Si uno se asoma a cualquier patio de colegio, le bastará solamente unos segundos para darse cuenta de que las cosas ya no son lo que eran. Ni rastro de combas, gomas elásticas, o grupos de niños y niñas jugando al pilla pilla, a pies quietos o a balón prisionero. El suelo del recreo, antes cubierto de tiza blanca empleada para jugar a la "Rayuela", se ha llenado de corros de niñas, que a pesar de su corta edad, hablan de su instagram, del nuevo "Kit" de maquillaje de Frozen, de su manicura o de sus nuevos bolsos.
Cuando las niñas dejan de ser niñas Es evidente que con el paso de los años las modas han ido cambiando. Sin embargo, dejando a un lado las costumbres y modas propias de cada generación, nos encontramos con un fenómeno que ha ido implantándose en nuestra sociedad con el paso de los años. Se trata de la hipersexualización infantil, una tendencia que hace que las niñas ya no parezcan niñas, sino mujeres. Es un nuevo patrón de exaltación de la sexualidad de las niñas de hoy, convertidas en meros agentes de consumo La hipersexualización infantil aniquila por completo la niñez, sexualiza la infancia y crea en los menores una serie de necesidades que hace apenas unos años eran inimaginables. Esta situación condiciona el desarrollo y crecimiento de las más pequeñas y puede derivar incluso en trastornos de la conducta alimentaria durante la adolescencia.
¿Qué hay detrás de la hipersexualización? En primer lugar, es necesario definir el término de hipersexualización como un proceso de transformación del niño en un agente de consumo. Para ello, se crean en ellos una serie de necesidades que responden a una maduración precoz. Las niñas dejan de ser niñas y se transforman en "pequeñas mujeres" que necesitan maquillarse, llevar bolsos, ponerse tacones o utilizar ropa interior con relleno. La sociedad de consumo transforma a las niñas de hoy en el perfecto cliente, que exige una serie de productos y necesita "saciar" unas necesidades aparentes con artículos que hace apenas unos años los más pequeños ni siquiera conocían. Para responder a estas "necesidades", se les ofrece unos productos vinculados a la naturaleza sexual: ropa, maquillaje, accesorios, etc. l mercado sexualiza a los más pequeños antes de que estos hayan alcanzado la maduración sexual.
La psicóloga Elena Mayorga, explicó en el diario El Mundo que "hoy en día, los niños y, sobre todo, las niñas están siendo utilizadas y sexualizadas como medio para vendernos a
los adultos y a ellas mismas, todo tipo de productos, desde sopas y coches, hasta muñecas, videojuegos, ropa, joyas y casas. Se está exponiendo a nuestros hijos y sobre todo a nuestras hijas como mercancía sexual”.
La evolución ideológica Además, este fenómeno coincide con una evolución ideológica. La reivindicación de la llamada "emancipación sexual" responde a la intención de ciertos colectivos que pretenden sexualizar la infancia como una operación para legitimar la maduración precoz. Es el caso, por ejemplo, del colectivo LGTBI, que para legitimar el derecho a la transexualidad o a la homosexualidad, enarbolan el argumento "yo soy así desde pequeño". Es decir, promueven la sexualización de la infancia para justificar su condición. A todo ello hay que sumarle la trivialización de la sexualidad, una sociedad cada vez más materialista y la evolución de la tecnología y las redes sociales.
¿Hay solución? La respuesta a este fenómeno que roba a las niñas su niñez e impide que sean lo que son, ha sido siempre la familia, donde los padres, ejerciendo su derecho de educar a sus hijos según sus convicciones, se convierten en los principales escudos frente a esta amenaza. También lo es el sistema educativo, una pieza esencial que, junto a la institución de la familia, está siendo corrompida.
