SITUACIÓN PROBLEMÁTICA Estudio comparativo de la prevalencia de la depresión en estudiantes de secundaria provenientes de una institución educativa nacional y privada del distrito de Ate, 2015 El propósito de esta investigación fue el de comparar la prevalencia de la depresión en estudiantes de secundaria, provenientes de dos instituciones educativas (nacional y privada) del distrito de Ate. El estudio fue de nivel descriptivo, con diseño comparativo transversal. La población estuvo conformada por 227 estudiantes de la institución educativa nacional y 70 de la institución educativa particular. Se aplicó el inventario de depresión de Beck. Los resultados indicaron que la prevalencia de depresión grave fue de 9 % y 11% en la institución nacional y particular, respectivamente. La muestra de sexo femenino presentó una prevalencia, en mayor proporción, de depresión grave, un 83%. También se encontró depresión grave en los estudiantes de la institución nacional que tenían entre 15 y 16 años (50,7%) y en estudiantes de la institución particular que tenían entre 17 y18 años (47.6%). Se evidenció diferencias significativas en las dimensiones somáticas y motivacional con relación al sexo y en relación con las instituciones educativas no se evidenció diferencias significativas. La Dirección de Salud IV Lima Este (2015) realizó una investigación del Análisis de Situación de Salud 2015, ahí se menciona que uno de los motivos de hospitalización de adolescentes, entre el 2012 y 2014, fueron problemas de trastornos mentales y del comportamiento con 82 casos, equivalente al 3 %. Estos resultados se han incrementado en comparación a años anteriores. En el estudio también se consideran problemas de la demanda priorizada, el incremento de morbilidad en salud mental por la violencia familiar, depresión, ansiedad, entre otros. En el Hospital de Vitarte ubicado en el distrito de Ate; zona de bajo nivel socioeconómico, el año 2015 se incrementó en un 50% la atención de pacientes, en los servicios de consulta externa, para casos de depresión, en comparación de años anteriores. En el estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado Hideyo Noguchi (2013) en adolescentes de Lima metropolitana, se señala que la prevalencia de la depresión es de 7,0 % y se presenta una mayor probabilidad en el sexo femenino. La misma institución realizó otro estudio epidemiológico en Lima Metropolitana y Callao (2012), donde se menciona que la prevalencia de los episodios depresivos alcanzó un 7%, evidenciándose diferencias según el sexo. La misma institución realizó otro estudio epidemiológico en Lima Metropolitana y Callao (2012), donde se menciona que la prevalencia de los episodios depresivos alcanzó un 7%, evidenciándose diferencias según el sexo. El Instituto Nacional de Salud Mental realizó un estudio de la situación de la salud mental en el Perú del 2002 al 2010. Se enfocó la prevalencia del episodio depresivo en adolescentes según la CIE (2010). Los resultados señalaron que en Lima ciudad la prevalencia fue de 8.6 %, en comparación con Lima rural que presentó el 1.1%.
La misma institución realizó otro estudio epidemiológico en Lima Metropolitana y Callao (2012), donde se menciona que la prevalencia de los episodios depresivos alcanzó un 7%, evidenciándose diferencias según el sexo. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN OBJETIVOS HIPÓTESIS
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO 1. ANTECEDENTES Estudio comparativo de la prevalencia de la depresión en estudiantes de secundaria provenientes de una institución educativa nacional y privada del distrito de Ate, 2015 El propósito de esta investigación fue el de comparar la prevalencia de la depresión en estudiantes de secundaria, provenientes de dos instituciones educativas (nacional y privada) del distrito de Ate. El estudio fue de nivel descriptivo, con diseño comparativo transversal. La población estuvo conformada por 227 estudiantes de la institución educativa nacional y 70 de la institución educativa particular. Se aplicó el inventario de depresión de Beck. Los resultados indicaron que la prevalencia de depresión grave fue de 9 % y 11% en la institución nacional y particular, respectivamente. La muestra de sexo femenino presentó una prevalencia, en mayor proporción, de depresión grave, un 83%. También se encontró depresión grave en los estudiantes de la institución nacional que tenían entre 15 y 16 años (50,7%) y en estudiantes de la institución particular que tenían entre 17 y18 años (47.6%). Se evidenció diferencias significativas en las dimensiones somáticas y motivacional con relación al sexo y en relación con las instituciones educativas no se evidenció diferencias significativas. La Dirección de Salud IV Lima Este (2015) realizó una investigación del Análisis de Situación de Salud 2015, ahí se menciona que uno de los motivos de hospitalización de adolescentes, entre el 2012 y 2014, fueron problemas de trastornos mentales y del comportamiento con 82 casos, equivalente al 3 %. Estos resultados se han incrementado en comparación a años anteriores. En el estudio también se consideran problemas de la demanda priorizada, el incremento de morbilidad en salud mental por la violencia familiar, depresión, ansiedad, entre otros. En el Hospital de Vitarte ubicado en el distrito de Ate; zona de bajo nivel socioeconómico, el año 2015 se incrementó en un 50% la atención de pacientes, en los servicios de consulta externa, para casos de depresión, en comparación de años anteriores. En el estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado Hideyo Noguchi (2013) en adolescentes de Lima metropolitana, se señala que la prevalencia de la depresión es de 7,0 % y se presenta una mayor probabilidad en el sexo femenino. La misma institución realizó otro estudio epidemiológico en Lima Metropolitana y Callao (2012), donde se menciona que la prevalencia de los episodios depresivos alcanzó un 7%, evidenciándose diferencias según el sexo. El Instituto Nacional de Salud Mental realizó un estudio de la situación de la salud mental en el Perú del 2002 al 2010. Se enfocó la prevalencia del episodio depresivo en adolescentes según la CIE (2010). Los resultados señalaron que en Lima ciudad la prevalencia fue de 8.6 %, en comparación con Lima rural que presentó el 1.1%.
