LAS BUENAS NOTICIAS DE JESUCRISTO Por Mario Olcese Jesús es el Mensajero de Dios: En Lucas 4:43 Jesús revela a sus seguidores la razón por la cual él fue enviado por Su Padre al mundo. Millones de cristianos han pasado por alto o ignorado este pasaje lucano. Son las mismísimas palabras de Jesucristo, quien dice: “...es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado”. ¿Notó lo que dijo Jesús? Él dijo que fue enviado para anunciar el reino de Dios. Él vino a proclamar un mensaje glorioso para todos los pueblos y naciones de la tierra, nunca antes predicado por hombre alguno. (Ver Hechos 10:36). A este reino de Dios Jesús lo llamó: “El evangelio”. Jesús luego dirá que el mensaje que predicarán sus verdaderos seguidores será: El Evangelio del Reino de Dios. Veamos lo que Jesús dice en Mateo 24:14: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Ahora bien, la pregunta más común que cualquier estudioso de la Biblia se hace
es ésta: ¿Qué quiere decir la Biblia con la palabra “evangelio”? Y es que esta palabra es muy común en todo el Nuevo Testamento, pues ella aparece más de cien veces. En Marcos 1:1 el evangelista Marcos comienza diciendo: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”. En el versículo 15 Marcos informa que Cristo exigía a sus oyentes a que se arrepintieran y creyeran en el evangelio. Pero antes de responder qué es el evangelio, examinemos primero la importancia que tiene dicho evangelio para el hombre.
creemos de verdad. Pero nadie puede creer o aceptar algo que no comprende, por tanto, nuestra misión será hacerle entender de qué se trata ese singular evangelio (=buenas noticias) de Jesucristo. Vea también Apocalipsis 12:10, en donde descubrirá que la salvación, el poder, y el reino, vienen juntos. Es evidente que la salvación es entrar al reino, y entrar al reino es ganar la vida eterna (Escudriñar Mateo 19:16-25). Concluimos entonces que la salvación, el reino, y la vida eterna, caminan de la mano. Entendiendo el Evangelio de Jesucristo:
La Importancia del Evangelio de Jesús:
Pues bien, siendo que evangelio significa literalmente “buenas Es hora que los cristianos noticias” o “buenas conozcan el verdadero nuevas”, pregunto: ¿De qué evangelio de Cristo---¿por se tratan esas buenas qué? ¡Porque trae salvación! noticias? Si yo le digo a usted Leamos lo que dice Pablo en que le traigo buenas noticias Romanos 1:16: “Porque no y no le revelo de qué se me avergüenzo del tratan, ¿valdrá de algo? De evangelio, porque es poder igual manera, si yo le digo de Dios para salvación a que le traigo el evangelio todo aquel que cree; al judío (=‘buena noticia’) y no le primeramente y también al explico de qué se trata, griego”. También leemos ¿tendrá sentido para usted? algo similar en Efesios 1:13, ¡De ningún modo! Usted donde el apóstol Pablo dice: necesita entender con su “...el evangelio de vuestra mente e inteligencia lo que salvación y habiendo creído Cristo vino a anunciar hace en él, fuisteis sellados con el dos milenios (Efesios 5:17; Espíritu de la promesa.” Romanos 12:2; Efesios Jesús vino a dar sentido y 1:17,18; Colosenses 2.2). propósito a nuestra efímera Millones están ciegos porque existencia. Lo sorprendente Satanás es experto es que millones de cristianos obscureciendo el evangelio nominales no tienen ni la salvador de Cristo. Este más mínima idea de lo que es adversario del hombre no el evangelio de Cristo. San quiere que el mundo perdido Pablo dice que el evangelio vea la luz del evangelio de la tiene poder para salvar si lo gloria de Cristo. Él quiere 1
mantenerlo ciego y en tinieblas espirituales para que usted no se salve. Pablo es claro cuando les dice a los creyentes de Corinto: “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Aunque le parezca duro lo que le voy a decir, lo cierto es que si usted no quiere creer o entender el evangelio de Cristo, es porque usted está cegado por el dios de este mundo---El diablo. El enemigo le hará creer o entender que usted está oyendo una locura de fanáticos religiosos. Nuevamente Pablo les dice los corintios: “Porque el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura...” (1 Corintios 2:14). Para los creyentes la “locura del evangelio” significa salvación eterna. Dice Pablo nuevamente: “...agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21). Y también añade él: “Porque la palabra de la cruz es locura para los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” ( 1 Corintios 1:18).
