Marv Elous Part 1

  • Uploaded by: Creativo J
  • 0
  • 0
  • May 2020
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Marv Elous Part 1 as PDF for free.

More details

  • Words: 1,994
  • Pages: 5
f

Marv E lo u s por Creativo J

Primera Parte El taxi neumático me deja a medio metro de la acera. Por inercia le pregunto al taxista porqué lo ha dejado tan lejos, pero se hace el sordo. En el espejo sus ojos evitan mi mirada con brusquedad. Es viernes noche, puede que sea eso. Y puede que esta zona de la ciudad no sea precisamente su preferida. Con cierta dificultad, me bajo del coche y me subo en la acera, que resulta extrañamente elevada. Justo antes de perder de vista al taxi, me doy cuenta de que esa es la razón de aparcar tan lejos del bordillo. Miro a ambos lados de la calle, no hay nadie, sólo un robot de mantenimiento al final de la calle, chequeando algún repetidor neumático. Por el rabillo del ojo me parece ver que está pendiente de mis movimientos. Creo que estoy más nervioso de lo que creía. Apenas he tenido tiempo de agarrar mi portatil y mi pase de prensa, que ya ni recordaba donde lo tenía guardado. Nadie lo usa ya, no entiendo porqué han pedido explicitamente que lo traiga. Me palpo los bolsillos, sopeso mi pequeño maletín y elevo mi cuello para intentar abarcar la totémica altitud del edificio al que me dispongo a entrar. Desde que sufrió el acceso restringido, no he podido familiarizarme demasiado con esta zona. Supongo que tenían que meterlos en algún sitio después del Acuerdo, y por mi pueden quedarse todos aquí, no me importaría no volver a verlos. Pero todavía tengo que verlos, al menos al que tengo que entrevistar hoy. 20 años atrás me habría sentido honrado e ilusionado por hacer esta entrevista. Supongo que yo era más crédulo e ingenuo, y ellos nos fascinaron con su imagen de “campeones de la humanidad”, poderosos e infalibles. Aún me amarga el paladar lo patéticos e inútiles que se volvieron, la decepción que resultaron ser, dejándonos huerfanos de los ideales y esperanzas que nos proporcionaban. Los de mi generación crecimos adorándolos, siguiendo sus aventuras con avidez, inspirando nuestras vidas con los principios que promulgaban. Su traición a esos principios nos hizo un daño

1

pompasdeficcion.blogspot.com

Pompas de icción

pompasdeficcion.blogspot.com

Pompas de icción

f

irreparable, nos anestesió con un desencanto que aún perdura en nuestros días. Les dimos demasiado de nosotros mismos, y cuando se desinflaron, nos quedamos sin nada, decepcionados y desorientados. Así me siento ahora, frente a este rascacielos, sin saber muy bien que esperar de este encuentro. Al acercarme a la puerta principal, ésta no se abre automáticamente. Elevando mi ceja, intento encontrar dónde está el fallo. En realidad no hay ninguno, no es “de esas puertas”, así que tengo que abrirla tirando de su enorme picaporte plateado. Al tocarlo siento un inesperado rasguño, aunque en mi mano no distingo ninguna herida. Antes de que se cierre la puerta, me introduzco dentro y sigo mirándome la mano, aparentemente intacta. Cuando renuncio a seguir volteando mi mano una y otra vez frente a mis ojos, los dirijo a mi alrededor, y ahí es donde veo algo insólito. No parece haber nadie para recibirme o cachearme. Esto si me irrita un poco. Si ha habido algún malentendido respecto al día o lugar de esta entrevista, no me será facil justificar mi presencia aquí. El acceso a esta zona de la ciudad está severamente regulado, y no son nada comprensivos con el gremio periodístico. De hecho, al salir tengo que entregar un informe de mis actividades durante mi estancia aquí, seguramente monitorizado por algún detector de mentiras camuflado. Frente a mi se extiende un largo pasillo amarillento por una iluminación deficiente. A los lados se distribuyen varias líneas de mesas de despacho, vacias y perfectamente alineadas, casi demasiado como para ser usadas todos los días. En el extremo del pasillo veo un ascensor, así que me dirijo a él, tratando de hacerme notar aclarándome la garganta y forzando mis pisadas, por si necesitan una ayudita para enterarse de que estoy aquí. Hecho una última mirada a mis espaldas. Nadie. Pulso el botón del ascensor y la puerta se abre instantáneamente. Eso quiere decir que ya estaba en esta planta, parecía que me estaba esperando. Suelto un gruñido sordo y entro en la cabina. No había caido en la cuenta, pero no tenía la menor idea de a qué planta dirigirme. Instintivamente pulso la “Planta 1”, así veré que hay en cada planta sin bajarme del ascensor. El ascensor arranca, instintivamente dirigo la mirada al display con el número de planta. Cuando pone “Planta 1” me dispongo a salir, pero para mi sorpresa el ascensor no se detiene. Pulso insistentemente el botón del “1” y luego el de parada, pero no logro detener su avance. “Planta 8”, “Planta 9”, “Planta 10”... Cuando llega a la “Planta 15” el ascensor sigue subiendo, pero el marcador permanece en “Planta 15”. Durante unos minutos sigo subiendo por plantas “ocultas”. De pronto, por fin se detiene sin que tenga indicación de la planta real en la que me encuentro. La puerta se abre docilmente.

