La nueva división económica
José Carlos RamÍrez
L a actual
estructura económica de Sonora tiene una corta pero intensa historia que contamos. Arranca en 1930 con el florecimiento de la gran agricultura de riego en los valles del Yaqui y Mayo, y termina con la aparición de nuevas formas de inversión industrial en la capital y la frontera norte de la entidad. Su convulsionado desarrollo ha dado cuenta desde entonces de un espectacular tidos: en prod y también en concentración Esto último viene a colación porque si bien Sonora se ha convertido en el productor primario de mayor rango exportador en el país, ello ha sido posible gracias a la im plemen tación de vastos programas de desarrollo nacional e internacional en una pequeña porción del territorio que comprende a los siete distri tos de riego y a las grandes minas de cobre (en Cananea y N acozari). Los elevados rendimientos obtenidos, por ejemplo, en el trigo, algodón y cebada son resultado de la alta tecnificación adquirida a lo largo de varios años en la investigación científica local (CIANO) e internacional (el proyecto de la "Revolución Verde") y a la irrestricta ex-
plotación de las cinco regiones hidrológicas del estado en favor' de la Costa.1 Al respecto, un estudio reciente de El Colegio de Sonora revela que el sector agrícola demanda el 96.1% de las extracciones no reutilizables de agua en toda la entidad, siendo las zonas de riego las beneficiarias absolutas de este recurso. Lo interesante del caso es que ese patrón conccntrador se reproduce a os los niveles, en especial al interior de las ramas productivas más importantes del estado. Como veremos a continuación, la estructura económica de Sonora está fuertemente determinada por la exis tencia de dos proyectos de desarrollo que, además de ser los centros aglutinadores de las principales actividades de la entidad, son excluyentes entre sí. El primero, que podemos llamar dé "economía primaria", está organizado en torno a grupos nacionales que controlan la mayoría de las fases de la producción agropecuaria y minera; y el segundo, o de "economía secundaria", se concentra en tres lineas de la rama 1 Ramírez,
- Revista de El Colegio de Sonora, No. 2, 1990
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José C.: en prensa.
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tividades han sufrido un agudo proceso de "corporativización" productiva. Concretamente, en el caso de la ganadería, la demanda norteamericána de cortes finos obligó de'sde ese año a los productores a integrar un vasto sistema de engorda de ganado bovino y porcino (apoyado en servicios de mejoramiento genético y de alimentación) que terminó por favorecer la formación de grupos económicos, unidos vertical y horizontalmente. De hecho, comoya ha sido documentado en la Historia General de Sonora,21a instalación de procesos productivos intensivos resultó ser un mecanismo muy eficaz para que organizaciones como Valmo, Bachoco, Torres y Mezoropudieran integrar bajo un mismo dueño todas las fases de la producción de artículos cárnicos, avícolas, lcteOSy derivada5.;¡ Esto explica porqué la .ganaderia se oonvirtió entre 1970 y 1990 en brama del sector primario que,junto a:m la avicultura, registró mayor crecimiento (5% anual). Asim:i::.-m.o en las minas, y en especial en las derobre, la reorganización mundial del mercado de los minerales industriales fa-roreció, después de la mexicanización de esta actividad en 1971, el control de los recursos en manos de 6 empresas propiedad de grupos nacionales (comoel de Larrea) y agentes oficiales (NAFINSA ó Comisión de Fomento Minero).4 Datos ofrecidos por Contreras y Ramírez5 indican que entre 1970 y 1980 estas seis empresas controlaron e198%de la inversión acumulada por el total de las unidades mineras (84), el 97% de la capacidad instalada y "la totalidad de la producción Varios autores:1985. Véase Vásquez Ruíz, Miguel Angel.: 1988 pp. 39-72. • Contreras, Osear y Ramírez, Miguel Angel.:1988. • !bid pp. 267,271.
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de cobre, así como el 80% del oro, plata, plomo y zinc que se producen en Sonora".6 De entre estas empresas, la de Cananea y Mexicana de Cobre resultaron ser las más importantes pues, gracias a sus transformaciones tecnológicas aplicadas al proceso de minado, fundición y refinación, han logrado mantener el 90% de la oferta nacional de cobre y el 84% de la capacidad instalada del país en ese producto. Estos niveles de concentración son igualmente exhibidos por las activida, que conforman el núcleo de la "economía secundariaó", aunque por ra70tleS totalmente distintas. A difere . las ramas agropecuaria y desarrollo de este tipo de depende básicamente de fa, están enraizados en el proceso contratación internacional decisiones internas. Su pr Sonora se explica por lo que H y Kaplinsky7 llaman la e . un nuevo modelo de inversión jera "vertical y desarticulado' fiere de las anteriores p , ductivas de las Empresas nales (E. T.). La principal de esta nueva forma de in que se basa en la segmenta, .. nacional del proceso produ .en la repetición por parte de las mismas fases productivas que la matriz, tal como era la situación regular de las subsidiarias al momento de manufacturar artículos para el mercado interno con patentes extranjeras antes de 1965.8 Fruto de esta división transfronteriza de tareas se instala en 1963 la
primera planta de productos electrónicos en el estado ya partir de entonces cerca de 145 maquiladoras, junto con la ensambladora Ford, controlan por completo las manufacturas secundarias de alta tecnología en Sonora. Ambos tipos de empresas aportan más del 50% del empleo manufacturero y un porcentaje algo superior en divisas estatales. "Sus (aproximadamente 350) millones de dólares no son ni siquiera superados por el comercio y los productos agropecuarios juntos, que eran los artículos tradicionalmente IÍderes del comercio exterior estatal. Y esto ha colocado como las industrias han crecido más alIado de la minela construcción. Cálculos proviestiman que su valor agregado 1987 osciló entre el 35 y 40% del Pffi industrial, lo cual habla de su Ím·onante tendencia si consideramos dos años atrás este porcentaj~ no rebasaba el 25 por ciento".9 Las razones que explican esta áa ya han sido tratadas con profundidad en otro trabajo,lO que nos limitaremos a señalar la gran concentración observada en la rama automotriz, electrónica y de manufacturas diversas en Sonora es producto de cuatro estrategias competitivas adoptadas recientemente por los E.T. en todo el mundo, y que son: a) la aplicación y control crecientes de la automatización flexible por parte de las compañías japonesas, estadounidenses, coreanas y europeas en los procesos de ensamble; b) la "corporativización" de las prácticas comerciales intra-firma vía la fusión de capitales de distinta nacionalidad; c) la creciente
• Idem p. 267. 7 HofTman y Kaplinsy R.: 1988. • A estas formas de participación de las E.T. estos autores las denominan inversión horizontal y por conglomerados. Ver HofTman y Kaplinsky: 1988 cap. 2.
• RaIJÚrez, José Carlos: 1988 p. 434. 10 Ramírez, José Carlos y Gonzálcz-Aréchiga, 1989.
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"cipación de los gobiernos centrales la exportación de segmentos produccontaminantes o que operan bajo tratos exclusivos (militares o de a"ación gubernamentales) en países es arrollados y; d) la propagación las técnicas de "Just in Time" (cen.zación de proveedores en particu) a todas las fases del proceso de trado internacional. Estas estrategias favorecido la localización de planensambladoras que son reproduc,ras de los mismos patrones monopó".cosde sus matrices, como es el caso Nogales donde 5 grandes subdivines controlan e142% de la población hajadora y el 35% de las divisas, o el Tijuaila, donde un estudio reveló e cuatro filiales de los Keiretsusjaeses explican por sí solas toda la tructura macroeconómica de la ,lEY De acuerdo con esta exposición tiene ningún sentido interpretar tos aislados sobre población econó".camente activa (PEA), producto ino bruto (PIB) u otra medida de escorte, sin hacer referencia a los dos ues. La estrecha conexión que e. ,te al interior de las actividades constivas de esos dos "tipos de economíasí como el papel predominante de gran agricultura y de las llamadas .ustrias de exportación, son aspectos udibles en cualquier análisis eco"co de la entidad. En particular, el ultimo punto es capital importancia para explicar tratificación que existe entre las ~~ económicas y que no es posible ar directamente en las cuentas es. Según las cifras del PIB, Sono e&un estado eminentemente
agropecuario ni mucho menos una entidad reconvertida por la Ford Motor eo. o las empresas maquiladoras. El significativo peso del sector terciario (53.6%) y la equilibrada participación de las ramas manufacturera y agropecuaria (11.7% en promedio) muestran que, al menos en los últimos cuatro años, Sonora tiene una 'eConomía "mo_ derna". La hinchazón del comercio y los servicios, junto con la declinación relativa de la agricultura en el PIB son, dentro de los estándares clasificatorios de las Naciones Unidas, resultados naturales de una sociedad post-industriaL di El problema de estas conclusiones apresuradas es que pierden de vista dos hechos de conjunto. El primero es que el proceso de concentración arriba descrito crea lazos invi <:cihlesa de
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expansión de los ser:-ricios y de la agroindustria ~ mpaD medida, fruto de la red de ~li:m~ montada por los empresarios de li!S valles alrededor de sus Uniones de\:;redito, allá por el segundo lustro de tos años cuarenta,12 y no un fenómeno independiente. El e~ jemplo de la industria de corte primario es quizá el más ilustrativo de todos, pues fue justo bajo el impulso de esas Uniones que alcanzó su primer gran crecimiento en el valor de la producción entre 1955 y 1970.13Durante ese inter12 Para un análisis más detallado del papel que jugaron las Uniones de Crédito de Sonora en el tinanciamiento de estas actividades, véase: Gm!ZiÚezSantos Armando: 1950. Este autor señala que-líaCÍa 1948 las tres uniones de Crédito más grandes de Sonora acapararon el 40% de todos los créditos agrícolas del estado. " En otra faceta de su actividad, las Uniones de Cré· dito crearon la mayoría de las empresas agroindus. triales instaladas durante el período de Luis Encinas (1961.1967) como un medio para abaratar los insumos industriales que ellos mismos consumían en la agricultura. Cfr. Sonora, Gobiemo del Estado, 1967.
