MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE NUEVO TIPO Armando Martínez Verdugo Un movimiento estudiantil de nuevo tipo como todos los movimientos sociales de nuevo tipo- no se diferencian de uno tradicional por su plataforma de lucha; tampoco por sus formas de organización ni por lo que suele llamarse sus “métodos”. Al igual que el movimiento viejo o tradicional, el estudiantil de nuevo tipo puede enarbolar una plataforma de ampliación de la matrícula, de incremento del presupuesto o de actualización de la currícula, etc. Y este conjunto de demandas no son las que le califican de nuevo. Ambos pueden hacer uso de iguales formas de lucha y organización, como el mitin, la marcha, la huelga, declararse unión, coordinadora, colectivo, espacio, federación, etc. Sin que ello sustente su diferencia cualitativa. Lo que distingue un movimiento estudiantil tradicional de uno de nuevo tipo es que el primero no es REVOLUCIONARIO y el segundo sí. Es decir, lo que ha convertido a un movimiento en tradicional es que no busca alterar radicalmente el sistema de relaciones sociales que, en el caso estudiantil, constituyen la DIMENSIÓN EDUCACIONAL denominada por el capital; ni siquiera se lo ha propuesto, siguiendo en esto a la concepción liberal de la lucha social. Los únicos momentos en los que el movimiento estudiantil se asomó a este problema con consecuencias dramáticas por cierto fueron Sinaloa, lo que produjo la tristemente célebre “TESIS DE LA UNIVERSIDAD FABRICA”, y puebla, con la poca divulgada “UNIVERSIDAD CENTRO PRODUCTIVO”; la tesis de la UNIVERSIDAD PUEBLO EN GUERRERO muy distante estuvo de esta reflexión. Al no ser revolucionario y no lo ha sido ni en momentos de confrotanción aguda, como las grandes Huelgas en Sinaloa, Nuevo León, el 68, las dirigidas por la CEU y e CGH en la UNAM, aunque en todos estos procesos hubo muy significados destellos revolucionarios, o en el IPN, el movimiento estudiantil tradicional le ha ocurrido lo que a otros movimientos de corte liberal. Por ejemplo, el movimiento de trabajadores de la salud, con mucha heroicidad ha demandado combativamente más clínicas, mejores condiciones de trabajo hospitales, mejor salario, pero no ha incluido ADEMÁS la lucha por tomar participación decisoria en la construcción, formulación, divulgación y realización de proyectos de un nuevo sistema de relaciones sociales de dimensión sanitaria. Hasta ahora, el moviendo estudiantil es de corte viejo o tradicional porque se ha limitado a demandar todo, menos tomar participación decisoria y ejecutoria en la
construcción, formulación, divulgación y realización de nuevos proyectos de sistema de relaciones sociales en la dimensión educacional de la producción de vida de los mexicanos y del ser humano en general. En esto último reside la segunda clave para resolver sobre el carácter de un movimiento, la cuestión de ¿en qué consiste ser revolucionario para un movimiento estudiantil?, que es básico para todo movimiento social de la actualidad. En esto último reside la segunda clave para resolver sobre el carácter de un movimiento, la cuestión de ¿en qué consiste ser revolucionario para un movimiento estudiantil?, que es básico para todo movimiento social de la actualidad.
Es necesario que el movimiento social comprenda que hay una cuestión educacional, como existe una cuestión sanidad, habitacional, una cuestión de la alimentación, de la juventud, de descanso, de la comunicación, sexual, de edad, económica, política, cultural, de vestido, de calle, familiar, indígena, etc. Que en conjunto constituye nuestro sistema de producción y reproducción de vida humana. Una clave se ubica, entonces, en la participación en este sistema de relaciones o en la abstención de participar en él, limitándose a un ejercicio objetivado, dosificado y parcial. El movimiento de nuevo tipo es radical no por la altisonancia de sus discursos, no por lo enardecido y exaltado de sus acciones; los furibundos suelen ser tan liberales como los calmosos moderados. La pasión y el arrebato no son de por sí cimiento de verdadera radicalidad, por que con ellos no hay ninguna garantía como no lo da la tibieza de llegar a hasta el fundamento lo que funda los problemas. Los activistas que han “peloneado funcionarios, que les han desnudado y obligado a arrodillarse, no han sido menos” a tradicionales (liberales) que aquellos siempre prestos a la mediatización y el conturbenio. Un movimiento estudiantil es de nuevo tipo cuando es revolucionario y es revolucionario cuando tiene injerencia radical en el sistema de relaciones sociales que constituyen la dimensión especifica de la producción de vida humana (en este caso la dimensión educacional) y en el sistema como totalidad; es radical cuando remite a la explotación y la opresión las demandas necesidades que forman su plataforma de lucha. Remitir las necesidades vitales a la explotación y a la opresión que es ser radical es, en el fondo, remitirlas al problema del poder. Esta es la clave fundamental porque refiere al fundamento del carácter de nuevo tipo de un movimiento social en general y del movimiento estudiantil en particular.
