LA SOCIEDAD UNA SELVA DE CEMENTO
En la actualidad de nuestra sociedad, se observan realidades que cada día son más despreciables e inadmisibles y suceden ante nosotros sin dejarnos algún tipo de huellas que despierte la esperanza de un cambio de actitud, es verdad que en toda época ha existido miserias y pobreza pero quizá nunca como ahora donde la indiferencia, el cinismo, la falta de educación y el individualismo que cada vez crece con la publicidad generando la necesidad del tener , en el sentido, los famosos bienes de consumo, los cuales empiezan a formar parte de la identidad del individuo, jugando un papel importante dentro de esta sociedad corrompida. ¿Por qué actuamos de manera inhumana? Dicho esto, es necesario conocer cómo nace la sociedad de acuerdo con lo que plantea Engels (1981) en su obra El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, Fue el uso de herramientas de trabajo uno de los elementos más influyentes para encontrar una relación entre el pensamiento y lenguaje articulado. Los hombres primitivos se vieron afectados de alguna manera en sus relaciones y fueron cambiando sus formas primitivas de comunicación gestuales a un lenguaje articulado. (Engels, 1981, p.3) Por otra parte, el desarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda mutua y de actividad conjunta, y al mostrar así las ventajas de ésta actividad conjunta para cada individuo, tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad. Ahora bien, en el presente somos una sociedad machista y racista, en donde el hecho de ser negro o ser mujer, ya es tener que enfrentar rechazo, discriminación y prejuicios que en realidad son tabúes que se han creado dentro de agrupaciones culturales y regiones geográficas donde se ubican los asentamientos humanos; los cuales contribuyen a ser de nuestra sociedad una selva de cemento. 1
Más aún, si se tiene en cuenta lo expuesto por Freud (1912-1913) en su obra “tótem y tabú”: Tabú se supone emanado de una especial fuerza mágica inherente a ciertos espíritus y personas y susceptible de transmitirse en todas direcciones por la mediación de objetos inanimados. Las personas y las cosas tabú pueden ser comparadas a objetos que han recibido una carga eléctrica; constituyen la sede de una terrible fuerza que se comunica por el contacto y cuya descarga trae consigo las más desastrosas consecuencias cuando el organismo que la provoca no es lo suficientemente fuerte para resistirla.(p. 9) De acuerdo con lo anterior, el tabú corresponde a una prohibición que se da por consensos sociales (superstición, pudor, intencionalidad política, educación, etc.) que son conocidas y se encuentran en toda la comunidad como ya se mencionó antes. Los tabúes dentro de la sociedad vienen desde tiempos remotos, no es de un presente, y es que nos encontramos llenos de prejuicios y supersticiones que no nos permiten avanzar como comunidad ya que somos una sociedad bipartidista, (bueno/malo, blanco/negro, hombre/mujer, si/no, etc.) pero nos olvidamos que todos somos iguales y lamentablemente se estereotipa, lo cual es visible en las peores condiciones laborales, y pocas posibilidades de empleo, dando como resultado una baja calidad de vida y viéndose vulneradas las necesidades básicas, aislándonos de esta manera que no solo sucede en la adultez sino que inicia desde la niñez como lo dice Platón (427 AC-347AC) , “El hombre embrutecido por la superstición es el más vil de los hombres”, por esa razón es que a través de estas creencias infundadas es cuando algunas personas con un nivel alto de superstición pueden llegar a ser capaces de actuar con una gran maldad, de forma despreciable y sin ningún tipo de escrúpulos. Amparándose, únicamente, en la superstición.