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valo los insumos provenientes de la agricultura de riego y de la ganadería de raza fina cubrieron aproximadamente la mi tad del valor bruto generado por ella. 14 El dominio económico que desde entonces han ejercido los grandes agricultores y ganaderos ha incluido, además del control financiero y productivo, los más variados mecanismos de transferencia de valor. Al traslado de fuerza de trabajo barata proveniente de los poblados aledaños, se le suman hechos como el suministro de ganado criollo de la sierra a los centros de engorda de los valles o la venta de forrajes a bajo precio, que aseguran ritmos de producción crecientes en la ganadería estatal. 15 Asimismo destaca la enorme cantidad de trabajadores golondrinos que recorren de sur a norte las cosechas de hortalizas y cereales y,que, a pesar e es un hecho decisivo en la exde la agricultura de riego, no registrado en las cifras oficia, que si los datos sobre ga'cultura, manufacturas mmercio exhiben variaen el PIB no es sólo din~mica interna sino, tramazón urdida por - entre las regiones mitantes. La portancia pe-
nas (lo cual la distingue del cuadro clásico en el cual la industria subordina a la agricultura) es una muestra clara de lo falaces que pueden resultar las divisiones sectoriales. El segundo hecho que aparece oscurecido por la forma en que están dispuestas las cifras del PIB es el relacionado con el renglón de las "otras industrias de transformación". Los datos sobre este punto son de particular interés pues representan, en buen'a medida,' lo que las cuentas oficiales recogen del volumen producido por las plantas ensambladoras (eléctrica -electrónica y de autopartes en especi~l). La IME y la Ford generan aproximadamente el 1.5% del PIB total o, lo que es lo mismo, 1633 millones de pesos tasados a precios de 1980. Si convertimos esta can ti dad a dólares constantes tendríamos que, entre 1985 y 1989, las industrias de exportación reportaron cerca de 60 millones de dólares en divisas, lo cual significa un ingreso muy inferior a los 100 millones de dolares que sólo la IME gasta durante 1988 en sueldos y salarios. 16 Esta subestimación, sin embargo, no es tan importante como la de orden conceptual. Ya diversos estudios han señalado que "a nivel de cuatro dígitos de la clasificación mexicana de actividad productiva, no hay nada en Sonora que se le compare (a la IME) en generación de empleos y divisas"1? o que gracias a la instalación de las maquioras y de la Ford, el estado ha cam-ado su tradicional esquema de "dis.. -ón espacial dominado por la in- de bienes de consumo no dura'palmente agroindustria) a
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donde participa significativamenla industria de bienes de consumo dero".18 En otras palabras, existe ciente evidencia para demostrar el 1.5% del Pffi aportado por las vas industrias no es, ni remotante, un reflejo del verdadero peso la !ME Y la Ford en la economía de entidad. En consecuencia, las hipótesis e'micas sobre el período comprenentre 1930 y 1990 para Sonora, n apuntar, indefectiblemente, a contenido histórico a esta doble de poder tejida en tomo a lo agro'0 y lo neoindustrial. Ninguna 'cación sobre el desarrollo econóde la entidad debe soslayar las nes por las cuales "los propietarios 'colas) representan aproximadate el 45% del total de usuarios (y) an ms del 75% de la tierra y el por ciento de la maquinaria (o por') tienen intereses económicos co'ales bancarios e industriales te diversificados) e invierten es ínmuebles, hoteles, camiones aalquier otro negocio que tenga 'va de éxito. 19Tampoco puede que al margen de este mundo , .co de intereses nacionales eotro gobemado por industrias lia nuevas formas de inversión ~era, que nada tiene que ver con , el ganado y las empresas antiguos capitales nativos. En debe olvidarse que la actual económica de Soñora es disque prevaleció antes de 1967. última aclaración también al análisis demo"gráfico, claro que la existencia de estas , "ha favorecido no sólo
la concentración de la población en los lugares tradicionales de la costa (Hermosillo, Cd. Obregón, Guaymas, Navojoa, Caborca, Puerto Peñasco y S. L. Río Colorado) y la Sierra (Cananea y Nacozari) sino también en aquellas localidades que son asiento de la maquiladora (Nogales y Agua Prieta). En un estudio ya citado se encontró que estas 11 localidades albergaron en 1988 al 55% de los habitantes de Sonora, no obstante representan el 0.015% del total de poblados, siendo los de la costa (con excepción de Peñasco y S. L. Río Colorado) y los de la Frontera los de mayor din~mismo.20 Sobre ellas ha recaído la responsabilidad del crecimiento demogrMico que se observa en Sonora desde 1940 y que se expresa actualmente en la conformación de tres grandes áreas de influencia poblacional, a saber: Hermosillo, ot.q;oo, y Nogales.21 Entre 1940 Y 1960 la población del estado registró las tasas más altas de los últimos 100 años, debido a una elevada natalidad del orden de 50 por mil y a una drástica caída de la tasa bruta de mortalidad del 50% respecto al decenio 1940-1950. Esto, como lo explicaremos en las páginas siguientes, fue resultado del traslado de hombres y mujeres jóvenes de la sierra a los valles que siguieron conservando pautas reproductivas tradicionales en un medio urbano y con mayores esperanzas de vida. La fuerza de esa migración hizo posible que entre 1960 y 1970 el maRamfrez, José Carlos op. cit. p. 13. !bid. p. 63. Estas tres áreas de influencia tienen su radio de acción bien delimitado. Hermosillo, porejemplo, lo ejerce sobre todo hacia Guaymas y Empalme, 0-
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Agua Prieta, Cananea y Caborca. Para mayores detalles acerca de este punto, consúltense las páginas 6265 de esta obra breg6n sobre Navojoa y Huatabampo y Nogales sobre
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crecimiento demográfico se diera . can la historia económica de Sonora s zonas urbanas de la costa. Las bajo la era del capital. -as posteriores registradas en la tasa natalidad (a 33.5 por mil en1980) se Primera hipótesis: Entre 1930 y 1955, explican, asimismo, por la adopción de múltiples factores hicieron pósible el conductas más urbanas, asociadas a desplazamiento del' centro de la acumulación de la minería de cobre a la mejoras en los niveles de alfabetización, asistencia médica y empleo feme- gran agricultura. nino en las 11 ciudades arriba mencioadas. Este período ilustra sobre la imLo importante de todo esto es que portancia decisiva que tuvo la consimpresionantes tasas de crecimien- trucción del Estado Moderno en la con-on en sí un fenómeno social de gran solidac~Qn del capital agrario. La envergadura que, de entrada, nos dice presenciá del llamado "grupo Sonora" ucho de la fuerza dinámica del capi- en la presidencia de la República y los tal. Saber que la población se duplicó estrechos vínculos que éste mantenía progresivamente en un período menor con los gobernadores de la entidad, fade 49.5 años en 1940 a 22.4 años en cilitaron en una forma por demás trans1980) es una evidencia clara de que fue parente la implantación del proyecto ólo con la aparición del capital, que la agrícola nacional. Desde el inicio de la administraeconomía y la demografía pudieron ser integradas en un espacio común ción de Rodolfo Elías Calles (1931) mos cada vez más ... crecientes, de hasta la terminación del período de a los movimientos experimen- Abelardo Rodríguez (1942-1948) ocur la gran agricultura y, últi- rrieron infinidad de ajustes sociales y por la industria de exporta- políticos, que acabaron por alterar la marcha normal de la economía y, en ay que hacer una aclaraespecial, de la demografía. Por eso es 'al no le interesó reproducir 'ón en abstracto sino como que el examen de este período nos debajo. Y en eso radicó su muestra que la creación de las condi- ~ea en estos 60 años: ciones generales de la acumulación no erza de trabajo, depen- son de ninguna manera un asunto téc.o. a las poblaciones en nico sino más bien resultado de inuciando a su paso a merables hechos históricos, muchas dien tes a tra- veces inconexos, que en el caso de Soamilia nu- nora adquirieron gran densidad. A. Caracterización del periodo La principal característica de este - -erín es que se trata de un período de . 'ón, esto es, repitámoslo, de un -- de cambio de formas producti'" con el sector minero-pe- . .ador a otras asociadas ...• "ación agropecuaria. Y
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decimos transición porque fue sólo hasta muy entrada la década de los años cuarenta que la agricultura de los valles sentó sus reales sobre el sistema económico estatal. Antes de la Segunda GuerraMundial, este dominio era aparente ya que no obstante la tendencia creciente observada en la agricultura, el cultivo principal, que era el maíz, estaba alo.ado en zonas temporales generalmente pobres, diseminadas por la sierra, en os mismos valles y en otras áreas del ~ur del estado. Por otra parte, las ha.en das garbanceras o trigueras orientadas hacia la exportación sólo alcanzaban volúmenes importantes -mayores que el maíz en ciertos años- en las , reas "liberadas" de la región del Mayo las concesionadas a la Richardson en Yaqui. No fue sino hasta los años enta cuando la tendencia se invir- " al extremo de convertir la agriculen un negocio eminentemente prido y orientado a la exportación. Así que considerar a los años de 30 y 1955 como los puntos de partida cierre de este proceso no es fortuito, que entre ellos se cristalizan dos menfos cruciales de la historia ecomica contemporánea de Sonora, a r: a) la culminación de las prácticas - eras, agrícolas y ganaderas asoas a un patrón disperso de acumu.ón, en el cual la explotación de cooro, plata y garbanzo, trigo, arroz ado vacuno realizadas en las déanteriores, no promovieron una encia general de desarrollo en la .dad de la región, sino más bien en - aisladas, que no pasaban de unos .os lugares en 8 municipios de a importancia;23 y b) el fin de la