2

f

Me parapeto en una de las esquinas del ascensor, intentando no dejarme ver desde fuera. Dejo pasar casi un minuto, pero la puerta no se vuelve a cerrar. Pulso la botonera para ir a cualquier otra planta, sin ningún éxito. Hago un rápido repaso mental de mi maletín por si he traido conmigo algo con lo que pudiera defenderme, pero es un callejón sin salida. Intento tranquilizarme, al menos pongo en claro que “todavía no ha pasado nada”, nada, aparte de lo absurdo de esta especie de “encerrona” injustificada. No me queda otra salida, abandono la protección del ascensor. Lo que me encuentro es muy distinto al aparente vacío y “orden simulado” de la entrada. Una estancia despejada, con apenas un par de mesas a la derecha y un pequeño pasillo a la izquierda, de cuyo extremo oculto parece provenir una luz bastante intensa. Como en la entrada, tampoco aquí hay nadie que me explique qué demonios está pasando. De pronto un suave y rítmico tintineo llama mi atención. A pesar de ser un sonido dulce y lejano, instintivamente me pongo en guardia y agarro mi maletín con ambas manos. Oteo en distintas direcciones para “sintonizar” el punto de origen de ese sonido. Mis oidos me dirigen hacia el final del pequeño pasillo. En cuanto doblo la esquina, la luz me deslumbra momentáneamente, más por el cambio de intensidad que por su brillo en sí. Me cubro los ojos pero intentando no perder de vista lo que tengo delante. − Un segundo, no se apure, bajaré un poco los reflectores. La voz proviene del despacho que apenas puedo entrever delante de mi. El marco de su amplia entrada parece enmarcado de unos poderosos tubos fluorescentes, que poco a poco van reduciendo el caudal de luz con el que me neutralizan. Aún apretando los ojos, intente ver con más detalle quién me estaba hablando. Podía distinguir una figura sentada tras una enorme mesa de despacho. El timbre grave de la voz y la descomunal envergadura de la figura me daban pistas de quién podía ser aquel gigante. Mientras mis pupilas se abrían de nuevo a su diametro normal, me examiné por partes para comprobar que estaba entero y no tenía nada fuera de sitio. A mis pies estaba mi pequeño maletín, al que había dejado caer sin darme cuenta. Lo recuperé con un gesto brusco, y con enojada pulcritud le sacudí el polvo que había cogido del suelo. Aún me encontraba a cierta distancia de la entrada del despacho, así que me aclaré la garganta y avancé unos cuantos pasos. − Vaya, no va a dejar escapar una oportunidad como está, ¿verdad?, ¿le gusta su trabajo, Sr. Periodista?