A HIPERSEXUALIZACIÓN INFANTIL
Laura López Muñoz Publicado el 16/05/2017 15:05
En nuestra sociedad, podemos observar la hipersexualización en la población infantil la cual está cada vez más presente debido a la masiva red de información a la que estamos accesibles y no es provocada por los niños y niñas, ellos son simples víctimas de la información implícita que transmiten los adultos y sobretodo los
medios de comunicación. Para comprender en mayor medida el concepto, dispondremos una serie de acepciones desde el punto de vista de diferentes autores: La hipersexualización consiste en dar un carácter sexual a un comportamiento o producto que no lo tiene en sí. Es un fenómeno de la sociedad según el cual incluso adolescentes y jóvenes adoptan actitudes y comportamientos sexuales considerados demasiado precoces. (Violeta Barrientos Silva, 2009 p. 10) La hipersexualización coloca a niñas, adolescentes y jóvenes sexualizadas como medio para vender y a niños, adolescentes y jóvenes varones, como posibles compradores de cuerpos y otras mercancías (Madera Pacheco y Pacheco Ladrón de Guevara, 2015, p. 13) La adopción de actitudes y comportamientos precoces en la juventud y adolescencia, provoca una pérdida de la infancia en nuestra población más joven, sin tener la necesidad de perder esta etapa tan importante, los adultos quieren hacer de sus hijos los más bellos y las más bellas, fomentando en ellos que la estética es lo más importante incluso más que la educación en valores que cada vez brilla más por su ausencia. Haciendo referencia a la segunda acepción mencionada, debemos destacar el concepto de androcentrismo, en el que el hombre es el centro, dejando a la mujer en un segundo plano. “El androcentrismo consiste en considerar al ser humano de sexo masculino como el centro del universo, como la medida de todas las cosas, como el único observador válido de cuanto sucede en nuestro mundo (…)” (Moreno,1986, p.16). Bajo estas líneas debemos hablar de sexualización precoz, ya que esta se ve afectada por los medios de comunicación y lleva a los adolescentes e incluso niños a adentrarse en un mundo nuevo que entra dentro de sus intereses, pero con información atrofiada, la defino de esta forma porque consecutivamente les interesa saber todo lo relacionado con el ámbito sexual por curiosidad y por el término “atrofiada” lo justifico porque dicha información no es real, la aprenden en redes sociales e incluso revistas que se disfrazan como “revistas juveniles” pero su contenido no es el adecuado a la edad a la que supuestamente va dirigida. Según el sociólogo Javier Elzo ( 2004, p.117) “Siempre que se habla de los medios de comunicación social y de su influencia en los adolescentes se piensa inmediatamente en la televisión y, aunque en menor medida, también en la radio. No soy yo quien va a negar importancia a estos medios en la socialización juvenil (…) Hace no mucho tiempo me encontré en el salón de mi casa con una revista creo recordar que era Pronto pero bien pudo ser otra, como Nuevo Vale, Súper Pop.... La ojeé y me quedé estupefacto. Mi pregunta, más bien mi exclamación fue algo así como esto: "pero, ¿esto es lo que lee mi hija?”. En estas revistas nos encontramos numerosos consejos de ámbito sexual que no son aptos para niños, pero no nos podemos detener solo en este ámbito, también debemos destacar los consejos sobre maquillaje, información sobre famosos de
sexo masculino, consejos sobre ropa, etc. Los cuales convierten a la revista, aparte de no apta a edades tempranas, en una revista con un contenido altamente hipersexualizado. Más que consejos, bajo mi opinión los definiría como imposiciones, ya que realmente les conviene que las niñas que lean esas revistas los lleven a cabo, imponiéndoles cómo debe vestir y que obligatoriamente debe estar maquillada. Destacar también, aunque parezca insignificante, el color que predomina siempre es el rosa. Con todo esto se pretende reivindicar que, no siempre las mujeres llevan tacones y vestidos, ni siquiera tienen que estar maquilladas y no es el color rosa el color de las mujeres por excelencia, por lo