La Ciudad De Las Mujeres

  • June 2020
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Ciudad del Carmen, Campeche a 10 de Noviembre del 2009

Resumen de temas La ciudad de las mujeres -El trabajo de la mujer, Mujer y vivienda, Una visión del transporte, la infraestructura y el medio ambiente urbanos desde la condición femenina, La ciudad de los niños, Mujer, movimientos sociales urbanos y política social

La ciudad multicultural

-Globalización, migraciones y urbanización, Diversidad étnica, discriminación social y segregación urbana, La poblaciones flotantes en las ciudades, Multiculturalismo y crisis social urbana Alumno: César Jesús Castellanos Trejo Profesora: Isabel Escuela: UMMA – Facultad de Arquitectura

La ciudad de las mujeres La ciudad, como sociedad, ha estado basada a lo largo de la historia en el trabajo de las mujeres, subordinadas a los hombres en la estructura de la familia patriarcal. Por un lado, se ha producido una incorporación masiva de la mujer al trabajo remunerado, por lo que se ha modificado la organización de la vida cotidiana en la ciudad al tiempo que han cambiado las relaciones de poder entre géneros en el seno de la unidad familiar. Por otro lado, el proceso acelerado de urbanización en las nuevas condiciones de globalización ha suscitado nuevas necesidades en la vida familiar que, en gran parte del mundo, descansa sobre la capacidad de las mujeres para gestionar las dificultades con que se encuentran los habitantes de las ciudades para acceder a la compleja red de servicios urbanos. Nuestro análisis debe partir de la situación actual, aun no aceptada, para proponer vías de política urbana que contribuyan a hacer de las ciudades estructuras sociales mas igualatorias, no solo entre clases sino entre géneros.

El trabajo de la mujer Naturalmente, la mujer ha venido desempeñando tradicionalmente trabajo socialmente productivo, tato en las tareas de la casa y el cuidado de los niños como en el cultivo de la tierra o en la ayuda a las actividades remuneradas del hombre / cabeza de familia. Al añadir tareas remuneradas a las tareas domesticas, las mujeres, en todos los países, trabajan un número de horas superior al de los hombres, sobre un índice 100 de horas de trabajo masculino (pagado y no pagado), el índice femenino es de 127 para Italia, 111 para Francia, 112 para Colombia, 109 para Indonesia, 106 para EUA y 106 para Venezuela (UNDP, 1995).

Región

Porcentaje

América del Norte

38%

América Latina

24%

Europa occidental

34%

Asia

34%

África

32%

Oceanía

33%

Porcentaje de mujeres como mano de obra

Lo que la ha convertido en un trabajador altamente deseable en la nueva economía informacional global es la posibilidad de prestar un servicio equivalente por menor salario y en condiciones laborales mucho más precarias que la de sus compañeros masculinos. Y ello, por una única razón: la discriminación existente en la sociedad, reproducida en las leyes y mantenida en los sindicatos de trabajadores en muchos países. En cuanto a los países en vías de desarrollo, las mujeres forman la mayor parte de la fuerza de trabajo de la economía informal urbana, la otra cara de la globalización es indispensable para asegurar la vida de las ciudades en la mayor parte del mundo.

Mujer y vivienda Las políticas de vivienda, suelen basarse en un supuesto ordenamiento cada vez más cuestionable, que afecta por igual a hombres y mujeres: la norma básica de convivencia es la familia nuclear constituida en torno a la pareja. En

