TALLER DE ACTIVACIÓN DE CONOCIMIENTO PREVIO (PARTE I)
Antes de realizar la lectura, realiza las siguientes actividades, basadas en las técnicas ya mencionadas. IMPORTANTE: La parte II del taller se encuentra al final del texto, en este mismo documento. 1. En tu experiencia personal, ¿has pertenecido a alguna tribu urbana, o has conocido a alguien que lo sea o lo haya sido? ¿a qué grupo pertenece y cuáles son sus costumbres distintivas? 2. Llena el siguiente cuadro de la estrategia CQA: Lo que sé acerca del tema antes de leer el texto
Lo que quiero aprender acerca de este tema
3. Explica en tus palabras el significado de las siguientes expresiones, cuyo conocimiento previo es fundamental para comprender el texto: a. Urbano (a): b. Subcultura: c. Identidad: d. Comunidad:
LAS TRIBUS URBANAS COMO EXPRESIÓN DE LA DINÁMICA SOCIAL JUVENIL EN EL ENTRAMADO DE LA CIUDAD
Viviana Román González Pontificia Universidad Javeriana Maestría en Educación Análisis sociopolítico de la Educación
Desde la perspectiva adoptada por numerosos teóricos, es cada vez más necesaria la explicitación de los niños, niñas y jóvenes como sujetos constructores activos de su colectividad en procesos políticos y de socialización en diversos contextos. Es así como Alvarado y Ospina (2006), plantean el reto de desencadenar procesos en los cuales los niños tengan la capacidad de afectar de maneras reconocibles su comunidad, enfocada hacia la participación en organizaciones sociales. De la misma manera, Herrera, Olaya y Muñoz (2006) perciben a los sujetos juveniles en el marco de la ciudad y las prácticas que allí desarrollan, experiencias que van configurando sus expresiones políticas y sus dinámicas en comunidad. La presente reflexión ampliará la riqueza conceptual presente en los postulados del último texto, específicamente desde la temática de las subculturas juveniles o tribus urbanas. Así, se hará un recorrido por las miradas de distintos pensadores en cuanto a su naturaleza y una reflexión con respecto al papel de la escuela frente a estas manifestaciones.
Primero que todo, el nacimiento de las tribus urbanas comienza a darse en el contexto de un mundo que experimenta cambios significativos que afectan todos los niveles de lo humano. Aunque estos cambios comenzaron a darse después de la segunda guerra mundial, es hacia el fin del siglo XX que se hacen más evidentes en el entramado social. Así, se puede ubicar a la sociedad
contemporánea atravesando un tiempo de crisis, globalización, mutaciones culturales y una creciente importancia de los medios masivos de comunicación, lo cual ha modificado en muchos aspectos el sentido de vida de los individuos (Ganter y Zarzuri: 1999; Herrera et al: 2006). De igual forma, Arias (2002) menciona el crecimiento desmesurado de las ciudades, el desarrollo vertiginoso
de
la
comunicación,
el
emborronamiento de las fronteras nacionales en pro
del
establecimiento
de
una
cultura
planetaria como factores que traen como consecuencia hondos cambios en la vida de las personas. Estos cambios tienen que ver con la crisis de autoridad de las instituciones tradicionales como la familia, la escuela, la iglesia o los partidos políticos como referentes de identidad.
Es en ese contexto donde cobra importancia vital la concepción de ciudad, no ya como un entramado de calles y museos, sino ante todo como una experiencia vivida, en la cual se concretan elementos fundamentales para la delimitación existencial (Herrera et al: 2006). La ciudad es, pues, un factor clave del tejido intersubjetivo, que, al estar influido por los profundos cambios ya mencionados, se convierte en foco de la masificación y la inercia de las sociedades globalizadas, donde todo parece correr en función del éxito personal y del consumismo alienante. En ese constructo social, cada individuo asume su lugar, traducido en sus formas de vestir, hablar e interactuar con otros, expresiones base para el surgimiento de propuestas creativas, de las cuales los mayores abanderados son, sin duda, los jóvenes.
De esta manera, la ciudad, espacio cosmopolita, foco receptor de múltiples ideologías y formas de socialización, es el escenario propicio para el surgimiento de las tribus urbanas, caracterizadas
ante todo como comunidades emocionales cuyo principal propósito es el de dar identidad a quienes las integran (Castillo; 2002, Ganter y Zarzuri: 1999, Zarzuri: 2000). Así, cada subcultura encarna un saber opuesto a la lógica dominante que busca hacerse visiblemente diferente de los demás. Esta búsqueda encuentra su razón de ser en el contexto global ya mencionado, que cobra fuerza en las sociedades contemporáneas, conllevando la ruptura de los lazos identitarios y de fraternidad de las comunidades del pasado: La aparición de colectivos emocionales responde entonces a la necesidad de rehacer el vínculo deshecho, a través de ritos y “señas” que determinan el encuentro con el otro y los hace fácilmente reconocibles (Castillo: 2002).
