UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO
MONOGRAFIA
“LA ÉTICA DEL DEBER O ETICA KANTIANA” CURSO:
Ética y Deontología
DOCENTE:
De La Cruz Vásquez, Segundo
ALUMNOS:
Fernández Jacobo Luis Ángel
Gecas Carrión Claudia Belén
Honorio Sánchez Renato
Luis Rodríguez Hugo
Muñoz Villanueva, Carolina
Ramírez Gutiérrez Rafael Antonio
FECHA DE PRESENTACION:
14-11-18
TRUJILLO, PERU 2018
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PRESENTACION
Este presenta trabajo se detallan temas relevantes sobre la ética del deber o ética kantiana. A la misma vez destacar posibles casos o ejemplos de los temas relacionados con los seres humanos.
El presente informe detalla de forma concreta, precisa y clara para el entendimiento de los alumnos de la carrera de Ingeniería en Industrias Alimentarias de la Universidad Privada Antenor Orrego.
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INDICE GENERAL Carátula ....................................................................................................... i Presentación .............................................................................................. ii I. INTRODUCCIÓN ..................................................................................... 2 II. REVISIÓN DE BIBLIOGRAFÍA .............................................................. 3 2.1. La metaética… ........................................................................................... 3 2.2. La ética del deber ................................................................................ 3 2.2.1. Generalidades ............................................................................ 3 2.2.2. La razón y la libertad .................................................................. 4 2.2.3. Razón práctica y voluntad .......................................................... 4 2.2.4. Buena voluntad y deber ............................................................. 5 2.2.5. Principios de posibilidad de deber.............................................. 6 2.2.6. Objeciones y dificultades de la ética del deber .......................... 8 2.3. La conciencia ...................................................................................... 8 2.3.1. Definición ................................................................................... 8 2.3.2. Conciencia moral ....................................................................... 8 2.3.3. Conciencia profesional ............................................................... 9 2.3.4. Conciencia psicológica ............................................................. 10 2.3.5. Conciencia social ..................................................................... 10 III. CONCLUSIONES ................................................................................ 11 IV. BIBLIOGRAFIA .................................................................................. 12
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I. INTRODUCCIÓN
En nuestra tarea de investigación, la cual se basa en el sistema filosófico de Kant, se mencionaran los aspectos relacionados con la metafísica, considerada como la ciencia de los principios, posteriormente con ejemplos propuestos a la ética kantiana. La metaética da la posibilidad como una ciencia general que distingue en función del conocimiento racional y el conocimiento práctico de las leyes de la libertad que da lugar a las costumbre, y permite reflexionar de manera cognoscitiva las relaciones de conceptos y alternativas de propuestas de ideas.
Por lo tanto indicaremos un marco general y esencial del pensamiento kantiano, el cual posee un comportamiento significativo a los principios del conocimiento; por lo tanto, nuestra investigación acerca de la ética del deber no se basa en la metafísica de la naturaleza o de la experiencia, sino de la filosofía moral de Kant. Relacionado a esto, se pretende llegar a los siguientes objetivos. Profundizar conocimientos teóricos sobre la filosofía de Kant, juntamente con la ética del deber y términos relacionados que lleven a un mejor entendimiento del tema. Investigar y proponer ejemplos relacionados a la ética del deber o ética kantiana.
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II. REVISION DE BIBLIOGRAFIA 2.1. La metaética Es la rama de la ética que estudia el origen y el significado de los conceptos éticos (Nino, 2003). La metaética investiga el vínculo que existe entre la motivación del ser humano con los valores y los motivos de acción (Raponi, 2010).
Algunos problemas de la metaética son el problema del ser y del deber ser. Tal como se presenta a continuación ejemplos:
Carlos es agresivo (oración descriptiva)
Carlos debe ser agresivo (oración normativa)
Y para deducir una oración normativa, se debe construir un argumento que incluya una oración normativa entre las premisas.
Todos los estudiantes universitarios deben ser estudiosos.
Carolina es una estudiante universitaria.
Por lo tanto, Carolina de ser estudiosa.
2.2. La ética de deber 2.2.1. Generalidades La ética de Kant se interpreta como una ética procedimental o constructiva, debido al sentido de los imperativos categóricos particulares que dan sentido a los deberes, especificados por un procedimiento de construcción. Con esto, es aun difícil interpretar la ética kantiana como una ética de este tipo, dado que se admiten diversas interpretaciones (López, 2008).
