Las Promesas De Dios 3565 Promesas En Rv60.docx

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Las Promesas De Dios 3565 PROMESAS EN RV60 Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Deuteronomio 31:6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Romanos 8:38-39 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Isaías 54:17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová. Apocalipsis 21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Apocalipsis 2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. 2 Crónicas 7:14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Jeremías 39:17 Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos de aquellos a quienes tú temes. Promesas de Dios

LA PALABRA DE DIOS HARÁ PROSPERAR " Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al quesiembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que realizará lo que me place, y cumplirá aquello para que la envié. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis conducidos; los montes y los collados prorrumpirán en cánticos de júbilo delante de vosotros, y todos losárboles del campo darán palmadas de aplauso." (ISAÍAS 55:10-12.)

NOÉ ENVIÓ UNA PALOMA

" Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra... No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho. Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día yla noche." (GÉNESIS 9:8-10,12-13;8:21-22.)

CONSIDERAD LOS LIRIOS, COMO CRECEN " Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida; y el cuerpo, más que el vestido...

¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podeís ni lo más pequeño, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad loslirios, cómo crecen; no trabajan; ni hilan; más os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Vosotros, pues, no andéis buscando lo que habéis de comer, ni lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas las buscan con afán las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Buscad más bien el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas." (LUCAS 12:22-23, 25-31.)

YO BUSCARÉ A LOS PERDIDOS " Porque así dice el Señor Jehová; Aquí estoy yo; yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las recogeré. Yo apacentaré mis ovejas, y yo las haré reposar, dice el Señor Jehová. Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada, vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil... Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, sois hombres, y yo soy vuestro Dios, dice el Señor Jehová." (EZEQUIEL 34:11,15-16,31.)

" Venid, pues, dice Jehovah; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana." (ISAÍAS 1:18.)

" Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis con todo vuestro corazón." (JERMÍAS 29:13.)

" He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá." (HABACUC 2:4.)

" Jesús le dijo: --Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me habéis conocido a mí, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora le conocéis y le habéis visto." (JUAN 14:6,7.)

" Ellos dijeron: --Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa." (HECHOS 16:31,)

" Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro." (ROMANOS 6:23.)

" Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Pero si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros." (1ª JUAN 1:9,10.)

JUSTICIA PARA LOS POBRES " Saldrá una vara del tronco de Isay, y un retoño brotará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y su deleite estará en el temor de Jehová. No juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que sepa de oídas; sino que juzgará con justicia a los pobres, y decidirá con equidad en favor de los mansos de la tierra." (ISAÍAS 11:1-4.)

NO ESTÁIS OLVIDADOS " ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos." (LUCAS 12:6-7.)

RÍOS Y MANANTIALES " Los pobres y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En lasalturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos silvestres; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente, para que vean y conozcan, yadviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová ha hecho esto, y que el Santo de Israel lo creó." (ISAÍAS 41:17-20.)

DEJANDO EL HOGAR Y LA FAMILIA

" Jesús dijo: En verdad os digo, no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa de mí y por causa del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, con persecuciones; y en la era venidera, vida eterna." (MARCOS 10:29-30)

LIBERTAD PARA LOS PRESOS " Dice el Señor: He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él dictará justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humea; de acuerdo con la verdad hará justicia. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en latierra justicia; y las islas esperarán sus enseñanzas. Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobreella, y espíritu a los que por ella andan: Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras losojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas." (ISAÍAS 42:1-7.)

TODOS ME CONOCERÁN " He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá, no como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado." (JEREMÍAS 31:31-34.)

AGUAS SOBRE EL SEQUEDAL " Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Ahora, pues, escucha, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí.

Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre cuanto nazca de ti; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Este dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro suscribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel." (ISAÍAS 43:25; 44:1-5.)

LAS VENTANAS DE LOS CIELOS " Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Mas decís: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me robáis. Y decís: ¿En qué te robamos? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me estáis robando. Traed todos los diezmos al alfolí para que haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta quesobreabunde." (MALAQUÍAS 3:7-10.)

MIS OVEJAS " Jesús dijo: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos una sola cosa." (JUAN 10:27-30.)

YO GUIARÉ " Y guiaré a los ciegos por camino que no conocían, les guiaré por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas son las que he decidido hacer, y no las dejaré sin realizar." (ISAÍAS 42:16.)

MI PAZ OS DOY " No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo ya no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, y vosotros también viviréis. Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas,y os recordará todo lo que yo os he

dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros." (JUAN 14:18-19,25-28.)

SI ME PEDÍS... " De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, también él las hará; y aun hará mayores que éstas, porque yo voy al Padre. Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pedís algo en mi nombre, yo lo haré." (JUAN 14:12-14.)

POR FE MORANDO EN TIENDAS " Por la fe, habitó Abraham como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la mismapromesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo artífice y constructor es Dios. Conforme a la fe murieron todos éstos si haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eranextranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado recordando aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero aspiran a una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad." (HEBREOS 11:9-10,13-16.)

ME REGOCIJO " Me regocijo en tu palabra como el que halla un gran botín." (SALMO 119:162.)

