INTRODUCCION
Tarde o temprano quien se proponga triunfar descubrirá que su actividad, negocio y/o profesión lo coloca en la necesidad de tener que ocupar un estrado, un podio, una tribuna o simplemente tendrá que hablar con eficacia desde una mesa de reuniones para que sus ideas sean escuchadas. ¿Cuántas veces nos sucede que una idea brillante no luce porque no supimos expresarla debidamente? ¿Por qué nos aburrimos ante un discurso de alguien en quien reconocemos gran capacidad y sapiencia?. Las respuestas son muy sencillas: en ambos casos se carece de un verdadero domino de las habilidades que todo buen orador debe desarrollar, el manejo del discurso es nulo y se ignoran por completo las técnicas de acercamiento a la Audiencia. Podríamos decir, ante situaciones como esta, que quien habla no conoce lo que se ha dado en llamar: La Trilogía Oratoria. Es decir el perfecto desarrollo y domino del Orador, el Discurso y la Audiencia. Los tres elementos fundamentales para asegurar que la palabra se convierta en un motivador para la acción. Por ello es que cada vez más gente se da cuenta que es sumamente necesario aprender a hablar en público o dicho de otra forma: expresarse eficazmente. En definitiva hoy por hoy es imperioso dominar el antiquísimo Arte de la Oratoria. “Habla para que te vea” decía el gran maestro Séneca.
2
1.DEFINICIÓN Arte de hablar con elocuencia para informar, convencer, persuadir y/o deleitar a un auditorio. Disciplina del género literario que se aplica en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencias, charlas, sermones, exposiciones, narraciones, etc. En todos los procesos de oralidad se aplica la oratoria y por lo general su fin es persuadir. Este fin es lo característico suyo, lo que la distingue de otras disciplinas: la didáctica enseña; la poética deleita; y la oratoria persuade. Persuadir es hacer que las personas
tomen
decisiones
y
actúen
a
voluntad.
2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA 2.1. Nacimiento y primeros pasos Como se ha indicado, la retórica y la oratoria como géneros literarios nacen en Grecia, entre los siglos VI y V a. C, momento en que en las polis griegas las tiranías van siendo sustituidas por regímenes democráticos. Fundamentales para el desarrollo del género fueron los sofistas: un grupo de profesores de retórica que llegan a Atenas a mediados del siglo V a. C. y sorprenden por su habilidad para defender cualquier tesis y por prometer que cualquiera puede adquirir esta habilidad. Sócrates y Platón polemizan con ellos por considerarlos demagógicos. En Roma, según se ha señalado, diversas circunstancias favorecieron el desarrollo del género. El primer orador que, al parecer, pasó sus discursos por escrito fue Apio Claudio el Ciego, que vivió entre los siglos IV y III a. C. Sin embargo, la publicación de discursos no fue corriente hasta Catón, de modo que, como a propósito de otros géneros, puede decirse que con él aparece la oratoria en Roma. 2.2. La oratoria del siglo II a. C. Como en otros muchos campos, la progresiva helenización de la cultura romana tuvo una importancia decisiva en la evolución de la oratoria. Durante este siglo Roma, con sus éxitos en política exterior, entra definitivamente en la órbita del helenismo. Números oradores y profesores de retórica procedentes de ciudades griegas se asientan 3