Dios”. Jesús vino a proclamar un mensaje glorioso para todos los pueblos y naciones de la tierra, nunca antes predicado por hombre alguno. Jesús fue un mensajero de buenas noticias de esperanza y salvación (Ver Hechos 10:36). En Lucas 8:1 se lee lo siguiente: “Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él.” Es evidente que Cristo y sus apóstoles estaban de acuerdo predicando el evangelio del reino de Dios. Pues bien, ¿están las iglesias de hoy predicando este mismo evangelio?¿Su iglesia lo predica?¿Lo ha oído usted antes? Probablemente nunca. Esta es la tragedia de las iglesias---¡Han perdido el singular evangelio llamado el reino de Dios! En Hechos 8:12 leemos del evangelismo de un prominente cristiano llamado Felipe. Según este registro Neo-Testamentario: ¿Qué predicaba Felipe? El texto dice claramente como sigue: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.” Aquí tenemos a Felipe, un cristiano prominente, predicando a Jesús y su Reino (el El Evangelio del Reino evangelio). Hoy los líderes de la iglesias predican a Jesús, de Dios: pero nunca, o casi nunca, ellos predican sobre su reino. Es claro que el evangelio que Nótese además que Felipe bautizaba a los que habían debe ser predicado a todas las naciones es “el Reino de creído en Cristo y en su
evangelio del reino. Le pregunto: ¿Se bautizó usted habiendo creído en el nombre de Jesús y en el evangelio del reino de Dios? Millones de infantes o bebés han sido bautizados en la pila bautismal sin haber creído en Cristo ni en su evangelio del reino. ¿Valdrá tal bautismo? Según las Escrituras: NO! Y para terminar este acápite, leeremos una última referencia del reino en el libro de los Hechos 28:23,30, y 31. En estos versículos veremos que Pablo (en Roma), predicaba lo mismo que Felipe: el Reino de Dios y el nombre de Jesucristo. Por cierto que Pablo esperó que los creyentes le imitaran en este mismo quehacer evangélico, predicando igualmente el reino de Dios y el nombre de Jesucristo (1 Corintios 11:1). Falsos Evangelistas y Evangelios Incompletos: El apóstol Pablo advirtió a los cristianos a no sucumbir en el engaño de los falsos evangelios promovidos por falsos maestros. Ya en su época él había previsto la infiltración de falsos mensajes con la etiqueta de “apostólicos”. En Gálatas 1:6-10 podemos leer esta importante exhortación paulina, con estas tajantes palabras: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os 2
profeta Daniel registra que Nabuconodosor era rey de reyes, el monarca del reino babilónico. Aquí tenemos la evidencia de que un reino es una monarquía real, con un soberano autoritario y poderoso. También Daniel revela que los reyes de MedoPersia, Grecia, y Roma gobernarían sus respectivos reinos en el futuro. Daniel profetizó que en los días de diez reyes o líderes mundiales venideros (representados por los diez dedos de una colosal imagen), el Dios del cielo levantaría un reino (Gobierno) mundial que desplazaría y destruiría precisamente a estos diez países confederados (¿El Mercado Común Europeo?). Luego el profeta ve que dicho reino divino (representado por una roca---la cual simboliza al Mesías y su reino) cubre todo el planeta tierra. Aquí el profeta está viendo el reinado milenario y mundial del Mesías, con todo su poder y gloria, inmediatamente después de su Parusía o Segunda Venida personal a la tierra. El Reino de Dios es un GOBIERNO político y El Significado de la teocrático, el cual traerá la Palabra Reino: paz y la justicia verdaderas a la tierra. El profeta Isaías dice del reino de Dios lo La palabra reino es muy conocida por todos nosotros. siguiente: “Lo dilatado de su imperio y la paz no Hemos oído del reino de tendrán límite” (9:7). Inglaterra, de España, de ¡Cuántos no anhelamos una Italia, de Jordania, etc. Un paz y justicia duraderas para reino es una forma de todos los pueblos de la tierra! gobierno. Es una El mundo ha vivido en monarquía real con un rey, guerras siempre y los territorio, súbditos, y leyes. Ahora bien, la Biblia habla de hombres nunca han vivido reinos. Tenemos un ejemplo en una paz verdadera y en Daniel 2:37-39, donde el global. Hoy hay prácticamente paz en nuestro perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema., como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” El catolicismo romano elaboró su propio evangelio que ha sido llamado: El evangelio Social. Pero este evangelio es totalmente diferente al evangelio del reino predicado por Jesús y sus seguidores. Dicho Evangelio Social promueve el cambio del mundo por los esfuerzos humanos o acciones humanitarias. En cambio, el evangelio de Cristo es la renovación de nuestro mundo a través de la intervención Divina, al instaurarse un régimen divino y teocrático en la tierra en la persona del Mesías elegido: El Señor Jesucristo.
