La Autoestima Y Los Estereotipos De Rol De G%c9nero

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LA AUTOESTIMA Y LOS ESTEREOTIPOS DE ROL DE GÉNERO Ana García-Mina, Mª José Carrasco y Mª Pilar Martínez Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Pontificia Comillas

En todas las culturas existe un modelo normativo acerca de cómo debe ser un varón y una mujer. Estas construcciones sociales tienen un papel fundamental en la organización y constitución de la subjetividad humana.

Desde la década de los setenta y bajo el liderazgo del movimiento feminista se ha realizado una gran cantidad de investigaciones en torno a la incidencia que tienen las diferentes opciones de rol de género (masculinidad, feminidad, androginia e indiferenciación) en la configuración de la identidad y en los modos específicos de enfermar.

La autoestima ha sido utilizada como uno de los principales indicadores de bienestar psicológico en las investigaciones realizadas sobre los roles de género.

Teniendo como marco de referencia estas perspectivas teóricas, planteamos verificar: A) que el grado de autoestima varía en las diferentes categorías de género; B) que los sujetos que han puntuado alto en masculinidad (andróginos y/o masculinos) no van a diferir significativamente en su nivel de autoestima, y obtendrán un mayor nivel de autoestima que aquellos que han obtenido puntuaciones bajas en masculinidad (femeninos y/o indiferenciados), que a su vez tampoco diferirán entre sí; C) que para ambos sexos, la masculinidad es mejor predictor de la autoestima que la feminidad. Los resultados obtenidos verifican las hipótesis planteadas: la autoestima varía en las diferentes categorías de género, obteniéndose unos resultados acordes con otras investigaciones: las personas masculinas y andróginas puntuaron significativamente más alto en autoestima que las personas indiferenciadas y femeninas. La masculinidad aparece como mejor predictor de la autoestima que la feminidad.

Palabras clave: estereotipos de rol de género, autoestima, masculinidad, feminidad

Autor que presentará la comunicación: Ana García-Mina Freire Formato de la comunicación: oral Equipo de proyección requerido: transparencias

LA AUTOESTIMA Y LOS ESTEREOTIPOS DE ROL DE GÉNERO

AUTORES: Ana García-Mina, Mª José Carrasco y Mª Pilar Martínez INSTITUCIÓN: Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Pontificia Comillas DIRECCIÓN: C/ Universidad de Comillas nº 3, 28049 Madrid TELÉFONO: 734 39 50, ext. 2589; FAX: 734 45 70 E-MAIL: [email protected] LA AUTOESTIMA Y LOS ESTEREOTIPOS DE ROL DE GÉNERO SELF-ESTEEM AND GENDER ROLES STEREOTYPES

En todas las culturas existe un modelo normativo acerca de cómo debe ser un varón y una mujer. Estas construcciones sociales tienen un papel fundamental en la organización y constitución de la subjetividad humana.

Desde la década de los setenta y bajo el liderazgo del movimiento feminista se ha realizado una gran cantidad de investigaciones en torno a la incidencia que tienen las diferentes opciones de rol de género en la configuración de la identidad y en los modos específicos de enfermar. La autoestima ha sido utilizada como uno de los principales indicadores de bienestar psicológico en las investigaciones realizadas sobre los roles de género.

Teniendo como marco de referencia estas perspectivas teóricas, planteamos verificar: A) que el grado de autoestima varía en las diferentes categorías de género; B) que los sujetos que han puntuado alto en masculinidad obtendrán un mayor nivel de autoestima que

aquellos que han obtenido puntuaciones bajas en masculinidad; C) que para ambos sexos, la masculinidad es mejor predictor de la autoestima que la feminidad. Los resultados obtenidos verifican las hipótesis planteadas: la autoestima varía en las diferentes categorías de género, obteniéndose unos resultados acordes con otras investigaciones: las personas masculinas y andróginas puntuaron significativamente más alto en autoestima que las personas indiferenciadas y femeninas. La masculinidad aparece como mejor predictor de la autoestima que la feminidad.

