LA CONDUCTA ANORMAL
Anubis Peña, Carolina Santamaría, Carmen Cáceres, Julián Mesa, Martín Duran, Brayan Cáceres, Diego Rangel, Daniela perez
Universidad Cooperativa Colombia Facultad de Psicología Bucaramanga
Docente. Lady Johanna Pereira Moreno
Actividad Trabajo número Dos:
1.- Averigüe y argumente de qué se trata la conducta anormal?
En el concepto de conducta anormal pueden intervenir factores culturales o algunas conductas normales para una cultura, pueden ser anormales en otra; mientras que el concepto de psicopatología se refiere a los trastornos clínicos que afectan a los individuos independientemente de su entorno cultural. Términos como “ conducta anormal “ y “ enfermedad mental” comprenden una amplia variedad de problemas que van desde los que son privados en el sentido de que el resto de las personas puede no percibir que alguien sufre de ansiedad hasta eventos públicos con consecuencias graves como reacciones agresivas. Algunos síntomas que parecían relativamente ligeros pueden, sin embargo, tener importantes consecuencias. Por ejemplo la depresión ligera experimentada durante un largo periodo puede estar relacionada con trastornos físicos, bajo rendimiento escolar, incapacidad para conservar un empleo, dificultad para entablar y conservar amistades, problemas maritales conductas inadecuadas e incapacidad general para adaptarse a la sociedad. La gran variedad de problemas humanos se encuentran su expresión en las conductas anormales, por ejemplo: el estrés, la vulnerabilidad personal y la resiliencia. Cuando la salud mental se deteriora, pueden surgir problemas en diferentes áreas, entre ellos los siguientes: ● Baja autoestima (“no soy bueno”)
● Distorsión de la realidad (“todos están en mi contra”) ● Menor competencia (social, laboral) ● Ansiedad (“me siento tenso todo el tiempo”) ● Depresión (“la vida no vale la pena”) ● Ira (“me enfurezco veinte veces al día“) ● Reactividad fisiológica intensificada (taquicardia e hipertensión)
La mayoría de las personas que tienen problemas de salud mental evidenciadas en conductas anormales hacen mención de la ansiedad que experimentan. Existe una amplia variedad de fuentes de estrés y de la forma en que se expresan. Algunas veces la angustia es provocada por una situación de vida fácilmente identificable por ejemplo: la pérdida de un empleo, mientras que en otros casos la fuente parece estar más dentro de la persona misma en lugar de provenir del ambiente que lo rodea.
La conducta anormal se considera como fallas e inadecuaciones del hombre, en la adaptación la cual comprende, el equilibrio entre lo que la gente hace y lo que desea hacer y, por otro lado lo que el ambiente (la comunidad) requiere. La conducta anormal es la conducta que no solo es diferente o desviada sino que además representa un motivo de preocupación para el individuo, su familia y amigos o la sociedad. También dicha conducta varía desde los temores crónicos que causan problemas pero no representan ningún impedimento hasta la distorsión severa de la realidad y la incapacidad para funcionar en forma independiente. La forma en que se conceptualiza la conducta anormal influye en la manera en que se estudia y el modo en que se trata a los individuos con diversos tipos de problemas de pensamiento, estado de ánimo y conducta.
Un importante enfoque del siglo XX fue el reconocimiento de la investigación como un camino para identificar las causas de la desadaptación y desarrollar terapias eficaces. Hasta hace poco tiempo, la mayor parte de la investigación se basaba en dos ideas que por lo general se contraponen: uno de los grupos de teóricos e investigadores veía la conducta anormal como un producto de las dificultades psicológicas y sociales, mientras que el otro grupo consideraba que tenía causas orgánicas. Esta dicotomía entre las causas psicosociales y orgánicas ha llegado a ser cada vez más menos sostenible porque, con frecuencia, las variables psicológicas y orgánicas se relacionan íntimamente de manera que es necesario aplicar la investigación en ambos aspectos que influyen en la conducta anormal.
2.- como se estudia el comportamiento anormal desde: 1) Modelo psicoanalítico
En las formulaciones de Freud, se admite la generalidad y la trascendencia de la angustia, no solo como papel importante en la comprensión de la conducta anormal, sino también en el desarrollo normal de la personalidad. La ansiedad funge de señal para el ego, tomando éste medidas para sortearla. Además, cumple la función de alertar al sujeto ante la presencia de peligros verdaderos o posibles, internos o externos. En la teoría Psicoanalítica se distinguen tres tipos de ansiedad; Ansiedad objetiva, Ansiedad neurótica y Ansiedad moral. En las tres la amenaza de ser aplastado por fuerzas internas o externas se cierne sobre el ego, cuyos mecanismos de defensa entran en conflicto con ellas. El ego los experimenta en forma de miedo.