Ahora bien, ¿qué es un movimiento que enfrenta el poder; cómo se lucha contra el poder? Antes de opinar sobre esto, sostenemos que un movimiento estudiantil de nuevo tipo como todo movimiento social nuevo no lucha por el poder, ni para conquistarlo, tomarlo, acceder a él y expresiones semejantes del liberalismo político; para un movimiento estudiantil de nuevo tipo, el “poder popular”, el “poder alternativo”, el “poder ciudadano”, el poder negro, indígena, de la mujer, etc.” Como supuesta realización de emancipación es, cuando menos, falaz, pero, sobre todo, constituye una típica expresión política liberal. Los revolucionarios tampoco se proponen “disputar el poder” a nadie, no sólo porque disputar significa contender, competir y pugnar por remplazar aquel con el que se rivaliza, sino porque el poder, sea cual sea su adjetivo y su signo, es siempre dominio, control y mando enajenadores de la capacidad decisional de la gente. Un movimiento social de nuevo tipo lucha contra el poder, por subvertir cualquier forma de poder, y rechaza la tesis tradicional de que el poder existente se combate con otro poder*, lo que bien puede parangonarse con el despropósito de querer matar una víbora con una cobra, pues si se elimina al crótalo de todas maneras prevalece otro animal ponzoñoso; pregúntese si no a los pueblos del llamado socialismo real y su dictadura del ponzoñoso; pregúntese si no a los pueblos del llamado socialismo real y su dictadura del proletariado. Sostenemos. Sostenemos que un movimiento social estudiantil de nuevo tipo lucha por la autodeterminación social, que es el fundamento totalmente antagónico del poder. ¿Cómo un movimiento estudiantil de nuevo tipo lucha contra el poder y por la autodeterminación social? Lo hace de manera distinta a como lo podría pretender algún movimiento tradicional. Este pode por delante la contravención, la negación, la polarización, el rechazo, la confrontación y la destrucción. Por el contrario, el movimiento estudiantil de nuevo tipo dá prioridad a la propuesta, a la afirmación, a la construcción, no rechaza en primera instancia; afirma, apuntala. El de viejo tipo es un movimiento querellante y pelionero, confunde el carácter combativo con el estilo camorrista de la lucha.
Un movimiento de nuevo tipo se propone sobre todo que la masa estudiantil ejerza su capacidad decisional; que no haya ninguna relación sin la participación determinante también de los estudiantes; que no haya ninguna sugerencia, resolución, acción, acto o hecho educacional desde el aparentemente más intrascendente como la construcción de un nuevo edificio para una biblioteca, hasta el supuestamente más significativo como
la currícula, etc. Que se hagan al margen de la participación decisoria de los estudiantes. Un movimiento estudiantil de nuevo tipo lucha contra el poder y por la autodeterminación social convirtiendo las decisiones y las determinaciones de los estudiantes en proyectos educacionales, en propuestas sobre los más diversos asuntos y cuestiones de la vida educacional de su centro específico y del conjunto. Lo hace cuando ubica, precisa, y reivindica la dignidad, la culturalidad, los intereses propios de los estudiantes que se hacen convivir con los otros, con los demás, sin permitir humillaciones, atropellos, exclusiones ni imposiciones de modos de vida particulares. El movimiento estudiantil de nuevo tipo no viene a borrar del mapa al interés de los demás, viene a pedir, a conquistar, a lograr respeto y consideración al propio. Lucha contra el poder y por la autodeterminación cuando forja las condiciones de todo tipo para hacer prevalecer sus decisiones, sus proyectos-proposiciones y sus intereses; sabe bien que si no tiene con qué, siempre será burlado y ninguneado. Un movimiento estudiantil lucha contra el poder y por la autodeterminación social, cuando logra desentrañar a la escuela-universidad y ver, tras una aparentemente neutral e inofensiva (o puramente humanista) práctica educacional, a un régimen de formación y producción educacional, es decir, a un sistema de relaciones, ejercicios e instituciones de dominio, mando y control monopolizado, excluyente y a través de un proceso de enajenación de la capacidad humana de los estudiantes (junto con profesores y demás trabajadores de la educación) para: a) la configuración y establecimiento de las decisiones básicas (incluyendo valores e intereses) que dan pie, nutren y apuntalan al proceso educacional en su conjunto. b) Concebir, elaborar y formular los proyectos de la vida educacional, a partir o como realización de las decisiones tomadas; proyectos no en el sentido de protocolos, sino como diseños sociales de modos de vivencia social efectiva educacional, en lo cultural educacional y en lo ideológico educacional. c) Forjar condiciones básicas que permitan y posibiliten la realización y efectivización del proceso total educacional, es decir, que las decisiones (incluyendo valores e intereses) y los proyectos educacionales no sean menoscabos ni burlados, si no que cuenten con asideros reales y eficientes para ponerse en práctica. Desglosemos estos 4 componentes:
a) Se lucha por la autodeterminación social cuando el movimiento se enfila a que la base escolar- universitaria recupere la capacidad auténticamente humana, expresada en los tres incisos anotados y, específicamente tome parte determinante en las decisiones fundamentales sobre toda la vida educacional, la cual se forma de:
Los planes de estudio Los programas de las asignaturas. Los ejercicios pedagógicos. La relación entre investigación y docencia en la práctica educacional. La relación entre escuela-universidad y comunidad. Los procesos y formas de evaluación. La composición disciplinaria de las carreras. La calendarización educacional. La formación profesional y las condiciones de actualización. Los acervos y servicios bibliográficos. La constitución, preservación y desarrollo de todos los recursos modernos de aprendizaje e información. Usos e incrementos de los recursos financieros educacionales. Las condiciones generales del trabajo condicional. Las formas de gobierno y la administración educacional. El diseño y uso de los espacios arquitectónicos para el ejercicio educacional. Las formas y los contenidos de evaluación.