Palabras clave: estereotipos de rol de género, autoestima, masculinidad, feminidad

Every culture has a normative model of how men and women should be. These social constructions have a prominent role in the constitution of human subjectivity. Since the 60's and under the influence of the feminist movement, many research has been carried out on the impact of gender role on identity development and on specific mental disorders. Gender role research has taken self-esteem as one of the main predictors of psychological wellbeing.

Within this conceptual framework we intend to probe that: a) self-esteem level differs from one gender category to another; b) subjects who score high and low in masculinity will differ significantly in their self-esteem scores; c) for both sexes, masculinity is a better selfesteem predictor than feminity.

Results support our hypothesis. Self-esteem differs across different fender categories: masculine and androgynous persons score significantly higher in self-esteem than undifferenciated and femenine persons. Masculinity seems to be a better self-esteem predictor than feminity.

Key words: gender role stereotypes, self-esteem, masculinity, feminity. LA AUTOESTIMA Y LOS ESTEREOTIPOS DE ROL DE GÉNERO

INTRODUCCIÓN

En todas las culturas existe un modelo normativo acerca de cómo debe ser un varón y una mujer. Estas construcciones sociales tienen un papel fundamental en la organización y constitución de la subjetividad humana. Llevan implícitas una serie de sanciones positivas y negativas que marcan de antemano las aspiraciones, las percepciones, el hacer y el poder del sujeto en el mundo (Izquierdo,1983; Lagarde,1996; Osborne, 1991).

Desde la década de los setenta y bajo el liderazgo del movimiento feminista se ha realizado una gran cantidad de investigaciones en torno a la incidencia que tienen las diferentes opciones de rol de género (masculinidad, feminidad, androginia e indiferenciación) en la configuración de la identidad y en los modos específicos de enfermar. La "vida cotidiana", hasta entonces considerada como una variable sin importancia, aparece como una de las claves de interpretación a la hora de estudiar diversas psicopatologías (Burín,1990). Cada vez son más los trastornos que comienzan a relacionarse con las condiciones de vida y con las características de una subjetividad construida desde los patrones culturales vigentes en la sociedad.

La autoestima ha sido utilizada como uno de los principales indicadores de bienestar psicológico en las investigaciones realizadas sobre los roles de género (Allgood-Merten y Stockard,1991; Taylor y Hall,1982; Whitley,1983). Aunque no hay un total acuerdo sobre la relación existente entre esta variable y los estilos de rol de género, la constatación de las diferencias en autoestima en las categorías de género ha tenido una gran repercusión en el estudio de la masculinidad y la feminidad.

Desde mediados de los años setenta, las investigaciones sobre la autoestima y la tipología de género se han desarrollado fundamentalmente desde dos modelos teóricos diferentes: el modelo andrógino y el modelo masculino.

El modelo andrógino, abanderado entre otros por Bem (1974,1975), Spence y Helmreich (1975,1978), Gilbert (1981), Kaplan (1976) y Nickerson (1977), hipotetiza que son las personas andróginas las que obtendrán un mayor nivel de autoestima. Por su parte, el modelo masculino plantea que no es la integración de las características masculinas y femeninas lo que está relacionado con una alta autoestima, sino los rasgos masculinos que tiene la persona andrógina. Desde esta perspectiva, la masculinidad es la que más contribuye a un mayor grado de autoestima.

Teniendo como marco de referencia esta perspectiva de investigación, así como los modelos teóricos desarrollados sobre el estudio de estas dos variables, planteamos verificar: A) que el grado de autoestima varía en las diferentes categorías de género; B) que los sujetos que han puntuado alto en masculinidad: andróginos y/o masculinos, no van a diferir significativamente en su nivel de autoestima, y van a obtener un mayor nivel de autoestima que aquellos que han obtenido puntuaciones bajas en masculinidad: femeninos y/o indiferenciados, que a su vez tampoco diferirán entre sí en el grado de autoestima alcanzado; C) que para ambos sexos, la masculinidad es mejor predictor de la autoestima que la feminidad.