realidad, el acceso a la vivienda está condicionado a la vez, por la diferencia de todos y por la discriminación de la mujer. La falta de consideración de este fenómeno por las políticas de vivienda conduce a discriminar a las mujeres en el acceso a la misma, puesto que al basar el mínimo de ingresos para el acceso a viviendas subvencionadas en los ingresos masculinos, los hogares femeninos tienen una gran dificultad para alcanzar dichos mínimos. Las políticas de vivienda en sociedades sometidas a rápidos procesos de cambio cultural y demográfico deberían adaptarse a la creciente diversidad de formas de hogar: familia nuclear tradicional, personas que viven solas, adultos que comparten una vivienda y familias compuestas por mujeres y niños. En contra de lo que se piensa, la familia extendida no solo no desaparece sino que se desarrolla en muchas sociedades, como forma de respuesta a la crisis económica. Los cambios de la estructura espacial de las ciudades suelen afectar a las mujeres en mayor medida que a los hombres, precisamente por la necesidad aludida de articulación cotidiana de distintas funciones. Por otra parte, en buena parte del mundo, el hogar es un espacio de trabajo remunerado para la mujer. Y aunque esto sea el caso sobre todo para los países en desarrollo, el futuro telemático puede extender el fenómeno a los países avanzados. Otra problemática de vivienda específica de la mujer se refiere al diseño arquitectónico y a la organización de los espacios habitacionales. Por un lado, se trata de señalar la reproducción del modelo patriarcal de familia mediante la organización del espacio domestico. Se trata de la escasa consideración que recibe la especificidad del trabajo femenino domestico en el diseño de las unidades habitacionales en gran parte del mundo. En ultimo termino, la participación de las mujeres de distintas culturas y condiciones urbanas en el diseño del espacio multifuncional que es su norma

general parece indispensable para ir adecuando el espacio construido a las diferencias de género que se encuentran en a base de la estructura social urbana en todas las sociedades.

Una visión del transporte, la infraestructura y el medio ambiente urbanos desde la condición femenina Si bien las mujeres son los agentes primordiales de la articulación entre las unidades domesticas y la estructura urbana, las ciudades suelen desarrollarse y planificarse haciendo abstracción de las necesidades especificas suscitadas por dicha articulación. Así, la planificación del transporte urbano se centra tradicionalmente en organizar los patrones de movilidad entre residencia y trabajo, lo que no permite reflejar la diversidad de los desplazamientos a que se ven obligadas las mujeres para cumplir sus múltiples tareas cotidianas. Si los suburbios de las grandes áreas metropolitanas de los países desarrollados dependieran para su expansión del trabajo de las mujeres como agentes de movilidad urbana, muchas aglomeraciones territoriales de los países en desarrollo dependen del trabajo de las mujeres para su mera supervivencia cotidiana. En efecto, la insuficiente infraestructura urbana en agua, electricidad, saneamiento y servicios básicos hace que las familias dependan para su abastecimiento, en gran medida, del trabajo de la mujer, que se convierte así en agente indispensable de gestión del actual proceso de urbanización acelerada. La gestión del medio ambiente urbano al borde de la catástrofe ecológica es tal vez la mayor responsabilidad que asumen las mujeres en muchas de las ciudades de nuestro mundo. La lucha constante con la suciedad, la creación de zonas limpias en torno a la habitación, la constante esterilización del agua y los alimentos, la educación de hijos y maridos, la disciplina impuesta en la comunidad de habitación, son gestos cotidianos, incansablemente repetidos, en una batalla constante contra la podredumbre ambiental y por la dignidad del hábitat.

La ciudad de los niños Los niños son responsabilidad tanto de los hombres como de las mujeres y en ultimo termino, de la sociedad en su conjunto, que va creando, o destruyendo, su futuro a través del cuidado de ellos. Sin embargo la división social del trabajo en el sistema patriarcal que caracteriza nuestras sociedades, hace que la procreación, cuidado y educación de los niños, formen parte esencial de la ciudad de las mujeres, tal y como existe en la actualidad. Las economías socialistas, que necesitaron la plena movilización de la fuerza de trabajo femenina, asumieron la socialización del cuidado de los niños, manteniendo al mismo tiempo la estructura familiar. En cambio, en la medida en que los mecanismos del mercado se han extendido a todo el mundo mediante el proceso de globalización y que se ha puesto en crisis el estado de bienestar por la igualación hacia debajo de las reglas de la competencia, los sistemas de guardería infantil, escuelas y protección de la infancia han sido sometidos a fuerte presión en el conjunto del mundo, siendo más critica la situación para los niños pobres y para los niños de las grandes ciudades de los países sean desarrollo. La combinación de crisis y reestructuración económica, urbanización acelerada y la desintegración familiar ha creado un fenómeno masivo de trabajo infantil en el mundo, así como de millones de niños que viven en las calles, parcialmente o a tiempo completos. El conjunto de estas condiciones sociales en que vive la infancia urbana de buena parte del mundo se traduce en una serie de graves efectos físicos, psicológicos y sociales que resume el informe de la UNICEF. Más allá de la pobreza, los niños de todas las condiciones sociales y en casi todos los contextos urbanos también ven su existencia ignorada con

