EL SUEÑO DE DOS ARTESANOS SE VOLVIO REALIDAD Fernando Vidal es un niño de profundos ojos negros como el mar en la noche, su pelo es ondulado, negro y suave como la brisa cuando amanece. Para su madre Fernando es un niño muy inquieto, que utiliza sus manos con una gran agilidad, profunda creatividad y trabajo. Es extremadamente inteligente. La casa jamás permanecía sucia porque Fernando no podía ver ni una basura cuando ya estaba uniendo pedazos de materiales como telas, tarros, colores, etc., para crear un extraño imaginario que solo esta en su mente y le fascina. Siempre tuvo un gran cariño por las artes y las manualidades, por ello se destacaba en estas áreas, y mostraba fascinación por la combinación de los colores. Era muy observador y cuando le encanta algo lo realiza con extremo amor y dedicación. Un día cuando iba camino a la casa. Se encontró con un señor en un anden de la carrera séptima; este era muy amable e irradiaba una dulce armonía que lo hacia sentirse como en su hogar. Le ofreció a Fernando una manilla de diversos colores que llamaron la atención del niño; este no pudo resistirse y sintió interés por saber como realizar esta manualidad que para él, era innovadora y atractiva. Como Fernando era muy curioso, le hacia varias preguntas al hombre, y no había terminado de responderle cuando ya estaba preguntando otra cosa. De pregunta en pregunta se le paso el tiempo y para pesar de él, se tuvo que despedir, pero prometió que volvería para que le explicara todo sobre estas manualidades y el nuevo mundo que quería conocer. Día a día volvía el niño al puesto de su nuevo amigo y maestro Manuel para que le enseñara todas las técnicas para la realización de las artesanías, que para Fernando significaba toda la clase de objetos llamativos y coloridos que eran ahora su mundo y la realización de estos le proporciona placer y gusto. Este era su mundo de ensueño y en el cual quería vivir por siempre. Pero para su madre no era una actividad y profesión que fuera adecuada para un niño decente y de casa, era una perdida de tiempo y solo los vagos hacían y se ganaban la vida con manillas, collares y objetos manuales. El debía ser un gran medico, lo que si tenia significado para ella, debido a que con esta profesión si seria reconocido y apreciado; así que le prohibió volver a ver y ayudar a Manuel. Esto le hizo rabiar a Fernando y tenia inmensas ganas de llorar, porque no podían entender que esto era lo que le gustaba y le apasionaba; entonces decidió y se dijo que no importaba lo que dijera su madre, porque si esto era lo que le gustaba debía hacerlo. Y a escondidas Fernando seguía viendo a Manuel, aprendió a manejar hilos, telas, cerámica; realizaba manillas, collares, anillos en madera, mochilas en tela, aprendió a manejar la madera, realizar bordados y tallados; utilizaba con gran destreza las herramientas para la madera como los escoplos y puntillones. El mismo Fernando era el encargado de comprar los materiales para las artesanías: madera, mimbre, tela, hilo, tinta, joyas, etc., y este era encantado creando nuevas artesanías con diferentes combinaciones de colores y con tallados muy creativos y minuciosos, por esto, toda persona que pasaba cerca del puesto de Manuel se tomaba un tiempo para observar las obras creativas de Fernando y las utilidades habían incrementado altamente, lo que los alegraba mucho. Fernando creció y se hizo socio de Manuel en el negocio; no importo cuanto le alegara la madre a Fernando, el hacia lo que deseaba y el sueño mas grande que tenían los dos era poner un local de artesanías que administraran los dos.
Fernando mostraba bastante interés y como era un joven muy alegre y vivas tenia un espíritu prometedor que le hacia luchar por el sueño, pero Manuel estaba algo viejo y agotada, últimamente se sentía muy cansado y enfermo, tenia fuertes dolores de cabeza y a veces en la noche vomitaba sangre, lo que le preocupaba a Fernando, pero aun así salían cada mañana a trabajar en lo que les gustaba y por ello siempre estaban felices, eran amigos de todos y mostraban amabilidad con todo el mundo. Unas veces cuando Manuel se encontraba muy enfermo, Fernando Salía solo a vender las artesanías y él lo hacia con gusto, parecía ser incansable y como tenia un carácter alegre y amable cautivaba a la gente que no podía resistirse a comprarle algo; además era fascinador todos los objetos llamativos y creativos que se encontraban; valía la pena buscar en el bolsillo unas monedas y dárselas a Fernando, lo cual este agradecía enormemente con una gran sonrisa pura y noble, Cada peso que ganaban lo guardaban en una alcancía y solo sacaban para lo estrictamente necesario. Todo esto para construir y hacer realidad su sueño, que cada vez pensaban que estaba más cerca de ellos. Pero un oscuro día, en que llovía fuertemente y el cielo estaba tan negro que parecía mas enojado que nunca; cuando Fernando volvía del trabajo muy contento, porque a pesar de la lluvia había vendido mucho y las regalías eran grandes. Su cara de alegría se corto cuando vio tendido en el suelo a Manuel, rodeado de sangre que era mas negra que roja y sus ojos se abrieron tanto que pensó que se le iban a salir; su corazón dejo de latir, la respiración se le pauso, y todo se quedo en silencio, solo escucho una dulce vos detrás de él que decía: ¡ yo me fui, pero el sueño no morirá!; y esto le hizo estremecerse, sintió como se le retorcía el estomago y sus ojos se aguaban, no aguanto mas y finalmente grito, lloro y abrazo muy fuerte a Manuel como nunca lo había hecho. Manuel estaba muy pálido, ya no respiraba y los ritmos cardiacos habían finalizado, era oficial había muerte y como le dolía a Fernando, sintió que el techo se le vino encima y no pudo evitar sentir que algo se le desgarraba por dentro. El sueño!!! Pensaba ¿ahora que será de él? Pero a la vez sintió una inmensa fuerza de voluntad para realizar el sueño y no dejarse vencer, que mejor agradecimiento y consuelo para Manuel que no desistir de la idea del local de las manualidades; habían luchado tanto para esto, como para abandonarlo . Manuel fue enterrado y Fernando prometió hacer lo que fuera necesario para que el sueño de ambos se cumpliera. Así que no importo nada, todos los días salía a trabajar con gran valentía, y faltaba poco dinero para comprar aquel local que para él era perfecto y adecuado para sus artesanías; además se había hecho amigo del dueño y siempre le decía que le diera plazo para que lo comprara, por lo que el otro aceptaba. Finalmente el día 3 de octubre de 1994, fecha que recuerda con cariño Fernando, este pudo comprar su amado local, que también era amado por Manuel desde el cielo; cuando firmo los papeles y ya era suyo, se beso la mano con la boca, la levantó al cielo y dijo: ESTA VA POR TI HERMANO!!! , y el sueño de ambos, por el que tanto lucharon se hizo realidad. No paso mucho tiempo cuando a pocas horas de abierto el local ya estaba lleno de curiosos jóvenes y personas en familia; Fernando solo podía observar y no podía evitar tener esa sonrisa amable y cariñosa que siempre tuvo, pero esta vez era mas grande y brillante.
FIN