tanto, como adultos y adultas no debemos transmitir estos estereotipos a nuestros niños y niñas. Estas revistas, por supuesto, están escritas por adultos, con mentalidad de adultos. De ahí la irrealidad y la sofisticación de tales “consejos”, haciendo que estas niñas se conviertan en adultas antes de tiempo por el simple hecho de gustar a un chico. Por lo tanto, podemos aclarar el concepto de hipersexualización infantil bajo las mismas líneas anteriores, definiéndolo como la alteración de actitudes en niños que aún no han llegado a la etapa adolescente, con el fin de que parezcan mayores precozmente. Estamos diseñando a jovencitas que más que ser ellas mismas, tienden a aparentar una imagen que se aleja de la realidad. Esa imagen la consideran “ser mujer” cuando realmente serlo implica muchos valores que desconozcan en su totalidad. La publicidad con menores puede parecer que es un juego divertido, así lo disfrazan los padres para que sus hijos e hijas salgan delante de cámaras aprovechando la belleza de este o si es carismático, cuando en el fondo solamente es puro egoísmo por ganar dinero a costa de estos. Los niños y niñas no tienen el derecho a decidir si quieren que su imagen sea vista por millones de personas, es ahí donde entran los padres como sujetos responsables que parecen no serlo si realizan estas prácticas. Estos niños que desde pequeños están ante las cámaras, van perdiendo poco a poco su infancia, sustituir el tiempo de juego y de aprendizaje por anuncios publicitarios o concursos de belleza es una privatización de la libertad que el niño tiene que experimentar en su etapa infantil afectándole en su desarrollo emocional y psicológico. Si tratamos a los niños como mayores, ¿dónde quedará la inocencia del niño? Estas situaciones pueden provocar abusos a menores, dado que con la facilidad que manejan las redes sociales, y las fotos que puede publicar en estas, creen que son lo suficientemente mayores como para conversar con gente desconocida mediante la red. También mencionar la multitud de niñas con trastornos alimenticios, generado por la publicidad hipersexualizada en la que la imagen ideal de la mujer es extremadamente delgada.
Actualmente, este estereotipo de género también se está extendiendo en el género masculino, teniendo como ideal aquel joven con aspecto deportivo y unos músculos exagerados. Los niños tienen como referencia a futbolistas, ya que estos visten de una cierta manera y tienen un físico atlético lo cual atrae a un gran número de jóvenes del sexo femenino, de esta manera, se convierten en el ejemplo a seguir de muchos chicos. Como docentes, es nuestro deber inculcar estos valores a parte de las áreas principales que tanto importan en la enseñanza, sin dejar en un segundo plano temas transversales como este al igual que cuidar el currículo oculto que se transmite a los alumnos y alumnas. Tenemos en cuenta la plasticidad cerebral que los niños tienen para adquirir nuevas ideas y conocimientos, por lo tanto, realizar cualquier acción o decir algún pensamiento con un peso sexista considerable, podrá suponer que los niños o niñas lo adquieran rápidamente. Es primordial enseñar a nuestras niñas que no toda la información es cierta solo porque la sociedad lo ponga de moda o porque lo digan en la televisión, tenemos que acercarlas a una realidad que, aunque sea una minoría, poco a poco, se expandirá y acabaremos con los estereotipos que tanto nos persiguen como mujeres.De este modo, formaremos a niños y niñas con un pensamiento libre de prejuicios, tolerantes y adaptados al medio actual. De igual manera es esencial dejar claro a los alumnos y alumnas que cada etapa requiere una serie de actitudes y que la etapa infantil se debe llevar a cabo con actitudes acordes a su edad. Podemos realizar proyectos con actividades que favorezcan estos valores haciendo partícipes a los padres en actividades de dicha índole para que no estén ajenos a un tema tan actual como es la hipersexualización infantil. Bibliografía Pinilla, M. P., Martínez, M. L., & Cerdá, R. R. Juego preventivo contra la violencia de género en adolescentes.