No se trata de excluir a las autoridades escolares, al Estado ni a la ciudadanía en la toma y ejercicio de las decisiones fundamentales en torno a este cúmulo de relaciones y de instancias educacionales; es preciso que los estudiantes (con los profesores y todos los trabajadores de la educación) se incorporen e incluyan en dicha construcción de decisiones; no se pretenden excluir a nadie, sino de incluir a todos para que las variadas experiencias, conocimientos y saberes enriquezcan la vida educacional. El movimiento estudiantil de nuevo tipo no se propone vulgarizar ni introducir populismo en la producción educacional; tiene presente la complejidad del conocimiento y su carácter disciplinar especializado que debe verse y tratarse en su índole caótica, sistémica y holística., se propone por ello alcanzar una alta calidad y un excelente dominio profesional del conocimiento de punta y del conocimiento tradicional que ha mostrado su pertinencia. Se dispone a reconocer la contribución de los científicos y los grandes profesionales de la ciencia y de la cultura, a los que siempre pedirá consejo y orientación, a los que buscará incluir en sus filas.
b) Se lucha contra el poder y por la autodeterminación social cuando se rescata la capacidad de convertir las decisiones tomados en proyectos educacionales, las quince relaciones entre muchas más a las que hemos hecho referencia como constituyentes del sistema educacional, hoy son decididas-determinadas por los que tienen el poder en la escuela mediante la exclusión de los estudiantes, profesores y demás trabajadores de la educación y de la sociedad en general, y son convertidas en proyectos o en políticas hegemónicas. Por ejemplo, las determinaciones concernientes a los planes de estudio se traducen en proyectos específicos de currícula educacional que de manera dominante margina los valores y los intereses de los estudiantes, profesores y demás trabajadores de la educación; las decisiones en cuanto al tipo y las formas conocimientos programáticos de las asignaturas; las resoluciones adoptadas en torno a las relaciones entre maestro y alumnos pueden expresarse en un tipo de cátedra dominante; y así por el estilo en todas las demás relaciones. c) El Movimiento estudiantil de nuevo tipo es revolucionario lucha contra el poder y por la autodeterminación social al influir incluyentemente en la producción de la vida educacional en su conjunto, produciendo, diseñando, difundiendo, defendiendo, y haciendo prevalecer sus propias propuestas, proyectos, en torno al conjunto de las relaciones sociales de la dimensión educacional. Cuando el movimiento no sólo lucha por más aulas o más becas o salario, si no además por proyectos educacionales que reivindiquen y rescaten sus visiones, sus valores, sus intereses, su dignidad de seres humanos, y se pelee para que se incluyan junto con otras propuestas, en el juego dialéctico democrático e incluyente, de la producción de vida educacional, entonces, y sólo entonces, ese movimiento adopta un segundo requerimiento para ser revolucionario o de nuevo tipo.
La voluntad propositiva y el empeño contribuido hacen del movimiento social de nuevo tipo un sujeto positivo que no pervive rechazando, negando y destruyendo, sino que sustenta lo principal de su actividad en la voluntad constructiva, participativa, de alianza y no de separación, de inclusión y no de exclusión, de respeto y no de avasallamiento de la dignidad de los otros; su crítica pone por delante la proposición y el proyecto que deben traducir los valores propios y los intereses propios.