2. BASE TEÓRICA 2.1 La Depresión según la OMS Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. Una distinción fundamental es la establecida entre la depresión en personas con y sin antecedentes de episodios maníacos. Ambos tipos de depresión pueden ser crónicos y recidivantes, especialmente cuando no se tratan. Trastorno depresivo recurrente: como su nombre indica, se caracteriza por repetidos episodios de depresión. Durante estos episodios, hay estado de ánimo deprimido, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, y reducción de la energía que produce una disminución de la actividad, todo ello durante un mínimo de dos semanas. Muchas personas con depresión también padecen síntomas de ansiedad, alteraciones del sueño y del apetito, sentimientos de culpa y baja autoestima, dificultades de concentración e incluso síntomas sin explicación médica. Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. Las personas con episodios depresivos leves tendrán alguna dificultad para seguir con sus actividades laborales y sociales habituales, aunque probablemente no las suspendan completamente. En cambio, durante un episodio depresivo grave es muy improbable que el paciente pueda mantener sus actividades sociales, laborales o domésticas si no es con grandes limitaciones. Trastorno afectivo bipolar: este tipo de depresión consiste característicamente en episodios maníacos y depresivos separados por intervalos con un estado de ánimo normal. Los episodios maníacos cursan con estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, logorrea, autoestima excesiva y disminución de la necesidad de dormir. 2.2. DEPRESIÓN Y PERDIDA DE MEMORIA SEGÚN JOSÉ ALONSO
La depresión afecta negativamente a la memoria episódica, al recuerdo de los sucesos vividos. La explicación más aceptada es que las responsables son alteraciones neuronales generadas por el estrés.
El estrés es parte de nuestros mecanismos de adaptación y defensa, y en una etapa inicial prepara al organismo para una respuesta de lucha o huida. Uno de los primeros procesos puestos en marcha es la liberación de glucocorticoides -como el cortisol- que se encargan de enviar azúcares a donde haga falta más energía, normalmente el cerebro y los grandes músculos de brazos y piernas si vamos a pelear o a salir corriendo. Sin embargo, si el estrés se vuelve crónico, si no es un suceso puntual sino algo que se mantiene en el tiempo, los glucocorticoides sobreestimulan las neuronas que están procesando la información para esa respuesta, por ejemplo haciéndonos recordar situaciones pasadas similares que nos pueden dar pistas de cómo actuar, y las cosas empiezan a complicarse. Las neuronas «aceleradas» entran en situación de riesgo -sería como el
dial de un coche que avisa de que entran en zona roja- y empiezan a desconectarse para evitar la muerte causada por una estimulación excesiva. El resultado es que la memoria, con parte de los circuitos neuronales fuera de juego, empieza a funcionar mal. Así que la primera idea es que la depresión es una enfermedad larga que genera estrés o que puede ser favorecida por una situación de estrés, lo que a su vez altera los procesos de memoria.
La segunda idea es sencilla: el estrés es un importante factor de riesgo en la depresión y la alta concentración de receptores para glucocorticoides en el hipocampo, una de las principales zonas cerebrales implicadas en la memoria, la convierten en una diana principal para una neurotoxicidad inducida por el estrés. De hecho, el hipocampo es más pequeño en los adultos que tienen una depresión recurrente que en los que no la sufren y las células del hipocampo, tanto las neuronas como las células gliales, aparecen encogidas, achicadas, en las personas afectadas por una depresión. Puesto que el hipocampo es una región clave en la memoria episódica, esta reducción de volumen puede ser el sustrato de los déficits de memoria presentes en las personas aquejadas de una depresión mayor. Es decir, la conexión entre los glucocorticoides del estrés y las alteraciones en la memoria puede tener lugar en el hipocampo.
El tercer aspecto clave es que el tema de la memoria es importante en la depresión. La tristeza excesiva es uno de los síntomas básicos de una depresión mayor y los adultos con depresión tienen una tendencia a centrarse en los peores recuerdos y a rumiar la información negativa, lo que hunde más a la persona en esa sensación de que nada funciona, nada tiene valor, no hace nada bien. Los sujetos sanos normalmente tenemos mejor memoria para las cosas positivas que para las negativas o neutras, una de las formas que tiene nuestro cerebro de ayudarnos a sobrellevar las dificultades de la vida, pero esta diferencia se reduce al caer en una depresión.
La cuarta idea es que las dificultades para registrar y conservar los recuerdos positivos pueden estar relacionadas con la anhedonía, la dificultad para disfrutar, otro de los síntomas principales de la depresión y del que se piensa que, a su vez, puede estar relacionado con los circuitos dopaminérgicos que intervienen en los sistemas de recompensa
Sexto: la dopamina parece jugar un papel tanto en la anhedonía de la depresión como en la transición de memorias a nivel molecular, lo que se llama potenciación a largo plazo, desde períodos cortos a períodos más largos. Hay bastantes evidencias que apoyan la relación entre la transmisión dopaminérgica y la persistencia de los recuerdos.
En conclusión, la idea novedosa es que la memoria de sucesos positivos está dañada en los adultos con depresión porque los circuitos dopaminérgicos del hipocampo y el resto del sistema límbico no generan una respuesta adecuada de recompensa.