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HIPERSEXUALIZACIÓN: CUANDO LOS MENORES SE EXHIBEN DE FORMA COMPULSIVA. «Los adolescentes están dando un excesivo valor a la imagen, lo que motiva una pronta y exagerada sexualización», afirma Jorge Flores, director de Pantallas Amigas, una entidad que trabaja en promover el uso
seguro de las redes sociales. «Lo que hacen los jóvenes no es tanto imitar lo que ven en casa, sino los valores que refleja una sociedad en general. Existe una presión por la hipersexualización». Flores insiste en que «utilizar la tecnología y las redes sociales es una libertad a la que tienen derecho», pero «muchos de ellos lo hacen de forma compulsiva. El móvil les facilita satisfacer esos impulsos». Sólo hay que entrar en Instagram, en la cuenta de algún adolescente para que en su perfil o en el de alguno de sus contactos encontremos una foto con una pose algo provocativa. Eso sí, muchas de ellas van acompañadas de frases trascendentales o que dan pie a la intención del menor que, en realidad, sólo quiere que su número de seguidores o de «me gusta» crezca muy rápido. «Los dos sabemos cómo acabará» o «mientras tu piensas qué ponerte, yo pienso en cómo quitártelo», son sólo algunos ejemplos de los comentarios que acompañan a las instantáneas. «Es cierto que estas imágenes se siguen dando en mayor medida entre chicas, pero cada vez son más ellos los que suben fotos con el torso desnudo. Se empiezan a ver cosas que antes eran muy difíciles entre adolescentes», insiste Flores, al que no sólo le preocupa que los menores suban fotos y que luego se puedan arrepentir sino que «se produzcan secuestros de terminales y, a los adolescentes, en lugar de pedirles dinero les exijan desnudos». El psicólogo y ex defensor del menor Javier Urra hace hincapié en una idea: «No podemos decir que todos los menores estén hipersexualizados, pero sí que vivimos en una sociedad muy erotizada. No hay más que ver los anuncios de publicidad o la forma de vestir de los modelos que imitan los jóvenes». Pero éste no es el único motivo que sostiene Urra para explicar por qué, entre los más jóvenes, se está convirtiendo en habitual difundir imágenes insinuantes. «Se ha rebajado mucho la edad de la infancia y, en cambio, se ha alargado la adolescencia», insiste. Entre los 12 y los 13 años ya aparecen los primeros cambios en el carácter. Y no sólo eso, es que «la realidad de la mujer ha cambiado y a las niñas ahora les viene la regla antes. Por eso, hay que tener en cuenta que las hormonas juegan un papel muy importante». Sin embargo, aunque cada vez lleguen a la adolescencia antes, «el desarrollo emocional y evolutivo no ha cambiado», asegura Silvia Álava, psicóloga y autora de «Queremos hijos felices y que crezcan contentos».
Para esta especialista la clave está en el modelo que imitan. «Cuando son niños imitan todo lo que hacen sus padres, mientras que en la adolescencia, los cantantes y actores pasan a ser su modelo a seguir», sostiene la psicóloga. Tanto ella como Urra aseveran en que no es tanto un problema por parte de los padres, sino de toda la sociedad. Eso sí, «hay que educarles en la importancia de la intimidad, en que deben protegerla. No son conscientes de que la pierden en cuanto cuelgan la imagen en redes sociales. No asumen que pueden llegar al resto», afirma el ex Defensor del Menor. Y a este desconocimiento, se suma la impulsividad que puede terminar siendo un problema «cuando se ennovian». «La Policía Nacional ya me ha confirmado que están recibiendo muchas denuncias de adolescentes a las que sus ex novios chantajean con fotos de desnudos que se hicieron cuando estaban juntos. Con ello quiere que vuelva con él porque si la cuelga en redes sabe que el daño puede ser terrorífico, ya que en su entorno es muy probable que surja la palabra puta», comenta Urra. Los «me gusta» no dejan de ser la forma más fácil «de sentirse valorada. Antes tenían que esperar a llegar a clase con la camiseta nueva para recibir los elogios, ahora sólo tiene que escoger qué foto subirán y al instante reciben la gratificación. La necesidad de sentirse valorado por el grupo sigue siendo igual de necesario que antes. A los adolescentes les engancha mucho», subraya Álava. Hay que tener en cuenta que, desde el nacimiento del ser humano, «el rechazo siempre se ha percibido como una amenaza y esto, en la adolescencia se acentúa ya que su personalidad está en plena formación y siempre van a buscar pertenecer a un grupo y, en este sentido, las redes sociales ayudan mucho ya que pueden tener muchos amigos sin exceso de amistad. No tienen que verse constantemente, su relación es virtual». «Puntúa del 1 al 10». Es la única frase que acompaña el vídeo de una chica de no más de 15 años que imita los movimientos de una canción de «reggaeton».
