Memoria Del Proyecto

  • June 2020
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MEMORIA DEL PROYECTO “...se le mueve la recta!” La Historia El béisbol nace en los EUA pero lo celebramos en el Caribe, particularmente en la República Dominicana, donde ha sido asumido como el deporte nacional, de manera abierta y entusiasta. La historia del deporte es corta. Hacia la mitad del siglo XIX se formaliza su rutina en el ambiente hoy emblematizado por el mundialmente reconocido museo de Cooperstown, al norte del estado de Nueva York. (Fig.1) Es en Santo Domingo, hacia el 1892, cuando parece iniciarse la práctica del beisbol como una novedad importada por visitantes extranjeros. Rápidamente se estructuran clubes y colectivos para los amistosos enfrentamientos entre los mismos, dando origen a una práctica que poco a poco se establece con la construcción de campos y estadios cada vez más sofisticados, (Fig.2) y con la instauración paulatina de equipos profesionales, siendo el primero de todos el de los Tigres del Licey, hacia 1907. A inicios de los años 30 se realizan los primeros torneos anuales, que adquieren regularidad con la construcción del Estadio Quisqueya en 1955, (Fig. 3) y de otras instalaciones similares en Santiago, San Pedro de Macorís y en otras localidades, posteriormente. Aunque corta, la historia del deporte en la República Dominicana ha sido rica en frutos, reconocidos ampliamente a nivel mundial. Hoy en día se entiende más que propicio el haber decidido emprender este proyecto de Museo Histórico del Béisbol Dominicano. Es en realidad, un acto de justicia el reconocer de esta forma el gran aporte a la cultura nacional e internacional de estos atletas. Tal gesto debe ser además oportuno para permitir que el gran público global pueda admirar de cerca la verdadera historia de estos hombres, de estos colectivos y en el proceso, construir paulatinamente la memoria de la nación a través de uno de sus pasatiempos más apreciados por todos. Frente al reto de proyectar el lugar ideal para mostrar estos logros, acuden a nuestra mente varias imágenes: ¿Cuál debiera ser el carácter apropiado para una instalación de esta naturaleza tan vinculada al deporte y no tan sólo destinada a alojar obras de arte, como comúnmente se asocia en otros museos? ¿Cómo reflejar esa identidad nacional y a la vez vincularla al origen y, en consecuencia, a la imagen de referencia de la práctica del deporte, esa tan sugerente ilusión que propone la cercanía de las GL en el imaginario local? ¿Cómo articular los requerimientos intrínsecos de esta instalación con el imaginario simbólico propio del deporte, sin caer en metáforas directas, objetuales?

Esta Memoria de Diseño permitirá seguir el desarrollo de nuestra propuesta, desde su concepción hasta la eventual adopción de la idea como matriz de futuro, de ser el caso. Las Metáforas La imagen primigenia debe ser la de la pelota. La simple bola de beisbol. El origen de éste y de otros cientos de juegos similares. Así de simple... La sinuosa y eterna condición del círculo y de sus propiedades curvas se hace de pronto inevitable, seductora y se convierte en el tema generador de la imagen. Junto a éste, acuden otros símbolos propios del catálogo objetual del deporte: la pelota, el bate, el guante, es la tríada instrumental inevitable. De ésta, hemos preferido asumir la abstracción del guante con la pelota como matriz iconográfica, desarrollando paralelamente el proyecto en base a su propio programa funcional y museográfico. (Fig.4) La analogía es frescamente evidente. Del imaginario arquitectónico propio del deporte se extraen dos temas más: las rampas, clásico medio de locomoción en los espacios multitudinarios deportivos (Fig. 5) y las cubiertas metálicas sobre estructuras de acero (Fig. 6). Ambos elementos, junto a los anteriores, han sido interpretados hasta lograr un justo equilibrio entre la abstracción y la interpretación popular. No se trata de banalizar las imágenes, sino asumirlas poéticamente como parte de la génesis simbólica del proyecto. Es procurar una lectura sutil, inteligente, sorprender ante la ingeniosidad, no frente a la literalidad del recurso iconográfico. El Sitio El sitio nos plantea un sistema de relaciones que han sido interpretadas de múltiples formas. La más evidente es la de alinear con el eje diagonal proveniente del foyer de acceso al Estadio Quisqueya y con la futura escultura de Juan Marichal situada en el centro de la plaza central del desarrollo urbanístico, la entrada principal del Museo del Beisbol Dominicano (MBD en lo sucesivo) y el espacio central circular -o rotonda- del nuevo ente arquitectónico (Ver Diagrama Geométrico). Este clásico e inagotable recurso de alineación geométrica ha funcionado muy bien en este caso, permitiendo repartir convenientemente en torno al vacío cónico central todas las dependencias operativas, atendiendo a una visión integral del programa y a la especificidad del entorno inmediato. Al noroeste se ha estructurado una plaza abierta -Plaza del Décimo Inningcon facilidades para el uso comercial y lúdico, diseñada modularmente de