3

pompasdeficcion.blogspot.com

Pompas de icción

pompasdeficcion.blogspot.com

Pompas de icción

f

Comprobando de reojo en todas direcciones, escucho con aplomo sus sarcasmos al tiempo que me planto frente a su mesa de marmol negro iridiscente. Mirándome indolente, allí estaba el que había sido uno de los Superheroes de la Epoca Dorada, aunque ya hacía mas de 30 años de aquello. Aún conservaba su mentón prominente, su pelo rubio neumático y su hilera de dientes perfectos de fluorescente calcio, que ahora veía detras de su amplia sonrisa de bienvenida. La viva imagen de la salud y la prosperidad. − Podría decirse que hay “días” y “días”. Mi nombre es Robertson, Daniel Robertson. Supongo que es usted el Sr. Elous, ¿me equivoco? − Ja, está usted en lo cierto. Marv Elous, “para servirle”. − Bueno, estuvieron haciendo durante décadas, seguro que se acuerda... Aplastada por mi comentario, la mitad de su sonrisa complaciente se desploma. Me dirige una mirada agria de falsa condescendencia, mezcla de añoranza y reproche. Por supuesto que se acuerda, a la mayoría de estos sólo les quedan esos recuerdos. Este parece haber tenido algo más de suerte, o eso aparenta. − Bueno, si le parece puede usted comenzar con su entrevista... − … Si me permite, antes de nada, ¿sería tan amable de explicarme lo que ha ocurrido a mi llegada? − ¿Se refiere desde que entro en el edificio? − ¡Pues si, caramba! No tengo la menor idea de a qué venía esta “puesta en escena” enigmática, el edificio desierto, el ascensor controlado, las luces para deslumbrarme... Marv Elous me miraba con expresión satisfecha y atenta. Desvió momentaneamente la mirada hacia la derecha, como si lo que le estuviera contando le sonara de otras ocasiones. − Todo se debe a razones de seguridad, por supuesto, ¿acaso le sorprende? Desde que a pisado el interior de este recinto, ha sido usted meticulosamente monitorizado y guiado hasta mi presencia... “...Ante mi presencia”, ante semejante fantasmada instintivamente mire de reojo creyendo que, de un momento a otro empezarían a caer petalos de rosas y a oir cánticos de trompetas cortesanas...

4

f

− Podría haberme dado media vuelta y venir en otro momento, o delegar en alguno de mis colaboradores más ociosos que yo … − … Pero aquí está – expuso enseñándome más dentadura de la que necesitaba ver – De todas formas, usted y sólo usted tenía autorización para acceder, y para tal efecto fue “inequivocamente” identificado en cuanto abrió la puerta... − ¿Ese rasguño que sentí al abrir la puerta de entrada...? No me respondió, se limitó a mirarme con expresión tibia y con un simple encogimiento de hombros zanjó el tema de la muestra de ADN que me habían extraido sin mi consentimiento. − Se aburren mucho por aquí, ¿no? − ¿Disculpe? No quise subir más el tono de mi protesta, no merecía la pena. Estaba allí, y una vez dentro lo mejor era hacer mi trabajo y cumplir. Me dispuse a sacar mi libreta y mi grabadora, a la que dirigió una mirada tensa de desaprobación. − Sabe perfectamente que el registro sonoro de cualquier conversación esta prohibido, ¿acaso no se lo dijeron? - dijo esforzándose en vocalizar perfectamente como si recitara una norma ancestral. − Estaba pensando que, para equilibrar una invasión de mi intimidad – arquee mi cejas mirando hacia mi mano “agredida” - , me permitieran “invadir” un poquito este secretismo artificial con el que pretenden impresionarme... − Lo siento, no tengo intención de concederle semejante ventaja. Y ante su “insistencia” en el tema, y aunque no tengo porqué darle explicaciones, le recalco que su identificación era imprescidible, de no haber sido usted identificado como “usted”, hubiera sido “neutralizado” en el acto. Esas últimas palabras destilaban una amenaza velada pero a tener en cuenta. Definitivamente no iba a conseguir nada “forzando la situación”. El tenía el control, y supongo que así tenía que ser, por ahora. − Dejémonos de rodeos, por favor. Asentí de forma mecánica, guarde mi grabadora en mi maletín y lo dejé sobre la mesa. Le hice una señal con la mirada, dando a entender que ya estabamos en la entrevista. >>>Continua en la SEGUNDA PARTE<<<

5

pompasdeficcion.blogspot.com

Pompas de icción

Related Documents

Marv Elous Part 1
May 2020 25
Marv Elous Part 4
May 2020 17
Marv Elous Part 3
May 2020 27
Marv Elous Part 2
May 2020 21
Marv Elous Part 5
May 2020 16
Part 1
May 2020 19

More Documents from ""

Marv Elous Part 3
May 2020 27
Marv Elous Part 1
May 2020 25
Marv Elous Part 4
May 2020 17
No Se Hunde
May 2020 25
La Tumba Sin Nombre
May 2020 26
Marv Elous Part 2
May 2020 21