5._ Marco histórico 5.1 _La teoría constructivista, una visión Piagetiana En el presente documento se da una explicación acerca de la teoría de Jean Piaget y su significación para la pedagogía contemporánea. Una de las teorías que más expectativas ha creado en el campo de la pedagogía y de las que más repercusiones ha tenido en ese ámbito es la teoría constructivista, siendo además una de las más influyentes también en la psicología general. Dicha teoría se sustenta sobre todo en las ideas de Jean Piaget acerca del desarrollo cognoscitivo y las funciones elementales que intervienen y son una constante en este proceso. Para Jean Piaget (1985) el desarrollo intelectual, es un proceso de reestructuración del conocimiento, que inicia con un cambio externo, creando un conflicto o desequilibrio en la persona, el cual modifica la estructura que existe, elaborando nuevas ideas o esquemas, a medida que el humano se desarrolla. Describe el desarrollo casi espontáneo de una inteligencia práctica que se sustenta en la acción sensorial y motriz, así como la interacción con el medio sociocultural. En sentido general el constructivismo concibe el conocimiento como una construcción propia del sujeto que se va produciendo día con día resultado de la interacción de los factores cognitivos y sociales, este proceso se realiza de manera permanente y en cualquier entorno en los que el sujeto interactúa. Este paradigma concibe al ser humano como un ente autogestor que es capaz de procesar la información obtenida del entorno, interpretarla de acuerdo a lo que ya conoce convirtiéndola en un nuevo conocimiento, es decir que las experiencias previas del sujeto le permiten en el marco de otros contextos realizar nuevas construcciones mentales. Según la teoría de Piaget (1985), el desarrollo cognoscitivo es un proceso continuo en el cual la construcción de los esquemas mentales es elaborada a partir de los esquemas de la niñez, en un proceso de reconstrucción constante. En cada uno de estos estadios o etapas se produce una apropiación superior al anterior, y
cada uno de ellos representa cambios tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo, que pueden ser observables por cualquier persona. El cambio implica que las capacidades cognitivas sufren reestructuración, cada estadio según la teoría de Piaget sufre límites de edad que pueden variar en los distintos grupos poblacionales, de acuerdo al contexto en que se desarrolle su formación, la cultura que tengan, etc En el libro de Diane e. Papalia 2009 se muestra el desarrollo o etapas de desarrollo cognitivo, a continuación, se muestran los estadios o etapas del desarrollo: Sensorio- motriz (0-2 años): este estadio comienza con el nacimiento del niño, se caracteriza por el desarrollo de los reflejos, que poco a poco se van transformando en una complicada estructura de esquemas a partir del intercambio del sujeto con los elementos de la realidad, proporcionándole la posibilidad de identificar la diferencia entre el “yo” y el mundo de los objetos. Operaciones concretas (2- 11 años). En este estadio se desarrolla la inteligencia representativa, que Piaget concibe en dos fases. La 1ra de ellas (2 a 7 años), es identificada por el autor como preoperatoria, se presenta con el surgimiento de la función simbólica en la cual el niño, comienza a hacer uso de pensamientos sobre hechos u objetos no perceptibles en ese momento. La 2da de estas fases (7- 12 años) es reconocida por el autor como el período de las operaciones concretas en el cual los niños los niños desarrollan sus esquemas operatorios, los cuales por naturaleza son reversibles, razonan sobre las transformaciones y no se dejan guiar por las apariencias perceptivas. Operaciones formales (12 años en adelante): en esta etapa se desarrolla la inteligencia formal, donde todas las operaciones y las capacidades anteriores siguen presentes. El pensamiento formal es reversible, interno y organizado. Las operaciones comprenden el conocimiento científico. De acuerdo a la teoría de Piaget el desarrollo de la inteligencia es producto del desarrollo espontáneo, que depende de cuatro factores principales: el desarrollo
del niño en término de crecimiento biológico y maduración psicológico. Desde el punto de vista piagetiano el conocimiento resulta de la interacción entre sujeto y objeto, es decir que el conocimiento no radica en los objetos, ni en el sujeto sino en la interacción entre ambos. De esta manera el aprendizaje está determinado por las etapas de desarrollo por las que atraviesa la formación del conocimiento. Estas ideas representan una importante base de criterios para la organización de los currículos escolares. Otro de los aspectos de la teoría de Piaget que han tenido gran significación también en la pedagogía es la idea de que el alumno es un sujeto activo que elabora la información y es capaz de progresar por sí mismo, por otra parte, ha permitido reconocer la actividad de profesor como elemento que puede favorecer el desarrollo proponiendo entornos de aprendizaje y actividades adaptadas al nivel de desarrollo de los alumnos con los que trata. Se asume que todo conocimiento y desarrollo cognitivo es producto, en último término, de la actividad constructiva del sujeto, una actividad que es tanto física como intelectual. La teoría de Piaget contribuye además a potenciar el desarrollo de métodos de enseñanza que estimularan el aprendizaje activo, al considerar que los conocimientos necesitan ser construidos activamente por el propio sujeto para poder realmente ser comprendidos. Piaget concebía la inteligencia no como una colección de elementos simples más o menos aislados, sino como un sistema, como un todo organizado en el que los elementos individuales se encuentran coordinados y estrechamente relacionados entre sí para formar una estructura coherente que el niño aplica para conocer el mundo que le rodea. De esta forma el papel del profesor se mostrará en la investigación como como de orientador de este proceso, siendo el encargado, no de impartir conocimientos de manera mecánica, sino de crear las condiciones y buscar los