La razón de Kant no se trata de crear, ni inventar palabras o ideas éticas y morales para elaborar conceptos, reglas, normas, leyes, sino de figurar un sistema de pensamiento con filosofía; en el sentido de construir el conocimiento práctico a priori. Entonces, relaciona conceptos prácticos del conocimiento a priori, por lo
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tanto, la ética es la doctrina del deber dependiendo de la posible voluntad libre y la necesidad de la acción libre (Montoya, 2007).
Kant llego a la conclusión de que la moral reside en la conciencia del deber. Dicha conciencia no obedece a consideraciones de utilidad ni mucho menos al sentimiento de simpatía, sino una razón humana. Como ejemplo nos planteamos las siguientes preguntas. ¿Qué debo hacer como estudiante aniversario?, en lugar del ¿Qué haré? Tanto lo dicho , por parte de la humanidad, la conciencia es un deber que impulsa al actuar; esto tiene importancia ya que el estudiante aniversario es parte de un sistema educativo, cuya misión es aprender y formarse con valores y con consideraciones éticas y patrones de conducta (Martínez, 2006). 2.2.2. La razón y la libertad La palabra razón, hace referencia a la mente humana, como inteligencia, juicioso, acción lógica, raciocinio, y considerando que la razón es un atributo esencial que permite al ser humano a pensar y reflexionar. Para Kant, indica que la razón es considerada como la facultad que proporciona los principios del conocimiento a priori y está determinado bajo la condición de la libertad, ocupándose de la voluntad del hombre y su acción. En este caso, la razón determina a la voluntad en sus decisiones de querer actuar pero a la misma vez con una voluntad de actuar según las leyes de la naturaleza (López, 2008).
2.2.3. Razón práctica y voluntad La razón práctica de ser humano es la manera de distinguir, según la experiencia y las percepciones de los sentidos, lo que es el bien y el mal, lo que es conforme al deber o contrario al deber, por lo tanto, la capacidad de distinguir resulta una facultad práctica de enjuiciamiento, dando importancia a la razón teórica. Para Kant, la razón puede resultar ser práctico, definiendo como todo lo que es posible mediante libertad (Montoya, 2007).
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La razón práctica es incondicionada y tiene principios constitutivos a priori sobre la voluntad; en su primer paso convierte la simple idea de libertad (especulativa) en un concepto práctico y, por tanto, en la libertad práctica, es convertida en una categoría de causalidad de la razón para la determinación de la voluntad buena. De manera que, la razón en este orden es considerada como la facultad práctica porque ha de tener influjo sobre la voluntad (Laymi, 2010).
La voluntad atribuye a la facultad de decidir y ordenar una acción, de hacer o no hacer algo. En términos de Kant, el ser humano tiene una voluntad libre, lo cual quiere indicar que la voluntad puede ser libre si está bajo la razón de buenas acciones y sometidas a la necesidades naturales para conseguir satisfacciones materiales. Mientras que una voluntad sin la influencia de la razón, posee su propio deseo o inclinación de interés hacia algo (López, 2008). 2.2.4. Buena voluntad y deber La buena voluntad está determinada sobre la acción libre; la causa de los objetos del mundo es sensible porque ella tiene una causalidad de la libertad. La acción libre tiene que producir un objeto de bienestar para todos, esto tendrá que ser considerado como un bien, como un fin a ser realizado a partir de las determinaciones de la razón práctica y la voluntad libre (Martínez, 2006). El término deber proviene del latín debēre, derivado de habere, que significa tener. Desde el siglo XII, significa como obligación y estar obligado. Actualmente, el deber es una forma de obligación del ser humano, dependiendo de los preceptos religiosos y morales, la tradición y costumbre de un pueblo y normas de la sociedad civil (Montoya, 2007).
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El deber supone una obligación de imposición a la acción no voluntaria, sea en función de los beneficios o respeto y correspondencia entre la autoridad y el que obedece por sumisión únicamente por sostener sus derechos de acceder a algo por ley. De acuerdo con Kant, indica que deber es la acción a la que alguien está obligado; esta es una definición que no tiene por fundamento un concepto de experiencia sino un concepto de la razón práctica, con lo que se apunta hacia las acciones libres que puedan ser por deber y no simplemente conforme al deber; que la acción libre a ser puesta en práctica sea un deber ético y la exigencia objetiva a la acción obligada sea un deber moral (Iracheta, 2001).
