Estrategia: Descentralización de esfuerzos Las condiciones económicas y de infraestructura de las instituciones de educación superior (IES) de Colombia presentan una gran diversidad. Buscamos la creación de bancos de objetos institucionales en aquellas IES que cuenten con una infraestructura tecnológica madura, y que por sus procesos internos, cuenten con material educativo digital suficiente, que justifique la creación de un banco de objetos. Las instituciones con las condiciones necesarias se encargarían de la creación, alojamiento y alimentación de sus propios Bancos. Por supuesto, se espera que los docentes de estas IES sean los primeros usuarios de los objetos contenidos en estos Bancos locales. La estrategia no deja por fuera a instituciones con una infraestructura tecnológica más modesta. Nos interesa fomentar alianzas interinstitucionales que permitan a instituciones pequeñas publicar sus materiales en los bancos de las instituciones más grandes, y hacer uso de toda la información existente en el Banco. En la medida en que los procesos de producción permitan a cada IES focalizarse la construcción de materiales para temas específicos, las alianzas realizadas tendrán sentido para las IES que proveen la infraestructura. De esta manera estaríamos hablando de Bancos de Objetos Institucionales (BOI) y de Bancos de Objetos Regionales, los cuales son alimentados por múltiples IES (BOR). Son estos bancos los que almacenarían loas archivos correspondientes a los objetos informativos y de aprendizaje. Por supuesto, todos estos materiales estarían clasificados utilizando estándares de metadatos que faciliten su recuperación, pero manteniendo una flexibilidad que permita tener en cuenta las particularidades de cada institución. En esta medida, se ha definido un perfil de aplicación básico para los objetos que se encuentran dentro de los BOI y los BOR, el cual puede ser extendido dependiendo de las necesidades específicas de información de cada institución. La catalogación utilizando metadatos permite enlazar los BOR y los BOI con el Banco Nacional del Ministerio de Educación (BNMEN), el cual no alojaría archivos físicos. La función del BNMEN es cosechar de manera asincrónica los metadatos de los diversos BOI y BOR, según reglas preestablecidas, y servir como punto de entrada a los objetos informativos y de aprendizaje a nivel nacional. En este punto es importante precisar que los BOI/BOR pueden contener cualquier tipo de material, pero existe información dentro de los metadatos que le permite a cada IES decidir cuáles materiales estarán disponibles para la comunidad nacional y cuáles no. De esta forma, el BNMEN solamente cosecharía los metadatos correspondientes a objetos públicos. Lo anterior define también las condiciones necesarias para que un BOI/BOR haga parte de la red del BNMEN. Hay condiciones mínimas en la calidad de los metadatos y en el perfil de aplicación utilizado.
Ciclo de uso de un OA/OI El problema más importante que afronta la estrategia de objetos de aprendizaje a nivel mundial es el escaso uso que los docentes realizan de Elaborado por: Diego Ernesto Leal Fonseca (
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estos materiales. Por esto es crucial definir estrategias que permitan desarrollar en los docentes las habilidades necesarias para integrar de manera transparente y efectiva estos recursos digitales a su labor de aula. Esto incluye varios aspectos: -
Diseño de ambientes y actividades de aprendizaje con apoyo de TIC: Es necesario que los docentes estén en capacidad de discernir el uso que podrían hacer de las TIC para su labor diaria, y de diseñar ambientes educativos que, con un sustento pedagógico/andragógico sólido, evidencien necesidades puntuales de integración de TIC.
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Búsqueda, evaluación y selección de OA: Una vez definidas las necesidades de integración de TIC, es indispensable garantizar que el docente pueda encontrar de manera rápida los OA/OI que puedan hacer parte de su ambiente de aprendizaje.
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Generación de nuevos OA o de guías de uso de OA/OI: En la medida en que las formas de uso implementadas por los docentes sean registradas y compartidas con la comunidad, podrán evidenciarse nuevos OA, o nuevas formas de utilizar los ya existentes.
Desde el punto de vista operativo, la secuencia de uso que puede preverse para el BNMEN es la siguiente: -
El docente ingresa al BNMEN, y realiza una búsqueda sobre todos los materiales existentes, según sus necesidades.
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El BNMEN muestra al docente los enlaces que referencian a los objetos existentes en los BOI/BOR.
