, Hugo Cavero Aybar, a manera de reflexión anunció la realización de una jornada de sensibilización, que tendrá lugar el día de hoy en el parque Pino de la Ciudad Lacustre. “Tenemos la oportunidad de fomentar y coordinar iniciativas no solo entre las instituciones, sino con los diferentes actores, como son los medios de comunicación y muchos otros como escuelas, una sola es la idea y es la lucha contra el trabajo infantil”, subrayó el funcionario. ÍNDICES. De acuerdo a información proporcionada por el titular del sector trabajo, la región Puno, actualmente ocupa el quinto lugar en índices de trabajo de menores. “El 42% de los niños están trabajando de distintas formas”, sostuvo. Una de las tareas de la sociedad civil, es denunciar este tipo de situaciones, por ejemplo, cuando se ve a niños que laboran cobrando en los vehículos de servicio urbano y hasta en el interprovincial. Otro de los problemas y ya lo ha dado a conocer la Defensoría del Pueblo, es la trata de personas. Es en el centro poblado La Rinconada de Ananea, donde en diversos operativos, se ha encontrado a menores de edad ejerciendo el papel de “damas de compañía”. Las cifras que da a conocer la OIT, son realmente preocupantes. Una proporción importante de los 168 millones de niños víctimas del trabajo infantil viven en zonas de catástrofe o conflicto. Desde esta organización mundial se está abordando ahora el efecto de los conflictos y los desastres naturales en el trabajo infantil. La jornada del día de hoy contará con la participación de las diferentes entidades encargadas de velar por los derechos de los niños. Parte I Cartilla con Sesiones de Tutoría para la prevención y erradicación del trabajo infantil Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO, 2001)1 sobre condiciones de vida y pobreza, existen en el Perú un 1 987 000 niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años de edad en condición de trabajadores; es decir, uno de cada tres niños, niñas y adolescentes, trabaja. ¿Qué es el trabajo infantil? Se denomina trabajo infantil a toda actividad económica (remunerada o no) realizada por niños, niñas o adolescentes por debajo de la edad mínima de admisión al empleo (14 años en el Perú) que se realiza en ambientes peligrosos o se lleva a cabo en condi- ciones que pueden afectar su desarrollo físico, psicológico moral y social inmediato o futuro, limitando el ejercicio de sus derechos. La legislación peruana establece un conjunto de normas para las y los adolescentes de 15 a 18 años que trabajan, siempre y cuando las ocupaciones no comprometan su desarrollo físico, emocional, psicológico, moral o social, ni afecten su asistencia regular a la escuela. ¿Qué no es trabajo infantil ? Algunas actividades que realizan los niños, niñas y adolescentes en nuestro país son adecuadas para su edad y grado de madurez, y al desempeñarlas aprenden a asumir responsabilidad y aptitudes, y ayudan a sus familias. Estas labores que no afectan los derechos fundamentales de niños y adolescentes, que son realizadas por pocas horas, que no dañan su salud o desarrollo personal ni interfieren en su escolaridad, constituyen lo que se conoce como trabajo formativo; por ejemplo, ayudar a los padres en el hogar o en un negocio familiar. Sin embargo, esta modalidad no es la más común en nuestro país, donde lamentablemente prevalece la explotación y vulneración cotidiana de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Causas del Trabajo Infantil
1) Factores Económicos: Es común que el trabajo infantil constituya una estrategia de supervivencia ante la pobreza crónica. La falta de ingresos que cubran las necesidades familiares en una economía que dificulta el acceso a empleos estables y formales hace que niños, niñas y adolescentes se incorporen al mercado laboral. De otro lado, la creciente participación de las madres en la fuerza laboral no les permite cubrir las tareas del hogar. Muchas veces, son las hijas mayores quienes asumen esta tarea, en perjuicio de sus estudios o involucrándose en el trabajo infantil doméstico. En otros casos, los hijos deben trabajar para solventar gastos en casos imprevistos o de emergencia. Existe, además, una demanda de trabajo infantil determinada por el hecho de que a un niño, niña o adolescente se le paga menor salario. Esta demanda se incrementa con el sector informal y la tendencia de las empresas formales a evadir la legislación y reducir sus costos. En términos económicos, hay confluencia entre la oferta de trabajo infantil, producto de los bajos ingresos familiares, y la demanda de mano de obra infantil, por los bajos salarios que representa. 