continente americano, pero en otros lugares, y en otros continentes, existen guerras étnicas, y conflictos entre naciones. La Biblia nos dice que un rey gobernará con VARA DE HIERRO. En Apocalipsis 12:5 leemos: “Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones...” También el profeta Isaías predice: “He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio”(32:1). Jesucristo, el Rey de Israel: Hemos visto que Cristo será Rey pero, ¿desde dónde gobernará?¿Quiénes serán sus súbditos? ¿Y con quién gobernará? Pues bien, estudiemos lo que el ángel Gabriel le dijo a María, cuando iba a concebir a su hijo Jesucristo: “Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” (Lucas 1:31-33). Esta promesa angelical ha sido pasada por alto por millones de llamados “cristianos”. Pero es importante que entendamos que aquí hay una promesa concreta aún no cumplida. Aquí se habla del ‘trono de David’ y de ‘la casa de Jacob’: ¡Sobre éstos reinará Jesús! Cuando Pilato interroga a Jesús : “¿Luego, 3
eres tu Rey? Jesús le responde: Tu dices que yo soy Rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad...” (Juan 18:37). Aquí vemos que Jesús admite abiertamente que el nació para ser Rey, y para eso vino al mundo, para dar a conocer esta verdad. Sí, Jesús tendrá un trono---el de David su padre--- y tendrá un territorio, la casa o el país de Jacob (=Israel). Esto quiere decir que Jesús es de “sangre azul o real”, pues desciende de un rey y de un reino israelita (Mateo 1:1). Efectivamente, Israel fue gobernado por reyes judíos, comenzando con Saúl, luego David, después su hijo Salomón, etc., hasta que en el año 586 A.C, el último rey judío Sedequías fue destronado por Nabuconodosor, rey de Babilonia. Es decir, hace más de 2,500 años que Israel dejó de tener una monarquía para convertirse en un país democrático a partir de 1948. No obstante, Dios le prometió a David que no le faltaría un descendiente en su trono (2 Samuel 7:12-17; 1 Crónicas 17:11-14; 2 Crónicas 7:18). En buena cuenta, Israel volverá a ser una monarquía como lo es su actual vecino, el reino de Jordania. En Apocalipsis 12:5 hemos visto que un varón regirá el mundo con mano firme y sólida como el hierro. Pero: ¿Quién es ese misterioso varón? La respuesta la da el apóstol Pedro cuando dice: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesucristo, varón
aprobado por Dios...” (Hechos 2:22). Aquí se le llama a Jesucristo: varón de Dios. Y en Hechos 17:31 Pablo dice: “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Notemos que aquel varón designado por Dios para ser juez y rey, fue resucitado de entre los muertos. ¡Esta es una clarísima alusión a Jesucristo! (Leer también 2 Samuel 23:3). Sabiendo que Jesucristo es el Rey del reino o gobierno venidero de Dios, ¿qué más detalles tenemos de su gobierno? En el Salmo 72:7,8 encontramos más detalles del mismo con estas palabras proféticas: “Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra”. Aquí vemos que Dios promete un gobierno mundial de paz y justicia duraderas, y las naciones del mundo estarán bajo su control y dominio. En un mundo donde no hay justicia, no puede haber paz. Las injusticias sociales y económicas necesariamente se traducen en descontento y violencia. Los hogares están destruidos y violentados por las injusticias. Toda injusticia es pecado (1 Juan 5:17). Hay injusticia en los robos, adulterios, mentiras, en la explotación del hombre por el hombre, en las desigualdades educativas, en la discriminación racial, etc.