Qué es la hipersexualización de las adolescentes La hipersexualización es una palabra inventada por una psicóloga canadiense, Jocelyn Robert. Con ella quería definir la imagen de niñas y
adolescentes como adultas en miniatura. Pero además esa imagen está basada en la sexualidad. Es decir, se trata de una representación de niñas y adolescentes que se centra solo en el aspecto físico y que destaca exclusivamente su atractivo sexual. La hipersexualización de niñas y adolescentes está cada vez más extendida en nuestra sociedad. Las imágenes que vemos de niñas y adolescentes en los medios de comunicación y en la publicidad son con mucha frecuencia imágenes hipersexualizadas de ellas. Se trata de imágenes que destacan como única característica la capacidad de despertar deseo sexual en los varones adultos y que ofrecen un canon físico imposible: delgadez extrema unida a exuberancia aparente. Cómo afecta esa imagen a las niñas y a las adolescentes Mientras que los varones ven imágenes de chicos muy diversas en las que se destaca su inteligencia, su capacidad de aprendizaje, su fortaleza, su espíritu de aventura o de superación, las niñas y las adolescentes ven unas imágenes mucho más limitadas. Las niñas y adolescentes de la publicidad raramente son niñas y adolescentes que destaquen por su inteligencia, capacidad de aprendizaje, fortaleza, espíritu de aventura o de superación. Lo que ven casi siempre son imágenes de niñas y adolescentes en las que lo único que destaca es el aspecto físico. Tanto los niños como las niñas y los adolescentes y las adolescentes van forjando su personalidad en parte gracias a las imágenes de niños y adolescentes que la sociedad les ofrece. Los niños y adolescentes varones que cuentan con imágenes variadas y ricas pueden elegir entre características muy positivas. Por el contrario, las niñas y adolescentes lo que reciben es la idea de que la sociedad espera de ellas que se conviertan en personas en las que solo importa el físico y la capacidad de despertar deseo sexual. Obviamente esto es un desastre tanto para ellas como para la sociedad. Para ellas porque esa imagen que reciben está limitando hasta extremos enfermizos sus capacidades reales y para la sociedad porque está fomentando que la mitad de la población crezca con una idea de sí misma que es falsa, la de que no podrá jamás alcanzar lo que se espera de ella.