2) Factores Sociales: Estos factores están relacionados al grado de escolaridad de los padres y madres y al número de hijos: • Cuanto menor sea el nivel educativo de los padres, menores serán sus posibilidades de acceder a empleos que cubran el gasto familiar, y por lo tanto, aumenta la probabilidad de que los niños trabajen. • Que haya más hijos (en especial varones) en el hogar, aumenta la probabilidad de que las hijas9 deban abandonar la escuela para cuidar a sus hermanos, en primer lugar, y posteriormente involucrarse en el trabajo infantil doméstico. Entre los factores sociales también se encuentra la percepción de los padres acerca de la calidad de la educación1. Si los padres creen que la educación que reciben sus hijos no es útil a sus necesidades, preferirán insertarlos en el mundo del trabajo. La salud de la familia es otro factor que incide en el trabajo infantil. Si la alimen- tación y la salud de los padres son frágiles, es probable que los hijos deban trabajar, lo que a su vez afectará la salud de los hijos, y por tanto, su asistencia y desempeño escolar. La violencia intrafamiliar también es una causa del trabajo infantil. Rubén (15 años) que empezó a trabajar a los 8 años, lo describe así10: “Son muchos los casos de los chicos que trabajan, pero son diferentes los casos, hay unos que son las madres separadas, o que los esposos las golpean a las mujeres y a los niños, entonces si no traen plata los hacen dormir afuera, pero mire hasta donde llega la desesperación, a algunos chicos los mandan a sacar plata de la iglesia, donde está la Virgen afuera en la plaza, en la fuente, donde la gente tira monedas”. Un último factor a considerar es la desintegración familiar y el abandono por parte de uno de los padres, que a veces se relaciona con el consumo de alcohol y drogas. Si bien todas estas situaciones pueden empujar a los niños o niñas a ingresar al mundo del trabajo, es importante saber que se pueden generar otras alternativas para enfrentar estas dificultades sin que deriven en trabajo infantil. 3) Factores Culturales; Existe una cierta permisividad social frente al trabajo infantil, vinculada a patrones cul- turales andinos tradicionales, bajo los cuales el trabajo infantil tendría una connotación positiva, tanto en actividades económico-productivas como domésticas. Al respecto, el Estudio de Opinión Pública, realizado por OIT/IPEC de junio 2007, señala que existe un amplio consenso en que los niños y niñas no deberían trabajar; pero también es visto como inevitable. Además, para un amplio sector de la población encuestada el trabajo infantil representa, de alguna forma, una muestra de “responsa- bilidad de los niños y niñas”11 hacia sus familias12. Los factores culturales también intervienen en las diferencias de género dentro del trabajo infantil. Como se señalara, las niñas y adolescentes suelen asumir las labores domésticas dentro o fuera del hogar, mientras los niños son los primeros en ser enviados a trabajar en las calles, antes que las niñas. Consecuencias del Trabajo Infantil 1) Consecuencias Sociales El trabajo infantil viola los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes, en particular el derecho a la educación, pero también los siguientes derechos:
• • • • • • •
a la recreación, al buen trato, a la protección y atención especial, a crecer y desarrollarse en buena salud, a crecer en un ambiente de afecto y protección, a la protección frente cualquier tipo de explotación (incluye trabajo), y a la protección contra todo tipo de discriminación.
