Osvaldo Bayer

El Hispano, Marzo de 2006

Latinoamérica / 5

Su libro La Patagonia rebelde es ya un clásico de la literatura histórica, al igual que el filme homónimo y basado en su obra. Buscador incansable de la verdad histórica, esa que subyace en los anales oficiales, ha hecho de su vida un símbolo a la libertad y a la rebeldía con sentido. Piensa que los problemas actuales de Argentina son la consecuencia de décadas de corrupción

y que la única forma de superar esta casi condena fatal es despertando en la gente una consciencia democrática y de clase, cuya carencia ha hecho posible que siempre se reaccione con indiferencia ante los problemas morales. Es un profeta que clama en el desierto, un incansable que pese a los contratiempos nunca pierde la fe. Esther Taboada

Osvaldo Bayer

“El problema de la Argentina es que no hay una izquierda ideológica” Por José-Christian Páez ajo su cabellera y barba blancas y tras la profundidad de su mirada clara, hay un filósofo, un observador agudo. Vive con pasión y sus observaciones las expresa con la seguridad y la convicción que le otorgan sus bien conservados años. Su visión puede parecer la de un pesimista, pero lo cierto es que la suya es la mirada del realista que siempre está ajustando las velas para continuar navegando aunque arrecien vientos contrarios. ¿Es hoy Argentina un país más justo después del juicio a los militares, ahora que ya han pasado veinte años? En el tema de los Derechos Humanos, Kirchner se ha portado de una forma muy valiente: ha eliminado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que era el perdón para todos los crímenes de la desaparición de personas. Ya se está juzgando a algunos y empezará a juzgarse a otros militares. Ha cambiado la Suprema Corte, lo cual ha sido un paso adelante porque era una Corte Suprema muy acomodada a los intereses del antiguo presidente Menem. Pero los problemas sociales son tan grandes, que Kirchner va a tener que apresurarse un poco. La desocupación es muy grande, al igual que la miseria, y pasan los años y nada de esto se arregla. La violencia de la gente también es cada vez más grande. Últimamente estuve en el barrio de Valentín Alsina, uno de los barrios más cercanos a Buenos Aires, que no es una villa miseria y donde, sin embargo, todavía hay casitas de material. Ahí la juventud deambula por la calle mirando al infinito, sentada, sin trabajo, sin oficio, sin haber aprendido ninguna profesión. Entonces uno se pregunta qué va a pasar dentro de diez años con esta gente. Es difícil entender en el resto del mundo que siendo la Argentina un país tan rico, tenga tanta pobreza, ¿cómo se explica este fenómeno? Y bueno, fueron las dictaduras militares, y fueron gobiernos nefastos como el de Menem, gobiernos de gran corrupción, amparados por una justicia muy vendida. Ellos propiciaron una economía abierta que no defendió los intereses personales de la gente, sino los intereses de los políticos, y de la dictadura militar. Una economía que liquidó la enorme industria argentina que caminaba muy bien. Hay que ir a

B

Avellaneda, un barrio fabril, para ver fábricas vacías, barrios abandonados. Esa política económica ha sido nefasta. ¿Se podría generar un conflicto social complejo? Hay tres movimientos: uno que responde a un político peronista, otro que responde al gobierno, y el otro que sí lucha por sus ideales. La gente sale a la calle en cualquier oportunidad porque no da más, así que o se soluciona esto o si no va a ser un gran caos. El movimiento de los piqueteros parece más de carácter económico, ¿usted cree que de pronto falte, en la Argentina, un movimiento de base con arraigado carácter? El problema de la Argentina es que no hay izquierda. No hay izquierda ideológica digamos, el peronismo destruyó a la izquierda, destruyó al movimiento obrero de lucha, lo oficializó. Por ejemplo, los anarquistas reunieron setenta mil obreros en el año 1904, cuando estaba prohibido hacer manifestaciones, cuando el 1 de mayo no era feriado, cuando se exigía a los obreros ir a trabajar el 1 de mayo. Sin embargo, se reunieron como todos los años. El General Julio Argentino Roca, el mismo genocida de los pueblos originarios, va a ejecutar una gran represión y ahí va a caer el primer mártir del movimiento obrero, el marinero Juan Ocampo. En la actualidad, me gusta poner un poco de mostaza en el asunto, llamé al Secretario General de la CGT, llamado por el pueblo “los gordos”, “díganme, ¿ustedes van a hacer algún acto siguiendo la tradición del movimiento obrero?”, y dice “no, no, este año no vamos a hacer eso, no, ya tenemos cuatro cortos para televisión que los vamos a pasar por televisión recordando el 1 de mayo”. Esa es la diferencia. El movimiento obrero está dividido. ¿Falta conciencia social? Al máximo dirigente metalúrgico, Lorenzo Miguel, le preguntaron “¿dígame don Lorenzo, usted cómo definiría el peronismo?”, y contestó “la mejor definición del peronismo es ir a comer los domingos al mediodía ravioles con la vieja, paz, tranquilidad, tener dinero para comer por lo menos ravioles con la vieja y ya está ¿para qué más? ¿Para qué la violencia, para qué pedir? Déjenlos que trabajen los otros, digamos los empresarios, y nosotros vamos a comer tranquilos”.

Osvaldo Bayer, fotografiado en Barcelona el mes pasado. Si es tanta la corrupción, es decir, si estamos ante un problema de capital humano, ¿qué salida tiene Argentina entonces? La corrupción está en la misma democracia. En noventa años fuimos gobernados por sólo dos partidos políticos: el radicalismo y el peronismo, y por catorce dictaduras militares. Dicho de otro modo, esos dos partidos cuando gobernaron no fueron capaces de crear leyes de defensa de la democracia. Los militares se levantaron cuando quisieron, se fueron cuando quisieron, y los generales después siguieron cobrando pensión, usando su uniforme. La dictadura triunfó porque cuando se fue quedó un país muy distinto, vendido. La gente ha tenido que empezar a aprender qué es la democracia. El camino ha sido difícil. En el gobierno de Alfonsín se permitió entrar como candidatos a hombres de la dictadura militar, parece mentira, es decir, los actores de los crímenes más feroces como el General Bussi, quien pudo presentarse a las elecciones. No sólo eso, fue elegido gobernador de la provincia de

Tucumán. Lo mismo el Teniente Coronel Rico que se había levantado contra Alfonsín, también se presentó y fue elegido intendente de San Miguel, o el Subcomisario Patti quien es un hombre que se precia en decir “yo antes de preguntar disparo, es decir aprieto el gatillo”, sin embargo fue electo intendente de Belén de Escobar. Esto denota no sólo una falta de sentido democrático de nuestra población, también refleja la inseguridad y entonces recurre a los que proclaman la violencia, creyendo que solamente con la violencia puede haber seguridad. El discurso final del Fiscal Strassera en el juicio a los militares ¿queda en el aire? Los juicios fueron un gran teatro, digamos, necesario. Estuvo bien. Después Menem los va a perdonar a todos y van a salir en libertad, como si nada hubiera ocurrido. Alfonsín puso el toque final al hacer aprobar por el Congreso las leyes de impunidad conocidas como Leyes de Obediencia Debida y de Punto Final.