Ansiedad objetiva: Este tipo de ansiedad es una vivencia emocional desagradable que resulta de la percepción de un peligro o amenaza proveniente del medio externo. Es aprendida a través de la experiencia, siendo el ego, quien sufre la amenaza de ésta ansiedad. Cabe decir que el ego aprende a sentirla no solo ante un peligro verdadero, sino ante la espera del mismo. Ansiedad neurótica: En el caso de ésta la excitación del ego se debe a la percepción de la posibilidad de sucumbir a los instintos del individuo. Existe una lucha entre las incesantes exigencias de los instintos del individuo por alcanzar determinada meta (catexis objetal), y las tentativas del ego encaminadas a contrarestarla e impedir que lo abrumen (anticatexis). La ansiedad neurótica es una señal de peligro para el ego, pues le revela que las exigencias instintivas del id pugnan por manifestarse y que el ego está haciendo lo posible por evitar que lo venzan, lo aprisionen y lo anulen. También puede ser consecuencia de una serie de castigos y frustraciones sufridos en la manifestación de impulsos libidinales.
Ansiedad moral: Es la tercera forma de ansiedad que distingue Freud. La ansiedad moral es fruto de un conflicto entre el superego o conciencia y los impulsos del id. El que la padece suele sentir una fuerte vergüenza o sentimiento de culpabilidad. El superego se ve amenazado cuando el objeto instintivo elegido por el id busca manifestarse en forma de acto e incluso a través de la representación de un acto. De ahí el bloqueo de ese impulso por el superego, agente que representa la autoridad interiorizada de los padres. El producto de semejante conflicto es la ansiedad moral, la cual se expresa, como se mencionó, a través de la vergüenza o del sentimiento de culpabilidad. Por ejemplo, el individuo expresa un impulso erótico, o catexis objetal, hacia una persona dotada de atractivo físico, entonces el superego reacciona ente ese impulso como si fuera un acto inmoral, produciendo con ello una anticatexis.
2) Modelo Conductista
El modelo conductual afirma que no es necesario comprender los orígenes de la conducta anormal para tratarla- los síntomas psicológicos se consideraban patrones de conducta desadaptada que aprenden, y en consecuencia, pueden desaprenderse. Estos enfoques conductuales radicales se centraban únicamente en la conducta observable. Este modelo se caracteriza por ser determinista, lo que significa que todo suceso o acto es el resultado de acontecimientos anteriores, no de decisiones manifiestas del individuo. La atención se centra en el Aprendizaje, considerando la conducta como resultado de la interacción estimulo respuesta; Para modificarla se concentran en la alteración de los aspectos relevantes del ambiente, principalmente en las fuentes de reforzamiento. Terapia conductista: Estas terapias, se dirigen, entre otras cosas, a la adquisición de comportamientos más adecuados. Métodos que utilizan: Desensibilización sistemática: Para pacientes con ansiedad, especialmente fóbicos. Consiste en eliminar el estímulo que provoca la ansiedad, presentándolo en circunstancias de relajación. Si el paciente logra relajarse, podrá superar la angustia; el secreto consiste en proceder de forma gradual. Inundación (inmersión): método contrario al anterior; se induce al paciente a soportarlo intensamente. Aversión: consiste en establecer una asociación entre la conducta que se pretende eliminar y un sentimiento de dolor o desagrado, de modo que se convierta en un estímulo aversivo.
Imitación: se presenta al paciente un modelo de conducta apropiado y se le invita a realizarlo, explicándole los inconvenientes de su antiguo comportamiento y las ventajas del aprendido.
3) Modelo Cognoscitivo
Influencia del pensamiento sobre la conducta y los sentimientos, a través del pensamiento se modifica el estado emocional de la persona, si cada persona puede controlar sus pensamientos y como consecuencia sus sentimientos, entonces podrá elegir sentirse como se quiera sentir, triste, enojado, feliz, etc. si hablamos de comportamiento anormal los problemas psicológicos son producidos por patrones irracionales de conducta, por nuestras creencias equivocadas, etc. Y difícilmente la gente controla sus pensamientos de una manera positiva. La experiencia de vida de cada persona, el aprendizaje es distinto. Por tal motivo cada quien tiene formas distintas de pensar y actuar, lo que hace diferentes nuestras conductas, denominándolas normales o anormales. Es decir que cada quien introyecta formas de pensar positivas o negativas, lo que fijará su conducta o comportamiento. Fundamentalmente es un modelo de procesamiento de la información y por lo tanto la psicopatología será causada por alteraciones de algún tipo de procesamiento. Este modelo no estudia la conducta anormal manifiesta, sólo sus procesos.
