Los Circulos Solidarios

  • November 2019
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LOS CIRCULOS SOLIDARIOS UNA FORMA DE TRATAMIENTO DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR DESDE DONDE PARTIMOS: Uno de los problemas más relevantes de América Latina y de nuestro país además de la crisis económica y social, es la violencia intrafamiliar. A tomado la categoría de problema se salud pública y por lo tanto su tratamiento pretende ser integral desde todos los ámbitos del Estado. Es necesario decir que el presente trabajo pretende hacer una reflexión desde lo que ha sido el tratamiento a esa problemática pero además una invitación a la implementación de nuevas formas de abordaje. Es más bien la sistematización e integración de algunos años en el tema y una propuesta de renovación en función de los y las más pobres. La problemática de la violencia intrafamiliar en el Ecuador ha pasado por varias fases, inicialmente con la atención informal desde la sociedad civil y los grupos feministas que han logrado la visibilización de la problemática con estudios de casos y estadísticas que han roto con la visión de que este tipo de problemas se trata casa adentro; es decir rompió con el paradigma de lo público y lo privado. En definitiva logró la problematización y politización de una situación familiar inmersa en una cultura patriarcal e inequitativa que justifica desde ese lugar la supremacía de un género sobre otro o permite ese espacio de ejercicio de poder necesario para la expresión del otro. La segunda fase por la que ha tenido que transitar la violencia intrafamiliar es la exigencia del tratamiento de la misma por parte del Estado y que se logra con la iniciación del tratamiento de la problemática en las Comisarias de la Mujer y la Familia que decantó en la Ley de violencia en contra de la mujer y la familia que lleva algo más de diez años en vigencia. Actualmente existen 30 comisarías de la mujer y la familia distribuidas en 26 cantones del país (los más poblados) mientras que 193 cantones más no cuentan con una instancia estatal de denuncia por lo tanto no se cuenta con 1

datos de la problemática de esos cantones por lo que se puede inferir que no se denuncia o que se encuentran incorporados a los datos de otros cantones. La tercera fase que fue la implementación de la Dirección Nacional de Género como la instancia estatal reguladora de las acciones de todas las comisarías a nivel nacional conjuntamente con el CONAMU y las instancias estatales centrales. Se supondría que es la instancia encargada de llevar toda la información necesaria para dar cuenta de los logros en torno al tema. Y finalmente la cuarta fase con la llamada municipalización de las problemáticas sociales que han llevado a los gobiernos locales a asumir este tipo de problemáticas y generar para ello, estrategias más cercanas a las y los pobladores de su ámbito territorial y promoviendo una atención con calidad y calidez. Sin embargo la violencia intrafamiliar persiste como uno de los problemas más acuciantes; al inicio del tratamiento del problema desde el ámbito público se hablaba de un porcentaje de denuncias del 47 ,132 por ciento en el año 1999 y hasta el año 2003 (que son los últimos datos referenciales) la cifra es de 56,882 por ciento, de esto podría decirse que en lugar de disminuir, más bien ha aumentado, sin embargo hay que tomar en cuenta que lo que aumentaron fueron los sitios en los que se pueden receptar las denuncias. Es sobre todo en las parroquias rurales de las cuales no se tienen referencias donde la violencia aún persiste y se incrementa.. Son infinidad los factores que no han permitido que las acciones realizadas sean suficientes para detener el problema que mantiene lugares relevantes entre los conflictos sociales, pero queremos detenernos en el aspecto psicológico y su forma de tratamiento que según la DINADER se han enfocado en tres aspectos: -

La psicoterapia individual: con los involucrados, con cada mujer para clarificar ideas erróneas con las que acuden, para elevar su autoestima y su autoimagen propiciando así que de acuerdo a su realidad busquen las alternativas que requieren y tomen desiciones; mientras que con los hombres agresores se propende a encontrar las causas de su comportamiento, alternativas de control de sus emociones y con los hijos para detectar y trabajar su grado de afectación. 2

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La Psicoterapia grupal: en la que cada una de las participantes exponen su problemática logrando la identificación con la mayoría de las integrantes y junto con el terapeuta buscan alternativas para la resolución de su problema. La Psicoterapia familiar: donde está inmersa la familia y trata de encontrar en cada uno de los miembros del núcleo familiar, las alternativas para encontrar el equilibrio emocional y afectivo en la misma.

