Catálogo Parole, Parole, Parole, Parody

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  • Pages: 24
Parole Parole Parole Parody José María García Parody 2 abril al 9 mayo

Catálogo edición

Ayuntamiento de Córdoba. Delegación de Cultura. textos

Pedro Martínez Martínez y Pablo García Casado fotografías

Num diseño e impresión

Zum Creativos depósito legal

Las artes plásticas y la literatura han tenido siempre puntos de contacto, de convergencia, y más allá, un interés mutuo de los creadores de esas disciplinas por hallar intersecciones, planos, desde el que observarse e interrelacionarse. La nómina de artistas de disciplinas literarias y plásticas que han buscado puntos de fuga entre sus campos creativos ha sido constante. El encuentro de Cosmopoética viene desarrollando desde hace un par de ediciones un programa de artes plásticas que explora la conexión entre el lenguaje poético y el visual. Ya en la anterior edición este programa se agrupó bajo el genérico título de “La poesía de los ojos”, título albertiano que sitúa en un doble e interconectado plano los dos lenguajes creativos. Este programa va por su tercera edición y se ha venido desarrollando en distintos espacios expositivos tanto públicos como privados. Este año serán 3 las muestras individuales que se exhibirán en otras tantas galerías de la ciudad a lo largo del mes abril y primeros de mayo y de la que este catálogo pretende ser un modesto reflejo. Resta agradecer la inestimable colaboración de esta galería, siempre dispuesta prestar su colaboración al Ayuntamiento de Córdoba en pro de la difusión de las artes plásticas. Rafael Blanco Perea teniente alcalde de relaciones institucionales y cultura

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La metamorfosis de la luz Un gusano frío y suave al tacto festoneaba sin parar hojas de morera como si fuera este su único destino; pero un día cualquiera, obsesionado por esconderse, se encerraba con prisa en un huevo de hilos que él mismo había tejido a su alrededor y allí parecía morir. Pasado un tiempo salía por una punta una mariposa hecha de un polvo aterciopelado parecido a la tierna piel del gusano que comenzaba a sembrar en misteriosa formación hileras de diminutas perlas amarillas o anacaradas. El nido de la mariposa se quedaba colgado en la pared de la caja, porque nosotros no sabíamos fabricar seda. En China hacían lo de cocerlos lento y lo de tirar del hilo deshaciendo aquel escondite. Era allí donde tejían la tela que tiene el tacto fresco del gusano y que se acerca al ondulado cuerpo de las mujeres como la brisa. Cuando soñamos con ellas están vestidas de seda, sólo con la seda que las recorre y las dibuja en el aire y separándose las oculta para que el sueño tenga pelea. La seda le da al sueño la soledad que requiere para que sea tuyo todo lo que se insinúa, incluso el tiempo. Y es entonces cuando el tiempo deja de huir.

cajas que esconden dentro a otras y a otras en un juego de casualidades permanente, porque son muy pocos en realidad los sonidos que incesantemente entrelazamos para hacer la significación posible. Después de todo un significado es un símbolo de la realidad que necesita ser compartido. Si lo pronuncio, despierta en la mente de los otros una idea vaga que sólo se concreta con la presencia real de lo mencionado. Si escribo “manzana”, la sucesión de sonidos de esa palabra encierra en su ovillo a todas las manzanas posibles, por eso, si no hay fruta delante, tengo la libertad de imaginármela como quiera: verde amarillenta, pequeña y ruborizada, vaga y perfumada nostalgia… Si la manzana está delante, la palabra es entonces su nombre propio y todo el protagonismo se va a la misma manzana como fruta real; pero, si no hay manzana, es la palabra quien esconde dentro toda la memoria antigua de esa fruta, que anduvo de un lado para otro en nuestro paraíso, que varió nuestro propio destino, que al caer del árbol destapó el misterio de la gravitación, que tiene una piel tersa y suave que se arruga al envejecer, que esconde en su corazón el símbolo de la intimidad origen del mundo; la manzana de casas, la mermelada, el zumo, la sidra, la compota con cáscara de limón, los caramelos con sabor a manzana… Las palabras nos llevan por todos los caminos de acá para allá a nuestro antojo, que es lo que la literatura provoca en nuestra imaginación, una metamorfosis extraña, capaz de hacernos vivir con una intensidad parecida a la de los sueños lo que otros vivieron o lo que se quiere vivir o, incluso, aquello en lo que nunca habíamos pensado. Las palabras trenzadas nos permiten ver en un petrolero que surca el mar ante nosotros la historia del mundo.