MÉTODO Sujetos La muestra está formada por 559 estudiantes universitarios: 220 varones y 339 mujeres; cuyas edades oscilan entre los 17 y los 31 años, siendo la media de edad de aproximadamente 21 años (véase tabla 1.1).

INSERTAR TABLA 1.1

Instrumentos Para analizar la relación existente entre la autoestima y los estereotipos de rol de género se aplicaron dos instrumentos de medida: El Inventario de Rol Sexual de Sandra Bem adaptado a una población perteneciente al primer período de la edad adulta (GarcíaMina,1997) y una adaptación del Cuestionario de Autoestima de Coopersmith (Morales,1987).

El Inventario de Rol Sexual Adaptado Esta medida es una adaptación de uno de los cuestionarios más utilizados para evaluar la masculinidad y la feminidad: el Inventario de Rol Sexual. Esta medida fue creada en 1974 por Sandra Bem, y fue pionera en medir estos constructos como dos dimensiones independientes, y en operativizar la androginia psicológica. La adaptación castellana de este cuestionario está formada por tres subescalas: la escala de Masculinidad, la escala de

Feminidad y la escala de Deseabilidad Social constituidas cada una por 18 items. Es una prueba autodescriptiva, en la que se pide al sujeto que señale de cada ítem en qué grado se da ese rasgo en él, teniendo como referencia una escala del 1 al 7 que le permite indicar si una determinada característica de personalidad se da siempre o casi siempre (7) o nunca o casi nunca (1) en él. Cada sujeto obtiene, en función de sus respuestas, una puntuación de masculinidad y de feminidad, y a partir del método de puntuación de la división por la mediana se halla su tipología de género.

El Cuestionario de Autoestima de Coopersmith Adaptado Esta escala es una adaptación realizada por Morales (1987) del Cuestionario de Autoestima de Coopersmith (1967). Es una versión reducida y está compuesta por 10 items. A través de esta escala podemos obtener datos acerca de la valoración global o satisfacción que las personas tienen de sí mismas, así como su grado de integración social. Para cada ítem, se le pide a la persona que indique en qué grado le describe esa frase autodescriptiva, teniendo como referencia cuatro opciones de respuesta que van desde me describe "mucho" a no me describe "nada".

Procedimiento Para efectuar la aplicación de las pruebas se contactó con algunos miembros del profesorado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Córdoba, quienes se ofrecieron a administrar el material entre los estudiantes. Este constaba de los cuestionarios anteriormente descritos así como de una hoja en la que se recogían diversos datos personales. Se distribuyeron 565 juegos de cuestionarios durante el horario lectivo. Las aplicaciones de los cuestionarios se desarrollaron en todos los grupos siguiendo el siguiente esquema: tras agradecerles su colaboración se les repartía el material señalándoles que en primer lugar cumplimentaran los datos personales que aparecían en la primera hoja. Una vez rellenados, se les indicaba que leyesen con atención las instrucciones que figuraban al inicio de cada uno de los cuestionarios y que a continuación pasaran a responderlos. De las 565 juegos tuvimos que eliminar seis al no estar bien cumplimentados.

RESULTADOS Para verificar las hipótesis planteadas, en primer lugar se procedió a clasificar a los sujetos en función de su tipología de género y su grado de autoestima. En la tabla 1.2 se presenta cómo quedan clasificados los sujetos en función de su tipología de género.

INSERTAR TABLA 1.2.

Varones y mujeres se clasifican en un mayor porcentaje en la tipología congruente con su sexo, la segunda orientación donde más se clasifican es la androginia, seguida de la indiferenciación. El menor porcentaje en ambas muestras se encuentra en aquellas tipologías cruzadas con respecto al sexo: la feminidad para los varones, y la masculinidad para las mujeres.