Las niñas y adolescentes expuestas a esta imagen, y lo son la mayoría, desarrollarán su autoestima sobre esa imagen corporal imposible de lograr para la inmensa mayoría de las mujeres. Sentirán que la única forma en la que la sociedad las valorará es la de que consigan despertar el deseo sexual en los varones. Es decir, construirán su personalidad en función de los otros, casi siempre los varones, y no sobre lo que son por ellas mimas. Cómo luchar contra esas imágenes
Ser conscientes de que existen. El primer paso para luchar contra la hipersexualización de las niñas y las adolescentes es que los padres y madres sean conscientes de esas imágenes que el mundo les está vendiendo a nuestras hijas. Madres. Las madres son el primer referente de sus hijas, si ellas consiguen liberarse de esa dictadura de la hipersexualización les estarán dando a sus hijas un arma poderosísima para que también ellas puedan liberarse. Juguetes y juegos. Es importante que durante la infancia de las niñas estas dispongan de juguetes que huyan de la hipersexualización. Es muy difícil luchar contra ello incluso durante la preadolescencia porque, por ejemplo, la mayoría de las muñecas que existen para nuestras hijas son ejemplos extremos de hipersexualización. Pero sí existen también muchos juguetes que ofrecen una imagen muy sana para niñas y preadolescentes. Solo hay que buscarlos. Educación sexual. También es muy importante la educación sexual que se da a las niñas, preadolescentes y adolescentes. Que sepan siempre que ellas son las dueñas de sus cuerpos y que su sexualidad les pertenece es uno de los objetivos clave para que puedan combatir esa imagen perversa que la sociedad les ofrece de sí mismas. Despertar su conciencia crítica. Conseguir que las adolescentes sean capaces de valorar cómo son las imágenes que reciben desde la publicidad y los medios de comunicación es difícil pero no imposible. Si tienen bien desarrollado su pensamiento crítico serán mucho más capaces de combatir esas imágenes que pueden hacerles mucho daño.
Consecuencias:
La sexualización infantil es una forma de violencia de género contra las niñas que está muy normalizada y que pasa desapercibida demasiadas veces En los últimos tiempos estamos asistiendo, con gran preocupación a lo que parece responder a un nuevo patrón de exaltación de la sexualidad de las niñas: niñas presentadas en los medios como miniadultas, sexualmente excitantes, con preocupaciones y conversaciones sobre manicura, pedicura, tallas, bolsos, tacones y maquillaje. Las redes sociales no ayudan. La inconsciencia de algunas personas adultas (madres, padres, familiares, amistades…) hace que estemos continuamente viendo fotografías de niñas en dichos canales de comunicación. En principio, un acto tan supuestamente inocente como este no debería implicar nada. El problema viene cuando se explota las imágenes de las niñas, como hace la madre de la rusa Anastasia Kniaseva , una niña de 7 años que ha sido nombrada con el que nos parece surrealista galardón de la niña más guapa del mundo. Una niña cuya cuenta de Instagram, manejada por su madre, tiene más de medio millón de seguidores/as y una media de 30.000 me gustas por fotografía. Esta niña representa a una agencia de modelos infantiles (¡agencia de modelos infantiles!) y su imagen está siendo absolutamente pública y comercializada. Internet es también un arma de doble filo. Nos han asustado las sugerencias de búsqueda de Google cuando introduces las palabras “la niña más”, frente a las sugerencias de “el niño más”. En ambos casos aparecen cualidades físicas, sí, pero en las niñas las búsquedas relacionadas con su belleza o su imagen física son mayores, con un mayor empleo a sinónimos. Solo encontramos un atributo referido a su inteligencia, mientras que en el caso de los niños la variedad de cualidades es mayor y se introducen términos como fuerte, listo, rico o rápido. ambién son continuos los ejemplos de hipersexualización de las niñas en los medios de comunicación. El pasado 27 de octubre, Netflix estrenó la segunda temporada de una de sus series estrella, Stranger Things. Muchas personas estábamos esperando tan ansiado estreno, pero seguro que no nos paramos a analizar lo que está ocurriendo con la actriz que representa a Once, la única niña del grupo de amigos en la serie.
Con sólo 13 años, Millie Boddy Brown ya ha sido convertida en un icono de la moda y la feminidad y aparece en todas las revistas adoptando poses que no corresponden en su edad. Y aún va más allá: una revista norteamericana la ha incluido en la lista de actores y actrices más sexys, a la altura de nombres como Charlize Theron, Nicole Kidman o James Franco en un artículo que hace referencia a los hotest television actors (los actores más “calientes”). ¿Realmente una niña con 13 años debe tener esa apariencia? ¿Realmente nos parece normal?