métodos apropiados para que el estudiante sea capaz de desarrollar su inteligencia construyendo los conocimientos que necesita para su formación. La teoría de Piaget representa, uno de los intentos más completos de proporcionar una visión coherente y unificada del desarrollo cognitivo desde el nacimiento hasta la adultez. Las principales líneas contentivas de la teoría del Piaget estuvieron dirigidas a tres líneas fundamentales: el constructivismo, las etapas de desarrollo y la relación entre desarrollo y aprendizaje La concepción de Piaget respecto a las relaciones entre desarrollo y aprendizaje, resulta de especial relevancia debido a las múltiples controversias teóricas y las implicaciones para la práctica educativa que se han derivado de ella. Con el conocimiento del enfoque constructivista y con la implementación de estrategias de aprendizaje a través de un proyecto se considera que los alumnos del colegio Lomas de Santa María desarrollaran un mejor nivel académico y mejoraran sus calificaciones, además el aprendizaje que generen será significativo y con la aportación de las etapas de desarrollo de Piaget ayudara a favorecer el aprendizaje basándose en la etapa de desarrollo en la cual el alumno se encuentre y así poder desarrollar actividades acorde a su desarrollo mental y personal. 5.1.2 El constructivismo un panorama en la educación Cuando se asocia el constructivismo con la educación, a menudo, se encuentra que el principal problema es que este enfoque se ha entendido como dejar en libertad a los estudiantes para que aprenden a su propio ritmo; lo cual, muchas veces, de forma implícita sostiene que el docente no se involucra en el proceso, solo proporciona los insumos, luego deja que los estudiantes trabajen con el material propuesto y lleguen a sus conclusiones o lo que, algunos docentes denominan como construir el conocimiento. Esta es una concepción errónea del constructivismo puesto que este enfoque, lo que plantea en realidad es que existe una interacción entre el docente y los estudiantes, un intercambio dialéctico entre los conocimientos del docente y los del estudiante, de tal forma que se pueda llegar a una síntesis productiva para
ambos y, en consecuencia, que los contenidos son revisados para lograr un aprendizaje significativo. De ahí, surge la inevitable y necesaria revisión del constructivismo como marco teórico que sustenta una práctica pedagógica, que plantea la necesaria e ineludible relación entre la metodología y la concepción que se tiene sobre la enseñanza y el aprendizaje, así como los demás aspectos vinculados como es el caso de los objetivos, los contenidos, la metodología misma y por supuesto, las técnicas y recursos, para culminar con el proceso de evaluación. Uno de los aspectos importantes es el aprendizaje el cual es una construcción idiosincrásica: es decir, está condicionado por el conjunto de características físicas, sociales, culturales, incluso económicas y políticas del sujeto que aprende. Condicionamientos que también son válidos para quien enseña y su forma de hacerlo. Si la persona que enseña parte de la idea de que es poseedor del conocimiento que va a transmitir a los estudiantes, probablemente usará metodologías tradicionales que implican un proceso pasivo de aprendizaje, con los estudiantes en la postura de receptores del conocimiento. Las construcciones previas inciden de manera significativa en los aprendizajes nuevos: Ausubel (Papalia, Wendkos y Duskin, 2007) ya lo planteó y se revisaron los elementos esenciales de esta propuesta en las teorías de aprendizaje. Los elementos que se revisen en una determinada materia deben ser significativos, deben aportar algo al estudiante, de tal forma que puedan ser asimilarlos y luego integrados con los conocimientos que ya poseían, para así alcanzar niveles óptimos de aprendizaje. Considerando los aspectos del constructivismo en la pedagogía, es posible plantearse en consecuencia que el objetivo de la enseñanza, desde esta postura es el de que los estudiantes construyan un conocimiento significativo; alcancen la comprensión cognitiva para favorecer el cambio conceptual, considerando las
condiciones emocionales, tanto del educador como del estudiante, para lograr niveles satisfactorios de adaptación al contexto y un adecuado bienestar. Uno de los aspectos importantes en el constructivismo son los contenidos, se denomina contenidos a los temas y subtemas que se van a abordar durante el proceso de formación; constituyen todos los datos y hechos conocidos en un área específica hasta el momento actual y que son motivo de estudio. Su conocimiento, inicialmente, está a cargo de los docentes, quienes los revisan junto a los estudiantes. Los contenidos están determinados por los objetivos planteados; la persona encargada de formularlos debe definir su cantidad, su secuencia y el tiempo que se requiere para alcanzarlos. Cuando ya se ha definido los objetivos y los contenidos, es posible pensar en la metodología, que constituye el cómo del proceso de formación. La metodología es un elemento esencial del proceso de formación, porque constituye la manera, la forma cómo se lleva a cabo la formación. La finalidad principal del escogimiento de una metodología adecuada, es que los estudiantes aprendan. Cuando ya se ha escogido la metodología constructivista, es necesario pensar en las técnicas y los recursos, puesto que se trata de que el docente plantee actividades de diversa índole a los estudiantes, lo cual requiere de diversos elementos. Las técnicas y los recursos Según Lamata y Domínguez (2003), las técnicas se pueden definir como: “instrumentos, herramientas que se aplican durante el proceso formativo” (p. 197). A menudo, se confunden las técnicas con la metodología, pero hay que tomar en cuenta que ésta indica la forma en que se llevará a cabo el proceso de formación, mientras que las técnicas indican las herramientas que se usan durante dicho camino.
La selección de las técnicas depende de muchas variables como el contexto, el momento de trabajo con el grupo, pero esencialmente tiene que ver con el tipo de grupo, con el cual se esté trabajando. No todas las herramientas y técnicas convienen a todas las poblaciones. Existen técnicas más apropiadas para niños, adolescentes o adultos. Un factor esencial en la elección de la técnica es la experiencia que el docente tiene para el trabajo con un grupo determinado. Finalmente, cuando ya se ha decidido y definido los aspectos señalados anteriormente, es de suma importancia, reflexionar y plantear la evaluación. Toda evaluación del proceso formativo es esencial para así obtener información valiosa sobre la ejecución del mismo y el cumplimiento de los objetivos la información obtenida ofrece retroalimentación oportuna al docente, quien puede tomar decisiones sobre el proceso de formación, ya sea para modificarlo o cambiarlo totalmente. Se ha llevado a cabo una somera revisión del constructivismo considerando algunos de sus postulados básicos y sus implicaciones para la pedagogía. Se considera que esta postura orienta la realización de actividades mediante las cuales, el estudiante puede tener acceso a la información que el docente desea compartir y así, ampliar sus conocimientos sobre un tema, lo cual favorecerá su adaptación en el medio que le rodea. El llamado Constructivismo, como corriente pedagógica contemporánea, representa quizá la síntesis más elaborada de la Pedagogía del siglo XX, porque constituye una aproximación integral de un movimiento histórico y cultural de mayores dimensiones: la Escuela Activa. Movimiento que en su tiempo asumió una concepción reformista y una actitud transformadora de los procesos escolares. El Constructivismo en otras palabras sería, en todo caso, una corriente que se desprende de ese gran movimiento pedagógico cuyas implicaciones ideológicas y culturales están aún vigentes en las prácticas educativas de hoy en día.
