Comprar, tirar, comprar: Obsolescencia programada. Este video nos abre a la reflexión de la construcción de nuestra sociedad y el consumo. La obsolescencia programada se trata de un motor secreto que invita a nuestra sociedad al consumo y el despilfarro. Todos nuestros productos tienen una fecha de caducidad que busca maximizar el beneficio y que con ello conlleva la generación de empleo pero también a su vez la existencia de toneladas de residuos. Todo ello supone para nuestra sociedad que esta práctica sea sostenible. A través de este documental podemos viajar en el tiempo y conocer los orígenes de este término: la obsolescencia programada. Estos inicios se remontan a la bombilla, el gran descubrimiento de la bombilla de Thomas Edison. Conocemos la existencia de una bombilla que lleva funcionando más de cien años sin interrupción. Esto hace que nos remontemos al principio del siglo pasado donde muchos empresarios comenzaron a darse cuenta que la sociedad una vez que adquiría un producto, sus necesidades quedaban satisfechas debido a la gran calidad de los productos. Los ciudadanos una vez que compraban una bombilla, no necesitaban más ya que esta era duradera en el tiempo. Esto hace que los fabricantes dejen de fabricar y plantea una gran idea a los grandes empresarios. Esta idea se trataba de acorta la vida útil de los productos para así conseguir aumentar las ventas y que estas perduren en el tiempo. A los empresarios no les interesaba fabricar bombillas que durarán toda la vida ya que reflejaría una desventaja económica, sino crear bombillas de un uso dentro de un tiempo determinado y que esta compra se repitiera. Estos empresarios se reúnen para crear el conocido cartel de Phoebus. Con ello se origina la obsolescencia programada. Con este cartel consiguen controlar el consumo de bombillas y por lo tanto el control del consumo de los consumidores. Tras años de insistencia entre empresas, este grupo consigue que la duración máxima de las bombillas sea de 1000 horas. El acto de este cártel es considerado competencia desleal y abre un gran debate en la sociedad. Llega hasta tal punto que en 1953 los jueces prohíben limitar la vida útil de los productos a la empresa Generally Electrics aunque al final en la práctica no fue así. Otro desencadenante es la conocida empresa de coches Ford. Ford es conocida como el padre de la producción en cadena. Crean el modelo Ford T, un modelo de coche y fiable, ocupando más del 50% de la cuota de mercado a nivel mundial. Generally Motors se vió afectado y actuó en consecuencia. El objetivo no es más que otro que crear modelos de coche para que los consumidores sientan la necesidad de cambiar de coche cada tres años. Los clientes comenzaron a ver hasta entonces el fantástico modelo de Ford T anticuado y obsoleto. Fue ahí cuando Ford cambió totalmente su estrategia y comenzó a crear nuevos modelos de coches que conllevarían un aumento considerable de las ventas.
Años mas tardes aparece el boom de las medias que no se rompían y vuelve a abrir el debate de la obsolescencia programada. En este caso se vuelve a repetir la historia de crear un modelo de fabricación que hiciera que los productos tuvieran una vida útil determinada. Es así también como la forma bonita de llamar a la obsolescencia programada: ciclo de vida del producto. En este caso de las medias que no se rompían, la empresa fabricantes de medias dictaminó el diseño del producto conforme la vida útil que estos deseaban. Modificar la vida útil de un producto es fácil. En esta época la organización del consumidor americana crea la ley de garantía y es aquí el origen de las famosas garantías que nos dan las empresas día a día tras nuestras compras. Otro ejemplo donde vuelve a aparecer la misma historia es el caso de las baterías de iPod que no duraban más de año y medio. Esto sucedió en torno al año 2002 donde una abogada demanda a Apple por la duración de las baterías mediante una demanda colectiva que recogía las opiniones de clientes afectados. Abre un debate sobre su política medioambiental que sigue o debería de seguir Apple. Pero el punto más importante a destacar en este documental es donde van a parar estos productos que desechamos día a día. Estos productos acaban en países en vías de desarrollo como Ganha. Estos países reciben ‘’productos de segunda de mano’’ cuando realmente son residuos electrónicos. Se trata del basurero del mundo que conlleva numerosas enfermedades a los habitantes de estos países que se exponen a los efectos de vivir junto a este vertedero. Más del 80% de los productos de segunda mano que reciben estos países ni se pueden reparar. En India el acto de reparar las cosas lo llaman JUGAAD. Un hombre francés propone que las empresas deban de eliminar sus productos de forma que no contaminan. Eliminar estos productos de una manera que no perjudique al medio ambiente ni al ser humano. Se trata de abandonar totalmente el crecimiento de esta producción, de esta práctica insostenible y reducir el tiempo y el consumo. Sin embargo muchos estudios discuten que existe una relación subjetiva entre el aumento del consumo y nuestra felicidad.
COMENTARIO CRITICO: Yo ya conocía la existencia de la obsolescencia programada pero no conocía hasta qué punto todas las empresas tienen en cuenta la vida útil de nuestros productos. Creo que a través de este documental nos ayuda y nos invita a reflexionar sobre si es correcta y sobre si es ética la forma en la que estamos construyendo nuestra sociedad. Ya no solo por el hecho del despilfarro sino hasta el punto que puede desencadenar generar residuos sin interrupción. Creo que como propone el hombre francés, deberíamos pensar mas qué y cómo hacemos el uso de los productos y hasta qué punto nos influye el deseo de querer adqurir un producto. Sin embargo lo que mas me ha sorprendido del video es donde realmente acaba la vida del producto, donde acaban nuestros desechos. Acaban países en vías de desarrollo de personas pobres que a pesar de las circustancias en las que viven siguen intetnado arrelgar y reparar.
Ellos no tiran, compran y tiran. Creo que a través de este documental podemos darnos cuenta lo egoístas que podemos ser sin darnos cuenta. Pensar mas en este ordenador en el que estoy escribiendo. También por otra parte pienso que sería casi imposible erradicar la obsolescencia programada más que nada porque sería en parte el fin de la economía, y es el dinero lo que mueve nuestra sociedad. Sin embargo sí creo firmemente en reducir el consumo y sobre todo buscar alternativas para eliminar los productos de una forma que no nos perjudique. Además también creo que debemos pensar a veces en lo que debemos de buscar, no solo desde la mente del empresario que busca maximizar beneficios. Debemos de buscar la ética correcta de nuestra sociedad. Debemos preguntarnos si es esta la mejor forma que tenemos de hacer nuestro mundo, de hacer nuestra tierra, de desarrollarnos como personas, como seres humanos que realmente somos, y que nosotros mismos tenemos incorporada la obsolescencia programada.