MORANDO JUNTOS EN PAZ " Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán en compañía; sus crías se echarán juntas; y el león comerá paja como el buey. Y el niño de pecho jugará sobre el agujero del áspid, y el recién destetado extenderá su mano hacia el escondrijo de la víbora. No harán mal ni dañarán entodo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isay, la cuál estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su morada será gloriosa." (ISAÍAS 11:6-10.)

YO ESTOY CON VOSOTROS " Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (MATEO 28:18-20.)

ÉL NOS LIBRARÁ " Si es así, nuestro Dios, a quien rendimos culto, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, que sea de tu conocimiento, oh rey, que no hemos de rendir culto a tu dios ni tampoco hemos de dar homenaje a la estatua que has levantado." (DANIEL 3:17,18.)

JW “Puesto que [Dios] no podía jurar por nadie mayor, juró por sí mismo.” (HEB. 6:13)

¿SABE LA RESPUESTA? 



¿Por qué estamos seguros de que las promesas de Dios se cumplirán sin falta? ¿Qué promesa hizo Dios después de que Adán y Eva pecaron?



¿Cómo nos beneficia el juramento que Dios le hizo a Abrahán? 1. ¿En qué se diferencian las promesas divinas de las que hacen los hombres?

JEHOVÁ es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Como los hombres son pecadores, no siempre son dignos de confianza; en cambio, “es imposible que Dios mienta” (Heb. 6:18; léase Números 23:19). Lo que se propone para el bien de la humanidad siempre se cumple. Por ejemplo, todo lo que dijo que haría al principio de cada período creativo “llegó a ser así”, de modo que al final del sexto día “vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy bueno” (Gén. 1:6, 7, 30, 31).

2. ¿Qué es el día de descanso de Dios, y por qué lo declaró sagrado?

Tras contemplar sus creaciones, Jehová anunció el comienzo de un séptimo día. No se refería a un día literal de veinticuatro horas, sino a un largo período de descanso durante el cual no ha creado más cosas en la Tierra (Gén. 2:2). Y ese “día” aún no ha terminado (Heb. 4:9, 10). La Biblia no revela cuándo comenzó exactamente, pero fue algún tiempo después de la creación de Eva, la esposa de Adán, hace 2

unos seis mil años. Ante nosotros se extiende el Reinado de Mil Años de Jesucristo, el cual se encargará de cumplir el propósito de Dios al crear la Tierra: que fuera un paraíso donde los seres humanos vivieran para siempre siendo perfectos (Gén. 1:27, 28; Rev. 20:6). ¿Podemos estar seguros de que disfrutaremos de ese futuro tan feliz? Claro que sí, pues “Dios procedió a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado”. Eso fue una garantía de que, sin importar los imprevistos que pudieran surgir, el propósito de Dios se cumpliría sin falta al finalizar su día de descanso (Gén. 2:3). 3. a) ¿Qué rebelión se produjo tras iniciarse el día de descanso de Dios? b) ¿Cómo expresó Jehová su voluntad de aplastar la rebelión?

Tras iniciarse ese día de descanso, sobrevino el desastre. Satanás, quien era un ángel de Dios, se alzó como un dios rival cuando le dijo a Eva la primera mentira y la indujo a desobedecer a su Creador (1 Tim. 2:14). A su vez, ella consiguió que su esposo se le uniera en su mal proceder (Gén. 3:1-6). Incluso en ese triste momento de la historia universal en que se puso en duda su veracidad, Jehová no vio necesario confirmar con un juramento que su propósito se haría realidad a pesar de todo. Más bien, con palabras que se entenderían cuando él lo estimara oportuno, simplemente declaró cómo se aplastaría la rebelión. Le dijo a Satanás: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él [la Descendencia prometida] te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón” (Gén. 3:15; Rev. 12:9). 3

EL JURAMENTO, UN VALIOSO RECURSO LEGAL 4, 5. ¿Qué recurso legal empleó a veces Abrahán?

En esa primera etapa de la historia humana, probablemente nunca hizo falta certificar algo con un juramento. Las criaturas perfectas 4

que aman a Dios y lo imitan no necesitan jurar, pues siempre dicen la verdad y confían por completo unas en otras. Pero todo cambió cuando el ser humano cayó en el pecado y la imperfección. Con el tiempo, la mentira y el engaño se hicieron comunes entre los hombres, así que vieron necesario hacer juramentos para garantizar la veracidad de asuntos importantes. Abrahán empleó ese recurso legal al menos en tres ocasiones (Gén. 21:22-24; 24:2-4, 9). Una de ellas fue después de derrotar al rey de Elam y sus aliados. Cuenta la Biblia que, mientras regresaba de la batalla, el rey de Salem y el de Sodoma salieron a su encuentro. El primero, llamado Melquisedec, era además “sacerdote del Dios Altísimo”, y como tal bendijo a Abrahán y alabó a Dios por haber concedido al patriarca la victoria sobre sus enemigos (Gén. 14:1720). Entonces, cuando el rey de Sodoma quiso recompensarle por rescatar a su pueblo de los ejércitos invasores, Abrahán le contestó: “De veras alzo la mano en juramento a Jehová el Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra, y juro que, desde un hilo hasta una correa de sandalia, no, no tomaré nada de lo que es tuyo, para que no digas: ‘Yo fui quien enriqueció a Abrán’” (Gén. 14:21-23). 5

EL JURAMENTO QUE JEHOVÁ LE HIZO A ABRAHÁN 6. a) ¿Qué magnífico ejemplo nos dio Abrahán? b) ¿Cómo nos beneficiará la obediencia de Abrahán?