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ano:1968). La caída de este patrón, que se ;.oen la vorági ne de la re.:omposición nacional ,,~ 1929-1933, ocasionó la aparición de los
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primera etapa de la expansión agrícola de los valles, que se caracterizó por la creación de cinco presas (1942-1955) que ampliaron en 330,000 hectáreas la superficie beneficiada. Estos hechos reflejaron en la práctica un mayor dominio de la explotación de la tecnología agrícola por parte de los grandes agricultores, así como una mayor concentración de tierras de labor en manos de un número reducido de terratenientes: para 1950 el 0.5% de los propietarios concentrabael.55% de las tierras de labor. Sin embargo, este período no siempre vió florecer a la gran agricultura. Existió un mundo de conflictos políticos nacionales e internacionales que se opuso al desarrollo tranquilo de una agricultura de exportación. Es por ello que no..."Otroshemos considerado que esta fase debe ser estudiada ron mayor énfasis bajo la óptica de las crisis y los ciclos recién apuesta. puesto que en más de una ~ se dio marcha atrás a la viabilidad del proyecto modernizador de los -&nners" (como sucedió en el caso de la oolectivización de 1937 en el valle del Yaqui y en el boicot norteamericano a las exportaciones mexicanas entre 1939 v 1941). grandes flujos migratorio s de la zona serrana a los valles impulsados, ya sea compulsivamente, por el cierre parcial de los pequeños y grandes fondos mineros, ya sea, "discrecionalmente" por la promoción que llevaban a cabo las mismas compañías norteamericanas, en Cananea y Nacozari, al dotar de los elementos necesarios (pago de pasaje e indemnización condicionada o emigrar a los valles) a los trabajadores que los empresarios no podían retener, incluso ni con menores sueldos como era práctica regular. Lo que parece una hipótesis convincente es que este traslado fue en un inicio algo tímido y concentrado en las edades jóvenes, que se acentuó más tarde con la migración de familias -lo que a su vez alteró toda la dinámica demográficahacia los pueblos de los valles a principios de los cuarentas (esto concuerda con la observación de Cabrera: 1970, acerca de la migración de edades jóvenes en la década de 1930-1950).
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B. La historia por partes 1. La crisis minera y el plan alternativo 1930-1936 Si consideramos que para 1930 y todavía durante 1940-1950 el sector ágrícola absorbía alrededor del 5-5%de la PEA del estado, contra un 3.6% de la ganadería y un 5% de la minería, y que además rebasaba ligeramente el valor de la producción de ámbas (aunque no muy claro en el caso de la ganadería), entonces por qué hablamos de la crisis minera si la "principal" actividad -la agricultura- sólo fue lesionada parcialmente en ciertos productos exportal?les? La respuesta no es del todo fácil. aunque creemos que la más convincente tiene una doble cara La primer,a nos dice que la inmensa mayoría de los cultivos practicados en los bajos valles -garbanzo, trigo, tabaco, caña de azúcar, etc. -eran en sí inestables y que nunca habían logrado mantener una tasa creciente de acumulación que permitiera a los agricultores imponer su rango e influencia a otras actividades (como requerir más servicios, comercios, etc.). La segunda;en cambio, nos aclara que el sector minero pecuario exportador se caracterizó por poseer una producción altamente comercializable y relativamente integrada a un avanzado aparato de servicios financieros y comerciales. Nos dice, en definitiva porqué tras la baja del precio internacional del cobre y del ganado entre 1930 y 1932 se vinieron abajo también el comercio y los servicios de los centros de acopio en los fundos mineros y ganaderos. Por ello, cuando sostenemos que hubo una crísis minero-pecuaria es porque hacemos mención a la ruptura
global de la acumulación en el centro dominante, el que articulaba todas las demás actividades mercantilizadas; hablamos de la debacle de un sistema cuya caída tendió a afectar desde los ingresos fiscales (que en términos reales decrecieron en el lapso de 10 años) hasta la liquidez del orden bancario y comercial de todo el estado (representado en la quiebra del Banco de Sonora). Ahora bien, no hay que pensar que la minería se vino abajo totalmente o que el Estado no ofreció medidas compensatorias para paliar la crisis; eso sería un grueso error. La presencia del gobierno fue determinante en varios sentidos: en apoyos fiscales y suh:sidios que compensaron los niveles de utilidad de las empresas mineras, en especial de la Cananea Consolidated Copper Co. (4C) y la Tigre Minning. Igualmente, ofreció ventajª-s para los despedidos y repatriados de E.U.,-al dotarlos de tierras de colonización; mantuvo constante atención sobre los brotes de enfermedad que por ese entonces azotaban a ciudades como Cananea (la meningitis de 1930), etc. Sin embargo, esto no fue suficiente. La quiebra de bancos, la caída del comercio, exacerbada por la expulsiónde los chinos y otros factores internacionales (comoel cierre de la frontera que obstaculizaba la exportación -de ganado y productos minerales a Estados Unidos) impidieron que los esfuerzos del gobierno hicieran renacer dé' nueva cuenta el anterior poder de la minería. El Estado se encontraba casi inhabilitado para hacerle frente a la constante baja en el precio del cobre y del ganado, así como a la tarifa arancelaria Hawley-Smooth, que para 1932 habían prácticamente detenido la pro60
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:cción de los centros mineros ms imteso Sus abundantes decretos tinados a compensar en parte el - o a los propietarios y trabajadores las minas no pasaron más allá de pIes paliativos ya que, a pesar de e ofrecieron condiciones ventajosas a las empresas, éstas no pudieron titar la quiebra (tal fue el caso de la ··'octezuma Copper Company, que ce, en septiembre de 1931). Ante esta tuación, los gobiernos del maximato vieron que buscar una salida al tertiva viable para sacar a -la entidad 1bache y sobre todo para reorganizar economía interna: en esos momentos olvieron los ojos a l~ agricultura de ego. En efecto, desde los primeros inrmes de las· adminIstraciones de cisco S. Elias y Rodolfo Elias Caes (1931-1933) se planteaba el desallo de la gran agricultura como estegia clave para salir de la crisis. mencionadas políticas de neo-co'zación en la región del Altar-Piti'to y Caborca con los repatriados y . eros despedidos, sóolo era parte de amplio programa de re orientación recursos a los valles irrigados. Las minentes familias de Etchojoa, Na'oa y Obregón (además de las prove.entes de Alamos) habían estado prenando fuerte, a través de sus recién adas asociaciones de productores I colas, para tomar la dirección del ,yecto agrario, Los agricultores del yo contaban con una reserva de rza de trabajo importante -los ma- 1~berados- pero les fal taba liq uidez; - del yaqui resentían la ausencia de
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La proliferación en este período - bancos de crédito y avío y lafuer-gración que se empezaba a desta61
car desde los centros afectados por la crisis, colmaron en buena medida estas necesidades. Si a esto agregamos la formación de una sólida estructurajurídica y política (mediatización del movimiento campesino, etc.) y una red de alianzas económicas que involucraban a toda la burocracia, podemos afirmar que éste fue el primer período de dominación de la élite agraria .. - En este sentido, la recuperación ligera experimentada por la minería y la agricultura entre 1934 y 1937, oca·sionada en parte por el repunte de los niveles de producción norteamericana, tuvo un significado distinto al de otras épocas: mientras que los efectos de la minería resultaron cada vez más tenues, los de la agricultura tendieron a ser más globalizantt>c ~ m.,;~ pues para 1937 és" por síSolaUn.s{iHao~~ft'II~ae as r::¡miento queabarcaba a casi todo -e campe~o (~de los cainpesinos no tenían tierrap.ra estas fechas). 2. l:n j~-lacolectivización de los ejidos delYaquUI937-1941) y el inicio de una ~~e~¿a dificil Sin emDargO. no·tOdo fue crecer y reproducÍThe. El proceso de concentración de recursos humanos y materiales que se había localizado en los valles no quedó sin una respuesta enérgica por parte de la inmensa masa caro pesina desposeída. Mediante las presiones ejercidas por parte de la CTM y en concórdancia con el proyecto cardenistcí,"' los campesinos lograron rescatar una parte sensible de las grandes propiedades del Yaquí como resultado de su larga lucha apenas coronada con la dotación de 1937: en esta fecha, 17,000 hectáreas de riego y 26,000 de tem poral se convirtieron en ejidos de propiedad colectiva.
