UNA MIRADA AL PANORAMA NACIONAL E INTERNACIONAL
Las TIC en la educación: experiencias y desafíos Por: Lic. Miguel E. Garcés Prettel Magister en Comunicación Docente Universidad Tecnológica de Bolívar
La inserción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han jugado un papel importante en el desarrollo social, empresarial y educativo de algunos países como Singapur, Suiza, Finlandia, Estados Unidos y Chile, que ocupa el primer lugar en América en cuanto al uso de las TIC. Estas naciones, entre muchas otras, lograron masificar e integrar estas herramientas tecnológicas con los procesos productivos y formativos, logrando una mejora tanto en su producción interna, como también en la calidad de los procesos pedagógicos y didácticos de las escuelas y centros de educación superior. Colombia viene trabajando hace años para apropiarse de las experiencias de esas naciones, y aunque ocupa el tercer puesto en el ranking de países que en América Latina han incorporado las TIC en los diferentes escenarios de la vida, aún falta demasiado pues la brecha tecnológica sigue latente en grandes proporciones y niveles, al igual que la brecha social de pobreza en la que están inmersos más de 17 millones de colombianos y colombianas según las Naciones Unidas. El estudio realizado por el DANE a mediados del 2007 corrobora la anterior afirmación, al determinar que apenas el 29.4% de la población de las 13 principales ciudades colombianas poseían un computador, es decir 30 de cada 100 habitantes, y sólo el 17.1% tenia acceso a Internet. Lo positivo estuvo en el sector industrial, comercial y de servicios en el que el uso de las TIC superó el 93%, sin embargo, aunque disponían de acceso a Internet más de la mitad con excepción del sector de servicios carecían de una página Web en donde ofrecer sus productos. MODERNIZAR LAS ESCUELAS En el contexto educativo, que es el sector donde se hará un mayor énfasis en este artículo, la brecha tecnológica sigue siendo un desafío para el Estado, y en especial, para los ministerios y gobiernos que lo representan. Hay esfuerzos valiosos que hay que resaltar, uno de ellos es la creación y puesta en marcha del Plan Nacional de TIC que lidera el Ministerio de Comunicaciones (MC) hace más de un año, aplicando políticas de acción para la inclusión social y la competitividad y desarrollando acciones que intentan hacer realidad el gran sueño de que para el 2019 todos los colombianos, incluyendo por supuestos los estudiantes y profesores deben estar haciendo uso eficiente y productivo de las TIC. A esto se suma, el valioso trabajo que viene adelantando desde el año 2001 el programa presidencial “Computadores para Educar” que con el esfuerzo del Gobierno, las empresas privadas y la comunidad, han podido beneficiar a las escuelas y colegios públicos del país con más de 28.000 computadores. Aún así, a pesar de estas acciones, el MC reconoce que la brecha tecnológica es amplia, a raíz de que apenas el 30% de las sedes educativas del país cuenta con computadores. En
ciudades como Cartagena, según Indicadores del proyecto nuevas tecnologías para la Costa Caribe, el 52% de las escuelas disponen de computadores, pero sólo el 32% de los estudiantes tienen acceso a estos, es decir, que la brecha tecnológica es latente, aunque el porcentaje local estaba muy por encima del promedio nacional (30%) y departamental (20%), superando las tasas de acceso educativo a las TIC en departamentos como Cesar (47%), Córdoba (35%) y Magdalena (20%), pero muy por debajo de departamentos como la Guajira (65%) y Atlántico (54%), en la cual la presencia y uso de los computadores fue mayor. En lo que respecta a los procesos de actualización docente en el uso de las herramientas tecnológicas, se siguen realizando a nivel nacional distintas actividades de capacitación, entre ellas: el programa de conectividad Fase I Compartel que ha beneficiado con programas de alfabetización digital a más de 15.000 docentes de las 3.000 escuelas acogidas; la campaña “A que te cojo ratón” liderada por el Ministerio de Educación (MEN) que ha favorecido a un gran número de docente del país; los diversos convenios con entidades de educación superior para el ofrecimiento de diplomados y cursos de actualización, entre otras acciones que han aportado a la formación de docentes para el uso de las TIC, y que demuestra que la tarea del Estado, los gobiernos y los centros educativos siguen siendo ardua, en aras de lograr las ambiciosas metas de cobertura tecnológica y alfabetización digital expuestas en el Plan Nacional de TIC. LOS DESAFIOS ACUMULADOS Superar el analfabetismo tecnológico presente en todos los aspectos de la cotidianidad colombiana, y en especial en la educación que es uno de los componentes más importantes y determinantes en el desarrollo de una nación sería un excelentísimo triunfo si se logra intervenir a la par de los niveles de pobreza y junto a el los niveles