frecuencia en el diseño de las ciudades y en la organización de los servicios urbanos

Mujer, movimientos sociales urbanos y política local La división social de trabajo, que reserva para el hombre las esferas productiva y de poder y para la mujer la gestión del conjunto de la vida cotidiana ha tenido el paradójico efecto de que en distintos tiempos, espacios y culturas, las mujeres han sido y son los principales sujetos de las organizaciones comunitarias y movimientos sociales urbanos en la base de la política local. Esta relación entre mujeres y organizaciones territoriales y reivindicativas urbanas han sido aun más reforzada en época reciente por el rápido proceso de urbanización y por la perturbación de los patrones tradicionales de la vida familiar. Un nuevo fenómeno de organización social ligado a las condiciones de la nueva economía informal urbana también tiene a mujeres como protagonistas. Se trata de las asociaciones de trabajadoras a domicilio para reivindicar sus derechos y reforzar su capacidad de negociación con las redes de empresas que las subcontratan. En otro contexto, las nuevas tecnologías de información permiten a la vez la extensión del trabajo a domicilio y la organización de las mujeres trabajadoras en Holanda, en donde los centros de apoyo del trabajo a domicilio de la unión de mujeres presta ayuda y proporciona información a 166,000 trabajadoras industriales a domicilio. La movilización de las mujeres a través de los movimientos urbanos puede ir traduciéndose, lentamente, en una mayor influencia femenina en la política local, pero aun se está lejos de la igualdad en este terreno.

ANEXO.- Diferencias de género en el transporte urbano: Norteamérica

El sistema de transporte norteamericano en las ciudades está basado en facilitar la movilidad de los trabajadores de servicios desde los suburbios residenciales hasta las ciudades centrales y los nodos metropolitanos donde aun s concentra la mayor parte del empleo. La separación espacial estricta entre residencia y trabajo ha hecho difícil para la mujer el desplazarse cotidianamente a su trabajo. La consecuencia es que las mujeres usan el automóvil casi en la misma medida que los hombres. Un patrón típico de movilidad para la mujer es el de los viajes diarios con distintas paradas, haciendo distintos recados y acompañando a miembros de la familia en la ida y vuelta al trabajo. Las mujeres usan el transporte público con mucha menor frecuencia que los hombres, una razón es el patrón aludido de viajes con varias paradas, que es más fácil con coche, dada esa escaza flexibilidad de los sistemas de transporte colectivo. En Nueva York, un 52% de las mujeres tiene medo de utilizar el transporte público después de las 8 de la noche.

ANEXO.- El trabajo invisible: Las mujeres como proveedoras gratuitas de servicios urbanos y de manutención del hogar Las mujeres realizan gran parte del trabajo que hace funcionar las ciudades y mantiene el hogar, pero la mayor parte de su esfuerzo es escasamente reconocido y raramente pagado. El PNUD estima que si el trabajo no pagado fuera contabilizado según los salarios promedio de cada país, el producto global se incrementaría en 16 billones de dólares, de los cuales 11 corresponderían al trabajo invisible de la mujer. En las ciudades de los países en desarrollo, donde gran parte de la población no tiene acceso a agua y saneamiento, las mujeres mantienen los servicios básicos de la infraestructura urbana, tales como la obtención de agua y combustible, el tratamiento de los residuos y la gestión del saneamiento allí donde no hay alcantarillado.