Aquí encontramos el tercer momento de la lucha contra el poder y por la autodeterminación. Un movimiento social es de nuevo tipo cuando lucha contra el poder y por la autodeterminación, y lo hace cuando, además de los requerimientos anteriores (ganar la capacidad para decidir y ganar la capacidad para convertir estas decisiones en proyecto de vida) ejerce la capacidad de ubicar, precisar y presentar ante los demás a los que incluye y respeta- los propios valores, las propias culturas, los propios intereses, la propia dignidad. Se asume que cada clase social, cada grupo y cada ser humano como personas tenemos valores, intereses; dignidad propia; nuestra culturalidad no sólo ni fundamentalmente es un modo específico de vivir, de hacer de manera particular todo lo que es común y general a los seres humanos; es también una autovaloración, un enaltecimiento propio, un respecto propio, un orgullo de ser lo que es y de hacer la vida con alguna contribución propia; es decoro y dignidad, es vocación propia, voluntad e interés. El poder excluye a todo esto y, con enajenación y de manera monopólica, manda, domina y controla lo que se hegemonice e imponga el interés, los valores y la dignidad de una sola clase o de un grupo social. En la vida cotidiana de la escuela y de la universidad van implícitos valores e intereses; una educación de orden o mando, de dominio y control, avasalla la dignidad de los estudiantes, los sitúa como cosas, como seres que deben ser conducidos. Una educación autodeterminada, por el contrario, presupone una compleja interrelación, de conveniencias y valoraciones; no es un interés único el que conquista las razones de la educación. Un movimiento estudiantil de nuevo tipo construye la autodeterminación, es un movimiento de estudiantes autodeterminados estos realizan una práctica educacional que recupera la dignidad humana. d) Finalmente, se lucha contra el poder y por la autodeterminación cuando el movimiento construye la fuerza suficiente que permita hacer prevalecer las propuestas (proyectos) basadas en las decisiones propias, que sustentan intereses propios. Cuando hablamos de FUERZA SUFICIENTE nos referimos sobre todo a la fuerza de masas, a la fuerza del conocimiento, a la fuerza de la organicidad. Al ejercicio de construcción de decisiones propias le llamamos LIBERTAD SOCIAL, al de convertir estas decisiones libremente construidas en proyectos de vida, le denominamos AUTONOMÍA SOCIAL, A la práctica de ubicar y enarbolar intereses, valores y dignidad propios la nombramos INDEPENDENCIA SOCIAL, mientras que llamamos DEMOCRACIA SOCIAL a la construcción por el movimiento estudiantil de una potencia – fuerza para que las propuestas entren en el complejo juego de pluriopciones en la vida educacional.
Un Movimiento estudiantil es de nuevo tipo porque es revolucionario; es revolucionario porque lucha contra el poder; lucha contra el poder porque se sustenta en autodeterminación y construye autodeterminación social; y es autodeterminado porque es libre, autónomo, independiente y democrático. II Tenemos conciencia de las características generales del movimiento estudiantil de nuevo tipo. La práctica de lucha de muchas generaciones en el pasado y la actual resistencia estudiantil nos han permitido producir esta teorización. Pero somos conscientes de las dificultades para que ese movimiento sea una realidad, un poder clasista viejo y profundamente enraizado en la vida y en la muerte de los mexicanos, se levanta como escollo básico y enemigo fundamental. Domina con potencia material y con fuerza espiritual y cultural. Su hegemonía se traduce en valores muy arraigados que deben ser conocidos y reconocidos para su impugnación. La experiencia mundial ha permitido a algunos autores señalar los siguientes valores propios a la hegemonía cultural del capital mundial. La afirmación del enriquecimiento y del éxito individual, a través de la competitividad, como sustituto de cualquier proyecto social o colectivo. El consumismo como única vía para la satisfacción de las necesidades humanas o personales, ahogando la vía de la creatividad, de la invención, de la lucha, de la convivencia, del amor. La mercantilización de las relaciones personales eliminando otros lazos de solidaridad y cooperación. El predominio de los valores urbanos sobre otras formas culturales más acordes e integradas con el medio. La fe en el desarrollo tecnológico sin límites y en el “progreso”. La ruptura de lazos con la tradición y con la experiencia de generaciones pasadas. La disolución de lo comunitario y lo societario que don absorbidos por lo estatal y lo privado consumista e individualista.