Se necesita urgentemente un nuevo orden social, político y económico ideal y perfecto. Pero lo ideal y perfecto no puede venir de hombres imperfectos. Mientras existan el egoísmo y el afán de lucro desmedidos, no se podrá alcanzar la justicia y la paz verdaderas. El pecado acarrea la injusticia necesariamente. Y pecado es trasgresión o violación de las leyes de Dios que se resumen en el amor (1 Juan 3:4; Romanos 13:10). Jesucristo es también llamado “El deseado de todas las naciones” (Hageo 2:7), pues es el único que, siendo hombre, es también el Hijo de Dios. Jesús afirmó que mantiene una unidad perfecta con Su Padre (Juan 10:30). Su enseñanza y educación no provienen de una excelente universidad americana o europea, sino de Dios. Dios es su Maestro (Juan 8:28). Él recibió de Su Padre la mejor instrucción para solucionar los problemas humanos. ¡Las enseñanzas de Jesús son las mismas enseñanzas de Dios! (Juan 14:10,24). Jesucristo Sabrá Cómo Reinar bien: El apóstol Pablo reconoció que la Palabra de Dios instruye y hace perfecto al hombre (2 Timoteo 3:16). Dios ha perfeccionado a Su Hijo Unigénito Jesucristo a través de la obediencia a Su palabra (2 Timoteo 3:15-17). Sí, Jesús desde niño se iba perfeccionando con la palabra de Dios. Él discutía 4
con los sabios de la época sobre lo escrito en los rollos del Antiguo Testamento, y se hacía cada vez más sabio y entendido. Sí, Jesucristo es la sabiduría de Dios (1 Corintios 1:24). Cuando Jesús gobierne este mundo desde Jerusalén, él emitirá decretos efectivos que traerán resultados positivos para todos los pueblos y naciones (Miqueas 4:1,2). En Isaías 55:11 Dios dice de Su Palabra lo siguiente: “Así será la palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. Sus leyes para la reestructuración de nuestra sociedad tendrán resultados beneficiosos (Hechos 3:19-21). Con él no habrá derroche de riquezas, ni políticas equivocadas. La improvisación no existirá en su gobierno. Cristo regirá con sabiduría de Dios ( 1 Corintios 1:24). El sabio Salomón dijo: “Pero la sabiduría es provechosa para dirigir (Eclesiastés 10:10). Sí, para dirigir una nación o todas las naciones en su conjunto se requiere de verdadera sabiduría---la sabiduría de Dios! Los gobernantes han fracasado en sus planes y objetivos trazados para un buen gobierno porque les ha faltado la sabiduría de Dios. Los gobernantes de hoy y de antes han gobernado a espaldas del pueblo y trágicamente también sin tener en cuenta a Dios. La Biblia dice que “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría
y la enseñanza” (Proverbios 17:1). Pero Cristo sí sabrá gobernar el mundo, porque él es la sabiduría de Dios, y sus súbditos serán hombres mansos y deseosos de obedecer sus leyes. Los malos e incorregibles habrán sido destruidos por Cristo en su segunda venida. La Iglesia Será coheredera del Reino de Cristo: La iglesia de Jesús, compuesta por todos sus santos seguidores, tendrá la herencia del reino de Cristo. El apóstol Pablo escribió esto a los cristianos de Roma: “Porque a los que antes predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos llamó; y a los que llamó, a éstos también glorificó.” (8:29,30). Notemos que Dios predestinó a hombres y a mujeres para glorificarlos, pero: ¿Qué significa eso? Pablo vuelve decir: “Pero nosotros debemos siempre dar gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de
nuestro Señor Jesucristo”(2 Tesalonicenses 2:13,14). Nótese que los creyentes van a recibir la misma gloria de Jesucristo. ¡Esto es muy claro! Ahora bien, Pablo dice: “Y si hijos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” (Romanos 8:17). Observe ahora que nuestra glorificación tiene que ver con heredar de Dios y coheredar con Cristo, si es que padecemos juntamente con él. Ahora viene otra pregunta: ¿Qué heredaremos de Dios y qué coheredaremos con Cristo? La respuesta la da Jesús en Mateo 25:31,34, cuando dice: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria...entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Cuando Cristo vuelva nuevamente, su iglesia heredará el reino de Dios con Cristo. Sí, la iglesia está llamada a reinar con Cristo en el reino de Dios, pues Pablo también dice: “Si sufrimos, también reinaremos con él...” (2 Timoteo 2:12). Y en Apocalipsis 5:10 Juan escribe: “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:10). La glorificación implica entonces nuestra coronación para ser reyes en el reino de 5
Cristo que se establecerá en esta tierra.