Las palabras llevan dentro las pesadillas de nuestros antepasados y esconden también las nuestras y se llevarán con ellas todo lo que imaginamos al oír sus sonidos y lo que vemos en los signos que las escriben. Son capullos de seda con la crisálida que dentro de ellos sufre la modificación. La escritura es el ingenioso código que nos permite verlas, porque ver las palabras ha convertido el lenguaje en un paisaje afectado por el tiempo, por la luz y por las estaciones, por la vida y la muerte como es nuestra costumbre. Los sonidos los mezclamos, los combinamos una y mil veces al hablar; pero dibujar los sonidos con las letras nos lleva a ver las palabras como 6

El juego de las posibilidades combinatorias es nuestro mejor invento, y lo es, sencillamente, porque no hay procedimiento mejor adaptado a nuestras limitaciones, ya que nuestra memoria retiene un número bastante limitado de diferencias y el mecanismo de combinar ese pequeño número de piezas que se retienen con facilidad permite alcanzar un increíble número de emparejamientos. Así, memorizadas las piezas pequeñas representadas por los sonidos, solo queda el juego de las mezclas posibles gracias a la sílaba y desde las sílabas seguir con el juego en busca de la palabra. Algo así como el cubo de seis colores y seis caras, cada una con nueve mosaicos. Entre las caras, los colores y los mosaicos las posibilidades combinatorias se multiplican de tal modo que nadie es capaz de agotar el recurso. Pasando al terreno del código lingüístico de un recurso muy parecido sale la expresiva y espectacular habla coloquial o la exacta e inequívoca jerga técnica y científica, o el indomable idioma de la literatura. Nuestra inteligencia es el lenguaje verbal y este lenguaje es la expresión verdaderamente colectiva de nuestra inteligencia.

en espejos que lo llenan todo de irisaciones, hasta que el proceso completo de la comunicación termina en las manos de quien recibe los mensajes; es decir, el receptor, que es en realidad espectador, incapacitado como está para interpelar, y que ha de darse sus propias respuestas. La comunicación, por tanto, es habitualmente un cierre. Las palabras combinadas con otras y entrelazadas entre ellas representan lo ocurrido, definen, concretan; nos pasan en definitiva a nuestra cabeza la configuración de las cosas que han hecho los otros, nos traspasan contenidos ajenos ya cerrados. La literatura construye, combina y entrelaza también, pero el que recibe el texto es el dueño, para bien o para mal, de su sentido. La literatura comunica, sí, pero su herencia encierra las claves para volver a crear, tiene en ella la comunicación la misma libertad que tiene la significación en las palabras solitarias. Entendido este proceso puede decirse que los cuadros de José María son cuadros literarios. Podríamos llamar a todo esto literatura visual. Estos cuadros son escritura metafórica. A los tres que ahora nos sentamos a esta mesa nos unió la visión. La visión primero y con la visión se enredó la escritura. Fue en la antigua Universidad Laboral de Córdoba en aquellos días en los que nuestro país abría caminos para que entrara lo nuevo y se instalara aquí por derecho propio. Ocurrió en aquel lugar que era de aquella un lugar isla con su grandilocuencia y el aire altivo de lo decadente. El propio nombre nos delataba, porque el sustantivo de la vieja institución de la cultura unido al calificativo del trabajo en el que se manchan las manos predecía el comienzo de una nueva era en este país. Las palabras están llenas, ya sabemos, de huellas; y esta vez el binomio nombre adjetivo proponía el reconocimiento del trabajo manual elevándolo al rango más alto del saber.

