Ovnis En La Era Moderna

OVNIS EN LA EDAD MODERNA

LA TERNERA QUE FUE ROBADA DESDE LAS ALTURAS

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La noche del 21 de abril, el granjero Alexander Hamilton dormía en su rancho cercano a la población de Le Roy, Kansas, cuando lo despertaron unos mugidos lastimeros. Saltó de la cama y corrió al establo, seguro de que un gato salvaje o un lobo atacaba al ganado. Pero a la mitad de camino vio algo tan fuera de lo normal que tubo q llamar a gritos a su hijo Wall y a su capataz Gib Heslip, para que acudiesen a ayudarlo.

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Armados de escopetas, los tres hombres vieron un objeto que descendía lentamente desde el cielo, a unos doscientos metros de distancia. Tenia forma alargada, largo de 200 metros y se veía iluminado. Parecía estar hecho de un material traslucido y despedía a trechos una luz color rojo brillante.

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Surgió de pronto del objeto volador un chorro de luz que fue a dar a una ternera. El animal volvió a mugir, terriblemente asustado, Hamilton se dio cuenta de que el animal tenia una soga en torno al cuello, como si de arriba lo hubiesen lanzado. Corrieron los 3 hombres para liberar a la ternera, pero el animal se iba ya para arriba, colgando de la cuerda.

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La mañana siguiente -o tal vez fue días mas tarde-, el granjero acudió a la oficina del sheriff para demandar al ladrón desconocido. Tropezó entonces con Link Thomas, vecino suyo que le hizo una extraña confesión. Acababa de encontrar en sus tierras las patas, la piel y la cabeza de una ternera. No había pisadas e torno de los restos, ni huellas de caballos. ¿Qué misterio abigeo era aquél que sabia descuartizar una res y alejarse con la carne sin dejar ninguna huella?

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No existe ninguna certeza de que el robo de la ternera tuviese lugar el día señalado por Hamilton, pero si la hay en cuanto a la fecha y hora exacta en cuento se produjo el incidente: la seis de la mañana del día 17 de abril del mismo año 1897, porque así lo informo la edición del periódico Dallas Morming News correspondiente al día 19.

LA TERNERA QUE FUE ROBADA DESDE LAS ALTURAS

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Podía leerse que sobre la pequeña población de Aurora, en el estado de Tejas, al sur donde voló por los aires la ternera, algo muy extraño sucedió la mañana en cuestión. Según declaración de los numerosos testigos apareció un extraño objeto en forma de cigarro, que voló por encima de los tejados de las casas rozándolas casi. Dio varias vueltas sobre la plaza principal y se encaminó hacia las afueras del pueblo, para chocar finalmente contra un elevado molino de viento propiedad del juez Proctor.

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Se produjo una violenta explosión y el objeto se incendió en el aire y se deshizo en pedazos que fueron proyectados a varios centenares de metros. Además del inoportuno molino de viento culpable del accidente quedaron destrozados el deposito de agua, la casa del juez y su bien cuidado jardín. En cuanto a los posibles tripulantes del aparato volados, sólo había uno, que murió en el acto, completamente quemado. Nadie fue a identificarlo, pero lo poco que quedó del cuerpo y de la nave sirvió para emitir varios testigos los más inverosímiles comentarios.

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Por ejemplo, el técnico T.J. Weens, oficial del servicio de transmisiones del ejercito, declaró que había hallado unos papeles a medio quemar, cubiertos de símbolos desconocidos. Esto le permitió decir que tanto el aparato como el piloto no eran de este mundo. Que procedían de otro planeta, tal vez d Marte.

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¿Hubiera declarado lo mismo de no estar de moda en aquellos días todo lo relacionado con Marte, desde que Schiaparelli descubrió unos misteriosos canales y Julio Verne escribió su Viaje a la Luna? El caso es que la noticia no tardó en ser conocido en todo el país y se presentaron en el lugar miles de curiosos y coleccionistas de souvenir, que se metieron en la bolsa cuanto pudieron recoger. En cuanto al desconocido piloto de la nave voladora, fue enterrado al día siguiente en el pequeño cementerio de Aurora.

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Nadie volvió a acordarse de la nave de Aurora y de su piloto hasta setenta años más tarde, cuando encontrándose ya e mundo en plena era OVNI, los habitantes del pueblo desenterraron la historia para atraer de nuevo a los turistas.

 

EL ALEMAN QUE CONSTRUYO UNA MAQUINA VOLADORA

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Cuando hurgaba en los archivos de la Universidad, el investigador R. G. Navarro encontró un álbum con recortes y notas que pertenecieron a cierto C. A. Dellschau, ingeniero alemán muerto en 1924 cuya familia había donado a la institución la casi totalidad de sus documentos. Contenía el álbum información acerca de unos intentos realizados por el alemán para construir máquinas voladoras más pesadas que el aire.

