Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Trabajo de Observación
Integrantes: Maite Godoy Waldo Olavaria Profesora: Ana Maria Galdames
Para comenzar a desarrollar nuestro trabajo de observación, discutimos acerca del lugar que visitaremos, tomando en cuenta nuestros intereses por descubrir nuevos aspectos de la realidad y la posibilidad de hallar un objetivo realizable y realista en cuanto a tiempo y espacio. Para ello analizamos la posibilidad de visitar el Hospital Psiquiátrico, la vieja maternidad del Hospital Salvador, la plaza de armas o la cárcel, entre otros lugares; sin embargo, nuestra curiosidad por descubrir el origen de las formas de interrelaciones humanas existentes, nos llevo a decidir llegar a un lugar donde pudiésemos presenciar las interacciones de las personas en los principales centros de socialización y transmisión de cultura, los cuales son tremendamente influyentes y determinantes en el desarrollo de la visión de mundo de cada cual. Así coordinamos una visita a un establecimiento educacional, planteándonos como objetivo observar la forma como se relacionan los niños entre sí y conocer la naturaleza de sus juegos; con ello nos referimos a los agentes que motivan las actividades creadas por ellos mismos, sean deportes, programas de televisión, dibujos animados, etc.; y la manera en como organizan y construyen los momentos de juegos, que creemos son bastante importantes. Planeamos realizar una observación no participante (en cuanto a interacciones con el medio) en un recreo y la hora de almuerzo de un Liceo católico, de varones y particular subvencionado de la comuna de Macul, el cual es uno de los emblemáticos de aquella comuna. Para este trabajo en terreno utilizamos un diario de campo cada uno y no contábamos con pauta de observación, por lo que realizaríamos una observación no estructurada, donde perseguiríamos nuestro objetivo solo en base a las percepciones que nuestros sentidos rescatasen en la realidad explorada. Sin embargo, diversas razones, que también pasan por nosotros (según la teoría sistémica, la cual no podríamos ignorar), tuvimos una serie de problemas con el acceso al colegio, por lo que no pudimos cumplir nuestro objetivo. Ello nos sirvió para poder ponernos a prueba ante una situación bastante distinta a lo que esperábamos encontrar, por lo que también requirió que improvisáramos nuevos ejes para la observación, donde descubrimos nuevos aspectos interesantes para conocer. Relato de la visita Nuestro lugar de observación es el liceo Salesiano Camilo Ortúzar, un liceo de puros hombres ubicado en la comuna de Macul, es un liceo católico y bastante grande, tiene una iglesia incorporada, una cancha de fútbol de pasto, varios patios y los curas viven en unas casas que están dentro de las inmediaciones, separadas solo por una reja. Al llegar al liceo pudimos observar como un padre llegaba en una lujosa camioneta, acto que se contradice con el estado del liceo, que ni siquiera cuenta con un casino para todos los alumnos, deben habilitar el gimnasio con mesas y sillas para almorzar, paradójico tomando en cuenta el tremendo espacio con el que cuenta este establecimiento. A las 13:00 horas llegamos a la primera puerta, luego de las preguntas de rigor en portería llegamos a recepción, lo que no sabíamos era que las trabas vendrían ahora, entramos a una especie de hall donde había un guardia,
que nos negó la entrada, le explicamos que teníamos concertada una reunión con una profesora, Waldo integrante de nuestro grupo era ex alumno, egresado el 2008 por lo que creímos necesario un contacto para poder entrar y observar con mayor facilidad, pero más tarde nos daríamos cuenta que no bastaba con tener aquel contacto ni haber egresado apenas el 2008 del liceo, en realidad nos iríamos dando cuenta a lo largo del día que nuestro contacto no era más que una inocente ilusión, ya que ni si quiera a los apoderado del liceo les permitían el ingreso. Luego de esperar prácticamente toda la tarde a que la profesora Cecilia, nuestro contacto, volviera de la colación, nos permitieron hablar con alguien por teléfono y hacernos ingresar a la oficina de UTP a hablar con un señor, Don Naranjo, este señor al parecer ocupaba un cargo importante ya que el permiso de observación pasaba por él. Después de que nos repitiera varias veces que este es un colegio que recibe con los brazos abiertos a sus ex alumnos, que es una casa grande y amplia, que había dejado botada su pega por atendernos, etc.