Estos autores hablan de la homogeneización mundial de un modelo cultural excluyente, el occidental y, más aún, el anglosajón de corte norteamericano; hablan de que se abre paso un proceso de desertización cultural y de pérdida de diversidad y de identidad. Para nosotros, con el actual gobierno de Vicente fox, no resulta difícil comprender y hasta asumir esta caracterización de las tendencias mundiales. Sólo movimientos sociales de nuevo tipo pueden hoy remontar la hegemonía, el mando y control que el capital ejerce sobre nuestros pueblos, reconstruyendo su capacidad de lucha revolucionaria, redefiniendo valores liberadores, recuperando los legados humanistas, recomponiendo los contenidos de nuestros discursos liberadores. Al mismo tiempo, sólo en la lucha por remontar esos valores hegemónicos y construir valores propios a la autodeterminación social va hacer posible que formemos movimientos sociales de nuevo tipo. El movimiento estudiantil de nuevo tipo, al igual que todos los movimientos sociales de nuevo tipo, es un hecho histórico. Es una construcción de las masas estudiantiles orientadas por lideres que, sobre todo, están armados con una voluntad de autodeterminación, con una visión compleja, dialéctica y una decisión propia a luchadores de combate. Este movimiento es obra de los propios estudiantes, es el proceso práctico de su resistencia BAJO ORIENTACIONES NUEVAS, no liberales. Los dirigentes de este proceso deben coadyuvar a que las más amplias masas estudiantiles participen, ubiquen sus necesidades, deliberen, decidan, propongan; deben favorecer en ellas: Un alto espíritu participativo Un considerable despliegue de iniciativa y creatividad ante sus problemas en sus necesidades y en las de los demás. El desarrollo de una voluntad deliberativa, de discusión, de reflexión. La elaboración puntual de acuerdos, directrices y tareas. Una actitud honesta y coparticipativa que lleve a asumir responsabilidades claras para el cumplimiento de las tareas adoptadas, y una disposición a informar de los avances y los resultados con una actitud crítica y autocrática, transparente, franca. El desarrollo de un espíritu colectivista, solidario, unitario, rebelde, combativo, tolerante, incluyente, autodeterminado.
Desarrollar una voluntad constructora e impulsora de movimiento social y su organicidad. Tenemos conciencia de las características generales del movimiento estudiantil de nuevo tipo; debemos emprender su construcción, sabiendo que para ello hay que fomentar lucha y resistencia sobre cuestiones concretas, sentidas por las amplias masas, movilizadoras propias a su vida educacional y social en general; entendiendo que ya no podemos hacerlo con promesas de paraísos futuros, sino consiguiendo logros tangibles aquí y ahora, logros en los contenidos y ejercicios muy precisos de su vida educacional y social en general, logros en la enseñanza, en el aprendizaje, en todo lo que integra si vida educacional, logros en su calidad de vida, luchando también por la redistribución de la riqueza desde ya, combatiendo por el ejercicio de las libertades y derechos humanos ya ahora en concreto. La construcción de un movimiento estudiantil de nuevo tupo exige que coadyuvemos a que en los grupos académicos, en los distintos espacios de la escuela y de la vida educacional los estudiantes pongan en práctica sus decisiones, participen decisoriamente en todos los componentes de su vida educacional, y que lo hagan construyendo, proponiendo, difundiendo proyectos específicos para incidir decisoriamente en todos y cada uno de dichos componentes; estos proyectos deben forjarse junto con los otros sujetos de la vida educacional, deben enarbolarse como banderas de lucha, como divulgación de los fines que se persiguen, como instrumentos movilizadotes, organizadores, educadores, como productores de lucha y resistencia a la vez que como productos de la lucha y la resistencia. En la forja e implementación de estos proyectos específicos de vida educacional, se definen, ubican y precisan los propios intereses estudiantiles, los propios valores estudiantiles, la propia culturalidad estudiantil, su dignidad y su perfil auténticamente humano y social general. Pero también se construyen las condiciones de realización de las decisiones, proyectos y dignidades propios, para que éstos sean respetados y entren a jugar en los procesos generales de construcción de la vida social de nuestros pueblos y nuestras poblaciones. Ahora bien, la práctica de construcción de todo esto es como componente de las líneas estratégicas generales de la lucha revolucionaria en México debe tomar en cuenta las viabilidades reales con las que hoy cuanta nuestro pueblo para resistir y luchar con un sentido y un significativo nuevos.
III El mundo, y México en él, sufre hoy un nuevo ciclo de derechización mucho más beligerante que el orquestado en su tiempo Ronald Reagan y Margareth Thatcher. Los pueblos se defienden ante cada medida reaccionaria, al destruir todas las conquistas de los pueblos, cimenta la implementación de nuevos modos de producción capitalista. Buena parte de las luchas de nuestros pueblos son de carácter DEFENSIVO; sorteamos o buscamos responder a cada ataque enfocando las baterías contra el sentido destructor de la medida política de la derecha, sin percatarnos que la destrucción no es más que la brecha por la que se abre paso la construcción de las nuevas relaciones autoritarias y despóticas del capital. Es decir, la OFENSIVA reaccionaria nos toma por sorpresa al mismo tiempo que ejerce un influjo distractor. Ahora bien, la acción DEFENSIVA de los pueblos presenta hoy rasgos que la hacen un poco ofensiva, es decir, que proyectan propuestas e iniciativas de continuidad de la lucha, de permanencia de la resistencia, de ampliación de la propia base social de resistencia. El movimiento globalifóbico lo evidencia en general, así como las recientes elecciones francesas lo ponen en relieve de manera particular. En nuestro país, un movimiento educacional de nuevo tipo debe poner en ejercicio y puede construirse a partir de medidas y propuestas defensivas y otras de índole ofensivo.