forma tal que permita la posible materialización de un estacionamiento subterráneo, conveniente para las operaciones del desarrollo urbano futuro (Ver Emplazamiento). En la superficie, se ha previsto un parqueo arbolado y disimulado -con posibilidades de ser ampliado según se requiera, al igual que el soterrado- dentro del trazado de la Plaza del Décimo Inning, que dé servicio al MBD y a la Plaza en su uso cotidiano. La Plaza extrapola y da continuidad territorial al trazado geométrico y formal del MBD, de manera que le amplíe y le potencialice. Se han diseñado entonces, 3 localidades para el estacionamiento vehicular: 1) En el espacio abierto de la Plaza del Décimo Inning (24 unidades públicas, y dos para autobuses). 2) Sobre el margen de la calle sur (Rafael T. Fernández), para dar apoyo a visitantes del Restaurante, las Oficinas y la Mediateca (10 unidades y 1 de servicio). 3) En el semienterrado, para el personal del MBD (30 unidades, conectable con el futuro estacionamiento del desarrollo inmobiliario, de ser conveniente). El Parti El conjunto se estructura en 4 elementos diferenciados pero totalmente articulados espacial y volumétricamente: 1) El espacio central o rotonda, formalizado como un cono truncado, iluminado en sus lienzos superiores y concebido como organizador de la circulación y elemento simbólico principal. 2) Un volumen en forma de cono abierto invertido, dispuesto al este, en el que se localizan el Restaurante/cafetería El Bullpen, en primer nivel, y el Auditorio El Montículo, en el segundo, ambos los dos espacios de mayor uso público externo de la operación, fácilmente identificables como tales. El uso del restaurante es independiente aunque vinculado tanto a la operación cotidiana del MBD, como al uso de parroquianos externos, factor que dota a esta facilidad de gran atractivo comercial. Un alegórico bar abierto de forma esférica domina y hace funcional una plaza urbana pública y arbolada, de uso tradicional en eventos deportivos masivos. 3) El lienzo curvo que arropa y entrega el edificio a lo interno del desarrollo, actuando tanto como fachada principal como de respaldo flexible para el display interno de la museografía. Este elemento, además de permitir un display ininterrumpido y flexible -con caracter formal flexible-, es símbolo del movimiento, la acción, el nervio, tan característico de las actividades deportivas. 4) Dos volúmenes rectilíneos, entendidos como fondos de la escena arquitectónica. El primero aloja, al sur y en 3 niveles, la Tienda Oficial, los servicios sanitarios y de apoyo a la operación de El Bullpen (en primer nivel), las oficinas centrales y espacios de apoyo al salón El Montículo, (en el