Para ayudarnos a confiar en sus promesas, Jehová también hizo juramentos que comenzaban con expresiones como esta: “Tan ciertamente como que yo estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—” (Ezeq. 17:16). En la Biblia se registran más de cuarenta juramentos de Jehová, y puede que el más conocido sea el que le hizo a Abrahán. A lo largo de muchos años le había hecho 6

varias promesas que, en conjunto, revelaban que la Descendencia prometida vendría de su linaje, a través de su hijo Isaac (Gén. 12:13, 7;13:14-17; 15:5, 18; 21:12). Entonces Jehová lo sometió a una difícil prueba, pues le mandó que le sacrificara a su amado hijo. Abrahán se dispuso a obedecer sin demora, y cuando estaba a punto de matarlo, un ángel lo detuvo. Entonces Dios le hizo este juramento: “Por mí mismo de veras juro [...] que por motivo de que has hecho esta cosa y no has retenido a tu hijo, tu único, yo de seguro te bendeciré y de seguro multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar; y tu descendencia tomará posesión de la puerta de sus enemigos. Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz” (Gén. 22:1-3,9-12, 15-18). 7, 8. a) ¿Con qué propósito le hizo Dios un juramento a Abrahán? b) ¿Cómo se beneficiarán del juramento de Dios las “otras ovejas”?

¿Con qué propósito le juró Dios a Abrahán que sus promesas se cumplirían? Con el de animar y fortalecerles la fe a las personas que compondrían la parte secundaria de la “descendencia” prometida, quienes serían herederos con Cristo (léase Hebreos 6:13-18; Gál. 3:29). Como explicó el apóstol Pablo, Jehová “intervino con un juramento, a fin de que, mediante dos cosas inmutables [su promesa y su juramento] en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos [...] fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”. 7

Dentro de poco, Abrahán verá cumplirse las promesas de Jehová Los cristianos ungidos no son los únicos que se benefician de ese juramento. Jehová juró que mediante la “descendencia” de Abrahán se bendecirían personas de “todas las naciones de la tierra” (Gén. 22:18). Entre ellas se encuentran las obedientes “otras ovejas” de Cristo, quienes abrigan la esperanza de vivir para siempre en una Tierra hecha un paraíso (Juan 10:16). Sea que tengamos la esperanza de vivir en el cielo o en la Tierra, debemos “asirnos”, o aferrarnos, a ella obedeciendo a Dios en todo aspecto de nuestra vida (léase Hebreos 6:11, 12). 8

JURAMENTOS DIVINOS RELACIONADOS CON LAS PROMESAS A ABRAHÁN 9. ¿Qué juró Dios cuando los descendientes de Abrahán eran esclavos de los egipcios?

Siglos más tarde, Jehová volvió a jurar que cumpliría las promesas que ya hemos mencionado cuando envió a Moisés a hablar con los descendientes de Abrahán, quienes por ese entonces eran esclavos de los egipcios (Éx. 6:6-8). Dios dijo con referencia a aquella ocasión: “El día en que escogí a Israel [...] alcé la mano en juramento a ellos para sacarlos de la tierra de Egipto a una tierra que yo había espiado para ellos, una que manaba leche y miel” (Ezeq. 20:5, 6). 9

10. ¿Qué promesa le hizo Dios a Israel tras liberarlos del yugo de Egipto?

Tras liberar a los israelitas del yugo de Egipto, Jehová les hizo este otro juramento: “Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éx. 19:5, 6). ¡Qué gran privilegio! Si eran obedientes, muchos miembros de esa nación podrían tener la esperanza de que Dios los utilizara como un reino de sacerdotes para bendecir al resto de la humanidad. Posteriormente, explicándoles lo que había hecho por ellos en aquella ocasión, Jehová les dijo: “Procedí a [...] hacerte una declaración jurada y a entrar en un pacto contigo” (Ezeq. 16:8). 10

11. ¿Qué hicieron los israelitas cuando Dios los invitó a entrar en un pacto con él como su nación escogida?

Jehová no obligó a los israelitas a jurar que le obedecerían, ni tampoco a entrar en esa privilegiada relación con él. Fue por su libre voluntad que dijeron: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo” (Éx. 19:8). Tres días después, Jehová les dijo lo que tenían que hacer como nación escogida. Primero oyeron los Diez Mandamientos, y luego Moisés les transmitió otros mandatos (Éx. 20:22–23:33). ¿Qué hicieron? “Todo el pueblo respondió con una sola voz y dijo: ‘Todas las palabras que ha hablado Jehová estamos dispuestos a ponerlas por obra’.” (Éx. 24:3.) Más tarde, Moisés escribió las leyes en “el libro del pacto” y las leyó en voz alta para que toda la nación pudiera oírlas de nuevo. Al instante, el pueblo prometió por tercera vez: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo, y a ser obedientes” (Éx. 24:4, 7, 8). 11

12. ¿Qué hicieron Jehová y su pueblo escogido con el pacto que habían celebrado?