En este sentido y con estos antecedentes debemos enfocar el trabajo que realizamos desde la línea psicológica bajo tres fuentes importantes que a mi entender han marcado una profunda huella en el quehacer social de América Latina y que son las siguientes: Paulo Freire con la Pedagogía del Oprimido • Alfredo Moffatt con la Psicoterapia del Oprimido • Pichón Riviere con su conceptualización de vínculo •

Estas vertientes si bien han sido referentes importantes que alimentan la reflexión y la la experiencia también han permitido alimentar nuestra propuesta metodológica desde lo grupal que, en países como el nuestro, con una clara crisis económica y social, es la alternativa más coherente porque abarata costos, permite mayor cobertura de atención y sobre todo permite construcciones colectivas que van gestando tejido social o lo van fortaleciendo para constituírse en mecanismos que aporten a un proyecto político de transformación en el que la incorporación de las mujeres no sea un simple discurso sino una realidad tangible. Siendo así me parece importante tomar algunos elementos desde donde esta propuesta permite visualizar mejor los porqués y son las siguientes:  Primer elemento: Contar con un marco ético y político: que nos permita desde el lugar de la transformación para la liberación recurrir a un marco teórico acorde al propósito. Es decir partimos de la perspectiva de derechos para llegar al empoderamiento como sujetas sociales y somos absolutamente contrarias a entender a la psicología como una oferta de servicios profesionales o como un programa de asistencia psicològica. Nuestro propósito es la liberación del sufrimiento psíquico de la mujer agredida, instaurado por la 3

violencia intrafamiliar. Esto lo hacemos a través de mecanismos formales llamados Derechos es decir esa serie de leyes y reglamentos que guían a la organización de una sociedad y tienen el carácter de obligatorios para todos los ciudadanos y las ciudadanas como la como la Ley 103 Ley en Contra de la Violencia a la Mujer y la familia y otras leyes colaterales que penalizan el maltrato y la violencia. También usamos mecanismos informales como su propia cotidianidad para reflexionar sobre ella colectivamente.. Le apostamos a que una vez superada su problemática, recuperado su estado emocional y empoderada de sí misma, se introduzca en procesos sociales y políticos de transformación tanto de su comunidad como de su entorno más inmediato.  Segundo elemento: Contar con un marco teórico en la psicología que sea coherente con el propósito de empoderamiento de las actoras para su liberación – participación y creemos importante el diseño y recreación de metodologías que permita nuevas formas de introyección o comprensión de los derechos que tenemos las mujeres, de nuevas formas de apropiación, interiorización y asimilación de la información de la que las mujeres disponemos; es decir no es un problema de falta de información, todas sabemos que podemos hacer en casos de violencia intrafamiliar, o por lo menos la gran mayoría, pero sí hay un problema de toma asimilación de esta información porque está de por medio la subjetividad de esa mujer. Por eso partimos E.C.R.O. Esquema Conceptual Referencial y Operativo como referencial porque que maneja una concepción integral del ser humano en sus tres dimensiones de Cuerpo, Mente y Mundo Externo.  Tercer elemento: Estado de los derechos: Nuestro país, debido a factores como la falta de gobernabilidad, la vigencia permanente de necesidades individuales por sobre las comunes, la diversidad socio cultural y sobre todo, debido a la presencia de un Estado (a través de sus aparatos de control), violador de los preceptos comunitarios; ha tenido que recurrir una exagerada normatividad. En todos los años de vida republicana (alrededor de 150 años) tenemos alrededor de 20

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Constituciones o reformas a las mismas. Ni hablar entonces de los reglamentos sectoriales. Al hacer referencia a la normatividad planteamos nuestra forma de ver la norma , como la serie de ideas, experiencias y subjetividades que tienen las personas en torno a la conducta, actitud, intención o creencia catalogada como usual, correcta y deseable por su circulo social, grupo de referencia real o imaginario o a sus vínculos sociales. Dicha norma internalizada le permite al sujeto y sujeta, sentirse parte de, en definitiva, estar en un contexto que le potencie.

