TEMA: Docentes comprometidos en un mundo de continuos cambios. Introducción: Actualmente los docentes de la Educación Argentina vivimos continuas transformaciones que nos convocan a pensar que podemos hacer para que la educación se involucre completamente dentro de esta sociedad que se ha desarrollado muy velozmente, en gran parte por los adelantos tecnológicos y científicos que se vienen produciendo en estos últimos años. Desarrollo: FLACSO expone en su material las tres formas de elaboración de los objetos técnicos de Gilbert Simondon “el moldeado, la modulación y el modelaje”. La técnica del moldeado asume que tiene ante si una materia completamente informe, inerte, que toma la forma que se le de según el molde con que se cuente. Una vez introducida en el molde, la materia adquiere únicamente esa forma; para cambiar la forma hay que hacer volver la materia a su estado amorfo. La técnica de la modulación, en cambio, asume que la materia con la cual se trabaja contiene ya una forma, de manera que la forma especifica que debe ser introducida en la materia tiene que relacionarse con la forma anterior. A su vez, la modulación permite la adquisición de varias formas sin necesidad de deshacer las formas anteriores. El modelaje, por su parte es el camino intermedio entre el moldeado y la modulación: allí el molde no es tan rígido como en el moldeado ni tan flexible como la modulación y la materia con la que se trabaja no es ni tan inerte como en un caso ni tan infinitamente formado como en el otro. [1] Teniendo en cuenta estas tres formas para realizar la enseñanza, comenzamos relacionando con nuestra experiencia docente y creemos que el maestro ya se encuentra involucrado con los grandes cambios dentro de la sociedad y que nuestra función ya no es la de un “molde”, gracias a los continuos avances tecnológicos que nos permiten enseñar de una manera diferente donde todo material referido a la misma enriquece la labor docente. Es verdad que nos cuesta, pero cuando el maestro se encuentra abierto a estos grandes cambios la práctica se torna beneficiosa para el maestro y el alumno. Por eso podemos decir que nuestra función educativa ya no se basa de un molde para poder enseñar y aprender, si no que el uso de técnicas y estrategias apropiadas convierten al alumno en el verdadero autor de su propio aprendizaje. Begoña Gros explica: “Las redes tecnológicas solo tienen sentido dentro de las redes sociales. Si la escuela sigue siendo un elemento aislado, nunca podrá incorporarse la tecnología. Es incompatible. El desarrollo de las redes supone un proceso evolutivo en que la innovación y el aprendizaje vayan de la mano. El reto actual es que no solo tienen que aprender los estudiantes sino las propias escuelas.” [2] Patricia Jaramillo sostiene que las TIC pueden constituirse en medios que ayuden al mejoramiento de los procesos de enseñanza aprendizaje. Pueden apoyar el aprendizaje de diferentes formas según el enfoque que se les de y las necesidades que presenten. Ofrecen varias posibilidades: enseñar sobre distintos temas; practicar y repasar contenidos matemáticos, sociales, etc.; facilitar a los alumnos el acceso a la información y comunicación para que construyan contenidos sobre las áreas, desarrollen
habilidades para manejar información y trabajar en colaboración, etc. Es importante además crear ambientes de aprendizaje con las TIC sobre problemas reales y trabajar en su solución. Esto es muy efectivo ya que las situaciones son significativas para los alumnos. Los contenidos y destrezas que un alumno debe tener con respecto al uso de la PC, para que mediante la manipulación pueda resolver problemas, deben estar explícitos en el currículum. [3] La mayoría de los docentes de este grupo cuenta con computadoras, internet, pendrive, cámaras digitales, dvd, impresoras, video cable etc., y muchas veces no lo sabemos utilizar. Lo mismo ocurre en las escuelas que cuentan con proyectores, equipos de sonido, computadoras etc. De esta manera resulta muy difícil incorporar a la tecnología en las escuelas. Pero no nos quedamos sin capacitarnos ya que existen cursos de informática que nos enseñan en forma gratuita el uso de cada uno de estos elementos. Es una salida para que paulatinamente incorporemos nuevos conocimientos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Andy Heargraves (2003) señala que” La docencia es en la actualidad una profesión paradójica, encerrada entre ejes contradictorios”. Por un lado se espera que los docentes sean capaces de conducir un proceso de aprendizaje que permita el desarrollo de las capacidades para la innovación, la