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Por otro lado la deshumanización constante de la sociedad y su evolución como método de vida está teniendo una increíble repercusión sobre las sociedades capitalistas que imperan el mundo, pues la ambición por el poder basado en la riqueza está destruyendo a las personas, además el libre mercado favorece a ciertos países, haciendo que los demás sigan su estela intentando orbitar a su alrededor, esto es pan nuestro de cada día pero trae consigo otros cambios implícitos que muchas mentes distraídas e indiferentes solo siguen engrosando el bolsillo de este sistema económico. Es importante mencionar que, cuando la revolución industrial surge en un período comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar, y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la historia de la humanidad, desde el neolítico, proporcionando de esta forma primeros brotes del actual capitalismo, debido a que empieza a predominar la burguesía y nace el proletariado. La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro donde ahora ya no competimos los unos a los otros, sino con máquinas como lo dice (Samuel Butler), “Las máquinas siendo por sí incapaces de lucha, han logrado que el hombre luche con ellas.” Se considera que el actual capitalismo y las lógicas hipermodernas del pensar-vivir centradas en el consumo y el goce, han volatizado la representación de la dignidad humana y del trabajo cooperativo (Legendre,2008) .Dicho de esta manera, el capitalismo es un sistema que busca la acumulación de bienes de parte de los privados, promueve negativamente al trabajador común, llevándolo y sumergiéndolo a la sociedad cerrada, que es la sociedad o sistema de hoy, en el cual hay una gran desigualdad social con profundos problemas económicos, en donde el pobre muere
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pobre trabajando para el rico, en tanto, el rico muere rico, acumulando dinero que pasará a sus hijos. Por tal razón se considera, lo que dice Karl Marx (2005), “Ya no trabajamos para nuestras auténticas necesidades, el capital, genera sus propias necesidades, que nosotros, de forma errónea, percibimos como propias” , lo triste de esto es que el presente sistema económico nos deshumaniza nos vuelve mercancía que ha de ponerse en venta para sobrevivir, cada persona vende su fuerza de trabajo al empresario siguiendo el juego de unos cuantos que tienden a psicopatizar a sus empleados; hay quienes no se adaptan y se deprimen, hay quienes son lúcidos y tienen valores e intentan sobrevivir sin perder su dignidad, hay quienes pierden completamente la dignidad, se psicopatizan y se convierten en personas antisociales. En efecto, se puede percibir como lo dice Rojas Rojas y Martínez Palacios (2016) en el texto Trascendencia del capital en la subjetivación laboral: dominación y supervivencia, Que en la sociedad actual la cohesión de los grupos humanos se ha ido perdiendo; hoy en día la solidaridad se fragiliza y los grandes relatos que unían a los colectivos se han ido diluyendo. El relato humano de la modernidad líquida de consumo individualizado se recrea en la imagen de un trabajador individualizado entrenado para buscar la salvación de sus dolencias (físicas y mentales) en los mercados de consumo y en una lucha sin cuartel para pertenecer a la sociedad de consumidores. (p. 128) Es decir, que vivimos en un mundo de poder y dominación diferente al de las épocas antiguas, los cuales se basaban en el castigo, la represión y el control directo sobre las acciones del individuo; hoy en día se tiene como objetivo convertir al individuo en consumidor, logrando que sea de forma “voluntaria” su participación para así eliminar cualquier forma de “sometimiento” directa al proceso de dominación.
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Pues, respondiendo a la pregunta ¿Por qué actuamos de manera inhumana? Procedemos de esta manera porque como se puede percibir a lo largo de este escrito los tabúes o prejuicios y el dichoso sistema económico capitalista, hacen que
cada día de nuestra existencia seamos
individualista y egoísta, donde solo importa el yo, mi bienestar y comodidad, sin importar pasar por encima del otro, oprimidos y sometidos tratando de encajar en los estándares que nos exige la sociedad para no ser tildados y rechazados. La competencia de sobrevivir en la miseria hace que como personas perdamos la dignidad, convirtiéndonos en mercancías al ¿quién da más? La falta de educación y la indiferencia que reina en el mundo se hace cada vez más grande con los medios de comunicación, el amarillismo es lo que vende volviéndonos fríos e inhumanos. Y es que como seres humanos hemos llegado tan lejos que es sorprendente al grado de deshumanización e insensibilidad al que se ha llegado, pues somos incapaces de darle la mano a otra persona que claramente necesita y pide a gritos que alguien lo ayude, esto lleva a pensar que la sociedad se alimenta del sufrimiento del otro para crear su propio sentido de supremacía. Por último, invitándoles a la autorreflexión, a re evaluar el orden de nuestras prioridades, a darle importancia a lo que lo tiene. No tratemos de complacer a esta sociedad, pues si vivimos para ella, ella nos devorará. Como diría la sabiduría popular “mal paga el diablo a quien bien le sirve”.
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REFERENCIAS
El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, Engels. (1981). Moscú: Editorial Progreso, Tomo 3, p. 3.
Tótem y tabú, Freud. (1912-1913). Roma: p. 9
Trascendencia del capital en la subjetivación laboral: dominación y supervivencia, Rojas Rojas y Martínez Palacios (2016). Cali, Colombia, Universidad de Valle, p.p 124.128.
Capital-Tomo 1. Marx (2005). Buenos aires, siglo XXI.
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