Mercosur

  • November 2019
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Prologo. El presente trabajo muestra la importancia de una Unión aduanera Latinoamericana. El estudio se desarrollo en siete partes las cuales creo necesarias para entender la política llevada a cabo por los gobiernos partes y su potencial integrador a nivel económico político y cultural. • • • • • • •

Antecedentes. La estrategia del MERCOSUR. El ingreso de Venezuela. Marco económico. Proyecto energético. Futuro del MERCOSUR. Conclusiones finales.

Antecedentes La creación del MERCOSUR surgió, inicialmente, como una zona de libre comercio, estimulada por la liberalización arancelaria gradual, lineal y automática, acordada por sus cuatro Estados Partes (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay). El segundo paso fue establecer los primeros contornos de la Unión Aduanera, con entrada en vigor del Arancel Externo Común (AEC) el 1º de enero de 1995. El rápido progreso obtenido por los países del MERCOSUR no se resume solamente a sus asociados y, en ese sentido, debe interpretarse a la luz del principio de regionalismo abierto defendido por sus fundadores. La integración regional del MERCOSUR no representa una acción diplomática aislada, ya que tiene la intención de constituirse como un resultado natural y necesario de un largo proceso de acercamiento entre los países de América del Sur. La creación de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), en 1960, su sucesión por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), en 1980, y el proceso de integración entre Brasil y Argentina, iniciado con la firma del Acta para la Integración Argentino-Brasileña, en 1986, constituyen antecedentes relevantes del proceso de implementación del bloque. El objetivo primordial del Tratado de Asunción, firmado el 26 de marzo de 1991, es la integración de los cuatro Estados Partes, a través de la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común, la coordinación de las políticas macroeconómicas, sectoriales ya la armonización de las legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración. En tal sentido los socios del MERCOSUR optaron por conformar una Unión Aduanera a fin de alcanzar un mercado único que genere mayor crecimiento de sus economías, aprovechando el efecto multiplicador de la especialización y las economías de escala y el potenciamiento del poder negociador. En su periodo de existencia, y habiéndose cumplido los cronogramas de tareas comprometidos para el periodo de transición, el MERCOSUR alcanzo, a partir de los Acuerdos de Ouro Preto, de diciembre de 1994, el estadio de zona de libre comercio y unión aduanera. Esto significa un salto cualitativo en materia de integración, representando el MERCOSUR la primera unión aduanera del continente americano. Asimismo, y a partir de la vigencia de Protocolo de Ouro Preto – 15 de diciembre de 1995-, el MERCOSUR ha sido dotado de un nuevo

marco institucional y posee personería jurídica internacional, pudiendo negociar acuerdos con terceros países o bloque de países. LA ESTATEGIA DEL MERCOSUR. La estrategia del MERCOSUR se basa en tres soportes interrelacionados: profundización (negociación de temas nuevos), consolidación (compromisos y aplicación efectiva de lo acordado) relaciones externas ( negociaciones con los países de ALADI, ALCA, Unión Europea y otros) Dada la política de regionalismo abierto al MERCOSUR, principalmente su participación en la iniciativa del Área de Libre Comercio de las Ameritas (ALCA), surge la necesidad de preservar la esencia de la iniciativa de integración y su objetivo final que es la construcción de un Mercado Común. Esto significa que, a menos que el MERCOSUR profundice la integración al interior del bloque, corre riesgo de perder su identidad. Por ello, las iniciativas de vinculación externa no pueden desarrollarse en forma aislada de la profundización, sino que en todo caso deben contribuir como motor para acelerar el proceso. En consecuencia, la velocidad relativa con la que el MERCOSUR encara la negociación de nuevos temas tiene que ser mayor que de las negociaciones externas, lo que implica que el eje de la “Estrategia MERCOSUR” debe pasar por la profundización. Consolidación del MERCOSUR. Sumando un área total con cerca de 12 millones de kilómetros cuadrados, lo que corresponde a más de cuatro veces la Unión Europea, el Mercosur representa un mercado potencial de 200 millones de habitantes y un PIB acumulado de más de un billón de dólares, lo que lo ubica entre las cuatro mayores economías del mundo, inmediatamente abajo del TLC (o NAFTA), la Unión Europea y el Japón. La consolidación es unos de los objetivos más importantes del MERCOSUR en su existencia como Unión Aduanera, con el objetivo de lograr el fin ultimo del proceso de integración: la constitución de un Mercado Común del Sur. Las razones no son pocas: el MERCOSUR es, al mismo tiempo, la cuarta economía mundial y la principal reserva de recursos naturales del planeta. Sus reservas de energía están entre las más importantes, especialmente las de minerales y las hidroeléctricas. Su red de comunicaciones está muy desarrollada y pasa por un