La desigualdad en nuestro país tiene raíces históricas. Existen amplios sectores de la población que tienen pocos recursos y oportunidades, y pequeños grupos que tienen mucho. La desigualdad produce exclusión social, y como resultado los sectores mayo- ritarios de la población se encuentran excluidos de las decisiones, de la educación, de los servicios básicos y de salud. Para los niños, niñas y adolescentes que trabajan, los procesos de exclusión implican una ruptura de los lazos sociales y de la posibilidad de cohesión social13 como meca- nismo de inclusión; se produce una ruptura de hábitos, de oportunidades, de acceso a derechos básicos, en particular la escuela, que es la institución social prioritaria para el desarrollo personal y social. En términos educativos, el trabajo infantil implica la imposibilidad de acceder a oportunidades educativas plenas; ocasiona magros resultados de aprendizaje, repiten- cia escolar y abandono temprano. Lo que redunda en profundizar la desigualdad y la exclusión. 2) Consecuencias físicas y psíquicas Las consecuencias en la salud física y mental de los niños, niñas y adolescentes que tra- bajan son muchas y de diverso tipo. Al no haber alcanzado madurez mental, los niños son menos conscientes de los riesgos a los que se exponen cuando trabajan. Los trabajos de los niños y niñas, y en particular los denominados trabajos peli- grosos14, tienen efectos directos en su salud física y en su desarrollo integral. Estos trabajos implican largas y agotadoras jornadas de trabajo, afectan su salud al tener que transportar pesadas cargas y al tener que adoptar posturas forzadas, afectando su sistema óseo, su columna vertebral, y en general su normal crecimiento. Si a ello agregamos una mala alimentación, desnutrición, tendremos niños y niñas en pésimas condiciones para desarrollarse física, social y emocionalmente. Estos menores están expuestos a enfermedades crónicas, a la dependencia de fár- macos, a retrasos importantes en su crecimiento, a agotamiento y a maltrato y abuso físicos. Se ven obligados a acelerados procesos de maduración con respecto de su desarrollo psíquico y mental, y tienen que enfrentarse a un ambiente hostil, donde los adultos son los que imponen las reglas. Los niños y niñas son más vulnerables a maltratos físicos, sexuales y emocionales que producen diversos y graves daños psicológicos. Las consecuencias en su imagen personal, al verse a sí mismos principalmente como trabajadores, antes de desarrollar una identidad como personas, pueden generar dificultades para adaptarse a su medio. 3) Consecuencias económicas Según los estudios realizados por la CEPAL15, las consecuencias de no terminar la secun- daria implicarán que, en la edad adulta, los varones tengan una reducción de su salario en un 19% y las mujeres, del 18%. A menor salario, menor será la capacidad adquisitiva de estas personas, lo que redundará en un mercado nacional menos dinámico, con implicancias en el Producto Bruto Interno, en la medida en que también esta menor escolaridad se traducirá en una inferior calidad del capital humano. ¿El Trabajo Infantil es causa o consecuencia de la pobreza? No podemos dejar de señalar que la relación entre el trabajo infantil y la pobreza es directa: la mayoría de niños y niñas que trabaja proviene de familias pobres. Sin embargo, cometeríamos un grave error si nos quedáramos con esta apreciación. Involu- crar a niños y niñas en el trabajo para complementar los ingresos familiares NO resuelve el problema de la pobreza. Sostenemos que lo perpetúa. El trabajo infantil genera pobreza, porque en la medida en que los niños, niñas y adolescentes trabajen, menores serán sus oportunidades para asistir a la escuela y tener un adecuado rendimiento escolar. Esto, a su vez, implica que al llegar a la adultez estarán menos calificados para acceder a empleos de calidad, por lo que sus ingresos serán menores, reproduciéndose así el denominado círculo de pobreza. Muchos justifican el trabajo infantil como medio para salir de la pobreza, al considerarlo consecuencia de ella. Sin embargo, los ingresos que perciben los niños
que trabajan, definitivamente, no resolverán esta situación; sin contar que los riesgos físicos a los que están expuestos, a su vez generan otros gastos en salud a sus familias. A largo plazo, se configura un futuro con adultos poco calificados que recibirán escasos ingresos, reproduciendo así nuevamente pobreza. Un nuevo Paradigma Debemos cambiar el paradigma vigente que considera la pobreza como una causa del trabajo infantil, ya que esta afirmación lleva a paralizarnos, a actuar reactivamente, a asumir posturas inactivas y miradas compasivas. Un nuevo paradigma debe ser instalado en el sentido común de nuestras sociedades: el trabajo infantil impide superar la pobreza, la perpetúa e intensifica. De allí que priorizar la educación con un enfoque de derechos, deberá permitir revertir la situación de explotación y exclusión que viven los niños, niñas y adolescentes que trabajan. Instrumentos Internacionales El trabajo infantil es un problema de dimensiones mundiales, por tanto, diversos países incluyendo el Perú, han tomado decisiones y acuerdos comunes para comba- tirlo. La firma de estos convenios y tratados permiten que otros países nos ayuden en la tarea de prevenir y erradicar el trabajo infantil. Algunos de estos convenios y tratados son: l Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959. Esta norma establece, en el principio 9, que el niño deberá ser protegido contra todo tipo de explotación, incluyendo la trata. Además, no deberá de trabajar por debajo de la edad mínima permitida. Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños - CIDN (1989) Ley ratificada por el Estado peruano en el año 1990. Establece en sus Artículos 28 y 29 el derecho a la educación como la base de la práctica de la ciudadanía democrática, que promueve el desarrollo integral del niño y el desarrollo social. De igual manera, en el Artículo 32 establece el derecho del niño a ser protegido contra el trabajo infantil. La Convención obliga a los Estados a garantizar los derechos de los niños y adolescentes, elevándolos a la categoría de sujetos de derechos. Asimismo, los protege y ampara contra la explotación económica o la realización de cualquier tipo de trabajo que pueda ser peligroso, le impida educarse adecuadamente, o sea nocivo para su salud o su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social (inc. 1). En el Artículo 33, establece que se adopten todas las medidas para impedir que se utilicen niños en la producción y el tráfico ilícito de drogas; en el Artículo 34, que se adopten las medidas necesarias para proteger al niño contra toda forma de explota- ción y abuso sexual; y en el Artículo 35, tomar las medidas necesarias para impedir el secuestro, la venta o trata para cualquier fin o en cualquier forma. l Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía (2002) Ley que ha sido ratificada por el Estado Peruano en 2002, en la que se establece en el Artículo 1 del protocolo la prohibición de la venta, prostitución y pornografía infantil. l Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo (1973) Este convenio fue ratificado por el Estado peruano el 13 de noviembre de 2002. En él se solicita a los estados miembros que se comprometan a: • Seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños. • Especificar la edad mínima de admisión al empleo. • Elevar progresivamente la edad mínima de admisión al empleo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los niños, niñas y adolescentes. ¿A qué se denomina Edad Mínima de Admisión al Empleo? Es la edad promedio en que los niños, niñas y adolescentes terminan la escuela. En nuestro país, los niños concluyen la escuela en promedio a los 16 años, y esa debería ser la edad mínima de admisión al empleo. Sin embargo, para los países en vías de desarrollo, el sistema de Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo aceptan que los países miembros puedan establecer la edad mínima un poco antes de los 16 años.
El Código de los Niños y Adolescentes (Ley 27337), modificado por Ley 27571, establece: • En Perú, la edad mínima de admisión al empleo es de 14 años, con algunas excepciones. Está prohibido el trabajo de menores de 18 años en: ⇒ “Actividades peligrosas que pongan en riesgo su salud e integridad y que estén consideradas dentro del listado de trabajos peligrosos”. D.S. N° 007-2006-MIMDES ¿Qué se entiende por Peores Formas de Trabajo Infantil? Se denomina las Peores Formas de Trabajo Infantil a: a) Todas las formas de esclavitud como: ⇒ venta y tráfico de niños, ⇒ servidumbre por deudas, ⇒ trabajo forzoso u obligatorio, ⇒ reclutamiento forzoso para conflictos armados. b) La utilización, reclutamiento o la oferta de niños para: ⇒ prostitución, ⇒ producción de pornografía , ⇒ actuaciones pornográficas. c) La utilización, reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, como la producción y tráfico de drogas. d) El trabajo que por su naturaleza, o por las condiciones en las que se lleva a cabo es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños. En estas Peores Formas de Trabajo Infantil, podemos distinguir dos tipos: • Las “incuestionables” peores formas de trabajo infantil, referidas en los incisos a), b) y c) del Artículo 3 del Convenio Num. 182 que corresponden a formas de explotación fundamentalmente opuestas a los derechos humanos básicos de los niños, que quedan absolutamente prohibidas para personas menores de 18 años; y, • Los Trabajos Peligrosos, aludidos en el inciso d); se refiere a trabajos que pueden ser legítimamente ejercidos por diferentes sectores económicos, pero que son dañinos para los niños. Relación de Trabajos y Actividades Peligrosas En el año 2006, se aprobó la Relación de Trabajos y Actividades Peligrosas o Nocivas para la Salud Física o Moral de las y los Adolescentes, mediante Decreto Supremo Nº 007-2006-MIMDES; en éste se establecen las condiciones y modalidades de trabajo que constituyen Trabajo Peligroso para niños y adolescentes. Algunos de estos son: • Trabajo en canteras • Segregación de basura • Talleres pirotécnicos • Fabricación artesanal de ladrillos • Estibadores • Ayudantes en taller de carpintería automotriz • Participación en minería artesanal • Albañilería • Trabajo doméstico • Fileteo de pescado y trozado de aves en mercados • Trabajo nocturno Este D.S. constituye un avance importante del Perú en materia de legislación que protege a los niños, niñas y adolescentes y un paso hacia adelante en la tarea de erradicar el trabajo infantil. Políticas Nacionales El Estado Peruano ha considerado que el trabajo infantil tiene un impacto negativo en el desarrollo del país, por lo que a través de diversas políticas promueve com- batirlas.
