La Fuerza de la Infancia en la Edad Adulta
Micro-Taller dirigido por Gabriel Gutiérrez
[email protected] La primera etapa de nuestra vida es la más rica e intensa en experiencias. Durante nuestros primerísimos años vivimos en una fluidez total. Todas las variaciones emocionales pueden ser experimentadas con gran facilidad durante esta etapa. Nuestro carácter, talante y personalidad quedan en buena parte moldeados en base a estas experiencias primigenias. Durante esta etapa también experimentamos ajustes debidos al mundo de los adultos con el que nos vamos encontrando con conciencia creciente. La intromisión de normas y códigos, según cómo se hayan alojado en nuestra vida, puede provocar que aquella alma virgen deba sufrir una transformación más o menos brusca. De este modo, es posible que en nuestro crecimiento posterior se hayan tenido que relegar a un segundo plano un tipo de anhelos o rasgos del carácter infantil. Así, por ejemplo, determinadas decisiones acerca de lo que queríamos ser -por ejemplo, relativas nuestra vocación-, o de cómo queríamos vivir o queríamos amar y ser amados, son pasados por alto por nuestro yo adulto, ese yo que considera que ser maduro es comportarse de una determinada manera. Sin embargo, el potencial infantil sigue en nosotros. En este micro-taller exploraremos con qué idioma se nos manifiesta aquella infancia que tuvimos que relegar a un segundo plano para poder incorporarnos y adaptarnos al mundo adulto.