ANEXO.- Los niños de la calle: Brasil Las ciudades brasileñas se hicieron tristemente celebres en la década de los ochenta por los miles de niños que pululaban en sus calles buscando sus subsistencia, aparentemente, al margen de sus familias. Los niños de la calle son particularmente vulnerables a la violencia. De hecho, el homicidio y el suicidio son las causas más frecuentes de muerte entre adolescentes brasileños. Un estudio fiable estableció que en Sao Paulo, Rio y Recife, 457 niños de la calle fueron asesinados entre marzo y agosto de 1989. Muchos de los asesinatos están relacionados con el tráfico callejero de drogas, puesto que frecuentemente los niños son utilizados como intermediarios por los traficantes, para operar sin riesgo y con escaso costo. En otros casos, grupos parapoliciales y personas “de bien” decididas a “limpiar las calles” matan niños para amedrentar la pobreza.

ANEXO.- La prostitución infantil: Una nueva industria global La prostitución infantil ha recibido un nuevo impulso en las grandes ciudades de los países en desarrollo, como resultado conjunto de los procesos de globalización de la riqueza y localización de la pobreza. En los últimos años se han construido empresas en los países ricos que organizan sex tours por Asia y América Latina. El miedo al SID contribuye a elevar el precio de la virginidad, por tanto a reducir la edad de iniciación sexual, que llega en muchos casos a los ocho anos. Informes internacionales señalan la venta de miles de niños en India y Bango Des a los burdeles y empresas pornográficas de Oriente próximo. Los informes médicos de Asia y América latina, señalan un incremento significativo de las enfermedades venéreas entre menores de 14 anos. En su

conjunto, la industria del sexo infantil genera miles de millones de dólares y se encuentra en rápida expansión.

La ciudad multicultural Nuestro mundo es étnica y culturalmente diverso y las ciudades concentran y expresan dicha diversidad. Frente a la homogeneidad afirmada e impuesta por el Estado a lo largo de la historia, la mayoría de las sociedades civiles se han constituido históricamente a partir de una multiplicidad de etnias y culturas que han resistido generalmente las presiones burocráticas hacia la normalización cultural u la limpieza étnica. La diferencia territorial de los procesos de creación y de destrucción, incrementa el desarrollo desigual entre regiones y entre países, e introduce una diversidad creciente en la estructura social urbana.

Globalización, migraciones y urbanización La aceleración del proceso de urbanización en el mundo se debe en buena medida al incremento de las migraciones rural-urbanas, frecuentemente debidas a la expulsión de mano de obra de la agricultura por la modernización de la misma, siendo asimismo consecuencia de los procesos de industrialización y de crecimiento de la economía informal en las áreas metropolitanas de los países en desarrollo. La globalización también ha suscitado importantes desplazamientos de población entre países, aunque las migraciones internacionales presentan un patrón complejo que no síguelas visiones estereotipadas de la opinión pública. En los países mas desarrollados, en Europa occidental y EUA, entre la población existe el sentimiento de una llegada sin precedentes de inmigrantes en la última década, de una autentica invasión en la terminología de algunos medios de comunicación. Es cierto que el desarrollo desigual a escala mundial, la

globalización económica, cultural y de sistemas de transporte favorece un intenso trasiego de poblaciones. Un factor adicional es importante en la percepción de una diversidad étnica que va mucho más allá del impacto directo de la inmigración: la segregación espacial de la ciudad a partir de características étnicas y culturales de la población no es pues una herencia de un pasado discriminatorio, sino de un rasgo de importancia creciente, característico de nuestras sociedades: la era de la información global es también la de la segregación local.