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El docente es redireccionado al BOI/BOR que contiene el objeto de su interés.
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El docente puede valorar u opinar acerca del OA/OI de su interés (según la utilidad para la enseñanza de la disciplina académica correspondiente).
Como se observa, el BNMEN sirve sólo como intermediario que compila los contenidos existentes en los distintos BOI/BOR nacionales, funcionando de manera similar a un sistema de metabiblioteca. Sin embargo, lo anterior no es suficiente. No basta con disponer de herramientas tecnológicas y suponer que los docentes harán uso de ellas de manera automática. Como ya se mencionó, es imperativo desarrollar competencias que permitan al docente hacer uso efectivo de estas herramientas.
Ciclo de producción de OA/OI Una estrategia que ha sido utilizada en repetidas ocasiones, sin obtener el éxito esperado, es la de capacitar a docentes en el uso de herramientas tecnológicas. En buena medida, esto se debe a que la labor docente, en sí misma, es lo bastante exigente como para pedir al profesor que además sea experto en el desarrollo de animaciones, aplicaciones o páginas web. Esto no desconoce la existencia de profesores capaces de generar sus propios materiales a partir de un entrenamiento mínimo, pero sí reconoce que este tipo de docente no es el más común en nuestro medio. Así, en la iniciativa de uso de OA/OI, se da prioridad al uso de los materiales por parte del Elaborado por: Diego Ernesto Leal Fonseca (
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docente, pero no se espera que este sea necesariamente el productor de los mismos. Intencionalmente, se espera de un OA que enfrente al estudiante a una experiencia activa de aprendizaje. Claramente, la lectura y análisis de documentos exige un papel activo de parte del estudiante, pero interesa dar relevancia a usos que estén más acorde con las posibilidades que ofrecen las TIC, como la experimentación, la adaptación y la simulación. En consecuencia, se apunta primordialmente a objetos con un nivel importante de interactividad. Ahora bien, el nivel de interactividad de un OA depende de la intención y de la experticia de quien lo produce. Un equipo interdisciplinario está en mejores condiciones de producir un objeto con alta interactividad y visualmente atractivo que un docente o un diseñador gráfico trabajando de manera aislada. Ahora, es importante aclarar que no existe una relación directa entre el nivel de interactividad de un objeto y la calidad del mismo. Sin embargo, la experiencia en proyectos institucionales muestra que la presencia de equipos multidisciplinarios, en los que cada participante contribuye desde su experticia, mejora las posibilidades de obtener productos que en realidad agreguen valor haciendo uso de las TIC. Lo anterior puede hacer necesario, a mediano plazo, considerar la creación de clasificación de OA según su nivel de interactividad. A partir de lo anterior, se construye la estrategia de producción de OA. Se trabaja con equipos de producción de materiales educativos ya existentes en el país, algunos de los cuales tienen una amplia trayectoria reconocida a nivel nacional e internacional. Estos equipos de producción hacen parte de laboratorios de investigación sobre informática educativa, o de grupos de desarrollo de software educativo. Estos equipos de producción están conformados por ingenieros de sistemas, diseñadores gráficos, artistas y diseñadores instruccionales, los cuales trabajan a partir de necesidades educativas propuestas por expertos en contenido y se encargan de alimentar los BOI/BOR con los productos que desarrollan. Este esquema de operación genera oportunidades interesantes de colaboración entre instituciones. Cada equipo de producción no trabaja con un solo experto en contenido, sino con al menos tres, procedentes de diversas instituciones. Esto permite, por un lado, que los expertos en contenido entablen discusiones interesantes acerca de su objeto de estudio y de las necesidades educativas más recurrentes que encuentran en su quehacer; y por otro lado, ayuda a garantizar la utilización recurrente del objeto de aprendizaje que se construya, pues su uso ya no se limita a un curso en una institución, sino en por lo menos tres. En la medida en que estos procesos de construcción y uso intencionado de objetos de aprendizaje estén acompañados de evaluaciones de impacto que den cuenta de su verdadero valor, se estarán sentando bases sólidas para garantizar un mayor uso a mediano plazo. El esquema indicado también tiene como ventaja la consolidación de equipos multidisciplinarios capaces de relacionarse y generar soluciones a necesidades educativas. Adicionalmente, le permite al docente contar con productos razonablemente sofisticados, concentrándose en el uso de los mismos en su labor de aula, en lugar de desgastarse en el proceso de desarrollo. Elaborado por: Diego Ernesto Leal Fonseca (