en Roma, donde tienen ocasión de mostrar sus habilidades y de deslumbrar a los romanos con el dominio de su arte. La retórica entra así en el sistema educativo como una materia fundamental para la formación del ciudadano. Pero este proceso de helenización de la sociedad romana no fue aceptado de buen grado por algunos defensores de las antiguas tradiciones romanas. Entre ellos cabe destacar a Catón, cabeza de la reacción antihelénica, quien, aunque aprovecha las técnicas retóricas griegas, muestra una mayor preocupación por el contenido que por la forma; le inquietan especialmente dos puntos: que se dé a la retórica un uso demagógico, y que, a menudo, el gran virtuosismo técnico conseguido por la retórica helenística carecía de contenido. La actitud de Catón responde, en realidad, al choque que entre las dos culturas, latina y helenística, está teniendo lugar en la Roma de su tiempo. Ejemplo de este 3 conflicto es el hecho de que en el año 161 a. C. se produce la expulsión de los rétores griegos de Roma. Pese a ello, la influencia del helenismo resulta imparable y se hace ya evidente en la generación siguiente, cuando comienzan a manifestarse los enfrentamientos que acabarán con el sistema republicano. Destacan en esta generación oradores como los Gracos, dos hermanos partidarios del partido de los populares que utilizaron la oratoria para cambiar el régimen político. Con ellos surge también una corriente retórica –la de los rhetores latini- que traduce la terminología y empieza a utilizar ejemplos latinos en lugar de los griegos que se utilizaban hasta entonces. Fruto de esta corriente es la obra anónima Rhetorica ad Herennium y autores importantes como Antonio y Licinio Craso, Sulpicio Rufo y Aurelio Cota, considerados maestros por Cicerón. 2.3. Cicerón (106-46 a. C.) Es, sin duda, el autor más importante del género en su doble vertiente: práctica y teórica. Procedente de una familia de la nobleza mediana alcanzó el consulado, la magistratura más importante de Roma, convirtiéndose así en el paradigma del homo novus, hombre que se hace a sí mismo. Tras un período de formación en Grecia, volvió a Roma, donde destacó como orador y abogado. Además, por el cargo que desempeñó, participó activamente en la vida política de los últimos años de lab República. Sus discursos, según la temática, pueden clasificarse en políticos y judiciales. Entre ls primeros cabe destacar las Catilinarias y las Filípicas. Las Catilinarias son cuatro discursos pronunciados en el Senado en el año 63 a. C. contra Catilina y sus cómplices, quienes planeaban un golpe de Estado. Las Filípicas, cuyo nombre responde 4
a una analogía con los discursos que el orador ateniense Demóstenes pronunció contra Filipo, padre de Alejandro Magno, van dirigidas contra Marco Antonio. Entre los discursos judiciales, destacan las Verrinas en las que acusa a Verres, gobernador de Sicilia, de diversas irregularidades cometidas en el desempeño de su cargo. Su triunfo sobre el orador más importante de su tiempo y su máximo rival, Hortensio, supuso el máximo respaldo para la carrera de Cicerón. Otros discursos judiciales, pero relacionados con la política, son las defensas de diversos pompeyanos que realizó tras la guerra civil, apelando a la clemencia de César: Pro Marcelo, Pro Ligario, etc. Cicerón fue también autor de tres obras de retórica. En el Brutus, Cicerón hace, en forma dialogada, una historia de la elocuencia romana y presenta las tres escuelas 4 estilísticas que existían en la época: la ática, caracterizada por la sencillez, la asiática, cuyas características son la ampulosidad y el lenguaje artificioso; y la escuela rodia, o escuela media, representada por Cicerón. Un tema parecido inspira su siguiente obra: el Orator, en la que reflexiona sobre el estilo más adecuado para la oratoria; por último en el De oratore se estudia la técnica del discurso y la formación del orador, quien, además de contar con determinadas cualidades naturales, debe tener conocimientos de otras muchas disciplinas y, sobre todo, sentido común. 