La familia.
Maestros Centro San Camilo, A. C.
La familia del enfermo. La enfermedad crónica afecta también a la familia. La actuación de ésta puede mejorar o empeorar el curso de la enfermedad, porque sobre la familia recae gran parte de los cuidados proporcionados al enfermo.
Reacciones típicas de las familias. Reorganización y afianzamiento de sus
lazos. Se cierran en sí mismas, asumiendo en exceso la responsabilidad del cuidado del enfermo. Distanciamiento a causa de la presión de la enfermedad, llegando a desintegrarse.
Características de la reacción. Fuerte impacto emocional. Presencia de temores y miedos. Conciencia de la muerte. Surgen conflictos latentes. Necesidad de adaptación. Surge sobreprotección o abandono. Sentimientos de cólera.
Factores que condicionan el impacto. Etapa del Ciclo Vital de la familia. Flexibilidad o rigidez de roles familiares. Cultura familiar. Nivel socioeconómico. Comunicación familiar (pactos de silencio) Interacción familiar (centrífuga o centrípeta). Capacidad para resolver conflictos.
Fenómenos “normales”. Ansiedad descontrolada. Rechazar la ayuda externa. Exagerar atención al paciente. Conductas que aumentan ansiedad del
enfermo. Tratar al enfermo como “incapacitado”.
Síntomas de Desajuste. Aislamiento: Cambios en las
relaciones sociales. Abandono: Centralismo en el enfermo descuidando otras relaciones. Conflictos de roles y límites: Falta de respeto, culpa, chantaje, alianzas. Conflictos de pareja: Acusaciones. Problemas económicos: Gastos.
Alteraciones estructurales. Coaliciones y exclusiones emocionales. Patrones rígidos de la configuración. Patrón rígido entre cuidador primario-
familiar y el resto de la familia. Sobreprotección y centralismo en el enfermo. Aislamiento social. Cambio de roles y poder.
Alteraciones en el proceso. Tarea evolutiva en función del enfermo. Celos en momentos centrípetos y
centrífugos. Patrones de respuesta atorados en fase aguda.
Alteraciones emocionales. Contrariedad, culpa, resentimiento e
impotencia son rechazados. Malas experiencias con el sistema médico. El ofrecimiento de ayuda psicológica se siente como acusación. Duelo por la pérdida.
Consideraciones: No todos los integrantes cumplen la
misma función al mismo tiempo. A veces adoptan secuencias de negación – aceptación. Se requiere adaptación de todo el núcleo familiar. Es importante elegir al “cuidador principal”.
El cuidador principal. Será el portavoz y enlace. Asiste al enfermo en sus necesidades
médicas y toma de decisiones. Soporta la mayor carga física y psicológica (requiere atención especial). Puede ser alguien ajeno a la familia.
Atención a la familia. Educación familiar (alimentación,
higiene, cuidados, medicación, manejo de las crisis). Soporte práctico y emocional. Rehabilitación y recomposición de la familia. Prevención y atención del duelo.
Tareas de la familia. Compartir cariño y afecto al enfermo. Aceptar progresivos síntomas del enfermo. Redistribuir funciones y tareas. Ser “oídos, hombro y abrazo”. Repartirse responsabilidades. Aceptar ayuda ajena. Despedirse del paciente y “darle permiso” de
morir.
Fases de evolución de la familia. CRISIS: Anterior al diagnóstico pero
con síntomas observables. Tareas:
aprender a vivir con el dolor, incapacidad y síntomas; manejo del ámbito hospitalario; dar significado a la enfermedad; duelo por pérdida de la identidad familiar; aceptar el cambio permanente en enfermedad incurable y reorganizarse ante la crisis.
Conclusión. Cada familia, miembro de la familia y
enfermo, responderá de manera distinta, dependiendo de la propia personalidad, la historia, el momento de su propio ciclo vital, el tipo de enfermedad y la atención recibida.
Fases de evolución de la familia. CRÓNICA: Diagnóstico y progresión
de la enfermedad. Tareas:
Conseguir cierta normalidad; evitar el agotamiento.
TERMINAL: Posibilidad de
fallecimiento, duelo y reorganización. Tareas:
separación, muerte, duelo, y reincorporación a la vida cotidiana.