En
sus
orígenes,
el
constructivismo
surge
como
una
corriente
epistemológica, preocupada por discernir los problemas de la formación del conocimiento en el ser humano. Según Delvan (1997), se encuentran algunos elementos del constructivismo en el pensamiento de autores, tales como: Vico, Kant, Marx o Darwin. En estos autores, así como en los actuales exponentes del constructivismo en sus múltiples variantes, existe la convicción de que los seres humanos son producto de su capacidad para adquirir conocimientos y controlar propositivamente la naturaleza, y construir la cultura. Algunos autores se centran en el estudio del funcionamiento de la mente de los individuos (por ejemplo, el constructivismo psicogénetico de Piaget), pero para otros, el foco de interés se ubica en el desarrollo de dominios de origen social (como el constructivismo social de Vigotsky, y la escuela sociocultural o socio histórica). También es posible identificar un constructivismo radical, planteado por autores como Von Glaserfeld o Matarona, quienes postulan que la construcción del conocimiento es enteramente subjetiva, por lo que no es posible formar representaciones objetivas ni verdaderas de la realidad, sólo existen formas viables o efectivas de actuar sobre la misma. 5.1.3_ Características de una enseñanza constructivista. La enseñanza constructivista considera que el aprendizaje humano, es siempre una construcción interior, aún en el caso de que el educador acuda a una exposición magistral, pues ésta no puede ser significativa si sus conceptos no encajan ni se insertan en los conceptos previos de los alumnos. Con mayor razón en la enseñanza constructivista, cuyo propósito es precisamente facilitar y potenciar al máximo ese procesamiento interior del alumno con miras a su desarrollo. Las características esenciales de la acción constructivista son básicamente cuatro: 1. Se apoya en la estructura conceptual de cada estudiante: parte de las ideas y preconceptos de que el estudiante trae sobre el tema de la clase. 2. Anticipa el cambio conceptual que se espera de la construcción activa del nuevo concepto y su repercusión en la estructura mental.
3. Confronta las ideas y preconceptos afines del tema de la enseñanza, con el nuevo concepto científico que enseña. 4. Aplica el nuevo concepto a situaciones concretas y lo relaciona con otros conceptos de la estructura cognitiva con el fin de ampliar su transferencia. Las condiciones necesarias para potenciar la enseñanza constructivista son: • Generar insatisfacciones con los prejuicios y preconceptos, facilitando que los estudiantes caigan en cuenta de sus incorrecciones. • Que el nuevo concepto empiece a ser claro y distinto al anterior. • Que el nuevo concepto muestre su aplicabilidad a situaciones reales. • Que el nuevo concepto genere nuevas preguntas y expectativas. • Que el estudiante observe, y comprenda las causas que originaron sus prejuicios y nociones erróneas. • Crear un clima para la libre expresión del estudiante, sin coacciones ni temor a equivocarse. • Propiciar las condiciones para que el estudiante sea partícipe del proceso de enseñanza-aprendizaje, desde la planeación de la misma, desde la selección de las actividades, desde las consultas de fuentes de información, etc. Dentro del constructivismo se considera al docente como aquel profesional reflexivo, que realiza una labor de mediación entre el conocimiento y el aprendizaje de sus alumnos, al compartir experiencias y saberes en un proceso de negociación o construcción conjunta del conocimiento y presta una ayuda pedagógica ajustada a la diversidad de necesidades, intereses y situaciones en que se involucran sus alumnos; es decir, la función central del docente es esencialmente orientar y guiar la actividad mental constructiva de sus alumnos, a quienes proporcionará ayuda pedagógica ajustada a su competencia.
Es importante señalar que el docente debe de estructurar experiencias interesantes y significativas que promuevan el desarrollo cognoscitivo del alumno de acuerdo a sus necesidades y condiciones del mismo. De acuerdo con Díaz-Barriga, un profesor constructivista debe reunir las siguientes características: • Es un mediador entre el conocimiento y el aprendizaje de sus alumnos. • Es un profesional reflexivo que piensa críticamente en su práctica- toma decisiones y soluciona problemas pertinentes al contexto de su clase. • Promueve aprendizajes significativos, que tengan sentido y sean funcionales para los alumnos. • Presta una ayuda pedagógica ajustada a la diversidad de necesidades o intereses y situaciones en que se involucran los alumnos. • Respeta a sus alumnos, sus opiniones, aunque no las comparta. • Establece una buena relación interpersonal con los alumnos basada en valores que intenta enseñar: el respeto, la tolerancia, la empatia, la convivencia, etc. • Evita apoderarse de la palabra y convertirse en un simple transmisor de información, es decir, no caer en la enseñanza verbalista o unidireccional. Con lo que respecta al papel del alumno, trata de subrayar la importancia de la actividad constructivista o reconstructivita del educando en su aprendizaje, mediante actividades de asimilación y acomodación de nuevos conocimientos a esquemas precedentes, los cuales a su vez se van construyendo a partir de los nuevos datos. alumno que aprende no es meramente pasivo ante el enseñante o el entorno. El conocimiento no es un mero producto del ambiente, ni un simple resultado de las actividades internas del aprendiz, sino una construcción por interacción, que se va produciendo y enriqueciendo cada día como resultado entre el aprendiz y los estímulos externos.