de analfabetismo básico que todavía sigue siendo un fenómeno de vieja data que no se ha podido eliminar, pues en pleno siglo XXI, Colombia cuenta todavía con más de 2 millones 700 mil personas analfabetas, según cifras del MEN a finales del 2007. La educación colombiana además de los desafíos mencionados y de los planes y acciones que está llevando a cabo, tiene otras agendas pendientes en materia de TIC que no debe abordarlos por separado si quiere lograr un éxito integral en sus políticas de masificación y aplicación de las TIC, siendo estas: 1. La necesidad de formar no sólo en el desarrollo de competencias tecnológicas, sino juntarlas con el desarrollo de competencias tecno-pedagógicas. Los estudios de Pouts & Riché en Francia y los de Fowellin en Suecia en el año 2004 demuestran que no basta con formar a los docentes en el uso de las TIC si éstas solo la utilizan en asuntos domésticos y mecanográficos, se requiere que aprendan a contextualizarlas y que la integren en sus procesos de educativos buscando que tanto ellos como sus estudiantes adquieran habilidades y destrezas que potencien los niveles de gestión de conocimientos, eficiencia, interactividad, cooperación y autonomía en el desarrollo de las clases. 2. Se requiere trabajar desde las diversas modalidades de investigación (formativa, aplicada, científica...) en la generación de conocimientos, que permitan ir más allá del énfasis técnico-céntrico que tienen la mayoría de los estudios en TIC, y empezar a observar otros escenarios desde una perspectiva pedagógico-social que den luces para comprender las transformaciones culturales y educativas que pueden originarse
desde la aplicación de las TIC en el aula, si hay modificaciones en el modelo pedagógico, los ritmos de aprendizaje, las metodologías, las relaciones y las metas de formación, o si por el contrario, la manera de usarse simplemente reafirma una versión mejorada o tecnificada del modelo tradicional con estrategias de participación meramente consultivas. 3. Otra agenda pendiente, es la necesidad de hacerle un seguimiento exhaustivo al plan nacional de TIC. La meta es que se convierta en una política de Estado que madure en el tiempo, no como un proyecto decenal, sino como un proyecto permanente que debe atravesar obligatoriamente los planes de desarrollo nacional, departamental y local, lo que implicaría que los alcaldes y gobernadores se apropien de ese compromiso y se les haga monitoreo. 4. Se requiere que el Plan de TIC, al igual que las acciones y programas que desarrollen los gobiernos y organizaciones de cooperación internacional desarrollen una política de inversión en TIC que respondan a un modelo democrático de inclusividad que parta de un plan de cobertura equitativa y desde una valoración de la diversidad cultural, racial y étnica que nos envuelve, para evitar así, la colonización de los saberes que se produce cuando no hay una estrategia pedagógica y filosófica bien definida que ponga la racionalidad instrumental al servicio de las necesidades y particularidades del contexto. 5. En el mismo orden de ideas, es clave evitar que tampoco el sector educativo y los gobiernos generen exclusiones dentro de los niveles educativos. Los estudios de Almerich & Suarez realizado en el año 2006 con escuelas de Valencia España, revela algo similar a lo que viven las escuelas de muchas regiones de Colombia, en donde la educación primaria trabaja en peores condiciones físicas, didácticas y logística que las de educación secundaria. Se requiere invertir fuertemente en materiales didácticos, lenguajes de programación para niños y Software Educativo, que fortalezcan en ellos: la creatividad, el aprendizaje autónomo y colaborativo y el desarrollo de las competencias comunicativas y ciudadanas. A MANERA DE CIERRE… Por último, es pertinente afirmar como algo transversal la necesidad de formar en la interiorización de la ética en los procesos de información como aspecto fundamental en la construcción de comunidades educativas íntegras e integrales que cimientan su carácter en valores y principios para el sano disfrute de la vida y del conocimiento. Ello implica, que se debe formar a los estudiantes en el uso adecuado de las fuentes bibliográficas, enseñarles como citar un documento bajado de Internet, una información sacada de un libro o artículo de revista, cómo usar la información como recurso para propiciar reflexión, análisis, confrontación, consenso o disenso, y de esta manera aprendan a distinguirlas entre el saber popular, científico y académico. La ética en el manejo de información requiere de docentes que vivan esa ética que proclaman usando adecuadamente las TIC en la búsqueda de la información para ser capaces de detectar las fuentes de donde sacan la información sus estudiantes y de qué manera la usan, para que a partir del error o el mal uso de los recursos informáticos, tengamos una oportunidad para hacer pedagogía.