El contenido de una palabra se abre como una gota de aceite en un papel secante, como una sombra que se extendiera en todas las direcciones. Los cuadros de Parody intentan quedarse en los espacios de la significación sin proponerse invadir el terreno de la comunicación. Estar ahí garantiza la libertad de los significados para orientarse en cualquier dirección o en todas como ocurre con las palabras antes de ser combinadas, pues si se diera con obcecación el salto a los mensajes correríamos el riesgo de convertirnos en estatuas de sal al tiempo que huimos de la nada. Después de todo, lo que persigue la literatura es el rito de la ambigüedad, pues convierte las palabras 7

Pues allí nos conocimos los tres, aunque en momentos diferentes de la misma secuencia. José María y yo nos encontramos prácticamente al comienzo de nuestra vida laboral, laboral esta vez con el significado que le da la jurisprudencia. Pablo apareció lógicamente bastante tiempo después como estudiante, aunque él sabía de aquel lugar más que nosotros. Cuando llegamos se estaba en aquel centro docente de dos maneras: la grandilocuente o la retraída. Nosotros participamos con una pizca de mala conciencia al no vernos inmersos en la corriente dominante, que era desde luego más gloriosa. Nosotros pertenecíamos a ese grupo pequeño que hace bulto en la ceremonia. Queríamos estar y estábamos, aunque nos faltara a cada instante la seguridad de actuar con acierto. Cuando apareció Pablo ya se había acabado el incienso hacía tiempo y los retraídos teníamos el convencimiento de que la nuestra era ya una corriente con futuro. José María llegó en realidad allí hundido en la pintura. A través de él supe qué era lo que ocurría en Córdoba y en Andalucía en las artes de la visión y me identifiqué con ese mundo sencillo de colores limpios. Él hacía entonces cuadros de objetos cotidianos cegados por la luz, dibujados en el aire y movidos por la memoria como por viento en la arena. Nada tenía que ver aquello con la tenaz constancia a adornarlo todo con los arcos de la mezquita, por poner un ejemplo, desde las postales de felicitación navideña a cualquier otra cosa. De aquella las fotocopias se habían convertido en un recurso masivo, de tal manera que delante de las fotocopiadoras había cola siempre. Los dos compartíamos la idea de que la fotocopia traía a los escritos caseros una dignidad y una autonomía desconocida desde la época de los amanuenses. Pablo en su día conectó de

lleno con esta corriente mesiánica para independizar la copia. Manejábamos las letras transferibles como secreto de alcoba y yo buscaba a José María para cualquier cosa que tuviera que ser vista, fuera cartel o texto. Lamento ahora mismo no conservar todas aquellas creaciones, que fueron muchas, con las que hacíamos que la gente volviera a leer de otra manera en aquel lugar que parecía estar tan apartado del resto del mundo. Celebramos el cincuenta aniversario de la muerte de Antonio Machado en el exilio, la memoria de Freud o Velázquez junto a muchas otras efemérides. Entre todas las actuaciones hay una de la que guardo un especial recuerdo. Se trataba de unas bandas escritas con letras de colores que decían en un sinfín “Laboratorio para la creación literaria”, actividad con la que yo pretendía sacar de las aulas la literatura, sin salir del nivel en el que trabajábamos. La visión de arco iris que había en aquellas cintas es lo que, a modo de homenaje, recuerda el título de este escrito con la metamorfosis de la luz. José María abrió una ventana y por ella entró el prisma de los colores de Josef Albers, el viento de los que vieron las palabras escritas y sus letras como pinturas, la nueva manera de mirar que había propuesto muchos años atrás la Bauhaus, la bella negligencia de las formas para que a todos nos fuera posible recrear la realidad sin torpezas. Cuando pasan los años nadie se acuerda de lo que ha supuesto mezclar lo viejo con lo nuevo, porque no somos conscientes de la evolución, no queremos serlo para soportar mejor los recuerdos de nuestro propio pasado. Pablo llegó como un huracán. Aportó, inventó, maquetó, le dio a las transferibles como nadie. Al final nos superó tanto que entre la falta de tiempo que nosotros padecíamos y aquel vendaval que lo agitaba a él debió de sufrir alguna especie de decepción. En cualquier caso 8

habíamos unido las artes visuales y la escritura borrando definitivamente entre nosotros esa frontera.

