ENSAYO DEPRECION SEGÚN LAS NIIF
Por Monica Milena Riascos Adriana Milena Villota Angie Tatiana Bolaños.
INSTITUCION UNIVERSITARIA CESMAG CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES PROGRAMA DE CONTADURIA PÚBLICA AÑO 2019
ENSAYO DEPRECION SEGÚN LAS NIIF
Por Monica Milena Riascos Adriana Milena Villota Angie Tatiana Bolaños.
Profesor Luis Eduardo Rosero Arévalo Contador Público Esp. Revisoría Fiscal
INSTITUCION UNIVERSITARIA CESMAG CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES PROGRAMA DE CONTADURIA PÚBLICA AÑO 2019
MÉTODOS DE DEPRECIACIÓN ACEPTADOS POR LOS ESTÁNDARES INTERNACIONALES
La depreciación permite a las entidades reconocer el importe depreciable de sus activos de largo plazo como gasto durante sus vidas útiles. Las Normas de Información Financiera no señalan los métodos aceptados o prohibidos; formulan los requerimientos que deben cumplir tales métodos de depreciación. Por definición, la depreciación es la distribución sistemática del importe depreciable de un activo a lo largo de su vida útil. Esta definición, aunque parece sencilla, se torna compleja, pues nos invita a revisar los siguientes términos:
Importe depreciable: es el costo (o el importe que lo sustituya) de un activo, menos su valor residual. Valor residual: es el valor que la entidad podría obtener en el momento presente por disponer de un activo de largo plazo, si ya hubiera alcanzado el final de su vida útil. Vida útil: es el tiempo por el cual una entidad espera obtener los beneficios económicos asociados al uso del activo.
El valor residual y la vida útil son estimaciones, por lo cual la entidad debe hacer una evaluación en el momento de adquirir cada uno de sus activos, con el fin de asignarles estos dos elementos, los cuales influirán en el cálculo del importe depreciable y en el monto que se debe llevar de este valor al estado de resultados en cada período. Tenga en cuenta que la vida útil y el valor residual no pueden ser valores genéricos asignados a un grupo de activos, pues estas dos variables son particulares para cada activo. En el caso de activos de bajo impacto sobre los estados financieros, tales como muebles y enseres o algunos equipos de cómputo, la entidad podría asignarles una vida útil genérica (por ejemplo, 10 años para los muebles y enseres, y 5 años para los equipos de cómputo), siempre y cuando esto no afecte significativamente los resultados de cada período. Por su parte, cuando se trata de activos cuyo valor es material, la entidad debe evaluar individualmente la vida útil y el valor residual de cada activo. Algunas entidades tienen la práctica de depreciar todos los inmuebles con una vida útil general de 45 años, pero esta práctica no es adecuada, en razón a que la entidad puede tener expectativas de uso distintas para cada uno de ellos.
DEPRECIACIÓN CONTABLE Y FISCAL LUEGO DE LA LEY 1819 DE 2016: SIMILITUDES Y DIFERENCIAS MÁS IMPORTANTES Luego de los cambios que la Ley 1819 de 2016 efectuó a los artículos 128 a 141 del ET, es importante tener presente que las depreciaciones contables y fiscales que se calculen sobre los nuevos activos que se adquieran a partir de enero 1 de 2017 podrán tener algunas similitudes y diferencias importantes. Aquí destacamos algunas de ellas. La aplicación a partir de los años 2015 y/o 2016 de los nuevos marcos contables bajo normas internacionales implicó que los cálculos de las depreciaciones contables y fiscales de los activos fijos depreciables, al menos hasta el año gravable 2016, no fueran totalmente iguales. Lo anterior obedecía al hecho de que los nuevos marcos normativos permitían tener en cuenta, al momento de calcular la depreciación contable, algunos factores especiales que no se tenían en cuenta para efectos fiscales. Entre ellos figuraban el hecho de que para los requerimientos contables el valor a depreciar del activo podía incluir los costos estimados para su futuro desmantelamiento, o que incluso dicho valor primero se podía disminuir con el valor residual que se le estimara al activo. Asimismo, la vida útil para efectos contables es determinada de acuerdo con el período de tiempo en el cual se espera utilizar el activo e, incluso, se debe depreciar hasta los activos que no se encuentren en uso. Sin embargo, a partir de enero de 2017, y luego de los cambios que los artículos 48, 49, 77 a 83 y 376 de la Ley 1819 de diciembre 29 de 2016 le efectuaran a varios de los artículos del ET que regulan la deducción por depreciación (ver artículos 69, 69-1 y 128 a 141), se puede decir que los cálculos de la depreciación contable y fiscal que se lleven a cabo sobre los nuevos activos que se adquieran a partir de enero 1 de 2017, sí tendrán mayores similitudes, pero también persistirán algunas diferencias. Hay que recordar que la NIC 8 y la sección 10 de la NIIF para Pymes indican que cuando hay un cambio en la estimación, las modificaciones pertinentes se hacen de manera prospectiva, es decir, de ahí en adelante. METODO DE DEPRECIACION El método de depreciación debe reflejar el patrón de consumo de los beneficios económicos futuros del activo. Este se revisará, como mínimo, al término de cada periodo anual y, si hubiera habido un cambio significativo en el patrón esperado de consumo (unidades, tiempo (años), kilómetros, kilovatios, toneladas) de los beneficios económicos futuros incorporados al activo, este se cambiará para
reflejar el nuevo patrón de consumo. Dicho cambio se contabilizará como un cambio en una estimación contable, de acuerdo con la NIC 8. La principal característica que deben tener en cuenta las empresas para elegir su método de depreciación es la forma en la que el activo va a ser consumido a través del tiempo; ahora bien, para explicar de una mejor manera se ejemplificará a través de los siguientes casos: EJEMPLO 1
Se compra un computador en $1.000.000 y se estima una vida útil de 5 años, se espera que el computador se deprecie de la misma forma en cada uno de los 60 meses, por lo cual la empresa elige el método de depreciación lineal. Se compra una maquinaria cuya vida útil es de 10 años, hay un indicio de que su rendimiento es mayor en los primeros 5 años y que en los últimos 5, por el desgaste, el rendimiento sea menor; siendo este el caso, lo mejor sería depreciar más los primeros años la maquinaria y menos los últimos años, para esto sería útil el método de depreciación decreciente.