4) Modelo Biológico:
Este modelo entiende que la enfermedad mental es igual a la enfermedad física, por lo que posee una etiología orgánica. Además, tendrá un curso determinado y un pronóstico concreto. Para este modelo, la conducta anormal nos más que un mero síntoma que indica una alteración orgánica. El tratamiento será de tipo orgánico médico. Se presupone que la alteración del cerebro (estructural o funcional) es la causa primaria de la conducta anormal o de la anormalidad mental. La anormalidad entendida como un problema bioquímico constituyó así el más prometedor de los modelos biomédicos.
El modelo médico se ha desarrollado básicamente en el campo de la medicina (psiquiatría). Sus conceptos centrales son:
Signo: Indicador objetivo de un proceso orgánico anómalo (fiebre). Síntoma: Indicador subjetivo de un proceso orgánico y/o funcional (sensación de tener fiebre). Es la unidad mínima descriptible en psicopatología. Síntomas primarios: orientan hacia un diagnóstico determinado. Síntomas secundarios: Cuando no cumplen los criterios etiológicos o descriptivos de la entidad nosológica en la que se han identificado. Síndrome: Conjunto de signos y síntomas que aparecen en forma de cuadro clínico (agrupamiento o patrón recurrente).
Enfermedad mental: (entidad nosológica): Estructura totalizante en la que adquieren sentido los fenómenos particulares. Dotan de recursos para comprender los factores etiológicos, el pronóstico y el tratamiento. Discontinuidad entre lo normal y anormal: El trastorno mental se clasifica y diagnostica en base a criterios categoriales ⇒ cada trastorno mental es una entidad clínica (nosológica). Cada categoría clínica se diferencia cualitativamente de los demás trastornos mentales, así como de lo "no clínico". Contrasta con una concepción dimensional de la psicopatología, donde la diferencia entre lo normal y lo anormal es de grado (no discontinuidad).
3.-Descripción de los trastornos
1) Trastorno Somáticos
TRASTORNOS SOMÁTICOS Los trastornos somáticos o psicosomáticos son aquellos en los que experimentamos y comunicamos unos síntomas inexplicables desde el punto de vista médico, que no son atribuibles a una enfermedad física y para los que han fracasado los tratamientos médicos habituales. Estos síntomas físicos son excesivos para lo que cabría esperar por lo que se desprende de nuestra historia clínica y de las exploraciones médicas realizadas.
Se dan por una combinación de factores biológicos que nos predisponen al desarrollo de determinadas enfermedades, ambientales, sociales y psicológicos que van iniciar el desarrollo o exacerbar los síntomas de estas enfermedades.
TIPOS (t= trastornos) - T. cutáneos - T. respiratorios - T. inmunitario - T. cardiovasculares - T. endocrinos - T. osteomusculares - T. genitourinarios - Dolor crónico
2) Trastorno Afectivos Suelen diferenciarse dos grupos de trastornos del estado de ánimo, en función de si incluyen o no la presencia de episodios de manía o hipomanía: los trastornos depresivos y los trastornos bipolares. De los trastornos depresivos, el más conocido es el trastorno depresivo mayor, habitualmente conocido como «depresión clínica» o «depresión mayor». Por su parte, los trastornos bipolares, anteriormente conocidos como «psicosis maníaco-depresiva», se caracterizan por la presencia intermitente de episodios de manía o hipomanía, entremezclados con episodios depresivos. No obstante, también existen formas menos graves de ambos grupos. La forma leve de los trastornos depresivos se denomina trastorno distímico, y la de los trastornos bipolares, trastorno ciclotímico
Episodio Depresivo Mayor La característica fundamental de un episodio depresivo mayor es su duración de por lo menos dos semanas, durante las cuales la persona
experimenta ánimo deprimido, pérdida de interés o de placer en la mayoría de sus actividades. Adicionalmente presenta: pérdida del apetito y de peso, disminución del nivel de energía, sentimiento de minusvalía o culpa, dificultad en la concentración o toma de decisiones, y pensamientos relacionados con la muerte o el suicidio. Los síntomas deben persistir por dos semanas consecutivas e ir acompañados de un malestar significativo o de deterioro en su funcionamiento ocupacional y social.