En primer lugar, Hay que oponerse al actual proyecto educativo foxista (continuación particular de los planes prisitas de hace décadas) de desarticular y desmontar las conquistas históricas del pueblo mexicano en la vida educacional; detener su mano privatizadora, atajar sus intactos de incrementar la miseria presupuestal de nuestra educación, de profundizar el carácter subdesarrollado y dependiente de la investigación científica, impedir que el régimen panista-priista extienda los recursos financieros de CONACYT a la investigación y docencia privada, contener sus esfuerzos de elitización de la educación, de imponer cuotas , cerrar escuelas, tecnocratizar el sistema educacional. Pero el movimiento de nuevo tipo debe construirse con acciones de OFENSIVA también. debe estructurarse en la lucha por construir nuevas relaciones y prácticas educacionales con las cuales se enfrente el poder y se ejerza autodeterminación social: hay que construir un sistema educacional paralelo y hay que subvertir al sistema hegemónico con prácticas educacionales de autodeterminación, o sea, en las que se
ejerza la capacidad DECISIONAL de la población estudiantil (junto con los otros sujetos), la capacidad PROYECTISTA y DISEÑADORA de nuevos modos de vida educacional , la capacidad de forjar y de hacer prevalecer la propia cultura y dignidad estudiantil (y de los otros sujetos), la capacidad, en fin, de construir condiciones y recursos organicidad e institucionalidad estudiantil (y de los otros sujetos), la capacidad, en fin, de construir condiciones y recursos organicidad e institucionalidad estudiantil (y de los otros sujetos) para que se realicen, y no se desestimen y ultrajen, las decisiones, las proposiciones, la cultura y la dignidad estudiantiles.
Ha llegado la hora de que las masas estudiantiles formulen y enarbolen proyectos propios de toda la vida educacional. Deben hacerlo para el conjunto educacional, pero empezando por aquel aspecto que logre mayor convocatoria de amplios sectores, que dinamice y movilice más, que no conlleve recelos y desconfianzas en la gente, que no inquiete ni dé idea de manipulación rollo y politiquería. Hay que convencer que se deben incluir todos los aspectos, pero jerarquizando y priorizando, sin olvidar que cada centro o región presenta específidades y viabilidades concretas. Lo fundamental es entender la línea general de combatir al sistema hegemónico educacional, al poder educacional, con un sistema de proyectos de relaciones estudiantiles autodeterminadas bajo determinación propia y no ajena, con propuestas propias y no de otros, con culturalidad y dignidad propios y no extraños, que conviven y respeten a lo otro, haciéndose respetar.
IV
Un eje articulador de enorme significado es el problema del conocimiento como fundamento de la dimensión educacional. En última instancia, el conocimiento es el punto de partida y el punto de llegada (si la hay) de la educación, es su instrumento principal, constituye su objeto praxológico central así como su producto prístino y original; el ejercicio educacional en el más amplio sentido de la palabra es la acción de uso y producción de conocimiento. Cualquiera sean los proyectos de subversión del orden educacional y de construcción de sistemas educacionales paralelos (escuelas propias, seminarios-talleres alternativos, redes estudiantiles nacionales y mundiales, etc.), deben estar relacionados sistemáticamente con el conocimiento.
No es arriesgado suponer, por lo tanto, que es el problema del conocimiento en el cemento unificador de la mayor sensibilidad y disponibilidad de acción y hasta de lucha y resistencia de amplios sectores estudiantiles, un proyecto de partida puede cimentarse en torno al conocimiento, para proponer reformas estructurales en la currícula general y en los contenidos programáticos de las asignaturas en particular. Partimos de la idea de que la escuela mexicana en todos sus niveles pero de acuerdo a las particularidades debe incorporarse el conocimiento más desarrollado actualmente, el de punta a nivel mundial. En materia de conocimiento, México no puede seguir dependiendo del mundo capitalista de las metrópolis, seguir dependiendo de las innovaciones científico-tecnológicas. Para ello, nuestras Universidades deben enseñar y construir conocimiento de punta. Al mismo tiempo deben asumirse, enseñarse y construirse los conocimientos TRADICIONALES, todo lo mejor que han producido nuestros pueblos en la forja de su vida, en la solución de sus problemas fundamentales.
El movimiento estudiantil de nuevo tipo puede constituirse elaborando, difundiendo y peleando por poner en práctica proyectos de reforma radical de la currícula educacional, para incorporar en los planes de estudio asignaturas que incluyan los CONOCIMIENTOS DE PUNTA Y LOS CONOCIMIENTOS TRADICIONALES, proyectos de transformación radical, en el sentido indicado, de los contenidos programáticos de la materias que imparten.