constante proceso de renovación. Más de dos millones de kilómetros de carreteras unen nuestras principales ciudades y nuestras poblaciones viajan utilizando más de seis mil aeropuertos. Las perspectivas futuras del sector de comunicaciones son sumamente prometedoras: con la privatización de las principales empresas del área, se abre la posibilidad de explotar un mercado muchas veces más grande. Pro ello, en todos los órganos que conforman la estructura constitucional del MERCOSUR se trabaja en el sentido de lograr la consolidación del libre comercio, el establecimiento de las condiciones de competencia intra-MERCOSUR, la eliminación y armonización de las restricciones y medidas no arancelaria. En materia de incorporación de la normativa MERCOSUR a los ordenamientos jurídicos de los Estados Partes, ya partir de una iniciativa argentina, se constituyo un grupo de trabajo en el que se procedió a un importante ejercicio de transparencia sobre el estado de incorporación de las decisiones, Resoluciones y Directivas aprobadas desde 1991. Este primer relevamiento permitió distinguir un grupo de normas no incorporadas por razones administrativas (demoras, erratas, traducciones, etc.) e identificar aquellas normas que presentan dificultades de naturaleza técnica o jurídica para su incorporación. En el caso de las normas no incorporadas por razones administrativas, se acordó que los países realicen sus máximos esfuerzos para regularizar esta situación. A fin de asegurar la creciente efectividad de los mecanismos de solución de controversias del MERCOSUR y de garantizar la seguridad jurídica del proceso de integración, el consejo del Mercado Común, durante su XV Reunión, emitió el “Reglamento del Protocolo de Brasilia para la Solución de Controversias”. Relaciones externas. El MERCOSUR, en el marco de su estrategia de apertura comercial, ha implementado una política de relaciones externas muy activa a través de negociaciones con otros países o grupos de países, entre ellos se destacan los siguientes temas: a) La negociación de acuerdos de libre comercio entre el MERCOSUR y los demás miembros de ALADI; b) La implementación del Acuerdo-Marco Interregional de Cooperación Económica y Comercial, firmado en diciembre de 1995 entre el MERCOSUR y la Unión Europea;

c) La coordinación de posiciones en el ámbito de las negociaciones con vistas a la formación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). De esta forma, en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) se ha trabajado intensamente en la renegociación de los acuerdos preferenciales preexistente con los demás países miembros de la misma. Con relación a Chile, se firmo el Acuerdo de Complementación Económica MERCOSUR- Chile, que entro en vigencia el 1 de octubre de 1996 y constituye un instrumento ambicioso que sienta las bases fundamentales para la conformación de un “espacio económico ampliado” Este nuevo marco jurídico prevé diferentes instrumentos, comerciales y no comerciales, para el establecimiento de una zona de libre comercio a través de un programa de desgravación arancelaria sobre todo el universo de mercaderías, clasificadas en diversas categorías, en función de las características y sensibilidades propias de cada sector. También se encuentra contemplados Acuerdos de los servicios, previendo el establecimiento de un marco jurídico que permita se posterior liberación, la facilitación del transporte, promoviendo servicios en las modalidades terrestre, marítima y aérea, para favorecer la libre circulación de bienes y personas, la defensa de la competencia y del consumidor, la doble imposición internacional, la propiedad intelectual y la cooperación científica y tecnológica. A su vez, el Acuerdo comprende compromisos en materia de integración física, que consisten en el desarrollo, ampliación perfeccionamiento y mantenimiento de interconexiones de transito bioceánica con sus correspondiente pasos de fronteras, que faciliten el libre transito de personas, bienes y mercancías. En el caso particular de Bolivia, en la Cumbre de presidentes celebrada en Fortaleza (diciembre de 1996), se firmo un Acuerdo de Complementación Económica MERCOSUR- Bolivia, con aranceles similares suscriptos con Chile. Con el ingreso de Venezuela al bloque regional, el MERCOSUR se extenderá en fronteras y en números (el país tiene 26 millones de habitantes y su PIB asciende a aproximadamente unos US$145 mil millones). Pero, más que nada, uno de los puntos a favor de su ingreso es su perfil petrolero.