Jehová empezó a cumplir de inmediato su parte del pacto de la Ley. ¿De qué manera? Estableciendo una tienda para su adoración y un sacerdocio. De ese modo, los seres humanos pecadores podrían acercarse a él. Por su parte, los israelitas olvidaron enseguida su dedicación a Dios. Con su actitud, “causaban dolor aun al Santo de Israel” (Sal. 78:41). Por ejemplo, mientras Moisés estaba recibiendo más instrucciones en el monte Sinaí, ellos pensaron que los había abandonado, así que se impacientaron y comenzaron a perder su fe en Dios. Como resultado, fabricaron un becerro de oro y proclamaron: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto” (Éx. 32:1, 4). Entonces se pusieron a celebrar lo que denominaron una “fiesta a Jehová”, inclinándose y haciendo sacrificios ante la imagen. Al ver aquello, Jehová le dijo a Moisés: “Se han desviado apresuradamente del camino en que les he mandado ir” (Éx. 32:5, 6, 8). Por desgracia, de ahí en adelante Israel adoptó la mala costumbre de hacer votos para luego romperlos (Núm. 30:2). 12

DOS JURAMENTOS MÁS 13. ¿Qué juramento le hizo Dios al rey David, y qué relación tiene con la Descendencia prometida?

Durante el reinado de David, Jehová hizo otros dos juramentos para bendecir a todos sus siervos obedientes. En primer lugar le juró a David que su trono duraría para siempre (Sal. 89:35, 36; 132:11, 12). Esto significó que la Descendencia prometida provendría de su linaje, y por eso se la llamaría “Hijo de David” (Mat. 1:1; 21:9). De hecho, aquel rey se refirió con humildad a su futuro descendiente como su “Señor”, reconociendo que el Cristo ocuparía un puesto superior al suyo (Mat. 22:42-44). 13

14. ¿Qué juramento hizo Jehová respecto a la Descendencia prometida, y cómo nos beneficia?

En segundo lugar, Jehová inspiró a David para que predijera que ese singular Rey también sería el Sumo Sacerdote de la humanidad. En Israel, los reyes y los sacerdotes eran figuras totalmente separadas. Los sacerdotes provenían de la tribu de Leví, y los reyes, de la de Judá. Pero en cuanto a su ilustre heredero, David profetizó: “La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies’. Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!’” (Sal. 110:1, 4). En cumplimiento de esta profecía, Jesucristo, la Descendencia prometida, ya reina en los cielos. Además, es el Sumo Sacerdote de la humanidad, y en ese papel ayuda a las personas arrepentidas a disfrutar de una buena relación con Dios (léase Hebreos 7:21, 25, 26). 14

EL NUEVO ISRAEL DE DIOS

15, 16. a) ¿A qué dos naciones de Israel se refiere la Biblia, y cuál tiene hoy la bendición divina? b) ¿Qué mandato dio Jesús a sus seguidores respecto a jurar?

Cuando rechazaron a Jesucristo, los israelitas como pueblo perdieron su posición privilegiada ante Dios y la posibilidad de convertirse en “un reino de sacerdotes”. Jesús les aseguró a los líderes judíos: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos” (Mat. 21:43). La nueva nación llegó a existir en la fiesta de Pentecostés del año 33 de nuestra era, cuando se derramó el espíritu de Dios sobre unos ciento veinte discípulos de Jesús que se encontraban reunidos en Jerusalén. Como grupo, se los llegó a conocer como “el Israel de Dios”, al que no tardaron en unirse varios millares de cristianos de todas las naciones del mundo conocido de aquel tiempo (Gál. 6:16). 15

A diferencia del Israel literal, la nueva nación espiritual de Dios no ha dejado de producir buenos frutos gracias a su continua obediencia a Dios. Uno de los mandatos que cumplen sus miembros tiene que ver con los juramentos. En tiempos de Jesús, mucha gente juraba en falso o sobre cuestiones de poca monta (Mat. 23:16-22). Sin embargo, Jesús les enseñó a sus seguidores: “No juren de ninguna manera [...]. Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo” (Mat. 5:34, 37). 16

Las promesas de Jehová siempre se hacen realidad 17. ¿Qué preguntas examinaremos en el siguiente artículo? ¿Quiso decir Jesús que siempre está mal jurar? Y más importante, ¿qué implica que nuestro sí signifique sí? Examinaremos estas preguntas en el siguiente artículo. Que nuestra reflexión constante en torno a las Escrituras nos impulse a seguir siendo obedientes a Dios. Entonces él se complacerá en concedernos bendiciones eternas, en armonía con sus inestimables juramentos. 17

¡Promesas, promesas! “Preciosas y grandísimas promesas”

¿Las conoce y entiende usted cabalmente? ¿O acaso tenga solo conceptos borrosos de ellas?