• Acuerdo Nacional El Acuerdo Nacional, en su décimo sexta política de Estado “Fortalecimiento de la familia, protección y promoción de la niñez, la adolescencia y la juventud”, establece que el Estado garantizará el acceso de las niñas, niños y adolescentes a una educación y salud integrales, al enriquecimiento cultural, la recreación y la formación en valores, a fin de fortalecer su autoestima, personalidad y el desarrollo de sus habilidades. • La Constitución Política del Perú La Constitución Política del Perú (1993), en sus Artículos 1, 2 y 23, señala que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el Estado; que toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar; asimismo, que el Estado pro- tege especialmente a la madre, al menor de edad y al impedido que trabajan. Este es el marco en que se aborda el tema del trabajo infantil y adolescente que pone en riesgo la integridad física, psíquica y moral de los niños, niñas y adolescentes involucrados. PRIMERO ESTUDIAR Que los y las estudiantes cuenten con elementos para formarse una opinión crítica sobre el trabajo infantil. Para la exposición en plenaria, el docente tutor o tutora tendrá en cuenta las siguientes ideas fuerza: • Existen normas legales respecto al trabajo de los menores, algunos trabajos como la minería y otros de alto riesgo están prohibidos y deben erradicarse. (Ver infor- mación en el marco normativo al comienzo de la Cartilla). • Todas las personas, y en especial los niños, las niñas y adolescentes tienen derecho a la educación; este derecho no debe vulnerarse por ninguna actividad laboral, por ello no se debería trabajar hasta concluidos los estudios. • El trabajo que se realiza en condiciones inadecuadas (muchas horas, sobre exigencia física y/o mental, etc.) puede perjudicar la salud y desarrollo, vulnerando los derechos fundamentales de niños y adolescentes. • Existen trabajos que en realidad no lo son, se trata de formas de esclavitud o trata de personas. • Es importante conocer los derechos de las y los adolescentes trabajadores para hacerlos respetar, o reconocer una situación de explotación y salir de ella. (La tutora o el tutor pueden compartir la información del comienzo de la Cartilla o recurrir a Internet). EL CÍRCULO DE LA POBREZA Y EL TRABAJO INFANTIL Que las y los estudiantes conozcan las causas y consecuencias del trabajo infantil, y cómo estas reproducen la pobreza. LOS DERECHOS HUMANOS Reforzar el concepto de “derechos”, y la idea de que todas las personas, sean adultos, niños, niñas y adolescentes deben conocerlos y ejercerlos. Se puede insistir en que son algo que todos merecemos por el solo hecho de ser humanos. Sesiones para trabajar con padres y madres de familia UN MEJOR FUTURO PARA NUESTROS HIJOS A continuación, se explica que hay muchos niños y niñas que están expuestos a graves peligros por los trabajos que realizan, y que a estos trabajos se les conoce como las peores formas de trabajo infantil. Enunciar y describir las características de estas peores formas: • Esclavitud o trabajo forzoso, sin paga o incluso venta de niños. • Reclutamiento para conflictos armados. • Utilización de menores para la prostitución, pornografía o exposición al abuso sexual o físico. • Trabajos que ponen en riesgo la salud física y psicológica o la seguridad de niños y niñas. • Trabajos que se realizan bajo tierra, bajo agua, a alturas peligrosas o en medios confinados. • Trabajos con maquinaria pesada o peligrosa. • Transporte manual de cargas pesadas. • Trabajos en medios insalubres. • Trabajos con horarios prolongados, nocturnos o que impidan el regreso diario de los niños al hogar.
