Las virtudes del matrimonio Fines, actitudes, creencias y hábitos de vida.
El matrimonio es el verdadero amor
El matrimonio es el verdadero amor ¿qué es el amor? ¿a qué llamamos matrimonio? ¿todo amor es verdadero? ¿Es posible amar sin casarse? ¿Es posible el matrimonio sin amor? ¿todo matrimonio es amor verdadero?
El matrimonio es realización
Sí pero… ¿qué
significa realizarse? ¿me realizo cuando pienso sólo en mí mismo o en los demás? ¿Me realizo sólo sí cumplo mis ideales? Es posible realizar algo sin saber qué es? ¿Es posible alcanzar la
Pensar el matrimonio Orientarse
es lo que nos hace
razonables Lo razonable es aquello que nos guía inteligentemente Si se vive sin fines, se vive sin razón Sin razones lo que queda es la inercia, el condicionamiento y la corriente
Vivir por inercia???
Vivir inconscientemente condicionado???
Primera reflexión Hablar
de finalidades del matrimonio, no implica querer uniformar la vida de toda pareja que se une, amalgamándola en una masa impersonal que diluya su propio carácter.
Primera reflexión los
fines del matrimonio, se persiguen por su capacidad de potenciar la naturaleza humana para acercarla a su plenitud, siendo esa la razón de su aplicación universal a todas las parejas que se casan.
Segunda reflexión Los
fines del matrimonio se identifican plenamente con los del amor verdadero: acto que se define por esforzarse en ampliar nuestra capacidad de realizar y compartir el bien en la vida.
¿Quiero el bien en la vida?
Sí
pero…
Quiero el bien en la vida. Conozco
lo que está bien? Es subjetivo, es relativo? Es el mismo para el varón que para la mujer? Es algo más allá de lo que veo? Siempre se siente bonito? Es algo que requiere trabajo? Es algo espontáneo o es una meta?
¿Quiero el bien en la vida? Cambia
el bien con los años? Cambia con la moda y el tiempo? Es distinto para cada cultura y condición social? Lo que para algunos está bien para otros está mal? Caduca el bien?
Reflexión tercera La
persona por su estructura y naturaleza, debe salir de sí mismo en pos del otro para fin de perseverar en su ser La otredad es el único camino verdadero para el encuentro propiamente humano. La otredad nos hace humanos. El matrimonio es pura
otredad.
Reflexión cuarta: los fines Apertura
a la vida (sentido
amplio) Solidaridad mutua Perfeccionarse en el amor Darle sentido a la afectividad
Fin: Quiero estar abierto a la vida
Sí
¿qué
pero…
es la vida? ¿Cuándo comienza y acaba? ¿qué significa estar abierto? ¿se puede estar abierto y cerrado al mismo tiempo? ¿debo estar abierto a toda vida?
Fin: Quiero ser solidario Sí
pero…
¿Siempre
quiero ser solidario? ¿Es posible ser solidario sin incomodidad o sacrificio? ¿Se aplica la solidaridad a todas las personas? ¿cómo me solidarizo?
Fin: Quiero ser mejor persona Sí pero.. ¿Cuándo
se es una mejor
persona? ¿mejora de la misma manera un hombre y una mujer? ¿mejorar es dejar de ser yo mismo? ¿De que manera me hace mejorar el matrimonio? ¿se puede mejorar sin casarse o
Fin: Quiero sentir afecto y vivir mi sexualidad
Sí
pero…
¿se
puede vivir sin sexualidad? ¿se puede vivir sin afectos? ¿se puede tener afecto sin sexualidad? ¿se puede vivir la sexualidad sin afecto? ¿el matrimonio necesita afecto? ¿el
matrimonio necesita
Reflexión quinta Para
saber amar hay que desarrollar virtudes psicológicas y cognitivas Tener virtudes no significa otra cosa que poseer disposiciones interiores adecuadas al amor y la convivencia
Reflexión quinta Los
límites del conocimiento humano y de la conciencia son un obstáculo para reconocer lo verdadero. La fragilidad e inestabilidad de los estados de ánimo son un obstáculo para dedicarse a lo que vale la pena
Reflexión sexta Para
contrarrestar la falla de la conciencia y el intelecto y la inestabilidad de los sentimientos… los cónyuges han de desarrollar actitudes que los dispongan psicológica e intelectualmente a reconocer en el matrimonio la felicidad.
Reflexión séptima
Las
actitudes son disposiciones psicológicas que se forman de acuerdo a la calidad de las experiencias diarias que propiciamos.
un grupo organizado de actitudes forman una creencia y un sistema de creencias gobierna nuestro comportamiento, creando con el tiempo ciertos hábitos, que pueden acercarnos al bien o alejarnos de él casi involuntariamente.
Reflexión octava hoy
en día nos arriesgamos a vivir toda clase de experiencias sin prevenir como afectan nuestra manera de ver la vida poco a poco, cómo se meten en nuestro interior y nos despersonalizan imperceptiblemente.
Conclusiones Toda
experiencia nos expone porque se convierte en actitudes y luego en creencias, una vez que las experiencias se convierten en actitudes y creencias, se solidifican formando hábitos que después son forma de vida.
Conclusiones Si
no trabajamos por experimentar el matrimonio de acuerdo a los fines que le son propios, es lógico que no desarrollemos las actitudes, las creencias y los hábitos para vivir a plenitud en él.
Quiero un buen matrimonio Sí
pero…
¿qué
hábitos tengo? ¿qué experiencias propicio? ¿qué actitudes cultivo? ¿tengo en mente los fines del matrimonio en cada pequeña cosa que hago? ¿está mi mente vinculada a mi cónyuge? ¿pienso, siento o actúo de