En la lucha por poner en vigencia los derechos se pueden plantear momentos en la misma. En primera instancia, lo que llamaríamos la construcción de derechos, es decir la forma de ir definiendo la ley sustantiva del derecho o la creación de dicha normativa que ha logrado la instauración de imaginarios sociales distintos y ha permitido también la violación a ese marco legal o en el mejor de los casos el libre albedrío en su interpretación. Como segundo momento, se ha dado el necesario salto cualitativo hacia el ejercicio de esos derechos, que hace referencia a la aplicabilidad de los mismos y que no por ser un salto cualitativo implica a todas las mujeres, no todas tienen conocimiento ni de la ley ni de la forma de aplicación de las mismas. Finalmente y como tercer momento podemos hablar de la exigibilidad de los derechos es decir, de la construcción de los sujetos sociales, lo que vendría a ser el empoderamiento.  Cuarto elemento: • Ambitos de aplicación: La construcción de los derechos, el ejercicio de los mismos y la exigibilidad de los mismos pasan por dos àmbitos de desarrollo: el ámbito público y el privado. Estos que no solo son ámbitos de aplicación, sino también dos concepciones o formas de ver y entender el trabajo de los Derechos marcan la definición entre lo que se consideran “buenas intenciones” del ámbito privado y comunitario y su aporte teórico y metodológico y lo que puede trascender a política pública que es lo que en definitiva marca la incidencia o no de determinado tema.

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En esta categorización de lo público y lo privado se pueden visibilizar marcadas diferencias en el momento de que los discursos se transformen en prácticas cotidianas desde el estado, es decir, el avance a la exigibilidad y la construcción de sujetos y sujetas sociales.  Quinto elemento En este mismo análisis es importante mencionar que el tema de los Derechos Sexuales y Reproductivos se encuentran dentro del campo de la construcción personal, familiar y social de los individuos por lo que está también inmerso en el campo de las subjetividades, en esa medida su concepción pasa por lo ideológico y lo moral cuya marca está concretizada en la religión y sus prácticas. QUINTO ELEMENTO O CATEGORIA DE ANALISIS: • Las relaciones de poder subyacentes: Otro prisma de observación en este análisis es la forma de relacionamiento que se establece entre las personas, instituciones y discursos que pasan por una jerarquización de visiones y acciones; quienes llevan más tiempo en el tema como personas, se muestran más solventes y con más autoridad para hablar del mismo, así mismo las instituciones que llevan más tiempo trabajando con la temática establece una relación de superioridad técnica frente a aquellas que no tienen tanto tiempo. Del mismo modo que las que tienen más presupuesto o las que tienen la cobertura de la normativa marcan el paso de las que no tienen estas condiciones. En definitiva se evidencian concretamente las relaciones de poder incluso dentro de las mismas instituciones que hacen como lo dijo la peruana Patricia Ruíz Bravo que los operadores comunitarios se sientan en desventaja con los trabajadores técnicos y administrativos de las ONGs en su libro Con los zapatos Sucios. haciendo evidente que para lo comunitario deben estar aquellas personas que no han logrado un nivel de teorización y de entrega comprometida en el tema.