I. Introducción. A. Salutación. Este servidor se siente muy honrado al tener el privilegio de ofrecer este mensaje espiritual. B. Tema: “¡Promesas, promesas!” 1. Las promesas positivas crean expectativas placenteras, levantan ánimos y aligeran las cargas de la vida. 2. ¿Quiénes son los que más promesas hacen? a) Los políticos. Notorios por la multiplicidad de promesas que proclaman. “Les prometo … que si me eligen eliminaré el 50% de los impuestos.” “Les prometo ... que si me respaldan con sus votos traeré para el pueblo de Patillas diez fábricas nuevas, acabando con el desempleo. También les prometo … reparar y mantener en óptimas condiciones todas las calles y facilidades públicas.” “Aplausos, por favor. ¿No me creen?” b) Los padres. “Hijos, si se portan bien esta semana, el próximo sábado los llevaremos adonde atojen ir.” c) Los novios que se casan. “Te promete … a serte fiel, cuidarte y amarte hasta la muerte.” d) Los esposos. “Mi vida, te prometo … cambiar mi conducta, rectificando mis malos hábitos.” 3. Los mayores de edad tenemos que luchar para no volvernos totalmente escépticos ante tantas “promesas, promesas”, pues la experiencia de los años nos enseña que gran parte no se cumple, o se cumple a medias. II. Entre los que más promesas hacen se encuentran Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. El apóstol Pedro escribió que ellos nos han dado “preciosas y grandísimas promesas” (2 Pedro 1:4). ¿Por qué habría de creerles la humanidad?

A. De hecho, mucha gente no les cree. Una de las más espectaculares promesas que hicieron era que Cristo vendría “otra vez” para llevar a los suyos a las mansiones en la “casa” de su Padre (Juan 14:1-4). Pero, aun durante la vida de los apóstoles había burladores que decían: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:3-4). Malentendieron aquella “promesa”, error muy común de los humanos cuando de promesas se trata. B. Personalmente, he creído, y sigo creyendo, en las promesas de la Deidad para su pueblo electo durante la Era Cristiana, teniéndolas por “preciosas y grandísimas” en sumo grado. A decir verdad, prácticamente toda mi vida gira en torno a ellas. Pero, ¿por qué confiar en su cumplimiento? Principalmente, porque las promesas hechas anteriormente por la Deidad fueron cumplidas al pie de la letra. Razono que si aquellas se cumplieron, ¡también las actuales serán cumplidas! 1. “Conforme a la promesa” hecha a Adán, Abraham, Moisés, David y los profetas, “Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel” (Hechos 13:23). De ahí, que el Nuevo Testamento de Cristo Pablo lo llama “el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres” (Hechos 13:32). 2. Cientos de años antes de la Era Cristiana, Dios prometió, en los días del profeta Jeremías, dar al mundo una nueva ley(Jeremías 31:31-34), promesa cumplida a través de los apóstoles. Tengo en mis manos la evidencia, pues ¡he aquí el Nuevo Testamento!, “la ley de Cristo” (1 Corintios 11:23), la “ley de fe” (Romanos 3:27), “la perfecta ley, la de la libertad” (Santiago 1:25). 3 Cinco siglos antes de la Era Cristiana, Dios prometió, mediante el sueño dado al rey babilónico Nabucodonosor e interpretado por el ilustre Daniel, que establecería un reino espiritual en la tierra durante el tiempo del Imperio Romano (Daniel 2). Esta promesa fue cumplida perfectamente al quedarse establecido el reino de Dios en Jerusalén, en el día de Pentecostés del año 30 de la Era Cristiana. 4. A estas tres promesas grandiosas podemos sumar muchas adicionales de menor envergadura, las que también fueron cumplidas. Así pues, fuertes razones hay para confiar en el cumplimiento de todas las promesas de Dios. III. Promesas de Dios para la vida presente. El apóstol Pablo escribe a Timoteo: “La piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera” (1 Timoteo 4:8). De cierto, la Deidad ha hecho promesas para “esta vida presente”. ¿Cuáles son? ¿Se están cumpliendo?

A. 2 Corintios 9:8-15 escrutado. Apoyándose en las promesas de este texto bíblico, algunos predicadores proclaman el“evangelio de prosperidad”, según el que todo cristiano fiel ha de acumular riquezas materiales sustanciales. Aseguran que Dios se lo ha prometido, y que derecho tienen de reclamarle el cumplimiento de la promesa. 1. Rodolfo Font, con su Concilio Fuente de Agua Viva, popularizaron este “evangelio”, particularmente, en Puerto Rico, país natal de Font, donde el varón, tildado de “extravagante predicador” por un corresponsal del rotativo “El Nuevo Día”, logró todo un imperio antes de caer en desgracia por líos personales y alegada malversación de recursos del Concilio, escándalos ampliamente divulgados y comentados y los medios noticiosos. 2. El muy famoso tele evangelista estadounidense Oral Roberts, valiéndose de las palabras “semilla” y “sementera”, concibió la idea del dinero como un tipo de “semilla”, exhortando constantemente a sus oyentes a enviar ofrendas cuantiosas, las que él “plantaría” como “semilla”, recibiendo los contribuyentes a cambio, como se alegaba, la multiplicación notable de sus bienes materiales. 3. Estos predicadores, más otros tantos que se solidarizan con ellos y los cientos de miles de creyentes que los siguen, ¿han entendido correctamente las promesas o afirmaciones hechas en el texto? Analicemos lo que dice el Espíritu por Pablo. 2 Corintios 9:8. “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.” “Abunde… toda gracia.” No dice “abunde en su cuenta bancaria mucho dinero” ni “abunden posesiones materiales de toda suerte: casas, carros y terrenos”. Más bien dice: “toda GRACIA”. Se trata, pues, principalmente de virtudes espirituales. “Teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente.” Dice “lo suficiente”, y no “en todas las cosas gran abundancia, riquezas materiales de sobra, lujos a granel, gran exceso de ropa cara, comidas finas o casas como palacios”. “Abundéis para toda buena obra.” ¿Con qué propósito hace Dios que abunde en el cristiano toda gracia? ¿Por qué le suple “todo lo suficiente”? Para que el cristiano,