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Esta medida política alteró significativamente la asignación y distribución de recursos. Para ilustrar un poco lo que representó esta colectivización basta ver dos órdenes de cifras: de las 44,638 hectáreas cultivables existentes antes de la medida, 28,000 pertenecían a sólo 85 miembros y las restantes estaban distribuídas en propiedades ~de150 hectáreas o un poco menos; después de la colectivización, 17,000 hectáreas de riego pertenecían a 2,160 campesinos que antes carecían de tierra y las 28,000 restantes se dividieron entre 840 miembros. De esta forma, las tierras laboradas por ejidatarios pasaron a representar del 13% al 40% de todas las tierras cultivadas en el estado en 1940;hecho importante que les permitió obtener mejores niveles de bienestar y sobre todo proliferar a través de pequeños asentamien humanos. La lucha desatada posteriormente tanto en el seno del poder comodentro de las relaciones productivas mostraron que .los grandes propietario buscaron por todos los medios resarcirse del golpe que no sóloles mermó el acceso a la tierra y el agua, sino a las líneas de crédito que suponía detentar la tierra. Si a esto agregamos que en esos años se agolpó con toda su fuerza el boicot norteamericano y apenas hacía pocoque se había suspendido el envío de chícharo a la España de Franco, los grandes capitalistas agrarios enfrentaron una baja sensible de sus ganancias y niveles de inversión. 3. Marcha atrás de nueva cuenta: la contrarreforma agraria (1942-1955) Si bien la reforma agraria cardenista constituyó un episodio radical en la historia de Sonora, sus alcances fueron en parte minados por dos hechos:
1)la "reindividualización" de casi todos los ejidos comunales, producto de una serie de tensiones y decretos impuestos por los gobiemos posteriores a Cárdenas y, 2) las grandes inversiones del gobierno en obras de infraestructura que favorecieron en su mayoría a los grandes agricultores. En uno y otro caso, el resultado redundó en una disminución del 40% al 17% de las tierras ejidales en el total dela entidad duran te la década de 1940-1950. De esta manera, la proporción de tierras de labor y de riego, mantenidas por los ejidos colectivos y los propietarios de má de 5 hectáreas, se modificó en una relación de tres a uno favorable a los segundos en 1960, cuando 20 años antes la paridad era de uno a uno. La apertura de los grandes distritos de riego hizo posible que este proceso de concentración privilegiara el desarrollo de la gran agricultura de riego (de las 552,296 hectáreas en 1960, 389,045 pertenecían a los propietarios y 150,567 a los ejidatarios). La "reindividualización" afectó sensiblemente la correlación de fuerzas entre los grupos componentes, además de haber puesto en desventaja a los campesinos miembros de la comuna frente a las grandes uniones de crédi to, que estaban concentradas en manos de los grandes agricultores. Igualmente la expansión de las obras hidráulicas y de infraestructura vial, llevadas a cabo por el gobierno de Camacho y Alemán, aumentaron la frontera agrícola, no de los ejidatarios sino de los grandes agricultores yempresarios urbanos; todo lo cual hizo inamovible la diversificación de la propiedad comunal. Esta forma material de dominio escondió tras de sí no sólo el usufructo 62
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os servicios de reparación, asistentécnica, etc., sino también la direc, del proyecto político. Esto se vió durante el período de la Segunda rra Mundial así comoen el caso de ergencia de la fiebre aftosa en 1947. el primero, Abelardo Rodríguez ca. ó la mayoría de los fondos inter.onales que Estados Unidos había ncedido a México a la producción de cultivos (algodón y arroz) demandos por aquel país, los cuales obviaente eran producidos por los grandes lropietarios asociados en uniones de ,dito. En el segundo caso, el mismo Rodríguez y A. Obregón Jr. dirigieron los préstamos concedidos por el •alley Bank de Arizona y la Nacional inanciera, a la creación de frigoríficas _ de grandes hatos de reses finas que convirtieron a Sonora, en un período e 5 años, en el segundo productor de anado de alto registro del país. En una palabra, los propietarios agrícolas de esta poca lograron desarrollar el papel asignado por Camacho, Alemán y Ruíz Cortinez a Sonora, esto es: convertirlo en un baluarte de la producción cerealera y forrajera nece-aria para la industrialización nacio" nal. Los resul tados derivados del cumplimiento de ese papel muestran un cuadro más o menos definido hacia la mitad de los cincuenta. Por un lado, se desarrolló un gran centro de acumulación agraria distribuido en siete distritos de riego (Costa de Hennosillo, las Coloni.as Yaquis, Caborca, Valle del ..layo y Yaqui, Valle de Guaymas y más recientemente el de San Luis Río olorado) compuestos en su gran ma_oría por propietarios privados no ejidales, que concentraban alrededor de 500 hectáreas en promedio, y por un 63
grupo de ejidatarios venidos a menos, que sólo en el Valle del Yaquí mantenían una eficiencia comparable a los grandes propietarios. Por otro lado, se alglomeró en torno a estos distritos un denso grupo de trabajadores provenientes de la sierra, Sinaloa, Nayarit y del sur de la República, los cuales se repartieron a lo largo de una infinidad de actividades ligadas con la expansión de la frontera agrícola, abarcando desde los servicios de reparación, construcción de ferrocarriles, carreteras, etc. hasta las labores de siembra, cosecha y pastoreo. En este sentido la importancia del sector agropecuario como empleador de fuerza de trabajo no sólo radicó en su contribución directa a la dotación de empleos (54.4% en 1950) sino también romopro,~oor~~~~de~s aprovechados por la .rama de serricios y mine En la cantida la agricul sorbió duran más impa< tales recursos . rada concen zona costera frente a la depauperada sierra que, alejada de los avances del capitalismo agrario, siguió practicando la ganadería de ti po extensiva y una agricultura de temporal (siempre de autosubsistencia).25 2. Entre 1926 y 1949 se invirtieron más de 101.4 millones de pesos en fondos públicos para aumentar la su perficie cultivable en Sonora, y entre 1947-1958 unos 950 millones de pesos se destinaron en Sonora a construir pozos y canales, lo que representaba una cuarta parte de todo el presupuesto federal para riego en aquel periodo: (Hewitt: 131). •• Esta gran diferenciación geográfico-económica sierra-casta- no fue alterada por la otra zona fronteriza debido a que sus actividades estaban orientadas hacia los Estados Unidos y muy marginalmente servían de impulso a la econoIlÚa de la sierra.