2.4. La oratoria en época imperial Con la llegada del principado y la concentración de la autoridad en manos del emperador, la oratoria pierde su importancia política, relegándose a la actividad judicial. Las escuelas de retórica dejan de formar políticos y, perdido el objetivo que las justificaba, amaneran la enseñanza de un arte casi inútil fuera del propio recinto escolar. Este mundo vano de las escuelas retóricas nos lo ha transmitido Séneca el Mayor, padre del filósofo, en una obra única en la literatura latina: Oratorum et rhetorum sententiae, divisiones, colores. La obra nos ofrece un conjunto de ejercicios retóricos, las "controversiae" y las "suasoriae", que constituían la base de la enseñanza oratoria. Las "suasoriae" eran un ejercicio propio de los principiantes y consistían en consultas imaginarias dirigidas a personajes históricos que en determinadas situaciones deben tomar una decisión importante: "Agamenón delibera sobre si debe immolar a su hija Ifigenia", "Cicerón delibera sobre si debe solicitar el perdón a Marco Antonio",... El
5
aspirante a orador componía un discurso con las razones que debían pesar en el alma del personaje en cuestión. Las "controversiae" pertenecían a un estadio más avanzado. Dado un caso, por lo general ficticio, el alumno debía argumentar jurídicamente en defensa de una de las partes. Lo rebuscado de los casos evidencia la desconexión existente entre la retórica y la vida. Un ejemplo, el caso del " juramento de los esposos", puede ilustrar lo dicho: "Dos esposos se juran mutuamente que ninguno de los dos sobrevivirá al otro. El marido se marcha de viaje y, para probar a su esposa, le envía un mensajero con la noticia de su muerte. Entonces la esposa se arroja desde una alta roca, pero se salva milagrosamente. Vuelve el esposo. El padre de la esposa exige a ésta que se divorcie de su marido. Ella dice que no. El padre reniega de ella y la deshereda. ¿Cómo defendería la mujer su actitud?". Séneca, además de transmitirnos estos ejercicios escolares, nos cita a los declamadores y retores más importantes del momento. Destaca entre ellos Porcio Latrón, al que se le dio el apodo de "el Cicerón de las salas cerradas". -Quintiliano y su Institutio oratoria En las postrimerías del siglo I d.C. surge una reacción contra el estilo afectado de la oratoria retoricista y se intenta retornar al clasicismo ciceroniano. El paladín de esta tendencia
es
Marco
Fabio
Quintiliano.
Quintiliano nació en España, en Calahorra. Cursó estudios en Roma y luego abrió allí una escuela de retórica, que en seguida adquirió gran fama. Varios emperadores, de Vespasiano a Trajano, lo tuvieron en gran estima y lo colmaron de honores. Su obra fundamental es la Institutio oratoria (12 libros), que constituye el tratado de retórica más completo de la Antigüedad. En ella Quintiliano recoge sus ideas pedagógicas, algunas sorpendentemente modernas. Entre ellas destacan las siguientes: •
La formación de un orador debe ser amplia, y no exclusivamente retórica.
•
Esta formación debe cuidarse ya en la infancia, y se han de evitar los castigos corporales.
6
•
En la escuela de retórica el profesor debe graduar la dificultad de los ejercicios, y sus temas deben estar inspirados en la realidad, frente a la común tendencia a debatir temas extraños, mitológicos y absolutamente irreales.
•
Se propugna una elocuencia natural, sin adornos innecesarios, y se pone a Cicerón como modelo de estilo oratorio.
•
Un buen orador ha de ser un hombre honesto. Al igual que Catón el Censor, al que se atribuye la definición de un orador como "homo bonus dicendi peritus", Quintiliano no separa la elocuencia de la moral.
La decadencia de la oratoria se debe a la corrupción de las costumbres. No parece posible que Quintiliano, tras dedicar su vida a la retórica, no se diera cuenta de que la oratoria se asfixiaba por falta de libertades políticas. Pero ésta era una afirmación comprometida y poco agradecida en labios de una persona que tantos honores había recibido de los distintos emperadores.