a su vez, abunde también “para toda buena obra”. O sea, no para que se enriquezca personalmente, ni para que consuma el mismo todo lo recibido, sino ¡para socorrer a otros seres humanos necesitados! 2 Corintios 9:9.. “Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.” “Repartió…” A los partidarios del “evangelio de prosperidad” les agrada mucho esta palabra. ¡Dios reparte! Sí, claro, sin duda, Dios reparte, pero ¿a quienes? ¿A los pastores y pastoras ya muy acomodados, aun ricos? ¡Negativo! Dice el texto, específicamente, “a los pobres”. ¿Con el propósito de hacerlos ricos? Negativo. El pobre que llegue a tener abundancia a consecuencia de las bendiciones de Dios su deber, conforme a 2 Corintios 9:8, es abundar también “para toda buena obra”. Al repartir de su abundancia para el beneficio de los menos afortunados estaría siguiendo el ejemplo del Padre Dios en los cielos. ¿Reparten a los pobres los que se enriquecen mediante el “evangelio de prosperidad”? 2 Corintios 9:10. “Y el que… “...da semilla al que siembra, y…” ¿Quién da semilla? Dios. ¿A quién? “Al que siembra.” ¿Cómo da Dios semilla al agricultor? ¿Acaso hace bajar cantidades de semilla de maíz o de frijoles directamente del cielo, por obra milagrosa, al rancho o a los campos del agricultor? ¿O lo hace mediante las leyes de la naturaleza, bendiciendo providencialmente a quien quisiera? La mazorca de maíz trae mucha semilla, hasta setecientos granos o más, la que ningún científico puede producir artificialmente. ¿Quién es capaz de reunir los elementos que componen una semilla de maíz, darle la forma exacta de la semilla natural y luego infundirle vida para que germine y nazca? ¡Nadie! ¡Ningún ser humano! Qué conste: ¡no se trata de dinero! Tampoco de inversiones en la bolsa de valores. Tampoco de diezmos uofrendas. La “semilla” de este texto es semilla literal, y no simbólica. Esta “semilla” no representa diezmos, dinero, acciones en la bolsa, inversiones en propiedades, etcétera. “da... pan al que come…”

¿Cómo da Dios “pan al que come”? ¿Acaso se lo pone delante sin tener que hacer el que come nada en absoluto? La creación material está diseñada de tal manera que la tierra produce pan para la raza humana, con tal que el hombre siembre y coseche. Los alimentos están disponibles por el poder de Dios en la creación material. El “Poder divino” es lo que se realza mediante las referencias a “semilla” y “pan”. “...proveerá …” ¿Qué cosas proveerá Dios? “Todo lo suficiente”, y no riquezas extravagantes. “...y multiplicará vuestra sementera.” “Sementera. s. f. AGRICULTURA. Siembra; labor que los jornaleros realizan. Terreno sembrado de semillas. Semilla o planta que siembra. Tiempo adecuado para sembrar. (Gran Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L.)

“…multiplicará vuestra sementera.” Como indica el vocablo “AGRICULTURA” en la definición, se trata de la siembra de semillas en campos preparados para la producción de vegetales, granos y frutas. Bajo condiciones naturales -agua suficiente, sol, fertilidad de la tierra- tales siembras suelen producir cantidades sustanciales de alimentos. Produciría aún más al bendecir Dios providencialmente lo sembrado. Por extensión, este principio se aplica también a otros trabajos. Cualquier sea la ocupación u oficio, siempre y cuando sea honesto, Dios puede multiplicar los dividendos de la inversión en términos de energías, tiempo y recursos. La terminología de esta promesa no implica la multiplicación de diezmos u ofrendas. Tampoco debemos interpretar esta promesa como un “contrato” que haga Dios con el dador generoso de siempre colmarlo de gran abundancia de bienes materiales. Contrario a creencias muy populares, Dios no ha prometido al diezmador o al dador generoso diez por uno, o cien por uno. “Eche diez dólares en la ofrenda esta noche, y al poco tiempo Dios se los multiplicará, dándole cien dólares.” ¡Jamás ha hecho Dios una promesa tan materialista! No incita al cristiano a la avaricia. No hace contratos. “Sea generoso para conmigo, y yo le haré rico