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Era tan interesante el hallazgo que Navarro intento localizar a la familia de Dellschau. Dio por fin con una anciana, hijastra del inventor, que le permitió estudiar algunos documentos. Gracias a ellos pudo reconstruir Navarro la historia del alemán.

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En 1850, un joven llamado Dellschau llego a california y se estableció en el pueblo minero de Sonora. Al cabo de un tiempo hizo amistad con varias personas del rumbo, con las que fundo una sociedad llamada Aero Club, que se dedicaría a construir maquinas voladoras. Mas tarde, el Aero Club trasladaría su campo de operaciones a la llanura de Columbia, a varias millas de Sonora, donde los socios juraron discreción absoluta en cuanto a los propósitos de la sociedad. Un miembro de la misma considero necesario revelar a las autoridades lo que se hacia en el seno del Aero Club. Al día siguiente, pereció en una explosión antes de tener tiempo de llevar a la practica sus propósitos.

 

EL ALEMAN QUE CONSTRUYO UNA MAQUINA VOLADORA

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Nada mas pudo encontrar Navarro sobres las actividades del alemán y del Aero Club, aparte de ciertas veladas referencias a una sustancia como “NB”, que podía eliminar la fuerza de la gravedad. El alemán abandono mas tarde California y fue a establecerse en Houston, con intención de fundar una filial del Aero Club. Esta seguro Dellschau de que sus trabajos no serian comprendidos por sus contemporáneos, razón por la cual escribió sus notas en clave. Suponía que si un hombre preparado lograba descifrarlas haría de sus inventos el uso mas apropiado. En aquel momento el investigador llego a muy curiosas conclusiones en lo que ciertas observaciones realizadas en los años 1896 y 1897 se refería. Supuso que la nave que voló sobre la granja de Hamilton en Abril de 1897 no fue ningún OVNI procedente del espacio, sino que la construyo Dellschau, muy posiblemente en sus talleres de Houston. Tal vez se trataba de la misma nave que se estrelló en Aurora, en cuyo caso abría que pensar en un pequeño error de fechas. O pudo haber creado el alemán mas de una nave, para uno o varios tripulantes.

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Después de aquello, Navarro se dedicó a hurgar los periódicos de fines de siglo pasado, en busca de información sobre extraños objetos vistos en el cielo de EEUU, y llegó al convencimiento de que por una vez, podía determinarse el origen de los objetos voladores vistos en el cielo.

FUERON VISTOS A PARTIR DE NOVIEMBRE DE 1896

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El 17 de noviembre de 1896, los habitantes de Sacramento, capital de California, vieron en el cielo un objeto semejante al de Galisteo, que vino del noreste y se desplazó rumbo al mar. Hubo cientos de testigos. En opinión de unos, parecía un enorme cigarro, con cuatro alas anchas pegados a su cuerpo plateado. Otros insistieron en que oyeron voces. El periodista R. L. Lowry, del Sacramento Bee, interrogo a los testigos. Las declaraciones parecieron coincidir en su mayor parte.

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La tarde siguiente, el mismo aparato o bien otro muy semejante, voló sobre el poblado de Oak Park, y los testigos informaron a la prensa. Uno de ellos era un granjero de Placer County, quien afirmo haber visto una nave que volaba a cien millas por hora, velocidad increíble para la época. Más asombroso seria el testimonio de William Jordan, vecino de San Rafael, quien envió al San Francisco Call una carta que fue publicada el 23 de Noviembre.

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Informaba que en agosto pasado estuvo cazando en las montañas Tamalpais, cerca de Bolinas Bay. Se encontró con un extraño que le pregunto si había cazado algo, y a continuación lo invito a subir a un aparato metálico de forma alargada. Jordan prometió guardar silencio acerca de lo que vio. No le resulto difícil, porque en su opinión le hubieran tomado por loco. Pero los periódicos de noviembre comentaron las apariciones en el cielo, se decidió a revelar su aventura.

FUERON VISTOS A PARTIR DE NOVIEMBRE DE 1896

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Nada volvió a suceder en los siguientes días, pero al iniciarse diciembre volvieron a ser vistos los misteriosos objetos voladores. Siendo las 9 de la noche del 7, los agudos gritos lanzados por una mujer atrajeron a los vecinos de Comptonville, pequeña localidad del norte de California. Tuvieron todos ocasión de contemplar una gigantesca nave que evoluciono sobre ellos y se alejó, después se alejo rápidamente hacia Ram’s Hill.

