LAS ONDAS DE LA LUZ Para convencernos de que la luz se comporta como una onda, hagamos un sencillo experimento para ver el fenómeno de difracción, que se produce cuando las ondas de luz interfieren entre sí. Necesitaremos fabricar una ranura muy fina, por ejemplo pegando un trocito de cinta adhesiva (scotch) en cada extremo de un lápiz y manteniendo otro lápiz apoyado sobre los trocitos de cinta. Veremos que queda una delgada ranura entre los lápices. Ahora, manteniendo la ranura muy cerca de un ojo, observemos una luz brillante, como la llama de una vela o el filamento de una lámpara. Veremos una serie de franjas de luz y obscuridad a cada lado de la luz. ¿Qué está ocurriendo? La luz ilumina ambos bordes de la ranura y esos bordes actúan entonces a su vez como dos fuentes de luz muy cercanas. Pero ahora una onda de luz que sale de un borde puede interferir con una onda que sale del otro borde. Según la distancia recorrida por cada onda, ambas ondas se sumarán entre sí (veremos franjas claras) o se restarán (veremos franjas obscuras). Cuando se suman, las "lomas" y los "valles" de cada onda coinciden; cuando se restan, las "lomas" de una onda coinciden con los "valles" de la otra. Ese proceso se denomina interferencia. Es posible que veamos cada franja clara con bordes de colores. Eso ocurre porque la luz roja, que tiene mayor longitud de onda, debe recorrer una distancia mayor que la luz azul para que se produzca interferencia, y entonces los colores se separan. Por la misma razón, cuando observamos una luz reflejada en la cara inferior de un CD veremos que aparecen todos los colores del arco iris.