segundo) y la Mediateca (en el tercer nivel). A esta zona del edificio se podrá acceder sin involucrar la operación del Museo, por una entrada diferenciada desde la calle sur. En el segundo volumen rectilíneo -en realidad sutilmente curvilíneo- situado al suroeste y protegido climáticamente por medio de una malla verde (tipo backstop beisbolístico), se disponen los espacios para exposiciones temporales en dos niveles, y con una correcta iluminación natural superior suavemente controlada desde el norte. La forma del lote asignado nos dio pautas para disponer los espacios más emblemáticos del conjunto hacia el interior mismo de la manzana, esto es, enfocados al Estadio Quisqueya y al desarrollo interno. De esta forma se ingresa en el eje señalado, se atraviesa el umbral donde se adquieren los boletos para el MBD y se inicia el recorrido por una primera rampa en el borde externo del cono central. Previamente y con independencia al recorrido museográfico, se puede acceder a la Cafetería, a la Tienda y a los servicios sanitarios, de así desearse. Una serie de pantallas digitales presentan continuamente escenas memorables de la historia del béisbol y propaganda de eventos futuros. El Museo El recorrido museográfico se desarrolla en dos niveles, en torno al espacio cónico iluminado centralmente (Ver Diagrama Museográfico). Este torno a espacio se reunen dos secuencias museográficas complementarias: la primera se desarrolla en el trasdós externo del cono, apreciable desde que se entra al lobby y se inicia el recorrido por la primera rampa, donde se ha previsto una galería de jugadores destacados contemporáneos, que puedan ser convenientemente escogidos, documentados y dispuestos por la organización del MBD, como una manera de ir preparando al visitante para el recorrido histórico/documental por venir. La exposición permanente se inicia una vez alcanzado el nivel +1.50 m., y atravesados los controles de entrada, con una secuencia que podrá seguir esta ruta: En el Primer Nivel: 1) Explicación Gráfica de la Dinámica del Béisbol. 2) Acceso a la Galería de Exposiciones Temporales. Esta temprana disposición podrá permitir la visita a esta instalación sin hacer el recorrido museográfico permanente. En este salón se han previsto muestras tales como: - Los jugadores latinos en las Grandes Ligas. - Las Series del Caribe. - Momentos estelares del béisbol internacional.

- Otros. 3) Historia Gráfica de los Orígenes del Beisbol en la Rep. Dominicana: primeros jugadores, primeros espacios, datos y memorias relevantes. 4) La Formación de los principales equipos profesionales. Desde el Licey hasta los teams contemporáneos. Este itinerario será dispuesto en la sinuosa pared que define el volumen hacia el exterior, y que permitirá su diseño específico a partir de la definición detallada eventual de la museografía. 5) Es en este punto que se descubre el espacio más simbólico del museo: la Galería Central con los Jugadores más Destacados de la Historia, una selección colegiada que podrá mostrar, por medio de figuras de cera y sus correspondientes displays en el tambor interno del cono, a los beisbolistas más meritorios por cada posición. La suave rampa de acceso al segundo nivel permitirá una visual de conjunto aún más sugerente y atractiva. En el Segundo Nivel: 6) Al llegar a este espacio, se arrivará a un puente sobre la misma entrada que permitirá a los más jóvenes ingresar a un espacio interactivo para el juego digital. Esta ubicación corresponde a uno de los espacios más controlables acústicamente dentro del recorrido. 7) Siguiendo la sutil ruta de la curva, se disponen los Momentos Estelares del Béisbol Dominicano; 8) Los Principales Jugadores; 9) Los Cronistas e Historiadores y 10) Otros a determinar. 11) Un teatrino ambientalmente aislado para la muestra continua de videos especialmente relacionados para las exposiciones, tanto permanentes como temporales. 12) Antes de terminar, se acude al segundo nivel del Salón de ExposicionesTemporales. El recorrido termina frente a las escaleras y el ascensor principal, por los que se regresa al vestíbulo de inicio. Este dispositivo permite también acceder a las Oficinas principales, al foyer del Auditorio y a la Mediateca, en el tercer nivel. La Sala Auditorio ha sido planeada para permitir su función como platea escalonada o como salón plano de usos múltiples, según se decida eventualmente. Un depósito de utensilios y un camerino le complementan funcionalmente. Se ha previsto un espacio para el depósito del material museográfico, de ser necesario, en el sótano semienterrado del edificio, convenientemente localizado cerca del núcleo de circulación vertical.