Es necesario organizar la actualización de la base estudiantil en el conocimiento y que también ubique y domine al conocimiento tradicional. Los líderes se desempeñaran aquí como favorecedores y facilitadotes para que esa base estudiantil se interese, se dinamice, se involucre en los cambios estructurales del presupuesto. Para proponer la incorporación de esos conocimientos, los líderes y la base deben saber cuáles son; debe desarrollarse un movimiento para conseguir este saber. Como punto de partida, puede proponerse e implementarse UN PROYECTO DE ACTUALIDADES DE LA CIENCIA, a través del cual especialistas en física, en medicina, en biología, en parasitología,, en sociología, en bacteriología, en economía, en botánica, en matemáticas, en derecho, en arquitectura, en ciencia política, en lógica, etc. den a conocer los nuevos conocimientos en cada uno de estos espacios del saber, para dar pie al desarrollo y como parte de él-del movimiento por las reformas curriculares y de contenidos programáticos de las asignaturas.
El movimiento estudiantil de nuevo tipo puede constituirse elaborando, difundiendo y dando la batalla para poner en practica proyectos sobre la relación entre la docencia e investigación y sobre los otros componentes de la vida educacional. Lo fundamental es desplegar la iniciativa de las masas, la capacidad proyectista de las masas, que estás tomen en sus manos su propio destino educacional. Esto es luchar contra el poder. Esto es luchar por la autodeterminación social. Reiteramos que esta lucha con carácter ofensivo , debe estar unidad a la defensa de los logros históricos educacionales que hoy siguen amenazados por el gobierno de Vicente fox. Debe estar unida al tratamiento puntual de todos los problemas estudiantiles, como son sus condiciones materiales de estudio y de vida, sus problemas existenciales, sus problemas para acceder a la escuela, mantenerse y coronarlas sus problemas psicológicos de religiosidad en los estudiantes, de drogadicción, de salud, de represión. Siempre tratando que los estudiantes individualmente, en grupos y masivamente forjen y desarrollen su capacidad desicional y proyectista-prepositiva, de elaborar sus propios proyectos de vida.
El movimiento estudiantil de nuevo tipo no desprecia las formas tradicionales de lucha. Antes bien, les da un nuevo significado al religarlas con los cuestiones de opresión y de la explotación, al hacerlas medios de lucha contra el poder y por la autodeterminación se generan y desarrolla como un automovimiento en el sentido de que es obra de los estudiantes mismos, y no de un cerebro externo, como expresión de condiciones propias que son interpretadas y reconducidas con la coadyuvación y el favorecimiento de que lideres de vanguardia que por su militancia en proyecto revolucionarios profesionales cuentan con una concepción de la realidad que les permite una comprensión más radical de la realidad, y cuenta con una voluntad revolucionaria que les permite regularmente luchar mientras estudian y estudiar mientras luchan con perspectiva radical liberadora. Es heteróclito y complejo, no asume una forma de una vez y para siempre en nada; ni en las vías para enfrentar los problemas, ni en su forma organizativa, ni en las consignas y tareas particulares que promueve, ni en los espacios en los que se mueve; religa todo; a los grupos escolares y académicos, a los departamentos y escuelas, a las regiones, a lo nacional e internacional, a la escuela con la comunidad, así mismo como movimiento sectorial con los otros movimientos sectoriales y con los procesos de resistencia revolucionaria en otros espacios de la conflictividad social radical, si bien no se despliega en el espacio político/ electoral no se asume antielectoral, tienen conciencia de las particularidades de estos espacios y procede con respeto y humildad ante ellos; no se asume con arrogancia como si fuera la fuerza más
consecuentemente revolucionaria; si sabe que habrá revolución de la escuela mexicana o no la habrá al conjunto de la sociedad mexicana y viceversa. El arma fundamental del movimiento estudiantil de nuevo tipo es el conocimiento; su dirigencia a nivel cada vez más masivo deben permanentemente estar estudiando experiencias y teorías revolucionarias, deben constantemente capacitarse en la escuela revolucionarias de cuadros profesionales para ser capaces de tener una visión de largo alcance por que se cuenta con una capacidad de investigación y de escudriñe radical. Dejamos aquí un ejemplo de programa de estudio; cuyo propósito es enfrentar el problema de los fundamentos de la dimensión educacional para conocer de manera radical a la educación, a la escuela, estamos convencidos que hay que estar pertrechados de teorías radicales para emprender acciones radicales, es decir, acciones que van a la raíz, al fundamento.