3. CARACTERÍSTICAS DE LA ORATORIA Una característica es aquello por lo cual una cosa se distingue de otra, el detalle que lo hace diferente. Por ejemplo, Juan es alto, grueso y callado, y Luís es bajo, delgado y hablador. Igualmente, las características de la oratoria como manifestación artística son aquellas cosas que la diferencian de otras manifestaciones del arte. Por ejemplo, la música se lleva a cabo con la voz o con un instrumento musical, y se escribe con símbolos especialmente diseñados para que los diferentes componentes de una orquesta se comuniquen entre sí y reproduzcan la composición musical del autor. La oratoria se lleva a cabo con la palabra, de modo que entendamos con claridad, impacto, persuasión y entretenimiento el mensaje que el orador quiere transmitir a su auditorio. Aunque comúnmente se dice que cualquier persona que improvisa en público está practicando la oratoria, en mi opinión, se convierte en arte cuando se aplican las técnicas o procedimientos para exponer. De esta manera se puede afirmar que la oratoria queda manifiesta por sus características:
7
3.1 Desde un punto de vista intelectual y emocional Clara y entendible Impactante y fácil de recordar Conmovedora y persuasiva No aburre al auditorio 3.2 Desde un punto de vista físico •
Respecto a la voz
Es suficiente fuerte No es apresurada ni exageradamente pausada Refleja un tono de voz agradable al auditorio Manifiesta una excelente pronunciación •
Respecto al cuerpo del orador
Refleja equilibrio, orden y limpieza en su manera de arreglarse
Comunica seguridad emocional y aplomo en su postura y desplazamiento
Permite la expresión natural de sus ademanes sin exageraciones •
Respecto a sus apuntes personales
La introducción está claramente definida La conclusión del discurso es específica y motivadora El desarrollo del contenido es lógico y ordenado de comienzo a fin
8
4. CLASIFICACIÓN DE LA ORATORIA La oratoria, como arte del buen decir, se puede clasificar un tanto arbitrariamente, en dos grandes grupos. Para esta clasificación se tiene en cuenta la gran variedad de matices de los discursos, la persona o personas que lo pronuncian y la ocasión en que se hace uso de él. Ello indudablemente se complica más, cuando entra a considerarse el tipo de público, el lugar donde se pronuncia, la forma como se pronuncia y los fines que se persiguen. Por eso, teniendo en cuenta los elementos descritos anteriormente, podemos establecer la siguiente clasificación:
4.1 SEGÚN EL TEMA Y EL ÁMBITO PROFESIONAL: Este tipo de oratoria involucra exposiciones especializadas, es decir, las utilizadas por personas que tienen en común una misma profesión, arte u oficio y que en tal sentido desarrollan una práctica oratoria que con el devenir del tiempo se constituye por derecho de uso, en una práctica exclusiva del referido grupo humano. En ese sentido tenemos una clasificación muy amplia que comprende los siguientes tipos: a) Oratoria Social: Llamada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral. b) Oratoria Pedagógica: Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Llamada también didáctica o académica. Su objeto específico es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y educadores. c) Oratoria forense: Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados.
9
d) Oratoria Política: Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas electorales para persuadir y convencer a los votantes. e) Oratoria Religiosa: Denominada "homilía" u oratoria "sacra”. Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la palabra de Dios, plasmada en la Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y religión. Usada por los predicadores, curas, pastores y misioneros. f) Oratoria Militar: Es la oratoria propia del ámbito castrense (FF.AA. y FF.PP.) tiene por objeto instruir la defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los discursos en este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontáneos. g) Oratoria Artística: Su objeto es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el espíritu de los oyentes. Es usado por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos. Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores radiales. h) Oratoria Empresarial: Llamada "Management Speaking"; es usada por los hombres de negocios; empresarios, gerentes, vendedores y relacionistas públicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la persuasión, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos empresariales.