Una vez clasificados los sujetos en función de su orientación de rol de género, se procedió a clasificar a la muestra en tres grupos, dependiendo del nivel de autoestima alcanzado. En la tabla 1.3, se muestran los criterios de autoestima correspondientes a cada grupo, así como el número y porcentaje de sujetos de la muestra conjunta, incluidos en cada uno de ellos, en función de su estilo de rol de género. Estos criterios se establecieron hallando el valor del percentil 25 y el percentil 75.

INSERTAR TABLA 1.3.

Tras obtener los diferentes porcentajes de los sujetos clasificados según su tipología de género y nivel de autoestima, contrastamos las puntuaciones medias de las personas masculinas, femeninas, indiferenciadas y andróginas en la variable autoestima, mediante un análisis de varianza unifactorial. Se utilizó la prueba de Scheffé para comprobar entre qué grupos las diferencias son significativas.

Como se muestra en la tabla 1.4, las tipologías que puntúan más alto en autoestima son la masculinidad y la androginia, siendo la feminidad la tipología que obtiene menor puntuación.

INSERTAR TABLA 1.4.

Atendiendo a los resultados obtenidos en la prueba de Scheffé, encontramos que los sujetos masculinos y andróginos no difieren significativamente entre ellos, y puntúan significativamente más alto en autoestima que los sujetos femeninos e indiferenciados, que a su vez tampoco se diferencian significativamente en el nivel de autoestima alcanzado (p<.05). Esto confirma las dos primeras hipótesis planteadas en esta investigación: el grado de autoestima varía en las diferentes categorías de género, obteniendo un mayor nivel de autoestima los sujetos que puntúan alto en masculinidad (masculinos y andróginos) que aquellos que puntúan bajo en masculinidad (femeninos e indiferenciados). No se hallaron diferencias significativas entre los sujetos clasificados masculinos y andróginos, ni entre los categorizados como femeninos e indiferenciados. Si estudiamos la relación existente entre autoestima y tipología de género en función del sexo de los sujetos, vamos a encontrarnos con resultados similares a los hallados en la muestra conjunta, pero algo diferentes entre ambas submuestras.

En las tablas 1.5 y 1.6 se presentan el número y porcentaje de varones y mujeres clasificados en función del nivel de autoestima y del estilo de rol de género. Como se manifiesta en los datos presentados en dichas tablas, tanto en la submuestra de varones como en la submuestra de mujeres se confirma que el grado de autoestima varía en función de las categorías de género.

INSERTAR TABLA 1.5.

INSERTAR TABLA 1.6.

En las tablas 1.7 y 1.8 se muestran los resultados del análisis de varianza de ambas variables, en función del sexo de los sujetos.

INSERTAR TABLA 1.7.

INSERTAR TABLA 1.8.

Atendiendo a los resultados obtenidos del análisis de varianza y de la prueba de Scheffé podemos observar algunas diferencias entre ambas muestras. Mientras que en la submuestra de varones son los varones masculinos, seguidos de los andróginos, los que puntúan más alto en autoestima, en la submuestra de mujeres son las mujeres andróginas quienes obtienen el nivel más alto en autoestima, seguidas de las masculinas.

Al aplicar la prueba de Scheffé se observa que si en la submuestra de varones los categorizados como masculinos obtienen diferencias significativas en autoestima con respecto a los varones femeninos, en la submuestra de mujeres serán las clasificadas andróginas las que puntuarán significativamente más alto en autoestima que las mujeres indiferenciadas y las femeninas (p<.05). En ambas submuestras, quienes obtienen un nivel más bajo de autoestima son las personas que han internalizado aquellas características consideradas socialmente como significativamente más deseables en una mujer.

Estos resultados, junto los obtenidos con la muestra conjunta, apoyan las hipótesis formuladas por el modelo masculino: la masculinidad es el factor que más contribuye a la autoestima. Aunque hemos de ser muy prudentes en considerarlo un buen predictor de ésta.