en posesiones materiales.” Promesa egoísta de predicador avaro, y no de Dios. ¿Qué es la verdadera promesa de Dios? Efectivamente, que cuidará de nosotros. Tiene poder para hacerlo. ¿No hace él la semilla? ¿No hace él que la tierra produzca pan? Pues, tiene poder para cuidar tanto del cristiano que puede dar mucho como del bien pobre que casi nada, o nada en absoluto, puede ofrendar. Entonces, ¿por qué preocuparse? Dé generosamente, no pensando que quizá se quede sin recursos. Esta es la mismísima enseñanza de Cristo cuando dijo: “No os afanéis por vuestra vida… ¿No valéis vosotros mucho más que (las aves)? Mas buscan primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”, observando que “los gentiles buscan todas estas cosas” (Mateo 6:25-34). También las buscan afanosamente los promotores del “evangelio de prosperidad” y sus seguidores. Para vergüenza suya. “...y aumentará los frutos de vuestra justicia.” Tomemos nota: no los frutos de ofrendas o diezmos sino “de vuestra justicia”. ¿Cuánta “justicia”, o equidad (2 Corintios 8:1214), hay en las iglesias cuyos líderes y feligreses lo que más buscan es vivir como príncipes o reyes? ¡Ay de ellos! Malentienden y mal aplican la promesa de Dios en el texto que estamos analizando. 2 Corintios 9:11. “Para que… “...estéis enriquecidos en todo …” Tanto en lo material como en lo espiritual. El cristiano espiritual que tiene suficiente se considera “rico”. Muy bendecido. Si tiene más que suficiente, se considera muy privilegiado, aun indigno de tantas bendiciones. No encontramos en estas palabras una promesa de Dios de llenar de excesivas riquezas materiales a todo cristiano generoso todo el tiempo. Esta promesa es necesario entenderla a la luz de las demás enseñanzas y ejemplos del Nuevo Testamento. En el tiempo cuando Pablo escribió estas palabras, muchos cristianos padecían necesidades apremiantes. Precisamente, todo este pasaje tiene que ver con las ofrendas que Pablo y sus

compañeros colectaban para llevar a los necesitados de Jerusalén y Judea. Así pues, no todo cristiano sincero y generoso de espíritu siempre va prosperando materialmente, acumulando cada vez más riquezas de este mundo. “...para toda liberalidad.” ¿Con qué propósito principal hace Dios prosperar a quienes quisiera en la iglesia y por el tiempo determinado por él? Respuesta: para que ellos, a su vez, ¡sean generosos! “Para toda liberalidad.” O sea, al prosperar cualquier cristiano, debe tener presente su deber y responsabilidad primordiales: ¡ser liberal para con otros! Dar con liberalidad. Dar generosamente. 2 Corintios 9:12. “Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios.” A algunos “santos” ¡les faltaba! No tenían riquezas materiales. Tal vez ni siquiera suficiente pan para amortiguar el hambre. Llegando Pablo a Jerusalén, fue arrestado y llevado ante el gobernador Félix. Pablo, explicando a Félix su misión, dice: “Vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas” (Hechos 24:17). ¡Limosnas para los santos en Judea! "...limosnas a mi nación..." Pues, algunos de los santos eran pobres de verdad. ¿Por qué no eran ricos? ¿Por qué no los había enriquecido Dios? ¿Acaso no tuvieran fe? Pero, se identifican como “santos”, con ninguna implicación de que fueran cristianos raquíticos o infieles, ni en este pasaje como tampoco en ningún otro relacionado con su caso (Romanos 15:22-23; 2 Corintios 8, etcétera).

4. “Para que haya igualdad.” 2 Corintios 8:13-15. La luz de este pasaje esclarece aún más las promesas 2 Corintios 9. A saber, brevemente: el propósito de Dios no es enriquecer exageradamente a algunos, dejando a los demás en la penuria, sino que los bendecidos sean liberales para con los necesitados a fin de que “haya igualdad”. Es decir, que todos tengan por lo menos lo necesario para la vida material. B. Hebreos 13:5-6. “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” 1. Interpretaciones erróneas de este tipo de promesa engendran iglesias que desvían a multitudes de almas, alimentándolas con ilusiones,

expectativas y esperanzas sin fundamento en el evangelio puro. Por ejemplo, con la esperanza o ilusión de… Nunca pasar necesidad (hambre, sed, desnudez, falta de techo). No sufrir. “¡Pare de sufrir!” es el lema de la Iglesia de Dios Universal, brasileña de origen. Siempre ser protegido de accidentes, catástrofes y peligros de todo tipo. No enfermarse, o, al enfermarse, ser sanado enseguida. “Dios ha prometido sanarme siempre.” 2. Quienes se llenan de semejantes esperanzas o ilusiones… Hacen caso omiso de los ejemplos de Cristo, Pablo, Timoteo y Epafrodito, servidores de Dios que se enfermaban y, además, sufrieron muchos atropellos de toda clase y pruebas sin fin en la ejecución de sus magníficos ministerios espirituales. El propio Jesucristo, “aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” (Hebreos 5:8). 3. El entendimiento correcto de estas promesas se puede resumir como sigue: Dios nos ha prometido sí muchasbendiciones terrenales, pero NO para todo momento de nuestra vida terrenal. También ha prometido aflicciones, pero NO para todo momento de nuestra vida terrenal. “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna” (Marcos 10:2930). ¿Cuántos cristianos han “dejado casa, o hermanos… o padre, o padre, o mujer”, etcétera? Aun para este grupo las bendiciones prometidas van acompañadas de “persecuciones”, y estas suelen traer complicaciones, angustias y pérdidas de todo tipo. C. Observamos que una parte muy numerosa de los seres humanos que profesan fe en Cristo está obsesionada con las promesas de Dios para “la vida presente”. Más sabio, a nuestro entender, sería concentrarse en las promesas sobre el futuro después de esta vida. IV. Promesas de la Deidad para el futuro. Citamos solo cuatro textos bíblicos de entre muchos que presentan promesas para la vida más allá de la muerte.