… nos dijo que la única forma de ingresar a realizar una observación era con terno, pelo tomado, afeitado sin piercing y una excelente presentación personal, en resumidas cuentas era imposible realizar la observación, aunque fuera de 15 minutos, si no era en las condiciones que nos exigían, inútil fue explicarle una y otra vez que no sería mas de 15 minutos, que no interrumpiríamos nada, que queríamos observar como no participantes, etc. No autorizados decidimos ir al patio de atrás donde unos cursos hacían educación física y observar hasta que nos descubrieran. Nuestro objetivo principal era observar a los niños entre 5 y 12 años de edad, ver como interactúan que tipo de actividades recreativas realizan, tomando en cuenta nuestras experiencias personales, sabemos bien que en un colegio mixto los niños se relacionan de distinta manera a que si lo hacen en un colegio sólo de hombres. Observaciones De nuestra visita se desprenden ciertos aspectos que llamaron mayormente nuestra atención, debido a que creemos transforman el lugar visitado en un lugar distinto a cualquier otro establecimiento que hubiésemos observado. En primer lugar destacamos el rígido concepto de seguridad que manejaban en dicho establecimiento, lo que se manifestaba en las burocracias que protegían el acceso a éste mismo. Comenzando desde el portero, pasando por recepción y hasta finalmente el solicitar la posibilidad de realizar nuestra observación. El personal del establecimiento en tanto, con una actitud siempre de desconfianza, se resigna a excusarse con que reciben ordenes y que no pueden desobedecerlas, puesto que su trabajo esta en constante riesgo, lo que nos hace presumir que su eficiencia esta determinada por su nivel de obediencia y esta es motivada por una tacita amenaza de ser sancionados, ya que hasta ellos mismos pueden percatarse de la falta de sentido ético de su concepción de seguridad. Quizás eso pueda ser muy subjetivo, pero ante ello nosotros partimos de la premisa de que seguridad no es sinónimo de encierro.
En segundo lugar, también nos llamo la atención que el liceo en sí se divide en varios espacios, ya que como nombramos anteriormente consta de un terreno muy amplio. En tanto, los espacios para los alumnos se encontraban segmentados según la edad, existía la república de los niños que agrupaba a los más pequeños, de pre-kinder hasta tercero básico, los niños de cuarto a séptimo básico ocupaban un sector denominado “el modulo”, mientras que el resto de los alumnos, considerados como los más grandes, compartían el patio grande y las canchas. A pesar de que el colegio contaba con grandes espacios para cada uno de los grupos mencionados, éstos no podían ser aprovechados por los mismos alumnos, puesto que la normativa interna les limitaba los tiempos de recreación y sólo podían jugar en os espacios asignados, lo constatamos así cuando al observar la clase de educación física vimos que los niños ocupaban unas canchas de cemento muy pequeñas enrejadas, habiendo a menos de 3 metros una cancha de pasto muy grande y bonita. En esta primera salida a terreno, en nuestra condición de estudiantes de Trabajo Social, tuvimos una experiencia muy distinta a las expectativas que nos habíamos generado, sin embargo la creemos también positiva, puesto que nos prepara para posteriores trabajos en terreno donde nos tengamos que relacionar con instituciones cuyos paradigmas de funcionamiento sean completamente opuestos a lo que nosotros esperamos encontrar. Por ello creemos que no es adecuado alejarse de ese tipo de instituciones o discriminarlas al momento de realizar investigaciones, sino que profundizar en ellas para conocer la realidad que los lleva a establecer su rígida normativa y sobre esa base comenzar a analizar su direccionalidad como establecimiento educacional. Nuestra observación, al no ser un trabajo de investigación continuo, nos permitió solo conocer una realidad determinada, por lo que nos seria imposible analizar, evaluar o incluso comprender el funcionamiento del Liceo visitado, pero ello no nos exime de nuestro interés por hacerlo. También el cambio de eje de nuestra observación, que en un principio estaba centrada en las interacciones espontáneas de los niños y posteriormente fue el funcionamiento burocrático de la institución educativa, nos amplio la visión en cuanto a las múltiples finalidades que puede tener una observación.