Como se observa en la tabla 1.9, aunque los resultados del análisis de regresión múltiple confirman que tanto en varones como en mujeres, la autoestima está relacionada con la masculinidad y no con la feminidad, la capacidad de la masculinidad de predecir el nivel de autoestima es bastante baja en ambas muestras: en la muestra de varones predice un 11% (R2ajustado=.11, G.L.= 2,199, F=13.18, p<.00005) de la varianza del nivel de autoestima; y en la muestra de mujeres explica un 5% (R2ajustado=.05, G.L.=2, 303, F=9.18, p<.00005).

INSERTAR TABLA 1.9.

Aún así, los resultados de los análisis de regresión múltiple verifican la tercera hipótesis planteada para la validación de nuestro cuestionario: para ambos sexos, la masculinidad es mejor predictor de la autoestima que la feminidad.

CONCLUSIONES Los datos obtenidos en esta investigación permiten verificar que la autoestima varía en las diferentes categorías de género, obteniéndose unos resultados acordes con los hallados en la gran mayoría de las investigaciones realizadas sobre esta relación: las personas masculinas y andróginas puntuaron significativamente más alto en autoestima que las personas indiferenciadas y femeninas (Bem,1977; Baldwin y cols, 1986; Flagg,1984; Gauthier y Kjervik,1982; Lamke,1982; Lau,1989; Moore y Rosenthal,1980; Mullis y McKinley,1989; Spence y cols,1975; Wetter, 1975).

La hipótesis planteada desde el modelo masculino queda verificada por las correlaciones obtenidas entre las puntuaciones de masculinidad y feminidad de los sujetos y sus puntuaciones en autoestima1 y por los análisis de regresión múltiple realizados sobre estas variables. La masculinidad está positiva y significativamente más asociada con la autoestima que la feminidad, cuya relación con la autoestima es, en nuestra investigación, apenas perceptible y no significativa. La masculinidad aparece como mejor predictora de la autoestima que la feminidad.

Ahora bien, es importante que estos resultados no sean sacados del contexto teóricoempírico presente en esta investigación. El Inventario de Rol Sexual es un cuestionario que define la masculinidad y la feminidad a partir de una serie de rasgos de personalidad que a su vez tienen una estrecha relación con una "orientación instrumental o agentic" en caso de

la masculinidad, y una "orientación expresiva o comunal" en el caso de la feminidad. Aunque sea considerado como una medida de masculinidad y feminidad, éste operativiza uno de los aspectos de la naturaleza multidimensional de estos constructos. Esto es algo que no debemos de olvidar al interpretar los resultados, ya que otras dimensiones de esta realidad como son los comportamientos, preferencias o actitudes no necesariamente tienen que tener esta misma relación con la autoestima u otras medidas de salud mental.

NOTA 1. En la submuestra de varones, la correlación obtenida entre autoestima y masculinidad fue r=.33, (p<.001), mientras que la hallada entre feminidad y autoestima fue r=.-.08 (p>.05). En la submuestra de mujeres, la correlación entre masculinidad y autoestima fue r=.24 (p<.001), mientras que la obtenida entre ésta y la feminidad fue r=.05 (p>.05).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Allgood-Merten, B. y Stockard, J. (1991): Sex Role Identity and Selfesteem: A comparison of children and adolescent. Sex Roles, 25, pp. 129139. Baldwin, A. C., Critelli, J. W., Stevens, L. C. y Russell, S. (1986): Androgyny and sex role measurement: A personal construct approach. Journal of Personality and Social Psychology, 51, pp. 1081-1088. Bem, S. L. (1974): The measurement of psychological androgyny. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 43, pp. 155-162. Bem, S. L. (1975): Sex-role adaptability: One consecuence of psychological androgyny. Journal of Personality and Social Psychology, 31, pp. 634-643. Bem, S. L. (1977): On the utility of alternative procedures for assessing psychological androgyny. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 45, pp. 196-205. Burín, M. (1990): El malestar de las mujeres. La tranquilidad recetada. Buenos Aires: Paid .Flagg, K. (1984): Psychological androgyny and self-esteem in clergywomen. Journal of Psychology and Theology, 12, pp. 222-229.