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Unos muchachos corrieron detrás del Objeto y tuvieron tiempo de verlo posarse y salir de la nave a un hombre barbudo. Se dirigieron a él, pero el desconocido no contesto. Creyendo habérselas con un sordomudo, escribieron unas preguntas con un papel y se los mostraron al barbudo. Este respondió echando mano de un pequeño diccionario. Fue leyendo las preguntas y las contesto con un lápiz sin abrir la boca. Explico que vino volando de las Montañas de Montezuma, donde Vivian su esposa y 2 hijos. Fueron todas sus palabras. Los muchachos se despidieron y se ocultaron detrás de unos matorrales, espiando al hombre barbudo. La mañana siguiente, el desconocido subió a su nave en forma de cigarro, y emprendió el vuelo.

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No volvió a ser visto ningún objeto volador durante los dos siguientes meses. Hasta que llego el mes de marzo, con una observación realizada el 29, cuando un aparato alargado voló en el cielo de Omaha, capital de Nebraska, unos 2 500 Km al este de donde fue visto el otro. ¿Era la misma nave, que estaba haciendo un recorrido por el Medio Oeste? ¿Se trataba de otro aparato? . Aquella nave pareció la región central de Norteamérica, porque fue vista en varios puntos de la misma, en el norte y en el sur.

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LO VIERON LO MISMO EN ILLINOIS QUE EN TEJAS

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El día 1º de abril paso sobre Everest, Kansas, y debió tomar a continuación la ruta del norte, porque apareció en el estado de Illinois. Fue vista la nave sobre la ciudad de Chicago el día 11, y así lo informó el Chicago Times Herald. Siendo las 14.30 del siguiente día, un extraño cigarro se posó en las afueras de Nilwood, Illinois, y al aproximarse unos curiosos para ver qué era despegó y voló rumbo al norte. Tal vez fue el miso objeto que aterrizó tres horas más tarde en Girard, población del mismo estado. Tomó entonces el camino de los Grandes Lagos.

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Los habitantes de Battle Creek, Michigan, contemplaron aquella noche las evoluciones de un objeto iluminado, de forma cilíndrica, con unas ruedas en un extremo que hacían gran ruido y lanzaban chispas. El aparato descendió ligeramente, sin tocar el suelo. Y apagó las luces. Unas cuarenta millas al este, los vecinos de Kalamazoo vieron un objeto iluminado y escucharon una explosión. La mañana siguiente encontraron en un campo una especie de bobina de cable delgado.

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La misteriosa aeronave debió tomar a partir de entonces el camino del sur, porque unos campesinos de Springfield, Illinois, vieron aterrizar el aparato y tuvieron ocasión de conversar con sus tripulantes, que no parecían proceder de otros planetas, ni mucho menos. Aolph Winckle y Jhon Hulle declararían más tarde a los periodistas que los navegantes del espacio hicieron comentarios sobre la guerra de Cuba.

LO VIERON LO MISMO EN ILLINOIS QUE EN TEJAS

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El día 21, el objeto voló sobre Harrisburg, Arkansas. Causó tal estruendo a su paso que despertó a mismísimo ex – senador Harris, a quien tanto debía la ciudad, empezando por su nombre. Este insigne político tuvo ocasión de conversar con los forasteros voladores: eran un anciano, una mujer y dos hombres jóvenes. Le explicaron éstos una teoría, que el político no compendió muy bien, acerca de la mejor manera de eliminar la gravedad.

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Añadieron los del aparato que se disponían a viajar a Cuba, porque deseaban poner fin a las hostilidades. Utilizarían una ametralladora de su invención, que disparaba casi setenta mil balas por minuto. Se mostraron muy corteses con Harris y lo invitaron a dar un paseo. El ex – senador no mostró gran entusiasmo en viajar por los aires, así que los de la aeronave con forma de cigarro se despidieron de él y prosiguieron su travesía rumbo al sur. Poco después llegaban al estado de Tejas.

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La noche del 22 de abril, cuatro hombres jugaban a las cartas en una cantina de Conroe, propiedad de G. L. Witherspoon. Se abrió de pronto la puerta y se presentaron tres forasteros. Dijeron que acababan de aterrizar y que deseaban cenar algo. Declararon que habían salido de las afueras de San Francisco en días pasados y que se dirigían ahora a Cuba. Los cuatro jugadores y el dueño de la cantina se negaron a ver el aparato volador, seguros de que se trataba de una broma. De haber abandonado la partida, hubieran visto lo mismo que varios vecinos del pueblo: un objeto alargado y brillante que surcaba el cielo.