Emplear una dinámica para formar grupos de cinco integrantes. La consigna es la siguiente: “Vamos a imaginar que somos niños y niñas forzados a trabajar en una mina sin des- cansar. Un vecino solidario dice que va a rescatarnos, pero tenemos que agruparnos de siete en siete…”. Luego se menciona: “El vecino calculó mal y dice que mejor nos agrupemos de dos en dos…” Continuar diciendo diferentes números para terminar cuando se indica que deben formarse de cinco en cinco”. Resaltar que muchas veces las dificultades económicas y las emergencias familiares hacen que terminemos enviando a nuestros hijos e hijas a trabajar para resolver el pro- blema inmediato. Pero que lo único que se consigue con esto es afectar su aprendizaje y sus estudios, y por tanto su futuro; así también los exponemos a enfermedades, accidentes e incluso maltrato o abuso sexual. En ese momento se debe ser comprensivo y no reprender a los padres y madres, sino colocarse en su lugar, motivando a que ellos mismos piensen en alternativas para no tener que recurrir al trabajo infantil, ya sea para sus hijos o como empleadores. El tutor o la tutora propone la siguiente frase para resumir lo trabajado en la sesión: LAS HADAS MADRINAS SOLO EXISTEN EN LOS CUENTOS Antes de continuar, se desarrolla un juego. Para ello, se selecciona a una persona que haga de papá o mamá y otra que haga de “madrina” o “padrino”, y el resto serán hijos e hijas. La “madrina” o el “padrino” tiene que convencer al papá o la mamá para que le entregue a uno de sus hijos, ofreciéndole que lo llevará a estudiar, inventando muchas ventajas y prometiendo grandes cosas. Los hijos e hijas deben rehusarse, aun cuando el papá o la mamá estén cediendo a la propuesta y la madrina o padrino los jale de la mano para llevárselos. QUE NADA DETENGA A NUESTROS HIJOS El docente tutor forma grupos de cuatro o cinco, y a cada uno le asigna un tema (prio- riza los tipos de trabajo infantil más frecuentes en la comunidad): • Niños trabajando en minería. • Niños trabajando en construcción y ladrilleras. • Niñas y adolescentes trabajando en servicio doméstico. • Niños y niñas trabajando en cultivo de coca. • Niños y niñas trabajando en tráfico de coca (mochileros). • Niños y niñas trabajando en reciclado de basura. • Niños trabajando cargando bultos en el mercado. • Niñas y adolescentes trabajando en bares o cantinas. • Niños y niñas trabajando de noche en las calles. Módulo 7: Arte dramático, de la Guía SCREAM Perú. TODO A SU TIEMPO Se explicará que todas las personas tenemos un límite a nuestras condiciones físi- cas, aun las más fuertes. Es así como los adolescentes que se encuentran en desarrollo tienen más limitaciones en las labores que pueden realizar. Sin embargo, observamos a muchos adolescentes entre 11 y 14 años que trabajan cargando bultos o haciendo otras actividades que pueden afectar su crecimiento. TRABAJAR SÍ, PERO UN BUEN TRABAJO siguientes roles que les explicará sólo a ellos: 1. Empresario o empresaria formal. 2. Joven de 19 años 1. 3. Joven de 19 años 2. 4. Empresaria o empresario informal. El empresario o empresaria formal necesita que alguien le ayude con las cuentas de su empresa constructora, que ha crecido. Se presenta el o la joven 1, que pese a tener 19 años y haber trabajado desde los 15 años en construcción y en ventas, aún no ha culminado la secundaria y se le ve mal de
salud por lo que el empresario prescinde de sus servicios. Luego, se presenta la o el joven 2, que ha terminado estudios de conta- bilidad y tiene alguna experiencia en venta desde que acabó la secundaria, por lo que es contratado con un buen horario y sueldo. Luego se ve al joven 1 conversando con el empresario o empresaria informal, quien le ofrece un trabajo de más de 10 horas, cargando objetos pesados y con mal salario. ANEXO 1: DERECHOS DEL NIÑO 1. Derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad. 2. Derecho a una protección especial para que puedan crecer física, mental y social- mente sanos y libres. 3. Derecho a tener un nombre y una nacionalidad. 4. Derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuadas. 5. Derecho a la educación y atención especial para los niños, niñas y adolescentes con necesidades educativas especiales. 6. Derecho a comprensión y amor por parte de las familias y de la sociedad. 7. Derecho a una educación gratuita. Derecho a divertirse y jugar. 8. Derecho a atención y ayuda preferentes en caso de peligro. 9. Derecho a ser protegido contra el abandono y la explotación en el trabajo. 10. Derecho a recibir una educación que fomente la solidaridad, la amistad y la justicia entre todo el mundo.