Todas las metamorfosis proceden misteriosamente y puede que eso sea lo que de ellas nos atrae más; la de la luz pasaría por ser la metáfora perfecta del amor ciego, que es un arrebato incontrolable que nos obsesiona con fundirnos como ocurrió entre el soldadito de plomo y la bailarina o con Filis y Damón y el agua dentro de la esponja. La luz pasa por un prisma triangular de cristal y se descompone en un haz de colores que crea una vidriera de aire. El sol asoma por el horizonte un fin de tarde en primavera y, atravesando la lluvia, proyecta sobre el cielo un arco con los siete colores en el que de niños siempre queríamos meternos. Lo perseguíamos, pero nunca lo alcanzábamos. El amor ciego, como la pintura, nos hace desear la vida una y otra vez en busca de mayor entusiasmo. En medio de una soledad contagiosa los lenguajes simbólicos que utilizamos recrean una vida paralela con puentes tendidos en todas direcciones, convirtiendo la realidad en una realidad imaginaria poblada de metáforas. El arte abre un pasacalles vestido de amor ciego.

José María Parody busca que un cuadro recorra el camino de los sentidos del mismo modo que un trago de vino, que se posa en los labios para invadir la boca por todos los rincones y tomando la temperatura de dentro libera un vaho misterioso que vuela hacia la memoria, que es como el mar, y allí remueve los sedimentos. Un vino despierta en nosotros el recuerdo mejor escogido de todos los alimentos terrestres. Sabe a tierra húmeda perfumada por la lluvia que la ablanda y la llena de musgos y el vino guarda dentro ese frescor de la tierra fértil. Inmediatamente ese olor da paso a la madera que libera siempre una suerte de aliento balsámico, con la resina aterciopelando la lengua y plagando la memoria de inmensos bosques solitarios, de imágenes de árboles que alguna vez hemos conocido a lo largo de nuestra vida. Vienen después las frutas y los vegetales con una ligera acidez embriagadora o con ese dulce tostado que algunas veces nos delimita el centro exacto de lo dulce, plagado de otros muchos sabores que vienen del fuego o del sol o de la propia maduración a la que solo puede dar paso el tiempo. La relación que el vino establece con los recuerdos es tan extraña que no podríamos hablar de esos sabores por ellos mismos, parece que es el vino el pretexto y quien nos lleva a la comunión con la naturaleza de la cual venimos. Las emanaciones del vino nos trasladan gozosamente hasta el origen lo mismo que hace el arte, en un recorrido simbólico paralelo a la vida real, que puede resultar más real que lo cotidiano. Nuestros sentidos son en ambos casos el único camino posible.

Pedro Martínez Martínez marzo 2009

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Letraset En inglés, si le quitas a espada la letra ese, se convierte en palabra. Sólo un carácter y todo cambia. Ocurre igual con la polisemia de la palabra carácter. Si pensamos en la letra ese, todos estamos de acuerdo en concederle un trazo sinuoso. De hecho 2 de las 7 letras de la palabra sinuoso son eses. Pero el carácter de una letra ese escrita en gill sans comprimida es sólo un apunte, como inocente un golpe de tinta de Ramón Gaya, mientras la garamond cursiva es retorcida e inquietante, y esconde oscuros secretos en cada curva. La grafía del carácter modifica el contexto, provoca en el lector un estado de ánimo. Un club de alterne que quiere ser distinguido usará una bodoni de trazo grueso. La marca de un jabón neutro se escribe en una limpia helvética. Un banco utiliza la comic para vender cuentas de ahorro para niños. Por eso el catálogo de letraset que aún atesora Parody no es un simple muestrario comercial de transferibles, es un catálogo de emociones, un poemario que podría haber escrito Raymond Queneau. Las mismas letras, el mismo abecedario en mayúsculas, en minúsculas, y sus números correspondientes, adoptando un carácter comercial, festivo, íntimo, decadente o puramente administrativo. Hasta aquellas que apenas aspiran ser un trazo eficaz y comunicable esconden pequeños gestos, serifas bajo los unos, una zeta que se ensancha, el cero que se estrecha en exceso para no ser o mayúscula. Puede ser la palabra la unidad última de significado, pero la letra es el átomo de las emociones. El perfil de su contorno, la elección de la tipografía sobre el resto: todo eso ya genera en quien lee o quien observa una emoción. Pablo García Casado

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Relación de obras 1. Autorretrato con pathos.