4.2 SEGÚN LA ACTITUD DE COMUNICACIÓN DEL ORADOR: Cuando el orador se encuentra en actitud de comunicación oral con sus semejantes, puede transmitir su mensaje de dos maneras: en forma individual; cuando sólo él hace 10
uso de la palabra para dirigirse hacía un grupo de personas que lo escucha sin intervenir o, en forma cooperativa; cuando un grupo de oradores de forma alternada –según el turno establecido- se dirigen al público, buscando entre todos, a través de la discusión, una opinión o decisión común. En el primer caso la oratoria es individual y entre sus formas mas clásicas encontramos: • La Conferencia • Discurso conmemorativo • Discurso inaugural • Discurso de presentación • Discurso de bienvenida • Discurso de ofrecimiento • Discurso de aceptación • Discurso de agradecimiento • Discurso de despedida • Discurso de augurio • Discurso de sobremesa • El Brindis • Discurso fúnebre • Discurso radiado • Discurso televisado En el segundo caso se denomina deliberativa o de grupo y entre sus formas más saltantes encontramos las siguientes: • La Conversación • La Entrevista • La Asamblea • La Mesa redonda • El Simposio • El Debate • El Foro • El Cónclave, etc. 11
Una y otra forma de oratoria, según la actitud de comunicación del orador, comprende especies propias con procedimientos particulares y acordes a las exigencias de cada una de ellas. En la oratoria individual prima por ejemplo, la exposición mientras que en la oratoria deliberativa se enseñorea la discusión.
5. LA TIMIDÉZ ORATORIA: Timidez: Es estado emocional que inhibe al individuo o le incapacita para tener una normal relación con sus semejantes. Impide pronunciar un discurso, y hace producir manifestaciones físicas como palpitaciones, angustia, temblor en la voz, afonía, sudores, etc. No se supera en un día, Emerson aconseja hacer aquello que se teme. Se domina la timidez mediante la práctica, haciendo experiencias ante el público. Causas: 1. Miedo: De halar, al fracaso. Uno teme lo que desconoce (reacción del auditorio) 2. Vergüenza: porque el auditorio nos convierte en el centro de las miradas. No hay que sentirse inseguro si se ha preparado el discurso previo. Poco a poco nos iremos soltando a medida que hablamos. Defensas mentales: Cualquier sabio puede aprender del más ignorante, porque el sabio no lo sabe todo. Si el orador está inseguro, debe recordar sus éxitos. Si hay gente que demuestra poco interés, conviene ignorarlos.
6. EL ORADOR Y SUS RECURSOS - El orador en sí mismo Se refiere al primer aspecto físico del expositor, que es la primera impresión que recibe el oyente, y debe ser agradable. Por lo tanto quien va exponer debe presentarse aseado, peinado, de buen semblante, denotando seguridad, optimismo, fuerza moral. Los problemas deben dejarse de lado, para concentrarse y hacer una buena exposición. Por 12
lo demás, un expositor desaliñado, inseguro, apagado, proyecta una imagen poco agradable al oyente. - El aseo incluye el evitar los malos olores. Inherente al aspecto físico esta la vestimenta. No hay vestimenta especial para exponer como afirma ANDER EGG, sin embargo, ésta deberá de ser formal, acorde con el momento. No debe tomarse la vestimenta a la ligera ya que se refuerza la imagen del expositor. La ropa debe estar limpia y planchada, asegurándose que cuellos y puños no estén sucios, igual cuidado deberá tener con el calzado. Los colores y modelos deben estar de acuerdo con la estatura, edad, color y contextura de cada quien. Reitero que la vestimenta refuerza la imagen, en caso contrario, actuará como fuente distractor. - Ubicación y desplazamiento Frente al auditorio el expositor debe buscar una ubicación intermedia: ni pegado a la pared ni pegado al auditorio de la primera fila. Es preferible ubicarse en el centro del espacio que hay entre las primeras carpetas y la pizarra, por así decirlo. La postura debe ser natural, en equilibrio, no recostándose en una i otra pierna, no rígida pero tampoco movediza, agitada. Las manos libres, fuera de los bolsillos, evitando cogérselas nerviosamente. En cuanto al desplazamiento, quien expone