Tal actividad se propicia mediante el ejercicio de la investigación, el fomento de la autonomía intelectual y moral, el aprendizaje significativo o la memorización comprensiva, la aplicación de lo aprendido y los procesos de individualización y socialización. Se trata de motivar y enseñar al estudiante a pensar y actuar a través de contenidos significativos y contextualizados. En este proceso, el estudiante es el responsable de su proceso de aprendizaje. 5.1.4 Una perspectiva constructivista en el desarrollo de proyectos Una de estas herramientas es el enfoque de proyectos. Estos se realizan en el aula y permiten al estudiante recrear la solución de problemas en un ambiente de colaboración y reflexión de grupo y con el apoyo del docente como guía en el proceso de apropiación de conocimientos, además que pueden también apropiarse del conocimiento mediante la interacción social con sus compañeros. El enfoque de proyectos, es valioso porque permite “la posibilidad de preparar al alumno no sólo en torno a la experiencia concreta en que éste se circunscribe, sino en la posibilidad de tener una amplia aplicación en situaciones futuras”. (Díaz Barriga, 2005). Durante un proyecto constructivista el alumno es asesorado por un docente, el cual lo va acompañando durante todo el proceso, actúa como “un mediador en la construcción de la situación educativa” (Díaz Barriga, 2005). El proyecto y el aprendizaje adquirido ubica al estudiante en el contexto de la vida real con la oportunidad de tener un aprendizaje significativo. Durante todo este proceso el alumno experimenta una serie de situaciones a las cuales debe dar solución, acompañado del docente para mostrarles el modelo de aprender haciendo. Es un proceso muy interesante que el docente y el grupo se enfrentan a problemas, que los sitúa en experiencias reales del aprendizaje individual y en equipo, de este modo armar el conocimiento, que se da en comunidad, apoyado por el aprendizaje colaborativo.
Por otro lado, la práctica reflexiva porque permite y fomenta el aprendizaje a partir de otros, que puede ser el docente, alumnos del grupo, compañeros de equipo. Esta práctica debe ser conducida por el docente para guiar al alumno en su proceso, como herramienta fundamental en la evaluación de los resultados. El constructivismo, más que una moda, puede ser un gran beneficio a nuestra sociedad, ya que la educación determina el tipo de sociedad que tendremos. Hoy podemos ver que la sociedad se cuestiona sobre la función de la educación y las escuelas. Antes los estudiantes de sabían latín, griego y perfectamente español. Actualmente podemos ver ejemplos de carencias serias en el dominio del idioma español. También se estudiaba lógica. Hoy es frecuente ver que las matemáticas son un dolor de cabeza para los estudiantes. Me pregunto por qué, si tenemos grandes avances en medicina, tecnología, en tecnología educativa, por qué hay tantas deficiencias en el sistema educativo. El proceso de enseñanza debe evolucionar, y el constructivismo nos brinda muchas herramientas, procesos, teorías que pueden unir el desempeño docente y su habilidad para trasmitir conocimiento, debe haber en él la convicción de cambiar, y ser un instrumento de cambio.
5.2 Marco teórico 5.2.1 Proyecto de investigación Se entiende como proyecto una planificación que consiste en un conjunto de actividades que se encuentran interrelacionadas y coordinadas. Existen distintos tipos de proyectos entre sus clasificaciones encontramos: Según el grado de dificultad que entraña su consecución: •
Proyectos simples o proyectos complejos. Según la procedencia del capital:
•
Proyectos públicos, proyectos privados o proyectos mixtos.
Según el grado de experimentación del proyecto y sus objetivos: •
Proyectos experimentales o proyectos normalizados.
Según el sector: •
Proyectos de construcción, proyectos de energía, proyectos de
minería, proyectos de transformación, proyectos de medio ambiente, proyectos industriales o proyectos de servicios. Según el ámbito: •
Proyectos de ingeniería, proyectos económicos, proyectos fiscales,
proyectos legales, proyectos médicos, proyectos matemáticos, proyectos artísticos,
proyectos
literarios,
proyectos
tecnológicos
o
proyectos
informáticos. Según su orientación: •
Proyectos productivos, proyectos educativos, proyectos sociales,
proyectos comunitarios, proyectos de investigación.
Según su área de influencia: •
Proyectos supranacionales, proyectos internacionales, proyectos
nacionales proyectos regionales o proyectos locales. Ahora bien, tenemos entendido que un proyecto podemos definirlo como toda acción o acciones, planes o actividades para desarrollar y lograr uno o varios objetivos, conozcamos ahora el significado del concepto constructivista. En la pedagogía se denomina como constructivismo a la corriente que afirma que el conocimiento de todas las cosas surge a partir de la actividad intelectual del sujeto, quien alcanza su desarrollo según la interacción que entabla con su medio. Conociendo los conceptos de proyecto y de constructivismo se tiene claro que un proyecto constructivista se denomina como las acciones o actividades para lograr un objetivo académico a través de la actividad intelectual del sujeto alcanzando su desarrollo de acuerdo a la interacción alcanzada sobre su medio.