El ingreso de Venezuela. A partir del 9 de diciembre de 2005, Venezuela figura como quinto miembro del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), luego de que los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay abrieron las puertas al del gobierno de Hugo Chávez, de incorporación plena. El ingreso se hace por etapas. El artículo 20 del Tratado de Asunción, documento del cual nació MERCOSUR en 1991, permite el ingreso de cualquier país miembro de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) siempre y cuando la solicitud sea aceptada por los cuatro estados miembros. El ingreso de Venezuela es la primera incorporación de un país como miembro pleno desde el nacimiento del bloque, creado el 26 de marzo de 1991 por el Tratado de Asunción. Es importante mencionar que Venezuela ingresa como miembro pleno con voz pero sin voto. Este último derecho deberá ser ratificado por los parlamentos de los demás países miembros (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) a lo largo del 2006. El ingreso de Venezuela puede ser analizado desde tres perspectivas: 1) En qué medida Chávez contribuirá a radicalizar al bloque. 2) En qué medida el MERCOSUR intentará y logrará moderar el populismo chapista. 3) Cómo decodificará la comunidad internacional ambas posibilidades. Fundamentalmente, si interpretará la actitud de los cuatro miembros del MERCOSUR como una sincera aspiración de moderar a Chávez y contribuir a una mayor estabilidad regional. A su vez, dentro de los dos mayores, el peso específico de Brasil es muy superior al de Argentina. Así, la incorporación de Venezuela al MERCOSUR puede interpretarse como un juego estratégico donde el actor mayor (Brasil) acepta la aspiración del segundo (Argentina, que busca que un actor relevante y no moderado de la región, como Venezuela, genere un contrapeso con el mencionado segundo). Específicamente, el juego estratégico radica en que mientras Argentina aspira con la incorporación de Venezuela a contrapesar a Brasil dentro del bloque y a enviar una riesgosa señal de sobreactuada independencia a Estados Unidos, Brasil apuesta a que un MERCOSUR con Venezuela refuerce la importancia geopolítica del bloque y legitime al gobierno de Lula no solo como el país mas

relevante de la región sino, principalmente, como la última garantía de moderación. Si bien en materia política el ingreso de Venezuela al bloque puede dejar una mala imagen a los EE.UU. con respecto a Argentina, ya que este fue su impulsor y después de las discrepancias de La Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata, los proyectos energéticos y la compra de bonos argentinos por parte del pais caribeño, hacen pensar sobre la posibilidad de un acuerdo fructífero a corto plazo. Marco económico. Ante el reconocimiento de asimetrías en el MERCOSUR, Venezuela se reservará la eliminación de aranceles en 10 o 15 años para productos de sectores sensibles que generan bastante trabajo y tienen un aporte importante en el desarrollo económico. Como paso inicial de la incorporación de Venezuela al MERCOSUR, los países del bloque eliminarán los impuestos a las importaciones procedentes de Venezuela. Con la adhesión de Venezuela al MERCOSUR, los productos venezolanos ingresarán en los países del bloque sin aranceles, lo que les da ventaja frente a sus competidores asiáticos .Como criterio diferencial entre MERCOSUR y el ALCA es que el MERCOSUR recoge y reconoce las disparidades existentes entre las economías de los países miembros, mientras que el ALCA no hace dicha distinción. Por ejemplo, un país de América Central tendría que competir con Estados Unidos, por no existir un reconocimiento de dicha condición, además, el ALCA impone condiciones desventajosas a las economías más pequeñas, mientras que la integración MERCOSUR incluye los aspectos energético, comercial, financiero, cultural y de comunicaciones, otra consideración que establece grandes diferenciales es que los países del bloque brindan la oportunidad de transferir tecnología, prestarse asistencia técnica, formar capital humano en los acuerdos con MERCOSUR, lo que está ausente en el ALCA. Por el lado, la inclusión de Venezuela al MERCOSUR significa un aumento de importaciones y exportaciones hacia los mercados del sur y por supuesto un intercambio cultural, un intercambio educativo y social entre naciones que tienen una misma historia y que por supuesto tienen un mismo destino. El proyecto energético. El desarrollo de proyectos comunes es unos de los pilares de la integración Latinoamericana ya que esto dará a los países miembros