no debe permanecer estático como tampoco "correr" de un lado a otro, sino que iniciando su disertación deberá desplazarse a la derecha o a la izquierda, o hacia atrás cuando va a utilizar la pizarra, siempre regresando al lugar de inicio de la exposición. Debe tenerse en cuenta también que la ubicación que se tenga y el desplazamiento mal ejecutados distraen al auditorio. - La voz La voz es un recurso sonoro y audible por el que las palabras del expositor llegan al oyente. Es la palabra el vehículo que lleva el mensaje del emisor y del receptor y es tal su fuerza que levanta el edificio de la ciencia, derribando las murallas de la ignorancia. Cualidades de la voz Volumen adecuado Tanto los primeros como los últimos del aula deben escuchar 13
- Pereza de tono La voz debe ser modulada en término medio, entre el tono ronco y chillón. - Claridad Es la pronunciación y velocidad que permite decir correctamente las palabras. - Flexibilidad Es la capacidad que tiene el expositor para variar el volumen, tono, velocidad, entonación, y pausas evitando así la monotonía. - Ejercicios de la Voz Relajamiento de la mandíbula Para hablar bien en público es necesario abrir la boca. Y para hacer esto ha de relajarse la mandíbula inferior. Son muchas las personas que tienen la mandíbula inferior en tensión. El ejercicio para acostumbrarse a relajarla es muy sencillo, pero sí exige mucha práctica, y por bastante tiempo. Este ejercicio consiste sencillamente en inspirar profundamente, y con la garganta relajada, decir "a" con la mandíbula caída. - Desarrollo de la flexibilidad de los labios Son muchas las personas que tiene los dos labios, cualquiera de los dos o aún una parte del labio bajo tensión. Tal persona tropieza con dificultad para hablar bien El ejercicio para desarrollar la flexibilidad de los labios consiste tan solo en pronunciar la palabra "sopa", extendiendo los labios de una manera exagerada al decir "so" y recogiéndolos al decir "pa". La mandíbula inferior se encuentra bajo tensión al decir so y completamente relajada al decir pa. - Desarrollo de la resonancia nasal Es necesario hablar con tonos vivos y atrayentes. 14
Son varios loe ejercicios. El primero consiste en practicar con las palabras cantando, trayendo, horrendo bando, graduando el tono de la nariz e insistiendo en el sonido nd. Luego se practica con las letras m y n usando la palabra mínimo. Después se hacen muchos ejercicios con los sonidos sing – song, hong – hong, recalcando el sonido ng. - La respiración La voz y la respiración forman una unidad. El expositor necesita respirar continuamente y controlar la respiración o expulsión del aire para producir una buena voz. En caso contrario el riesgo es la fatiga, irritación de la garganta e inclusive mareos. Respiración clavicular Se eleva la parte superior del pecho. Esta respiración descuida los lóbulos inferiores de los pulmones y el aire que esta en la parte superior de los mismos no basta para una voz de volumen adecuado. No conviene al expositor este tipo de respiración. Respiración abdominal Se hunde la parte superior del pecho y se levanta en la pared abdominal, o desciende, según el aire entra o sale de la base de los pulmones. Tampoco conviene al expositor. Respiración diafragmática intercostal El área de las costillas se expande, mientras que la parte superior del pecho permanece quieta y elevada. Es el tipo de respiración que necesita el expositor: hace recordar a una bolsa de papel que se llena de aire y al ser apretada lo expele. - La mirada La mirada en completamente importante en la exposición. El expositor debe mirar al oyente en forma tranquila, natural, recorriendo todo el auditorio. No debe mirar al techo o al suelo. Debe al rostro más que a sus ojos procurando no posarse demasiado en alguno de los oyentes en particular, lo cual resultará incómodo a quien se siente observado reiteradamente y por otra parte el público pronto se dará cuenta. No debe mirase frente ni concentrado, porque la mirada de por sí tiene una fuerza magnética. 15