A. Hebreos 12:25-29. En este texto, encontramos una advertencia fuerte, seguida por una promesa de índole negativa. “Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia, porque nuestro Dios es fuego consumidor.” B. 1 Juan 2:25. “Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.” C. 2 Pedro 3:13. “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” D. Santiago 2:5. “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” V. Invitación. A. Estas promesas positivas de perfecta vida venidera son las que realmente alegran al corazón del cristiano que las cree, no dudando. Hacen mucho menos pesada esta existencia terrenal. Sostienen en los tiempos de aflicción, consolando y confortando. B. Estas promesas son solo para los obedientes al evangelio puro. 1. Dadas exclusivamente a las personas que purifican sus “almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu” (1 Pedro 1:22), al creer, arrepentirse y bautizarse “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38; Marcos 16:15-16).

2. Y se mantienen fiel hasta el fin. “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” (Hebreos 10:35-39).

Las Promesas de Dios Neptaly Molina 21 mayo, 2016 Bosquejos Biblicos 1 Comentario 20,710 Vistas

Bosquejos Biblicos – Bosquejos para Predicar Texto Bíblicos: Números 23:19; Romanos 4:21 Propósito: Es demostrar que nuestro Dios es un Dios, de promesa y de Pacto. Desde en A.T. Dios viene hablándole a los seres humanos, cumpliendo lo que promete a aquellos que caminan con Integridad. Introducción: Todo el que lee la Biblia atentamente dirá que su mensaje es vivo y completo, porque su autor es Dios mismo. Él nos interroga, nos muestra nuestras verdaderas necesidades, y nos hace promesas que las satisfacen. Estos son algunos ejemplos: En la palabra de Dios, hay más de tres mil promesas, que Dios cumple. 1) El perdón: “…Venid luego, dice el Señor, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana…” (Isaías 1:18). “…Yo, yo soy el que borro tus rebeliones… y no me acordaré de tus pecados…” (Isaías 43:25). 2) La vida eterna: “…Y yo les doy vida eterna…”, dijo Jesús (Juan 10:28). “…El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida…” (Juan 5:24). 3) Una seguridad: “…Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna…” (1 Juan 5:13). 4) Una relación con Dios: “…Mas a todos los que le recibieron (Jesús), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…” (Juan 1:12). 5) La paz del corazón: “…La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo…” (Juan 14:27). 6) La apacible espera de un futuro feliz: “…Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo…” (Tito 2:13). 7) Promesa, como la del Padre, iba a cumplirse: “…Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días…” (Hechos 1:4-5). 8) En forma de “…lenguas repartidas, como de fuego…” (Hechos 2:3), el Espíritu Santo, persona divina, descendió a la tierra y se posó sobre cada uno de los discípulos. Seguidamente su poder se manifestó en ellos: tuvieron la capacidad para expresarse en idiomas que no conocían. Así Dios remedió en gracia la maldición de Babel y confirmó a todos que la bendición divina iba a extenderse por toda la tierra (Génesis 11:1-9).

9) La fiesta judía de pentecostés atraía cada año a Jerusalén una considerable muchedumbre de israelitas esparcidos por todas las naciones. Esa concurrencia ofreció la oportunidad para tener la primera gran reunión de evangelización. ¡Cuántos motivos de admiración para esa multitud! Cada uno pudo oír hablar en su propia lengua “las maravillas de Dios.” 10) Y los que las presentaban eran unos “galileos” sin mucha instrucción (comp. 4:13 y Juan 7:15). No es necesario pertenecer a una elite ni haber realizado ciertos estudios para ser siervo del Señor. Depender de él y someterse a la acción del Espíritu Santo son las principales condiciones requeridas. ¡Que cada uno de nosotros pueda cumplirlas! Tres mil personas fueron convertidas y bautizadas después de esa primera predicación. Es es una sorpresas fantásticas. 11) ¿Qué estoy buscando? ¿Cuál es mi proyecto de vida? se ajusta a las promesas de Dios. Recordemos lo que Cristo dijo: “…Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón…” (Mateo 6:21). Lo que amamos, nuestro “…tesoro…”, nos ata y nos transforma. Si amamos el mundo y sus placeres, quizá todo vaya bien durante algún tiempo. Pero nuestra sed de felicidad no estará verdaderamente satisfecha, y perderemos nuestra vida. Respondamos más bien a la invitación de Dios, vayamos a Jesucristo, quien nos dará una paz, un gozo y una esperanza que traspasan todo, incluso la muerte. 12) El desafío para nosotros, cristianos, es vivir en el mundo sin dejar que el mundo viva en nosotros. Y decidirnos creer en las promesas de Dios. Si buscamos primero el reino de Dios, es decir, la presencia del Señor en toda circunstancia, podremos vivir felices, sin estar ligados por los valores y las prioridades del mundo. Así, nuestra vida en este mundo será realmente benéfica para nosotros y para nuestro entorno, y honrará al Señor. Conclusión: Así, nuestra vida en este mundo será realmente benéfica para nosotros y para nuestro entorno, y honrará al Señor. Llamado: Estamos llamados a creer las promesas de Dios. ¿Qué estamos haciendo, para a justar nuestras vidas a las Promesas de Dios?

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