la oportunidad de trabajar en políticas públicas regionales y potenciara el intercambio de mercaderías. El gasoducto que unirá a Venezuela con Argentina y Brasil parece ser un proyecto ambicioso pero no utópico, esto será de vital importancia ya que Venezuela proveerá a las economías que presentan un crecimiento en sus mediciones de PBI. El gasoducto que puede llegar a tener entre 8.000 y 10.000 kilómetros, y cuyo costo puede elevarse a más de 10.000 millones de dólares. El "gran gasoducto del sur" partirá del sur de Venezuela, pasará a través de Brasil y llegará al norte de Argentina. La idea es canalizar por esa vía la oferta exportable de gas que tiene Venezuela, calculada en unos 100 millones de metros cúbicos diarios. Desde este punto, se distribuiría gas natural hacía las provincias de Misiones, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa, todas en el norte del país. No solamente la importancia del gasoducto se remite a la posibilidad de tener un sostén energético, sino también la cantidad de mano de obra que se ocupa y la movilidad del sector de la construcción, motor principal del desarrollo económico.

El futuro del MERCOSUR. Es claro que el avance del MERCOSUR no depende solamente de las iniciativas intra-MERCOSUR sino de varios factores, entre ellos “los movimientos de Estados Unidos en relación al ALCA” . El ALCA tiene un objetivo declarado -el libre comercio- y otro real, que consiste en estructurar la primacía de Estados Unidos. Plantea primero la finalidad económica: América entera como territorio de libre circulación de bienes, servicios y capitales -pero no de personas-; la dolarización de las economías nacionales, como en Ecuador, aunque se admiten pasos intermedios si se “ancla” la moneda nacional al dólar; apertura externa irrestricta; disminución de las funciones del Estado; privatización de los servicios públicos y desregulación de la actividad económica. Además se trata de una alternativa excluyente: la implantación del ALCA implica la desaparición del MERCOSUR y de la Comunidad Andina de Naciones. En el plano del comercio, al eliminarse el arancel externo común existiría un solo mercado continental, manejado por Estados Unidos. La contrapartida, que es la entrada recíproca de manufacturas, “se parece mucho a una cláusula de los tratados del siglo XIX entre Inglaterra y Argentina, que fijaba el criterio igualitario

que la flota inglesa podía navegar libremente en los ríos argentinos y la flota argentina en los ríos británicos. Sólo que la flota argentina… no existía”. A fines del siglo anterior, el MERCOSUR enfrentó una importante crisis, puesto que algunos de sus integrantes, con Argentina como principal referente, veían más interesante la opción de integrarse al ALCA que el profundizar la construcción del MERCOSUR. Así, durante la gestión del ex presidente de la Rúa Argentina modificó su arancel externo, con lo cual se produjo un notable retroceso en la unión aduanera flexible, pasando a ser tan sólo una zona de libre comercio. Por el contrario, Brasil buscó repotenciar el MERCOSUR y alentó el ingreso de Venezuela al bloque regional. A esta realidad interna se debe agregar las propuestas que el gobierno estadounidense tiene para la región. Documentos internos sostienen que “ahora que se ha superado la amenaza soviética, tenemos que reconstruir la nación. Pero sin ese peligro externo, nos puede faltar la identificación necesaria para salir adelante”, y “aunque los días en que debimos defender la independencia de las repúblicas de Sudamérica parecen haber pasado, aún persiste el hecho de que aquella seguridad y libertad, tanto de los Estados Unidos como de las repúblicas sudamericanas están inextricablemente unidas”, resaltando que “la soberanía y la integridad de un cierto número de países se hallan en riesgo, no por otra nación sino por organizaciones criminales internacionales tan poderosas que le están denegando a los pueblos de Sudamérica su herencia de libertad”. A la hora de justificar su accionar, el “think tank” conservador autor del documento encuentra problemas en todas las latitudes, así identifica a “los capitanes de la droga de Sudamérica, especialmente las FARC y el ELN colombianos […] el castrista Chávez de Venezuela […] el surgimiento de un militarismo izquierdista en los países andinos que finalmente está obteniendo un poco de atención por parte de los medios, en la medida en que el «bolivarismo» se convierte en un grito de ataque de los comunistas y socialistas […] y los bancos españoles, supuestamente financiados por los narcodólares de la mafia rusa, cubriendo el continente en lo que se llegó a conocer como «la reconquista de las Américas»”. Pero esta política no se queda tan sólo en propuestas, y su mayor exponente es el Plan Colombia, que otorga dinero, armamento y capacitación al gobierno colombiano para combatir la guerrilla, aunque se afirme que el enemigo es el narcotráfico. Esta situación se ve agravada tras los atentados del 11S, puesto que ahora, quizás más que nunca, la seguridad estadounidense abarca mucho más que su propio territorio. Por ello es sumamente importante la actitud que tome el MERCOSUR. En este sentido la constitución de instancias supranacionales

