La voz pasiva En latín, lo mismo que en español, las voces del verbo son dos: activa y pasiva. Para la formación de la voz pasiva, la lengua latina empleó dos sistemas diferentes: uno para los tiempos formados con el tema de presente, y otro para los que se forman a partir del tema de perfecto. 1. Tiempos del tema de presente. Para formar la voz pasiva de los tiempos del tema de presente, tanto para el indicativo como para el subjuntivo, se emplean desinencias personales de la voz pasiva; basta cambiar las desinencias de voz activa por las de la voz pasiva: 1ª Persona 2ª Persona 3ª Persona
Singular -or / -r -ris / -re -tur
Plural -mur -mini -ntur
2. Tiempos del tema de perfecto. Los tiempos que en voz activa se forman a partir del tema de perfecto forman la voz pasiva con el participio de perfecto del verbo que se conjuga y los tiempos del tema de presente del auxiliar sum. Paradigma MODO INDICATIVO Pretérito perfecto amat –us, -a, -um sum (yo fui o he sido amado) Pretérito pluscuamperfecto amat –us, -a, -um eran (yo había sido amado) Futuro perfecto amat –us, -a, -um ero (yo habré sido amado) MODO SUBJUNTIVO Pretérito perfecto amat –us, -a, -um sIm (yo haya sido amado) Pretérito pluscuamperfecto amat –us, -a, -um essem (yo hubiera o hubiese sido amado) Observaciones. Las reglas de concordancia son las mismas que rigen la del sustantivo y el adjetivo y la del verbo y el sujeto: una forma verbal como por ejemplo dictus est tendrá un sujeto masculino singular.
La oración pasiva
En la frase la niña ama a la reina (expresada en la voz activa) vemos un sujeto (la niña), un verbo transitivo (ama) y un complemento directo (a la reina). Esta misma idea puede ser expresada mediante la voz pasiva: la reina es amada por la niña. En esta segunda frase encontramos los siguientes elementos: un sujeto paciente (la reina), un sujeto agente, que realiza la acción (por la niña), y el verbo en voz pasiva (es amada). Puella
reginam
amat
(sujeto, nom.)
(compl. dir., acus.)
(verbo, activa)
La niña
a la reina
ama
A puella
regina
amatur
(suj. ag., abl.)
(suj. paciente, nom.)
(verbo, pasiva)
Por la niña
la reina
es amada
En latín, el sujeto paciente se pone en nominativo; el verbo, en pasiva, concierta con el sujeto paciente; el sujeto agente va en caso ablativo (con la preposición a o ab, si es una persona o cosa personificada; en ablativo sin preposición cuando se trata de un nombre de cosa) es el llamado ablativo agente: • •
Pater amatur a filio el padre es amado por el hijo Arbor movebatur vento el árbol era movido por el viento
El uso de una u otra voz depende de que nos fijemos más en el autor de la acción o en el que la sufre. Para expresar que el verbo no va referido a ningún sujeto determinado puede usarse la 3ª persona del singular, incluso con verbos intransitivos; en los tiempos pertenecientes al tema de perfecto, el participio de perfecto adopta la forma neutra. Esta construcción se denomina “pasiva impersonal”: • • •
Pugnatur se lucha Pugnatum est se luchó Tibi nocetur se te perjudica
Conversión de oraciones. Una oración de verbo transitivo consta en la voz activa de sujeto, verbo y complemento directo. Para convertirla en su correspondiciente oración pasiva hay que transformar: a. Su sujeto (en nominativo) en un sujeto agente, que debe ir en ablativo
(agente), determinado por las preposiciones a o ab, si es de persona. b. Su complemento directo (en acusativo) en un sujeto paciente, en nominativo. c. Su verbo (en voz activa) se pone en el mismo tiempo de la voz pasiva, concertando en número y persona con el sujeto paciente.
Puellae
magistram
Salutant
(sujeto, nom.)
(compl. dir., acus.)
(verbo, activa)
Las niñas
a la maestra
saludan
A puellis
magistra
Salutatur
(suj. ag., abl.)
(suj. paciente, nom.)
(verbo, pasiva)
Por las niñas
la maestra
es saludada
En las traducciones al español hay que invertir el orden: la maestra es saludada por las niñas.