Diversidad étnica, discriminación social y segregación urbana En todas las sociedades, las minorías étnicas sufren discriminación económica, institucional, y cultural, que suele tener como consecuencia su segregación en el espacio de la ciudad. La desigualdad en el ingreso y las prácticas discriminatorias en el mercado de vivienda condicen a la concentración desproporcionada de minorías étnicas en determinadas zonas urbanas en el interior de las áreas metropolitanas. El modelo de segregación étnica urbana más conocido y mas estudiado es el de las ciudades norteamericanas que persiste a lo largo de la historia de los EUA y que se ha reforzado en las últimas dos décadas, con la localización de los nuevos inmigrantes en sus correspondientes espacios segregados de minorías étnicas, que constituyen verdaderos enclaves étnicos en las principales áreas metropolitanas. La concentración espacial de minorías étnicas desfavorecidas conduce a crear verdaderos “agujeros negros” de la estructura social urbana, en los que se refuerzan mutuamente la pobreza, el deterioro de la vivienda y los servicios urbanos, los bajos niveles de ocupación, la falta de oportunidades profesionales y la criminalidad. Lo que sí parece establecido es la tendencia a la segregación de las minorías étnicas en todas las ciudades y en particular en las ciudades del mundo

más desarrollado, así conforme las sociedades europeas reciben nuevos grupos de inmigrantes y ven crecer sus minorías étnicas a partir de los grupos establecidos en las tres últimas décadas, se acentúa el patrón de segregación étnica urbana.

Las poblaciones flotantes en las ciudades La geometría variable de la nueva economía mundial y la intensificación del fenómeno migratorio, tanto rural-urbano como internacional, han generado una nueva categoría de población, entre rural, urbana y metropolitana: población flotante que se desplaza con los flujos económicos y según la permisividad de las instituciones, en busca de su supervivencia, con temporalidades y espacialidades variables, según los países y las circunstancias. Aunque por su propia naturaleza el fenómeno es de difícil medida, una corriente de investigación cada vez más amplia aporta datos sobre su importancia y sobre las consecuencias que tiene para el funcionamiento y gestión de las ciudades. Tres son los principales problemas ocasionados por las poblaciones flotantes en la gestión urbana: En primer lugar, su existencia suscita una presión sobre los servicios urbanos mayor de lo que la ciudad puede asumir, a menos de recibir ayudas especiales de los niveles superiores de la administración, en consonancia con su población real y el uso efectivo que se hace de su infraestructura. En segundo lugar, la falta de contabilidad estadística adecuada de dicha población flotante, aso como la irregularidad de sus movimientos, impiden una planificación adecuada de los servicios urbanos En tercer lugar, se crea una distorsión entre las personas presentes en la ciudad y la ciudadanía capaz de asumirlos problemas y el gobierno de la ciudad. Así pues, el desarrollo de las poblaciones flotantes, directamente relacionadas con la globalización de los flujos económicos y de comunicación, constituye una nueva realidad urbana para la que todavía no tienen respuesta las ciudades.

Multiculturalismo y crisis social urbana

En mayo de 1991 se reunieron en Fráncfort, bajo los auspicios del Consejo de Europa, representantes de distintos gobiernos municipales europeos para tratar las políticas municipales para la integración multicultural de Europa. En la declaración se constataba que los países europeos, como consecuencia de décadas de inmigración y emigración, se habían tornado sociedades multiculturales. Asimismo, en la medida en que los inmigrantes y las minorías étnicas resultantes se concentraban en las grandes ciudades, las políticas de tratamiento de la inmigración y de respeto del multiculturalismo constituían un componente esencial de las nuevas políticas municipales. Los inmigrantes y las minorías enicas, aparecen como chivos expiatorios de las crisis económicas y de las incertidumbres sociales, según un viejo reflejo históricamente establecido, explotado regularmente por demagogos políticos irresponsables. Aprender a convivir con esa situación, saber gestionar el intercambio cultural a partir de diferencias étnicas y remediar las desigualdades surgidas de la descriminacion son dimensiones esenciales de la nueva política local en las condiciones surgidas de la nueva interdependencia global.

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