5.2.2 Estrategias de aprendizaje, el constructivismo: conceptos, enfoques y tipos Los antecedentes al constructivismo se remiten a la Grecia clásica encontrándose algunos aspectos del mismo en las obras de Sócrates (Coll,1993), Platón, Aristóteles, San Agustín, John Locke, Vico, Kant (Bruner, 1986),Pestalozzi, Hegel (Hyppolite, 1998,) y Skinner (Bruner, 1978), entre otros(Rodrigo, 1997). Las aportaciones basadas en las contribuciones de Piaget,Vigotsky, Bruner y Ausubel son las más difundidas en relación alconstructivismo. (Garza y Levanthal, 2000; Coll, 1993 y Florez, 1994). El constructivismo tiene como hipótesis de base que el conocimiento es una construcción que realiza el individuo a partir de su experiencia previa y mediante su interacción con el medio circundante, lo que implica considerar elpotencial existente en cada indiviudo para construir su propio conocimiento y no sólo recibirlo ya elaborado por otros. Surgió inicialmente como una teoría epistemológica que explica cómo se origina y cómo se modifica el conocimiento; posteriormente se originaron una serie de teorías psicológicas del aprendizaje y varias corrientes pedagógicas y didácticas. El epistemólogo suizo Jean Piaget (1896-1980) elaboró, inspirado en la filosofía de Kant, una de las teorías epistemológicas constructivistas más influyente. Este autor plantea el enfoque psicogenético, el cual alcanzó una gran ascendencia sobre las subsecuentes elaboraciones psicológicas constructivistas. Sin embargo, nunca elaboró una didáctica constructivista. Las tesis centrales del constructivismo, según Piaget, son las siguientes: 1. El aprendizaje es un proceso de construcción del conocimiento y no es una copia o absorción de la realidad. 2. El aprendizaje depende del conocimiento previo. La gente usa su conocimiento para construir nuevos conocimientos. 3. El aprendizaje está fuertemente influenciado por la situación en la que tiene
lugar, qué aprendemos, depende del contexto en que lo hacemos. Las teorías del aprendizaje desarrolladas bajo la influencia del psicólogo soviético
Lev
Vygotsky
(1896-1934),
conocidas
como
corrientes
socioculturales, agregan a estas tres tesis citadas una cuarta: 4. El aprendizaje tiene lugar, primordialmente, en la interacción social. Desde sus contextos, el constructivismo citado frecuentemente como una novedad en los sistemas educativos, ha sido considerado por diferentes autores con diferentes significados: movimiento educativo (Serrano, 1989), concepción filosófica (Glaserfelk, 1995), posición en auge, (Carretero y Lemón, 1996) doctrina psicopedagógica, (García, 2000), perspectiva o concepción (Fairstein y Carretero, 2001), una teoría (Méndez, 2003) y otros más, coinciden en que el constructivismo es una explicación científica acerca del conocimiento. El constructivismo es un movimiento educativo, una forma de concebir el proceso de enseñanza/aprendizaje que comparte unas premisas generales y que luego se diversifica en multitud de tendencias. Cada una de estas tendencias añade a los presupuestos básicos, su forma peculiar de incorporar elementos que provienen de teorías de aprendizaje diversas. (Serrano, 1989, p. 3) Por otro lado: el constructivismo “es una teoría según la cual el progreso es el resultado de una construcción endógena. Cualesquiera que sean las influencias ambientales que llegan al sujeto, la construcción es interna y obedece a leyes de coherencia que definen los sistemas de pensamiento. (Méndez, 2003, p. 60) Sin embargo, a diferencia de Méndez y Rodrigo (1997) y Coll (1993 y 1997), coinciden en que el constructivismo no es, en sentido estricto, una teoría del desarrollo o del aprendizaje y aclaran que la finalidad de la concepción constructivista es configurar un esquema de conjunto orientado a analizar, explicar y comprender los procesos escolares de enseñanza y aprendizaje. De igual manera, Hidalgo (1993), niega que el constructivismo sea una teoría y afirma que esa explicación remite a una noción que se ha utilizado en términos indicativos y prescriptivos para fundamentar los distintos proyectos de investigación
que, en sentido estricto, han permitido hacer relevante un conjunto de reflexiones y conjeturas sobre los procesos de aprendizaje. A su vez, en el año 2000, García lo definió como una doctrina psicopedagógica, la cual se rige por procesos mentales teniendo la función de organizar el conocimiento, dirigir la percepción y la atención, facilitar la comprensión y guiar el recuerdo. Otros autores al referirse al constructivismo expresan: …está emparentado con las teorías de la escuela nueva del cambio del siglo pasado y que en él se investigan, por un lado, los procesos de construcción del conocimiento escolar, tanto el que se da de manera personal como el que se efectúa en asociación de otros y con intervenciones intencionales y, por el otro lado, se proponen nuevas orientaciones para ese propósito. (Braslavsky, 2001) Mientras para Carretero (1997): …el constructivismo es la idea de que el individuo –tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos– no es un simple producto del ambiente ni el resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se produce día a día como resultado de la interacción entre esos factores. (p. 24) Para este proyecto de investigación, coincidiendo con Carretero, asumo el conocimiento como una construcción por parte del ser humano en sus diferentes manifestaciones y no es una mera copia de la realidad. Desde esta concepción, considero que la labor de enseñanza implica asumir estrategias metodológicas que puedan atender a los saberes previos del alumnado, a sus necesidades cognitivas y afectivas. Como señala Méndez
(2003), éste “tome en cuenta los estilos de
aprendizajes y las características psicosociales” (p. 97). Lo anterior conlleva a la identificación del profesorado con lo que hace, a tener una claridad precisa sobre
los fines y principios de la educación, así como también una formación pertinente y sobre todo un conocimiento del grupo de alumnos con que trabaja. Para los fines de esta investigación, asumo el constructivismo como un enfoque pedagógico de trabajo en el proceso de enseñanza y aprendizaje (fundamentado por las teorías de Piaget, Vigotsky, Ausubel, Bruner, entre otros), que se debe desarrollar de manera activa y constructiva, en el cual la enseñanza debe ser un acto de intencionalidad. A partir de esta postura asumo al y la estudiante como la persona, la cual se constituye en un sujeto integral, pensante, innovador, e imaginario. Poseedor de un potencial intelectual, y la educación es el recurso fundamental para propiciar el espacio para su desarrollo en lo académico y en lo socio-afectivo. Existen
tres
tendencias
constructivistas
fundamentales:
Radical,