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2a. Hipótesis: Durante los años comprendidos entre 1955 y 1970 los grandes capitales agrarios expandieron su influencia hacia las zonas urbanas industriales como respuesta a la baja en el precio del algodón y a la disminución de la frontera agrícola irrigada. Esta ampliación alteró en forma significativa los esquemasdemogr{zcos de urbanización y en general de la estructura laboral.
levar los niveles de productividad sino, ante todo, el mecanismo que hizo posible el surgimiento de una agricultura de corte más intensivo e industrial. Las 4.6 toneladas de trigo obtenidas en promedio por hectárea fueron, además de un atenuante a la tendencia depresiva en los precios internacionales y oficiales (como en 1965), la vía más adecuada para integrar la agricultura y la industria bajo la férula de los grandes propietarios durante el gobierno de Luis Encinas (1961-1967). Así podemos ver que en este período la industria de productos químicos, alimentos y textiles, creció en una proporción notable, al igual que el gran comercio y los senricios;26 es decir, se expandió aquel tipo de industria y servicios ligada a las exigencias del nuevo crecimiento agrícola. Por estas razones, la aparente división urbano-rural, tan pronunciada en estos años, no significó en ningún momento la pérdida de control de la élite agraria sobre el conjunto de la economía. Significó, en cambio, repitámoslo, una prolongación de su influencia y de su auge en la economía, pues está claro que los nuevos
Como ya vimos, durante la década que va de 1945 a 1955 el éstado federal montó en Sonora una amplio programa crediticio destinado a elevar los niveles de producción de cereales y forrajes en los valles irrigados. La estrategia del gobierno giraba en torno a la extensión de la frontera agrícola y al suministro de grandes flujos de capital en cuatro cultivos principales: arroz, linaza, trigo y algodón. Sin embargo, al momento de suspenderse las grandes obras de consrucciones hidráulicas hacia 1956 y 1957, los grandes empresarios se encontraron con que los altos costos de los insumos importados no podían seguir siendo com pensados, como en otros dueños de olos años, con la alternancia de cuatro cul- I, personales de servicios la inversiónfinancieros, mixta, eran las viej as familias propietarias de tivos de temporada, lo que provocó que los distritos de riego. tras la caída estrepitosa del algodón entre 1959 y 1961, buscaran nuevas 3a. Hipótesis: Hacia finales de los años formas de valorización que los protesesenta surge en Sonora un nuevo tipo gieran de los vaivenes agrícolas. Dos de estas formas fueron sin duda la a- de industrialización asociado a formas de inversión extranjera, desconocidas dopción del nuevo paquete tecnológico consistente en la siembra de semillas de trigo mejorado, y la creación, por ,. La participación de la industria dentro del producto estatal creció del 11.3% en 1960 al 17.3% en 1970, desparte las uniones de crédito, de más tacando dos ramas de las manufacturas (textiles y industrias y centros de servicio que sualimentos) que casi absorbieron el 60% del valor bru ministraran los insumos requeridos generado en los dos quinquenios del periodo. La PE..:, industrial ascendió el17 .6% en 1970, mientras que lo" por la llamada revolución verde. servicios lo hacían al 38.6% en ese mismo año, con En este sentido, la revolución verun descenso del 54.4% en 1965 al 38.5% en 1970 o de no sólo fue un medio técnico para e- vado en el sector agropecuario. 64
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derando la original división entre "economía primaria y secundaria". Al p~cipiodijimos que esta división está regida por dos ramas productivas nucleares (la agropecuaria y las industrias de exportación) y dimos algunos datos generales para sustentar sus diferentes lógicas. Pero lo que no vimos a fondo fue su desarrollo actual ni, mucho menos, su información desagregada. Así que para compensar estas deficiencias haremos a continuación una breve exposición por separado de estas economías.
el pasado. Su marcada independen. de la agricultura crea, por derecJw Ipio, un ambito de relaciones econóicas en la frontera norte distintas a que se observan en la costa y la sie-
A. El Contexto General Conforme la tradicional economía ,industrial de los Valles siguió ex'entando progresos en sus nuevos tivos (comolas oleaginosas en los asesenta) y dificultades en su exión territorial (con la colectiviza'ón de los ejidos del Yaqui en 1976), nuevo fenómeno económicoempezó estarse en la Frontera Norte entre 63 y 1967. Por primera vez en la his¡riaeconómica de Sonora la aparición una actividad industrial (la IME) , un segundo frente de acum ulación ependiente de los movimientos cí. os experimentados por los Valles, ntrando a Sonora a una nueva era relaciones sociales. Con la expansión de las maquilaas a partir de 1967, se inició en la .dad un proceso de autonomización a industria en relación a la agricul. Se desarrollaron nuevas áreas la electrónica y las manufacturas 'ersas, cuyofuncionamiento depende tamente de la competencia inter'onal; es decir, de las pautas tecno'cas y comerciales impuestas por. compañías norteamericanas, japos y coreanas que operan en México. Ahora bien, para tener una idea - acabada del peso que estas indus- han adquirido desde entonces en .vidad económica global del esta-nbre todo a partir de la instalación Ford en Hermosillo en 1984), remos la discusión que desarroal inicio de este capítulo consi-
B. La nueva división económica en los años ochenta B.1. La economía primaria Enloq maria, ha~ dería y la agricultura resultaron ser las ramas que más crecieron durante los años ochen~ debido a que sus tasas de produa::iónse expandieron a ritmos cercanos al5c.l anual. Gracias a ellas el sector primario logró mantener constante su participación entre 1980 y 1987 (13% aprox.) y mejorar significativamente sus prácticas tecnológicas y organizacionales. Pero, a pesar del cuadro bonancible presentado por estas ramas, la agricultura siguió siendo la actividad principal al contribuir con el 70%del valor agregado por el subsector agropecuario y con algo más del 50% del PIB primario. La principal característica de la agricultura es que cerca del 97% de su valor producido se desarrolla en una superficie de 663,268 hectáreas, de las cuales casi todas son de riego (97%), distribuidas principalmente a lo largo de seis distritos de riego de la costa. Los distritos mayores son el 41 y 38 65
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(Yaqui y MayO)y OCUpanel 72.87% de la superficie total irrigada. En cuanto a la estructura del suelo agríool~ ésta ha mostrado poca variación. Durante los ultimos 15años. 6 cultivós han ocupado las 4/5 partes de la superficie total sembrada; a saber (en orden de importancia) trigo. algodón y soy~ sorgo. cártamo y alfalfa. Para mayor precisión estos cultivos ocupaban en 1970 el 81.2% de la superficie irrigada y 15 años después el 83%. Otro cultivo que ha empezado a ganar importancia, a raíz de las pérdidas registradas por el algodón, es la vid; tan sólo en Caborca y la Costa de Hermosillo, la superficie dedicada a su siembra pasó de 1000 hectáreas en 1970 a 24,869 hectáreas en 1984-1985. Una característica distintiva de este proceso agrícola lo ha constituido la "pecuarización" de los cultivos (yaquí entramos a analizar la ganadería). En particular el cultivo de la alfalfa ha sido impulsado a tal extremo por la creciente demanda de alimentos para animales estabulados que su superficie casi se sextuplicó en ese intervalo (de 12,000 hectáreas a 69,463 hectáreas en 1984). Otros indicadores importantes de esta "pecuarización" lo representan la extensión dedicada a pastizales, que pasó de 9.8 millones de hectáreas en 1960 a 15.2millones en 1980, y la proliferación de las praderas artificiales. De 30,000 hectáreas sembradas con zacate buffel, raigras, maravilla y otros en 1970 (en la región del centro y sur del estado), los terrenos beneficiados con este tipo de pastizales aumentarn aproximadamente a 250,000 hectáreas en 1985. Una cifra que podría aún ser mayor si se toma en cuenta las tierras en poder de las empresas engordadoras destinadas a producir granos y otros productos agrícolas.