La definición de Kant sobre el deber, no es de experiencia, exige objetivamente a la acción, que sea con respeto y forma voluntaria conforme a la ley (López, 2008). 2.2.5. Principios de posibilidad del deber Los principios de posibilidad del deber son las proposiciones que están relacionadas con la acción libre, determinada por la buena voluntad. Se tratan de expresiones que se plantean en términos de juicios de la razón pura práctica, a partir de las consideraciones de los diferentes actos humanos (Laymi, 2010). La primera proposición indica el valor moral en hacer el bien por deber, no por inclinación. Esta proposición se puede explicar con referencia a muchos comportamientos del hombre, tal como lo hace el mismo Kant, que la voluntad humana puede aspirar mediante sus acciones o inclinación de satisfacción individual o bien de todos; de modo que actuar por deber tiene el auténtico valor moral, porque se presupone que ha de ser beneficioso, no sólo para uno mismo, sino también para todos los seres racionales. La segunda proposición indica que una acción por deber tiene su valor moral no en el propósito sino en la máxima según la que se decida. Una acción por deber dependerá del
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principio del querer de la buena voluntad, para que lo sea así, aquella voluntad tiene que formular su máxima como principio subjetivo, la que permita trazar el plan de acción interna, como una configuración de la estrategia del agente moral, según el cual la acción debe ser efectuada, sin tener en cuenta objeto alguno de la facultad de desear (voluntad que no es libre ni buena). La tercera proposición, el deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley. Esta proposición es consecuencia de las dos anteriores. Para que la actividad de una voluntad sea no por inclinación ni por objeto alguno de interés, sino por respeto a la ley práctica, es necesario que la voluntad determine primero la máxima en un principio subjetivo del querer, después relacionar con la ley práctica (principio objetivo) de la razón; de modo que la relación signifique la representación de ley en la voluntad del ser racional, resulte fundamento de la determinación de la voluntad en ser libre de inclinaciones. En esto consiste el actuar por deber y por respeto a la ley, donde el objeto del respeto es la misma ley.
Kant identifico como una necesidad moral el actuar por deber, de acuerdo con la buena voluntad en conexión con la ley práctica. Porque actuar por deber es el contenido moral que marca su sentido en el valor interior desde el cual aspirar al bien de todos (Montoya, 2007).
Porque el principio del deber no descansa en sentimientos, impulsos e inclinaciones, sino en la relación entre los seres racionales. La voluntad de cada miembro tiene que ser considerada siempre al mismo tiempo como legisladora, de modo que un ser racional pueda pensarlo como fin en sí mismo y en relación con los demás seres racionales; de tal forma, el deber tiene que ser también considerado como un principio de necesidad objetiva de
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una acción por obligación para todos, en el que reside el valor positivo (Martínez, 2006).
2.2.6. Objeciones y dificultades de la ética del deber La ética del deber presenta limitaciones (Iracheta, 2001).
Para Kant no permite dar soluciones cuando las obligaciones morales están en conflicto.
Debido al rigor y apelación de cada persona, no toma el aspecto social y por lo tanto poco realista y a veces, puede ser poco practicable. No ve el conflicto entre “decir la verdad” y “consecuencias negativas”, ya que el deber siempre consiste en decir la verdad.
La ética del deber, está lejos de estar vacía y formalista, y por ello no se pueden tener en cuenta las diferencias entre los casos.
Los principios del deber son abstractos, no proporcionar un seguimiento de instrucciones detallado.
La ética del deber no propone oportunidades de resolver las contradicciones, ya que no contempla llegar acuerdos entre diferentes obligaciones.
Falta de explicación de una mala acción.
2.3. La conciencia 2.3.1. Definición Se le denomina a la capacidad que nos indica qué está bien o mal y apunta o a un concepto moral, a la ética, o cierto campo de la filosofía. Por nuestra parte sostenemos que la conciencia contiene revelaciones adicionales al concepto señalado (Vargas, 2009).
2.3.2. Conciencia moral En el Antiguo Testamento, se menciona de forma relacionada dicho termino, cuando el pueblo elegido está por entrar en la tierra
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prometida, el Señor, por medio de Moisés les dice: Cuidad de que vuestro corazón no sea seducido, no sea que, desviándoos, deis culto a otros dioses y os postréis ante ellos”; también se pide al Señor, “crea en mí, Dios mío, un corazón puro”, donde “corazón puro” significa algo muy semejante a lo que llamamos “buena conciencia” (Domínguez, 2005).
En las Cartas Pastorales, la conciencia expresa la actitud del hombre en su relación con Dios, pudiendo ser positiva o negativa. También está claro que la conciencia puede ser recta y errónea, por lo cual se debe identificar siempre con la voz de Dios (Vicente, 2000).