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Nuestra Propuesta: En la búsqueda de formas de abordaje de la violencia intrafamiliar trabajamos en la conformación del espacio “CIRCULOS SOLIDARIOS”, como el lugar de reflexión-terapia de las mujeres pobladoras que viven problemas de violencia o que sin vivirla aún pretenden aprender de las otras mujeres a prevenirla. Los Círculos Solidarios tendrán las siguientes características: El reconocimiento de que nuestra sociedad es una sociedad gregaria, de que la fortaleza de las personas se logra en su relación con los “otros” y “otras”; de que la estructuración misma de los/as sujetos/as se hace en función de un encuentro con sus “pares”, nos llevó a la necesidad de trabajar en grupos. El grupo se constituye entonces el espacio en el que se despliega “todo el bagaje de vivencias, pensamientos y creencias que condensan nuestra historia personal, el marco histórico en el que nos tocó vivir y los condicionamientos socioculturales, políticos, económicos y religiosos a los que conciente o inconcientemente adherimos”1 Nos permite en ese despliegue, hacer conciente, lo inconciente, lo obvio, lo naturalmente aceptado o lo tradicionalmente vivido. En palabras de Paulo Freire “la superación de la esfera espontánea de aprehención de la realidad por una esfera cognoscible en que el hombre asume una posición epistemológica”2; que, en relación a los derechos sexuales y reproductivos, establece la relación entre lo objetivo y lo subjetivo. En ese sentido, la cultura juega un papel importante en la construcción de los seres, en su personalidad y su psiquis; más en temáticas como la de los derechos sexuales y reproductivos en la que se encuentra tan comprometida la subjetividad; desde este lugar intentamos recuperar información tanto de los operadores de salud como de los de educación y de los mismos adolescentes. Nos planteamos trabajar con dos tipos de grupos: focales y los grupos operativos.

los grupos

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Clara Coria. El Sexo oculto del dinero, Grupo Editor Latinoamericano. Buenos Aires – Argentina, Segunda Edición 1986. 2 Pedagogía del Oprimido, Paulo Freire, Ed. La decouverte/maspero, París, 1983.

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FORMAS DE ABORDAJE EN LOS GRUPOS: En todo grupo es necesario establecer “reglas de juego” metodológicas, que tienden a dar organización tanto física como psíquica en un determinado tiempo. Para ello hay que aclarar que en nuestra investigación se habla de grupos focales y operativos no permanentes, más bien puntuales, con un solo acercamiento que nos permitió ver de manera general pero organizada, como las creencias de las personas, sus intenciones y sus actitudes, se traducen en un accionar concreto que es la forma de transmisión de “conocimientos”, “saberes” y “vivencias” a los otros, es decir de parte de los adultos a los adolescentes. Por lo tanto establecimos tres momentos metodológicos en el trabajo con los grupos y que son: • El encuadre: Es el espacio de la apertura, de la presencia de emergentes, es decir de aquellos elementos que traen los participantes de los grupos al inicio. La detección de dichos emergentes abre el diálogo, establece las pautas, designa el camino y permite definir el tema de l que se tratará en la sesión En el trabajo grupal se conoce por “donde se inicia pero no donde termina la producción”. El devenir de los sujetos en el grupo empieza en el encuadre. Los derechos sexuales y reproductivos, en su vivencia diaria, en su cotidianidad. En este sentido los grupos de reflexión con efectoe terapéuticos realizados se abrieron con ejercicios de interiorización y relajación que permitió una recuperación tanto corporal como psíquica de su propia persona.