García-Mina, A. (1997): Análisis de los estereotipos de rol de género. Validación transcultural del Inventario de Rol Sexual. Tesis Doctoral, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Pontificia Comillas. Gauthier, J., Kjervik, D. (1982): Sex-role identity and self-esteem in female graduate nursing students. Sex Roles, 8, pp. 45-55. Gilbert, L. A. (1981): Toward mental health: The benefits of psychological androgyny. Professional Psychology, 12, pp. 29-38. Izquierdo, M. J. (1983): Las, los, les, (lis, lus). El sistema sexo/género y la mujer como sujeto de transformación social. Barcelona: LaSal, ed de les dones. Kaplan, A. G. (1976): Androgyny as a model of mental health for women: From theory to therapy. En A.G. Kaplan y J.P. Bean (Eds.): Beyong sex-role stereotypes: Readings toward a psychology of androgyny. Boston: Little, Brown and Company. Lagarde, M. (1996): Género y Feminismo. Desarrollo humano y democracia. Madrid: horas y HORAS. Lamke, L. K. (1982): The impact of sex-role orientation on self-esteem in early adolescence. Child Development, 53, pp. 1530-1535. Lau, S. (1989): Sex Role orientation and domains of self-esteem. Sex Roles, 21, pp. 415-422. Moore, S. M. y Roshental, D. A. (1980): Sex-roles, Gender, Generation and Self-esteem. Australian Psychologist, 15, pp. 467-477. Morales, P. (1987): Problemas metodológicos en la medición de actitudes. Tesis Doctoral, Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, Universidad Complutense de Madrid. Mullis, R. L. y McKinley, K. (1989): Gender-role orientation of adolescent females: effects on self-esteem and locus of control. Journal of adolescent Research, 4, pp. 506-516. Nickerson, E. T. (1977): Learne helplessness and depression in women: Or how to keep being a woman from being depressing. Boston: Boston University (ERIC Document Reproduction Service No. ED 146 507). Osborne, R. (1991): La discriminación social de la mujer en razón del sexo. En J. Vicent Marques y R. Osborne: Sexualidad y Sexismo. Madrid: Fundación Universidad-Empresa.

Spence, J. T. y Helmreich, R. L. (1978): Masculinity and feminity: The psychological dimensions, correlates and antecedents. Austin: University of Texas Press. Spence, J. T., Helmreich, R. L. y Stapp, J. (1975): Ratings of sef and peers on sex role attributes and their relation to self-steem and conceptions on masculinity and feminity. Journal of Personality and Social Psychology, 32, pp. 29-39. Taylor, M. C. y Hall, J. A. (1982): Psychological androgyny: Theories, methods, and conclusions. Psychological Bulletin, 92, pp. 347-366. Wetter, R. E. (1975): Levels of self-esteem associated with four sex role categories. En R. L. Bednar (Coor.): Sex roles: masculine, femenine, androgynous, or none of the abode?. Simposium presented at the meeting of the American Psychological Association, Chicago, August-September. Whitley, B. E. (1983): Sex role orientation and sef-esteem: A critical metaanalytic review. Journal of Personality and Social Psychology, 44, pp. 765778. TABLAS

Tabla 1.1. Características de la muestra

EDAD

Varones (N=220)

Valor

Desviación

Valor

medio

Típica

mínimo

20.73

2.48

17

Valor máximo

30

Mujeres (N=339)

20.40

2.20

17

31

N= nº de sujetos

Tabla 1.2. Porcentaje de sujetos clasificados en las diferentes estilos de rol de género

Muestra

Varones

Masculinos

Femeninos

Indifer.