La conciencia se define como el conjunto de procesos cognitivos y afectivos que forman un gobierno moral sobre la conducta del individuo. La noción de conciencia moral indica como el sentido innato del bien de la naturaleza humana y su aplicación a la acción, y confusamente, coincide con las nociones de sindéresis y de recta razón (Vargas, 2009).
2.3.3. Conciencia profesional En la actualidad la conciencia profesional toma una nueva dimensión y se ha convertido en un elemento básico de la garantía en la ejecución profesional. La conciencia profesional es una dimensión esencial de la conciencia individual, ya que se manifiesta como un comportamiento social responsable acerca de los deberes específicos de una profesión, después de haber asumido un código ético profesional (Vita y otros, 2002).
Algunas características de la conciencia profesional.
La conciencia profesional es intransferible e individual, nadie es responsable por ninguna persona.
Cada persona tiene la posibilidad de haberse socializado en el código de su profesión.
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El nivel de madurez y equilibrio psíquico.
Aptitud profesional para ejercer dignamente una profesión.
Todos tenemos en claro nuestros valores y que poniéndolos en práctica podemos sobresalir en la vida pero en cambio, si no es así no esperemos que todo salga bien, tú decides como vivir y como desarrollarte profesionalmente en la sociedad (Martínez, 2006).
2.3.4. Conciencia psicológica Se denomina al conjunto de fenómenos psíquicos denominados ‘vivencias y que conforman una unidad, denominándolo conciencia, si no hay vivencias no hay conciencia. Este conjunto se compone de sensaciones, percepciones, sentimientos, recuerdos, imágenes, deseos, ideas, etc. Se encuentran íntimamente ligados entre sí y se influyen recíprocamente, formando una totalidad (Pimental, 2012).
2.3.5. Conciencia social Es la vida espiritual de la sociedad en un momento histórico con un conjunto de opiniones, ideas, sentimientos, teorías, aspiraciones y estados de ánimos de una sociedad en las diferentes clases y grupos. El ser social determina a la conciencia social, este último determina que la historia es la producción y reproducción de la vida, debido a las múltiples interacciones que se producen en la sociedad ponen en manifiesto el desarrollo social (Pérez, 2000).
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III. CONCLUSIONES
Se profundizaron los conocimientos teóricos sobre la filosofía de Kant, juntamente con la ética del deber y términos relacionados que llevan a un mejor entendimiento.
Se investigaron diferentes investigaciones y se propuso ejemplos sobre la ética del deber o ética Kantiana.
La ética kantiana, es muy complejo e sensible ante cualquier situación en la cual se presente al ser humano, pero también presentan deficiencias ya que deja vacíos en algunos puntos congruentes entre diferentes personas.
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IV. BIBLIOGRAFIA Domínguez, F. 2005. La conciencia moral. Editorial Rialp, 2da Edición. Madrid. España. Pág. 266-319.
Iracheta, F. 2001. Deber y finalidad de la ética de Kant. Revista Morality; 2: 51-61.
Laymi, T. 2010. La ética del deber de Kant para la sociedad actual. Universidad Iberoamericana. México.
López. J. 2008. The Ethics of Discourse and the kantian concept of Duties to one’s own self. Pensamiento Complejo y Educación para la ciudad. Universidad de Zaragoza. España.
Martínez, H. 2006. Una ética para la modernidad. Bogotá. Revista Diálogos de Saberes; 24: 181-194.
Montoya, C. 2007. Elementos de la ética kantiana aplicables a las organizaciones educativas. Revista de educación Laurus; 13(25): 286-304.
Nino, S. 2003. Introducción al análisis de la metaética. Editorial Astrea. 2da Edición. Buenos Aires. Argentina, 353-383.
Pérez, L. 2000. La conciencia social y sus formas fundamentales. Editorial Progreso, Moscú. Pág. 278-284.
Pimentel, J. 2012. La conciencia psicológica en la enseñanza y la práctica espiritual y religiosa. Revista de Ciencias de las Religiones. Universidad Autónoma de Tamaulipas. México.
Raponi, S. 2010. Metaética. Universidad Nacional de Córdoba. Filosofía del Derecho. Argentina.
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Vargas, J. 2009. Formación de la conciencia moral. Revista Educación y Desarrollo Social; 3(1):108-128.
Vicente, M. 2000. La conciencia humana: integración y complejidad. Universidad de Valencia. Psicothema; 12(1): 15-24.
Vita, C., Maris, S. y Fios, S. 2002. La decisión del profesional. Editorial Thomas Nelson. 4ta Edición. México.
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