8. No basta con disponer los colores, por muy bellos que estos sean, unos al lado de otros. Es necesario además que se produzca una hermosa relación entre todos esos colores. (H. Matisse)

Dos piezas de 100 x 100 cm. Acrílico sobre madera entelada. 2009 Parole, parole, parole, (palabras, palabras, palabras) es el título de una conocida canción italiana grabada originalmente por Mina y Alberto Lupo en 1972. Los patos se recogieron de la sección de cut & caps de briarpress.org, una comunidad de entusiastas del papel impreso dedicada a la preservación del equipamiento y el arte de la impresión. En la crítica artística la palabra pathos se utiliza para referirse a la íntima emoción presente en una obra de arte que despierta otra similar en quien la contempla.

29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal y papeles impresos. 2002 Las palabras de Matisse se acompañan de un dibujo para colorear de los años cuarenta y de una carta de colores de cuatriocromía, procedente de la sección de anuncios de un periódico alemán que encontré en la calle Juan de Mena.

9. Amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles like soap bubbles. (A. Machado)

2. Eric Gill. 60 x 60 cm. Acrílico y lápiz sobre madera entelada. 2009 Eric Gill es el creador de la Gill Sans que viene a ser la respuesta británica a la popular Futura. Este tipo fue siempre apreciado por su gracia, sutilidad y versatilidad. El Gobierno de España y la Administración General del Estado usan esta fuente en su identidad corporativa. Una cita de Eric Gill: “las letras son cosas, no dibujos de cosas”. Para el arbolito acudí a una ilustración vectorial recogida en briarpress.org.

29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal y papeles impresos. 2006 Estoy seguro que Joseph Cornell también amaba los mundos sutiles ingrávidos y gentiles. Soap Bubbles, pompas de jabón en inglés, es el título de la primera serie de cajas realizadas por el artista americano. La carta estelar se recogió de las guardas del catálogo de una exposición de Cornell que diseñó Diego Lara para la Fundación Juan March en 1984.

10. Las sombras de las colinas se vuelven azules al atardecer. (Leonardo da Vinci)

3. Time(s) fugit. 60 x 120 cm. Acrílico sobre madera entelada. 2009 Cuando el prestigioso «The Times» quiso contratar como asesor tipográfico a Stanley Morison, éste contestó que sólo los oiría si quitaban el punto que había tras el nombre en la cabecera del diario. Unos días después, «The Times» salió a la calle sin ese injustificable punto y Morison aceptó al oferta. En 1932, junto a Starling Burgess y Victor Lardent, diseña el tipo Times New Roman.

29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera cristal y papeles impresos. 2002 Hojas de distintos tonos de azul en una carpeta, con una hermosa fotografía impresa, que contenía muestras del papel Conqueror y un recorte de «El País» con un sugerente titular: El color de los sueños.

11. Al hacer arte uno escoge un camino que no conoce. Es como doblar una esquina, nunca se sabe lo que hay al otro lado hasta que se ha girado. (Milton Avery)

4. Fácil,útil, segura. 60 x 60 cm. Acrílico y lápiz sobre madera entelada. 2009 Paul Renner, alrededor de 1925, acierta a construir, con trazo uniforme en todo el alfabeto, un tipo que sometido a los estrictos dictados de círculos, triángulos y cuadrados, tiene mayor deuda con la ingeniería de precisión alemana que con la pluma del calígrafo.

29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal, lápiz, papeles impresos y ladrillos de barro. 2007 El texto procede de un catálogo de Milton Avery que me trajo José María Báez de Nueva York y se compuso entre esquinas realizadas con pequeños ladrillos comprados en Los Guillermos; al fondo el plano de Manhattan donde está marcada la calle once-oeste en la que vivía el pintor.