El humor en el episodio depresivo mayor se describe usualmente como triste y desesperanzado. Algunas personas presentan irritabilidad, cólera o sentimiento de frustración; otras, pérdida del placer e interés en actividades que antes disfrutaban, incluyendo los pasatiempos; otras, se quejan de molestias somáticas más que de sentimientos de tristeza. Las relaciones interpersonales son afectadas, incluidas las sexuales.
Usualmente, el apetito se encuentra disminuido con cambios en el peso corporal; menos frecuentemente, se puede apreciar un aumento en la ingesta de alimentos, aunque a menudo el comer produce poco placer; asimismo, disminución del tiempo total del sueño, que se asocia a un despertar temprano; muchos pacientes deprimidos tratan, sin lograrlo, de dormir durante el día; y, una minoría tiene hipersomnia y duerme 12 ó más horas al día.
El retardo psicomotor es común y se manifiesta por movimientos lentos, respuestas demoradas frente al interrogatorio, lenguaje lentificado y disminución de la atención. Algunos pacientes deprimidos presentan, contrariamente, inquietud psicomotora traducida en un caminar constante, aumento en el fumar, ansiedad y desasosiego.
Durante la depresión, se observan dificultades en las funciones cognoscitivas tales como disminución de la atención, incapacidad para concentrarse, terminar una tarea o tomar decisiones. No son infrecuentes sentimientos excesivos de culpa que pueden adquirir proporciones delusionales. Los pacientes tienden a recordar transgresiones menores o perjuicios sin importancia causados a otros, culparse exageradamente por ello.
La rumiación obsesiva de acontecimientos penosos pasados o problemas específicos ocupan generalmente gran parte de los pensamientos del deprimido. La ideación suicida es muy común. Algunos pacientes se preocupan por la muerte y las posibles reacciones de sus familiares luego de su fallecimiento, o por reunirse con sus seres queridos ya fallecidos después de su deceso. Asimismo, las preocupaciones excesivas por las funciones corporales y somáticas son comunes en las depresiones severas.
Episodio Maníaco El episodio maníaco se identifica por un período anormal y persistente de elevación de ánimo, que se torna expansivo e irritable y que dura por lo menos una semana. Durante este período, los siguientes síntomas están presentes en forma persistente: un aumento en la autoestima o sentimiento de grandiosidad; disminución de la necesidad de sueño; aumento de la presión para hablar o hablar demasiado; fuga de ideas; distraibilidad; aumento de la actividad o agitación psicomotora, o conductas que llevan en sí potencial de riesgo por sus consecuencias; desinhibición sexual; compra de objetos en forma desmedida y/o comenzar negocios sin planificar adecuada y sensatamente. El estado de ánimo es suficientemente severo como para causar impedimento en el funcionamiento social de la persona y/o necesitar hospitalización para
prevenir daños o conflictos de mayor magnitud. Es importante tener en cuenta que los síntomas no se deben a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p.ej., una droga de abuso, una medicación u otro tratamiento) o una condición médica general (p.ej., hipertiroidismo).
Episodio Mixto El episodio mixto se caracteriza por un período de por lo menos una semana, en el cual se cumplen tanto los criterios para un episodio maníaco como para el depresivo mayor, casi a diario. El individuo experimenta estados de humor rápidamente cambiantes (tristeza, irritabilidad, euforia) acompañados por síntomas tanto de episodio maníaco como de depresión mayor. No debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p.ej., una droga de abuso, una medicación u otro tratamiento) o una condición médica general (p.ej., hipertiroidismo).
Episodio Hipomaníaco: Se define como un período anormal y persistente de humor elevado, irritable o expansivo, que dura por lo menos cuatro días y se diferencia claramente del humor normal. Los síntomas son semejantes a los del episodio maníaco, pero las alucinaciones y delusiones (síntomas psicóticos) están ausentes. En contraste con el episodio maníaco, el hipomaníaco no presenta sintomatología suficientemente severa como para producir compromiso social, ocupacional, o necesitar hospitalización.
