ESCUELA COLOMBIANA DE INGENIERÍA JULIO GARAVITO ECONOMÍA COLOMBIANA (ECOL) DANIEL FELIPE HERNÁNDEZ MANCIPE
RESEÑA SOBRE “EL DESARROLLO ECONÓMICO DE LA AMÉRICA LATINA Y ALGUNOS DE SUS PRINCIPALES PROBLEMAS”
Prebisch, Raúl. "El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas". Desarrollo Económico, Vol. 26, No. 103 (Oct. – Dic., 1986), pp. 479-502.
Después de la segunda guerra mundial, las economías latinoamericanas estaban en el apogeo de un proceso de industrialización y urbanización (movilización popular), motivado por el crecimiento económico y por la permisión externa que facilitó la expansión de las importaciones. Esto fortalecía el incipiente pensamiento industrializador en la región al mismo tiempo que se divulgaba la concepción de que las exportaciones primarias tendían a recuperarse con la vuelta a la normalidad en la posguerra, lo que alentaba el restablecimiento de la ideología liberal, apoyada académicamente en la teoría de la división internacional del trabajo basada en las ventajas comparativas de Ricardo. Fue un periodo caracterizado por el nacimiento del Estado populista en algunos países. En este ambiente de observación de la realidad nacional y latinoamericana, la reflexión sobre la situación económica y social planteaba la posibilidad de usar las políticas económicas de las economías de centro (países desarrollados) en las economías de periferia (países subdesarrollados). Al parecer la organización más adecuada y lista para hacerle frente a estos nuevos retos era la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y los intelectuales teóricos más relevantes de aquella época fueron Raíl Prebisch, Aldo Ferrer, Juan Noyola, entre otros. Los principales aportes de la CEPAL en esta época se dieron a manos de Raúl Prebisch, él observa que las economías subdesarrolladas latinoamericanas pasan del modelo de crecimiento primario-exportador, al modelo urbano-industrial. Este análisis se basa principalmente en lo que ahora podemos llamar el pensamiento Cepalino, el cual tiene su base en la teoría estructuralista del subdesarrollo periférico latinoamericano, vale la pena nombrar que, a grandes rasgos, el objetivo principal con el que se fundó la CEPAL era que los economistas del centro no tuvieran el monopolio de la explicación del mundo. Primero, Prebisch explica la concepción del sistema centro-periferia que puede caracterizarse según Nohlen y Sturm (1982) como una teoría del subdesarrollo, fundamento
principal del estructuralismo latinoamericano. Ellos también dicen que el subdesarrollo no puede verse nada mas como una situación de retraso debido a factores externos a la economía, sino que se debe concebir como un patrón de funcionamiento y evolución específico, que por ende exige un análisis específico, que según ellos se debe hacer recurriendo a tres conceptos básicos: heterogeneidad estructural, especialización productiva y desarrollo desigual. La heterogeneidad estructural alude básicamente a la existencia en las economías de periferia de dos tipos de productividad en las diferentes actividades de la economía, productividad normal y productividad baja, dependiendo obviamente de cada actividad y de la tecnología que este en cada una de estas. Según esto, las actividades de productividad normal generan el empleo, y las de productividad baja albergan el subempleo. Esa situación de convivencia entre fuerza de trabajo de alta y baja productividad constituye una expresión clara y concisa de la heterogeneidad estructural. La especialización de la estructura productiva de la periferia habla básicamente de lo difícil que es cambiarla, ya que como al principio el crecimiento dependió de la exportación de alimentos y materias primas, la especialización de las economías latinoamericanas se hallaba allí, pero cuando la industria pasa a ser espontáneamente la fuente principal de dinamismo, la especialización primario-exportadora inicial condiciona el nuevo patrón de desarrollo. Esa especialización en el punto de partida conduce a que la industrialización proceda de lo simple a lo complejo, lo que dificulta el objetivo de lograr una mayor complementariedad intersectorial e integración vertical de la producción El desarrollo desigual no dice básicamente que el sistema centro-periferia resulta desigual también en la distribución de los ingresos medios (la productividad), es decir, la base de esta comparación se encuentra en la diferencia en los ritmos de aumento de la productividad del trabajo, debido a que es mayor en los centros ya que el progreso técnico es más acelerado. Uno de los enfoques más importantes del pensamiento estructuralista de la CEPAL, es el contraste entre lo que sucede en las economías de centro y en las economías de periferia, en este caso mirándolo desde el punto de vista del comercio internacional. Respecto a esto, Prebisch logró demostrar que el fruto del progreso técnico no se distribuye equitativamente, ya que en antes se creía que en las relaciones comerciales que se realizaban en países con diferentes niveles de productividad, los que tenían los niveles más bajos serían favorecidos por la disminución de los precios de los países que hubieran logrado mayores crecimientos de ella, pero Prebisch demostró que sucede lo contrario, en los países donde el incremento de la productividad es alto los precios han aumentado y en los países donde su productividad es menor los precios disminuyen. Ese fue el argumento para la construcción de una teoría de economía internacional basada en el centro y la periferia, basada en el deterioro de los términos de intercambio. Es por ello que, con la formulación de su tesis, Prebisch y la CEPAL rompieron con los planteamientos de la teoría
clásica sobre el comercio internacional y sus posibles efectos en materia de desarrollo. Se dice fácil, pero ello implicó caminar en sentido contrario a las visiones dominantes en la academia y en los organismos internacionales. El deterioro en los términos de intercambio fue la fórmula central para mostrar la transferencia de recursos de la periferia al centro. Lo que la CEPAL proponía era cambiar el modelo de crecimiento hacia fuera, basado en la economía agroexportadora centrado en la exportación de materias primas, por otro modelo de crecimiento hacia adentro teniendo como punto de inflexión a la industrialización basada en la sustitución de importaciones y estimulada por una política proteccionista que favorecería al mercado interno. Con lo anterior, Prebisch sostenía el logro de los siguientes efectos: 1) mediante el proteccionismo se contrarrestaría la tendencia hacia el deterioro de las condiciones del intercambio, 2) se mediaría la tendencia hacia una restricción externa del desarrollo, ocasionada por la baja elasticidad-ingreso de la demanda de importaciones de insumos primarios por parte del centro, mientras por el otro lado había una alta elasticidad-ingreso de la demanda de productos manufactureros de la periferia, y 3) la industrialización y el incremento de la productividad en el sector agroexportador son fenómenos complementarios que estaban correlacionados. Por consiguiente, el modelo de industrialización basado en la sustitución de importaciones es la fórmula a seguir de superación en la periferia. Sin embargo, se trataba de una estrategia de largo plazo. Mientras, en el corto plazo, las economías latinoamericanas tienden al desequilibrio de la balanza de pagos a través de dos aspectos: el deterioro de términos de intercambio de los productos del sector primario y el peso originado por la inversión de bienes fijos o capital importado que las economías periféricas necesitarían para su proceso de industrialización.