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Permitió además crear un espacio neutral entre la realidad concreta de cada una de los participantes y el espacio simbólico de lo que esa realidad significaba para los mismos. La apertura conjuntamente con el encuadre se constituyen entonces como mediadores entre lo que son y los que quieren ser los participantes. En esta parte del trabajo grupal se han observado que las mujeres tienen grandes resistencias a su autorecuperación en este sentido. Se producen risas, malestares, bromas, verbalización excesiva, etc. Lo que da cuenta de la falta de práctica en este tipo de trabajo y sobre todo de la cada vez más compleja relación humana que despersonaliza y aleja más a los seres. Lo que Marcela Lagarde llama, cuerpos ocupados por los otros. Nos hacemos cada vez menos sensitivos y más reflexivos, nos perdemos en el mundo de las ideas y olvidamos los sentires, nos evitamos en el tacto y en el contacto. Meternos en esta dinámica de nuevas formas de acercamientos nos llevó en el proceso a hacer cambios inmediatos a las planificaciones sobre todo en lo referente al uso de técnicas que puedan permitir mantener el encuadre. • La producción: Es el momento de la puesta en escena del objetivo del grupo la movilización de la ideología inconciente de dependencia y soledad. En este momento lo prioritario es el despliegue, las técnicas son un mecanismo que motiva este despliegue pero la “tarea” (información – movilización) grupal es el componente fundamental. Del mismo modo que sucede en la fase inicial con los emergentes, en la producción no se puede establecer su devenir, sus alcances o límites. En este proceso, es el grupo que va dando la pauta de manera inconciente de hacia donde quiere ir. De nuestro trabajo hemos visto que esta fase del grupo es más fácilmente asimilada dado que la primera va caldeando a los integrantes y les permite posteriormente abrirse de manera menos

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forzada, su producción está más enmarcada en los objetivos que se persiguen y su abordaje es más fluido. • El cierre: Es el momento en el que se debe hacer “un corte” simbólico entre el despliegue del grupo y sus devenires. Es la ruptura imaginaria del espacio en el que “todo es posible”, expresarse, hablar, reconocerse, darse. Este momento metodológico permite volver al sujeto a su propia vida, a su cotidianidad, haciendo renuncias, volver a su vida, a su mundo. Dejar el espacio de contención, la fantasía y la posibilidad de “ser” y “estar”, muchas veces es costoso, se evidencia entonces la necesidad de seguir de alguna manera, de mantenerse juntos, estableciéndose entonces el inicio de una ilusión grupal. Evidencia de esto es justamente el planteamiento que hacen los integrantes en la mayoría de grupos de que este tipo de trabajo se continúe, de que se establezcan nuevas fechas de encuentro o de hablar con los facilitadotes para sostener nuevos encuentros. Estos tres momentos metodológicos permiten el desarrollo del trabajo de grupos en una contexto del “aquí y ahora”. Da a la persona las pautas de espacio y tiempo que constituyen parte de su retorno a la estructuración. Da también a la coordinación, la posibilidad de mantener una lógica de entrada y salida, una posibilidad de articulación entre la tarea (información – movilización) y el trabajo cotidiano como operadores de salud o de educación en el que su accionar frente a los y las adolescentes podrá o no, ser modificado. Con esta s consideraciones los grupos con los que trabajamos tienen las siguientes caracterìsticas. • Son Grupos de atención – reflexión e intervención de la problemática de violencia intrafamiliar en la zona del Valle de los Chillos. • Son espacios abiertos de atención psicológica que trabajan temáticas relacionadas con la violencia intrafamiliar, sus causas, sus consecuencias, sus alternativas.

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• Brindan a los participantes una serie de herramientas y recursos psicológicos y sociales para el adecuado manejo de los conflictos internos que generan o permiten la violencia intrafamiliar. • Son espacios de fortalecen el autoestima de las y los participantes. • Son sesiones de dos horas de duración en las que la problemática es tratada con técnicas psicológicas, psicodramáticas, grupales, vivenciales. • Son grupos abiertos con participantes fluctuantes que pueden entrar y salir del grupo. Será la forma de trabajo y de abordaje la que garantice el retorno de sus participantes. • Son grupos a los que son remitidas las participantes desde otras instancias como las autoridades locales, las instancias del Municipio y las diferentes relaciones y contactos que tiene la Red VIF del Valle de los Chillos. • Son grupos que se realizan cada 15 días o cada 8 días según los requerimientos de las instancias remitentes. • Son grupos que pueden funcionar de manera centralizada en el pequeño local de la Fundación ubicada en la Parroquia Conocoto en la Calle Olmedo Nro. 3 y Oriente; o de manera descentralizada con talleres o trabajo grupal en la zonas antes planteadas.

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