Psicogenético y Social. La relación sujeto-realidad externa contrasta en éstas tres posiciones: para el constructivismo radical en la mente se experimenta todo el proceso, aún la realidad misma. En tanto para el constructivismo psicológico el conocimiento es el resultado de la relación sujeto-objeto, el proceso se da a nivel mental. Mientras que el constructivismo social prioriza las interacciones sociales para el desarrollo mental, por medio de la actividad social de las personas. En tanto, según Coll (1993), es posible distinguir cuatro tipos de constructivismo: primero el inspirado en la teoría genética de Piaget; segundo el de las teorías del aprendizaje verbal significativo de los organizadores previos y de la asimilación propuesta por Ausubel; tercero, el inspirado en la psicología cognitiva y cuarto, el que se deriva de la teoría sociocultural propuesta por Vigotsky. A su vez, Carretero y Lemón (1996) aseguran que existen tres tipos de constructivismos: 1) el filosófico o epistemológico general que ha inspirado el trabajo empírico de tipo psicológico y que, a su vez, se ha visto refrendado por éste; 2) el que contiene las conclusiones que se han derivado de la investigación psicológica
evolutiva o cognitiva sobre la adquisición de conocimiento y; 3) el de las implicaciones de dichas investigaciones para la actividad educativa y las investigaciones sobre condiciones en las que se aprenden y se enseñan los nuevos conocimientos. Posteriormente, el mismo Carretero en el 1997 indicó que puede hablarse de tres tipos de constructivismo, los cuales presentó de manera coloquial: 1º - El aprendizaje es una actividad solitaria. Casi un vicio solitario, en la medida en que la visión de Piaget, Ausubel y la Psicología cognitiva se basa en la idea de un individuo que aprende al margen de su contexto social. 2º - Con amigos se aprende mejor. Esta posición ha sido mantenida porinvestigadores constructivistas que pueden considerarse a medio camino entre las aportaciones piagetianas y cognitivas y las Vygotskianas. 3º - Sin amigos no se puede aprender. Esta sería la posición vygotskiana radical que en la actualidad ha conducido a posiciones como la “cognición situada” (en un contexto social). Desde esta posición se postula que el conocimiento no es un producto individual sino social. Carretero no pretende señalar que de las tres posiciones, una sea más correcta que otras, sino más bien plantea que las tres son complementarias. El constructivismo, como sucede con cualquier doctrina o teoría, alberga en su interior una variedad de escuelas y orientaciones que mantienen ciertas diferencias de enfoque y contenido, lo cual ha quedado evidenciado aquí. Otra clasificación ha agrupado el constructivismo en cuatro tipos: piagetiano, humano, social y radical. El constructivismo piagetiano, que adopta su nombre de Jean Piaget, es el que sigue más de cerca las aportaciones de ese pedagogo, particularmente aquellas que tienen relación con la epistemología evolutiva. Es decir, el conocimiento sobre la forma de construir el pensamiento de acuerdo con las etapas psicoevolutivas de los niños.
El constructivismo piagetiano tuvo un momento particularmente influyente durante las décadas de 1960 y 1970, impulsando numerosos proyectos de investigación e innovación educativa. En lo planteado por Piaget, la idea de la asimilación es clave, considerando la nueva información que llega a una persona es "asimilada" en función de lo que previamente hubiera adquirido. Muchas veces se necesita luego una acomodación de lo aprendido, por lo que debe haber una transformación de los esquemas del pensamiento en función de las nuevas circunstancias. Por su parte, el constructivismo humano, surge de las aportaciones de Ausubel sobre el aprendizaje significativo, a los que se añaden las posteriores contribuciones neurobiológicas de Novak. En tanto que el constructivismo social se funda en la importancia de las ideas alternativas y del cambio conceptual, además de las teorías sobre el procesamiento de la información. Para esta versión del constructivismo tiene gran importancia las interacciones
sociales
entre
los
que
aprenden,
proceso
que
se
da
fundamentalmente a nivel de aula, aunque no exclusivamente. Finalmente, se ha denominado como constructivismo radical (Glaserfeld, 1995) una corriente que rechaza la idea según la cual lo que se construye en la mente del que aprende es un reflejo de algo existente fuera de su pensamiento. En realidad, se trata de una concepción que niega la posibilidad de una transmisión de conocimientos del profesor al alumno, ya que ambos construyen estrictamente sus significados. En el cual el enseñante es también un aprendiz. Los constructivistas radicales conciben la construcción de saberes desde una vertiente darwinista y adaptativa, es decir, el proceso cognitivo tiene su razón de ser en la adaptación al medio y no en el descubrimiento de una realidad objetiva. A diferencia de los otros constructivismos, en general calificables como realistas, el constructivismo radical es idealista porque concibe el mundo como una construcción del pensamiento y, por tanto, depende de él.
5.2.3 Estrategias constructivistas de enseñanza Las estrategias de enseñanza son consideradas “procedimientos que el agente de enseñanza utiliza en forma reflexiva y flexible para promover el logro de aprendizajes significativos en los alumnos” (Mayer, 1984; Shuell, 1988). En opinión de Beltrán (1995), citado por Gallegos (2001) la estrategia “es un conjunto de actividades mentales cumplidas por el sujeto, en una situación particular de aprendizaje, para facilitar la adquisición de conocimientos”. Por su parte Wenstein y Mayer (1986), citado por Gallegos, (2001) afirman que las estrategias son pensamientos y conductas que un alumno inicia durante su aprendizaje que tienen una influencia decisiva sobre los procesos cognitivos internos relacionados con la codificación. De acuerdo con el mismo Gallegos (2001), indica que son como las grandes herramientas del pensamiento puesto en marcha por el estudiante cuando tiene que comprender un texto, adquirir conocimientos o resolver problemas. Al referirse a las estrategias, Díaz y Hernández (1999) señalan elementos coincidentes de diferentes autores: •
Son procedimientos o secuencias de acciones.
•
Son actividades conscientes y voluntarias.
•
Pueden incluir varias técnicas, operaciones o actividades específicas.
•
Persiguen un propósito determinado: el aprendizaje y la solución de
problemas académicos y/o aquellos otros aspectos vinculados con ellos. •
Son más que los "hábitos de estudio" porque se realizan flexiblemente.
•
Pueden ser abiertas (públicas) o encubiertas (privadas).
•
Son instrumentos con cuya ayuda se potencian las actividades de
aprendizaje y solución de problemas. •
Son instrumentos socioculturales aprendidos en contextos de
interacción con alguien que sabe más.
