HISTORIOGRAFÍA MARXISTA BRITÁNICA.
Sección: Historia Asignatura: Teoría e Historia de la Historiografía Año: 2009 Curso: 4º año Trabajo Práctico Nº 2 Consignas: - Seleccionaran del programa una unidad dictada y en ella elegirán Un Texto para el Análisis y uno o más Textos para la Discusión (Obligatorio y/o Sugeridos). - Reconocer en el Texto de Análisis los principales Caracterizaciones, conceptos y/o interpretaciones que le atribuyen los autores que los analizan (Textos para la Discusión) TEXTOS: KAYE, Harvey; Los historiadores marxistas británicos. Un análisis introductorio, Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 1989. Cáp. 7. HOBSBAWM, Eric J.; "La formación de la clase obrera, 1870-1914", EN: HOBSBAWM, Eric J.; El mundo del Trabajo. Estudios históricos sobre la formación y evolución de la clase obrera, Crítica, Barcelona, 1987. HISTORIOGRAFÍA MARXISTA BRITÁNICA. La escuela marxista británica representa una tradición histórica que plantea la teoría y los estudios historiográficos precedentes por medio del análisis de la lucha de clases y la perspectiva de la historia “desde abajo”. Entre sus principales representantes encontramos a Eric Hobsbawm, quién desarrolla el pensamiento marxista como una teoría de la determinación de clases. Como analiza Kaye, una de las características de estos historiadores es que no estudian la experiencia de los campesinos y de la clase trabajadora por separado sino dentro del contexto de relaciones y confrontaciones de las clases, desde la perspectiva de abajo hacia arriba. Amplían la concepción de la “experiencia de clases” en sus estudios. No perdiendo de vista la dimensión “política” de dicha experiencia. Insiste Hobsbawm en señalar la participación activa de la clase trabajadora en el proceso histórico. Como lo demuestra en su trabajo sobre la clase obrera británica y su formación dentro de un contexto socio-económico. La
describe a esta clase obrera como portadora de un dinamismo propio cuando dice: “Las clases nunca están hechas en el sentido de quedar terminadas o de adquirir su forma definitiva. Cambian constantemente”. Sigue más adelante aclarando que su trabajo va a ocuparse “… del proletariado británico que pasó de ser reconocible, no sólo por la prenda con que se cubría la cabeza, sino también por el medio material en que vivía, por un estilo de vida y de ocio, por cierta conciencia de clase que de modo creciente hallaba expresión en la tendencia secular a afiliarse a sindicatos y a identificarse con un partido de clase: el Laborista”. Como enfatiza Kaye con respecto a estos estudios, las relaciones de clase, son políticas en cuanto siempre suponen dominación y subordinación, lucha y acomodación. La preocupación de los historiadores marxistas británicos es la de darle el peso debido a las luchas de clases y a los levantamientos forjados por las propias clases bajas, y la manera en que estas luchas de clases transformas, afectan de diferentes formas a la maquinaria de dominación. Hobsbwan replantea el origen de la clase trabajadora, a partir del trabajo de Thompson, describiendo como se fue transformando a través de diferentes períodos de la historia económica de Inglaterra, y cuando habla del aspecto político y la influencia de la clase obrera en el escenario nacional británico afirma: “la ampliación del sufragio y la política de masas. A partir de aquel momento, lo que pudieran pensar y querer los votantes proletariados fue una de las grandes preocupaciones de los políticos, y a la inversa, lo que pudiera obligarse al gobierno a hacer fue una preocupación, de carácter mucho más práctico, de los trabajadores, aunque tardaran cierto tiempo en percatarse de ello. Kaye hace hincapié en que los historiadores marxistas británicos se preocupan por demostrar la importancia del estudio de las experiencias de las clases bajas, ya que insisten en enfatizar que dichas clases han sido participantes activos en la formación de la historia no sólo vistas, como víctimas pasivas. Estas luchas han sido significativas para el desarrollo histórico porque han influenciado valores e ideales, afectando economías políticas, dando origen a futuros movimientos obreros y luchas de generaciones posteriores. Hobsbawm dice: “Cuando los políticos, estoy citando a Churchill de la época eduardiana, pensaban que el problema principal era impedir que la política de partidos se convirtiese en política de clases a escala nacional, también era más probable que a los trabajadores les llamase la atención el potencial de una política de clases a escala nacional. Pertenecer al trabajo, es decir, al trabajo manual, adquirió una dimensión política que no había tenido desde el cartismo”. Notemos como dice Kaye la importancia que le da Hobsbawm a dar énfasis sobre la oposición y la rebelión, se distingue que realiza su análisis histórico como oposición al paradigma imperante que asumía que el orden social se veía manifestado cuando no había conflictos sociales. Hobsbawm insiste cuando dice “estos acontecimientos son importantes porque sin ellos es difícil comprender cómo ese conjunto de microcosmos que constituían el mundo obrero británico, esa colección de pequeños mundos a menudo independiente, pudo transformarse en un fenómeno nacional”. Kaye aclara que los historiadores marxistas británicos, como Hosbawm, tratan de distanciar su enfoque de lucha de clases del determinismo económico, tratando de superar el modelo base-superestructura. Tanto Hobsbawm como Thompson no rechazan la proposición de que el ser social determina la conciencia social o la
formulación del ser social como modo de producción, Ellos subrayan la importancia de la “acción”. Toman la determinación como de los límites y ejercicio de presiones. Establecen una dependencia mutua entre la estructura y la acción, en términos del proceso en el tiempo. Las relaciones sociales de producción son simultáneamente económicas, políticas, culturales y morales. Esta recomposición del concepto de modo de producción la podemos encontrar en los trabajos históricos cuando analizan, estos historiadores, las costumbres, experiencias, de la clase trabajadora. La clase es analizada en términos de experiencias y las actividades de la gente, estructuralmente, especialmente pero no exclusivamente por sus relaciones productivas, con esas experiencias y actividades expresadas en la clase, algunas veces expresadas en forma de conciencia de clase. Sus relaciones productivas junto con sus relaciones familiares, la forma de vida de la gente. Dice Hobsbawm: “La conciencia de clase. He evitado deliberadamente identificar sentimientos y las opiniones de la masa de trabajadores, en la medida en que sepamos cuales eran, con los de la vanguardia de activistas y militantes, porque es evidente que las dos cosas no eran la misma. Los activistas estaban imbuidos del espíritu del inconformismo en un momento en que la disidencia disminuía. Manifestaban un fuerte desagrado ante muchos aspectos de la nueva forma de vida de la clase trabajadora, sobre todo la cultura futbolística. Cabría recopilar una voluminosa antología de los escritos en que los socialistas de la época expresaban el odio, la mofa y el desprecio que en ellos inspiraban la estupidez y la inercia de las masas proletarias”. “Es un error ver a la clase trabajadora sencillamente como un submundo apolítico y estoico, un gueto compuesto por la mayor parte de la nación o, en el mejor de los casos, como una fuerza a la que era posible movilizar en defensa de sus estrechos intereses económicos, como sindicalistas en potencia o reales. También adquirieron una conciencia de clase.” La historia desde abajo. Es la alternativa de alejar la atención de la historia focalizada en las elites o clases dirigentes. Centrándose en la vida, actividad y experiencias de las masas, aunque los historiadores británicos marxistas no dejan de prestar atención a las elites, o a las clases dirigentes a la hora de dar cuenta de las relaciones que la vinculan pero hacen un énfasis importante en lo político.