Trastorno Bipolar I Lo esencial del Trastorno Bipolar I es su curso clínico, caracterizado por la presentación de uno o más episodios de manía o episodios mixtos. Frecuentemente, los sujetos con este trastorno han tenido también uno o más episodios de depresión mayor. Es común tanto en varones como
en mujeres. La prevalencia de vida del trastorno es de 0,4% a 1,6%. En los primeros, el episodio inicial tiende a ser de manía; mientras que en mujeres suele ser de depresión. Las mujeres tienen más posibilidades de desarrollar un Trastorno Bipolar I en el post parto. Curso. El Trastorno Bipolar I es recurrente y más del 90% de los sujetos que han tenido un episodio maníaco los presentarán en el futuro. En términos generales, el 60% a 70% de los episodios maníacos ocurren inmediatamente antes de, o siguen a, un episodio depresivo mayor. Con un patrón característico en cada sujeto. En el bipolar I, el número de episodios durante la vida (tanto de manía como de depresión mayor) tiende a ser más numeroso que en la depresión mayor recurrente. El intervalo entre los episodios tiende a disminuir a medida que el sujeto envejece. Existe evidencia que los cambios en el patrón de sueño pueden precipitar o exacerbar episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos. Un 5% a 15% de los sujetos con trastorno bipolar tienen múltiples episodios afectivos (4 ó más) (de depresión mayor, manía, mixto o hipomanía) que ocurren en el lapso de un año. Por lo que les denomina de ciclaje rápido. Aunque la mayoría de los individuos con trastorno bipolar I recuperan su nivel de funcionamiento previo, algunos (20%-30%) continúan presentando cambios en el humor con dificultades interpersonales y ocupacionales.
Variantes de los Trastornos Bipolares: Bipolar II, Estados Mixtos y Ciclotimia. El Trastorno Bipolar II, llamado también depresión mayor recurrente con hipomanía, es una nueva categoría diagnóstica en el DSM-IV. Se caracteriza por la ocurrencia de uno o más episodios de depresión mayor acompañado de, por lo menos, un episodio hipomaníaco. La presencia de un episodio maníaco o mixto; episodios de trastorno del humor inducido por sustancias; o, condiciones médicas generales, descarta el diagnóstico de bipolar II. Asimismo, los episodios no deben ser explicados por trastorno esquizoafectivo y no debe estar
sobrepuesto a un trastorno esquizofreniforme, delusivo u otro cuadro psicótico sin especificación. Los síntomas deben causar distrés clínicamente significativo o deterioro en el funcionamiento social, ocupacional u otro. Aunque la hipomanía es usualmente una condición recurrente que no produce mayor alteración funcional, el deterioro puede resultar de los episodios depresivos mayores o de un patrón crónico de episodios de humor impredecibles, y de fluctuaciones en el funcionamiento interpersonal y ocupacional. Tiende a no responder al tratamiento. Los sujetos con Trastorno Bipolar II pueden no considerar patológico el episodio hipomaníaco, aunque otros sean mortificados por su conducta errática. La información indirecta es a menudo crucial para el diagnóstico. El Trastorno Bipolar II, en general, no se transforma en bipolar I; pero, si ocurre un episodio maníaco o mixto en el curso del Trastorno Bipolar II, hay que cambiar el diagnóstico a bipolar I.
Ciclotimia Los pacientes ciclotímicos oscilan entre hipomanía y depresiones leves. Los síntomas hipomaníacos no aparecen en suficiente número, severidad, o duración como para alcanzar el criterio de manía o de depresión mayor. Los sujetos con este diagnóstico tienen un riesgo estimado entre 15% y 50% de desarrollar un Trastorno Bipolar I o II. Los trastornos ciclotímicos deben diferenciarse de aquellos causados por una condición médica general, inducidos por sustancias químicas o de cuadros de ciclaje rápido o personalidades fronterizas.
Trastorno de Ciclaje Rápido Los trastornos de ciclaje rápido ocurren en pacientes bipolares I y II. Son frecuentes en mujeres, presentando depresión, hipomanía o ciclaje entre depresiones e hipomanía. Usualmente, tales pacientes tienen problemas de comorbilidad incluyendo en el Eje I, abuso de sustancias
y trastorno de ansiedad; en el Eje II, trastornos de personalidad; y en Eje III, problemas tiroideos; asimismo, presentan riesgo de suicidio más alto. El rasgo esencial de los pacientes de ciclaje rápido, de acuerdo al DSM-IV, es la presentación de cuatro o más episodios en un período de 12 meses, que pueden ocurrir en cualquier orden y combinación. Estos episodios deben cumplir los criterios y la duración para un episodio depresivo mayor, maníaco, mixto o hipomaníaco, y tienen que ser demarcados por un período de remisión total o por un cambio a otro episodio de polaridad opuesta. El ciclaje rápido ocurre aproximadamente en un 5% a 15% de los pacientes con Trastorno Bipolar. El argumento de si el tratamiento con antidepresivos durante la fase depresiva del paciente bipolar lo transforma en ciclaje rápido, aunque no tiene mayor sustento, cuenta con suficiente información anecdótica como para analizarla en mayor detalle.