Andróginos

38%

12%

24%

25%

16%

38%

20%

25%

(N=202)

Mujeres (N=306)

N= nº de sujetos

Tabla 1.3. Porcentaje de sujetos de la muestra conjunta clasificados en función del nivel de autoestima alcanzado y del estilo de rol de género

de Autoestima Masculinidad (N=126)

14%

48%

38%

Feminidad

37%

47%

16%

34%

39%

27%

20%

42%

38%

(N=142)

Indiferenc. (N=112)

Andróginos (N=128)

N= nº de sujetos

Tabla 1.4. Análisis de varianza de un factor, la tipología de género, en la variable autoestima

Autoestima Tipología de género Media

Masculinidad

30.63

Feminidad

27.65

Indiferenciación

28.37

Androginia

30.27

F

G.L.

Probab.

10.0639

3

<.00005

Tabla 1.5. Porcentaje de sujetos clasificados en función del nivel de autoestima alcanzado y del estilo de rol de género en la muestra de varones

Nivel bajo de Autoestima

Nivel medio de Autoestima

Nivel alto de Autoestima

27-32

>=33

Criterio del nivel de Autoestima <=26

Masculinidad (N=77)

9%

45,5%

45,5%

Feminidad

44%

48%

8%

33%

34%

33%

22%

45%

33%

(N=25)

Indiferenc. (N=49)

Andróginos (N=51)

N= nº de sujetos

Tabla 1.6. Porcentaje de sujetos clasificados en función del nivel de autoestima alcanzado y del estilo de rol de género en la muestra de mujeres

Nivel bajo de Autoestima

Nivel medio de Autoestima

Nivel alto de Autoestima

27-32

>=33

Criterio del nivel de Autoestima <=26

Masculinidad (N=49)

22%

51%

26%

Feminidad (N=117)

36%

46%

18%

Indiferenc.

35%

43%

22%

20%

40%

40%

(N=63)

Andróginos (N=77)

N= nº de sujetos

Tabla 1.7. Análisis de varianza de un factor -la tipología de género-, en la variable autoestima, con la muestra de varones

Autoestima Tipología de género Media

F

G.L.

Probab.

Masculinidad

31.27

Feminidad

26.52

Indiferenciación

28.59

Androginia

29.98

5.6190

3

.001

Tabla 1.8. Análisis de varianza de un factor -la tipología de género-, en la variable autoestima, con la muestra de mujeres

Autoestima Tipología de género Media

F

G.L.

Probab.

Masculinidad

29.63

Feminidad

27.90

Indiferenciación

28.21

Androginia

30.47

4.7929

3

.002

Tabla 1.9. Análisis de regresión múltiple de la autoestima, utilizando las puntuaciones de las escalas de masculinidad y feminidad, en función del sexo de los sujetos

Muestra

Variable

Variables

dependiente

independientes

ß

P

R múltiple

Varones

Autoestima

Masculinidad

.335

<.00005

Feminidad

-.109

.1038

(Constante)

Mujeres

Autoestima

.34

<.00005

Masculinidad

.229

.0001

Feminidad

.077

.1661

(Constante)

<.00005

TÍTULOS DE TABLAS

Tabla 1.1. Características de la muestra

Tabla 1.2. Porcentaje de sujetos clasificados en las diferentes estilos de rol de género

Tabla 1.3. Porcentaje de sujetos de la muestra conjunta clasificados en función del nivel de autoestima alcanzado y del estilo de rol de género

.24

Tabla 1.4. Análisis de varianza de un factor, la tipología de género, en la variable autoestima

Tabla 1.5. Porcentaje de sujetos clasificados en función del nivel de autoestima alcanzado y del estilo de rol de género en la muestra de varones

Tabla 1.6. Porcentaje de sujetos clasificados en función del nivel de autoestima alcanzado y del estilo de rol de género en la muestra de mujeres

Tabla 1.7. Análisis de varianza de un factor -la tipología de género-, en la variable autoestima, con la muestra de varones

Tabla 1.8. Análisis de varianza de un factor -la tipología de género-, en la variable autoestima, con la muestra de mujeres

Tabla 1.9. Análisis de regresión múltiple de la autoestima, utilizando las puntuaciones de las escalas de masculinidad y feminidad, en función del sexo de los sujetos

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