5. Bodoni bonita. 60 x 60 cm. Acrílico y lápiz sobre madera entelada. 2008 Giambattista Bodoni fue denominado rey de los impresores por la exquisita calidad de sus trabajos. La aparición de esta letra, con enormes contrastes entre líneas finas y gruesas, desplazó a las tipografías antiguas gracias a su apariencia clara y racional.

12. Me pregunto si cada imagen es la historia de este mundo. (Pablo García Casado) 29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal, pastillas de acuarelas y papeles impresos. 2005 La foto de unos palestinos trabajando el campo se recogió en un «Blanco y Negro» de principios del veinte, los dos botecitos contienen restos de petróleo de la refinería de Tarragona. El texto se encontró en el poema «Los petroleros» de Pablo García Casado, la caja de perfume fue de Lola Casado, madre del poeta.

6. Pintar de azul el mar de todos los atlas. (R. Alberti) 29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal, pastillas de acuarelas y papeles impresos. 2003 La reproducción, que iluminé ligeramente con lápiz, de una antigua carta marina inglesa del golfo de Cádiz procede de un calendario editado por la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía. Entre unas pastillas de acuarelas, que use durante algún tiempo, y compuesto con Bodoni un buen consejo de Alberti.

13. Poner límite, poner límite, ¿poner límite a la canción del océano? (A. Ginsberg) 29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal, botones de plástico papeles impresos y madera. 2006 La secuencia de botones de distintos tonos reproduce en el mismo orden los cuarenta colores que nombra Ginsberg en su poema «La brisa de las palabras del sendero del océano de Bixbi Cayon». Combinando textos de ese poema y añadiendo objetos. papeles y otros materiales realicé, entre 2004 y 2005, siete piezas para la exposición «Discursos interrumpidos». En este caso la cita es de «El cañón de Bixby» otro poema del autor que también se refiere a ese lugar de la costa sur californiana.

7. Desconfiad de los mayores de treinta años. (Escrito en un muro de la Universidad de Berkeley en 1966) 29 x 29 x 7,5 cm. Caja de madera, cristal, fósiles y papeles impresos. 2003 Tanto la fotografía como las páginas impresas con texto se recogieron de «LIBRO PERSONAL1966» un anuario de ese año publicado por Difusora Internacional de Barcelona e impreso por I.G. Seix y Barral Hnos. en el que se reproduce material gráfico cedido por la revista «Triunfo». Los fósiles fueron un regalo de Juan Manuel Sánchez Velasco, compañero de trabajo algunos años.

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14. La luz y tu mirada se hablan. (Homero Aridjis)

20. No existe nada en el espíritu que no pueda llegar a ser letra. (Isidore Isou)

50 x 40 cm. Lupa y tinta sobre papel montado en DM. 2005 Las palabras son de Homero Aridjis y las encontré en una antología de este poeta mejicano, después perdí el libro no se cómo y a menudo lo echo en falta. El papel de esta pieza y de las números 17, 18 ,19 y 20 del presente catálogo me lo regaló Hashim I. Cabrera y creo recordar que contó que los había encontrado en un molino.

10,9 x 18 x 4 cm. Caja de madera con imprentilla de tipos de caucho. 2007 Encontré hace relativamente poco esta caja en Benito, de la Corredera, que es del mismo tipo y cuerpo que la de Emilio García. La cita es de Isidore Isou, fundador del Letrismo, movimiento heredero del Dadá que sería uno de los orígenes del Situacionismo. Se encontraba en un artículo de Ernesto Giménez Caballero aparecido en «Poesía», la revista ilustrada de información poética.

15. Comme tous les dimanches. (El Francés sin esfuerzo. Assimil)

21. Veillant, doutant, roulant, brillant et méditant. (Mallarmé) 10 x 20 x 3,8 cm. Madera, cartulina, papel impreso, cristal y dados. 2003 Veillant, doutant, roulant, brillant et méditant (velando, dudando, rodando, brillando y meditando) son palabras de Stéphane Mallarmé recogidas de su poema «Un coup de dés jamais n’abolira le hasard». La caja en su día contuvo puros holandeses.