PLAN DE CAPACITACIÓN PRESENTACIÓN Una resistencia popular es eficaz y duradera si se sustenta en un vasto conocimientos de los problemas primordiales para lograr la liberación y alcanzar una calidad de vida que dé dignidad humana; es firme y consistente si gesta y se nutre de oportunas y vitales propuestas alternativas que satisfagan las necesidades más sentidas y radicales de la población; lo es si cuenta con la conducción de un abundante número de lideres avezados que estén armados con una firme voluntad de lucha. Estos tres fundamentos de una resistencia popular eficaz y sustentable son hechos históricos, es decir, se construyen en la propia resistencia y son producto de un esfuerzo programado de capacitación, que debe fundir la propia experiencia de lucha con el estudio, con la honda reflexión y la preparación rigurosa y sostenida. Esta capacitación no puede ser elitista sino desplegada a los grandes conglomerados en resistencia, de los cuales destacarán los lideres históricos; tiene que darse en la propia lucha y en el mismo esfuerzo por dinamizar el descontento social coadyuvando protagónicamente para que se desarrolle a una resistencia cada vez más extenso y combativa. Pero debe ser una capacitación que se busque con verdadero arrebato, como una condición sine qua non de todo movimiento radical. El deber de todo revolucionario es, y será siempre, prepararse profesionalmente para aprehender, explicar, interpretar los problemas sociales y elaborar los lineamientos de la lucha. En la medida en que los luchadores sociales se han dejado atrapar por el pragmatismo y
han abandonado el esfuerzo de reflexión en la acción su resistencia casi se ha esterilizado.
En la perspectiva de formar un movimiento de nuevo tipo de estudiantes, profesores y trabajadores administrativos de la escuela en México, realizaremos un plan de capacitación con los siguientes. CONTENIDOS PROGRAMÁTICOS MODULO 1.- Aproximación teórica a la educación y a la escuela capitalista. 1) 2) 3) 4)
El doble carácter de lo social. La producción de la vida social como proceso autopoiético. El trabajo. La educación capitalista como proceso de educación de vida humana y como proceso de explotación y de opresión; como proceso de trabajo y como proceso de valorización. 5) La educación, la ideología y la cultura. 6) La escuela como espacio de producción de vida social y como institución burguesa. 7) Los ejes problemáticos de la educación en el capitalismo: a) Las disciplinas del conocimiento en la educación ( lo tradicional y lo nuevo; su peso especifico en las carreras ) y la currícula escolar. b) El conocimiento y los contenidos programáticos de las asignaturas. c) La investigación y la docencia en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La teoría y la practica ; la escuela y la comunidad en su vida cotidiana. d) Escuela y presupuesto. e) Escuela y gobierno escolar; las normas de convivencia escolar. MODULO 2.- La política educativa del gobierno de Vicente fox. MODULO 3.- Historia de la educación en México y de la resistencia educacional. MODULO 4.- La lucha contra el poder y por la autodeterminación en la escuela mexicana.
BIBLIOGRAFÍA Se indicará para cada módulo. REALIZACIÓN a) Se expondrán conferencias. b) Las cuales se gravarán y/o filmarán o en video para que todos cuenten con las exposiciones aun cuando los ponentes no logren visitar las regiones. FINAL Hemos dejado aquí el esbozo de una reflexión sobre los contenidos programáticos que dan fundamento y sustento a un movimiento social de nuevo tipo, con el ejemplo del movimiento estudiantil; los ejes rectores que viabilizan su ejercicio. Somos conscientes de sus limitaciones por su carácter general. Su pertinencia, sin embargo, se le darán esos colectivos de jóvenes que se aprestan ya a constituir la nueva generación de revolucionarios que enfrentarán al poder con nueva voluntad, con una voluntad de autodeterminación. Si esos colectivos usan lo aquí suscrito como claves para su propia elaboración y para la lucha revolucionaria, habrá cumplido su cometido. En resumen, un movimiento social de nuevo tipo es aquel: a) que permite las necesidades y los problemas sectoriales a la explotación y la opresión, al poder. Un movimiento tradicional lucha por lo propio desde lo propio excluyendo o, cuando más, desde una serie de planteamientos abstractos de Revolución. b) Este remitir y todas sus acciones y su vida interna se asumen y se realizan con y por la autodeterminación, con un claro sentido de complejidad, de lo holístico ( se religa con el todo en resistencia radical ) de la realidad, con un carácter de reivindicación del ser genérico humano. c) Priorizar la resistencia radical, la lucha por eso es movimiento-no el esquema organizativo; él es su propia organicidad variable, compleja, pertinente en concreto-,la cual le es intrínseca e inherente. d) Es altamente combativo, participativo, comunicativo ( lo informa todo y cuida en extremo sus relaciones con la opinión pública nacional ), vive y se nutre del gran despliegue de iniciativa movilizadora; no define de una vez y para siempre formas especificas de lucha; usa la acción directa cuando es preciso en una estrategia de no violencia y de autodeterminación social.
*** México, D.F., 26 de abril 19 de mayo de 2002.