Paralelo a esto "ganaderización" de los cultivos. el número de cabezas se ha incrementado notablemente desde 1970. Pero a diferencia de otros años. el crecimiento no se ha concentrado sólo en los bovinos sino que. gracias a la creciente demanda de los mercados japonés y europeo, los porcinos han aumentado su población a un ritmo del 500% en 10 años. De hecho esta rama de la ganadería ha aportado desde entonces Gunto con la avicultura) cerca del 60% del valor de la producción pecuaria del estado. Estas diferencias al interior de la ganadería son, como ya vimos, sólo de carácter formal. El alto nivel de integración logrado por los grupos económicoS locales en los últimos veinte años ha permitido concentrar en tres empresas el proceso productivo de varias clases de ganado así como las dos terceras partes de la superficie de pastizales. Las industrias que están ligadas a este núcleo agropecuario (y que son básicamente las de bienes de consumo duradero) disminuyeron su participación en la demanda de empleos manufactureros a raiz del crecimiento experimentado por las industrias de bienes de capital: de 55% en 1975 a 39% en 1985. Esto provocó que su tamaño de planta registrara una baja en ese intervalo (de 20 a 18.8 por planta). Así que si las industrias de bienes de consumo no duradero aún liderean el PIB manufacturero (50% en 1987) es, problemas de clasificación aparte, por el desempeño de las grandes empresas harineras, aceiteras y de pastas distribuidas en Cajeme, Hermosillo y Navojoa, no por los pequeños establecimientos. De ello es fácil percatarse si consideramos que los altos niveles de concentración alcanzados por las industrias pri66
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arias en los últimos años, ha sido tan presionante que empresas comoGaesa y Anderson Clayton controlan el 0% de los productos industrializados 1 trigo y los aceites vegetales. Los pitales locales tienden a monopolizar _;ólolas fases previas a la agroindus'alización, mientras que las empresas giomontanas y las transnacionales . enticias controlan las restantes.27 B.2. Las nuevas industrias No obstante que el número de ·mntas industriales mantuvo constanla participación en el total de estaecimientos económicos censados en1975 y 1986 (9% Y 10% respectivaente), la actividad desplegada en los imos 10 años por las ramas secun.as refleja profundos cambios. Y izá el más importante sea la trans,~ación industrial impulsada por - plantas ensambladoras y las minas cobre. En concreto, las primeras ron responsables, en gran medida, que las lineas de bienes de capital lican el número de sus establecientos, y que las manufacturas en eral pudieran incrementar su núro en 80 plantas. Pero lo más imnte fue que, además de aportar el de los establecimientos registraramas económicas del sector pecuario que 'a.nado importancia estatal son la pesca y la mi¿el cobre (ésta última la tratamos para efectos -¡>aración, en el apartado de "economía secUTISegún el cuadro 2, ambas han aumentado su ;¡ación en el PIB de 3.1 a 3.9% en la primera y El 9.2% en la segunda entre 1985 y 1989. En par· ,estaca la pesca de camarón de alta mar con : valor total de la rama (que significa 110 mi· ólares) y, por lugar, el puerto de Guaymas -.a el 73% del productc pesqueroyel100% de tos del mar industrializados. Su explotación zada básicamente en torno a tres cooperaagrupan a 13 mil socios de los 22 mil que en la rama) y 3,900 embarcaciones, de las n camaroneras (grandes) y 3,255 menores.
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ECONOMICA
dos en ese período, generaron una gran cantidad de empleo, pues las maquiladoras con una pequeña inversión de capital, equivalente al registrado por cualquier empresa mediana del país (5 a 15 níillones de capital invertido), pudieron ofrecer los mismos empleos que las empresas gigantes (de 500 trabajadores y más). Además de esto, los tres tipos de plantas (IME, Ford y Minas de Cobre) lograron que el sector secundario presentara las tasas de crecimiento en valor agregado más elevadas de la economía del estado (10.5 anual), y que sus coeficientes de densidad de capital e ingreso promedio fueran insuperablesentre 1985y 1986. ESu>lopodemos apreciar mejor si tenemos en C"'..lenta: 1) que el valor agre~a, laFords . 1975 Y 1 nes de dóJ.areSu~~Y-cUDente; o que el espectacular aecimiento mostrado por la compañía IIIP'riMIn~ de cobre y la de Cananea durante su segunda fase de expansión \1979-1984), en la cual aumentó su capacidad de fundición a 200,000 toneladas de metal comercializable, hizo posible que por primera vez su valor agregado igualara al obtenido por todas las manufacturas en su conjunto. 2) Que la inversión registrada por la Ford y las dos grandes minas de cobre ascendió a los 1000 millones de dólares entre 1984 y 1988, cantidad que dividida por sus cinco mil trabajadores, da un promedio de 200,000 dólares por trabajador; algo desproporcionado para el medio local si se considera que en su linea más avanzada (bienes de consumo no duradero) esta cifra apenas alcanza los 15 dólares por trabajador; y finalmente 3) que gran parte del valor agregado por las plantas ensambladoras es destinado al pago
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salarial, lo que arroja un saldo de 10,000 dólares por empleado al año, esto es casi 200 veces el ingreso de un obrero de las industrias tradicionales. Estas similitudes entre la IME, la Ford y las minas de cobre son, sin embargo, sólo aparentes. Ya en otro trabajo,28 señalamos que las últimas incluyen modalidades en ciclo internacional del capital (concentradas en las etapas iniciales del proceso productivo) que difieren de la segmentación experimentada por las dos primeras en las últimas fases del proceso (Q sea, regularmente, las intensiYa5 en fuerza de trabajo), y que por lo tanto resultan incomparables teóricamente. Debido a ello sólo distinguiremos como industrias nuevas a la IME ya la Ford, puesto que ellas son las únicas que son fruto del actual proceso de segmentación intemacional del proceso productivo experimentado por las E.T. En ese sentido cabe señalar que, si bien ambos tipos de industrias forman la célula de la nueva industrialización en Sonora, entre ellas existen algunas diferencias.29 La primera de ellas está relacionada con su modalidad de operación en el territorio de destino, y en concreto con el hecho de que "mientras la maquila actúa bajo una modalidad particular en condiciones de excepción( ... )como actividad propia de la transnacional correspondiente (. ..) la Ford ... funciona bajo una modalidad general en condiciones regulares o normales, al igual que otras empresas diseminadas en el conjunto del aparato productivo; con una legislación propia que no comparte del todo los rasgos de (las maquiladoras)".3o
Igualmente, y como segunda particularidad, tenemos que la Ford y las maquiladoras presentan diferencias en las causas de su emplazamiento, que conviene analizar con .cuidado. Para empezar, diremos que aun cuando ambas vienen atraídas por el bajo costo de la fuerza de trabajo,31 no es sensato atribuirle el mismo significado en los dos casos. Y la razón es que mientras para la Ford este ahorro representa una parte de su estrategia reproductiva en Sonora, para las maquiladoras es casi la totalidad (80% de sus gastos de operación). La instalación de la Ford cristalizó gracias a un conveniojaponés-estadounidense para que tanto ella como la Toyo Kogyo pudiesen penetrar en el mercado conjuntamente y no en forma anónima como en las plantas ensambladoras. La asociación en' este caso fue un mecanismo para dividir oligopólicamente el mercado de autos compactos (no sólo para abrir nuevos segmentos), pues además de bajar los costos del producto a través del reforzamiento e intercambio tecnológicos, representó una manera de refinar la competencia para no verse desplazados por otras empresas asociadas (por ejemplo General Motors y Toyota). La Ford pretende disminuir mediante el convenio las pérdidas derivadas del bajo nivel de ventas (1000 millones de dólares en 1980-1982) aportando 24.5% del capital y cerca de 600,000 motores, además de transmisiones y otros componentes importados de Estados Unidos. En Sonora esta diferencia oscila entre 7 y 12 veces menos el salario del "FrostBelt", ArizonayCalifornia, sus principales suministradores de maquila. Si consideramos a la Ford, la diferencia sería del orden de 30 veces menos comparada con lo que se le paga a un obrero manufacturero en Detroit.