Además, un expositor que mira al oyente puede observar fácilmente actitudes, disposiciones y evaluar el entendimiento e interés por su exposición. Con la mirada se ven las muestras de entusiasmo y desinterés, aprobación o desaprobación, lo cual permitirá controlar a los oyentes distractores que nunca faltan en las aulas, para quienes bastará alguna ligera señal para que vuelva a prestar atención. El no mirar al los oyentes indica timidez y falta de confianza en una mismo. - Los ademanes Los ademanes son movimientos corporales significativos, principalmente de manos y brazos. Estos hablan concordando y apoyando lo que el expositor manifiesta, a tiempo que mantienen atento al auditorio. Los ademanes y gestos que deben evitarse son: meter las manos a los bolsillos. - El estilo Es el modo de escritura peculiar de un escritor, de un género literario o de una época. En latín stillus era el punzón que se usaba para escribir en las tabletas enceradas, y hoy la palabra estilo designa el conjunto de rasgos propios de un escritor, tanto sus medios expresivos como sus objetivos literarios, y que difieren de la gramática normativa en tanto que ésta define las formas de una lengua y su corrección universal. Desde la antigüedad, el conjunto de los procedimientos del estilo constituye el objeto de la retórica, que a su vez es el conjunto de normas de la expresión literaria y el instrumento que la crítica utiliza para valorar una obra.
- Otras cualidades: Templanza: Sin ella, la persona es considerada inmadura. Es un autodominio sobre sí mismo que consiste que ante una situación límite, no pierde los estribos para no agravar la situación. Se debe ser maduro, vencer el miedo, estar seguro de sí mismo. Sagacidad: Significa ir más allá ser atrevido)
16
Genio: Ante una situación determinada, es tener la creatividad para resolver o solucionar cada caso. Sabiduría: Si uno no sabe no puede aplicar las demás cualidades. Es el conocimiento del tema. Belleza: La estética, el buen gusto, vestir, hablar, es lo que embellece a la persona. El abogado es un producto a vender. Humildad: Si el líder no escucha ni comprende, no puede pretender que sea escuchado y comprendido. Es el poder supremo de la oratoria. Quien la utilice tiene el mundo a sus pies. Ser humilde con poder es sumamente difícil, a mayor poder, es difícil conservar la humildad. Ser humildes es difícil y más en nuestra profesión de abogados (muchos saben los códigos de memoria pero carecen de esta cualidad). Es tratar al otro como me gustaría que me traten a mí.
7. ORATORIA Y SU PREPARACIÓN - Invención Consiste en la investigación y estudio de los materiales que han de manejarse y también en el conocimientos de los medios que en ella se precisan. - Disposición Atiende al plan del discurso de forma que este construido con el debido rigor epistemológico y que, según el asunto, se empiece, siga y termine por el principio, medio y fin; cuestión que no es fácil. - Elocución Analiza los instrumentos del artista en el lenguaje. - Memoria Es cuestión relacionada a la oratoria, pero no pertenece a esta técnica
17
- Acción Se refiere al acto mismo de la palabra y mira a sus diversos aspectos: pronunciación, recitación, precisión, presencia, ademanes, gestos, etc. PARTES - Exordio Es una introducción previa al tema, que fundamentalmente tiene por objeto disponer al auditorio a una situación de atención. No es indispensable, pero si conveniente. - Narración Exposición al caso, centrada ya al argumento que se quiere desarrollar. - Digresión Puesta a continuación de la narración, porque al ser esta la parte central y habitualmente más larga suele utilizarse más; en realidad aparece intermitentemente a lo largo del discurso y es un recurso de los oradores para descargar la atención del público antes de que aparezcan síntomas de fatiga. - Confirmación Pone en relieve la coherencia lógica y las razones que demuestran la precedente exposición - Refutación Se pruebe la falsedad de la tesis contraria a la expuesta. - Peroración Conclusión en que se pretende condensar de modo impresivo y concluyente los supuestos asentados a lo largo del discurso.
18