50 x 40 cm. Lágrimas de cristal, aluminio y tinta sobre papel montado en DM. 2005 En el colegio oíamos por un interfono el método Assimil, el francés sin esfuerzo, mientras seguíamos las lecciones en un libro amarillo de pastas duras. De él siempre me interesaron las ilustraciones; en ellas al dibujo, muy del estilo de los cincuenta, se le añadía una frase del texto construyendo así una especie de chiste que siempre cambiaba el sentido que esa frase tenía en la lección. En uno de esos dibujos una pareja se asoma a la ventana, se ve que caen gotas mientras el nombre dice: Naturellement; il pleut; comme tous les dimanches! En la ventana superior otra pareja, esta vez de ancianos riega unas macetas.

22. Contraportada. El profesor Maurer aprende español. Mil piezas de 1 x 40 cm. Cinta de plástico adhesivo, rotuladas con Dymo, sobre madera pintada. 2007-2008 Mil palabras valen para componer una imagen. El Profesor Maurer, de origen suizo, es el inventor de un método para aprender inglés con mil palabras. En la radio, a veces, se oye una cuña en la que el propio Maurer nos dice, con un peculiar acento, que su método ha triunfado en todo el mundo, porque para aprender inglés no es necesario invertir años de sacrificio ni grandes cantidades de dinero. Más tarde nos invitan a llamar al nueve cero dos, veinte, veintiuno, veintidós.

16. Sentía crecer un aire nuevo. (Julio Cortázar) 50 x 40 cm. Cuchilla, pulverizador y tinta sobre papel montado en DM. 2007 El pulverizador me lo regaló Luis Marín que, de vez en cuando, me da objetos, papeles y otros materiales que a veces utilizo en mis trabajos. Luis además ha estado presente en la génesis de gran parte de la obra de esta exposición aportando ideas y opinando sobre las soluciones.

23. Dinero. 17. Fugarse por el hueco hacia el otro lado. (Eduardo García)

Seis piezas de 27,7 x 27,7 cm. Impresión láser color y moneda de un euro sobre papel. 2009 El origen de esta serie de obra gráfica múltiple, está en un regalo que hice a Pablo García Casado cuando editó su libro «Dinero». Él me regala lo que publica y yo correspondo con un presente, espero que esta costumbre podamos mantenerla mucho tiempo. En esta versión el trabajo ha cambiado de formato y composición.

50 x 40 cm. Cuchilla de afeitar y tinta sobre papel montado en DM. 2008 La cuchilla la compre en el último remate entes de cerrar de Mancha Hermanos, impagable bazar en el Arco Alto de la Corredera con antiguos aromas del Protectorado de Marruecos. Las palabras son de un poeta con el que coincido entre otras cosas en el gusto por la charla.

18. Humildad y respeto. 24. Babel.

50 x 40 cm. Reloj, hebilla metálica y tinta sobre papel montado en DM. 2009 Humildad y respeto fue el lema de la concentración en la que celebramos, con vino de consagrar, la retirada del reloj de Caja Sur en septiembre de 2001. El reloj me lo compró Manuela y formó parte de mi muñeca muchos años.

Nueve piezas de 100 x 25 cm. Acrílico sobre madera entelada. 2009 Un amigo, Severiano Bajo, me hizo ver en el Diccionario de símbolos de Cirlot que si a SWORD (espada en inglés) se le quita la S queda WORD (palabra). Esto lo utilicé como envío de propaganda electoral, a un corto círculo de amigos, en las elecciones al parlamento vasco de 2001. Después reparé que si a MORT (en francés muerte) le quitamos la R queda MOT (palabra). Así se construyeron es tas nueve piezas usando el tipo Courier New en negrita.