Mujeres para la salud ha sido consultada como experta sobre este gravísimo tema. Pilar Pascual Pastor, coordinadora terapéutica del Espacio de Salud Entre
Nosotras, reflexiona sobre la hipersexualización de las niñas y sus consecuencias, a través de esta noticia, EN UN ARTICULO PUBLICADO También en NO SON SEXIS SON NIÑAS noticia publicada por El Periódico.com, reflexionan sobre esta hipersexualización de las niñas consultando la opinión de las expertas de Mujeres para la Salud. En el artículo aparecido el sábado 14 de marzo de 2015 en el diario El Mundo, LAS NIÑAS OBJETO , la presidenta de AMS soledad muruaga opina sobre las terribles consecuencias para el desarrollo de las niñas.
Este patrón responde sin duda a necesidades del mercado de consumo. Como dice la terapeuta ELENA MAYORGA hoy en día, los niños y, sobre todo, las niñas están siendo utilizadas y “sexualizadas” como medio para vendernos a los adultos y a ellas mismas, todo tipo de productos, desde sopas y coches, hasta muñecas, videojuegos, ropa, joyas y casas. Se está exponiendo a nuestros hijos y sobre todo a nuestras hijas como “mercancía sexual” y eso en un mundo donde los abusos a menores aún es moneda común en muchos lugares, es un hecho extremadamente grave y peligroso. Además este patrón de hipersexualización de las niñas responde a otras necesidades e intereses. Como denuncia la psicóloga Olga Carmona Las niñas van asumuiendocon naturalidad perversa su condición de obletos sexuales , se desarrollan mujeres frágiles, extremadamente vulnerables, inmersas en una batalla constante consigo mismas, de la cual es imposible que salgan victoriosas. sto tiene graves consecuencias en la vida, la salud y la autoestima de las niñas y adolescentes: indirectamente, este patrón de hipersexualización en las niñas podría estar relacionado con la aparición trastornos de la conducta alimentaria durante la adolescencia. El modelo de extrema delgadez que se impone como meta incita a las adolescentes a tratar de alcanzarlo poniendo en riesgo su salud. Por otro lado, esta hipersexualización hace que se infravaloren social y personalmente el resto de ámbitos que componen la identidad femenina, lo cual conlleva a que las mujeres inviertan menos energía en el desarrollo de otras facetas de su ser para poder dedicar todo su esfuerzo a cultivar su imagen corporal. De esta manera, quedan mermadas o poco desarrolladas otras capacidades importantes de las mujeres, más relacionadas con lo mental y espiritual que con lo físico.
Spa y salones de belleza infantil: manicura, pedicura, maquillaje, peinados… para que las niñas pueden sentirse princesas, o alimentar su sueño de “vivir en un castillo”… También nos preocupan los cada vez más frecuentes mundos virtuales para niñas donde se presenta una famosa forma de ser mujer, un “modelo de éxito” construido en base a una representación estereotipada de lo femenino, presentada a través de imágenes de niñas ligadas a la moda, el hogar, lo rosa, la imagen, la frivolidad…” olemos responsabilizar del problema a la publicidad, la industria de la moda y los juguetes, el cine y la televisión, etc. Es cierto que los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la difusión de estereotipos dañinos pero además no queremos dejar de llamar la atención acerca del papel de los padres y las madres en el impacto que tiene este patrón de hipersexualización en el desarrollo personal de sus hijas. Como dice la psicóloga Mónica Serrano es fundamental que las madres sean conscientes de que ellas son el principal modelo femenino de sus hijas y que si ellas se liberan del patrón de hipersexualización, estarán liberando también a sus hijas.
el mismo modo, el papel de los padres, como figura masculina de referencia, también es fundamental. La forma de valoración del padre a las mujeres es captada por las niñas como modelo de valoración del sexo opuesto en general.