permanentes darían mayor consistencia al proceso de integración puesto que ésto generaría que se ponga por sobre el interés particular el interés supremo del bloque de integración. En este sentido, aunque salvando las notorias diferencias históricas y actuales, se puede tomar como ejemplo el esquema institucional de la Unión Europea. Para lograr esto es imprescindible que retomemos un camino que nuestro país emprendió a mediados de los ´80, es fundamental que revitalicemos el MERCOSUR, puesto que es una herramienta válida para enfrentar la nueva realidad mundial. Esta revitalización se debería basar en el paso del ínter gubernamentalismo a la supranacionalidad, a fin de resolver e implementar de manera regional las acciones en áreas tales como la educación, la salud o la economía. Con la llegada al gobierno de los Presidentes Lula en Brasil y Kirchner en Argentina parecen abrirse nuevos horizontes en la integración sudamericana, y prueba de ello es la incorporación de argentinos en la delegación brasileña en el Consejo de Seguridad de la ONU, la profundización del organigrama institucional del MERCOSUR, la incorporación de Perú como miembro asociado y la reactivación del eje Buenos Aires-Brasilia como mascarón de proa del MERCOSUR. Es claro que la sintonía existente entre los primeros mandatarios da el impulso imprescindible para que el MERCOSUR avance a paso firme hacia su profundización y su ampliación. Así lo demuestra la firma del Consenso de Buenos Aires, al que se denominó “respuesta al Consenso de Washington”, por el cual se establecían claramente los intereses de ambos países, resaltando entre los más importantes, la integración regional. En consecuencia debemos propugnar la discusión de otro tipo de integración, una integración más democrática, y para ello es fundamental la instauración de un Parlamento para, a partir de ello, crear una verdadera ciudadanía mercosureña; más justa, para lo cual es imprescindible que se instituya un Tribunal con jurisdicción para poder garantizar la aplicación de lo estipulado por las instituciones mercosureñas; más solidaria, y para tal fin se hace primordial el establecimiento de fondos económicos que disminuyan las desigualdades entre los diversos países como así también en el seno de cada país.

Conclusiones finales. Es hora entonces que los sudamericanos avancemos juntos hacia la Comunidad Sudamericana de Naciones a la cual es imprescindible convocar a todos los Estados sudamericanos, para que a través de

ellos, los pueblos sudamericanos discutan y establezcan una integración política, económica y social que les garantice una mejor calidad de vida, y entonces si la integración cumpla con el objetivo que debe guiar el accionar de toda acción política que es el garantizar el mayor bienestar para el mayor número de personas. Es necesario que todos y cada uno de los sudamericanos entendamos que ya quedó perimido el juego de suma cero que caracterizó la política sudamericana por cien años a través del cual se veía la ganancia de uno de los países de la región como la pérdida del propio país. Frente a ello es imprescindible que fomentemos una lógica de suma positiva, a través de la cual cuando un país gana, lo hace la región en su conjunto, y que, a largo plazo, ganamos todos, puesto que sólo así podremos construir un futuro mejor, más merecedor de ser vivido para todos los habitantes de Sudamérica.

Bibliografías. "Persisten las diferencias en el Mercosur", El Universal, Número 25210C, Caracas, Abril, Viernes, 25, 1997, Economía. HERNANDEZ, Edgar: "Mercosur: un excelente negocio para Venezuela", El Colombiano, Número we2004, Medellín, Agosto, Martes, 20, 1996, Económicas. Diario el tiempo. MERCOSUR ABC.

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