estaba en la diáspora o dispersión mundial. La profecía parecía imposible de cumplirse hasta la formación La Sede del Reino de del estado judío el 12 de Dios: Mayo de l948. Desde esa fecha los judíos regresaron a Como el reino de Dios le será su tierra, y 19 años después restaurado a Israel (Hechos recuperan la capital Jerusalén. 1:6), debemos averiguar dónde se asentó el trono del reino israelita hasta los El Renacimiento del tiempos de Sedequías, su Estado de Israel El 12 de último rey, destituido en 586 Mayo de 1948: A.C. En primer lugar, la Biblia nos dice que desde Muy pocas personas Saúl hasta Sedequías, el comprenden la importancia trono se estableció en que tiene Israel en el Jerusalén. Por ejemplo, escenario mundial. Las David reinó 33 años en mayorías ignoran que la Jerusalén (1 Reyes 2:11). restauración del estado de Luego Salomón, su hijo, se Israel en 1948 tiene un sentó en su trono (el de propósito divino. Sí, millones David) en Jerusalén por 40 años, y luego murió ( 1 Reyes de personas desconocen que 11:42). Y así se sucedieron los esta es una generación única reyes judíos hasta Sedequías. que ha visto una revolución en la política, en la economía, De modo que Jerusalén fue la sede del trono del reino de y en las ciencias. Esta generación ha tenido el Dios. Recordemos que el reino israelita era el reino de privilegio de ver renacer el Dios (1 Crónicas 28:5), y este moderno estado judío tal como lo predijo Dios en reino de Dios “finalizó” con Sedequías en 586 A.C. Pero Deuteronomio 30:3-5. Este pasaje debe ser leído con Jesús habló de la restauración del reino de atención, pues habla del Dios en su persona (Hechos retorno final de los judíos de 1:3,6,7). Entonces, si el reino la diáspora mundial a su de Dios va a ser restaurado, tierra, Israel. En Ezequiel 11:17 leemos además: “Di, tiene que ser en el mismo lugar donde estuvo antes, es por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Yo os decir, en Jerusalén. recogeré de los pueblos, Efectivamente, Jesús afirma que Jerusalén en y os congregaré de las tierras en las cuales la ciudad del gran rey estáis esparcidos, y os (Ver Mateo 5:33-35). Pero daré la tierra de Israel”. para que Dios le restaure al En Lucas 21:24 Jesús predijo pueblo hebreo el reino de la dispersión mundial de los Dios, Jerusalén tiene que judíos (la cual ocurrió en el estar bajo el control judío. año 70 d.C), y la consecuente Pero por espacio de dos milenios Jerusalén estuvo en dominación de Jerusalén por las naciones gentiles hasta manos de los no judíos, en los tiempos postreros. tanto que el pueblo hebreo
Finalmente el pueblo judío recuperaría su capital, y recibiría a su Mesías esperado. Esta restauración del pueblo judío en su tierra ocurriría en la última generación de este mundo caótico (Mateo 24:34). El Rito de Iniciación Para Heredar el Reino: Para tener parte en el glorioso reino de Cristo como “reyes y sacerdotes”, hay que seguir algunos pasos de iniciación. Recordemos por un instante la entrevista privada que tuvieron Jesús y el fariseo Nicodemo, registrada en el evangelio de Juan: “Respondió Jesús (a Nicodemo) y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de AGUA y del ESPÍRITU, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es 6
nacido del Espíritu”. (3:3-8). Aquí encontramos la “fórmula” para poder ver y entrar en el Reino de Dios. Primero, usted tiene que “nacer de agua”. Agua es sinónimo de purificación y representa el bautismo por inmersión. En Hechos 2:38 Pedro les dice a sus paisanos judíos: “Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Nótese que después del bautismo se recibe el Espíritu de Dios. Los nuevos creyentes bautizados eran añadidos a la iglesia de Cristo (Hechos 2:41). La palabra del evangelio del reino convierte al pecador, y lo impele a tomar la decisión de bautizarse para recibir el perdón de sus pecados pasados, y tener el camino despejado para entrar en el reino venidero (Efesios 5:26). Aquel hombre nuevo “renacido” recibe el sellamiento del Espíritu Santo, a fin de dar frutos espirituales. ¡Vivirá para el Espíritu y no más para la carne! Pedro además añadirá: “Siendo renacidos no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. Pero recuerde bien, el bautismo viene como consecuencia de haber creído en el evangelio del reino de Dios y en el nombre de Jesucristo (Hechos 8:12). Además, tome nota sobre la importancia del bautismo en
el siguiente texto: “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias d la carne, sino como una aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo. (1 Pedro 3:21)”. Invitación del Señor Jesucristo: Dice Jesús: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.” “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad.” “He aquí que yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” “Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:7,12, 14,17). PARA MAYOR INFORMACIÓN DIRÍJASE A: Ing°. Mario A Olcese Sanguineti/ e-mail:
[email protected] [email protected]
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