La flexibilidad estructural Esta facilidad arquitectónica de mediana escala (5,000 m2 de área total nominal) ha sido concebida para ser ejecutada con métodos relativamente tradicionales, basados en el uso del Hormigón Arquitectónico (para adquirir el carácter cívico), el ladrillo cerámico de arcilla (para la vinculación a la arquitectura deportiva norteamericana y latinoamericana y para hacerle más amable), y el acero (para la referencia a la arquitectura beisbolística dominicana). Las placas estructurales (Ver Diagrama Estructural) han sido diseñadas como losas aligeradas radiales de espesor regular; las columnas cilíndricas en su mayoría, en acero; los muros curvos responden a un esquema de columnas secuenciadas y seriadas que sostienen, según lo requiera la envolvente, quiebrasoles o placas prefabricadas horizontales de H.A., muros de cierre de ladrillo o vidrio reflectivo laminado Blue Green de 1/4” en marcos de alumino natural. Aunque la curva como figura arquitectónica generalmente sufre el prejuicio de ser considerada poco flexible, entendemos que en este caso, el diseño permitirá una extraordinaria flexibilidad; asi como se ha dibujado esta curva, se pueden asumir otras, o incluso, segmentos de recta igualmente fragmentados y secuenciados, según lo determinen la superficie de obra y el programa museográfico final. El tema de la curva como sabio recurso plástico ha acompañado a los principales arquitectos modernos, (Figs. 7, 8, 9) sobre todo a las sensuales propuestas de maestros latinoamericanos como Niemeyer, Villanueva o Salmona. Para entender cabalmente las múltiples posibilidades de contracción o expansión del esquema, referirse cuidadosamente al Diagrama de Trazado Geométrico. La infraestructura El sistema de Aires Acondicionados previsto responde a dos conjuntos de chillers, dispuestos de la siguiente forma: 1) En el techo, sobre el extremo sureste, un bloque que daría servicio independiente al Restaurante, las Oficinas, El Auditorio y la Mediateca. 2) También en el techo, sobre el extremo oeste, otro bloque que presta servicios al Museo propiamente dicho, distribuyendo el aire fresco en un área plafonada en torno al cono central (Ver Secciones). Los generadores de emergencia y otros objetos del sistema eléctrico han sido dispuestos externamente sobre el borde sur de la propiedad, ofreciendo la facilidad de un mantenimiento fácil, controlado, poco contaminante e independiente. El sistema sanitario no prevee mayor atención. Varios bajantes de drenaje pluvial han sido localizados en las fachadas sur y oeste, a través de bajantes

practicables de cobre de 4”. La operación sostenible Es de esperar que esta instalación permita una operación futura elegante, práctica y libre de dificultades, a la vez que flexible ante los inevitables cambios de programa que sufre un edificio a lo largo de su vida útil. Varios elementos han sido considerados a fin de lograr un desempeño sostenible; Se ha considerado conveniente permitir la entrada de luz natural controlada, a fin de disminuir costos de energía y dotar de flexibilidad en los horarios de operación. Esta virtud ha sido particularmente estudiada para obtener un equilibrio perfecto entre los espacios de poca luz, propicios para la museografía, y los recorridos del usuario en los espacios interiores. Igualmente, hemos diseñado pantallas verdes sobre mallas de acero, en la fachada más expuesta al oeste, y el notable rejuego de quiabrasoles seriados, para reducir al mínimo la insolación en los muros exteriores del edificio. En la planta de conjunto se podrá apreciar, además, la cuidadosa disposición de árboles, atendiendo no sólo al carácter de los espacios públicos, sino al efecto de protección solar de los mismos en la arquitectura. El carácter cultural de la edificación es a la vez muy propio y muy adaptable; se trata de una arquitectura a la vez novedosa y conocida; nuestra y global; sencilla y virtuosa; se trata de un lugar sutilmente lleno de alusiones a nuestro patrimonio arquitectónico nacional (Fig.10), hecho para la dignificación de la cultura popular y de sus protagonistas más queridos por la ciudadanía; se trata de un espacio que sin dificultad puede ser representante de toda una cultura Gran Caribeña, de todo un sentir regional, orientado al resto del Mundo.

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