3) Trastorno psicosexuales
En el área de la sexualidad resulta difícil establecer límites entre lo normal y lo anormal o patológico. Los puntos de corte no son claros, y están determinados por muchos factores: el contexto social y cultural, el propio criterio personal de los sujetos.
Trastornos de la Identidad Sexual: la identidad sexual supone la incongruencia entre las características sexuales biológicas y las psicológicas. El trastorno en la identidad sexual significa una persistente y reiterativa identificación con el sexo opuesto. . La transexualidad :se define como una identificación intensa y persistente con el otro sexo. Se debe excluir un problema de tipo
orgánico para considerar este trastorno. Se apunta a una serie de factores psicológicos dentro de la familia que interfieren en el desarrollo de la sexualidad. Estrictamente la solución es ayudar a recuperar la identidad sexual. No es aconsejable el cambio de sexo. Trastornos intersexuales: son situaciones biológicas de falta o no plena definición del sexo biológico, anomalías orgánicas, no psicológicas, que llevan a una falta de definición de sexo. Los estados intersexuales sí, son susceptibles de tratamiento quirúrgico. Se manifiesta por la presencia de trastornos psicógenos o comportamentales en los que el individuo desea ser diferente. Disfunciones Sexuales: alteración del deseo sexual en uno o varios de los elementos de la respuesta sexual. La respuesta sexual consta de 4 elementos: El deseo: supone la aparición de pensamientos y fantasías de contenido sexual. La excitación: sensación subjetiva de placer sexual acompañado de cambios fisiológicos. El orgasmo: desencadenamiento del impulso sexual.
Cualquier alteración en estos elementos (respuesta sexual) que no sea debida a lesiones o disfunciones orgánicas, se consideran disfunciones sexuales. Trastornos del deseo sexual: El deseo sexual inhibido o hipoactivo :(DSI) también se denomina: «apatía sexual», «falta de deseo sexual» o «falta de interés por el sexo». La persona no busca la gratificación sexual aunque se encuentre disponible y tenga intacta la capacidad para realizar el acto sexual. En el trastorno por aversión al sexo: la persona evita de manera activa todo contacto genital. Se denomina también «fobia al sexo», ya que, al igual que una fobia, se producen intensas reacciones corporales (incremento de la tasa cardíaca, sudoración, tensión muscular...) tan
sólo con imaginar alguna actividad sexual. Las causas más frecuentes están en educaciones rígidas, experiencias previas de violencia sexual (violación, incesto), presiones constantes para realizar algún tipo de actividad sexual no deseada, o a experiencias sexuales «desagradables»
Trastornos de la excitación sexual: El trastorno de la excitación sexual en la mujer: fallo parcial o completo en obtener o mantener la respuesta de tumefacción y lubricación propia de la excitación sexual hasta la terminación de la actividad sexual, o bien como la carencia de una sensación subjetiva de excitación sexual y de placer durante la actividad. El trastorno de la erección en el hombre o impotencia: fallo parcial o total en obtener o mantener la erección hasta el final de la actividad sexual, o la falta de sensaciones subjetivas de excitación sexual y placer durante la actividad sexual.
Trastornos del orgasmo: La disfunción orgásmica femenina (o anorgasmia) ausencia o retraso del orgasmo, tras una fase de excitación normal, durante una actividad sexual que se considera adecuada en cuanto a tipo de estimulación, intensidad y duración. La disfunción orgásmica masculina (o anorgasmia) ausencia o retraso del orgasmo en el hombre, tras una fase de excitación normal... (igual que en el caso anterior). . La eyaculación precoz ante una estimulación sexual mínima o antes, durante o inmediatamente después de la penetración y antes de que la persona lo desee. . La anorgasmia es
frecuente en las mujeres, los hombres padecen más la eyaculación precoz
Trastornos por dolor: La dispaurenia dolor genital (en mujeres u hombres) antes, durante o tras la relación sexual. Es mucho más común en la mujer. . El vaginismo se caracteriza por la aparición de espasmos en la musculatura del tercio externo de la vagina que interfieren en el coito.
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