31
2. Lo que sigue es parte del trabajo Ramfrez:1988, pu· blicado en El Colegio de México. 30 Sandoval Godoy, Sergio:1988.
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la pard y las enClas liento, lidado. :uando o costo ensato . en los !entras enta uluctiva ~ras es .stos de :ristali\s-estaa como aren el o. forma ensam,te caso lr oligo,oscomvos seg'loscosreforzaICOS,
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ble- es uno de los factores clave que, Por eso su planta de ensamblado ,tampado (que planea produCir junto con la "japonización" de las relaciones laborales y sindicales, ha favo000 unidades por año) se ve urgida alorizar la mayor cantidad posible recido su estabilidad. En cambio, en erza de trabajo compleja -esto es las maquiladoras la situación es dife.- cada, y con equipo tecnológica- rente, ya que con excepción de las emn te sofisticado- y no simpIe comoen presas grandes (500 trabajadores o maquiladoras. Antes que evitar el más), las transformaciones tecnológicas han hecho quebrar las matrices de gamiento de la jornada de trabajo las empresas pequeñas, o en su defecto, necesaria para el funcionamiento as maquilas), necesita de una am- las han obligado a replegarse a su país infraestructura en transporte y de origen tras la automatización comrvicio que le permita expandir su pleta de su proceso productivo (como sucedió con Motorola en 1985). ucción a gran escala. Su estabiliDe la misma manera, la fusión de d en Sonora depende más de aquellos res que están ligados con la ade- empresas transnacionales es un fenóda utilización de su elevadísima meno que ha tendido a alterar la "mamposición técnica del capital,32 que quilización" de la industria automotriz, el sistema de rotación deeventuales y a inhibir la permanencia de ciertas plantas ensambladoras en la frontera cuotas comoen las demás plantas. Estas diferencias explican a su norte. La razón es que la expansión z porqué los cambios en las tecnolo- del sector terminal de la Ford fuera de procesos, en la telemática, en Estados L'nidos estuvo precedida por la participación de ~capitales. Sin sistemas organizativos (entregas los acuerdos de cooperación con otras ,to a tiempo", círculos de calidad, ) y en los demás elementos que re- corporaciones,laFord se hubiera visto, ente han sido consagrados como seguramente, imposibilit.ada para abares clave del movimiento de las tir sus costos y, en consecuencia, acpresas, operan con distintos resul- ceder al mercado japonés y norteameos en la Ford y en las maquilado- ricano de autosoompactoS. En las ma_.33Por ejemplo, para la Ford la apli- quiladoras, por el contrario, los efectos .ón de la robótica -tecnología flexi- de la fusión han sido más bien ambiguos pues, por un lado, han favorecido hecho una de las ventajas que vio la Ford al desla aparición de empresas auspiciadas de California a Hermosillo fue el mayor núpor los ministerios de algunos países, de robots que podía incorporar sin enfrentar emas sindicales como en su lugar de origen. Un que son poseedoras de la última innosustituye en promedio a 6.3 hombres. vación (por ejemplo del semiconductor general se reconocen cuatro grupos de causas VLSI o VHSI), y por otro lado han tenexplican la exportación de segmentos productivos dido a desalentar los servicios de mapaíses de bajos salarios relativos (además, obte, de la búsqueda de mayores tasas de gananquila bélica por planes de seguridad parte de las ET); a saber: el desarrollo de la militar, por la clusula "second source" ica; la estandarización de la tecnología de s; los factores económicos relacionados con la o por especificaciones mayores en el ración del producto (estructura de demanda y producto. En una palabra: la fusión ha )" los elementos institucionales (aranceles, puesto a la maquila entre dos fuerzas - gubernamentales, etc.). La explicación de de ellos así como su grado de influencia en igualmente dominantes y con sentido fronteriza (Nogales, Sonora) se encuentran contrario. Así que no hay que olvidar Carlos Rarnírez, op. cit., caps. IT y lIT. 69
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que la permanencia de la maquila depende de qué fuerza domine y, en especial, del grado de saturación en el mercado internacional y de la relación de costos (en la maquinaria y equipo) Y ganancias (por la maquila). Mientras tanto ya se ha empezado a observar en Sonora una mayor afluencia de empresas provenientes de California (centro de empresas fusionadas ,. Como última peculiaridad que importa distinguir nos referiremos al tipo de lazos que ambas industrias man· . nen con el gobierno y los empresarios nacionales. Mientras con la Ford la interacción es modesta pero persistente, con las maquiladoras es prácticamente nula. La maquila en Nogales (la principal plaza de Sonora) es controlada en todas sus fases por estadounidenses, desde la contratación de plantas hasta su funcionamiento en el parque industrial. Los empresarios nacionales son tan extraños ahí que un poco más del 85% de los gerentes son estadounidenses.34
Esto no quiere decir, obviamente, que con la Ford exista una mayor reciprocidad, pues para ello hay que poner en la balanza los 1200 empleos y los 200 millones de dólares que generan, contra los gastos hechos por el gobierno federal en el gasoducto Naco-CananeaHermosillo (3,800 millones de pesos a precios de 1984), el préstamo de 20,000 millones de peSOS35y todas las garan•• Sobre la estrategia desarrollada por la Asociación de Plantas de Ensambles en Nogales, consistente en aceptarúnicamentemaquilaestadunidense, véase Muller, Vania.:1975 mimeo. '" Este crédito fue otorgado en 1984 por el Banco Nacional de México, el Banco de Comercio y otras instituciones financieras del país. "El préstamo pactado a un plazo de siete años, con tres de gracia, representa la quinta parte aproximadamente de la inversión to· tal calculada (ese año) en 100,000 millones de pesos. La dimensión del préstamo nos da las (siguientes) comparaciones aritméticas: los 20,000 millones de pe-
tías, exenciones y fuerza de trabajo que se le han ofrecido. Lo único que significa es que la incorporación que hace de proveedores nacionales es importante, y que los efectos multiplicadores que ello genera exigen una mayor interrelación. Esto coloca a la Ford como líder del sector (industrial secundario), incluso sobre la maquila, condicionando el desarrollo de otras actividades importantes ligadas con ella. Es el.caso de Carplastic, que requirió de ima inversión de 6,000 millones de pesos para la producción de tableros y defensas para la Ford; Central de Industrias, 4,420 millones para producir asientos; Good Year Oxo, 260 millones para producir rines y llantas; Cima, 473.2 millones para alfombras moldeadas; PEMSA, 481 para producir cinturones de seguridad; Aurolinm, 676 y Pittshburg 100 millones. La Ford influye sobre sus prioridades estratégicas durante cada fase del ciclo para que pongan en práctica su capacidad organizativa, las posibilidades tecnológicas e innovadoras y las necesidades de mano de obra. De la misma manera influye en las decisiones sobre localización de otras empresas y las respuestas de organización frente a los asuntos laborales y las relaciones de mercado.36 Sin embargo, la naturaleza de la Fordla hace tan autónoma de cualquier tipo de producción local que no es posible decir que se encuentra sometida a un proyecto nacional. En esto se asemeja a las maquiladoras.
sos (son) casi igual al presupuesto de egresos de Sonora para 1984 ... que fue de 23,028.5 millones de pesos, y equivalente al total de la inversión pública federal para el estado de ese año", Vásquez Ruíz, M. A.: 1988. pp. 113-114. 38 Véase Sergio Sandoval Godoy, op. cit., p. 168.
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LA NUEVA DMSION
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En las primeras páginas de este 'culo señalamos que existen varios res internacionales que determila instalación y funcionamiento las industrias de exportación. A ntinuación mencionaremos los que, nuestrojuicio, infl uyen directamente bre las plantas existentes en Sonora que, seguramente lo seguirán haendo en el futuro inmediato. El primero de ellos tiene que ver n los cambios ocurridos en las modadades de la competencia internacioy, concretamente, con las estrate.as tecnológicas y organizacionales aptadas por las ET y sus gobiernos. e ello nos podemos dar cuenta si ana.zamos cada industria por separado. or ejemplo, en el caso de la Ford esas odalidades han tendido a desconntrar gran parte de sus procesos Iroductivos fuera de los Estados Unios, debido a su mayor capacidad de tegración con otros capitales exterOS.37A diferencia de la Chrysler y de General Motors, sus políticas de exsión han pasado a depender cada ez más de los convenios establecidos n otras empresas en el extranjero r ejemplo con la Fiat, Alfa Romeo, .) que de sus decisiones internas en ~ Estados Unidos. Yeso ha hecho • e la viabilidad de proyectos como el la planta Ford en Hermosillo haya stado supeditada más a los térniinos ~critos en los acuerdos de cooperación e a cualquier otro factor de localiza~ ón industrial (como en las décadas adas); en este caso a los acuerdos
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ECONOMICA
de tecnología, administración y dirección celebrados entre ella y las compañías japonesas. Otro tanto ocurre con las maquilas eléctricas y electrónicas (las más importantes del estado), pues es sabido que las fusiones de las empresas llevadas a cabo desde 1982 por los ministerios de Estados Urndos (Secretaría de la Defensa), Japón (MITI) y Europa (comisiones de la CEE), han alterado su contratación en los países anfitriones. En Sonora este fenómeno ya empezó a sentirse, pues entre las empresas estadounidenses que ahí maquilan se encuentran filiales de la General Electric (recién fusionada con la RCA), Motorola y otras que mantienen contratos en la Secretaría de la Defensa norteamericana y que están e
ción de able que enlap . J unne, 38 podría inhi' . 'ón de segmenemente reducir tos produ .. el número de res contratados nde antes en aquellas rígida predominaba o hay (textiles, pon( que considerar a japonesa-norteame de productos eléctri, que tanto ha afectado a la maquila de la 10calidad,39 y que en la actualidad se encuentra en su punto crítico. l-:t:ir::laop. cit., p. 33. Para comprobarlo basta recordar que en 1977 MotorolaceITÓ una de sus dos plantas Oa más grande) debido a que la industria japonesa la desplazó de la fabricación de cristales de cuarzo para relojeselectrónicos, o más recientemente, en 1985, el caso de la Gene· ral Instrument, cuya venta en la rama de semiconductOJ-espara videojuegos y compu tadoras caseras disminuyó por presión de sus competidores estadounidenses (Magnavox, RCA y Silvania) y japoneses (véase José Carlos RaIDÍrez J. C.: 1988b p. 92). 38
3.