19. No os ahorraré ningún trabajo quedándome callado. (Leonard Cohen) 12,6 x 18,6 x 4 cm. Caja de madera con imprentilla de tipos de caucho. 2002 Esta caja pertenece a Emilio García que la compró a principios de los setenta en Sevilla, pero la tengo conmigo desde hace mucho tiempo. Con ella se rotuló el cartel de las dos primeras exposiciones en que participé, y me ha dado mucho, mucho juego. En este caso sirvió para construir los textos de los papeles del molino (obras 14, 15, 16 17 y 18 de este catálogo). La cita de Cohen es de su libro «La energía de los esclavos».

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Bio

José María García Parody

La línea de la Concepción, Cádiz (1951).

Últimas exposiciones colectivas

2004

2008

Ar-Ventable. Galería Arte 21, Córdoba.

Incremento de colecciones 1986-2006.

1997

Esti-arte. Galería José Pedraza, Montilla.

Museo de Bellas Artes, Córdoba

Pinturas. Galería Cobalto, Córdoba.

Galería José Pedraza, Montilla.

REconversiones. Galería Arte 21. Córdoba

Séneca y la córdoba romana. Sala de

2005

2009

1978

Exposiciones de la Universidad de Jaén.

Discursos interrumpidos. Sala Puertanue-

La enfermedad, la muerte. Reflejos y

Alrededor del paisaje. Galería Num,

1998

va, Córdoba.

visiones en el arte cordobés. Sala de

Córdoba.

Averroes (Ibn Rushd) y la Córdoba de

2006

Exposiciones Vimcorsa, Córdoba.

1979

su época. Sala de Exposiciones Mateo

Cuadernos escolares. Biblioteca de Extre-

Galería Céspedes (con José Mª Baez),

Inurria, Córdoba.

madura, Badajoz.

Córdoba.

1999

Múltiples. Galería Arte 21, Córdoba.

1980

Cuatro elementos (Juan J. Caro, Joaquín

Corbatas 06. Galería Arte 21. Córdoba.

Galería Melchor (con José Mª Baez),

Castaño, García Parody, Jacinto Lara).

2007

Sevilla.

Galería José Pedraza, Montilla y Galería

Profesores que pintan. Centro de Profe-

1981

Taller El Pasaje, Sevilla.

sores Luisa Revuelta, Córdoba.

Sala de Exposiciones del CEI, Córdoba.

Cuadernos escolares. Sala AGGA, Mérida.

1984

Alas de papel. Casa de la Cultura, Espiel.

1980-1984. Posada del Potro, Córdoba.

Exposición internacional de arte por

1985

correo homenaje a Joan Brossa. Sala de

Galería Rafael Ortiz, Sevilla.

la Diputación Provincial, Huelva.

1987

Sobre papel: Arte cordobés contemporá-

Tintas y acuarelas. Galería Rafael Ortiz,

neo. Museo de Bellas Artes, Córdoba.

Sevilla.

2001

1989

Alas de papel. Galería/taller Wilder &

García Parody 1988-1989. Museo de

Davis, Montreal.

Bellas Artes, Córdoba.

2002

Sala de Exposiciones del CEI, Córdoba.

Hisae. Posada del Potro, Córdoba.

1991

Alas de papel. Casa de los Tres Mundos,

Con el papel impreso. Casa de la Cultura,

Granada (Nicaragua).

Palma del Río.

2003

Collages. Sala I.B. Averroes, Córdoba.

Esti-arte. Galería José Pedraza, Montilla.

1997

Interolerti 2003. Sanz Enea, Zarautz.

Al pie de la letra. Sala de Exposiciones

Alas de papel. Pinacoteca del Estado de

Mateo Inurria, Córdoba.

Tlaxcala,Tlaxcala (México).

2000

A San Juan de la Cruz. Museo de San

Para que veas. Galería Cobalto, Córdoba.

Juan de la Cruz, Úbeda.

Reside en Córdoba desde 1960. Exposiciones individuales

21

2001

La mirada y lo mirado. Galería Icaria, Alcalá de Guadaira. 2002

Cuanto más profunda es la mirada más se calla la boca. Galería José Pedraza, Montilla. 2007

Las cosas de Parody. Sala Tríptico IES Averroes, Córdoba

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