Es posible que los vehículos nuevos en una empresa que los alquila tengan una depreciación mayor que los vehículos viejos, puesto que se estima que las personas que alquilan vehículos prefieren alquilar los nuevos. Al respecto, la empresa puede optar por el método de depreciación por unidades de producción, tomando como base de medición los kilómetros recorridos por vehículo. Para elegir el método de depreciación, todo depende del patrón del consumo del activo y el patrón de generación de beneficios que dé el activo; al respecto, la norma no realiza restricciones, cada empresa es libre de escoger el método de depreciación que desee, siempre y cuando se ajuste a la realidad económica de la empresa. Pueden utilizarse diversos métodos de depreciación para distribuir el importe depreciable de un activo de forma sistemática a lo largo de su vida útil. Entre los mismos se incluyen:
el método lineal o línea recta.
el método de depreciación decreciente
el método de las unidades de producción.
Ejemplo 2: Una entidad acaba de adquirir dos vehículos. El primero es un camión con capacidad de carga de 10 toneladas, el cual será utilizado para entregar
pedidos a clientes en diferentes ciudades. El segundo vehículo es un automóvil que será utilizado por la gerencia como vehículo personal. Para establecer la tasa de depreciación de cada vehículo, la entidad debe analizar factores como el valor residual, la vida útil y la expectativa de uso de cada uno de ellos. Para ello, dicha entidad elaboró la siguiente tabla técnica: Concepto
Camión
Automóvil
Tiempo de uso estimado (vida útil)
10 años $180.000.000 $40.000.000 Línea recta $14.000.000
3 años $85.000.000 $40.000.000 Línea recta $15.000.000
Costo de adquisición Valor residual Método de depreciación Depreciación anual
Ejemplo 3 Una entidad adquirió dos plantas generadoras de energía, con un costo de adquisición de $20.000.000 cada una. Una de estas plantas será instalada como generador de energía de respaldo en caso de que se presenten cortes inesperados en el suministro del fluido eléctrico. Se estima que estará en uso por alrededor de 8 años, tras lo cual su valor será insignificante. La segunda planta se utilizará solo en los casos en los cuales la primera planta de respaldo falle. Se espera que esta planta esté en uso por unos 20 años. Se estima que posteriormente su valor será insignificante. En este caso, la depreciación de la primera planta deberá basarse en una vida útil de 8 años, mientras que la segunda planta se depreciará con una vida útil de 20 años. Ambas se pueden depreciar utilizando el método de línea recta. Una alternativa es depreciarlas con base en las horas de uso, utilizando como vida útil las horas de uso estimadas por el fabricante. Con este método es posible que los activos pasen algunos períodos sin ser depreciados.
C El gobierno nacional reglamentará las tasas máximas de depreciación, las cuales oscilarán entre el 2.22% y el 33%. En ausencia de dicho reglamento, se
aplicarán las siguientes tasas anuales, sobre la base para calcular la depreciación: CONCEPTOS DE BIENES A DEPRECIAR
TASA DE DEPRECIACIÓN FISCAL ANUAL % 2,22% CONSTRUCCIONES Y EDIFICACIONES 2,50% ACUEDUCTO, PLANTA Y REDES 2,50% VÍAS DE COMUNICACIÓN 3,33% FLOTA Y EQUIPO AÉREO 5,00% FLOTA Y EQUIPO FÉRREO 6,67% FLOTA Y EQUIPO FLUVIAL 10,00% ARMAMENTO Y EQUIPO DE VIGILANCIA 10,00% EQUIPO ELÉCTRICO 10,00% FLOTA Y EQUIPO DE TRANSPORTE TERRESTRE 10,00% MAQUINARIA, EQUIPOS 10,00% MUEBLES Y ENSERES 12,50% EQUIPO MEDICO CIENTÍFICO 20,00% ENVASES, EMPAQUES Y HERRAMIENTAS 20,00% EQUIPO DE COMPUTACIÓN 20,00% REDES DE PROCESAMIENTO DE DATOS 20,00% EQUIPO DE COMUNICACIÓN