flexibilidad y el compromiso, necesario para el desenvolvimiento en la emergente sociedad de la información [4], por otro lado, que las escuelas y los docentes mitiguen en parte algunos de los problemas surgidos en los últimos años (desigualdades económicas, necesidades básicas insatisfechas, profundas desigualdades, etc.). Antonio Viñao Frago hace una distinción entre reformas e innovaciones, que nos pareció importante destacar” Las reformas se plantean desde los poderes públicos y suelen tener forma legal (leyes, decretos, circulares, instrucciones), pueden ser de índole estructural, curricular, organizativa y/o política- administrativa. Las innovaciones suelen generarse en un número limitado de aulas o instituciones a partir de algún o algunos profesores y son de índole curricular u organizativa. Hay condiciones que favorecen la aparición de movimientos de cambio desde los profesores o las escuelas. Las innovaciones surgen allí donde son más débil el control y las tendencias normalizadoras y burocratizadoras de los poderes públicos.” [5] En nuestra institución con mucho esfuerzo y dedicación, en los últimos años algunos docentes vienen presentando proyectos innovadores. Tomaremos un tema como para dar a conocer con que flexibilidad, compromiso y responsabilidad se ha desarrollado, por ejemplo “La energía” pero esta vez presentado de otra manera y con la participación absoluta de los alumnos, donde los mismos han estudiado y construido prototipos robóticos que solo reaccionaban ante la presencia de la energía lumínica. Fue un increíble desafío para docentes y alumnos, ya que con mouse en desuso y con la guía de un experto en electrónica pudieron armar un circuito corto y sencillo. Esta experiencia fue muy positiva porque demostró a los docentes que hay muchas técnicas y estrategias que permiten un aprendizaje verdaderamente significativo y que en muchos casos es fundamental recurrir a terceros para cambiar nuestra metodología de trabajo y adquirir las destrezas necesarias. También se están llevando a cabo actividades en las jornadas extendidas y otros se pondrán en práctica durante el año escolar. Este tipo de trabajo demuestra que el docente día a día se incorpora con más seguridad a nuevos desafíos de trabajo en el cual demuestra otro perfil: “innovador, flexible y comprometido”. Pensamos también que en la actualidad fueron desapareciendo los cinco vectores encierro, moldeado, vigilancia, monopolio de los contenidos y legitimidad porque el
docente en estos últimos años fue incorporando nuevos conocimientos para innovar sus prácticas áulicas. Siguiendo con el análisis logramos relacionar a los siete saberes necesarios para la educación del futuro de Edgar Morin con el cuento de Teresa Acosta y llegamos a la conclusión que una mala práctica docente es capaz de convertir al alumno en un ser inútil. Por eso es necesario enseñar convencido que el proceso de enseñanza aprendizaje es diferente en cada uno de los educandos. Conclusión: La única manera que la escuela podrá adaptarse a los bruscos cambios que atraviesa la sociedad argentina, es contando con docentes comprometidos, flexibles, innovadores, capaces de incorporar nuevos conocimientos y destrezas para afrontar el mundo de hoy. Debemos tener en cuenta el conocimiento no se encuentra solo en las aulas y que los alumnos son “bombardeados” diariamente por los medios de comunicación, por lo cual la escuela ya no es el único ente sociabilizador como lo era antiguamente. A estos cambios de actitud deben sumarse políticas educativas comprometidas en brindar a las instituciones los recursos necesarios (edificios, infraestructura, salarios, materiales tecnológicos), para que la escuela se convierta en el espacio de inclusión social en una sociedad más excluyente. Autores consultados. [1] FLACSO: Gilbert Simondon. [2] Begoñas Gros. [3] Patricia Jaramillo: Magíster En Educación, Universidad de los Andes. Ingeniera de Sistemas Y Computación de la Universidad de los Andes, Investigadora y Profesora Del Centro De Investigación Y Formación De Educación (CIFE) [4] Andy Heargraves (2003) [5] Antonio Viñao Frago: Catedrático de Historia de la Educación de la Universidad de Murcia. Observaciones: Cabe destacar que la bibliografía propuesta fue analizada por los docentes del grupo y enriquecida por otros autores. El grupo es numeroso y nos pareció valioso el aporte de cada uno, por tal motivo el trabajo es más extenso de lo solicitado. Integrantes: • Arce, Maria Aideé. • Ayala, Selva Elizabeth. • Codutti, Rita. • Farias, Mirta. • Morales, Irma Beatriz. • Polich, Nora. • Rivero, Ramona Demetria.