Partiendo de estas afirmaciones y definiciones, considero que las estrategias de enseñanza son el medio o recurso para la ayuda pedagógica, las herramientas, los procedimientos, los pensamientos, el conjunto de actividades mentales y operación mental que se utiliza para alcanzar aprendizajes. Estas tienen que responder y corresponderse con el grupo y el tipo de aprendizaje promovido. Las estrategias de enseñanza basadas en el enfoque constructivista son todos aquellos procedimientos que el profesorado y el alumnado utilizan para el logro de la construcción conjunta de aprendizajes significativos. Según Martínez y Zea (2004), para saber qué tipo de estrategia es la indicada a utilizar en ciertos momentos de la enseñanza, se deben considerar varios aspectos: 1. Características generales de los alumnos (nivel de desarrollo cognitivo, conocimientos previos, factores motivacionales, entre otros). 2. Tipo de conocimiento (general, contenido curricular particular). 3. Intencionalidad o meta que se desea lograr y las actividades cognitivas afectivas y pedagógicas que debe realizar el alumno para conseguirla. 4. Verificación y retroalimentación constante del proceso de enseñanza (de las estrategias de enseñanza empleadas previamente, si es el caso), así como del progreso y aprendizaje del alumnado. 5. Determinación del contexto intersubjetivo (por ejemplo, el conocimiento ya compartido), creado con los alumnos hasta ese momento, si es el caso. 6. Tiempo apropiado para la enseñanza y adquisición de aprendizajes. 7. Contar con un diseño de cómo utilizar la estrategia de enseñanza. 8. Poseer una amplia gama de estrategias, conociendo qué funciones tienen y cómo puede utilizarse o desarrollarse apropiadamente. 5.2.4 ESTRATEGIAS COGNITIVAS El estudio de las estrategias cognitivas es uno de los temas de reflexión psicológica y pedagógica que han adquirido enorme importancia en los últimos años, puesto
que una de las funciones de la educación es el desarrollo de capacidades en los alumnos para identificar problemas y tomar decisiones que tiendan a la búsqueda de soluciones. Una estrategia se refiere a las formas de trabajar mentalmente para que mejore el aprendizaje. La enseñanza de las estrategias de aprendizaje debe estar orientada a la cognición, intentando que los alumnos logren cada vez ser mas autónomos y conscientes del aprendizaje. Los profesores tienen que regular sus estrategias de enseñanza para lograr el objetivo de enseñar a aprender. Cuando un alumno realiza una tarea determinada, el docente debe tener clara la idea de lo que pretende con esa tarea. Las estrategias cognitivas se desarrollan para aprender, codificar, comprender y recordar la información con el fin de conseguir determinadas metas de aprendizaje. Serían las responsables de los procesos de adquisición, retención y recuperación de la información. Las estrategias cognitivas se han definido como “la construcción de los procesos mentales los cuales interactúan de manera directa con el medio ambiente, facilitando de esa manera la internalización de la realidad”. (Tébar, 145) La mayoría de trabajos revisados al referirse a las estrategias cognitivas las consideran como procesos y conductas que los estudiantes utilizan para mejorar su capacidad de aprendizaje y memorización. En nuestra labor docente es necesario estimular diferentes tipos de capacidades cognitivas: analíticas, creativas y prácticas. Enseñamos capacidades analíticas cuando intentamos que los alumnos comparen, contrasten, analicen, argumenten, critiquen. Las capacidades creativas se estimulan cuando elaboran, inventan, imaginan, diseñan, anticipan. Finalmente, las capacidades practicas las conseguimos cuando aplican, manipulan, utilizan, demuestran. 5.2.5 Estrategias metacognitivas Las estrategias metacognitivas corresponden a la planificación, control y evaluación de la cognición por parte de los propios estudiantes. En otras palabras, son aquellas
que posibilitan tanto el conocimiento de los procesos mentales como su control y regulación, con el objetivo de alcanzar ciertas metas de aprendizaje. Son procedimientos de autorregulación que permiten el acceso consciente a las habilidades cognitivas utilizadas para procesar información. Este tipo de estrategias se consideran también como macroestrategias debido a que son mucho más generales que las cognitivas, son difíciles de ser enseñadas y presentan un elevado grado de transferencia: es la regulación y control que ejerce el propio sujeto sobre su aprendizaje, por ejemplo el estudiante debe conocer las técnicas de subrayado, de resumen, etc. y saber cuándo debe utilizarlas. (Valle, Barca y Gonzales, 13) John Flavell (1976) psicólogo estadounidense se interesó por estudiar cómo se desarrolla la metacognición en los niños con la finalidad de desarrollar una teoría de la mente. La metacognición implica conocer y controlar la propia actividad cognitiva; conocer la propia cognición, es tomar conciencia del funcionamiento de nuestra manera de aprender, por ejemplo, después de leer un artículo el extraer las ideas principales ayudará a comprender, a conocer; controlar implica planificación, control en el proceso y evaluación de los resultados. (Flavel, 47) Es necesario desarrollar la metacognición en los estudiantes porque se pretende que el alumno logre autodirigir y autorregular su proceso. Para el estudiante, aprender significa ser autónomo y responsable de su proceso, debe “aprender a aprender”, debe ser el iniciador, el apoderado y el evaluador de su proceso para que no dependa del profesor. Hay que enseñar al alumno “a pescar y no darle el pez ya listo”, así se lograra que cada vez dependa menos del mediador. Si bien es cierto que existen niños que tienen mayor facilidad para aprender y otros que no la tienen, a los primeros es necesario fortalecer sus decisiones, darles certeza, confirmar sus intuiciones; en aquellos que no presentan interés por aprender es primordial estimularlos para que crean en su profesor interno y así lograr la concientización de su proceso cognitivo.