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Otro aspecto interesante es que este tipo de proyectos de desarrollo puede ser una excusa para reunir a estudiantes de diversos programas académicos alrededor del desarrollo de un proyecto multidisciplinario, que perfectamente puede constituir un trabajo de grado válido. Estos grupos de estudiantes son en realidad equipos de producción “en formación”, que podrían asociarse luego a los equipos de producción existentes, o incluso consolidar proyectos productivos alrededor de la construcción de software educativo. No obstante, y como ya se mencionó, se reconoce también la existencia de profesores con habilidades técnicas mayores, que están en capacidad de generar objetos de aprendizaje tal vez menos interactivos, pero igualmente interesantes desde el punto de vista educativo. La existencia de herramientas de autoría sencilla, que permitan a un docente integrar de manera rápida objetos informativos dentro de objetos de aprendizaje, es un factor necesario para permitir avanzar rápidamente a quienes ya están en capacidad de hacerlo. En resumen, la estrategia apunta a identificar a los docentes como quienes generan ideas y necesidades que pueden ser atendidas con el uso de TIC, en especial con el desarrollo de OA; y a equipos multidisciplinarios como los encargados de cristalizar las ideas de los docentes en materiales educativos de alta interactividad, alta calidad y alto valor educativo.
Control de la calidad de los OA El problema de la calidad de los materiales existentes dentro de los Bancos existentes a nivel mundial es de alta importancia. Ahora, la calidad puede verse desde múltiples perspectivas: calidad de un producto de software, calidad educativa de un material, o incluso calidad en la apariencia visual del material. Por otro lado, es importante llevar la discusión acerca de la calidad más allá de los estándares de catalogación. Lamentablemente, la mayor parte de la discusión acerca de la calidad de los OA se ha limitado a estos aspectos, dejando de lado consideraciones sobre el valor educativo real que promueven. Lo anterior indica la necesidad de abordar el problema de la calidad de un OA desde una perspectiva multidisciplinaria. Es evidente que no podría ser de otra forma, dado que la estrategia de producción de los OA tiene en su base la existencia de un equipo de estas características. La ingeniería de software indica de manera clara que, al asegurar la calidad del proceso de producción de software, se está asegurando también la calidad del producto. En otros términos, esto indica la necesidad de mantener no sólo una evaluación sumativa de los productos obtenidos (al final del proceso), sino una evaluación formativa (durante el proceso de creación). Este es el que identificamos como el primer “filtro” de calidad de un OA: El aseguramiento de la calidad en el proceso de desarrollo por parte de los equipos de producción mencionados en la sección anterior. El segundo filtro de calidad depende de la existencia de comunidades profesionales consolidadas alrededor del tema. Claramente, esto genera la necesidad de lograr que los equipos de producción sean en realidad semilleros de estas comunidades profesionales, lo cual debe traducirse en la Elaborado por: Diego Ernesto Leal Fonseca (
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generación de espacios suficientes para que la discusión alrededor del proceso de construcción ocurra. Son estas comunidades las llamadas a valorar, desde su perspectiva particular, los objetos de aprendizaje que se produzcan. Las miradas mínimas que deberían hacer parte de este segundo nivel de evaluación incluyen: la del experto en contenido, capaz de validar la seriedad y pertinencia de un OA; la del diseñador instruccional, capaz de opinar respecto al valor del OA en términos de aprendizaje; y la del diseñador gráfico, capaz de dimensionar el valor del OA en términos de su facilidad de uso y atractivo visual. Una mirada adicional, que en realidad puede resultar bastante especializada, es la del ingeniero de sistemas, quien podría opinar respecto al valor del OA desde el punto de vista del desarrollo de software. El tercer filtro de calidad corresponde a los usuarios finales del OA. En un esquema similar al utilizado por Amazon para sus productos, la comunidad de usuarios finales tiene una participación crucial en esta estrategia, en la medida en que pueden valorar el OA desde la pertinencia y posibilidades reales de uso que encuentren.
Por desarrollar aún:
Derechos de autor y propiedad intelectual Perfil de aplicación Plataforma tecnológica
Elaborado por: Diego Ernesto Leal Fonseca (
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