Todos los sueños del mundo es una reflexión sobre el sentido que tiene construir esfuerzos colectivos no asociados a las exigencias del mercado, como el teatro. Nos hace preguntarnos acerca de los abismos que nos separan de las personas que pueden convertirse en nuestros salvadores, en nuestros espejos; y también sobre cuáles son los caminos para acercarnos a los demás y construir juntos un mundo más sano y reconciliado”.
Todos los sueños del mundo es una obra que nos introduce a la intimidad de una sala de ensayos de una obra teatral y nos muestra sus vísceras: los obstáculos, los conflictos, y también la pasión creativa y la solidaridad. Los entretelones de un trabajo y un modo de vida que supone el trabajo en equipo, la convivencia de personalidades muy distintas, la negociación y la empatía. El teatro como un esfuerzo creativo colectivo cuyo móvil no suele ser la ganancia económica, y que se lleva a cabo pese a la inseguridad de sus creadores, sus miedos y diferencias. Cada obra de teatro es el triunfo la creación sobre el individualismo, la dictadura de la acumulación y el cinismo. En “Todos los sueños del mundo” un director y un grupo de actores ensayan para la última puesta en escena de un teatro antes de su demolición. Para Mariana, ese es el estado permanente de su oficio: la crisis y el riesgo de desaparecer, y desde allí se construye y, sobre todo, se resiste. “La humanidad necesita contarse historias. Verse reflejada en un espejo que la obligue a mirarse, y eso es lo que hace el teatro”, nos dice. Así, “Todos los sueños del mundo” puede funcionar como un juego de espejos y en palabras de su autora, “como un homenaje al teatro y a nuestros maestros”.
http://diariouno.pe/todos-los-suenos-del-mundo/ En esta sala de ensayo que se escenifica, se propone que parte del trabajo que realizan los actores requiere de un elemento clave, la empatía. Esa capacidad que permite ponerse en el lugar del personaje, comprenderlo y mirar el mundo a través de él. De alguna forma, para De Althaus , los actores son una suma de los personajes que representaron, que llevan una mochila imaginaria que se va llenando, con los años. Esa suma de lo vivido y lo creado.