Desarrollar la metacognición implica impulsar a los estudiantes a cuestionarse sobre su trabajo y el empleo de las estrategias que utilizan para interiorizar los contenidos. Existe un cambio en la visión de las prácticas pedagógicas gracias a las investigaciones sobre la metacognición; se quiere desarrollar dentro del aula alumnos activos, que aprendan como deben conseguir los aprendizajes y que sean capaces de comprender lo que aprenden; para ello es importante conocer que la capacidad metacognitiva se va desarrollando y va adquiriendo mayor complejidad a lo largo del tiempo, según las edades se presentarían de las siguientes maneras: - 4 a 5 años: demuestran conocer sus limitaciones. - 5 a 6 años: ya tienen conciencia de lo que saben o no saben sobre un tema y sus afirmaciones son más fiables. - 7 a 8 años: valoran su comprensión con respecto a una información. - 8 a 11 años: son capaces de planificar mentalmente actividades a corto plazo. Para los términos de esta investigación utilizaremos esta etapa de
la
metacognición. 4.2.6 Estrategias de apoyo Denominadas también como estrategias de recursos. Se refieren a una serie de habilidades que se utilizan para llevar a cabo una tarea, tales como el ambiente de estudio, regulación del tiempo, mantener la concentración y la atención, etc. También se las denominan estrategias afectivas. Tradicionalmente ha existido una separación casi absoluta entre los aspectos cognitivos y los motivacionales-afectivos en el aprendizaje escolar. En la actualidad se puede afirmar que el aprendizaje se caracteriza como un proceso cognitivo, metacognitivo y motivacional a la vez. Para aprender es necesario “poder” hacerlo, lo cual hace referencia a las capacidades, conocimientos, estrategias y destrezas necesarias (componentes
cognitivos), pero además es necesario “querer” hacerlo, tener la predisposición, la motivación suficiente (componentes motivacionales) (García B. y Betoret D., 40) Estrategias de motivación. Se han descrito dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca. La primera se evidencia cuando una persona realiza una determinada actividad por el simple placer de realizarla, sin ningún incentivo externo, por ejemplo un hobby, la autosuperación o la sensación de éxito. Por el contrario, la motivación externa se produce cuando lo que atrae no es la acción que se realiza en sí misma, sino la que se recibe como recompensa a cambio de la actividad realizada, por ejemplo: dinero, estatus social, comida, etc. La motivación intrínseca se ha estudiado intensamente por los psicólogos educativos desde los años 1970 y numerosos trabajos han encontrado que está asociada con altos logros educativos y disfrute de estudiantes. Aunque la literatura que trata sobre la motivación ofrece una amplia variedad de conceptos y teorías sobre este aspecto, la mayoría de los especialistas coinciden en definir la motivación como un conjunto de procesos implicados en la activación, dirección y persistencia de la conducta. Si se traslada este concepto al campo escolar parece evidente que los aspectos que guían y dirigen la conducta del estudiante son la percepción y las expectativas que tiene el alumno/a sobre sí mismo, sobre la tarea a realizar y sobre los objetivos que pretende alcanzar. (García B. y Betoret D., 45) Con la emergencia de las teorías cognitivo-sociales de la motivación y el rendimiento, los estudios actuales centran su interés en el entorno o situación de aprendizaje, pues, tiene mucho más sentido que tratar de provocar un cambio en el aprendiz incidiendo directamente sobre los componentes personales. En otras palabras, no se debe motivar a los estudiantes, sino crear un ambiente que les permita a ellos mismos motivarse. Una de las propuestas para mejorar la motivación en el aula toma en cuenta tres elementos involucrados: el profesor, los alumnos y los contenidos. Se plantea un nivel de actuación antes, durante y después de la clase. (García B. y Betoret D., 50)
Actuación antes de la clase. En primer lugar se propone conveniente realizar un diagnóstico previo a la planificación del proceso instruccional para conocer las expectativas y las necesidades de los estudiantes, también sus posibilidades y limitaciones. Solamente partiendo de estas condiciones se pueden generar estrategias motivadoras en el aula. Hay que programar para garantizar probabilidades de éxito. Para que el aprendizaje resulte motivador es importante la planificación sistemática y rigurosa de las situaciones de enseñanza por parte del mediador en tres aspectos: los conocimientos previos de los alumnos, los contenidos y los distintos enfoques metodológicos que se pueden adoptar (presentar de forma atractiva la situación de aprendizaje) para dar sentido y significado a las actividades y contenidos del aprendizaje. El profesor debe ser provocador de éxito y no de fracaso. Actuación durante la clase. Se debe crear un clima afectivo, estimulante y de respeto durante el proceso instruccional en el aula. Generar un clima afectivo significa conectar empáticamente con los alumnos, esto puede lograrse a través de una serie de técnicas como: dirigirse a los alumnos por su nombre, aproximación individualizada y personal, uso del humor (permite una mayor distensión), reconocimiento de los fallos, etc. Como toda organización social, debe existir respeto entre el mediador y los estudiantes. Si se pierde el respeto se pierden muchas otras cosas. Hay muchas formas de crear un ambiente que despierte el interés de los alumnos en el transcurso de la clase. Se debe romper la monotonía del discurso creando continuamente ciertos “desequilibrios” cognitivos, formulando preguntas, relatando vivencias personales, involucrar a los estudiantes en actividades en las cuales participen activamente, utilizando material didáctico diverso.
5.3 Marco metodológico. 5.3.1 Diseño de la investigación Para la presente investigación utilizará el método cuantitativo ya que cumple con las características propias para llevar a cabo su realización ya que es el procedimiento de decisión que pretende señalar, entre ciertas alternativas, usando magnitudes numéricas que pueden ser tratadas mediante herramientas del campo de la estadística (Roberto Hernández Sampieri, 2014). Por eso la investigación cuantitativa se produce por la causa y efecto de las cosas.
La investigación cuantitativa ofrece la posibilidad de generalizar los resultados más ampliamente, otorga control sobre los fenómenos, así como un punto de vista basado en conteos y magnitudes. También, brinda una gran posibilidad de repetición y se centra en puntos específicos de tales fenómenos, además de que facilita la comparación entre estudios similares. (Sampieri 2014) 5.3.2 Alcance de la investigación El alcance de la investigación es de tipo explicativo pues, está dirigido a responder por las causas de los eventos y fenómenos físicos o sociales. Se enfoca en explicar por qué ocurre un fenómeno y en qué condiciones se manifiesta, o por qué se relacionan dos o más variables. (Sampieri 2014) 5.3.3 Método La presente investigación es de tipo deductiva pues parte de un caso general para establecer un resultado particular. (Sampieri 2014)