MERMELADA DE NARANJA, JENGIBRE Y CANELA MERMELADA DE NARANJA, JENGIBRE Y CANELA
Buenos días a todos, espero que hayáis tenido un maravilloso martes, desde luego el tiempo acompañaba, con esto del veranillo, hemos vuelto a pasar de la manga larga a estar casi en tirantes y esto nos da una tregua para preparar nuestra CONSERVAS,y os avisaba ayer que en casa estoy en modo Hormiga, así que hoy me toca enseñaros a preparar una rica y muy especial mermelada, ya en otro post os enseñe a preparar la MERMELADA DE NARANJA CLÁSICA y hoy os enseño a preparar la mermelada de naranja, jengibre y canela, dándole un sabor muy peculiar a esta mermelada. perfecta para los inviernos. Cuando pensamos en invierno siempre pensamos en esos sabores y olores tan característicos de esa época y a mi el jengibre y la canela, me recuerda mucho al invierno, así que le he querido añadir a esta confitura esos dos puntos que me recuerdan a galletas, café caliente al lado de la chimenea, con una manta y disfrutando del calor del hogar. No os voy a engañar, porque las naranjas en esta época no están en su mejor momento, la receta la hice antes del verano, pero las fotos con el resultado final no he podido hacerlas hasta hace una semana, de todas maneras esta mermelada ya esta probado en un buen desayuno y os puedo asegurar que amigos que la han probado les ha encantado, así que si tenéis oportunidad, os animo a prepararla. INGREDIENTES 1 kilo de naranjas 250 g.de azúcar 1 limón Una cucharada de la ralladura de un jengibre fresco o seco 1 CUCHARADITA DE CANELA EN POLVO Comenzamos lavando las naranjas concienzudamente, ya que rallaremos su piel para integrarla en la mermelada.
Con ayuda de rallador rallamos la naranja y continuación la pelamos quitando le toda la parte blanca y las semillas. Vamos colocando la pulpa de la naranja en una olla junto con la ralladura de la piel de la naranja, cocemos durante 40 minutos sin dejar remover con una cuchara de madera, para que no se pegue, entonces añadimos el azúcar, el limón, la canela y el jengibre. y seguimos dando vueltas con la cuchara, hasta conseguir el espesor deseado. La envasamos en frascos de cristal esterilizados, cerramos herméticamente y les damos la vuelta hasta que los frascos estén fríos. De esta manera os duraran, me atrevo a decir, hasta un año. Si quereís que os dure más tiempo, tenéis que poner los frascos cerrados al baño de María, como os digo en ESTE POST Y LISTA PARA DISFRUTAR