y Junne,
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REVISTA DE EL COLEGIO DE SONORA
mente el gobierno norteamericano ha I el centro de la actual restructuración bloqueado la importación de semi con- . productiva del país. De ello dan fe las ductores japoneses a los Estados Uni- modificaciones legales hechas en ados con el propósito de proteger a su in- gosto de 1983 y diciembre 1989 a los dustria local, además de que ha impul- regímenes jurídicos de la maquila; la sado la tecnificación de todas las fases nueva disposición de 1985 sobre la participación extranjera en la rama del proceso productivo en los grandes consorcios para hacer frente a los orien- metal- mecártica y todas las facilidades tales en otros mercados. que ha dado el gobierno desde mayo de 1989 para convertir el sector de punta En una palabra, nos encontramos nacional (electrónico~automotriz) en ante la presencia de ciertas condiciones variables en el plano internacional que pura actividad maquiladora. En cuanto al gobierno estadouniexponen a la maquila electrónica ya la dense la situación en cambio no parece industria automotriz (Ford) a problemas de permanencia e integración des- muy clara, porque aún cuando sigue manteniendo una política hostil hacia conocidas en el pasado. El segundo grupo de factores, que ciertos productos mexicanos exportados a través del Sistema General de últimamente ha afectado la presencia estadounidense en Sonora, está rela- Preferencias, su posición frente a los cionado con la nueva actitud de los go- sindicatos norteamericanos es de debiernos de Estados Unidos y de México fensa de la exportación de segmentos productivos. E incluso, según inforhacia las plantas ensambladoras, yen mación proporcionada por el Departaespecial, al decisivo papel que éstas mento de Comercio de California, el han pasado a jugar en los problemas fronterizos de ambos países. Veámoslo Gobierno de Reagan puso en marcha una política de aliento a la maquila papor partes. Por el lado del gobierno mexicano ra: a) reducir el enorme déficit comerse ha observado un apoyo sin prece- cial estimado en 169,800 millones de ntes al establecimiento de la indusdólares, sobre todo en la rama electró-a au tomotríz y de la maquila en todo nica (que entre 1985 y. 1986 sumó, en el terriUlrio, después del rotundo fra- promedio, 8,000 millones de dólares; caso observado en su política de expor- b) enfrentar mejor la competencia intaciónnopetroleraentre 1978 y 1982.49 ternacional en el mercado de compoDesde entonces esas industrias dejaron nentes de computadoras (monitores, de ser consideradas como una simple impulsores de discos y fichas electrófuente de divisas pai"a convertirse en nicas de memoria), y c) contener la inmigración ilegal. La política contem pla un crecimiento de establecimientos de Como se recordará, esta política dejó de manifiesto 10% anual en los años noventa.41 que tan sólo el turismo y la maquiia mantuvieron una elasticidad de exportación mayor que la unidad. En En contra de las tendencias eco1986 el crecimiento de estas dos actividades hizo ponómicas internacionales descritas, este sibleque por primera vez desde 1979, las manufacturas superaran las ventas de crudo (9,600 contra 6,300 mitipo de posiciones crea un clima de allones de dólares). Ambas aportaron un poco más de ceptación muy diferente al que existía 2,700 millones de dólares. Sobre el fracaso de la polí40
tica consistente en impulsar las manufacturas nacio: nales con base en el excedente petrolero, véase Ross J.: 1987, pp. 135-152.
Excélsior, Sección Financiera, p. 1.
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17 de enero de 1987,
Ln. NUEVA DIVISION ECONOMICA
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en las décadas pasadas, máxime si consideramos el papel determinante de los Estados U nidos en la negociación de la deuda externa mexicana (nos reerimos a su poder de negociación en as políticas liberadoras "sugeridas" por el FMI) y a su interés por encontrar un-"'dique de contención a los miles de indocumentados devueltos a partir de la puesta en marcha de la ley Sim psonRodino. La duda es si estas buenas disposiciones pueden resultar contraproducentes ante la creciente tecnificación de las fases productivas que actualmente se maquilan o ante las recientes amenazas de derogación de las fracciones 806.30 y 807.00 del Sistema de Tarifas y Aranceles de Estados Unidos TSUSA) por parte de algunos congresistas. Finalmente, es interesante destacar, como tercer grupo de factores, las decisiones tomadas por ambos tipos plantas al momento de internarse país. Este es un aspecto poco atendo por quienes consideran las grans tendencias generales del desplazamiento y desdeñan, como consecuena, los movimientos que las plantas alizan para instalarse en determidas plazas. Su esclarecimiento es paso decisivo para com prender poré Nogales, por ejemplo, tiene más presas que Agua Prieta o porqué la rd prefirió Hermosillo a Chihuahua. Los resultados a los que llegamos la frontera de Nogales son, aunque ciales, importantes para este fin. los 23 gerentes ahí entrevistados, mayoría contestó como principal -a del desplazamiento de su emsa los bajos salarios, seguido por _ores exenciones fiscales, el apoyo - comités industriales, y la estabipolítica y social de la región (en
esta última destaca el bajo nivel de sindicalización existente). Las empresas grandes (más de 500 trabajadores) de la rama eléctrica-electrónica señalaron, a su vez, como motivos escenciales para lograr su traslado a Nogales la primera y cuarta razón, mientras que las pequeñas la primera y la segunda. Sin embargo, este grupo de motivos no dice nada por sí solo si no consideramos el objeto básico de su traslado: la rápida ganancia. A decir de Vania Muller, 'ste es el deu ex machina escondido detrás de cualquier instalación "ya que las maquiladoras operan con el propósito de (lograr) utilidades (en el menor) tiempo. La ventaja a corto plazo es la que se busca en todos los aspectos ya que la gerencia e con e sue cuenta deseon 16,OOOdó
gún Soni Con la parecida a la trónicas gig lación se factibilidad Estos permitie de entre otros países (Taiwán, Canadá y Portugal) y a Herm05illo de entre cuatro ciudades (Chihuahua, Ciudad Juárez, Matamoros y Nuevo Laredo). La última decisión se debió a guientes elementos: "... Las condiciones excepcionales de la fuerza de trabajo (hermosillense), la oferta de la tierra libre de costo, el gasoducto N aco-Cananea -Hermosillo, •• Vania Muller, op. cit., p. 34. •• Sonitronies Collectron Plan Sheter, Tucson, 1986, mimeo.
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las inmejorables condiciones de infraestructura industrial que proporcionó el gobierno (...) y la cercanía con el Puerto de Guaymas; este último le facilitaba enormemente (a la Ford) la movilidad para el transporte de la producción, materias primas y equipos desde los puertos japoneses y de los Estados Unidos"."" Así que si sumamos los efectos combinados de estos tres grupos de factores mas los derivados de la cambiante estructura de mercado y de costos que enfrenta la Ford y las maquiladoras en el plano internacional, nos percatamos de dos facetas distintivas de la nueva avanzada estadounidense en Sonora. La primera, que es la más importante, su gran autonomía de las .decisiones de política intema, y la segunda, los elevados costos económicos y sociales que involucra su integración. Ambas se traducen en un caro y frágil
proyecto de industrialización regional que cada vez resulta más dificil de suplir. Entonces, si la Ford y las maquiladoras han creado un segundo frente de reproducción social en la entidad, no es sólopor las características propias de su génesis y evolución (tan dependiente del exterior), sino tambien porque han desarrollado una red de funcionamiento y de conflictos totalmente' ajena al medio local. Su proyecto industrial es por definición un proyecto de "extrañamiento social" y esa es una afirmación que ya ni el ms cándido de los empleados de la Secofi puede poner en duda, sobre todo ahora que está de moda reconocer que la frontera es para el gobierno federal lo que hace tiempo fue Monterrey, Guadalajara y México para su política sustitutlva de importaciones. ColSon
•• Sergio Sandoval Godoy: 1988 p. 159.
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