Otro factor determinante en la constitución de las tribus urbanas es generado también por el contexto global, y es la pérdida de expectativas escolares y la estrechez del mercado de trabajo, en otras palabras, una reducción (o pérdida, en muchos casos) de lo que se denomina como “pegamento social”, lo cual conduce a un desencantamiento del mundo. Es así como la gente joven busca un refugio, un espacio en el cual pueda disolver el yo, y a su vez, asumirse como “parte de”, en medio de un orden capitalista que le ha dejado por fuera (Martín-Barbero: 2002). Tal vez ignorando este motivo, la opinión pública ha comenzado a preocuparse por estos grupos, pero los concibe desde el rótulo de la droga, la delincuencia, la violencia y la desadaptación. Esta visión sólo denota miopía por parte de quien así los etiqueta, en el marco de los motivos ideológicos ya mencionados. Un cambio de perspectiva, pues, haría evidente que Punks, taggers, ravers, Skins, rapers, rockeros, emos, skateboard, metaleros, entre otros, están haciendo de su música, su vestimenta, su jerga, sus costumbres y sus ídolos formas alternativas de expresar su esencia política, pues en esa dinamización social, hay un “nosotros luchador”, cuyos esfuerzos se dirigen a patentar su propio derecho al ejercicio auténtico de la ciudadanía, de la propia vida (Herrera et al: 2006).
Ante este panorama, surge un nuevo reto para la Escuela, la cual constituye un importante centro de vida social, que origina nuevas sociabilidades, a través de las cuales se abre la posibilidad de desestigmatizar a los jóvenes pertenecientes a estas tribus y adoptar un enfoque pluralista que implique una comprensión integral de los problemas juveniles del mundo actual. Se requiere, por tanto, una nueva mirada que rescate la praxis discursiva allí presente (Ganter y Zarzuri: 1999). Este reto implica necesariamente ir más allá de la rotulación para comenzar a indagar acerca de estos jóvenes, a preocuparse por conocer mejor sus sueños, sus anhelos y expresiones, no con el fin de idealizarlos o satanizarlos, sino para reconocerlos en el marco de un proyecto sociocultural amplio e incluyente. De esta manera, la institución educativa se constituirá en eje integrador de las vivencias cotidianas en el contexto urbano con las experiencias de aprendizaje, facilitando así diálogos interculturales que aportan elementos valiosos a la configuración de una nación más colectiva (Arias: 2002).
A manera de conclusión, la tribalización de la juventud en las urbes es una cuestión moderna, hija de los grandes cambios sociales que conlleva el panorama contemporáneo. Así mismo, la ciudad juega un papel fundamental como ente receptor de experiencias significativas en pro de la búsqueda de identidad en medio de una sociedad capitalista excluyente, al margen de la cual surge la tribu como expresión política de un ejercicio ciudadano auténtico y local. En ese marco, es importante un cambio de perspectiva en la escuela, que la dirija a potenciarse como ente integrador de prácticas sociales, cuya misión fundamental es propiciar espacios de encuentro, de conocimiento del otro, flexibilizando sus límites ideológicos, sin llegar a perder su autoridad institucional. Una situación compleja, si se tiene en cuenta la rigidez de muchos sistemas educativos, pero al mismo tiempo, muy valiosa en términos de su potencial en el esfuerzo por tantear un proyecto colectivo de nación
BIBLIOGRAFÍA Alvarado Salgado, Sara Victoria y Ospina Serna, Héctor Fabio. “Las concepciones de equidad y justicia en niños y niñas: desafíos en los procesos de configuración de la subjetividad política”. En: Revista colombiana de Educación, No. 50. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, CIUP, 1er semestre de 2006. Arias Gómez, Diego. “Las subculturas: ¿Causa o efecto de la crisis social?”. En: Revista Magisterio, No.8. Bogotá, Abril-mayo, 2002, P.55-57. Castillo Berthier, Héctor. “De las bandas a las tribus urbanas: De la transgresión a la nueva identidad social”. En: Destacatos, 2002. ciesas.edu.mx Ganter, Rodrigo y Zarzuri, Raúl. “Tribus urbanas: Por el devenir cultural de nuevas sociabilidades juveniles”. En: Perspectivas, No. 8, diciembre 1999. Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez. Herrera Cortés, Martha Cecilia; Muñoz Gaviria, Diego Alejandro y Olaya Gualteros, Vladimir. “Jóvenes: cuerpos, calles y movimiento”. En: Revista colombiana de Educación, No. 50. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, CIUP, 1er semestre de 2006. Martín-Barbero, Jesús. “Discurso inaugural Cátedra de Políticas Culturales”. En: Revista Número, No. 31. Bogotá, diciembre 2001, febrero 2002. Zarzuri Cortés, Raúl. “Notas para una aproximación teórica a nuevas culturas juveniles: Las tribus urbanas”. En: Última década, No. 13. Viña del Mar, Chile, septiembre, 2000.
TALLER DE ACTIVACIÓN DE CONOCIMIENTO PREVIO (PARTE II)
4. Llena el siguiente cuadro de la estrategia CQA: Lo que aprendí tras realizar la lectura
Lo que aún debo aclarar
5. Después de realizada la lectura, ¿hubo algún cambio en tu posición frente a las tribus urbanas? ¿Por qué? 6. ¿Consideras que esta actividad te ayudó a comprender mejor este texto? ¿Por qué?